INTRODUCCIÓN
Por muchos años, la educación ha experimentado cambio desde diversas perspectivas, en el cual se generan constantemente nuevas estrategias para enseñar y asegurar que el conocimiento adquirido durante el proceso de aprendizaje sea sostenido en el tiempo. Las prácticas educativas no representan solo la técnica que el docente aplica para enseñar, sino que son una interacción compleja entre las personas y su conocimiento pedagógico en entornos de aprendizaje tanto afectivos como en otros contextos, considerando las realidades socioculturales y emocionales en las que se encuentran (Mendoza, 2023).
Debido a la pandemia Covid-19, las organizaciones educativas destinadas a mantener el interés y reducir el abandono estudiantil, reforzaron las alternativas más efectivas hacia los docentes, los recursos materiales y tecnológicos a su disposición (Pérez, 2023). Por ello, varias instituciones desarrollan la capacidad de innovación y recursos para mejorar el aprendizaje de los estudiantes y la capacitación hacia sus educadores. Sin embargo, la buena práctica también es una mayor importancia que le permite involucrar a profesores y estudiantes.
En el entorno internacional, existe la necesidad de establecer lineamientos pedagógicos que atiendan los intereses de los miembros educativos para afrontar y abordar de manera efectiva los problemas y situaciones que puedan surgir en la práctica y desempeño pedagógico (UNESCO, 2021). No obstante, la educación de calidad presenta un complicado reto de índole institucional, de naturaleza distante, y requiere tanto la responsabilidad como la experiencia de los educadores involucrados (Lister et al., 2021).
Existen sistemas educativos deficientes, diferentes países han buscado resaltar aquellas iniciativas destacadas y sobresalientes que puedan servir de orientación y rendimiento a los educadores en contextos similares, donde guíen desde una perspectiva humanitaria y con el objetivo de promover la equidad social (Gómez y Quijada, 2021). Para destacar el desempeño docente, la evaluación de los maestros debe ser un procedimiento organizado; sin embargo, una evaluación uniforme igual a maestros y estudiantes, no es el medio correcto para medir todo lo que el maestro realiza en la clase antes de las diversas circunstancias que enfrenta en su trabajo diario (Martínez et al., 2021).
En el contexto actual del sistema educativo peruano, las prácticas como el desempeño docente juegan un papel importante, ya que los esfuerzos y acciones del maestro están relacionados con el logro de un aprendizaje óptimo de los estudiantes. Del mismo modo, las prácticas educativas como una actividad del maestro en el aula tienen como objetivo completar la educación del alumno de acuerdo con un plan de estudios específico (Martínez et al., 2022). Cabe mencionar, que, debido al progreso digital actual, hay numerosas mejoras en el sector educativo, pero también hay una amplia mayoría de profesores que no se han formado por ejemplo en habilidades digitales, limitando su desempeño profesional (Vásquez et al., 2020).
Si bien, el país ha realizado importantes esfuerzos para reforzar la educación pública en nivel primario y secundario, dentro de ello las interacciones entre docentes y alumnos son más transparentes que en épocas anteriores; pero aún existen limitantes que frenan dicho desarrollo como la capacidad docente, recursos, apoyo parcial y equitativo hacia todas las zonas aun las más necesitadas (Vargas, 2023). También, existen retos relativos durante el proceso de enseñanza, ya que tanto los métodos como los materiales han limitado en cierta medida las alternativas para fortalecer el crecimiento profesional de los docentes (Apaza, 2023).
Ante ello, se detectó en la educación básica de un distrito de Lima la ausencia de buenas prácticas pedagógicas por parte de los profesionales en la educación, indudablemente perjudicando ello sus desempeños. Se debe enfatizar que los manejos de las buenas prácticas pedagógicas tienen una relevancia bien marcada en tanto no solo favorece a los profesores, sino que también ello tiene una incidencia directa en sus estudiantes, por lo que parte el interés para la realización de la presente pesquisa científica. Una de las razones más sólidas por la cual los maestros caen en no aplicar buenas prácticas pedagógicas en la institución seleccionada, es la no capacitación constante de los profesores, otro factor está ligado con la ausencia de elaborar planes de trabajo.
El problema general de la investigación se basó en: ¿Qué relación existe entre las buenas prácticas pedagógicas y el desempeño docente en los estudiantes de educación básica de un distrito de lima? Y el objetivo principal, fue determinar la relación entre las buenas prácticas pedagógicas y el desempeño docente. Respecto a la justificación teórica del estudio se ha centrado en una revisión exhaustiva de información en diversas bases de datos, para confirmar las teorías de cada una de las variables. Asimismo, en el sentido práctico se busca evidenciar el impacto e importancia que se desarrolla en las prácticas pedagógicas junto al desempeño que brinda el docente a los estudiantes de nivel secundario. Por último, en el aspecto social se centra en beneficio de los integrantes educativos y los estudiantes.
En relación a la variable buenas prácticas docentes, se sostiene la teoría de esquemas de Hiztman, donde sostiene que los docentes poseen modelos que se corresponden con contextos educativos que les facilitan abordar diversas situaciones en el aula, donde estas situaciones pueden variar desde obstáculos en el aprendizaje hasta reacciones habituales, pero también tendrán la oportunidad de expandir sus redes semánticas, transformar ideas y desarrollar o generar nuevos conceptos (Contijoch, 2014; Tapia et al., 2021). Por otra parte, se fomentan las relaciones entre docentes y estudiantes; promueven dinámicas de cooperación entre los estudiantes; implementan técnicas activas para el aprendizaje ( Ramos y Castillo, 2020).
En la parte conceptual de las buenas prácticas se compone de una serie de procedimientos, sugerencias y medidas, ya que el objetivo es alcanzar el aprendizaje de manera óptima, mediante esta metodología (Coahila, 2023; Castillo et al., 2020). Además, su objetivo es promover prácticas educativas efectivas que reconozcan las capacidades y destrezas, equilibrando de esta manera las oportunidades de acceso a la educación para estos alumnos (Lippmann et al., 2022). Al ejercer su función, el educador incorpora matices influenciados por los contextos institucionales, políticos, sociales, organizacionales y económicos; (Villalpando et al., 2020).
Así, que puede ser entendida como un proceso reflexivo que consta de tres etapas: preparar, implementar y evaluar, con el objetivo de fomentar y progresar en el aprendizaje de los alumnos, regulado por un marco de normas y legislaciones estatales (Severiche, 2023). Sin embargo, la relevancia de llevar a cabo la práctica educativa debe estar en evaluación y proporcionar retroalimentación a través de instrumentos que sean fidedignos y válidos es clave para impulsar una educación de calidad (Martínez et al., 2022).
En tanto, en el desempeño docente en su teoría de flexibilidad cognitiva sostiene que, para facilitar aprendizajes complejos, es fundamental emplear diversas representaciones y fomentar distintas interpretaciones de ellas, donde al repetir la información en múltiples formatos y situaciones (Sigüenza, 2021). Se centra en contextos reorganizados y desde enfoques conceptuales alternativos, siendo fundamental todo esto para alcanzar los objetivos de adquirir un conocimiento más profundo (Nó y Ortega, 1999). Caso similar de la teoría humanista de Peñaloza, afirma que la educación debe enfocarse en experimentar las actividades y vivencias con objetivos cognitivos, pero simultáneamente sin un propósito cognitivo específico (Ayala, 2013).
Entonces, el desempeño docente no se limita a guiar en la reafirmación de conocimientos, sino que también abarca la promoción de un conjunto de métodos como actitudes que son esenciales en la educación y el crecimiento integral de los alumnos (Peñafiel, 2023). Lo que posibilita establecer el rendimiento del educador y así entender que se da una relación dialéctica entre el individuo, el objeto como aprendizaje mediado y los alumnos que están aprendiendo (Cerón et al., 2020). Siendo un diseño que responde a los requisitos de sus alumnos, la preparación de la clase que estimula el pensamiento crítico, la evaluación formativa y la independencia.
Se centra en la instrucción de habilidades emocionales y para ello es necesario atravesar tres etapas como la etapa de la emocionalidad, donde se le comunica al alumno el significado y objetivo del nuevo conocimiento (Riveros, 2014). También se denomina como el grupo de actividades que lleva a cabo el educador en el desempeño de su trabajo profesional, con el fin de que los alumnos alcancen los conocimientos (Castillo, 2023). En efecto, la idea está relacionada con un maestro que demuestra su educación a lo largo del trabajo, didáctica y efectiva en el caso, además de adquirir un entorno favorable (Pumapillo y Diaz, 2024).
Podemos decir, que el maestro es un elemento clave de las instrucciones de los niños, ya que es responsable de cultivarlos tanto en conocimiento como en valores que enfrentan la formación integrada tal como tanto se discute. Del mismo modo, este trabajo está influenciado por la preparación profesional, ética y comercial; junto a los compromisos y la dedicación, ya que su calidad de operación afectará significativamente la educación integrada de los estudiantes.
MÉTODO
De acuerdo a Ñaupas et al. (2018), el estudio se basó en un enfoque cuantitativo basándose en formas estadísticas para corroborar el objetivo de la investigación; también se empleó un diseño no experimental, de corte transversal de tipo descriptivo correlacional. Por otra parte, la población estuvo compuesta por un conjunto de personas dentro de un universo, donde lo conformaron 455 estudiantes de una institución de nivel secundaria, y la muestra fue de 209 estudiantes Tabla 1.
La técnica empleada del estudio se medió a través de una encuesta, procediendo a recopilar los datos, asimismo se emplearon cuestionarios indexados según de los autores por cada variable, para las buenas prácticas pedagógicas según Martínez et al. (2022) se consideraron 3 dimensiones con un total de 28 ítems. En el desempeño docente según Pumapillo y Diaz (2024) se basaron en 4 dimensiones con un total de 40 ítems. También, obtuvieron una confiabilidad de 0,98(V1) y 0,92(V2) el cual representa un nivel alto.
En el procedimiento de estudio se gestionaron permisos para aplicación del instrumento, recalcando la participación voluntaria, posteriormente generó el procesamiento de datos en el software SPSS21, empleando el análisis descriptivo e inferencial, y finalmente para determinar la relación se empleó la prueba de estadística Spearman.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados en las prácticas pedagógicas realizadas por el docente, evidencian que el 20,1% de los educandos consideran que se encuentran en un nivel alto; asimismo, el 62,2% refieren que el método del docente se encuentra en un nivel medio y el 17,7% en un nivel bajo. En las dimensiones, se refleja que la satisfacción con la metodología docente tiene una mayor apreciación de ser un nivel medio con el 65,6%; en la evaluación de los aprendizajes en un nivel regular con el 57,4%, y la actitud hacia los estudiantes con el 54,1% Tabla 2.
Tabla 2 Distribución de frecuencias de las buenas practicantes pedagógicas
| V1. PRACTICAS PEDAGOGICAS | Satisfacción con la metodología docente | Evaluación de los aprendizajes | Actitud hacia los estudiantes | |||||
| Nivel | f | % | f | % | f | % | f | % |
| Bajo | 37 | 17,7 | 35 | 16,7 | 41 | 19,6 | 42 | 20,1 |
| Regular | 130 | 62,2 | 137 | 65,6 | 120 | 57,4 | 113 | 54,1 |
| Alto | 42 | 20,1 | 37 | 17,7 | 48 | 23,0 | 54 | 25,8 |
| Total | 209 | 100 | 209 | 100 | 209 | 100 | 209 | 100 |
En tanto, la variable desempeño docente, evidencian que el 14,8% de los estudiantes consideran que se encuentran en un nivel alto; el 60,8% refieren que el desempeño docente se encuentra en un nivel medio y el 24,4% en un nivel bajo. En las dimensiones, se refleja que preparación para el aprendizaje del estudiante está en un nivel medio con el 64,1%; en la otra dimensión la enseñanza para el aprendizaje del estudiante se encuentra en 60,8%, por otra parte, la participación en la gestión de la escuela y la comunidad en un nivel medio sobre 60,3%, por último, el desarrollo de profesionalidad y la identidad docente con el 54,5% Tabla 3.
Tabla 3 Distribución de frecuencias del desempeño docente
| V2. DESEMPEÑO DOCENTE | Preparación para el aprendizaje del estudiante | Enseñanza para el aprendizaje del estudiante | Participación en la gestión de la escuela y la comunidad | Desarrollo de profesionalidad y la identidad docente | ||||||||
| Nivel | f | % | f | % | F | % | f | % | f | % | ||
| Bajo | 31 | 14,8 | 31 | 14,8 | 31 | 14,8 | 31 | 14,8 | 39 | 18,7 | ||
| Regular | 127 | 60,8 | 134 | 64,1 | 127 | 60,8 | 126 | 60,3 | 114 | 54,5 | ||
| Alto | 51 | 24,4 | 44 | 21,1 | 51 | 24,4 | 52 | 24,9 | 56 | 26,8 | ||
| Total | 209 | 100 | 209 | 100 | 209 | 100 | 209 | 100 | 209 | 100 | ||
En la prueba de normalidad refleja una significancia menor a 0,05; debido que la variable práctica pedagógica y el desempeño docente, tienen una sig. ,000; es decir no tienen normalidad y no tienen formas paramétricas; por efecto se utilizó la prueba de Spearman, según la tabla 4.
Tabla 4 Prueba de normalidad
| Kolmogorov-Smirnov | ||||
|---|---|---|---|---|
| Estadístico | gl | Sig. | ||
| PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS | ,315 | 209 | ,000 | |
| DESEMPEÑO DOCENTE | ,317 | 209 | ,000 | |
En los resultados inferenciales, en la afirmación de la prueba de hipótesis, se determinó que las variables prácticas pedagógicas y desempeño docente tienen Rho de 0,615**, contando con un nivel de significancia menor a 0,05, corroborando la existencia de una correlación positiva regular entre las variables, tal como se muestra en la Tabla 5.
Discusión
De acuerdo a los resultados se evidencia que las buenas prácticas pedagógicas mantienen una relación con el desempeño docente ya que entre mayor calidad en el proceso pedagógico mantenga el docente este repercute en el desarrollo del aprendizaje del docente. Tal como lo demuestra en lo inferencial evidencia que el 62,2% refieren que el método del docente se encuentra en un nivel medio y el 17,7% en un nivel bajo. Asimismo, desempeño docente evidencian que en la práctica pedagógica el 60,8% refieren que el desempeño docente se encuentra en un nivel medio y el 24,4% en un nivel bajo; en el valor correlacional de 0,615** (sig.000).
Por tal, se coincide con Moreno et al. (2021) sus resultados infieren que solo el 50% de los docentes demuestran habilidades para implementar eficazmente una metodología basada en el aprendizaje invertido y las tácticas educativas para fomentar buenas prácticas entre el profesorado estudiado, considerando así que estos elementos actúan como factores determinantes. Asimismo, Castillo (2023) quien concluye que existe una relación positiva con un 0,476. Por su parte, Rodriguez (2024) refiere que es fundamental que haya educadores con habilidades excepcionales, donde demuestren su eficacia en el desarrollo educativo de los estudiantes.
En semejanza el autor Meza et al. (2021) demostraron que dentro de la gestión educativa se tiene una relación positiva con el desempeño docente, pero existen un porcentaje bajo donde los medios como los recursos han limitado ciertas posibilidades para fomentar el crecimiento profesional de los educadores. También, se pone énfasis a Ato et al. (2022) quienes refieren que entre más capacitado este el docente y realice buenas prácticas, mayor son los resultados hacia el aprendizaje de los estudiantes.
En tanto, el educador debe organizar sus proyectos y actividades escolares, considerando el análisis realizado sobre las fortalezas y limitaciones de los alumnos, así como el contexto familiar, escolar y social. Debe tener en cuenta los intereses y requerimientos de estos, con el propósito de ofrecer, a través de las estrategias y actividades implementadas, las alternativas adecuadas que cumplan con las expectativas de los estudiantes. Es importante mencionar que, a lo largo de la pandemia, los educadores se vieron obligados a cambiar su modo de vida por el aumento de las horas para cumplir con las exigencias del trabajo en línea, lo que comprometió su bienestar físico y emocional, adaptándose a medios digitales.
Se observa un limitado respaldo por parte de las autoridades ante la ausencia de un programa educativo variado que se adapte a las realidades socioeconómicas y culturales de los estudiantes, esta situación ha llevado a los docentes a desarrollar estrategias de comunicación y recursos educativos alternativos al enfoque oficial. Además, existen las transformaciones y funciones más apropiadas de los participantes de la educación, donde la enseñanza del maestro y el alumno no es equivalente, por lo que el maestro debe estar capacitado para usar estrategias de educación y didáctica para gestionar los recursos educativos.
CONCLUSIONES
Se concluye que existe relación entre las prácticas pedagógicas y el desempeño docente de 0,615**, esto se debe a la importancia que se desarrolla cuando el docente ejerce su labor docente y el desempeño repercute en la percepción del estudiante, si bien se llega a ejecutar ello, existe un gran porcentaje que indica que en el estudio se encuentra en un nivel regular. En efecto, la función de un educador impacta considerablemente tanto en el sistema educativo como la sociedad en su conjunto, y se debe al rol formativo, constructivo y de desarrollo que ocupa en el proceso educativo.
Las prácticas pedagógicas contribuyen a resolver problemas de gestión y aprendizaje, siempre que involucren a los miembros de la comunidad educativa, incluyendo a educadores, alumnos, directivos y familias. De igual manera, estas prácticas deberán ser validadas y tener la capacidad de ser aplicadas a otras circunstancias similares. Por ello, la evaluación del docente se realiza de manera estructurada y metódica para atender las exigencias y características que emergen en cada contexto educativo, y también es parte de la evolución continua del profesional docente.
Sin embargo, en las escuelas de nivel secundario, esta práctica no se está desarrollando de la manera correcta, incumpliendo las expectativas de los educandos y minimizando su rendimiento, donde podría resultar en escenarios desfavorables en la enseñanza, afectando así la formación de aprendizajes relevantes para los estudiantes.















