INTRODUCCIÓN
La tecnología hoy en día ha permitido simplificar la administración de muchos procesos, ya que la implementación de dispositivos o aplicaciones ha permitido automatizar todo y obtener más eficiencia en menos tiempo. Los profesionales deben estar actualizados en los conocimientos que conciernen a sus materias, y así poder generar soluciones creativas a los problemas que puedan surgir.
Según la economista Pérez (2004) ha sucedido cinco revoluciones tecnológicas, siendo la primera en 1771 con la aparición de la máquina a vapor que dio inicio a la revolución industrial, desde la quinta revolución hasta inicio del nuevo milenio transcurrieron poco más de un cuarto de siglo, en sus investigaciones, ella se remonta a inicios del siglo XX estudiando a Joseph Schumpeter y su concepción de que el cambio técnico y el emprendimiento dan origen al crecimiento económico, mostrando su extrañeza de que considerara a la tecnología y a las organizaciones sociales como factores exógenos de este crecimiento, luego analiza el desarrollo técnico y la innovación desde la corriente neo chumpeteriana, que propone la existencia de un proceso evolutivo que se desenvuelve con dinamismo y a largo plazo.
En esa línea, interpretando a Pérez (2016), para poder definir una revolución tecnológica como tal, no es suficiente tener un potente grupo de tecnologías, productos e industrias novedosas y activas, aptas para remover las bases de la economía y de ser el gran empuje de desarrollo en la industria o sector donde se generan; sino que, estas nuevas tecnologías deben ser disruptivas y estar interrelacionadas para conformar una gran constelación de tecnologías interdependientes, capaces de ir más allá del espacio donde se iniciaron y esparcirse por todas las industrias afectando toda la economía, impulsando un salto cuántico de la productividad potencial, modernizando las antiguas industrias, trayendo nuevas innovaciones en las neo tecnologías que, además, sirven de tonificante a las industrias y actividades ya existentes.
Todo este gran proceso es difundido en forma intensiva de tal forma que llegue a las personas de manera global, afectando también a las organizaciones y a las actividades humanas que se ven influenciadas por los cambios violentos que se van dando en su entorno económico y en su entorno social, lo que constituye, una gran oleada de desarrollo a largo plazo. Para que se logre este importante avance en el desarrollo, es necesario que tanto individuos como empresas que se ven afectados por la nueva revolución tecnológica cambien sus formas de pensar y adopten un nuevo enfoque llamado Paradigma Tecno-Económico, el cual les permitirá adaptarse y aprovechar al máximo las innovaciones que surjan en todas las áreas.
Entonces, se aprecia que luego de darse una revolución tecnológica, se debe desarrollar un cambio de paradigma para alcanzar un nuevo paradigma tecno-económico, que conducirá a todos hacia una gran oleada de desarrollo y los que no se amolden a los cambios que se produzcan perderán el ritmo de la modernidad y no participarán de las bondades de las innovaciones que aparezcan y, en el caso de las organizaciones pueden llegar a desaparecer del mercado.
Entonces, se puede advertir que la última gran oleada del cambio tecnológico sucedió en 1971 aproximadamente y debe encontrarse en su fase de madurez desarrollando sus últimos productos e industrias; la implementación de sistemas de gestión empresarial ha permitido a las organizaciones integrar y coordinar sus operaciones comerciales en un solo sistema, estos sistemas facilitan la gestión de recursos, la planificación de proyectos, la gestión de inventarios y la gestión financiera.
Entre otros aspectos, la tecnología ha permitido la automatización de numerosos procesos administrativos, lo que ha aumentado la eficiencia y la productividad en las organizaciones; por ejemplo, la automatización de la nómina, la facturación electrónica y la gestión de inventarios agilizan los procesos y reducen los errores humanos. También ha facilitado la comunicación y la colaboración en tiempo real entre los miembros de un equipo, sin importar su ubicación geográfica, las herramientas de comunicación en línea, como el correo electrónico, las videollamadas y las plataformas de colaboración en la nube, han permitido a los equipos trabajar de manera eficaz y coordinada, la tecnología ha hecho posible recopilar, almacenar y analizar grandes volúmenes de datos de manera eficiente. La analítica de datos permite a las organizaciones obtener información valiosa sobre su desempeño, identificar tendencias y patrones, y tomar decisiones informadas basadas en datos en tiempo real.
En general, los administradores ven la revolución tecnológica como una oportunidad para innovar sus procesos, productos y servicios, lo que permite mantenerse competitivos en un mercado en constante evolución, y permite a los administradores automatizar tareas y procesos repetitivos, lo que aumenta la eficiencia y reduce los errores humanos, facilitando la colaboración entre equipos y departamentos, permitiendo una comunicación más efectiva y una toma de decisiones más rápida, que ha llevado a un aumento en la cantidad de datos disponibles para las empresas, lo que facilita a los administradores tomar decisiones más informadas basadas en análisis de datos en tiempo real, permitiendo a las empresas personalizar sus productos y servicios según las necesidades y preferencias individuales de los clientes, y ayuda a aumentar la lealtad y satisfacción del cliente.
Por su parte, Chiavenato (2008) indica que el primer efecto de la revolución en la producción fue la mudanza del campo a la fábrica, para luego, advertir una intensificación exponencial del comercio entre todas las distintas geografías, sucesos que necesariamente tuvieron un proceso de adaptabilidad que duró más de un siglo; donde la administración no era vista como parte de la estructura empresarial; sino que la realizaban normalmente el dueño y sus familiares cumpliendo múltiples funciones dentro de ella, con un conocimiento principalmente rural que desconocía la administración de empresas.
A inicios del siglo XX y luego de haber vivido en el siglo anterior la presencia desordenada de muchas empresas en el mercado, se manifiesta la necesidad de alcanzar mejor rendimiento en ellas; en esta coyuntura, aparecen Frederick Taylor proponiendo la organización racional del trabajo y sus principios de la administración científica y, posteriormente, Fayol (1916) aprecia las seis funciones básicas de una empresa, que define la administración y presenta sus 14 principios generales, los cuales tienen vigencia hasta nuestros días. Sus aportes ubicaron a la administración como una ciencia; por ello, hoy se les reconoce como los padres de la administración moderna.
El enfoque científico de Taylor, citado por Schachter (2020), estaba dirigido a las tareas ejecutadas en la empresa, el enfoque clásico de Fayol ahondaba en la parte estructural u organizativa; ya, entre la segunda y tercera década del siglo XX, aparece el enfoque humanista fortalecido por las ciencias sociales y el desarrollo de la sicología; ambos, desvían la mirada de las tareas y la estructura de las empresas hacia las personas que las conforman y los grupos sociales, formales e informales, que conviven dentro de ellas.
En los años 50, citado por Paterson (2023) aparecen Peter Drucker y los Neoclásicos, recogiendo y reestudiando gran parte de las propuestas ya existentes, buscan intensidad en la práctica administrativa, no abandonan los postulados clásicos y dan intensidad a los principios existentes, consideran importante el alcance de objetivos y originar resultados favorables, aparecen conceptos nuevos como corporación, eficacia y eficiencia. Luego de creada esta base teórica y doctrinaria, la administración es vista como una ciencia, en este contexto, durante la segunda mitad del siglo XX, ingresa agresivamente a las organizaciones, expandiéndose rápidamente con los avances y cambios tecnológicos, con el crecimiento (en tamaño, cantidad, variedad y complejidad) de las empresas en todas sus formas.
Es en esa época Weber (2002), ya proponía su enfoque estructuralista sobre las burocracias, que propulsó salir del entorno interno hacia el entorno externo, ampliando la visión con un espectro mucho más extenso que incluía relacionarse con una sociedad más amplia y moderna, interactuando con otras organizaciones para establecer relaciones que se traduzcan en la creación de beneficios entre los diferentes actores. Producto de este enfoque se desarrollan la teoría burocrática, que presenta intensidad en la estructura y la teoría estructuralista con enfoque múltiple que aprecia la estructura, el sujeto y el ambiente organizacional, sea formal o informal. Producto de estas teorías iniciales se desarrolla el enfoque del comportamiento que se sostiene en base a las relaciones humanas y la estructura organizacional, analizando los procesos que se producen en las organizaciones y la conducta o comportamiento que desarrollan las personas que las integran.
Luego de pasar por los diferentes enfoques estudiados y coincidentemente en forma paralela con el surgimiento de la quinta revolución tecnológica propuesta por Pérez (2016), aparece el enfoque sistémico que nos conducirá a la Teoría General de Sistemas (TGS) que causó en la administración un viraje en el pensar, partiendo de lo clásico y arribando a un pensamiento sistémico que proponía que todo fenómeno es parte de uno mayor y que este se explica desde la óptica del papel que realiza en el sistema mayor. Influyeron de forma determinante en este pensamiento la tecnología de la información y del conocimiento.
Por ello, las ciencias administrativas, como todas, deben sobreponerse a la inquietud y revisar sus doctrinas para poder ser previsores ante los escenarios que se presenten en el futuro; debido principalmente, a que en todo el proceso administrativo básico siempre y en todo nivel, se están tomando decisiones que se podrían ver afectadas, si nuevos actores intervienen en estas acciones Chiavenato (2008).
En ese sentido, cabría como problema de investigación: ¿De qué manera se relaciona el uso de las tecnologías con la administración? Se cree que el tema propuesto toca transversalmente a líneas de investigación como la planeación, organización, dirección y control empresarial, lo que nos permite tener como propósito del estudio explorar y explicar bajo la perspectiva de administradores de empresas y gerentes, la futura necesidad de ser resiliente para superar el shock que se producirá ante un elemento disruptivo como la aparición de una nueva revolución tecnológica.
De igual manera, dejar aportaciones para despertar, en nuevos observadores, el interés para investigar el tema ya que, ahora será analizado desde un punto de vista tendencial prospectivo, pero según avancen los hechos y se hagan realidad, se hará necesario llegar a nuevas conclusiones en lo que será una larga marcha de adecuación a las variaciones venideras. La investigación pretende alcanzar los siguientes resultados: Contribuir con un trabajo previo o antecedente para futuros investigadores, aporte de nuevo conocimiento a la comunidad científica, generación y publicación de un nuevo artículo científico en base de datos y revistas indexadas de alto impacto.
MÉTODO
Esta investigación es cuantitativa descriptiva, luego de la búsqueda de referencias bibliográficas, nos permitió describir y analizar una realidad empresarial, entendiendo desde un contexto administrativo bajo la perspectiva de un administrador; para así, arribar a conclusiones que resulten interpretativas de la información obtenida. El diseño es no experimental de corte transversal, dado que se observaron los fenómenos, hechos, situaciones en un solo momento. El tamaño de muestra es de 30 gerentes, el instrumento de recolección de datos que se utilizó, es un cuestionario el mismo que permite establecer la relación de las variables de estudio.
El instrumento fue validado por juicio de tres expertos, para verificar la fiabilidad y su aplicación correspondiente. Oviedo y Campo-Arias (2005) Se utilizó el coeficiente de confiabilidad Alfa de Cronbach para medir la confiabilidad del instrumento. Luego de validado y aplicado la prueba piloto de confiabilidad, se realizó el trabajo de campo; es decir la recolección de la información, aplicando el cuestionario a través de la encuesta virtual. Se elaborarán tablas que permitirán el análisis y el procesamiento de los datos para realizar los cálculos mediante el uso del software SPSS Versión 26.
RESULTADOS
Los resultados del estudio son confiables como se demuestra mediante el coeficiente alfa de Cronbach que mide la confiabilidad del instrumento utilizado en la investigación para evaluar la consistencia interna del conjunto de ítems.
La confiabilidad de la variable "Tecnología" se puede evaluar mediante el coeficiente alfa de Cronbach. Este coeficiente mide la consistencia interna de los ítems dentro de un instrumento. Cuando los ítems miden la misma variable subyacente de manera coherente, el coeficiente alfa será alto, lo que sugiere una mayor confiabilidad del instrumento en cuanto a la medición de la variable "Tecnología". En resumen, un coeficiente alfa elevado indica que los diferentes elementos o preguntas relacionadas con la tecnología en el instrumento están midiendo de forma consistente la misma característica o concepto, lo que aumenta la confianza en la validez de las mediciones realizadas con respecto a la variable "Tecnología".
La confiabilidad del coeficiente alfa de Cronbach puede variar entre 0 y 1. Un valor cercano a 1 indica una alta consistencia interna entre los ítems, lo que significa que los elementos del instrumento miden de manera coherente la misma variable subyacente. Por otro lado, un valor cercano a 0 indica una baja consistencia, lo que se traduce en una menor confiabilidad del instrumento en la medición de la variable en cuestión.
En el caso de la variable "Tecnología", se ha obtenido un coeficiente de confiabilidad de 0.860, es decir, un 86%. Para la variable "Administración", la confiabilidad es de 0.840, equivalente al 84%. Calculando el promedio de ambas variables, se obtiene un valor de 0.850, es decir, un 85%. Este resultado indica que la confiabilidad del instrumento en su conjunto es buena.
Basándonos en el resultado del coeficiente de correlación de Rho de Spearman de 0.389, que indica una correlación positiva entre la tecnología y la administración de empresas en el año 2024, y considerando que este valor es significativo (p-valor < 0.05), se puede concluir que existe una relación estadísticamente significativa entre estas dos variables.
La correlación positiva sugiere que a medida que una variable (por ejemplo, la tecnología) aumenta, la otra variable (administración de empresas) también tiende a aumentar, y viceversa. Por lo tanto, en este contexto, el resultado respalda la existencia de una asociación positiva entre la tecnología y la administración de empresas en el año 2024. Esta conclusión es relevante para comprender cómo la tecnología y la gestión empresarial pueden estar interrelacionadas y cómo los avances tecnológicos pueden influir en la forma en que se gestionan y operan las empresas en el contexto actual.
Basándose en el resultado del coeficiente de correlación de Rho de Spearman de 0.518, que indica una correlación positiva moderada entre la tecnología y la eficiencia en las empresas en el año 2024, y considerando que este valor es significativo (p-valor < 0.05), se puede concluir que existe una relación estadísticamente significativa entre estas dos variables.
Una correlación positiva moderada como la que se ha encontrado (0.518) sugiere que hay una relación intermedia entre la tecnología y la eficiencia en las empresas. Es decir, a medida que la tecnología aumenta, la eficiencia en las empresas tiende a incrementarse de manera moderada, y viceversa. Esta conclusión es importante para comprender cómo la adopción y el uso efectivo de la tecnología pueden influir positivamente en la eficiencia operativa de las empresas en el año 2024. La tecnología bien aplicada puede ser un factor clave para mejorar los procesos internos, la productividad y la competitividad de las empresas en el entorno actual.
De acuerdo al resultado del coeficiente de correlación de Rho de Spearman de 0.392, que indica una correlación positiva media entre la tecnología y la innovación en las empresas en el año 2024, y considerando que este valor es significativo (p-valor < 0.05), se puede concluir que existe una relación estadísticamente significativa entre estas dos variables.
Una correlación positiva de magnitud media como la que se ha encontrado (0.392) sugiere que hay una relación moderada entre la tecnología y la innovación en las empresas. Esto implica que a medida que la tecnología se desarrolla o se utiliza de manera más efectiva, la innovación en las empresas tiende a aumentar de forma moderada, y viceversa. Esta conclusión es relevante para comprender cómo la tecnología puede ser un impulsor importante de la innovación empresarial en el año 2024. La adopción de tecnologías innovadoras y su integración en los procesos empresariales pueden fomentar la creatividad, el desarrollo de nuevos productos o servicios, y la mejora continua en las organizaciones.
En cuanto al resultado del coeficiente de correlación de Rho de Spearman de 0.184, que indica una correlación positiva de magnitud media entre la tecnología y la productividad en las empresas en el año 2024, y considerando que este valor es significativo (p-valor < 0.05), se puede concluir que existe una relación estadísticamente significativa entre estas dos variables.
Una correlación positiva de magnitud media como la que se ha encontrado (0.184) sugiere que hay una relación moderada entre la tecnología y la productividad en las empresas. Esto implica que a medida que se incrementa la tecnología utilizada en una empresa, la productividad tiende a aumentar de forma moderada, y viceversa.
Finalmente, en el resultado del coeficiente de correlación de Rho de Spearman de 0.531, que indica una correlación positiva considerable entre la tecnología y la sostenibilidad en las empresas en el año 2024, y considerando que este valor es significativo (p-valor < 0.05), se puede concluir que existe una relación estadísticamente significativa entre estas dos variables.
Una correlación positiva considerable como la que se ha encontrado (0.531) sugiere que hay una relación sólida entre la tecnología y la sostenibilidad en las empresas. Esto implica que a medida que se emplea la tecnología de manera efectiva en una empresa, la sostenibilidad tiende a mejorar considerablemente, y viceversa. Este resultado es relevante para comprender cómo la tecnología puede desempeñar un papel fundamental en la promoción de prácticas empresariales sostenibles en el año 2024. El uso de tecnologías innovadoras y sostenibles puede contribuir a reducir el impacto ambiental, mejorar la eficiencia energética, optimizar los recursos y fomentar la responsabilidad social empresarial, lo que a su vez puede conducir a una mayor sostenibilidad en las operaciones empresariales.
DISCUSIÓN
El propósito de este estudio fue analizar la relación entre la tecnología y la administración de empresas en el año 2024, según los resultados obtenidos, se ha observado que el coeficiente de correlación de las variables analizadas es de 0.389 positiva, donde los encuestados sostienen la importancia del uso de las tecnologías para una lograr una mejor gestión administrativa, estos resultados coinciden con la investigación de González et al, (2020) el objetivo fue analizar la influencia de las tecnologías en el proceso administrativo de la empresa, por lo que concluye en que, la gerencia como el personal administrativo están conscientes de los diversos beneficios que pueden obtenerse mediante la implementación adecuada de tecnologías, esto sugiere que ambas partes están de acuerdo en que utilizar tecnología de manera adecuada puede traer ventajas significativas para la empresa en términos de eficiencia, productividad, calidad, competitividad o cualquier otro aspecto relevante para su funcionamiento, el reconocimiento conjunto de estos beneficios puede fomentar un mayor compromiso y colaboración entre la gerencia y el personal.
Los hallazgos obtenidos en tu estudio muestran una correlación positiva de 0.392 entre la tecnología y la innovación en las empresas. Estos resultados están en línea con el estudio de Mantulak et al. (2016), que se centró en desarrollar un modelo para la gestión estratégica de los recursos tecnológicos en pequeñas empresas.
La conclusión de Mantulak et al. (2016) destaca que las empresas que mantienen un buen rendimiento en la producción y que dominan las tecnologías tienen la capacidad de gestionar de manera innovadora. Esto resalta la importancia de que los tomadores de decisiones en las empresas desarrollen habilidades que les permitan analizar estratégicamente y tomar decisiones inteligentes en relación con la tecnología y la innovación.
En resumen, estos hallazgos y la conclusión del estudio de Mantulak et al. (2016) subrayan la importancia de la gestión efectiva de los recursos tecnológicos y el papel crucial que desempeña la tecnología en la capacidad de las empresas para innovar y mantenerse competitivas en un entorno empresarial en constante evolución. Además, resaltan la necesidad de que los líderes empresariales adquieran las habilidades necesarias para aprovechar el potencial de la tecnología y fomentar la innovación dentro de sus organizaciones.
CONCLUSIONES
Respecto al objetivo general, se demostró que existe relación entre la tecnologías y la administración de empresas con un coeficiente de correlación de Rho de Spearman (0,389), donde se demuestra que la tecnología en el mundo de la administración ha revolucionado la forma en que se gestionan las organizaciones, aumentando la eficiencia, la productividad y la competitividad, la adopción de tecnologías avanzadas seguirá siendo fundamental en el mundo empresarial moderno para mantenerse al día con las demandas del mercado y mejorar las operaciones comerciales.
Se evidencio que existe relación entre la tecnología y la eficiencia en las empresas en el año 2024, con un coeficiente de correlación de Rho de Spearman, cuyo valor es (0,518) los administradores están dispuestos a adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos para mantenerse competitivos en un entorno empresarial en constante evolución, y les permite ser eficientes.
Se demostró que existe relación entre la tecnología y la innovación en las empresas con un coeficiente de correlación de Rho de Spearman, cuyo valor es (0,392) este resultado muestra que la era digital en la que vivimos, han transformado la innovación y la forma en que trabajamos y se accedió a la información, se ha tenido un impacto significativo en la sociedad en general.
Se demostró que existe relación entre la tecnología y la productividad en las empresas con un coeficiente de correlación de Rho de Spearman, cuyo valor es (0,184) donde se demuestra que las tecnologías son una herramienta poderosa que puede facilitar la resolución de problemas al proporcionar información, facilita la comunicación, automatiza tareas mejorando la productividad.