INTRODUCCIÓN
En la actualidad se han desarrollado cambios transcendentales en el aspecto educativo, brindando, en muchos casos, un acercamiento a nuevas formas de aprender contando con el beneficio del sistema tecnológico. Es así, como se han manifestado en diferentes espacios donde han analizado y explicado el desarrollo educativo. Por ello, Rodés et al., (2021) precisa que, en las comunidades educativas, se da una respuesta rápida con diversas alternativas transformadoras, potenciando así, a la educación virtual. Conforme explican Hordatt y Haynes (2021) antes del contexto de pandemia, muchos docentes no priorizaban el uso de las TIC en su práctica pedagógica; solo se preocupaban por el cumplimiento de las horas efectivas y el logro de las competencias de aprendizaje. Gonzales et al., (2022) determina que la educación virtual tiene el desafío de motivar al alumnado por medio de la tecnología. Asimismo, Ramos et al., (2021) mencionan que muchos docentes que no utilizaban las TIC, han tenido actualmente su primera experiencia en la educación a través de la virtualidad, comprometiéndose a adquirir diversas habilidades tecnológicas (Gajardo et. al. 2021).
Para Bautista y Zúñiga (2021) la comunidad educativa, asumió el reto de gestionar diversas estrategias para continuar con la educación, siendo este un derecho que no puede ser vulnerado. Por tal motivo, tuvieron que recibir diversas capacitaciones intensivas sobre el uso de las TIC; analizar e identificar diversas formas de aprendizaje de los alumnos a distancia; observar y tener en cuenta el desarrollo socioemocional de los estudiantes, la disponibilidad tecnológica de la familia y de los docentes; entre otros factores que iban surgiendo en el camino.
Para Polo et al., (2021) los padres también asumieron un papel en la educación virtual, ya que ellos inculcaron el uso adecuado y responsable de la tecnología, planteando horarios y roles en casa para un mejor desarrollo de la educación virtual. No obstante, como planteó Britez (2020); y Espinosa y Rivera (2021) los padres fueron el soporte emocional de los estudiantes, pero muchos de ellos no estuvieron capacitados ni preparados para el uso adecuado de las plataformas virtuales.
La pandemia puso en evidencia la gran brecha que se tiene en la educación, por lo cual Sánchez et al., (2021) precisaron que existen muchas estrategias para llevar a cabo una educación virtual en tiempos de pandemia; sin embargo, en muchas regiones de Latinoamérica y en el mundo no todos pueden acceder a ese tipo de educación. Diversos estudios han arrojado que el sistema educativo es deficiente, los padres no están capacitados para una enseñanza en casa y los docentes tampoco lo están para el trabajo remoto (Laguna et al., 2021). No obstante, los docentes no dudaron en buscar nuevas estrategias para no descuidar el aprendizaje. Señalaron que en su gran mayoría los docentes aceptaron y exploraron la educación virtual (Girotti et. al. 2021).
Dentro de las herramientas de la educación virtual, según Vargas (2020) para poder facilitar el trabajo del docente existen una serie de aplicaciones informáticas instaladas en un servidor. Estas ayudan a administrar, gestionar y distribuir cursos diversos por el internet, también existen los entornos o ambientes virtuales los cuales son depósitos de información donde pueden ingresar tanto los estudiantes como docentes de manera asincrónica o sincrónica. Por su parte, Menacho et al., (2021) manifestaron que todas estas herramientas virtuales han ayudado en el proceso de aprendizaje de los estudiantes; sin embargo, los docentes deben tener en cuenta las estrategias que cumplan con los contenidos curriculares. Por otro lado, Anigstein (2021) agregó que el uso de dispositivos como celulares, tabletas, plataformas y herramientas digitales mejoran los procesos de enseñanza-aprendizaje, rompiendo esquemas e incrementando las expectativas educativas.
Juanes et al., (2020) manifestaron que para los estudiantes el uso de las TIC es una gran herramienta, ya que capta la atención y los mantiene motivados. Por eso es importante que el docente seleccione recursos digitales para transmitir los conocimientos. Huamán et al., (2021) ostentaron que se buscaron diferentes rutas para llegar a los estudiantes, tales como: redes sociales, plataformas, entre otros; sin embargo, se presentaron algunas dificultades en el camino, como el aislamiento social, el quedarse sin un sustento, contagio de la enfermedad. Todo esto generando que la salud mental en las familias se vea vulnerada. Por ello, el presente estudio pretende identificar la gestión de la educación virtual y salud mental en tiempos de pandemia.
METODOLOGÍA
El estudio se desarrolló por medio de un análisis de revisión sistemática con la finalidad de identificar la gestión educativa virtual y la salud mental en tiempos de pandemia. La búsqueda de información se desarrolló por medio del repositorio My Loft de la Universidad César Vallejo (UCV). En cuanto a la base de datos se usó ProQuest. Los artículos publicados respecto a las variables de estudio desde el año 2020 al 2022 fue de 76; sin embargo, solo se ha realizado el análisis e investigación de 11 artículos, los cuales se enfocan en el desarrollo de la gestión educativa, las emociones, la pedagogía emociona, estrategias virtuales y el aprendizaje virtual. En el proceso de exploración en la base de datos, se precisó la utilización de las palabras clave, se escogió entonces: “emociones, regulación de emociones, pedagogía de las emociones, aprendizaje virtual, estrategias virtuales”. Entre los criterios para analizar las investigaciones, se tuvo en cuenta el objetivo de estudio, el método y los resultados. Cabe precisar que en los criterios de exclusión se tuvo en omitir los documentos de réplica, artículos de otras áreas y en idioma inglés. (Figura 1).
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Para el desarrollo del estudio se tomaron en cuenta investigaciones actuales donde evidencian el trabajo sobre la gestión de la educación virtual y salud mental en tiempos de pandemia. En esta oportunidad fue considerado el aporte de 11 artículos de las bases de datos de ProQuest con la finalidad de identificar, explicar el tema y comprender los aportes que propusieron ante un contexto educativo especial (Tabla 1).
Discusión
Bedoya y Murillo (2021) explican que, en el contexto de la pandemia, la crisis sanitaria vulneró el desarrollo normal de los estudiantes, por lo que solo se contaba con las estrategias de la gestión educativa para afrontar dicha situación. La ausencia del contacto social y presencial repercutió en la inteligencia emocional de los alumnos de forma considerada. Según Guiñez et al., (2021) precisaron que los incidentes más frecuentes en los docentes estuvieron enfocados en la falta de condiciones de trabajo y la poca supervisión administrativa. La nueva gestión institucional no tomó en cuenta las nuevas condiciones para la enseñanza, las limitaciones de los maestros, estudiantes y padres de familia. De igual manera, Huamán et al., (2021) consideraron que la gestión educativa en la pandemia, primero se enfocó en resolver los aspectos técnicos sobre la integración de los recursos digitales y el desarrollo de las actividades académicas; de ahí se dio una sustancial importancia a los aspectos emocionales y a los comportamientos de los actores educativos.
Para Anigstein et al., (2021) la solución a las consecuencias de la pandemia en el aspecto educativo se dio por medio del apoyo colectivo, de las experiencias educativas y de las posibilidades de realizar acciones en conjunto que posibiliten una calidad educativa favorable para la demanda social. De ahí que, como mencionan Girotti et al., (2021) entre los principales elementos de la gestión escolar es contar con principios y oportunidades para una adecuada dinámica social educativa. La situación de la pandemia generó fragilidad entre todas las personas, por lo que se necesitó contar con especialistas en psicología para que, sobre todo, los estudiantes puedan sobrellevar este nuevo proceso.
Gajardo et al., (2021) la metodología educativa evaluó las necesidades y prioridades de los estudiantes y maestros con la finalidad de focalizar estrategias para la continuidad de las necesidades educativas. Por medio de una pedagogía afectiva se favoreció el aprendizaje significativo. Sin embargo, en el estudio de Espinoza y Rivera (2021) evidenciaron que los soportes emocionales en el hogar se dieron debido al bienestar generado por los padres quienes pudieron mantener una interacción positiva con los menores para dar una continuidad escolar. Estas percepciones que fueron recibidas por los maestros generaron que se desenvuelva d forma adecuada el seguimiento académico. De igual manera, causó en los maestros y administrativos educativos menor carga emocional ya que se disponía de buenas interacciones y resultados académicos.
Para Sánchez et al., (2021) la migración hacia un nuevo contexto educativo presentó diversos modelos que pudieron conectar a todos los agentes educativos, dando importancia a la toma de decisiones y a la salud mental. Las diferentes herramientas tecnológicas fueron insumos propicios para incentivar la continuidad y reducir el acceso de la brecha del aprendizaje. Es así que, como mencionan Gonzales et al., (2022) la educación virtual tuvo que centrarse en los conocimientos académicos de los estudiantes y en el desarrollo de las habilidades tecnológicas; sin embargo, la necesidad de cambio generó problemas de salud mental por lo que optaron por talleres de integración para dar un acercamiento al desarrollo social y emocional del estudiante.
Esta nueva situación generó empatía en el proceso de enseñanza y aprendizaje, ello a pesar de la carga académica y el estrés laboral al que fueron sometidos los docentes. Las nuevas estrategias que impartió la gestión educativa abarcaron aspectos para un desarrollo progresivo enfocados en la integración socioemocional de todo el personal (Gajardo et al., 2021). De igual manera, para Menacho et al., (2021) el desarrollo de la inteligencia emocional brindó la capacidad necesaria para mejorar las gestiones educativas. La organización de trabajo, los talleres tanto para docentes y estudiantes estuvieron enfocados no solo al aspecto académico, sino al aspecto emocional y de salud.
CONCLUSIONES
A través de este estudio se evidencia que con la llegada de la pandemia se generaron cambios precipitados en diversos aspectos de la población mundial visibilizando falencias y carencias, sobre todo en el campo educativo como una educación sin equidad, carente de implementación tecnológica, con docentes sin preparación en uso de tecnología, estudiantes sin recursos digitales, padres de familia con escasos conocimientos en el uso de herramientas digitales para acompañar a sus hijos.
La falta de políticas de atención a la educación fue visible desde diferentes aspectos tales como la implementación de equipos tecnológicos, infraestructura de calidad, equidad al alcance la de la población escolar sin distinción alguna y con cobertura de internet ilimitado, que busque una educación virtual inclusiva y capacitación del personal docente; asimismo, sensibilización a los padres de familia. Entre las principales acciones que realizó las gestiones educativas fue plantear acciones para subsanar estas carencias, en algunos centros educativos propusieron crear espacios de tutoría y soporte emocional que tienen como objetivo crear espacios de apoyo para la ayuda de manejo de emociones en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Los estudios analizados demostraron como la pandemia, también, afectó emocionalmente a estudiantes de inicial, primaria y secundaria e incluso jóvenes universitarios quienes manifestaron reacciones disruptivas, estrés, depresión, ansiedad en diferentes niveles, por lo que plantearon esfuerzos para garantizar el bienestar emocional a las generaciones futuras. En cuanto a la salud emocional de los docentes fue afectado por la carga laboral, desconocimiento de herramientas digitales, la resistencia de algunos docentes a empoderase del uso de la tecnología, la falta de conectividad de sus discentes que no facilitaron su trabajo, contagio con el COVID-19, pérdida de seres queridos, miedo, cansancio y otros factores.
Referente a los padres de familia, se concluye que también se estresaron, sintieron ansiedad, miedo, cansancio, fatiga, impotencia al asumir el rol de acompañantes en el proceso de aprendizaje, enfrentaron recarga laboral, crisis económica, dificultad de conectividad de sus hijos y emociones inestables. Sin embargo, pudieron dar continuidad a un desarrollo académico y productivo para sus menores.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.