INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la inclusión ha tenido una gran importancia más aun en la necesidad de la educación especial, donde se ha discutido como un derecho fundamental para todos los niños y jóvenes para que puedan acceder a la educación de calidad y ser reconocidos y respetados en su entorno, debido a obstáculos que impiden que este grupo especial participe en escenarios de educación regular (Román, 2024). La inclusión es vista como uno de los retos más significativos que deben ser incorporados en las distintas instituciones, ya que su ejecución necesita del apoyo y la cooperación de todos los miembros educativos, además que promuevan la justicia para todos y fomentar su adopción por parte de las entidades y las personas involucradas (Pérez et al., 2021).
En el entorno internacional, los estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE) son incorporados a las aulas regulares junto con otros alumnos, sin tener en cuenta sus necesidades, ya sean físicas o mentales; donde las organizaciones llevan a cabo un análisis independiente de los indicadores relacionados con las trayectorias escolares de este grupo, para que puedan contar con una visión clara de la formación académica de los alumnos NEE (Hernández y Samada, 2021). Además, como un elemento que influye en la convivencia escolar, estudios evidencian que existe un choque entre la estructura fundamental, las obligaciones las actividades académicas y el nuevo ambiente (Lamas et al., 2022).
En Latinoamérica, las personas con discapacidades tienen habilidades de lectura más bajas en comparación con las personas sin discapacidad, de este modo, los niños con discapacidades tienen menos probabilidades de terminar con la educación primaria, secundaria y superior que los niños sin discapacidades. La identificación de la discapacidad podría limitarse a aquellos que se pueden observar excluyendo aquellos que afectan la capacidad de aprendizaje (Unesco, 2021). Por este motivo, numerosas instituciones emplean interacciones reguladas por la propia institución para guiar sus acciones, más aún en el entorno de convivencia escolar.
En el entorno peruano, todas las instituciones están obligadas a hacer ajustes a los métodos y al plan de estudios, así como a los ajustes razonables necesarios para garantizar el acceso y la duración de un estudiante con alguna discapacidad, con el objetivo de facilitar el cambio independiente, libre y seguro, y garantizar la participación sin distinción (Defensoría del Pueblo, 2023). Pero, la estimación de INEI, señala que existen 3 millones de personas con discapacidades, donde solo el (9%) son niños y adolescentes que pueden acceder a la educación básica, se evidencia que la inclusión educativa no está al alcance de todos, más aún en la convivencia que se realizan (Cosar, 2021).
Las prácticas ejecutadas en la educación inclusiva son regulares, aún más a quienes ofrecen necesidades de educación especial (NEE), porque su condición requiere un mejor apoyo, como sus recursos, pero ha estudiado el progreso en la enseñanza inclusiva y como fortalecer las habilidades sociales (Villanueva et a., 2025). De esta manera, los factores que influyen en la deserción escolar con necesidades educativas especiales obedecen a factores psicológicos, familiares y educativos (Romero, 2023). Por tal forma, no solo hacen énfasis en la integración educativa y en la práctica que se pueda realizar, sino también en el cómo sobrellevan su convivencia en la comunidad educativa.
Ante ello, la investigación se centró en una institución pública donde el empleo de prácticas dentro de la educación inclusiva por parte de los profesionales en la educación se ve mermado, esto debido a factores como la falta de capacitaciones relacionadas a la educación inclusiva, el manejo limitado por parte de los docentes de estrategias al momento de tener a un estudiante con alguna necesidad educativa especial, el uso restringido de herramientas tecnológicas por parte de los educandos con NEE, entre otros factores que no solo afectan el desarrollo del aprendizaje de estos estudiantes, sino que a su vez perjudica el devenir de una buena convivencia escolar con sus demás compañeros.
La figura del docente frente a esta problemática es bastante comprometedora en razón de que es él quien está en el día a día con la totalidad de los educandos, por lo que, conjuntamente con el cuerpo directivo y los mismos padres de familia deben coordinar para buscar el fortalecimiento de prácticas inclusivas de los profesores en beneficio de sus estudiantes.
El problema general se basó en: ¿Qué relación existe entre las prácticas de la educación inclusiva y la convivencia escolar en los estudiantes con necesidades educativas especiales? Y el objetivo principal, fue determinar la relación entre las prácticas de la educación inclusiva y la convivencia. Por otro lado, la justificación teórica se centra en una revisión correlativa de las teorías de cada una de las variables para una mejor claridad y entendimiento de los mismos. De igual manera, en el aspecto práctico se trata de resaltar la importancia que tiene el desarrollar las prácticas inclusivas más aun en estudiantes con necesidades educativas especiales, para así generar una mayor inclusión. Por último, en el aspecto social se centra en beneficio de los integrantes educativos y los estudiantes.
En relación de la educación inclusiva, la teoría desarrollo cognitivo de Piaget, uno de los más importantes en el ámbito educativo, debido a que permite a los profesionales de la industria desarrollar estrategias de aprendizaje adaptadas a la edad del individuo y el desarrollo de la cognición, esto se debe a la capacidad de comprender cómo las personas tienen una percepción de su entorno en diferentes etapas de sus vidas (Barreto et al., 2024). Además, se centra en el nivel de comprensión funcional o reproductiva de la realidad según cada fase del desarrollo del individuo. Por lo tanto, el motivo y las habilidades sensoriales son fundamentales, ya que son elementos clave del crecimiento del individuo (Ramírez, 2021; Parada, 2025).
La educación inclusiva necesita recursos, respaldo y dedicación para proporcionar una enseñanza de calidad a todos los alumnos, más aún a personas vulnerables (Rodriguez y García, 2024; Venegas y Dominguez, 2024). También, debe ser vista como un principio transformador que beneficia a todos los alumnos para integrar a los estudiantes con necesidades educativas especiales (Delgado, 2024; Jiménez y Mesa 2020). Esta variable está diseñada como un recurso y un enfoque, lo que permite a los maestros analizar los contextos culturales y la práctica sobre la base de los principios y valores anunciados al incluir la educación (Fernández et al., 2020; Herrera y Rengifo, 2020).
En este aspecto, cada alumno posee necesidades educativas particulares que deben ser atendidas de manera individual, sin recurrir a etiquetas ni a la segregación, resaltando así la diversidad entre los estudiantes (García 2023). Por tanto, la educación inclusiva es un enfoque de educación destinado a integrar a todos los estudiantes en el sistema escolar, independientemente de las diferentes cualidades, habilidades, aprendizaje físicos y emocionales (Lopez, 2024). Dimensiones consideradas como el nivel de conocimiento, uso de material diferenciado; desarrollo de relaciones interpersonales.
Por otra parte, la Teoría sociocultural de Vygotsky se centra en el contexto social y cultural del crecimiento humano y su aprendizaje debido a que es el factor más importante en el desarrollo intelectual humano, esto se debe a que los estudiantes no solo son personas que se encuentran en sus clases, sino que generan un desarrollo de su aprendizaje (Junco et al., 2024). También, el conocimiento se crea interactuando activamente con otras personas expertas y el entorno cultural en el que el individuo (Vygotsky y Cole, 1978).
La convivencia escolar establece diversas relaciones entre las personas en el ámbito educativo mediante sus ideologías, estilos y funciones, y esta práctica ayuda a generar nuevas oportunidades y desafíos (Pérez et al., 2022; Canaza y Canaza, 2024). Esto sucede entre los diversos integrantes de la comunidad educativa en una escuela, lo que influye de manera importante en el desarrollo ético, emocional y cognitivo de los niños y jóvenes (Flores y Herrera, 2021; Roque, 2022). Dimensiones: Conocimiento de la gestión, gestión de conflictos y capacidades personales.
MÉTODO
Para la investigación se tuvo en cuenta un enfoque cuantitativo; también se empleó un diseño no experimental- transversal ya que no habrá ningún tipo de manipulación de datos, de corte de tipo descriptiva correlacional (Medina et al., 2023). Asimismo, la población está compuesto por un grupo de personas, donde comparten características para ser evaluados, de esta manera comprende una población censal de 92 docentes en el cual existen 40 mujeres y 52 hombres Tabla 1.
Además, en cuanto a la técnica, se consideró a la encuesta, procediendo a recopilar los datos, empleando dos cuestionarios indexados según los autores, para la educación inclusiva fue Lopez (2024) que emplea 3 dimensiones y para la convivencia escolar fue Roque (2022) aplico 3 dimensiones, también obtuvieron una confiabilidad de 0,923 (V1) y 0,781 (V2). En el procedimiento de estudio se gestionaron permisos para ejecutar del instrumento hacia los docentes, resaltando la participación voluntaria, luego se empleó el procesamiento de datos en el software SPSS21, interpretando los resultados descriptivo e inferencial, y para relación fue prueba de Spearman.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En referencia a los resultados de la educación inclusiva que se practican en la institución, se evidencian que el 9,8% de los docentes perciben que se encuentran en un nivel alto; el 67,4% mencionan que las prácticas de la educación inclusiva son desarrolladas de manera regular y el 22,8% es de nivel bajo. En tanto, en sus dimensiones reflejan que el nivel de conocimiento, el uso de material diferenciado; el desarrollo de relaciones interpersonales, se encuentran en un nivel regular Tabla 1.
En la variable convivencia escolar se refleja que el 18,5% de los educadores perciben que se encuentran en un nivel alto; el 63% mencionan que las prácticas ejecutadas en la convivencia escolar son efectuadas de manera regular y el 18,5% es de nivel bajo. En tanto, en sus dimensiones reflejan que el conocimiento de la gestión, gestión de conflictos y capacidades personales se encuentran en un nivel regular Tabla 2.
Asimismo, en la prueba normalidad se evidencia una significancia menor a 0,05; tienen una sig. de 0; es decir no tienen normalidad y no tienen formas paramétricas; por lo cual se utilizó la prueba de Spearman, según la Tabla 3.
Por otra parte, se determinó que las variables educación inclusiva y convivencia escolar tienen Rho de 0,599**, con un nivel de significancia de 0, donde corrobora la existencia de una correlación positiva regular entre las variables Tabla 4.
Discusión
Los resultados obtenidos dan en evidencia que la educación inclusiva tiene una relación con la convivencia escolar, Asimismo, se refleja en el aspecto inferencial como el 67,4% mencionan que las prácticas de la educación inclusiva son desarrolladas de manera regular y el 22,8% es de nivel bajo, de igual forma el 63% mencionan que las prácticas ejecutadas en la convivencia escolar son efectuadas de manera regular y el 18,5% es de nivel bajo. Entonces, las prácticas desarrolladas dentro de las variables han sido regulares, es decir no han sido empleadas en su totalidad.
La posición de los maestros refleja diferentes puntos de vista sobre si las habilidades desarrolladas por estos en los primeros años de educación son suficientes para brindar a los estudiantes la calidad de los estudiantes con discapacidades. Asimismo, algunos maestros creen que estas habilidades se han mejorado y deben complementarse con la educación vocacional continua. Esto resalta la relevancia de la formación continua de los maestros y del desarrollo profesional de los estudiantes que tienen necesidades especiales en el área del cuidado.
En semejanza el autor Paredes (2021) refiere que la educación inclusiva apoya la coexistencia en el entorno escolar para las instituciones, compartir su experiencia con los compañeros durante las clases, crea curiosidad y motivación, pero dependerá también del mecanismo que refleje la parte del docente. Además, Sosa y Villafuerte (2022) concluye que la realidad de la educación presenta un problema inclusivo, debido a factores que limitan su desarrollo. También, Gomez y Agramonte (2022) sus resultados demuestran que los docentes deben prestar más atención a la inclusión de la educación y la coexistencia de la escuela.
Por lo tanto, la importancia de identificar si la inclusión se presenta en el aula se basa, fundamentalmente, en la necesidad de hallar recursos, así como en la anticipación y solución de problemas que puedan surgir al examinar este tema. No solo se refiere a las personas con discapacidades relacionadas con sus características individuales, sino también a su entorno social y cultural, cambiando así el concepto de integración por el de inclusión, mediante este procedimiento, los estudiantes forman parte de un ambiente académico en el que se fijan nuevas metas y propósitos.
CONCLUSIONES
Se concluye que existe relación entre la educación inclusiva y la convivencia escolar en un 0,599, esto se debe que, si bien se conoce los aspectos de la educación inclusiva, la institución no se encuentra totalmente fortalecida para regular ello, por ello se genera un mayor énfasis a la capacitación docente, y a los recursos de la institución. Como resultado, el apoyo que se proporciona a los estudiantes con necesidades especiales puede ser regular y baja, ya que los profesores de aula carecen de la formación especializada necesaria para abordar eficazmente este tipo de procesos.
Cabe mencionar que la presencia de estudiantes con discapacidades para los maestros puede causar dificultades al tratar de cambiar de una actividad a otra. Además, es especialmente cierto para un niño que enfrenta problemas de aprendizaje, ya que su porcentaje de trabajo puede ser más lento que sus compañeros de clase. A veces, esta situación crea insatisfacción con los maestros porque se sienten presionados para personalizar el plan de estudios al tratar de ejecutar un programa específico.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.


















