INTRODUCCIÓN
La enfermedad de Parkinson (EP) es considerada a nivel mundial como la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, presentando una prevalencia de aproximadamente seis millones (6.000.000) de personas. Se ha demostrado que esta cifra en la actualidad se encuentra actualmente en aumento con 2,5 veces más, caracterizándose como una de las principales causas de discapacidad neurológica (1). En la EP se presenta un deterioro y alteración del sistema nigroestriatal dopaminérgico, causando así la aparición de varios síntomas motores, en donde se incluye la dificultad para la marcha, bradicinesia, temblor en reposo, rigidez e inestabilidad postural.
Durante mucho tiempo, desde su aparición e inicio, la EP se ha considerado como un trastorno del movimiento sin demencia. Sin embargo, actualmente gracias a estudios realizados se ha determinado que la progresión de esta enfermedad puede provocar ciertas alteraciones en otros tipos de tractos colinérgicos, dopaminérgicos y serotoninérgicos extra nigrales, provocando la aparición de otro tipo de síntomas, denominados como síntomas no motores, entre estos se encuentran los trastornos del sueño, anosmia, fatiga, problemas en la cognición, síntomas tanto cognitivos y psiquiátricos, como demencia, ansiedad y depresión (2-4). El síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), es la causa de la enfermedad Coronavirus 2019 (COVID-19), la cual se describió en Wuhan-China por primera vez.
Esta patología es característicamente contagiosa en humanos y se ha propagado de manera rápida alrededor del mundo, mediante diferentes formas de contagio (5). Existen debates y estudios en la actualidad sobre las consecuencias neurológicas que pueden causar el COVID-19 manteniendo un impacto negativo que puede provocar en pacientes con afecciones neurológicas como la EP. Es necesario recalcar que gran parte de los pacientes con EP son adultos mayores, tienen comorbilidades y representan una población vulnerable; por lo tanto, una infección por SARS-CoV-2 puede agravar la sintomatología tanto motora, como no motora, a lo que se sumarían complicaciones post infección, como lo demuestran varios estudios que reportan un agravamiento y aceleramiento de la enfermedad. Otros inconvenientes relacionados con el autoaislamiento y confinamiento provocados por la pandemia, lo constituyen el estrés, ansiedad y depresión (6,7).
Los datos señalados conllevan a la indagación acerca describir las posibles complicaciones de la enfermedad de Parkinson asociadas con la COVID-19. Se pretende que esta información sea útil para el personal de salud, permitiéndoles estar alerta y capaces de detectar de manera temprana cualquier manifestación de la enfermedad en pacientes con Parkinson que han sido infectados por el virus. Además, se busca concientizar a los familiares y pacientes con enfermedad de Parkinson, con el fin de brindarles información sobre los posibles riesgos y complicaciones asociadas con la COVID-19. De esta manera, se espera fomentar una detección temprana y un tratamiento oportuno, mejorando así la calidad de atención y el manejo integral de los pacientes con esta enfermedad.
METODOLOGÍA
Se realizó una revisión sistemática exhaustiva, utilizando la guía PRISMA. Se incluyeron y estudiaron todos los trabajos o artículos en inglés y español, que describieron las complicaciones de la enfermedad de Parkinson relacionadas con la infección por SARS-COV-2. Para ello, se utilizó como motores de búsqueda PubMed, SCOPUS y ScienceDirect y otras bases de datos. En la búsqueda se identificaron artículos científicos con alta relevancia relacionados al tema de investigación. Se utilizó también términos MSH/DeCS para facilitar la búsqueda usando palabras clave con el siguiente algoritmo de búsqueda (enfermedad de Parkinson OR Parkinson) AND complicaciones AND (COVID-19 OR SARS-CoV-2). Para la ejecución de la misma se desarrollaron criterios de inclusión y exclusión acorde a la temática tratada.
Los criterios de inclusión contemplados fueron aquellos artículos considerados originales tanto en idioma inglés y español, que hayan sido publicados en revistas indexadas, también fueron incluidos artículos que brinden información sobre las complicaciones de la enfermedad de Parkinson relacionados con la infección por SARS-CoV-2. Finalmente se crearon criterios de incluyan temas actualizados que se encuentren publicados en los últimos 5 años.
Asimismo, fueron creados criterios de exclusión en el desarrollo del presente estudio, donde se manifestaron los artículos originales con datos incompletos, por lo tanto, no fueron considerados, además de artículos que no se encuentren dentro de los cuartiles Q1 a Q4 de Scimago Journal Rank y los trabajos de tesis.
La sistematización aplicada en el presente estudio se contempla en forma de matriz (Tabla 1 y Tabla 2) donde se demuestra el detalle de cada uno de los estudios considerados para el desarrollo del actual trabajo investigativo. Para la tabla uno, las variables consideradas como sobresalientes se menciona el número de participantes que fueron estudiados en cada publicación, el diseño de estudio o tipo de publicación, también se contemplaron variables como los resultados obtenidos y las conclusiones que los autores presentaron. Así mismo, para la tabla 2 se consideraron las mismas variables de la matriz anterior a excepción de las conclusiones y a su vez se tomaron en cuenta variables como: el porcentaje de IC (95%) y P<0,001.
Como resultado de la búsqueda en las diferentes bases de datos y luego de la sistematización elaborada, finalmente se obtuvieron 64 artículos, se eliminaron un total de 2 artículos duplicados. Según los criterios de inclusión y exclusión ya establecidos y tras el análisis del título de cada artículo, se excluyeron 32 artículos, quedando así 30 artículos para ser evaluados para elegibilidad. Luego se procedió a la lectura de texto completo de cada artículo, siendo excluidos 13 artículos, debido a que no cumplían totalmente con criterios de inclusión, presentaban otra temática o tenían una metodología poco clara. Como resultado fueron seleccionados 17 artículos fueron seleccionados e incluidos para es respectivo análisis de las variables (Figura 1).
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
En base a los estudios considerados para el desarrollo de la presente investigación y luego de aplicar los criterios de inclusión y exclusión relacionados al tópico tratado se examinan las posibles complicaciones de la Enfermedad de Parkinson que se presenten en individuos
contagiados por SAR-CoV-2, revisando artículos y estudios clínicos más relevantes. A continuación, se presentan las complicaciones presentadas en la EP que son relacionados con la infección contraída por SARS-CoV-2, además de la prevalencia que esta presenta (Tabla 1). Por su parte, la mortalidad relacionada con las complicaciones que aparecen durante la infección por COVID-19 (Tabla 2).
Tras el inicio de la pandemia, la prevalencia de empeoramiento de síntomas motores tuvo una gran variación, al igual que los síntomas no motores, varios estudios han tratado de determinar prevalencias entre los síntomas más afectados. El estudio realizado por Salari et al. (14) donde se incluyeron 500 participantes determinó un empeoramiento de ansiedad en un 25,5% de los pacientes, siendo este síntoma no motor el que tuvo mayor prevalencia. Mientras que, en el estudio de Brown et al. (15) menciona que las alteraciones en el sueño y el empeoramiento de al menos un síntoma motor, y alteraciones en el estado de ánimo fueron más frecuentes, con prevalencias de 59% y 55% respectivamente, la ansiedad no tuvo prevalencia relevante y no fue mencionada en este estudio.
Por su parte, en otro estudio se encontró un empeoramiento significativo de los síntomas motores y no motores de la EP durante el periodo de estudio en el grupo de COVID-19 en comparación con controles emparejados dependiendo de sexo, edad y tiempo de la EP (8). En cuanto a los síntomas motores se demostró que el COVID-19 provocó un empeoramiento significativo del rendimiento motor, en la discapacidad relacionada con el rendimiento motor, experiencias y actividades de la vida diaria. El empeoramiento de los síntomas motores que responden a la levodopa, fue muy importante en un tercio de todos los casos estudiados que incitó a los neurólogos encargados a aumentar la terapia dopaminérgica en los pacientes (9,10).
Se conoce que, COVID-19 agravó de gran manera una serie de síntomas no motores, demostrando que el aumento de la fatiga en la cohorte estudiada se explicó completamente por COVID-19, confirmando así que es un síntoma común de esta enfermedad viral (12). También se demostró que no fue una causa importante de disfunción cognitiva ni falla autonómica en la EP, aunque sí se evidenció un efecto en la atención. Sin embargo, este no fue lo suficientemente grave, ni significante. Por el contrario, un estudio realizado por Lo Monaco et al. (13) determinaron la aparición de fatiga y empeoramiento de este síntoma en pacientes con EP infectados con SARS-CoV-2, que no se explicaba, ya que el empeoramiento se produjo luego de la infección, al igual que Schirinzi et al. (18) determinaron un empeoramiento del 16% de fatiga en una cohorte de 42 pacientes estudiados, que se produjo luego de la infección por SARS-CoV-2.
Una encuesta transversal de pacientes españoles, realizada por Santos- D et al. (19) se observó que al menos el 66% de los pacientes estudiados percibieron un empeoramiento de los síntomas durante el confinamiento, es decir en el transcurso de la enfermedad como después, determinando que la bradicinesia, las alteraciones del sueño, la rigidez y las alteraciones de la marcha fueron los síntomas que empeoraron con mayor frecuencia, probablemente causado por el estrés psicológico provocado por la infección de SARS-CoV-2. Por su parte, otros estudios también determinaron un aumento en los síntomas antes mencionados con una prevalencia de aproximadamente el 50% de pacientes en cada estudio, lo que indicaría, que en la mayor parte de pacientes las alteraciones del sueño, bradicinesia, rigidez y alteraciones de la marcha son las más frecuentes (14-16).
Además, los estudios Mao L et al. (16) y Lechien et al. (17) determinaron alteraciones en el olfato y gusto, apoyando esta hipótesis, en el estudio de Lechien donde se incluyeron 417 pacientes la prevalencia fue mayor determinando Hiposmia en el 85,6% de los pacientes y alteraciones del gusto en el 88,8%, mientras que en el estudio de Mao L donde se estudiaron 214 pacientes, se informó Hiposmia en 5,1% de pacientes y alteraciones del gusto en 5,6%.
Como otro dato importante, una revisión sistemática de pacientes positivos para la enfermedad por coronavirus con antecedentes previos de EP, determinó que las complicaciones más comunes debido a esta infección en los pacientes estudiados, son la disfunción motora, en otros pacientes se encontró demencia, delirio y un déficit de la función motora oscilando en un rango de moderado a severo (11). Por otro lado, se estableció un empeoramiento significativo de síntomas no motores, que incluyen temblores, bradicinesia, dificultad para la marcha, delirio y demencia, además se encontraron en ciertos pacientes espasmos severos de brazos y piernas (24).
En cuanto a las tasas de mortalidad de los pacientes de EP con infección de SARS-CoV-2, estas oscilaron entre el 5,7% y el 65%, los autores de este estudio postulan que esta tasa, puede estar relacionada con el mecanismo ACE2 en el sistema nervioso. Se determina una prevalencia alta, lo que puede deberse a la cantidad de población estudiada (16). El-Qushayri et al. (20) en su estudio de 928 pacientes determinaron una tasa de mortalidad del 21,5%, siendo esta la más significativa de todos los estudios analizados, Del Prete et al. (21) indicaron una tasa de mortalidad del 0,13% en una población de estudio de 740 pacientes, la población de estudio entre estos autores no tiene mucha diferencia. Sin embargo, la tasa es mucho menor en el estudio de Del Prete (21) al igual que Artusi et al. (22) donde se estudiaron 1407 pacientes, a pesar de ser una cantidad significativa, se determinó una tasa de mortalidad del 11,5%, mientras que Khoshnoo et al. (23) en una población de 1693 pacientes determinaron una tasa de moralidad de 12%, lo que nos hace pensar que la tasa dependerá mucho de la población estudiada, en cuanto a región, edad, tiempo de evolución de EP y sexo del paciente.
CONCLUSIÓN
La infección por SARS-CoV-2 ha tenido un impacto significativo en los síntomas de la enfermedad de Parkinson (EP). Los estudios analizados han demostrado que tanto los síntomas motores como los no motores han experimentado empeoramientos y complicaciones.
En relación a los síntomas no motores, se ha observado que las alteraciones del sueño son los más prevalentes, seguidos de las alteraciones del estado de ánimo en los pacientes con EP afectados por la COVID-19. Por otro lado, los síntomas motores han mostrado una alta prevalencia y una influencia considerable en la calidad de vida de los pacientes. La bradicinesia, las alteraciones de la marcha, el temblor y la rigidez se han identificado como los síntomas más graves. En más del 50% de los pacientes estudiados, se observó un empeoramiento o la aparición de nuevos síntomas motores.
En contraste, los síntomas menos significativos y menos prevalentes, como la hiposmia y las alteraciones del gusto, parecen estar más relacionados con la infección por SARS-CoV-2 en sí misma, en lugar de ser complicaciones específicas de la EP en relación con esta enfermedad infecciosa. Además, se ha observado una tasa de mortalidad significativamente más alta en pacientes con EP después de la infección por SARS-CoV-2 en comparación con aquellos sin EP.
CONFLICTO DE INTERESES. Ninguno mencionado por los autores.
FINANCIAMIENTO. Ninguno recibido afirman los autores.
AGRADECIMIENTOS. Sin agradecimientos mencionados según los autores.