INTRODUCCIÓN
El proyecto de vida es un proceso dinámico que se construye a lo largo del tiempo y que implica la reflexión sobre los propios intereses, valores y metas. En el caso de los adolescentes vulnerables, el proyecto de vida puede ser un factor clave para el éxito escolar, ya que les proporciona un sentido de propósito y motivación para el estudio. Los adolescentes que tienen un proyecto de vida claro y realista suelen tener un mejor rendimiento escolar, ya que están más motivados para aprender y alcanzar sus objetivos. Además, el proyecto de vida puede ayudar a los adolescentes a superar las adversidades y a tomar decisiones acertadas sobre su futuro (Alzate et al., 2019). Por lo tanto, es importante brindarles los medios para desarrollar su proyecto de vida, esto puede hacerse a través de programas educativos, de orientación vocacional y de formación profesional.
Para Werner y Smith (1992) solo un tercio de los niños que se desarrollan en ambientes donde son sometidos a eventos estresantes y que tiene pocas oportunidades logran adaptarse y convertirse en adultos con vidas funcionales. Indudablemente, durante la adolescencia, los cambios físicos y emocionales convierten a esta etapa en un período crítico que requiere la adaptación del individuo, es así como el fortalecimiento de las conductas protectoras es crucial para el desarrollo, como etapa decisiva del aprendizaje y asimilación del estilo de vida, los adolescentes generan tendencias conductuales adquiridas en la niñez, además de las nuevas conductas que son desarrolladas en la interacción con el entorno social (Pacheco et al., 2017).
En este sentido, para Iglesias (2016) es en el ámbito familiar donde se fundamentan los roles, funciones y valores, al proporcionar protección, estabilidad emocional e incluso a nivel cognitivo. De igual forma, la convivencia familiar está influenciada por dos factores de importancia: la afectividad y comunicación, si estos elementos son vinculados a una dinámica familiar nociva afectan los deseos de realización personal, autonomía del individuo y la asignación de roles, principalmente en la adolescencia (Arce, 1995), desmejorando su rendimiento académico e incluso incidiendo sobre la deserción escolar (De la Cruz, 2021). Es común que, los adolescentes vulnerables, no tengan claras las expectativas sobre su futuro a corto y mediano plazo, y sólo se encargan de vivir el día sin brindarle importancia al mañana sin tener un proyecto de vida definido que les ayude a trazar y cumplir las metas de mejora personal y académica, con el fin de alcanzar su autorrealización (Grotberg, 1997).
Asimismo, se entiende como proyecto de vida al proceso que da forma tanto a las expectativas de vida como a las estrategias para lograr estos objetivos en un contexto social. Para D'Angelo (2003) el proyecto de vida representa la relación de una persona consigo misma y con el contexto social al que pertenece, identificando oportunidades para alcanzar estas aspiraciones. Igualmente, desarrollar un proyecto de vida, busca reconocer la capacidad de establecer metas, aplicar rutinas diarias y personales, aumentar los aspectos de resiliencia y acciones relacionadas con la formación laboral y preparación para los logros, enfocándose en el perfeccionamiento de habilidades relacionados con la convivencia, la inclusión y la construcción de nuevas posibilidades (Alva, 2016).
En este sentido, para Torres y Gallardo (2020) se pueden distinguir dos tipos de jóvenes, los que se involucran en el ámbito escolar, en un entorno social y familiar integrado, y los que se encuentran fuera del sistema educativo, pasando la mayor parte de su tiempo en centros especializados o en la calle, lo cual atenta contra su desarrollo como individuo y la interacción que puedan tener como ciudadanos dentro de una sociedad con reglas establecidas. Estos últimos son los más propensos al consumo de drogas y la delincuencia. Asimismo, al estar fuera del ámbito familiar, los adolescentes se encuentran en situaciones angustiosas, violentas o de abandono, siendo en algunos casos ingresados en instituciones u organismos gubernamentales para ser tratados como víctimas, convirtiendo este acogimiento en el proceso de formación personal y social de mayor importancia para la transformación personal del individuo.
Sobre la base de las consideraciones anteriores, todos los aspectos negativos mencionados afectan el desarrollo psicológico y personal de los adolescentes, lo que les impide definir metas futuras y les dificulta asumir compromisos a largo plazo en diferentes áreas del ciclo vital. Para Carcelén y Martínez (2008) en un proyecto de vida las metas mejor definidas son las orientadas al perfeccionamiento de capacidades que tienen que ver con la necesidad de generar relaciones, no obstante, tiende a una menor autonomía en la toma de decisiones y realización personal. Además, el perfeccionamiento de capacidades posee una estrecha relación con el aprendizaje como un medio para alcanzar las aspiraciones futuras, al adquirir conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas para satisfacer plenamente sus necesidades básicas de autorrealización.
En este sentido, como prevención en todos los estudiantes el rol docente ocupa un sitio vital de importancia dentro del fortalecimiento del Proyecto de vida, fundamentalmente en estudiantes que se hallan ante situaciones de vulnerabilidad, y que por lo general, son propensos a despertar el malestar social en su comunidad al verse envueltos en vandalismo y la delincuencia. Además, dentro de las instituciones educativas los factores socioemocionales son determinantes en el desapego de las labores escolares en los adolescentes, siendo la elaboración de proyectos de vida una estrategia ideal si se adapta eficazmente a la realidad contextual en el punto de partida para la autorrealización.
Ante esta problemática, se plantea la siguiente interrogante ¿De qué manera influye trazar un proyecto de vida en el rendimiento escolar de los estudiantes? Con este propósito, se planteó como objetivo de esta investigación analizar la influencia del proyecto de vida como estrategia para el mejoramiento del rendimiento académico en estudiantes. La importancia del estudio se basa en conocer los aspectos considerados en los proyectos de vida, que permitan un adecuado desarrollo personal y alcanzar la autosuperación, como herramienta principal del estudiante en su proceso de aprendizaje. Asimismo, se plantea la importancia como estrategia para el docente siendo parte de los recursos a los cuales disponer para un desempeño propicio de sus funciones.
METODOLOGÍA
Para esta investigación se ejecutó una revisión sistemática de estudios referentes a las variables “proyecto de vida” y “rendimiento escolar en adolescentes”. Se realizó la búsqueda de publicaciones entre los años 2018 hasta el 2023, en las bases de datos Scielo, Web of science, y Scopus. Así mismo, se amplió la búsqueda con las combinaciones de las palabras claves antes mencionadas y el uso de operadores booleanos OR y AND, en español e inglés (ecuación: “proyecto de vida” + “rendimiento escolar OR rendimiento académico AND adolescentes”; “life project" + "school performance OR academic performance”).
Se identificaron 48 publicaciones en las bases de datos consultadas; descartándose 4 estudios por duplicidad, 12 por estar fuera del rango de fecha establecida y 6 estar redactados en otros idiomas distintos al español e inglés, seleccionándose 36 registros para ser evaluados como posibles elegibles al análisis, eliminándose 24 por no cumplir con la idoneidad establecida en los criterios de exclusión al no tener relación con el tema estudiado, incluyéndose para el análisis 11 registros (ver Figura 1).
Para la inserción de los trabajos de investigación se tomaron en cuenta los criterios: relación entre las variables del estudio y las investigaciones encontradas; intervalo de publicación desde el 2018 al 2023, con acceso abierto, con resúmenes, desarrollo y conclusiones, que se encontraran dentro del contexto proyecto de vida en educación secundaria de adolescentes (ver Tabla 1).
Como criterio de exclusión se desestimaron las publicaciones en otros idiomas que no fueran inglés o español, los registros duplicados en varias bases de datos y los que no tuvieran relación con el tema estudiado o no hicieran aportes a esta investigación.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
El proyecto de vida es una herramienta que ayuda a los estudiantes a definir sus objetivos y metas en el tiempo escogido por el individuo, ya sea a corto, mediano o largo plazo. Al tener un propósito claro, los estudiantes se sienten más motivados a esforzarse en sus estudios y a alcanzar las metas establecidas. En la infancia y posteriormente en la adolescencia, una persona muestra cambios en el comportamiento, el pensamiento y las relaciones interpersonales, lo que planear un proyecto de vida puede aumentar la motivación, mejorar la concentración y facilitar la toma de decisiones (Morán, 2018). En este sentido, durante la adolescencia se producen cambios y crisis, muchas veces propios de la edad, siendo el momento en el que las relaciones con la familia y el entorno juegan un papel importante en la configuración de su personalidad, y por tanto en su mejora personal. Además, las dificultades económicas y sociales pueden retrasar o incluso impedir un desarrollo escolar óptimo y pleno.
En efecto, la adolescencia es un período importante en la vida y existen una serie de factores que influyen en la formación de hábitos, tanto a nivel social como emocional, incluido el contexto y el entorno en el que se desarrollan. Son evidentes las amenazas que enfrentan los niños, niñas y adolescentes en la actualidad siendo cada vez más notorias, es por eso que el impulso adecuado de la resiliencia ayuda a prevenir o combatir estas amenazas (Pérez et al., 2022). Lo anterior es debido a algunos problemas psicosociales que enfrentan los adolescentes como la deserción escolar, las drogas, el alcohol, el abuso, entre otros, que pueden generar las principales desmotivaciones en búsqueda de la superación.
Asimismo, son varios los impedimentos que enfrentan los adolescentes al elaborar sus proyectos de vida, para Garcés et al., (2020) las precarias condiciones económicas de las familias y/o las influencias negativas de estas, las expectativas académicas limitadas, así como un porvenir difuso profesional, escasas metas u objetivos autoimpuestos y, poco razonamiento en la toma de decisiones, conducta social conflictiva, son algunos de los factores a superar. Por esto, además de la preparación académica, es importante trabajar la creación de sus proyectos de vida creando metas a corto, mediano y largo plazo, que ayuden a mejorar el rendimiento escolar.
De igual manera, Santana et al., (2018) señalan que todo el proceso de construcción del proyecto personal de vida depende de la forma de procesar cognitivamente la información, influenciado por las capacidades socioemocionales existentes y el contexto social de los adolescentes. En ese sentido, las familias creen firmemente en la continuidad de los estudios como forma de escape de los procesos de exclusión y marginalidad, esperando el apoyo constante de la institución escolar, y que se les brinde la posibilidad de modelos socioeducativos para la creación del proyecto vital de los adolescentes. Adicionalmente, las implicaciones para la práctica educativa recaen en la creación de servicios de orientación en coordinación conjunta con los agentes educativos, diseñando programas de atención y apoyo con la intención de prevenir conductas conflictivas, capacitar a los adolescentes con estrategias para afrontar las múltiples situaciones de riesgo en las que se ven inmersos y ofrecer pautas educativas adecuadas para su acompañamiento (Alzate et al., 2019).
Según Díaz et al., (2020) como aspectos determinantes en la elaboración de un proyecto de vida son necesarios los programas de apoyo y capacitación al personal docente para adquirir conocimientos que les permitan ayudar a los adolescentes a estructurar sus proyectos de vida. Las escuelas deben tomar acciones que permitan a los miembros de la comunidad proponer acuerdos que ayuden a los jóvenes a iniciar los procesos asertivos de construcción de sus proyectos de vida, permitiéndoles evaluarse a sí mismos, ser personas con determinación. a pesar de que existan condiciones adversas que los limiten. Desde todos los puntos de vista, el papel de la escuela en la formación de los alumnos es fundamental, ya que no solo imparte contenidos, sino que ayuda a educar a las personas sobre la vida en sociedad, por lo que las estrategias que se utilizan para lograrlo son cruciales.
De igual forma, para Betancourth et al., (2019) el valor del proyecto de vida es significativo, ya que permite a los estudiantes establecer metas a partir de sus realidades y aumentar su rendimiento escolar al crear una estructura en el individuo sobre su propio aprendizaje. Asimismo, actúa sobre factores protectores, moldeando conductas saludables que previenen o reducen las probabilidades de presentar eventos no deseados que afecten la salud mental. Los factores protectores son las redes de apoyo que ofrecen familia, amigos, grupo o comunidad, que favorecen el desarrollo humano, mantener o recuperar el bienestar mental y contrarrestar los efectos de las conductas de riesgo, reduciendo de esta manera la vulnerabilidad en los adolescentes, ampliando las posibilidades de éxito escolar.
Sin embargo, es importante reconocer y fortalecer las redes de apoyo familiares, o reemplazarlas si no están presentes por centros donde sea imprescindible empoderar al individuo y destacar sus habilidades, brindándoles herramientas para alcanzar las metas académicas, identificando su realidad social específica, en búsqueda de su mejora integral con el empleo de sus propios recursos personales y las posibilidades que les ofrece el contexto. En este sentido, Jara y Echeverria (2020) afirman que es necesario retroalimentar el autoconcepto promoviendo la aplicación de un proyecto de vida, siendo común en adolescentes institucionalizados no tengan claro que desean hacer en su futuro profesional, eligiendo con base en las expectativas de otros como la familia, trabajadores sociales, docentes o responsables, corriendo el riesgo de tomar decisiones con base en experiencias ajenas, perdiendo la elección directa de su propio destino (Carcelén y Martínez, 2008; Duarte et al., 2016; Díaz et al., 2020).
Para Erazo et al., (2022) la elaboración adecuada de un proyecto de vida involucra a todos los actores dentro del microsistema y macrosistema, es decir, la participación colaborativa e interactiva de la familia, docentes y directivos de las instituciones educativas siguiendo una misma visión y objetivos. Para los autores, los jóvenes que residen en zonas rurales están predispuestos a considerar otras posibilidades fuera de ese ámbito, tentados a construir un proyecto de vida diferente al establecido, por el contrario, en la mayoría de los casos, se observa en los adolescentes posiciones contradictorias al respecto, convergiendo los aspectos familiar e individual.
Lo anterior se debe a la incapacidad de identificar y articular los recursos personales disponibles, así como también los socioafectivos, comunitarios y materiales a favor de su proyecto de vida para el mejoramiento del aspecto escolar. Por lo anterior, es de vital importancia que los docentes y demás factores de la comunidad educativa establezcan estrategias en función de consolidar los proyectos de vida en los adolescentes, sobre todo para el rendimiento académico, evitando la deserción escolar para ingresar en el campo laboral. Por esta razón, el contenido del currículo de la educación secundaria también debe ser parte integral para ayudar a los jóvenes a conocerse a sí mismos, conocer la sociedad y definir su proyecto de vida (Díaz y Rendos, (2019).
Con respecto a la importancia del desarrollo integral del adolescente Contreras (2018) destaca el principio de autonomía progresiva, que posibilita niños, niñas y adolescentes, a decidir sobre su futuro según la evolución de sus facultades, su edad y madurez, alcanzando progresivamente el grado máximo de autodeterminación. Para el autor, lo anterior favorece el crecimiento personal del individuo y lo prepara para las eventualidades que puedan acontecer positiva o negativamente en el presente y que sin lugar a duda pueden determinar su futuro académico, logrando así las metas que sean establecidas.
CONCLUSIÓN
Las investigaciones analizadas coinciden en afirmar que la adolescencia se caracteriza por ser una etapa de decisión vocacional diversa, debido a la confluencia de factores que intervienen en la formación de metas tanto educativas como laborales. En este sentido, los lineamientos que se planteen en el ámbito educativo deben estar orientados a brindar acompañamiento y orientación psicológica, así como fomentar políticas escolares en cada centro educativo acordes a la realidad individual del adolescente. Además, los estudiantes suponen en sus docentes una guía, además de la familia, que les ayude a superar los obstáculos que dificulten tomar una buena decisión con respecto a su plan de vida, pero sobre todo la culminación con éxito de los estudios escolares.
Por lo tanto, se debe proporcionar a los adolescentes de información sobre como potenciar las variables internas (aptitudes, habilidades y capacidades individuales) y las externas (realidades en el aspecto laboral, alternativas profesionales existente, entre otras) y con esto mejorar su rendimiento escolar para ampliar sus posibilidades de optimizar progresivamente el ámbito personal. De esta manera, es fundamental el respaldo de la familia o responsables en la adquisición de mejores niveles de aspiraciones de estudios superiores. No obstante, las instituciones educativas por lo general refuerzan las aspiraciones vocacionales de manera discordante con la realidad socioeconómica del estudiante, por este motivo, se plantea en las investigaciones consultadas establecer la importancia del rol informativo de los agentes involucrados en el proceso de formación vocacional en pro de facilitar el establecimiento de aspiraciones realistas sobre su futuro educativo y laboral de los estudiantes.
Para finalizar, este estudio demuestra la utilidad de la creación de un plan de vida en estudiantes para el mejoramiento del aspecto académico como parte de su orientación vocacional, en tanto, se contemple la integración de estrategias de intervención que tomen en cuenta los factores internos y externos implicados en el ciclo de vida del individuo, siendo una herramienta valiosa que los ayuda a alcanzar sus metas académicas y personales.















