INTRODUCCIÓN

La enseñanza de valores éticos constituye uno de los pilares fundamentales para la construcción de sociedades más justas, equitativas y solidarias. En el contexto latinoamericano, caracterizado por su diversidad cultural y por desafíos persistentes en el ámbito educativo, la formación en valores adquiere especial relevancia. A pesar de los avances en políticas educativas, persiste una brecha significativa entre el desarrollo cognitivo y el desarrollo ético de los estudiantes, lo que refleja una débil institucionalización de la educación en valores dentro de los sistemas escolares.

Desde un enfoque pedagógico, las metodologías activas han emergido como estrategias efectivas para promover una educación basada en la participación, el diálogo y la reflexión. Estas metodologías facilitan el desarrollo de valores éticos al involucrar activamente al estudiante en su proceso de aprendizaje (^{Jiménez-Hernández et al., 2020}). Sin embargo, muchos docentes aún carecen del conocimiento necesario para integrar estos enfoques en su práctica cotidiana, lo que compromete la calidad del aprendizaje ético en la educación básica media (^{Sánchez, 2018}).

A nivel institucional, la ausencia de un enfoque ético bien consolidado repercute directamente en el comportamiento estudiantil. La falta de comprensión sobre el significado de los valores y su aplicación en la vida diaria puede traducirse en comportamientos problemáticos como el acoso escolar, la indisciplina o la violencia en el aula (Chávez et al., 2016). Por ello, el rol del docente como guía y modelo ético es crucial: debe actuar con responsabilidad, respeto y coherencia, transmitiendo estos valores mediante sus palabras y acciones (^{Izarra, 2019}; ^{Carrillo Velarde, 2020}).

Es preocupante observar que, en muchos modelos educativos actuales, el desarrollo ético ha sido desplazado por un énfasis en la formación técnica y profesional, minimizando la importancia de los valores humanos en la formación integral del estudiante (Ruiz, 2017). En este sentido, los docentes no solo tienen la responsabilidad de enseñar contenidos académicos, sino también de generar un ambiente de confianza y compromiso que fomente la reflexión ética desde edades tempranas (^{Casadiego-Duque et al., 2020}).

Los valores éticos son guías esenciales de conducta, definidos como creencias que orientan el comportamiento hacia fines deseables y socialmente aceptados (^{Schwartz y Blisky, 1987}). Cuando son promovidos desde la infancia, contribuyen a la formación de ciudadanos capaces de convivir armónicamente y de tomar decisiones responsables. Por ello, la inclusión de la ética en los procesos de enseñanza-aprendizaje debe articularse con métodos innovadores y significativos que conecten con la realidad del estudiante y su entorno social (Ramos y López, 2019).

La presente revisión surge de la necesidad de comprender cómo se ha abordado la enseñanza de valores éticos en estudiantes de educación básica media en Latinoamérica en los últimos años. Se parte de la pregunta: ¿Cuáles son los artículos científicos que explican la importancia de la enseñanza de valores éticos en estudiantes de educación básica media de Latinoamérica del año 2021 al 2023?

Por lo tanto, se establece como objetivo identificar las mejores evidencias disponibles que expliquen la enseñanza de valores éticos en estudiantes de educación básica media en Latinoamérica, en el periodo 2021-2023. Esta revisión permitirá visibilizar avances, desafíos y enfoques metodológicos empleados en la región, aportando insumos valiosos para fortalecer las prácticas pedagógicas y promover una educación más ética, inclusiva y transformadora.

METODOLOGÍA

Este estudio se rigió por el enfoque metodológico de la revisión sistemática, cuyo objetivo fue identificar evidencias relevantes sobre la enseñanza de valores éticos en estudiantes de educación básica media en Latinoamérica. Esta revisión se desarrolló bajo un enfoque cualitativo, con un razonamiento inductivo, lo que permitió analizar los hallazgos desde las perspectivas de los autores, identificando patrones comunes y reflexiones emergentes.

La ecuación de búsqueda se construyó considerando los descriptores más relevantes relacionados con la temática de estudio, combinados mediante operadores booleanos para refinar los resultados y asegurar la pertinencia de los documentos recuperados. Se utilizaron términos clave en español, ajustados a las bases de datos seleccionadas, dado que el objetivo de la revisión se centró exclusivamente en estudios publicados en lengua española.

Las palabras clave empleadas fueron: “educación basada en valores”, “ética y educación”, “ética y valores”, “metodología y ética”. Estas se combinaron mediante los operadores booleanos AND y OR, generando la siguiente estructura base de búsqueda:

(“educación basada en valores” OR “ética y educación” OR “ética y valores”) AND (“metodología” OR “docentes” OR “estudiantes” OR “educación básica media”)

Esta ecuación fue adaptada en cada una de las plataformas de búsqueda -como Google Académico, SciELO, Dialnet, Redalyc y MyLoft- respetando las opciones avanzadas de filtrado propias de cada motor de búsqueda. Además, se aplicaron filtros por idioma (español), tipo de documento (artículos científicos y de revisión), y rango de años de publicación (2021 a 2023), lo que permitió acotar los resultados a estudios actualizados y pertinentes para los fines de la revisión.

Para la selección de los estudios, primero se descartaron aquellos documentos que no se encontraban disponibles en texto completo. Posteriormente, se analizaron los artículos seleccionados con base en criterios de relevancia temática y rigor académico. De un total de 55 registros identificados, se descartaron 20 por no presentar un resumen claro o por tratar temas tangenciales. De los 35 artículos restantes, se seleccionaron finalmente 10 estudios que cumplían con todos los criterios de inclusión, tales como pertinencia al tema, accesibilidad, claridad metodológica y contribución al objetivo de la revisión como se evidencia en la Figura 1.

Figura 1. Diagrama de flujo de los resultados de búsqueda aplicando Prisma. 

Las revistas de donde provienen los artículos seleccionados incluyen publicaciones indexadas en SciELO y Redalyc, con estudios provenientes de países como Ecuador, México, Venezuela, Perú y España, aunque se priorizó la literatura de contexto latinoamericano.

DESARROLLO Y DISCUSIÓN

La Tabla 1 presenta una sistematización de estudios relevantes que abordan la relación entre ética, valores y educación en distintos contextos y niveles formativos. Esta revisión permite identificar enfoques teóricos y metodológicos diversos, así como los principales aportes que cada investigación ofrece al fortalecimiento de la formación ética y la promoción de valores en los procesos educativos. La selección incluye investigaciones realizadas en países de América Latina y Europa, lo que aporta una perspectiva comparativa y enriquecedora sobre los desafíos y estrategias vinculadas a la educación en valores.

Tabla 1. Sistematización de la relación entre ética, valores y educación. 

La revisión sistemática incluyó un total de diez artículos publicados entre los años 2020 y 2023, con una distribución temporal equilibrada: tres artículos corresponden a 2020, tres a 2021, tres a 2022 y uno a 2023. En cuanto a la procedencia geográfica, se identificó una mayor representación de estudios realizados en Ecuador (4), seguidos por España (3), y con una representación individual de México, Perú y Venezuela (1 cada uno). Esta diversidad geográfica permite apreciar distintas aproximaciones educativas y culturales respecto a la formación ética y en valores, tanto en América Latina como en Europa.

Desde el punto de vista temático, los estudios pueden agruparse en dos ejes principales. Por un lado, los artículos 1, 5, 7, 8 y 10 abordan la formación docente y la práctica de valores éticos en la enseñanza dirigida a niños y niñas de educación básica. Por otro lado, los artículos 2, 3, 4, 6 y 9 destacan la importancia de promover los valores éticos mediante metodologías interactivas, enseñanza intercultural e incluso el uso de la inteligencia artificial como recurso didáctico.

Ambos enfoques están estrechamente interrelacionados: la eficacia en la enseñanza de valores éticos depende tanto de la preparación del docente como de las estrategias metodológicas utilizadas. De este modo, la interacción entre educador y educando se constituye como un componente esencial en el desarrollo de la conciencia ética y la formación integral del estudiante.

Discusión

La revisión sistemática realizada permite identificar diversas perspectivas sobre la enseñanza de los valores éticos en la educación básica, abordadas desde enfoques que integran la formación docente, las estrategias metodológicas y la interacción con el entorno social y tecnológico. La educación en valores se constituye como una dimensión fundamental del desarrollo integral del estudiante, donde el rol del docente es clave como agente formador y referente ético.

Uno de los enfoques más relevantes encontrados es la relación entre el aprendizaje-servicio y la ética educativa. Esta estrategia, sustentada en los planteamientos de John Dewey, se entiende no solo como una técnica didáctica, sino como una filosofía moral y política orientada al bienestar social (^{Santos et al., 2021}). A través de esta propuesta, se potencia una formación en valores desde la experiencia directa y la acción comprometida, lo cual fortalece el vínculo entre teoría y práctica.

Asimismo, diversos estudios destacan la importancia del docente como mediador ético dentro del aula. El tutor se convierte en un modelo de perseverancia, compromiso y profesionalismo, siendo su comportamiento una herramienta de aprendizaje indirecto para el estudiante (^{Villalobos-López, 2022}). En este sentido, la gestión educativa también juega un rol esencial al fomentar principios éticos institucionales mediante instrumentos y estrategias de fortalecimiento docente (^{Ramón-Cabrera, 2022}).

La enseñanza de la ética cobra relevancia frente a contextos sociales marcados por la inestabilidad, la inseguridad y la desintegración familiar. En estos escenarios, educar en valores representa una estrategia para mitigar estas problemáticas mediante la formación de sujetos éticamente conscientes (^{Martín-García et al., 2021}). Se señala, además, que existen valores que solo adquieren visibilidad cuando se integran en la práctica educativa, lo cual exige del docente una actitud reflexiva y coherente en su ejercicio profesional.

Desde una perspectiva curricular, la ética no debe considerarse un contenido aislado, sino una competencia transversal que impregna todas las áreas del conocimiento. Su inclusión en el quehacer docente no solo legitima el papel del educador, sino que orienta su actuar hacia una praxis pedagógica fundamentada en el respeto, la justicia y la responsabilidad (Córdova et al., 2022).

En paralelo, el uso de metodologías interactivas e innovadoras se presenta como una vía efectiva para la enseñanza de valores, al propiciar la participación activa del estudiante en contextos significativos. Estas metodologías favorecen el desarrollo de una ética social que contribuye a la formación de ciudadanos comprometidos con su entorno (Rodríguez et al., 2020). En esta línea, se reconoce también la importancia de incluir dimensiones espirituales y cotidianas de la ética, ampliando su impacto más allá del contexto escolar (Bermúdez-Suárez, 2020).

El diseño de estrategias didácticas específicas resulta fundamental para detectar y atender problemas éticos desde edades tempranas, facilitando procesos de aprendizaje más pertinentes y contextualizados (Quijije et al., 2021). Asimismo, en contextos de diversidad cultural, la educación intercultural se revela como una plataforma para fomentar valores como la cooperación, la responsabilidad y la solidaridad, promoviendo la integración y el reconocimiento de la identidad cultural (^{Reascos Landin y Granda Ayabaca, 2020}).

Finalmente, el avance de la inteligencia artificial en el ámbito educativo plantea nuevos desafíos éticos. Aunque esta tecnología ofrece oportunidades de innovación, su uso inadecuado puede generar efectos contraproducentes. Por ello, el docente debe orientar críticamente el uso de la IA, formando en sus estudiantes una conciencia ética sobre su apropiación responsable (Flores y García, 2023).

Por lo que, los estudios analizados permiten interpretar que la formación ética no puede desvincularse del contexto social, metodológico y tecnológico en el que se desarrolla. La labor docente, articulada con estrategias interactivas y una visión crítica del entorno, se posiciona como el eje fundamental en la construcción de una educación moral significativa y transformadora.

CONCLUSIÓN

Los hallazgos de esta revisión sistemática permitieron identificar las evidencias más relevantes sobre la enseñanza de valores éticos en estudiantes de educación básica media en Latinoamérica, en el periodo 2021-2023. Los estudios analizados muestran que la enseñanza de valores éticos sigue siendo un desafío importante dentro de los sistemas educativos, especialmente en contextos marcados por desigualdad, fragmentación social y crisis de principios morales.

La falta de una integración consistente de la ética en los procesos educativos tiene repercusiones negativas en la formación del carácter, la convivencia escolar y la participación ciudadana de los estudiantes. La ausencia de una orientación ética desde los primeros años de escolarización dificulta que los niños y niñas desarrollen una conciencia crítica y un compromiso responsable con su entorno. En este sentido, se hace evidente la necesidad de incorporar la enseñanza ética como un eje transversal del currículo, más allá de ser un componente aislado o secundario.

Los estudios también destacan la relevancia de metodologías didácticas activas e interactivas que promuevan la internalización de los valores a través de la experiencia y la reflexión. La educación en valores debe vivirse en el aula y ser reforzada en la comunidad educativa, lo que exige la participación activa de docentes preparados en principios éticos y con una sólida formación moral desde su formación universitaria.

Finalmente, el desarrollo ético del estudiante requiere de una praxis educativa coherente, sostenida y contextualizada, que no solo forme en contenidos, sino que transforme actitudes, relaciones y formas de habitar el mundo. Solo de esta manera se podrá formar a las futuras generaciones para contribuir a la construcción de una sociedad más justa, respetuosa y solidaria, desde la infancia y en todas las dimensiones de la vida social.

CONFLICTO DE INTERESES. Los autores del presente artículo declaran no tener ningún conflicto de intereses