EDITORIAL

El salto cualitativo significaba para la Universidad trascender sus actividades hasta entonces puramente formativas, para complementarlas con actividades investigativas transformándose en una Universidad Investigativa.

Esta decisión, que conllevaba una inversión importante en recursos humanos altamente calificados con grado doctoral y en equipos/insumos para la realización de los proyectos de investigación, se inscribía naturalmente en el desarrollo de toda universidad que busca la excelencia académica en sus actividades. Específicamente, reforzar sus procesos de enseñanza-aprendizaje con docentes inmersos en actividades de investigación, sentar una presencia técno-científica a nivel nacional a través de la pertinencia de sus proyectos y amplificar su presencia internacional por las publicaciones, asistencias a congresos y estadías científicas internacionales de sus investigadores.

Después de haber recorrido ese camino por más de una década, el Directorio de la Universidad ha confirmado sus líneas directrices actuales y, en particular, ha reiterado su mandato de convertir la Universidad en una élite académica conformado por un grupo selecto de estudiantes y docentes. Esta situación es particularmente propicia para incursionar en procesos deenseñanza-aprendizaje orientadas hacia la investigación, que permitan desarrollar competencias adicionales en los estudiantes exponiéndoles a actividades de investigación, tan pronto como sea posible en su formación académica.

La enseñanza-aprendizaje orientada hacia la investigación es un concepto relativamente nuevo y no tiene aún una formalización totalmente establecida. Es un hecho que, por una parte, un requisito imprescindible es la presencia de estudiantes con alta capacidad académica y de docentes con grado doctoral que cotidianamente están inmersos en proyectos de investigación. Por otra parte, requiere una metodología diseñada sobre la base de una simbiosis entre enseñanza e investigación que permita inculcar en el estudianteel pensamiento crítico, la inquietud investigativa, yla capacidad de trabajar de manera autónoma y creativa,competenciasque son valoradas no solamente en el ámbito académico sino también en todo contexto laboral.

La UPBprobablemente requiera un nuevo salto cualitativo si efectivamente decide incluir de manera sistemática en sus procesos de enseñanza-aprendizaje actividades orientadas hacia la investigación. En todo caso, la UPB posee el potencial para hacerlo puesto que los actores ya están presentes, quedando como desafío eldiseño deuna metodologíaapropiada para implementarlo.

Hugo Rojas

Editor I&D