INTRODUCCIÓN
La preeclampsia es una complicación del embarazo, que se caracteriza como un trastorno multisistémico, diagnosticado generalmente por la presencia de hipertensión y proteinuria. La prevalencia de esta patología se calcula en porcentajes entre 4 y 7% de los embarazos en todo el mundo (1,2). La OMS considera a los trastornos hipertensivos del embarazo como una causa importante de morbilidad grave, discapacidad a largo plazo y muerte entre las madres y sus bebés. Constituyen la causa de aproximadamente el 14% de todas las muertes maternas a nivel mundial (3). En África y Asia los trastornos hipertensivos contribuyen al 9% de las muertes maternas, y en América Latina y el Caribe esta cifra asciende hasta el 26% (4).
En Ecuador en un estudio realizado en el año 2018, se determinó que los trastornos hipertensivos fueron los causantes del 20,6% de la mortalidad materna entre los años 2017 y 2018 (5). Según el INEC, en el año 2020 la preeclampsia fue la principal causa de muerte materna alcanzando el 26,2 % (6). No se cuenta con estudios o datos de su prevalencia en la provincia de Los Ríos o en el cantón Quevedo.
El diagnóstico de la preeclampsia se sigue manteniendo dentro del análisis clínico, cuyos indicadores se basan especialmente en síntomas hipertensivos y proteinuria. Se han estudiado muchos biomarcadores tratando de fundamentar un diagnóstico de laboratorio y predecir en forma anticipada la probabilidad de esta patología, pero desafortunadamente ninguno ha demostrado ser totalmente específico. Sin embargo, se debe resaltar a dos de los biomarcadores con mayor desempeño predictivo: el PIGF (factor de crecimiento placentario) y la sFIt-1 (Tirosina quinasa-1) (7).
En esta búsqueda de biomarcadores que sugieran la aparición de preeclampsia, se han realizado varios estudios sobre la influencia de factores del perfil lipídico en la hipertensión, la cual, a su vez, es una de las formas mediante las cuales se manifiesta la preeclampsia (8). No existe ningún estudio similar en la zona de influencia del Hospital Sagrado Corazón de Jesús, que comprendería el cantón Quevedo, pero si existen algunos estudios realizados en otras ciudades ecuatorianas como Jipijapa y Quito (9,10).
El objetivo del estudio es asociar el perfil lipídico como factor de riesgo en el padecimiento de preeclampsia de mujeres embarazadas que acudieron al Hospital Sagrado Corazón de Jesús, durante los años 2020-2021.
MATERIALES Y MÉTODOS
El diseño de investigación fue no experimental, documental, de cohorte transversal, observacional, correlacional y cuantitativo. La población estuvo constituida por 3512 registros de mujeres embarazadas que recibieron asistencia médica en el Hospital Sagrado Corazón de Jesús de cuenca, durante el periodo comprendido entre julio del 2020 y junio del 2021 (ver Anexo 1), y cuyos datos constan en la base de datos institucional.
Se utilizó un muestreo no probabilístico de cobertura total e intencionado, siguiendo criterios de inclusión y exclusión. Se han definido como criterios de inclusión la edad de las mujeres embarazadas a partir de los 14 años. Como criterio de exclusión se han separado registros de gestantes fallecidas cuyo embarazo no llegó a término por causas diferentes a la preeclampsia en etapas tempranas. También se han excluido registros de los cuales no se pudo obtener información confiable, ya que se encontraban incompletos para las variables de análisis.
La muestra obtenida para el estudio ascendió a un total de 300 registros que incluyen mujeres que sí y no padecieron preeclampsia. Los registros de la población estudiada incluyeron las variables de edad, lugar de residencia, tipo de preeclampsia, tiempo de embarazo, antecedentes hipertensivos personales y familiares, índice de masa corporal, niveles de presión arterial, y niveles de componentes del perfil lipídico (colesterol total, HDL, LDL, y Triglicéridos).
La recolección de la información por parte del hospital Sagrado Corazón de Jesús se realizó mediante el control de rutina para pacientes embarazadas. Se les realizó el registro de identificación que incluye datos personales y sociales y para la obtención de datos de laboratorio se obtuvieron muestras de fluidos corporales y se les realizó test de lípidos (11). Todos los datos fueron registrados en el control del paciente y en la base de datos institucional, de donde se extrajeron para el presente estudio.
El cálculo del IMC (Índice de Masa Corporal) se debe realizar en la mujer gestante antes del embarazo (12), pero los datos con los que se cuenta muestran información de las embarazadas durante su embarazo, y la semana de la toma de este dato. Por este motivo se tuvo que considerar el peso en la edad gestacional (mes de embarazo) de la paciente, al momento de la consulta; a este valor se le restó el peso mensual que se debería haber adquirido por varios factores (placenta, líquido amniótico, masa mamaria y producto fetal) (13). Con este peso calculado se aplicó la fórmula estándar para determinar el IMC de las embarazadas.
Para las pruebas de análisis estadístico, se han utilizado datos exportados desde el sistema informático hospitalario hacia un documento de Excel. Posteriormente fueron importados hacia el software IBM SPSS Statistics 28, que permitió los análisis mediante las pruebas respectivas.
Se excluyeron datos atípicos de varios registros, de acuerdo con el proceso de exploración de datos previo al análisis estadístico. La exploración de datos se realizó con la herramienta de análisis de Descriptivos del SPSS. Además, se ejecutó el análisis de asimetría para comprender el comportamiento de datos atípicos en el perfil lipídico de las pacientes, y en consecuencia fueron excluidos datos que dentro del análisis valores estandarizados superan las 2,5 desviaciones estándar, en las cuatro variables del perfil lipídico.
Posteriormente se ha realizado las pruebas de normalidad de datos utilizando las herramientas Explorar y Gráficos de Histograma del SPSS. Y la prueba de Kolmogorov-Smirnov con corrección de Lilliefors, para determinar la normalidad de las variables del perfil lipídico, que se recomienda para conjuntos de datos de más de 50 muestras.
Se seleccionaron y comprobaron varios métodos estadísticos que permitieron analizar la incidencia. En el análisis de reconocimiento de diferencias significativas entre variables categóricas se usó la prueba de Chi cuadrado. Y para el establecer las diferencias que establece el padecimiento de Preeclampsia o no en el embarazo, con las variables que conforman el perfil lipídico, se usó la técnica U de Mann-Whitney, agrupada en las pruebas no paramétricas del SPSS (14,15).
La investigación se fundamentó en los principios éticos de la Declaración de Helsinki y su adendum de Taiwán 2016 (16). Para su cumplimiento se obtuvo el beneplácito firmado de los depositarios de la información, en este caso los directivos del Hospital Sagrado Corazón de Jesús. Además, se utilizaron técnicas de anonimización de datos con el fin de preservar la privacidad y el anonimato de las pacientes de las cuales se obtuvo la información. Dentro del proceso analítico se garantiza que todos los datos fueron manejados con estricta confidencialidad y se manipularon únicamente con fines investigativos. La base de datos fue borrada posterior a la finalización de la investigación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Variables Sociodemográficas
En la Tabla 1 se resume el análisis descriptivo de variables sociodemográficas de la muestra de mujeres embarazadas. Se puede apreciar que la mayoría de las pacientes de la población de estudio residen en el cantón Quevedo de la provincia de Los Ríos, y de su entorno, por ello los cantones en la zona de influencia presentan una importante población en el estudio: Buena Fe, Mocache y Valencia. Respecto al año de atención se establece un desbalance a favor del año 2021, en el cual se atendieron el 76,3% de pacientes de la población estudiada.
La edad de las pacientes se presenta en un rango de entre 14 y 47 años, con una media de 25,13 años y con un intervalo de confianza de x1=18,27 y x2=31,99 (desviación estándar = 6,861)
En el análisis descriptivo de las variables biomédicas que se encuentra que en el Gráfico 1 se ilustra la distribución entre mujeres con preeclampsia, y sin preeclampsia, además de la relación porcentual entre los tipos de patologías relacionadas con la preeclampsia que son parte de la población estudiada. El 35,33% corresponde a mujeres que han sufrido preeclampsia o patologías relacionadas con ésta, como son eclampsia y Síndrome de Hellp. El 64,67% corresponde a embarazadas que no han tenido trastornos hipertensivos en su estado gestacional. Las embarazadas que han sufrido trastornos hipertensivos, el 17,33% tuvo preeclamsia severa y 4 han alcanzado la magnitud de eclampsia y síndrome de Hellp.
En el análisis de los antecedentes personales y familiares (Tabla 2), se halló que, entre las preeclámpticas, al menos el 29,25% tuvieron antecedentes de preeclampsia y un 0,94% más ha presentado otros problemas hipertensivos. Adicionalmente se ha establecido que un 14,15% de mujeres preeclámpticas declararon tener familiares con problemas hipertensivos.
Los antecedentes personales analizados son Hipertensión Arterial (HTA) y Preeclampsia. En cambio, el único antevente familiar revisado corresponde a la presencia de Hipertensión Arterial (HTA).
Como se muestra en la Tabla 3, las mujeres embarazadas con sobrepeso o algún tipo de obesidad representan el 64,33%. Las personas con peso normal representan un 30,7%, y las mujeres con bajo peso el 5%.
En el análisis descriptivo de la presión arterial se determina la relación entre la presión arterial en mujeres preeclámpticas y no preeclámpticas. Hay una diferencia significativa, tanto en la fase de sístole como diástole, que deriva en un P-valor menor a 0,001.
En la Tabla 4 se puede revisar el análisis descriptivo de las variables que representan el perfil lipídico (Triglicéridos, Colesterol HDL, Colesterol LDL y Colesterol Total), se observó que prácticamente todos los valores promedio se hallan por sobre los considerados normales: Triglicéridos (<150-Normal; y entre 150-200 - Normal Alto), Colesterol HDL (>50 - Normal), Colesterol LDL (<100 - Normal; y entre 100-160 - Normal Alto), Colesterol Total (entre 125-200 - normal; y 200-240 Límite Alto). En la prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar la normalidad de las variables del perfil lipídico, se constata un p-valor inferior a 0,05 en todas ellas.
En el Gráfico 2 se ilustra el sesgo asimétrico de las variables del perfil lipídico, que corrobora las pruebas de normalidad de la Tabla 4, y que demuestran que las variables tienen una distribución no normal.
Asociación de Perfil Lipídico con padecimiento de preeclampsia
Los resultados obtenidos sugieren una significativa diferencia entre los niveles de colesterol total, colesterol HDL, colesterol LDL y triglicéridos, entre embarazadas que padecieron preeclampsia y las que no lo hicieron. Los resultados indican que en todas las variables involucradas se obtuvo un p-valor inferior a 0,5: para triglicéridos <,001; para colesterol HDL 0,421; para colesterol LDL 0,003; y para Colesterol Total <,001, como se puede observar en la Tabla 5. No obstante, es importante poner atención al p-valor del colesterol HDL que se analizará en la sección de discusión.
DISCUSION
Los resultados obtenidos coinciden con los obtenidos por Escobar et al., en su estudio realizado el año 2018 en los hospitales Isidro Ayora y San Francisco de Quito, donde establece diferencias significativas entre el colesterol total y triglicéridos en 146 embarazadas que padecieron y no preeclampsia (10). Y también coincide parcialmente con los resultados de un estudio similar realizado por Quijano, en el Hospital Santiago Apóstol de Perú, a una población de 134 embarazadas, excepto en el colesterol HDL donde no encuentra una diferencia significativa entre niveles en mujeres con preeclampsia y sin preeclampsia (17).
En otro estudio, desarrollado por Herrera et al., se estudia el comportamiento del perfil lipídico en mujeres que han sufrido el síndrome preeclámptico y se obtiene promedios similares en el colesterol total (120,9), colesterol LDL (130,8), pero no así para colesterol HDL (79) y triglicéridos (165,9) donde se presentan diferencias de 8 y 42 mg/dL aproximadamente con el presente estudio. No obstante, los resultados coinciden en la relación significativa entre los niveles de las variables que conforman el perfil lipídico y el padecimiento de preeclampsia (18).
Como debía esperarse, al tratarse la preeclampsia una patología cuyo diagnóstico clínico se realiza principalmente mediante niveles de presión arterial, existe una clara correlación entre los niveles de presión arterial diastólica y sistólica, y lo cual se puede corroboran con numerosos estudios, entre ellos los de Mounier-Vehier y Hurrell et al (19, 20).
Estos resultados pueden explicarse mediante el estudio de Socha et al., quién indica que “aunque el mecanismo es muy complejo y necesita más explicación, parece que los altos niveles de colesterol, urato y glucosa activan el inflamasoma NLRP3” (21). Éste ayuda en la defensa contra infecciones, pero también es un complejo crítico en la mediación de la respuesta inflamatoria, lo que lo hace crucial para el desarrollo de la hipertensión inducida por el embarazo y la preeclampsia (22).
Los valores obtenidos del análisis de normalidad del perfil lipídico demostraron tener una curva con tendencia asimétrica positiva, lo cual se podría explicar por la naturaleza de las variables que corresponden al perfil lipídico, que suelen tener un límite inferior no negativo y un límite superior bastante elástico y que podría estar condicionado especialmente por la dieta de las gestantes, que suele ser poco adecuada.
En el transcurso de la investigación se han encontrado dificultades diversas, pero las principales tienen relación con la ausencia de estudios de prevalencia, incidencia y otras características subyacentes a las condiciones hipertensivas de las embarazadas en Ecuador, lo cual abre un amplio espectro de posibilidades y necesidades respecto a investigaciones futuras.
Se pueden mencionar como limitante de la investigación la dispersión de la información, como consecuencia de múltiples fuentes y formatos que utiliza el Ministerio de Salud Pública del Ecuador. Esto acarrea un importante trabajo adicional a la investigación, y puede ser la causa de sesgos o errores indetectables como una mala toma de datos, un error de digitación en el registro o valores al azar para cumplir el procedimiento por parte del personal que registra los datos.
CONCLUSIONES
Existe una diferencia estadísticamente significativa en el perfil lipídico de mujeres con preeclampsia, versus mujeres que no padecen preeclampsia. Además, una elevada concentración de lípidos en la sangre se correlaciona con el riesgo de enfermedades hipertensivas en el embarazo, especialmente preeclampsia. Se evidenció que diversos estudios corroboran estos resultados, pero no son absolutamente coincidentes respecto a todas las variables del perfil lipídico