INTRODUCCIÓN
La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha ido aumentando en las últimas décadas a nivel mundial y también en España. Este aumento ha hecho calificar a la obesidad como una enfermedad en sí misma y como una epidemia, suponiendo un problema de salud pública sin precedentes (1). Así mismo cada vez más, las personas con obesidad se asocian a un alto riesgo de complicaciones graves asociadas a COVID-19, en virtud del mayor riesgo de enfermedades crónicas concomitantes (2).
La obesidad es una comorbilidad prevalente en los pacientes con COVID-19, en la evolución de la enfermedad COVID-19, los grupos humanos con mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave por COVID-19 son aquellos constituidos por personas con: edad avanzada, hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neoplasias, insuficiencia renal y obesidad (3). Durante la propagación del coronavirus, diversas publicaciones científicas alertaban que ciertos grupos de pacientes estaban en mayor riesgo de contraer COVID-19, de tener mala evolución y de mortalidad. La infección por SARS-CoV-2 genera un mayor riesgo de complicaciones y mortalidad en pacientes previamente enfermos (4).
Se dispone de evidencias que sugieren que algunos factores biológicos y sociales asociados con la obesidad confieren un mayor riesgo de infección por COVID-19, de hospitalización y de mayor gravedad respecto a las personas con peso normal. Sin duda, la obesidad, compromete su capacidad de respuesta ante la infección respiratoria por la COVID-19 y propicia un empeoramiento de la enfermedad (5).
Otra información que relaciona la obesidad como factor de riesgo con la enfermedad COVID-19, y otras formas de infección, fue la que aconteció en el año 2009, con la pandemia de gripe H1N1, donde la obesidad fue reconocida como un factor de riesgo independiente. Por ejemplo, en California entre abril y agosto de 2009, 1088 pacientes con influenza H1N1 fueron hospitalizados o murieron. Al realizar una valoración del IMC en 268 pacientes > 20 años, observaron que el 58% tenía obesidad (IMC> 30) y el 67% de ellos tenía obesidad severa (IMC> 40) (6).
Otra evidencia científica sostiene que la obesidad, se asocia con un aumento de la mortalidad, cada aumento de 5 kg/m en el IMC por encima de 25 kg/m2 aumenta la mortalidad general en aproximadamente un 30%; mortalidad vascular en un 40%; y mortalidad diabética, renal y hepática entre un 60% y un 120%. A 30 a 35 kg/m2, la mediana de supervivencia se reduce de 2 a 4 años y de 40 a 45 kg/m2 de 8 a 10 años (7).
En un trabajo de investigación desarrollado en Nueva York (n = 5,700 pacientes) indicaron que el 41,7% de los ingresados tenían obesidad, pero aquellos con obesidad grave (IMC ≥ 35 kg/m2) tuvieron un mayor riesgo de ingreso en UCI (8).
La información referenciada, se utilizó para sostener y confirmar la relación entre la obesidad y el nivel de riesgo a la salud por efecto del COVID-19. Los resultados obtenidos en la evaluación del personal voluntarios por parte de Clínicas, destacó la valoración del IMC, así también los resultados logrados en los cuestionarios de la encuesta, que evaluaron cualitativamente los efectos del COVID-19 a 48 personas.
Por ello, el objetivo de la presente investigación es relacionar los casos de sobrepeso y la obesidad en la población seleccionada de estudiantes y docentes de la universidad con la incidencia de casos graves por la enfermedad COVID-19.
La obesidad y el sobrepeso en la población aumentó, en la pandemia que forzó a tener nuevos estilos de vida, a su vez estos grupos de personas se visibilizaban por su vinculación con casos de gravedad y muerte por la enfermedad del COVID-19.
En otra investigación realizada a otro grupo de estudiantes en la ciudad de Lima, que también se podría aplicar a los estudiantes de la Facultad de Educación de la UNJFSC, que colaboraron en esta investigación que, respecto al IMC, se determinó que los que tienen un peso por debajo de lo normal presentan mejores hábitos alimentarios en comparación a los que están con sobrepeso o tienen un peso dentro de lo normal (9).
MATERIALES Y MÉTODOS
Se desarrolló una investigación descriptiva con enfoque cuantitativo; que busca encontrar una relación causal entre las variables que se relacionan en este estudio, que es la obesidad como un factor de riesgo de la enfermedad COVID-19.
Se tomó una muestra poblacional de estudiantes y docentes de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC), que voluntariamente accedieron a colaborar a la presente investigación, la selección se realizó al azar, principalmente de alumnos cursan los últimos ciclos académicos. Se recogió información, consistente en indicadores de salud, tales como: temperatura del cuerpo, % de saturación de oxígeno, frecuencia cardiaca, edad, peso y talla; se calculó el IMC, aplicando la Ec.(1), para poder luego poder elaborar la tabla (1), donde se muestra, la calificación de sus niveles de obesidad y sobrepeso del personal evaluado (48 personas), para la consecución de esta información se contó con la asistencia médica de dos clínicas(ubicada en la ciudad de Huacho y otra en la ciudad de Barranca) también se tomaron muestras de sangre para el análisis de hemograma, que sirvió como información complementaria a los resultados del IMC y para el análisis e interpretación de la sintomatología del personal evaluado, con el apoyo del personal médico asesor, que estuvo integrado por los siguientes médicos: Dr. Javier Tovar Brandan y el Dr. Adrián Alejo Roque.
A fin de apreciar la evolución del estado de salud del personal evaluado, con especial atención al personal que registró sobrepeso y obesidad, luego de transcurrido un año, se realizó una encuesta al mismo personal evaluado por las clínicas, respecto si habían tenido infección COVID-19, y si fuera el caso, como evolucionó la enfermedad en su organismo, asimismo se extendió la encuesta a sus familiares directos que conviven con el personal evaluado. Así también respecto a la sintomatología del personal evaluado se preguntó si registró ausencia de síntomas, o fueron éstos leves, moderados o severos.
La evaluación de la información del IMC e información complementaria del hemograma se realizó después de la segunda ola de la enfermedad pandémica, durante los primeros meses del año 2021.
Población
La población de personal estudiantil y docente (nombrado)de la Facultad de Educación de la UNJFSC, según registros de matrícula del ciclo académico 2022-I de la universidad son aproximadamente, 1600 personas.
Muestra
La muestra se tomó de ambos sexos, edad 20-50 años, educación superior, de manera aleatoria y con su consentimiento. Obteniéndose 48 personas que son en su mayoría estudiantes y algunos docentes de la Facultad de Educación de la UNJFSC.
Análisis estadístico
Se procesó los datos tomados de la evaluación de los niveles del IMC y resultados de las encuestas respecto a los niveles de levedad o severidad de los síntomas que presentaron el personal evaluado y de sus familiares directos, se sometió esta información al análisis mediante estadísticas básicas, obteniéndose las tablas de resultados para su respectiva interpretación con el asesoramiento médico.
Técnicas de recolección de datos e instrumentos
Para la recolección de datos del personal seleccionada, se tomó la información facilitada por las clínicas que utilizaron sus instrumentos y equipos, aplicando técnicas validadas por las autoridades de la salud para las mediciones del IMC y de la información complementaria de hemograma. Para la obtención de la data de los síntomas del COVID-19, se utilizó la técnica de las Encuestas.
Procedimiento
Los procedimientos se realizaron de la siguiente manera: Se acondicionó la recepción de los estudiantes y docentes para la toma de muestra de sangre en la Clínica, Fast Biomedical S.A.C de Huacho y en el Consultorio Médico Especializado ECO A&A E.I.R. de Barranca.
El personal asistió en horario de 8 am a 8 pm de manera voluntaria, para la medición biométrica y extracción sanguínea.
La información sobre el nivel de complicación de los síntomas, luego de un año, fue realizado por un personal de enfermería, poniendo especial atención en las personas que habían registrado obesidad y sobrepeso.
La información que facilitó las clínicas fueron las siguientes: Características físicas del personal, conformado por alumnos y docentes de la Facultad de Educación de la UNJFSC. son los siguientes:
Indicadores de salud:
Temperatura del cuerpo.
% de saturación de oxígeno
Frecuencia Cardiaca
Edad
Talla
Peso
Hemograma Completo:
Leucocitos
Hematíes
HB (Hemoglobina)
Plaquetas
Otros
Con la información de los datos biométricos se determinó el Índice de masa corporal con la siguiente fórmula:
IMC = P/(E2) ………………………………………………………….. Ec. (1)
Dónde:
IMC = Índice de masa corporal
P = Peso en Kg
E = Estatura en la unidad (metro)
RESULTADOS
Niveles de índice de masa corporal
De acuerdo a los resultados del IMC, de la muestra de personas evaluadas de la UNJFSC que se detalla en la tabla 1, se aprecia que registraron un nivel de sobrepeso: 54.17 % del total de la muestra evaluada, asimismo un nivel normal de peso: 33.33 %, en lo referente al personal que calificó obesidad de grado 1: 10.42 % y obesidad de grado 2: 2.08 %. Por lo que, se evidencia que más del 50 % del personal evaluado tienen sobrepeso, lo cual es riesgo potencial para padecer enfermedades.
Síntomas COVID-19, de la persona evaluada y familiares
Respecto a los síntomas COVID-19, de la persona evaluada y de sus familiares directos que se indican en la tabla 2, se aprecia que los síntomas del coronavirus no se presentaron en 24 personas evaluadas, que equivalen a un 50 % de la población muestra y en los síntomas COVID-19 de los familiares directos del personal evaluado, tampoco presentaron síntomas de la enfermedad COVID-19.
Índice de masa corporal y su relación con el COVID-19
Respecto al IMC y su relación con el COVID-19, que se detalla en la tabla 3, se aprecia que 11 personas evaluadas que equivalen al: 22.92 % del total, con peso normal no presentaron cuadros sintomáticos a consecuencia de la infección por COVID-19 y 13 personas evaluadas que equivalen:27.08% del total, cuyo IMC es de sobrepeso, registraron una leve afección por efecto del coronavirus. Por lo que, se infiere que a un mayor porcentaje de personas que presentaron síntomas por el COVID-19, se relacionaron con sus niveles de sobrepeso u obesidad.
Índice de masa corporal y su relación con el COVID-19 en familiares
Con respecto al IMC y su relación con el COVID-19 en familiares que se exponen en la tabla 4, se destaca que 13 personas evaluadas que equivalen: 27.08 % tienen sobrepeso y mencionaron que sus familiares no presentaron COVID-19, de igual forma 9 personas evaluadas que equivalen 18.75 % del total, que registraron sobrepeso, indicaron que sus familiares presentaron afección leve por la enfermedad del COVID-19. Este resultado evidencia que un significativo porcentaje de las personas evaluadas que registraron sobrepeso, señalaron que sus familiares si tuvieron síntomas leves y severos por la infección del COVID-19.
DISCUSIÓN
Niveles de índice de masa corporal
De acuerdo a los resultados del IMC que se detalla en la tabla 1, se aprecia que tienen sobrepeso, 26 personas que equivalen al 54.17 %, lo cual indica que esta condición física de sobrepeso resalta en esta muestra tomada de la comunidad universitaria. Por lo que, de este resultado, se observa que a consecuencia del confinamiento que se vivió no se tomaron acciones para prevenir el sobrepeso y la obesidad, asimismo no se desarrollaron estilos de vida con alimentación saludable y de actividad física regular, se favoreció una vida sedentaria causadas por las clases virtuales, uso excesivo de las computadoras, influyendo en el aumento del peso corporal; sin embargo es necesario tener en cuenta que en muchos casos no se ha evidenciado daños crónicos pero es importante tener en cuenta este resultado para corregir los hábitos alimentarios y hacer actividades físicas, aplicando en general hábitos saludables de vida. El IMC no es una herramienta adecuada para diferenciar con precisión los componentes importantes del peso corporal y, por lo tanto, no debería ser utilizado para tomar decisiones clínicamente importantes a nivel individual. Pero como un indicador para realizar actividades físicas y adecuada alimentación para la mejora de la salud (10).
Índice del COVID-19 personal y familiar
Respecto a la evaluación del índice de COVID-19 personal y familiar que se indica en la tabla 2, se aprecia que 24 personas que equivalen a 50 % del total, no presentaron síntomas y referente al índice familiar mencionaron que también sus familiares directos, tampoco no presentaron señales de COVID-19. Por lo que, se evidencia que ha disminuido considerablemente las afecciones ocasionadas por efecto del coronavirus, lo cual se registra en más del 50 % de la muestra de personal seleccionada. Este resultado es también por efecto de la eficiencia de la vacunación y que la población viene recibiendo las dosis contra el COVID-19, logrando la inmunización dando lugar a una disminución de casos de afecciones respiratorias u otras dolencias que se registran en los Hospitales u otros Centros Médicos cuando son severos. El riesgo de infección y de muerte puede aumentar o disminuir según el arreglo familiar de co-residencia, y eso puede ir en diferente sentido. Al inicio de la pandemia, cuando comenzaron a tomarse las medidas de distanciamiento físico, los adultos se quedaban en casa, pero los hijos se convertían en un elemento de transmisión del virus. Este es un elemento importante que hay que estudiar mejor, para analizar qué ha pasado, qué pasó durante la epidemia. En qué medida los arreglos familiares pueden ser un factor positivo o un factor negativo para detener la pandemia (11).
Índice de masa corporal y su relación con el COVID-19
Concerniente al IMC y su relación con el COVID-19 que se indica en la tabla 3, se destaca que 13 personas evaluadas que corresponde al 27.08 % del total personal evaluado, que están con un IMC de sobrepeso, si presentaron leves afecciones por infección del coronavirus, también en 11 personas que equivale al 22.92% del total, que están en el índice normal, no presentaron síntomas por efecto del coronavirus. Por este resultado se observa que las personas evaluadas con IMC, que califican sobrepeso si presentaron clínicas leves y severas por el COVID-19, a consecuencia de la pandemia que contribuyó a llevar una vida sedentaria, con poco tiempo a desarrollar actividades físicas, por otro lado también inadecuada alimentación y estrés; esta situación hace propensos a este grupo de personas a tener comorbilidades, que pueden llevar a situaciones graves o fatales de la salud cuando se infecta con el virus de la enfermedad COVID-19.
En esta relación del IMC y el COVID-19 y otras enfermedades, se registró una asociación con las comorbilidades previas y peores valores medios de saturación. Las personas obesas presentaron mayor probabilidad de: internación en salas; internación en unidades de cuidados intensivos; y fallecimiento (12).
Índice de masa corporal y su relación con el COVID-19 en familiares de la persona evaluada.
Con respecto al IMC y su relación con el COVID-19 en familiares de la persona evaluada, que se indica en la tabla 4, se destaca que 13 personas que equivalen a 27.08 % se encuentran con un índice de masa corporal de sobrepeso, que no presentan COVID-19; sin embargo, el resultado que se encontró en la diferencia del porcentaje del total, si registró problemas de afecciones por el COVID-19. Este resultado evidencia que se debe de tener en cuenta que el efecto dañino del sobrepeso; puesto que puede influir en las afecciones y/o dolencias, que pueden agravar la salud en pacientes COVID-19, ya sea por comorbilidades que ponen en situación de riesgo la salud de la persona y en este caso de sus familiares. Referente a este análisis, se indica que la enfermedad producida por el virus SARS-CoV-2, COVID-19, presenta una amplia gama de pronóstico de evolución de la enfermedad, que va desde formas asintomáticas a casos de curso rápido y fatal. La edad y determinadas comorbilidades, entre las que se encuentra la obesidad, son factores de riesgo reconocidos para la evolución hacia formas graves (13).
Lo referido líneas arriba, aunado a la falta de información con respecto al valor nutricional de los alimentos podría haber fomentado en la población universitaria una propensión hacia la obesidad, anemia, enfermedades cardiacas y estomacales.
CONCLUSIONES
Se encontró una relación entre la obesidad y el sobrepeso de las personas evaluadas con el nivel de gravedad que presentaron en sus síntomas por la enfermedad COVID-19, de este personal y de sus familiares.
La obesidad y el sobrepeso en la población de la comunidad universitaria tuvo mayor incidencia en la evolución de la pandemia, porque no se desarrollaron hábitos saludables en la alimentación y poca actividad física, situación que se agravó por el confinamiento que se vivió por efecto de la pandemia, se favoreció tener un estilo de vida sedentario y por el desarrollo de las actividades académicas en la modalidad virtual, influyendo en el aumento del IMC. Por otro lado, se determinó que la obesidad y el sobrepeso es un factor de riesgo entre otros factores para agravar los síntomas de la enfermedad COVID-19.
CONFLICTO DE INTERESES.
Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.