Presentación

Consejo Editorial

Si algo carece la infraestructura¹ de la Educación Superior en Bolivia, es de trabajo académico e investigación científica. Muchas vicisitudes conspiran contra el desarrollo de la academia en Bolivia. Dichos factores van desde dificultades económicas hasta la inviabilidad técnica de ciertas iniciativas, pero afortunadamente jamás se ha dejado de producir en este campo –si bien marginalmente o con intermitencias inevitables. Y decimos “afortunadamente” pues estamos convencidos de que el único camino verdaderamente sostenible hacia el desarrollo e innovación es a través de la ciencia; pero no a cualquier costo, sino entendiendo los procesos académicos como instrumentos para atender las demandas de la sociedad, tanto en su faceta más urgente como proyectándolas hacia el futuro.

Quedando pendiente las tareas de la integración productiva de los resultados arrojados por las investigaciones científicas realizadas en Bolivia, o la aún más compleja tarea de motivar a los estudiantes jóvenes a tomar parte de las actividades investigativas, toca recordar que ahora les presentamos el decimo octava número de la revista Punto Cero. Seguro que no es común ir contando los números publicados por una revista científica, un journal. Esa tendría que ser la última de las preocupaciones editoriales. Sin embargo, dadas las dificultades que debe sortear una publicación de estas características, el mantener un conteo responde más bien a un ejercicio de motivación que a un impulso estadístico. Mantener vigentes los vínculos interinstitucionales (e internacionales) que cimentan el prestigio y relevancia de nuestra revista es también un plus particular, que demanda entrega y compromiso con el mantenimiento de la calidad de la misma. Que hayamos sido capaces de mantener vigente Punto Cero por más de una década y media es, sin lugar a dudas, una enorme satisfacción para nuestra facultad, pues recompensa la persistencia de todos los estudiantes, docentes e investigadores que han colaborado con la revista.

Venidos de distintas latitudes, los artículos publicados en los casi veinte números de esta revista son una fuente inagotable de valiosos aportes y un prisma magnífico para observar la realidad. Éstos ayudan a generar movilidad en nuestras ideas, a crear debate y a desarrollar una comunidad interesada en trabajar problemáticas y desafíos del pensamiento. El hecho de que una publicación con un contenido tan variado, en temas de comunicación como “paraguas” temático, pueda llegar sin ningún contratiempo, a estudiantes y docentes de tan diversos contextos y referencias, enriquece el panorama interpretativo predefinido para la publicación. La renovación de los trabajos y temáticas abordadas, su ampliación y retrabajo, así como la profundización de líneas investigativas largamente sondeadas, son también factores que nos permiten enorgullecernos por contar con una revista tan notable, y valiosa por sus aportes, en nuestro medio.

Con cada número como un paisaje nuevo y distinto, que se reinventa con novedosas investigaciones y datos reveladores, la riqueza de contenidos de este número de Punto Cero no falta a esa premisa. Ofreciéndonos temas de relaciones públicas, estudios culturales, historiografía de la comunicación, la etnografía o periodismo, esta edición nos invita a descubrir los textos con la misma pasión que les pusieron sus autores al momento de escribirlos. Con el añadido particular de que se tratan de investigaciones realizadas por renombrados cientistas o poderosas apariciones de nuevos léxicos y actores –felizmente jóvenes– en estas arenas, tenemos motivos de sobra para sumergirnos en esta revista.

Entonces, tenemos un grato motivo de celebración en la publicación de un nuevo número de Punto Cero. Con más aportes, información y sobretodo la encomiable tarea de publicar artículos que quiebran con la horizontalidad del conocimiento, llegando así el contenido de la publicación a un público verdadero y amplio, podemos afirmar que la revista ha alcanzado una plenitud de madurez, en la que convergen la calidad con la cantidad, la longevidad y experiencia con el ímpetu vital de la juventud. También es importante recordar la invitación a todos los interesados en participar en la revista. Cada número se construye con los aportes de varios autores que desean compartir sus investigaciones con el resto de la comunidad académica. Nosotros estaremos encantados de servir como el nexo que posibilite ese intercambio. Por tanto, disfrutemos pues, el producto de aquello que Goethe definía como enfermedades totalmente incurables; ese apasionamiento puro e inclaudicable por la verdad y el conocimiento, que se nos manifiesta a cada instante, a cada línea, de los textos que les presentamos a continuación.