INTRODUCCIÓN
Durante el primer y segundo año de la pandemia por la COVID-19, la prevalencia de la ansiedad y la depresión aumentó en un 25%, mientras que la calidad de sueño disminuyó notablemente según un informe científico publicado por la Organización Mundial de la Salud-OMS (1, 2). La amenaza por la COVID-19, causó un estado de intimidación global de ansiedad y depresión debido a las medidas del aislamiento social, la sobrecarga de información en los medios de comunicación, causando una mala calidad de sueño (3), seguido de una tensión por la pérdida de la producción, y la recesión económica (4,5). Más de 210 países, han sido afectados por el virus hasta el momento, con alrededor 6 532 402 muertes reportadas hasta el 20 de agosto de 2022 (6,7). Siendo los países como: Estados Unidos de América, Brasil, India, Francia y Alemania son los, que han tenido el mayor número de muertos en el mundo y que representan el 39,38%.
Durante la pandemia por la COVID-19 las personas experimentaron síntomas de psicosis, ansiedad, depresión trauma, ideación suicida dado que en todo el mundo el brote de la enfermedad estuvo en su máximo pico (8,9). La mala salud metal provoca en el organismo sensación de desesperación, de manera que este nivel incrementó en la población de todo el mundo (10), cuyas consecuencias se hacen más evidentes sobre todo en la mala calidad de sueño. Un estudio recientemente reportó que la mala salud mental debilita el sistema inmunitario y como resultado, aumenta el riesgo de infección por el virus (8), y dentro de ello la depresión, que es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes, que afecta al 3% en varones y 4-9% en mujeres, causando un sufrimiento considerable a los pacientes y a sus familias, que afectan en el ámbito laboral relacionado con la productividad personal y a un marcado incremento en el riesgo de suicidio (11).
Varios estudios realizados en personas que cumplen detalladamente el aislamiento social obligatorio implantado en Perú, conforme al DS No 044-2020-PCM, 2020, padecen ansiedad y depresión por la enfermedad por coronavirus 2019 (12-15), y también la necesidad de más del 80% de los participantes de una atención médica para reducir la ansiedad de los grupos de alto riesgo (14), por lo que es necesario intensificar la conciencia y abordar los problemas de salud mental de las personas durante esta pandemia de COVID-19 (12). Por lo que el propósito de este estudio es identificar los niveles de salud mental y calidad de sueño en profesores de la región de puno, Perú, durante la pandemia por la COVID-19.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en la región Puno, Perú, cuya población fue de 203 profesores: 101 damas y 102 varones, donde las edades variaban entre 25 a 58 años, donde estuvieron en aislamiento social obligatorio a causa de la cuarentena por la enfermedad COVID-19. Este estudio corresponde al enfoque cuantitativo, de corte transversal y descriptivo. Para recoger los datos, se utilizó la técnica de la encuesta, cuyos instrumentos fueron: a) el cuestionario estandarizado HARS (16-18) (Hamilton Anxiety Rating Scale), a fin de medir la ansiedad con la siguiente puntuación: no ansiedad de 0 a 5 puntos, leve de 6 a 14 puntos, moderada de 15 a 25 puntos y grave mayor a 25 puntos, donde el coeficiente de confiabilidad ha sido el α de Cronbach; b) el cuestionario estandarizado HARS de 0,902 y HDRS (Hamilton Depression Rating Scale) (18,19), que ha permitido evaluar la depresión en los docentes en base a la puntuación siguiente: deprimido de 0 a 7 puntos, depresión leve de 8 a 13 puntos, depresión moderada de 14 a 18 puntos, depresión grave de 19 a 22 puntos y depresión muy grave superior a 23 puntos, donde el coeficiente de confiabilidad fue el α Cronbach para el HDRS de 0,825., y c) el test del índice de calidad del sueño de Pittsburgh (Pittsburgh Sleep Quality Index, PSQI) que es un cuestionario, que consta de 24 preguntas, donde el coeficiente de confiabilidad fue el α Cronbach para el PSQI de 0,847
A fin de prevenir los contagios entre las unidades de investigación, la encuesta transversal que se aplicó vía web basada en los cuestionarios: HDRS, HARS y PSQI. Las encuestas fueron trasladadas al GoogleForm y seguidamente enviadas por internet, haciendo el uso de: correos electrónicos, Facebook y WhatsApp. Los sujetos de investigación, accedieron a la encuesta a través de un enlace correspondiente, donde tuvieron todas las indicaciones respecto a las respuestas de los ítems y así expresar sobre su nivel de ansiedad, depresión y calidad de sueño ante el aislamiento social causado por COVID-19.
RESULTADOS
La Tabla 2, muestra los resultados de los niveles de ansiedad, depresión y calidad de sueño por parte de los docentes de la educación básica que estuvieron cumpliendo la inmovilización y el aislamiento social obligatorio a fin de enfrentar la emergencia sanitaria ocasionada por la COVID-19; una disposición que obligó a la población peruana en tener que pernoctar en sus casas iniciándose desde el 16 de marzo (1) con prórrogas hasta el año 2022. Los resultados indican que el 44.12 % de varones y 39,60 % de mujeres no se encuentran deprimidos, mientras que el 55.88 % de varones y el 60.40 % de mujeres se encuentran deprimidos en alguna medida (leve, Moderado, grave y muy grave). En contraste con los resultados de la ansiedad observamos que el 22.55% de los varones y el 29.70 % de las mujeres no padecen ansiedad mientras que el 87.45% de los varones y el 70.30 % de las mujeres padecen síntomas de ansiedad en alguna medida (leve, moderada y grave). Finalmente, respecto a la calidad de sueño tenemos que el 52.94% de los varones y el 55.45% de las mujeres tiene una buena calidad de sueño, mientras que, el 37.25% de los varones y el 29.70% de las mujeres tiene una regular calidad de sueño, y el 9.80% de los varones y el 14.85% de las mujeres tiene una mala calidad de sueño
DISCUSIÓN
De acuerdo con los puntajes obtenidos del HDRS, el 55,88 % de los varones presentan trastornos de depresión entre leve (31,37 %), moderada (13,73 %), grave (6,86 %) y muy grave (3,92%). Además, podemos notar que la prevalencia depresión grave y muy grave en varones es del 10.78% mientras que la prevalencia de depresión para las mujeres es del 8.91 % (Tabla 2). La depresión como trastorno clínico generalmente afecta a toda la población y de manera discreta afecta más al sexo femenino (4 a 9%) que al sexo masculino (3%) (20,21), sin embargo, la investigación reportó que la depresión afecta más a los varones que a las mujeres. La manifestación de este trastorno clínico ocurre a cualquier edad; sin embargo, puede iniciar con mayor frecuencia en personas expuestas a estrés prolongado (22). Aquellas personas que padecen de depresión tienen una percepción de debilidad de la energía en realizar sus labores, pérdida de interés, tendencia marcada al llanto, tendencia de no realizar sus actividades o sus pasatiempos (23,24), lo que causa la disminución de la de la producción en el lugar donde trabaja, esto puede resultar contraproducente en las labores que realiza el docente ya que impactaría en sus estudiantes.
Respecto de la ansiedad tenemos que el 22.55% de los varones y el 29.70 % de las mujeres no padecen de ansiedad mientras que el 87.45% de los varones y el 70.30 % de las mujeres padecen síntomas de ansiedad en alguna medida (leve, moderada y grave). Los resultados de este estudio coinciden con los Rajkumar, donde reportó que el 23,04%, de las mujeres presentan prevalencias de ansiedad en mayor número que en hombres (25). La ansiedad es un trastorno que impacta psicológicamente en el 53,8% de la población a causa de la expansión de la enfermedad de la COVID-19 (21), cuyas consecuencias en el ámbito laboral y familiar; con repercusiones en la mala calidad de sueño (20). Un estudio reportó que los profesionales de la salud y educación, así como otros profesionales experimentaron alteraciones de salud mental, vinculados a la ira, estrés, insomnio, ansiedad, negación, temor y síntomas depresivos debido a la expansión de la COVID-19 (26-28).
Respecto de la calidad de sueño tenemos que el 52.94% de los varones y el 55.45% de las mujeres tiene una buena calidad de sueño, mientras que, el 37.25% de los varones y el 29.70% de las mujeres tiene una regular calidad de sueño, y el 9.80% de los varones y el 14.85% de las mujeres tiene una mala calidad de sueño. Además, que este estudio reporta, que casi la mitad de los profesores presentan trastorno de sueño, este trastorno, frecuente puede agravar la salud de las personas. Es de conocimiento que el sueño es una función biológica esencial, durante este proceso, el cerebro reposa a fin de desarrollar los trabajos escolares en consecuencia lograr un óptimo rendimiento académico (29,30), que permite la ejecución eficiente de los trabajos diurnos (31). La buena calidad de sueño ayuda a mitigar diferentes problemas de salud, como dolencias cardiacas, dolores musculare (32), resistencia a la insulina, obesidad, somnolencia, problemas cognitivos, disfunción diurna, fatiga y dolor de cabeza (32)
CONCLUSIONES
Los niveles de salud mental y calidad de sueño en profesores de la región Puno - Perú, durante la pandemia por la COVID-19 afectan significativamente a la calidad de sueño. Se concluye que, los profesores presentan una mayor prevalencia de ansiedad y depresión. Referente a la calidad de sueño, las profesoras presentan una baja calidad de sueño respecto de los varones.por lo que es necesario abordar los problemas de salud mental de las personas durante esta pandemia de COVID-19.
Se confirma que la prevalencia de depresión grave y muy grave en varones es mayor (10.78%) que en mujeres (8.91%); lo que causa la disminución de la producción en el lugar donde trabaja, esto puede resultar contraproducente en las labores que realiza el docente ya que impactaría en sus estudiantes. Respecto de la ansiedad tenemos que los varones sufren mayor ansiedad (87.45%) que las mujeres (70.30 %) en alguna medida (leve, moderada y grave. Respecto de la calidad de sueño tenemos que el 9.80% de los varones y el 14.85% de las mujeres tiene una mala calidad de sueño. En tanto, las mujeres son las más propensas a la mala calidad de sueño.