INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2019, se identificó un nuevo coronavirus asociado con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo tipo 2 (SARS-CoV-2), el cual provoca la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), esta enfermedad ha generado una alta tasa de morbi-mortalidad a nivel global (1,2). El brote de la enfermedad por SARS-CoV-2 se ha diseminado rápidamente a nivel mundial tanto que para julio del 2020 esta pandemia provocó aproximadamente 15 785 641 casos confirmados, incluidas 640 016 muertes en todo el mundo (2,3). La infección aguda por SARS-CoV-2 es generalmente de curso leve en los niños, mientras que las manifestaciones postinfecciosas y el “COVID prolongado” en este grupo, son más frecuentes y complejas (4,5). A fines de abril de 2020, surgieron informes de niños predominantemente sanos fueron hospitalizados con shock cardiogénico provocado por un síndrome hiperinflamatorio probablemente asociado a una pasada o actual infección por SARS-CoV-2 a la que posteriormente llamaron Síndrome Inflamatorio multisistémico pediátrico Asociado al SARS-COV-2 (MIS-C), una complicación rara y muy grave (6).
El MIS-C en niños por lo general aparece entre las 4 a 6 semanas posteriores de haber padecido de la infección por SARS-CoV-2, posiblemente por una respuesta inflamatoria desregulada a la infección por SARS-CoV-2, donde, la disfunción ventricular, aneurismas, dilatación de la arteria coronaria, arritmia y anomalías de la conducción son algunas de ellas, pero en casos graves pueden originar shock cardiogénico que requiere fluidoterapia, soporte inotrópico, ventilación mecánica y oxigenación por membrana extracorpórea (7). Esta variabilidad en presentación clínica plantea un desafío diagnóstico lo que limita a los médicos a tomar decisiones y dificulta individualizar de forma óptima la gestión, pues los pacientes pediátricos pueden experimentar descompensación cardíaca aguda severa causada por el estado inflamatorio severo que genera un riesgo potencial para la vida del paciente aumentando la mortalidad en ciertas subpoblaciones (8,9).
De la misma forma, los primeros estudios más completos de pacientes pediátricos con infección por SARS-CoV-2 informaron que los niños desarrollan una enfermedad relativamente leve con el 83% que presentan infección leve a moderada, con un 13% asintomático y un 3% presentando con enfermedad grave y crítica (10). En Ecuador, un reporte realizado indicó que los síntomas más prevalentes en edad pediátrica fueron fiebre y tos, mientras que, a nivel sistémico, cardíaco, respiratorio, digestivo y neurológico las manifestaciones clínicas fueron menos frecuentes. En cuanto a la severidad de la enfermedad, se evidenció que la mayoría de los niños presentaron un curso leve, algunos severos y hubo un paciente crítico, el cual falleció (11).
El presente estudio destaca la comprensión actual del MIS-C, describiendo datos publicados en el entendimiento de la afectación cardíaca en pacientes pediátricos. Por tal motivo el objetivo del estudio es identificar las principales alteraciones cardíacas causadas por Síndrome inflamatorio multisistémico asociado a SARS-CoV-2 en pacientes pediátricos, de la tal forma que se pueda identificar los factores de riesgo y métodos diagnósticos eficaces para guiar adecuadamente el tratamiento, pronostico y seguimiento de los niños afectados.
MÉTODO
La investigación que se llevó en una revisión sistemática de la literatura. Se realizó una búsqueda especifica de todos los estudios relacionados a la afectación cardiaca por Síndrome inflamatorio multisistémico asociado a SARS-CoV-2 en pacientes pediátricos, la selección de los estudios: Se llevó a cabo una búsqueda en las bases de datos electrónicas PubMed, Scopus y Web of Science desde el inicio de la pandemia hasta noviembre de 2022. Se utilizó una combinación de los siguientes términos de búsqueda: "Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico", "COVID-19", "SARS-CoV-2", "afección cardiaca", "miocarditis", "pericarditis". La búsqueda se limitó a estudios publicados en inglés, español o portugués.
En cuanto a los criterios de inclusión se analizaron las siguientes características; estudios que incluyan pacientes pediátricos (menores de 18 años) con Síndrome Inflamatorio Multisistémico asociado a SARS-CoV-2, estudios que evalúen la afectación cardiaca en estos pacientes y estudios observacionales (cohortes, casos y controles) que hayan evaluado la afectación cardiaca en pacientes pediátricos con Síndrome Inflamatorio Multisistémico Asociado a SARS-CoV-2. Por lo tanto, los criterios de exclusión fueron; estudios en pacientes adultos, estudios que no evalúen la afectación cardiaca en pacientes pediátricos con Síndrome Inflamatorio Multisistémico Asociado a SARS-CoV-2 y Estudios duplicados o que no estén disponibles en texto completo.
Después de revisar los títulos y resúmenes, se eliminaron los artículos duplicados y aquellos que no cumplían con los objetivos del estudio. Luego, se agregaron estudios encontrados a través de búsquedas manuales como parte de una segunda ronda de selección. Posteriormente, se eligieron 6 artículos secundarios como alternativas para su análisis, como se muestra en la Figura 1.
Los evaluadores utilizaron una lista de chequeo que constaba de 6 ítems para guiar de manera sistemática su evaluación. Esta lista de chequeo se utilizó como herramienta para asegurarse de que cada elemento importante se tuviera en cuenta y se evaluara adecuadamente en cada estudio: el país de origen, número de pacientes pediátricos incluidos, los signos y síntomas clínicos, progresión de la enfermedad.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
El Síndrome Inflamatorio Multisistémico Asociado a SARS-CoV-2 (SIM-SARS-CoV-2) es una afección poco común que se ha observado en algunos niños después de una infección por COVID-19. Aunque el SIM-SARS-CoV-2 puede afectar varios sistemas de órganos, incluido el corazón, se ha observado que la afectación cardiaca en pacientes pediátricos con SIM-SARS-CoV-2 es relativamente común y puede ser grave. Por ende, la afectación cardiaca asociada con SIM-SARS-CoV-2 puede incluir inflamación del músculo cardíaco (miocarditis), insuficiencia cardíaca y anomalías en el ritmo cardíaco. Estas complicaciones pueden requerir tratamiento médico intensivo y pueden aumentar el riesgo de muerte en pacientes pediátricos con SIM-SARS-CoV-2 (12), (Tabla 1).
Los resultados de la Tabla 1, han presentado estudios que han demostraron que las complicaciones cardiacas son muy frecuentes en pacientes con MIS-C, donde los biomarcadores cardiacos más importantes son los niveles de NT-por-BNP y troponina, que son extremadamente altos en comparación con las cohortes históricas de pacientes con KD e indican disfunción cardiaca y daño miocárdico por MIS-C (13).
De la misma forma, el análisis obtenidos después de revisar los artículos demuestran que las principales alteraciones cardiacas por síndrome inflamatorio multisistémico asociado a SARS-CoV-2 en pacientes pediátricos son muy frecuentes en niños, dentro de las cuales las patologías más comunes fueron shock (40,2-100%), la disfunción del ventrículo izquierdo que se ha descrito en una gran proporción de los casos, además, se han presentado alteraciones de las arterias coronarias en el 6-93%, la mayoría de los casos describieron dilatación arterial coronaria en el contexto de fiebre e inflamación donde, las arritmias cardíacas son una manifestación de afectación cardiaca muy frecuente (10-76%), derrame pericárdico (33%) y miocarditis aguda (14,15). También se informaron disfunción miocárdica, insuficiencia mitral, regurgitación de la válvula mitral que incluyeron cambios en el segmento ST, prolongación del intervalo QT, bloqueos auriculoventriculares de primer y segundo grado (16,17).
Los diferentes estudios confirman que, existe un nuevo síndrome inflamatorio multisistémico asociado con el virus SARS-CoV-2, en donde las manifestaciones de afectación del sistema cardiovascular son muy frecuentes y hasta incluso predominantes, cuya clínica imitan otros síndromes hiperinflamatorios, como la enfermedad de Kawasaki (KD), que, aunque muestra gran similitud, existen diferencias importantes que permiten su diferenciación. La KD se define como una vasculitis sistémica aguda de vasos de mediano calibre, que afecta más frecuentemente a las arterias coronarias (18).
Por otro lado, un estudio realizado por McCrindle y Manlhiot (19), con 58 pacientes de los cuales 17 pacientes fueron diagnosticados con MIS-C, 8 de ellos cumplían también criterios para KD típica y 5 para KD incompleta, por lo que se plantea que las diferencias existentes entre los pacientes con MIS-C y KD son tan interesantes como las similitudes, Sin embargo, aunque los síntomas y características de MIS-C son similares a los de KD, varios estudios han demostrado diferencias significativas que distinguen a las dos enfermedades, por su parte, Makino et al., (20) en su estudio demostró que la tasa de incidencia específica de KD es en niños de entre 9 y 11 meses de edad, pues después de esta edad la tasa disminuyó gradualmente. Con datos similares, estudios sobre la incidencia de KD demuestran que esta patología es más frecuente en niños menores de 5 años (21).
Por el contrario, Belot et al., (22) demostraron que el MIS-C ocurre en niños mayores y adolescentes, donde la edad promedio fue de 8 a 11 años. En este estudio, la media de edad de pacientes diagnosticados con MIS-C fue de 8 a 10 años, de la misma forma, se han presentado estudios que han demostraron que las complicaciones cardíacas son muy frecuentes en pacientes con MIS-C, donde los biomarcadores cardiacos son extremadamente altos en comparación con las cohortes históricas de pacientes con KD e indican disfunción cardíaca y daño miocárdico por MIS-C (23).
CONCLUSIÓN
Se concluyó que la afectación cardíaca en paciente con MIS-C es frecuente, pues se sabe que el corazón es uno de los principales órganos diana. La afectación cardiaca incluye shock, disfunción miocárdica, dilatación de la arteria coronaria o aneurisma de la arteria coronaria y anomalías en la conducción eléctrica. La disfunción valvular y el derrame pericárdico se describen con menor frecuencia. Según se ha revisado en los artículos, este síndrome presenta un rápido deterioro clínico, por lo que se recomienda que los pacientes que se presentan en el departamento de emergencias con sospecha de MIS-C, se sometan inmediatamente a investigaciones cardíacas, es fundamental cribar a los pacientes en grupos de alto y bajo riesgo y conocer los predictores más importantes para MIS-C grave con el fin de asegurar un manejo clínico adecuado que permita tratar a los pacientes de manera multidisciplinaria e individualizada, con el fin de evitar complicaciones, pues se sabe que un buen tratamiento en fase aguda incluye directamente en el pronóstico de los pacientes.