SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.10 número2Las competencias psicosociotecnológicas en la educación superiorLa influencia de las TIC en la investigación científica y la innovación en las instituciones de educación superior índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Educación Superior

versión impresa ISSN 2518-8283

Edu. Sup. Rev. Cient. Cepies vol.10 no.2 La Paz oct. 2023

https://doi.org/10.53287/feic8841dv33y 

ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

Partiendo de las teorías clásicas de aprendizaje hacia los aprendizajes praxeólogico y profundo

Starting from the Classical Theories of Learning Towards Praxeological and Deep Learning

Tatiana Ninoska Rada Serpa1 

Myriam Lina Trigo Orsini2 

1 Universidad Mayor de San Andrés - Docente tatinrada@gmail.com La Paz - Bolivia

2 Universidad Mayor de San Andrés - Docente investigador mylitrigo@gmail.com La Paz - Bolivia


Resumen

Que las personas aprenden es algo evidente. Pero, ¿cómo se aprende? Los procesos de aprendizaje han sido desde tiempo atrás objeto de reflexión. Es así que el estudio de los mismos plantea siempre nuevos interrogantes que motivan a seguir investigando en este campo. En consecuencia, en este artículo se realizó una revisión bibliográfica en relación a las teorías del aprendizaje, orientado a que la mayoría de los docentes no son expertos en pedagogía, sino especialistas en otros campos del conocimiento. Es por ello, que también se ha intentado exponer de una forma sencilla y comprensible las teorías del aprendizaje conductista, cognitivista y constructivista, efectuando una relación comparativa de las teorías sobre diferentes aspectos de análisis. Así mismo, se expuso las nuevas tendencias de aprendizaje, específicamente, el aprendizaje praxeológico y el aprendizaje profundo, indicando sus características generales con la finalidad de determinar las estrategias de aprendizaje para su aplicación, siendo ambos importantes en el proceso actual de adquisición de conocimiento. Hay que mencionar, además que se reflexionó respecto a la importancia de que el profesorado utilice metodologías activas y significativas en las que el contenido disciplinario esté vinculado al contexto del estudiante. En efecto, el propósito central del artículo es generar análisis y reflexión en los docentes sobre cómo se aprende, y puedan considerar los beneficios de los aprendizajes profundo y praxeológico para promoverlos en los estudiantes. En conclusión, la tendencia educativa actual, es hacia la teoría del aprendizaje constructivista, donde el estudiante es el actor principal dentro de la formación de sus propios conocimientos; y los aprendizajes profundo y praxeológico se fundamentan en esta teoría.

Palabras clave: Teorías clásicas de aprendizaje; Aprendizaje praxeológico; Aprendizaje profundo

Abstract

That people learn is self-evident. But how do you learn? Learning processes have long been a subject of reflection. Therefore, their study always raises new questions that motivate further research in this field through a bibliographic review. It was carried out in relation to learning theories, oriented to the fact that most professors are not experts in pedagogy, but specialists in other fields of knowledge. That is why, in this article, an attempt has been made to present in a simple and understandable way the theories of behavioral, cognitivist and constructivist learning, making a comparative list of the theories on different aspects of analysis. Likewise, new learning trends were exposed, specifically, praxeological and deep learning, to show their general characteristics in order to determine learning strategies for their application, both being important in the current process of knowledge acquisition. Similarly, they analyze the importance of professors using active and significant methodologies in which the disciplinary content is linked to the student's context. In conclusion, the current trend in education is directed towards the constructivist learning theory so that the student becomes the main actor in his own knowledge acquisition, and deep and praxeological learning is based on this theory.

Keywords: Classical learning theories; Praxeological learning; Deep learning

1. Introducción

Los docentes universitarios son especialistas en sus áreas disciplinares, pero, la mayoría de ellos no son expertos en pedagogía. Sin embargo, para ejercer la docencia han tenido que cursar un diplomado u otro grado en educación superior, donde se habrá mencionado a varios autores como Watson, Dewey, Thorndike, Piaget, Vigotsky o Ausubel que son algunos exponentes de las teorías clásicas del aprendizaje. De donde se infiere, que dicho conocimiento teórico no ha sido suficiente para el desarrollo de la práctica docente.

Lo peor del caso, es que cada teoría conlleva modelos pedagógicos llenos de conceptos abstractos y con el uso de un léxico que dificulta la comprensión para quienes no se han formado en pedagogía. Por otra parte, por los cambios que se exige en la educación en este siglo XXI, necesitan conocer algunas de las tendencias emergentes de aprendizaje. En este sentido, el propósito del artículo es realizar un abordaje a las teorías clásicas del aprendizaje y a las nuevas tendencias, de manera resumida, ordenada y de fácil comprensión, sin quitarle la riqueza conceptual para ser útil en el sentido práctico para el lector.

Una vez, realizado el análisis de las teorías clásicas del aprendizaje, identificado a sus exponentes principales y estudiado sus puntos de vista; los lectores puedan relacionar dichas teorías con su función docente, desde un punto de vista práctico. A través de este aprendizaje, también es posible que realice una autoevaluación como docente e identifique los tipos de estrategias de aprendizaje que aplicó y que definieron la mayor parte de las conductas que repiten como docentes en el aula. Finalmente, se realizará un recorrido por las nuevas tendencias del aprendizaje praxeológico y aprendizaje profundo, y se espera que descubran la importancia de promover en los estudiantes el desarrollo de sus capacidades para conducir sus procesos de adquisición de conocimiento.

En definitiva, una vez que el lector tenga conocimiento de los fundamentos de las teorías clásicas del aprendizaje y de algunas de las nuevas tendencias, el propósito final del artículo, es generar análisis y reflexión en los docentes sobre cómo se aprende, y pueda llevarlos a indagar con mayor profundidad los beneficios de los aprendizajes profundo y praxeológico para poder promoverlos en los estudiantes, de manera que ellos se encuentren preparados para responder a los desafíos del siglo XXI.

2. Desarrollo

La explicación de cómo los estudiantes llegan a nuevos aprendizajes no es un tema fácil. Desde la investigación psicológica se han dado diversas respuestas, especialmente a lo largo del siglo XX, apareciendo aportaciones muy valiosas, pero sin duda aún incompletas. Como cada teoría de aprendizaje tiene la capacidad para configurar un modelo de enseñanza, es interesante exponer, aunque sea de forma sucinta, las características definitorias de las teorías o paradigmas más representativos.

2.1. Tres teorías clásicas del aprendizaje

Tiene trascendencia conocer las teorías principales del aprendizaje (conductista, cognitivista, constructivista) para saber en qué ocasiones se las debe utilizar, debido a que proporcionan herramientas validadas para viabilizar aprendizajes (G. Moreno et al., 2017). A continuación, se presenta una relación comparativa de las teorías del aprendizaje denominadas clásicas.

Una de las corrientes psicológicas más antiguas es la teoría conductista, se “caracteriza por su concepción asociacionista; es decir, crea conocimiento al relacionar los antecedentes de una situación con sus consecuentes (estímulo - respuesta)” (Leiva, s.f. p. 68), donde “el estudiante se describe como reactivo a las condiciones del ambiente” (Moreno et al., 2017, p.51). Hay que mencionar además, que esta teoría se originó a principios del siglo XX, siendo sus principales exponentes Pavlov con el aprendizaje por condicionamientos, John B. Watson con el paradigma de estímulo - respuesta, B. F. Skinner con la teoría del reforzamiento, además de Edward Thorndike y Edward C. Tolman (Leiva, s.f.).

Por otro lado, la teoría cognitiva tiene sus orígenes a finales de la década de los 50 (G. Moreno et al., 2017). Bajo esta corriente las personas dejan de ser vistas como meros receptores de estímulos, y emisores de respuesta directamente observable, como lo habían entendido los conductistas. Es así que, para los cognitivistas, los seres humanos actúan como procesadores de información y el aprendizaje se adquiere a través de la asimilación de conocimientos, incentivando el procesamiento (L. Moreno & Beascoa, 2021).

Como respuesta a la perspectiva de la teoría cognitivista, el constructivismo emergió en los años 70, siendo uno de sus principales exponentes David P. Ausubel (L. Moreno & Beascoa, 2021). A diferencia de esta corriente, su objetivo era mostrar la estructura del mundo dentro del estudiante (Ertmer & Newby, 1993). Es decir, que “el conocimiento es una función de cómo el individuo crea significados a partir de sus propias experiencias” Jonassen (como se citó en Moreno et al., 2017, p. 53), donde los estudiantes se constituyen en individuos dinámicos en el proceso de adquisición de conocimientos (G. Moreno et al., 2017).

2.2. ¿Qué es el aprendizaje?

La definición teórica del aprendizaje ha sido debatida durante el siglo pasado en psicología y ciencias afines sin llegar a un consenso sobre causa, proceso y efecto. La siguiente es una definición general y cumple con los criterios que la mayoría de los profesionales de la educación consideran esenciales para el aprendizaje. “El aprendizaje es un cambio perdurable en la conducta o en la capacidad de comportarse de cierta manera, el cual es resultado de la práctica o de otras formas de experiencia” (Schunk, 2012 p. 3). A continuación, se expone cómo las teorías conductista, cognitivista y constructivista conciben el aprendizaje.

La teoría conductista iguala al aprendizaje con los cambios en el comportamiento observable, suscitado por la adquisición, refuerzo y aplicación de relaciones entre un estímulo (E) y una respuesta (R) (Fonseca & Bencomo, 2011; Jaén, 2010)(Fonseca & Bencomo, 2011; Jaén, 2010). Por su lado, la teoría cognitivista concibe el aprendizaje como todo el proceso de construcción, adquisición, organización, codificación, repetición, almacenamiento y recuperación de la información en la memoria (Schunk, 2012). Además, “el aprendizaje se vincula, no tanto con lo que los estudiantes hacen, sino con lo que saben y cómo lo adquieren” (Ertmer & Newby, 1993, p. 11).

Por último, el aprendizaje para la teoría constructivista “es una función de cómo el individuo crea significados a partir de sus propias experiencias” (Ertmer & Newby, 1993, p. 62). Es decir, el aprendiz construye interpretaciones personales del entorno en base a las experiencias e interacciones individuales (Ertmer & Newby, 1993).

2.3. ¿Cómo ocurre el aprendizaje?

Para la teoría conductista, “el aprendizaje se logra cuando se demuestra o se exhibe una respuesta apropiada, seguida de la presentación de un estímulo ambiental específico” (Ertmer & Newby, 1993, p. 55). En otras palabras, el proceso de aprendizaje sería instrucción, examen, recompensa o castigo. De ahí que, al aprendiz se describe como reactivo a las condiciones del entorno. Es decir, el conductismo se interesa por la respuesta del alumno (por el producto), de modo que, no importa qué puede estar sucediendo en la mente del sujeto que aprende (Jaén, 2010).

Al contrario del conductismo, la teoría cognitivista, “considera a la inteligencia como una potencia capaz de procesar o estructurar la información” (Jaén, 2010, p. 3)(Jaén, 2010, p. 3). Es decir, el aprendizaje implica una estructuración mental interna por parte del aprendiz, quien se percibe como un participante más activo en el descubrimiento del conocimiento (Fonseca & Bencomo, 2011).

Según la teoría constructivista, el aprendizaje ocurre de manera social, el estudiante aprende con otros y de otros, de igual manera, otros aprenden de él. Sin embargo, el significado es creado por cada aprendiz, cada persona es la que finalmente construye y genera su propio conocimiento, pero este conocimiento es desarrollado en un entorno social, en un entorno en donde la práctica y la experiencia son importantes para lograr diferentes niveles de aprendizaje (Schunk, 2012).

2.4. ¿Cuáles son los factores de influencia para el aprendizaje?

La teoría conductista considera como factores de influencia en el aprendizaje, al aprendiz y a las condiciones ambientales, siendo los segundos de mayor relevancia. Así mismo, los conductistas evalúan al aprendiz para establecer en qué momento iniciar la instrucción, como también para precisar los refuerzos más efectivos para un aprendiz en particular (Ertmer & Newby, 1993). Sin embargo, lo más importante es “el ordenamiento del estímulo y sus consecuencias dentro del medio ambiente”(G. Moreno et al., 2017, p. 51)

Por otra parte, para la teoría cognitivista, los conocimientos previos del aprendiz son el factor de influencia, y a partir de allí, comienza a estructurarse el proceso de aprendizaje con la creación de información y nuevo conocimiento. Cabe subrayar, que también las condiciones ambientales influyen en la memoria. Finalmente, para la teoría constructivista los factores que influyen en el aprendizaje, son el aprendiz y los factores ambientes y por “ello será vital que el aprendizaje tenga lugar en escenarios reales y que las actividades que comprende el mismo estén vinculadas con las experiencias vividas por los estudiantes” (G. Moreno et al., 2017, p. 53).

2.5. ¿Cuál es el rol de la memoria en el aprendizaje?

Las teorías conductuales “conciben la memoria en términos de conexiones nerviosas establecidas como una función de comportamientos asociados con estímulos externos” (Schunk, 2012, p. 23). A pesar de que la memoria se refuerza a través de experiencias repetidas (adquisición de hábitos) que ayudan a la memorización de determinados términos para que se aprendan y queden grabados, se otorga poco valor a la estructuración de formas habituales de respuesta, y a cómo en la memoria esos hábitos se retienen o se recuperan para usar en el futuro. En esta teoría, el olvido es atribuible a la “falta de uso” de una respuesta al pasar el tiempo (Ertmer & Newby, 1993; Schunk, 2012).

En cambio, las teorías cognoscitivas otorgan un rol importante a la memoria, es decir, el aprendizaje resulta cuando la información es almacenada en la memoria de una manera organizada y significativa (Ertmer & Newby, 1993). Conviene subrayar, que el proceso de almacenamiento tiene que ser reforzado e influenciado por diferentes factores, que contribuyen a que se guarde de una manera permanente. De ahí que, la información se recupera de la memoria en respuesta a señales relevantes que estimulan las estructuras adecuadas de ella, para en un futuro pueda ser aplicado ese conocimiento en alguna actividad particular. Definitivamente, “la memoria es fundamental para aprender, y la forma en que se aprende la información, determina cómo se almacena y se recupera”(Schunk, 2012, p. 23).

A su vez, en la teoría constructivista “la memoria siempre estará "en construcción", como una historia acumulativa de interacciones” (Ertmer & Newby, 1993, p. 59). Es decir, el conocimiento previo es mezclado con el contexto actual, y como se ha dicho, el contexto es uno de los parámetros de influencia para el aprendizaje y ayuda a reforzar de una manera más directa el proceso de aprendizaje.

2.6. ¿Qué tipos de aprendizaje se explican mejor en estas teorías?

La teoría conductista indica que, para el aprendizaje, se deben formular estrategias favorables para componer y reforzar relaciones estímulo-respuesta incluyendo el empleo de señales de instrucción (Ertmer & Newby, 1993) y de esta manera lograr la respuesta correcta por parte del aprendiz ante el estímulo definido (G. Moreno et al., 2017)

Para la adquisición de conocimiento en el cognitivismo, el estudiante se convierte en un participante activo del proceso ya que debe realizar la estructuración de una actividad mental por parte del mismo (G. Moreno et al., 2017, p. 52). Es así que, las formas más complejas de aprendizaje son explicadas por las teorías cognitivas, (Schunk, 2012), y el énfasis para el aprendizaje debe darse en “estrategias eficientes de procesamiento” (Ertmer & Newby, 1993, p. 10). Es importante aclarar que el cognitivismo expresa el concepto de “aprendizaje significativo” y fue Ausubel quien aseguró que se deben cumplir ciertas condiciones para lograr aquello, como organización lógica, significado psicológico y motivación para aprender (Fonseca & Bencomo, 2011).

Los constructivistas a diferencia de los conductistas y cognitivistas, postulan que lo que cada individuo conoce del mundo real, surge de su propia interpretación basada en sus experiencias (Moreno et al., 2017), por lo cual se debe indagar la experiencia en su totalidad para comprender de manera clara el aprendizaje (Ertmer & Newby, 1993).

2.7. Nuevas tendencias de aprendizaje

Muchas de las estrategias de enseñanza postuladas por más de un siglo por investigadores como Dewey, Piaget, Montessori y Vygotsky comienzan a ser aceptadas, como respuesta a la actual crisis educativa a nivel mundial. Definitivamente, esta realidad nos posiciona ante la oportunidad de desarrollar e impulsar experiencias nuevas de aprendizaje, como alternativa a las antiguas pedagogías centradas en la retención de información, donde los estudiantes las veían como oportunidad para superar el proceso evaluativo (Pereyras, 2015). En este sentido, a continuación, se expone el aprendizaje praxeológico y el aprendizaje profundo como nuevas alternativas.

2.7.1. Aprendizaje praxeológico

Según Juliao (2011) la praxeología se define como:

El resultado de un análisis empírico y de un discurso crítico: ella designa, desde el principio, una reflexión práctica sobre los principios de la acción humana y de sus técnicas, pero busca igualmente principios generales y la metodología adecuada para una acción competente y acertada. (pp. 27-28) (Juliao, 2011, pp. 27-28)

a) Definición

“El aprendizaje praxeológico es la construcción de saberes de la acción (lógica científica)”(Juliao, 2011, p. 35). El objeto principal de la praxeología es la elaboración, experimentación y validación de modelos de acción que sean útiles para la gestión de la praxis (ejecución de técnicas en coherencia con finalidades (lógica-tecnológica)) y que permita concretar, verificar y planificar lo que comúnmente se hace de modo espontáneo y empírico (Juliao, 2011).

Es así que la didáctica praxeológica desarrolla un modelo para describir actividades humanas, debido a que engloba la praxis, práctica o saber hacer, el criterio para crear el conocimiento y la ética del estudiante. El saber se ordena en dos niveles: el nivel práctico constituido por las tareas y técnicas que se usan para resolver las actividades y el nivel del logo, constituido por las tecnologías que son los discursos que describen, exponen y argumentan las técnicas empleadas. Por consiguiente, los dos niveles conforman un conjunto de tipos de tareas, técnicas, tecnología y teoría, de la didáctica praxeológica (Juliao, 2011).

b) Contextualización dentro de las teorías de aprendizaje

El manejo metodológico del aprendizaje praxeológico se inserta en las bases fundamentales del constructivismo, en el cual se mira al estudiante como una figura activa durante el proceso de aprendizaje. Es así que, elabora e interpreta la información recibida y es quien, crea el significado. Para que esto suceda, los profesores no deben enseñar con instrucciones elaboradas de manera tradicional, sino es importante, que estructuren situaciones de modo que los estudiantes mediante la manipulación de los materiales se convierten en aprendices activos (Schunk, 2012).

c) Fundamentos metodológicos

La metodología utilizada para lograr un proceso praxeológico completo y conseguir prácticas promotoras de responsabilidad por parte de los implicados capaces de afirmar su coherencia y pertinencia, de tal forma que puedan elaborar modelos replicables e incrementar el conocimiento (Juliao, 2011).

Esta metodología está definida en 4 etapas o fases, descritas por Juliao (2007) (como se citó en Rojas et al., 2019), que se presentan a continuación: 1) Ver, la cual nos permite observar y realizar el análisis crítico de la condición en la que vamos a trabajar; 2) Juzgar, fase de reacción, donde se examina otra forma de enfocar la práctica, es decir, es la fase paradigmática; 3) Actuar, responde a la pregunta ¿qué hacemos en concreto?, es decir, se pone en práctica lo planteado en la fase 2; 4) Devolución creativa, etapa fundamental prospectiva, donde se define que se aprende con lo que se hace (Juliao, 2011).

Nota: Conejo, F, Sánchez, J, Mahecha, J, 2020

Figura 1: Metodología de Aprendizaje praxeológico

2.7.2. Aprendizaje profundo

El concepto de Aprendizaje Profundo (AP) o en inglés “Deep Learning” se ha colocado en la última década como uno de los enfoques de aprendizaje con mejores resultados al momento de desarrollar las habilidades, competencias, conocimientos y actitudes necesarios para desenvolverse como ciudadanos responsables y poder tener éxito en el mundo actual (Pereyras, 2015; Pozo & Simonetti, 2018).

a) Definición

Para Álvarez et al. (2019), “el aprendizaje profundo se centra en la promoción de la heurística, la investigación, la discusión y la enseñanza participativa con el fin principal de ayudar al estudiantado a aprender a aprender” (p. 4). Por consiguiente, el AP se refiere a las relaciones mentales que realiza quien aprende para apropiarse de los contenidos dentro de un contexto (Orellana, 2020) y aplicarlos a nuevas situaciones de la vida cotidiana (Pozo & Simonetti, 2018). En efecto, el AP promueve la comprensión y aplicación del aprendizaje a largo plazo.

Conviene subrayar, que el aprendizaje profundo “se caracteriza por integrar lo nuevo al conocimiento previo sobre el tema, favoreciendo con ello su comprensión y su retención en el largo plazo; pudiendo más adelante, utilizar lo aprendido en contextos diferentes” (Pereyras, 2015, p. 3). En cambio, en el aprendizaje superficial, el individuo memoriza la información sin conexiones con experiencias y contexto, solo con el fin de retener datos para alcanzar un objetivo a corto plazo (aprobar una evaluación) (Pereyras, 2015).

b) Origen

El enfoque del aprendizaje profundo fue atribuido al científico británico Geoffrey Hinton, investigador de la inteligencia artificial (Orellana, 2020). Más aún, el enfoque hizo importantes aportes en educación, utilizándose desde hace más de 40 años, y por primera vez fue utilizado por “los investigadores suecos Ference Marton y Roger Säljö que acuñaron el término, junto con el de "aprendizaje superficial" -surface learning- en su teoría Student Approaches to Learning, desarrollada en 1976” (Pereyras, 2015 p. 3).

Últimamente, el concepto del AP ha cobrado nueva fuerza ante la necesidad de generar un cambio global en la educación, con el propósito de preparar a los estudiantes para los desafíos del siglo XXI.

c) Contextualización dentro de las teorías de aprendizaje

Para contextualizar el manejo metodológico del aprendizaje profundo, se parte de una revisión de las tres teorías clásicas del aprendizaje; el conductismo, el cognitivismo y el constructivismo. Definitivamente, el aprendizaje profundo se inserta en las bases fundamentales del constructivismo, que parte de la motivación intrínseca, enfocado en el desarrollo de la persona y que requiere la participación activa del aprendiz en el proceso de aprendizaje. Conviene subrayar, que el aprender profundo “implica comprender de forma profunda y para ello los aprendices profundos suelen construir de manera activa lo que aprenden y dar significado a lo que necesitan recordar” (Ortega & Hernández, 2015, p. 214).

d) Estrategias de aprendizaje

Varios autores realizaron investigaciones con el propósito de determinar la secuencia de procedimientos que el estudiante debe seguir para el desarrollo del aprendizaje profundo, y es la siguiente: 1) Enfocarse en el significado; 2) Relacionar el conocimiento previo con el nuevo aprendido; 3) Vincular el conocimiento nuevo con otras áreas o materias; 4) Relacionar el conocimiento con su experiencia cotidiana; 5) Incorporar un análisis lógico y utilizar el análisis crítico; y 6) Estar abocado a la satisfacción del saber (motivación intrínseca) (Farrington, 2013; Huberman et al., 2014).

A continuación, se presenta un caso en el que se utilizó las estrategias de aprendizaje profundo, y este fue el primer estudio realizado en 1976 por Marton y Saljo. Específicamente, el estudio consistió en la lectura de un artículo académico por estudiantes de una clase. Los resultados mostraron la utilización de dos estrategias diferentes para abordar la lectura. Un grupo de estudiantes se propuso entender el objetivo global del artículo y comprender el contexto de su contenido; mientras que el otro grupo, se centró en recordar los hechos contenidos en el artículo, centrando su atención en los datos que pensaban que se utilizarían para la evaluación. Es decir utilizaron estrategias para un aprendizaje más mecánico y superficial (Álvarez et al., 2019).

Con respecto, a todo lo expuesto en el desarrollo de este artículo, se considera oportuno reflexionar cómo se están aplicando las teorías del aprendizaje en el contexto universitario. Actualmente, el conductismo sigue teniendo bastante aceptación entre los docentes, por la simplicidad de su funcionamiento. Lamentablemente, se están centrando únicamente en este modelo pedagógico que promueve un aprendizaje memorístico, repetitivo, no duradero, que necesita ser reforzado y, en definitiva, representa un aprendizaje superficial.

Por tanto, se debe romper con el modelo pedagógico que no se adapta a la sociedad del conocimiento actual, debido a que no se determina la estructura del conocimiento del aprendiz, menos aún se establecen los procesos mentales que el mismo necesita usar, de ahí que, el aprendiz adopta una actitud pasiva en su proceso de aprendizaje. En su lugar, se debe promover el protagonismo de los estudiantes para el desarrollo de competencias básicas del aprendizaje profundo y el aprendizaje praxeológico para enfrentar los desafíos y de esta manera tengan éxito en el siglo XXI.

En definitiva, el artículo como finalidad última busca que el profesorado, una vez que tenga conocimiento de las teorías clásicas y de las nuevas tendencias del aprendizaje, reflexione sobre su labor como docente y realicé cambios en la forma de enseñar, utilizando metodologías activas y significativas como el aprendizaje profundo y praxeológico, donde los contenidos disciplinares se vinculen con el contexto del estudiantado.

3. Conclusión

De acuerdo con el objetivo del estudio, se ha observado que es fundamental estar bien compenetrados con cada una de las teorías clásicas de aprendizaje y cuando se trabaja, con una de ellas, seleccionarla con criterio, fundamentándose en sus características y acorde a los objetivos del proceso de aprendizaje de cada caso en particular.

El principal aporte de la investigación ha sido generar análisis y reflexión en los docentes para que promuevan el aprendizaje profundo y el aprendizaje praxeológico en los estudiantes. Por lo que, se enfatizó en la necesidad de incorporar a la adquisición del conocimiento la aplicación de estas nuevas tendencias donde:

-. El aprendizaje profundo está referido a la metodología de apropiación de los contenidos dentro de un contexto para aplicarlos a nuevas situaciones de la vida cotidiana. Este proceso, implica la habilidad de la transferencia, puesto que el estudiante se vuelve capaz de tomar lo aprendido en una situación para aplicarlo a otra nueva. Para este propósito, se debe tomar en cuenta que el aprendiz debe desarrollar las competencias que se agrupan en tres dominios: el dominio cognitivo, el dominio interpersonal y el dominio intrapersonal; competencias que son requeridas en el siglo XXI.

-. El aprendizaje praxeológico cuya metodología está enfocada a la cuestión de la acción eficaz, en su carácter de acción interactiva y comunicativa, teniendo en cuenta el significado y la pertinencia de las prácticas, no sólo por su eficacia, sino desde la perspectiva lógica, tomando en cuenta también las dimensiones ética y hermenéutica de la acción.

Dada la extensión de la temática estudiada, quedaron aún tópicos por investigar y reflejarlos en este artículo, sin embargo, lo que sí es imperioso comprender es que, el objetivo fundamental de la universidad es formar profesionales activos, reflexivos y creativos, capaces de enfrentar los desafíos del siglo XXI. De ahí que, la tendencia actual de la educación va dirigida a la teoría del aprendizaje constructivista, donde el docente se constituye en una guía para la obtención del conocimiento, y el estudiante es el actor principal dentro de la formación de sus propios conocimientos, a lo cual contribuye la aplicación del aprendizaje profundo y el aprendizaje praxeológico.

BIBLIOGRAFÍA

Álvarez, J. A., Álvarez, T., Sandoval, R. J., & Aguilar, M. (2019). La exploración en el desarrollo del aprendizaje profundo / The Exploration in the Develop Deep Learning. RIDE Revista Iberoamericana Para La Investigación y El Desarrollo Educativo, 9(18), 833-844. https://doi.org/10.23913/ride.v9i18.474Links ]

Ertmer, P., & Newby, T. (1993). Behaviorism, cognitivism, constructivism: comparing critical features from an instructional design pespective. Performance Improvement Quarterly, 6, 50-72. rirvan.wikispaces.com/file/view/Ertmer+%26+Newby+1993.pdf [ Links ]

Farrington, C. (2013). Academic Mindsets as a critical component of deeper learning. University of Chicago Consortiym on Chicago School Research, 1-13. https://medium.com/@arifwicaksanaa/pengertian-use-case-a7e576e1b6bfLinks ]

Fonseca, H., & Bencomo, M. (2011). Teorias Del Aprendizaje Y Modelos Educativos: Revisión Histórica. Cuidado Julio-Diciembre, 4(1), 71-93. [ Links ]

Huberman, M., Bitter, C., Anthony, J., & O’Day, J. (2014). Teh shape of deeper learning. Strategies, structures, and cultures in deeper learning network high schools. American Institutes Research, 1-38. [ Links ]

Jaén, M. E. (2010). “ Procesos y factores del aprendizaje e implicaciones educativas.” Innovación y Experiencias Educativas, 1988-6047, 1-12. [ Links ]

Juliao, C. (2011). El enfoque praxeológico. [ Links ]

Leiva, C. (n.d.). Conductismo, cognitivismo y aprendizaje. Tecnología En Marcha, 18(1), 66-74. [ Links ]

Moreno, G., Martínez, R., Moreno, M., Fernández, M., & Guadalupe, S. (2017). Acercamiento a las Teorías del aprendizaje en la Educación Superior. Uniandes Episteme, 4(1), 48-60. [ Links ]

Moreno, L., & Beascoa, M. (2021). Entender y aplicar las teorías del aprendizaje. Revista Digital de Educación y Formación Del Profesorado, 18(1697-9745), 1-27. [ Links ]

Orellana, C. (2020). Aprendizaje profundo en la formación docente: experiencia con estudiantes de Enseñanza de la Educación de la Universidad de Costa Rica. Innovaciones Educativas, 22(33), 208-221. https://doi.org/10.22458/ie.v22i33.3125Links ]

Ortega, C., & Hernández, A. (2015). Hacia el aprendizaje profundo en la reflexión de la práctica docente. Ra Ximhai, 11, 213-220. https://doi.org/10.35197/rx.11.01.e2.2015.15.coLinks ]

Pereyras, A. (2015). ¿ Qué es el aprendizaje profundo ? Red Global de Aprendizajes, 1-19. https://www.bbvaopenmind.com/que-es-el-aprendijaze-profundo/%5Cn¿Qué es el aprendizaje profundo_ - OpenMindLinks ]

Pozo, C., & Simonetti, F. (2018). ¿Cómo indagar sobre Aprendizaje Profundo en Centros Escolares?Instrumentos y orientaciones prácticas. LIDERES EDUCATIVOS, 1-13. www.lidereseducativos.cl [ Links ]

Rojas, M., Bernate, J., Fonseca, I., & Betancourt, M. (2019). El método praxeológico como herramienta pedagogica de aprendizaje motriz. Revista Internacional de Ciencias Sociales de La Actividad Física, El Juego y El Deporte, 18(2253-6604), 1-14. [ Links ]

Schunk, D. H. (2012). Teorías del aprendizaje. del aprendizaje. In 2012: Vol. 2° D. [ Links ]

Recibido: 26 de Agosto de 2023; Aprobado: 29 de Septiembre de 2023

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons