1Médico Familiar. Caja Petrolera de Salud, Cochabamba, Bolivia. Correspondencia a: M. Antezana Soria Galvarro. Correo electrónico: arisa9799@gmail.com
Durante muchos años, las escuelas de medicina han estado trabajando para mejorar la enseñanza y vencer recursos de enseñanza sin efecto positivo, desechar estrategias memorísticas carentes de creatividad para el aprendizaje, pasar de lo teórico reiterativo a los hechos la importancia que tiene el fomento de la responsabilidad por el aprendizaje autodirigido, siendo el docente el guía y/o modelo que direccione de acuerdo a una planificación que responda a las necesidades de la comunidad. En muchas escuelas de medicina la educación por competencias ha permitido identificar distintas metas y objetivos de aprendizaje transformando así la evaluación. Muchas escuelas han disminuido el tiempo dedicado al plan de estudios de ciencias básicas mientras se integra la medicina clínica dentro de este plazo y retoman contenidos de las ciencias básicas en las residencias médicas posteriores. Hasta hace meses atrás, se reunían los estudiantes en entornos físicos universitarios u hospitalarios para el aprendizaje colaborativo, resolución de problemas o discutir casos clínicos en pequeño grupos; siendo la inmersión en contextos clínicos, tanto en contacto con pacientes como en escenarios simulados, desde los comienzos de su formación, sin lugar a dudas. Los últimos meses de muchas escuelas de medicina no han sido diferentes al de la Facultad de Medicina “Dr. Aurelio Melean”, el COVID-19 también tuvo el potencial de afectar los estudios a lo largo de todo el proceso educativo de sus carreras. ]]>
El distanciamiento social se ha constituido en la estrategia preventiva más efectiva1 para evitar la infección por SARS-Cov-2, lo que borró de un tirón las formas tradicionales de aprendizaje, eficaces o ineficaces para el aprendizaje, y sin posibilidades de alternativas presenciales. Así, la interacción en aula tuvo que ser reemplazada por “planes” de estudios virtuales, planes que aún queda mucho por reformular para adaptarse al nuevo contexto de enseñanza. De esta manera, se pretende que grupos pequeños de estudiantes se reúnan en línea para realizar sesiones de discusión y resolución de problemas, se realicen sesiones de role play de habilidades clínicas de forma diferida, y los exámenes están pasado a la configuración en línea. Un profesional médico se entrena en la atención de situaciones de riesgo o de emergencia durante su formación para ser especialista y sabemos dar la prioridad correspondiente a un cuadro agudo de las diferentes patologías. La emergencia sanitaria por el COVID-19 ha puesto a la mayoría de las universidades en el desafío de “virtualizar” la enseñanza de “emergencia”2. A diferencia de la formación médica, ya en la labor docente misma, no se contaba con formación previa plena y total para atender las particularidades de tal situación: una forma de enseñanza de emergencia. Ante el panorama sanitario, la Facultad de Medicina “Dr. Aurelio Melean” y otras unidades de la Universidad Mayor de San Simón, inicialmente a partir de la Dirección de Planificación Docente, se dio a la tarea apremiante de la enseñanza-aprendizaje virtual a los docentes, siendo el equipo del Departamento de Educación Médica y Planificación, quienes eficazmente consolidan esos saberes. Se han desarrollado diversas actividades académicas, obteniéndose importantes avances, este retrato estaría incompleto si dejamos de mencionar la resistencia de algunos docentes a la incorporación de la tecnología en los procesos formativos pero también hubieron docentes que avanzaban en esta incorporación pero con la persistencia de la sola transmisión de la información en quienes solo cambió el sitio de ubicación física. En este camino de la transformación está el gran desafío de hacer evidente la necesidad y el valor de virtualizar los procesos académicos apuntando a la transferencia de la formación a su actividad y a generar buenas practicas docentes.
Esta virtualización, debe consistir en estrategias educativas en línea en que el docente acompañe en su formación al estudiante, incluyendo “webinares”, grabaciones, sesiones clínicas en línea, talleres y muchos otros recursos que nos brinda la web que con creatividad podrán ser adaptados a la formación universitaria. Incluso el docente podrá responder a consultas sobre cuestiones tecnológicas y pedagógicas para los productos solicitados3. Y a medida que se avance, la autoevaluación docente y su reflexión, permitirá nuevos abordajes que profundicen en las tareas de virtualización de los procesos académicos.
Es probable que muchos profesores universitarios, de forma escasa o gran manera se hayan anticipado en la articulación de las tecnologías a los procesos formativos, en muchos casos porque el Departamento de Educación Médica y Planificación de forma sostenida y a través de los años desarrolla cursos con el propósito fundamental de complementar las habilidades docentes para incorporación de la tecnología en los procesos educativos de la Facultad de Médicina “Dr. Aurelio Melean”, pero nadie imagino la absoluta virtualización, sobre todo por las características administrativas como estaban planteados los planes educativos dentro de la política universitaria estatal vigente.
Estamos atendiendo la emergencia educativa, todo error servirá para enmienda inmediata y/o mejora a corto plazo. Estamos en buen camino.
2. Failache, E., Katzkowicz, N., & Machado, A. (2020). La Educación en Tiempos de Pandemia y el Día Después: El Caso de Uruguay. Revista Internacional de Educación para la Justicia Social ; 2020. (citado el 05 de julio de 2020). Disponible en https://revistas.uam.es/riejs/article/view/12185/12170. [ Links ]