INTRODUCCIÓN
El constante accionar del hombre sobre el medio ambiente continúa ocasionando daños irreversibles al planeta y, consecuentemente, a la supervivencia de todas las formas de vida en él. La contaminación ambiental y la depredación de los recursos naturales forman parte de los grandes problemas del siglo XXI, contribuyendo al cambio climático, causado, principalmente, por el aumento de gases de efecto invernadero, resultado de actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y el uso de fertilizantes (1).
Entre los impactos negativos se encuentran el aumento de la temperatura global, la elevación del nivel del mar, la disminución de las capas de nieve y de hielo, cambios en las precipitaciones, afectación en los ecosistemas, riesgo de incendios, desertificación, entre otros. Estos cambios amenazan gravemente a los ecosistemas naturales, la calidad del agua, la productividad agrícola y forestal, con consecuencias sociales y económicas significativas. Es fundamental comprender estas causas y efectos para abordar eficazmente el cambio climático y proteger el medio ambiente (2).
En la búsqueda de soluciones para esta problemática y de herramientas que permitan reorientar la conciencia social hacia una cultura amigable con el entorno, la Educación Ambiental (EA) deviene en una de las opciones para formar a las nuevas generaciones en la sostenibilidad, a partir de su futuro rol como promotores del desarrollo; de ahí la importancia de conocer cómo se concibe y se lleva a cabo la misma en diferentes contextos y países, con el fin de poder sistematizar las mejores experiencias e incorporar nuevos modos de promover el necesario equilibrio del hombre con la naturaleza desde edades tempranas (3).
La EA se desarrolló con fuerza a partir de los años setenta, después de la Cumbre de la Tierra de 1972 (4). En el principio 19 de la Declaración de Estocolmo se reconoce la importancia de educar ambientalmente, con el propósito de generar opinión pública y conductas de responsabilidad en la protección y el mejoramiento del medio humano, como una condición indispensable para promover el desarrollo en todos sus aspectos. El contexto económico, social y político de los años setenta fue propicio para desarrollar una visión crítica, amplia y compleja de la EA. Como afirma Batres (5), se buscaba generar una alternativa de desarrollo, pues el modelo de crecimiento sin límites estaba agotado.
El concepto de EA ha ido evolucionando y, en la actualidad, se asumen la necesidad e importancia de la misma para alcanzar el Desarrollo Sostenible (DS) como vía para contribuir a la solución de la problemática ambiental. En 2002, en Johannesburgo, Sudáfrica, tuvo lugar el tercer congreso bajo el título Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, en el cual se abordó el papel de la EA en el logro del DS y el cambio social. Se estimuló a los gobiernos a desarrollar estrategias que promuevan acciones de cambio social, dedicando recursos financieros para mejorar su situación medioambiental y responder a las principales demandas del desarrollo sostenible (6, 7).
La relación entre la EA y el DS es fundamental para promover la conciencia y la acción en pro del cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad a largo plazo. La EA busca sensibilizar a las personas sobre la importancia de conservar los recursos naturales, reducir la contaminación y adoptar prácticas sostenibles. Por otro lado, el DS se enfoca en satisfacer las necesidades actuales sin comprometer las de generaciones futuras, abordando aspectos económicos, sociales y ambientales. Asimismo, el DS brinda un marco conceptual y práctico para integrar la EA en políticas, programas y acciones que buscan equilibrar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente y el bienestar social (8).
Por tanto, las instituciones educativas y los estudiantes son colaboradores principales para construir cambios, ya que el aula es la segunda casa de formación, donde se puede promover la sensibilización y enseñanza con temas ambientales, en tanto, los docentes deben contribuir con instrumentos y acciones propicias, para encaminar al verdadero cambio de actitudes que se requiere en la actualidad, con la responsabilidad de preparar estudiantes competitivos y comprometidos con una educación de calidad (9). En esa misma línea, se debe trabajar para lograr la ansiada sostenibilidad medioambiental, que debe ser abordada por los diferentes actores e instituciones, para ello, son fundamentales los mecanismos utilizados en el proceso de enseñanza y concientización, para que en un futuro la prácticas ambientales sean un hábito (10).
A nivel de Latinoamérica, existen planes y políticas educativas para la adecuada formación en EA, que inicia desde la educación inicial hasta el nivel universitario (11). Por ejemplo, en el Perú, se tiene el respaldo del Plan Nacional sobre Educación Ambiental (PLANEA) y la Política Nacional sobre Educación Ambiental (PNEA), cuyo objetivo radica en generar impacto a través de adecuados comportamientos ambientales, donde la misma sociedad sea protagonista con las diversas prácticas medioambientales (12).
La EA ha sido objeto de investigación y análisis en diversos estudios, y se ha enfatizado en su importancia como herramienta para abordar la crisis ambiental actual, promoviendo la interacción entre el ser humano, el ambiente y el territorio (13-15). Sin embargo, en este contexto, se plantean interrogantes: ¿cuáles son los objetivos de la EA en la actualidad?, ¿cómo contribuye a la formación de valores éticos, ciudadanos y de compromiso con el cuidado del medio ambiente?, ¿se enfoca la EA al logro del DS?
Teniendo en cuenta lo antes expuesto, el propósito del presente artículo de revisión sistémica es describir el estado de las investigaciones sobre la Educación Ambiental en instituciones educativas a nivel global y las propuestas para lograr un aprendizaje significativo, responsable y comprometido con la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
METODOLOGÍA
Se desarrolla una investigación de revisión sistemática cualitativa. Se presenta la información de manera descriptiva, relacionada con el estado de investigaciones sobre EA, las cuales dieron lugar a esquematizar la información encontrada sobre artículos científicos indexados, permitiendo analizar los resultados de manera reflexiva. Para sistematizar la información se seleccionaron artículos publicados desde el 2015 al 2023 en español e inglés, en la base de datos Scopus, con un total de 225 artículos encontrados.
Se selecciona Scopus por ser una base de datos amplia y reconocida que abarca una variedad de revistas científicas y académicas internacionales, que garantiza acceder a una amplia gama de fuentes de alta calidad y relevancia por la diversidad de enfoques y perspectivas en EA a nivel global. Además, Scopus ofrece la posibilidad de acceder a estudios y tendencias actuales sobre el tema en diferentes contextos y regiones del mundo, lo que enriquece el análisis y la discusión en un artículo de revisión que busca abordar la EA a nivel internacional. Al centrarse en Scopus, se asegura la fiabilidad y actualidad de las referencias utilizadas, lo que contribuye a la solidez y credibilidad del trabajo académico.
Como parte de la estrategia de búsqueda se usaron los siguientes descriptores:
"Objectives of Environmental Education" OR "Objetivos de la Educación Ambiental" NOT review
("Citizen Formation" OR "Formación del Ciudadano") AND ("Ethical Values" OR "Valores Éticos") AND ("Environmental Commitment" OR "Compromiso con el Medio Ambiente") NOT review
("Environmental Education Focus" OR "Enfoque de la Educación Ambiental") AND ("Sustainable Development Goals" OR "Objetivos de Desarrollo Sostenible") NOT review
Se usaron filtros para restringir la búsqueda a los años comprendidos entre 2015 y 2023.
Se excluyeron aquellos que no alcanzaron los criterios requeridos de inclusión: artículos de investigación, investigaciones en instituciones educativas y artículos de acceso abierto. Así mismo, se excluyeron: artículos teóricos y duplicados. Después de la evaluación y selección, utilizando los criterios de elegibilidad, se incluyeron 19 artículos, como se muestra en la Figura 1.
Se examinaron los resúmenes y el contenido de los textos, se analizaron las investigaciones, elaborándose matrices de análisis. Los indicadores fueron: año, país, autores e ideas centrales del contenido. Se pasó a la observación del documento, construyéndose otras matrices a partir de la identificación de conceptos, aportes, estrategias y enseñanzas. Se identificaron y relacionaron las contribuciones de cada estudio; respetándose en todo momento la integridad científica y los derechos de autor de los textos seleccionados.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
A continuación, se detallan las investigaciones que se realizaron en el campo de la educación ambiental en el período 2015-2023 como producto de la revisión sistemática de la literatura científica incluida en el estudio.
En la Tabla 1 se muestra la distribución de autores por región geográfica, incluyendo la cantidad de autores por año y país en cada región. Esta disposición facilita una visualización clara y organizada de la producción académica en diversas áreas geográficas. Se destaca que, de los 19 artículos revisados, Europa y América contribuyen con 9 y 6 respectivamente, resaltando su relevancia en la investigación académica sobre el tema abordado.
Para lograr organización, claridad, síntesis de los datos relevantes y contribuir a la comparación y el análisis de cada estudio, la Tabla 2 proporciona una presentación estructurada y ordenada de la información esencial, permitiendo una visión general y una comparación directa entre los diferentes estudios revisados, lo que ayuda a resaltar similitudes, diferencias y tendencias en los resultados obtenidos, contribuyendo así a un análisis más profundo y significativo.
Se observa una concentración significativa de artículos recientes, con la mayoría (4 de 19) publicados en el año 2023. Esto sugiere que la investigación en este campo está en constante evolución y que existe un interés actual y relevante en el tema abordado. La presencia de 8 artículos del año 2020 indica que este fue particularmente productivo en términos de publicaciones sobre el tema en cuestión, lo que puede reflejar un aumento de interés y actividad investigativa en ese período específico. La distribución desigual de los años de publicación, con solo 1 artículo de los años 2015, 2016 y 2021, y una mayor presencia en los años 2020, 2022 y 2023, sugiere posibles fluctuaciones en la atención y el enfoque de la investigación a lo largo del tiempo.
De los estudios revisados, 10 son de tipo cualitativo y 9 cuantitativo. En términos generales, el 100% de los artículos resaltan la importancia de implementar políticas a nivel global, nacional y en instituciones educativas para promover la conciencia ambiental y la responsabilidad hacia la protección del medio ambiente. Además, el 78,00% de los estudios considera crucial la implementación de estrategias que fomenten los valores y el compromiso ciudadano, mientras que el 57,89% explícitamente vincula la Educación Ambiental con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Específicamente, se observa un énfasis en esta relación en los artículos provenientes de Europa, con especial atención en Alemania, así como en América, con destacada presencia de Estados Unidos, Canadá, Colombia y Brasil, y en regiones como Australia e Israel en Asia.
En la revisión de los artículos se comprueba que, independientemente de los años en los que se realizaron los estudios, diversos autores consideran que el diseño curricular que incorpora la EA es fundamental para garantizar la integridad ambiental, al promover un compromiso ciudadano activo y consciente (Figura 1). Al contextualizar este diseño, se logra fomentar valores sólidos y cultivar un pensamiento crítico en los estudiantes, preparándolos para enfrentar los desafíos ambientales actuales. Esta integración no solo contribuye a la transformación social, sino que también impulsa el desarrollo de competencias clave, necesarias para abordar de manera efectiva las complejidades ambientales y promover un futuro sostenible (16, 21, 23-27, 29, 32-34).
En el ámbito global, se describen acciones de EA que desempeñan un papel fundamental en la promoción de la paz ambiental alineada con los ODS Figura 3. Algunos estudios plantean, además, la importancia de lograr la EA a través de la implementación de políticas públicas efectivas y el fomento de la conservación de la naturaleza, estableciendo un marco integral que, contribuye a garantizar la armonía entre el ser humano y su entorno, impulsando así un futuro sostenible para las generaciones venideras y mejorando la calidad de vida de los seres humanos. La integración de las comunidades en iniciativas educativas fomenta la concienciación y la participación activa, contribuyendo a establecer un camino sólido hacia un futuro sostenible y armonioso para el planeta (17-20, 22, 26-28, 30-31, 34).
En los artículos se refiere que los valores son la base ética sobre la cual se construye la conciencia ambiental, por lo que se evidencia la necesidad de fomentar el respeto, la responsabilidad y la solidaridad hacia el medio ambiente para promover comportamientos sostenibles y una relación armoniosa con la naturaleza. Estos resultados se corresponden con los presentados por Gonzáles y Tojas (35), quienes consideran que las relaciones que establecen los hombres entre sí y con la naturaleza, necesitan de un profundo sentido y sustento axiológico y de una ética ambiental, de lo que se deriva una normativa, que los diferentes Estados han promovido como Derecho Ambiental, el cual defiende el desarrollo sostenible y la sostenibilidad de los procesos socioeconómicos y ambientales actuales. Así mismo, Eduarte y Zambrano (36), presentan una experiencia desde un enfoque de la educación creativa para la práctica de valores ambientales orientados a la concientización de los educandos sobre el cuidado y protección del entorno.
Los estudios revisados revelan consistentemente una relación positiva entre la alfabetización ambiental y la conciencia ambiental en los estudiantes, lo que coincide con el criterio de diversos autores, como Svobodová (37), Acosta et al. (38) y Ramos y Leao (39), cuando plantean que la implementación de programas de aprendizaje basado en proyectos, la participación en actividades al aire libre, y la inclusión de actividades extracurriculares y programas integrales de alfabetización ambiental en las escuelas pueden fomentar la conciencia ambiental y empoderar a los estudiantes y demás miembros de una comunidad educativa como agentes de cambio hacia la sostenibilidad.
El análisis de los artículos revisados, permite comprobar que el cuidado del medio ambiente es el núcleo de la educación ambiental. Fomentar la empatía, la conexión con la naturaleza y la comprensión de la interdependencia entre los seres humanos y el entorno es esencial para inspirar acciones de conservación y preservación. Desde esta óptica Velásquez et al. (40), consideran las problemáticas ambientales generadas por las irracionalidades humanas, lo que requiere que las generaciones se comprometan con el cuidado de los recursos naturales y de la casa común que es la Tierra. Por ello, uno de los grandes aprendizajes que dejó la pandemia del COVID 19, es, cómo a través de los escenarios educativos se puede fomentar la responsabilidad social en cuanto al cuidado de la Tierra y de los recursos naturales, todo mediante el fortalecimiento de la educación ambiental, como camino para construir cultura y conciencia de cuidado ante la necesidad inminente de preservar el medio ambiente.
Integrar el desarrollo sostenible en la educación ambiental promueve la equidad, la eficiencia y la resiliencia en la gestión de los recursos naturales, la revisión de las fuentes incluidas en el presente estudio, consideran que las políticas ambientales son instrumentos clave para la protección del medio ambiente a nivel gubernamental y comunitario. Lo que concuerda con otros autores, como Chávez (41), que consideran los ODS como las propuestas planteadas a fin de erradicar las principales problemáticas sociales, económicas, políticas y ambientales en el mundo y de plantean estrategias viables para el desarrollo de cada país; algunos de estos objetivos van ligados con la EA porque su función específica va proyectada hacia el cuidado medioambiental para garantizar una vida próspera.
Por su parte, Nay-Valero y Frebes (42), plantean que es necesario rescatar la conciencia de que la EA contribuye a la sostenibilidad, pues promueve el cuidado del sistema natural, por lo que es importante intervenir y reflexionar sobre el impacto actual y a futuro e identificar las estrategias y acciones a diseñar en los espacios educativos, al ser fuente de conocimientos y sobre todo de la formación del ser humano. Coincidiendo con estos criterios, el Ministerio de Medio Ambiente de Chile (43) considera que la EA no debe trabajarse solamente desde el conocimiento de las temáticas ambientales y la sensibilización, sino especialmente, desde la formación axiológica que permita una transformación de la sociedad en su conjunto.
CONCLUSIÓN
Se destaca una concentración significativa de artículos recientes, la mayoría publicados en 2023, indicando una evolución constante en la investigación del tema. El año 2020 fue especialmente productivo. La distribución desigual de años sugiere cambios en el enfoque investigativo. Se observa que los estudios enfatizan la necesidad de políticas ambientales a nivel global, nacional y educativo, se resalta la importancia de estrategias para promover valores y compromiso ciudadano, así como la relación de la EA con los ODS, especialmente los artículos procedentes de Europa, América, Australia y Asia.
Se evidencia la importancia de integrar la Educación Ambiental de manera transversal en el currículo educativo para formar individuos conscientes, comprometidos y capacitados que contribuyan activamente a la sostenibilidad ambiental y al cuidado del planeta.
El análisis realizado, permite determinar que, la formación de valores, la participación ciudadana, el cuidado del entorno, la promoción del desarrollo sostenible y la influencia en las políticas ambientales son pilares en la EA, contribuyendo así a la construcción de una sociedad más consciente, comprometida y responsable con el medio ambiente.