INTRODUCCIÓN
El trabajo en grupo es una práctica esencial que ofrece múltiples beneficios significativos en diversos contextos, tanto sociales como educativos, ya que permite un aumento de la productividad al dividir las tareas según las habilidades de cada miembro, lo que facilita completar el trabajo de manera más rápida y eficiente, fomenta la creatividad sobre la base de la colaboración entre personas con diferentes perspectivas, la comunicación, la gestión de conflictos y contribuye a generar un ambiente propicio para la innovación, el intercambio de ideas y la toma de decisiones más informadas y equilibradas (Revilla y Puyod, 2023).
La cohesión grupal, como concepto explicativo central en el estudio de los grupos, ha proporcionado una base para declarar una serie de procesos relacionados con el grado de unidad de un grupo y distingue entre las causas o antecedentes de esa unidad, como los vínculos de atracción o el orgullo grupal, los indicadores de cohesión y ofrece herramientas para evaluar las percepciones de los miembros sobre la unidad de sus grupos (Forsyth, 2021). Además, la cohesión grupal facilita la terapia de grupo y es un componente clave de todos los equipos que trabajan de forma cooperativa, incluidos los que funcionan para servir al país, lograr un objetivo comercial o participar en un deporte (Marmarosh y Sproul, 2021).
La educación física, por su parte, se entiende como un conocimiento adquirido a través de la participación en prácticas sociales. Según la Organización Mundial de la Salud (2024), la actividad física es cualquier movimiento impulsado por el músculo esquelético que implica un gasto de energía. Se vinculación estrechamente con la educación física y es un producto natural y sustentable para el desarrollo de una cultura física orientada a generar y promover un estilo de vida saludable; establecido de manera puntual en la Carta Internacional de la Educación Física, la Actividad Física y el Deporte, proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (2015), que comprende los juegos físicos, organizados, informales, tradicionales, indígenas y competitivos, el esparcimiento y el deporte, por lo que son denominados patrimonio inmaterial de la humanidad y derecho fundamental de todos.
La educación física no puede aislarse de los retos educativos contemporáneos, ya que su éxito depende en gran medida de la capacidad de los estudiantes para trabajar juntos y sentirse parte de un grupo. En este sentido, la cohesión grupal se convierte en un elemento crucial, ya que influye directamente en la satisfacción de los alumnos, su rendimiento y su participación en las actividades físicas. Cuando los estudiantes se sienten conectados entre sí y forman un sentido de pertenencia, es más probable que disfruten de las clases, se motiven a participar activamente y se esfuercen por alcanzar metas comunes. Esta dinámica no solo mejora el ambiente de aprendizaje, sino que fomenta el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, esenciales para su formación integral. Por lo tanto, reconocer y promover la cohesión grupal en la educación física es fundamental para enfrentar los desafíos educativos actuales y garantizar una experiencia enriquecedora para todos los estudiantes (Leo et al., 2022).
La forma en que los docentes interactúan con los estudiantes y el nivel de cohesión que se logra en el aula pueden influir profundamente en la motivación y las relaciones de los alumnos, esto, a su vez, repercute en su compromiso y comportamiento. Las acciones iniciales de los docentes en la enseñanza y la cohesión en el grupo son cruciales y no deben subestimarse, ya que desencadenan una serie de efectos en cadena (Merino y Mora, 2022).
A pesar de las ventajas antes expuestas, la educación física enfrenta diversas limitaciones en su relación con la cohesión grupal, lo que puede afectar el desarrollo integral de los estudiantes. Uno de los principales retos está vinculado al tiempo restringido dedicado a esta asignatura, que restringe la posibilidad de implementar actividades que fomenten una cohesión efectiva entre los alumnos, ya que no se puede realizar un trabajo conjunto significativo que involucre a toda la clase, como proyectos grupales o actividades colaborativas extensas. Además, los estudiantes suelen llegar a las clases con experiencias y vivencias previas que pueden influir negativamente en su disposición para interactuar con sus compañeros, especialmente si hay diferencias en intereses o habilidades (Reyes et al., 2021).
Otro aspecto para considerar es la percepción de los contenidos impartidos. Si los estudiantes no encuentran relevancia o interés en las actividades propuestas, esto puede llevar a una menor cohesión grupal y, en consecuencia, a una disminución de la satisfacción y el rendimiento. La frustración relacionada con la novedad de los contenidos también puede ser un obstáculo; los alumnos pueden sentirse desmotivados si las actividades no se alinean con sus expectativas o necesidades. Además, se ha observado que las dinámicas de género pueden influir en la cohesión grupal, ya que los jóvenes tienden a ser más reacios a trabajar con compañeros con quienes no suelen relacionarse, lo que puede generar divisiones dentro del grupo (Martín y Jiménez, 2021).
Es fundamental reconocer, además, que la cohesión grupal no solo depende de las actividades físicas en sí, sino también del clima emocional y social del aula. Las interacciones fuera del contexto de la educación física pueden impactar significativamente en la cohesión durante las clases. Por lo tanto, para superar estas limitaciones, es esencial que los educadores implementen estrategias que promuevan un ambiente inclusivo y colaborativo, donde todos los estudiantes se sientan valorados y motivados para participar activamente (Kao, 2019).
En este contexto, se requiere una mayor comprensión y abordaje de los factores que influyen en este proceso, de ahí que se planteen las siguientes interrogantes: ¿cuáles son los elementos que influyen en la cohesión grupal dentro de un contexto educativo? y ¿cómo impactan estos factores en el rendimiento y la participación de los estudiantes en las actividades de educación física? Teniendo en cuenta lo antes expuesto, el propósito del presente artículo de revisión sistémica fue describir el estado de las investigaciones sobre las implicancias de la cohesión de grupo en educación física.
METODOLOGÍA
En el estudio se llevó a cabo una revisión sistemática cualitativa de la literatura con el objetivo de integrar y analizar diferentes investigaciones cuantitativas y cualitativas que abordaron, de manera detallada y crítica, las implicaciones de la cohesión de grupo en educación física. Mediante un análisis de contenido, se logró sintetizar la información encontrada en los artículos científicos, lo que permitió una evaluación reflexiva de los resultados.
Criterios de selección y bases de datos utilizadas
Para sistematizar la información, se seleccionaron artículos publicados entre 2018 y 2023. Se empleó la guía actualizada para la publicación de revisiones sistemáticas PRISMA, que facilitó estructurar el proceso. Se siguieron las etapas de identificación, cribado, elegibilidad e inclusión.
Para seleccionar las bases de datos Scopus, Web of Science (WoS) y SciELO en la elaboración del artículo, se evaluaron las fortalezas y el alcance académico de cada una. Scopus es reconocida como una de las mayores bases de datos en cuanto a resúmenes y citas de literatura revisada por pares, ofreciendo un amplio acceso a millones de registros, que incluyen artículos de diversas editoriales, además de actas de conferencias y libros académicos. Su principal ventaja radica en su interfaz accesible, las herramientas de análisis y la capacidad de seguimiento de citas, lo que permite a los investigadores identificar tendencias emergentes y evaluar el impacto de investigaciones previas en su área de estudio. Además, sobresale por su integración con otras plataformas, como WoS, lo que proporciona una visión más completa de las citas y patrones de investigación.
Por otro lado, WoS se distingue por su robusto sistema de indexación de citas, facilita una evaluación rigurosa de la calidad de las revistas y permite rastrear el impacto de publicaciones específicas en diversas disciplinas. A su vez, SciELO se centra en la literatura académica de Iberoamérica, es esencial para acceder a investigaciones en español y portugués, convirtiéndose en un recurso clave para estudios que requieren una perspectiva regional y el acceso a fuentes que podrían no estar presentes en Scopus y el WoS.
Criterios de inclusión y exclusión
Los criterios de inclusión tuvieron en cuenta que fueran artículos de revistas indexadas en las bases de datos seleccionadas; que el contenido y las palabras clave estuvieran relacionadas con la cohesión de grupo, sus estrategias y la educación física; redactados en inglés, francés, portugués y español; publicados en el período de 2018 a 2023. Se excluyeron aquellos que no cumplían con los criterios de inclusión establecidos, publicados antes del 2018 y que fueran libros, artículos procedentes de conferencias, tesis o reportes periodísticos; vinculados a medicina.
Estrategias de búsqueda y proceso de selección de estudios
La estrategia de búsqueda se fundamentó en la elección de descriptores apropiados en español e inglés, combinando operadores lógicos como "Y", "AND" y "NOT". Se aplicaron filtros para limitar la búsqueda a los años comprendidos entre 2018 y 2023.
En la Tabla 1 se presentan las bases de datos, estrategias de búsqueda, cantidad de artículos encontrados y el número de artículos incluidos, siguiendo la metodología PRISMA. Como resultado inicial se obtuvieron 137 artículos de Scopus, 17 de SciELO, y 9 artículo del WoS; para un total de 163.
Tabla 1 Selección de artículos sobre cohesión grupal y educación física en bases de datos académicas.
En el proceso de exclusión de artículos se utilizó la metodología PRISMA, registrándose el proceso en cada fase. En la de identificación se eliminaron 31 que no cumplían con los criterios básicos; en la fase de cribado se eliminaron 7 por duplicado, resultando en 25 estudios pertinentes; en la fase de idoneidad se revisaron títulos y resúmenes, excluyendo 5 y 3 luego de una revisión más detallada. Finalmente se incluyen 17 estudios que cumplieron con todos los criterios establecidos Figura 1.
Una vez seleccionados los artículos, se procedió a analizar su contenido. Se elaboraron matrices que incluyeron los siguientes indicadores, año de publicación, país de origen, autores, dimensiones, indicadores, factores que inciden en la cohesión del grupo, resultados principales y conclusiones.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
A continuación, se detallan los estudios que se efectuaron en el campo de la cohesión grupal y la educación física en el período 2018-2023 como producto de la revisión sistemática de la literatura científica en las bases de datos seleccionadas.
La Tabla 2, ofrece una visión de la producción académica en diversas áreas geográficas, mostrando la distribución de estudios según la región y país de los autores principales, aunque se muestra el origen de los coautores.
La región europea es la más representada en la revisión, con un total de 11 autores. Esto sugiere un interés significativo en la investigación sobre cohesión grupal en contextos educativos y deportivos dentro de esta región, lo que podría reflejar una mayor producción académica o relevancia del tema en sus sistemas educativos. América tiene una representación más limitada con 2 autores, lo que pudiera indicar un menor enfoque en la investigación sobre cohesión grupal en comparación con Europa, o podría reflejar diferencias en las prioridades de investigación en el ámbito educativo y deportivo.
Asia, con 3 autores, muestra un interés moderado en el tema, destacando la investigación proveniente de Japón y China. La región euroasiática, representada por la Federación Rusa, incluye un único autor, lo que podría indicar una perspectiva más limitado o emergente en la investigación sobre cohesión grupal dentro de esta región. La inclusión de autores de diferentes países dentro de las regiones sugiere que el tema de la cohesión grupal es relevante a nivel global, aunque con variaciones significativas en la cantidad de estudios realizados, lo que podría influir en la forma en que se aborda este tema a nivel internacional y las estrategias implementadas en entornos educativos y deportivos.
En la Tabla 3, se ofrece un panorama de las tendencias actuales en investigaciones relacionadas con la cohesión de grupo en educación física, destacando la diversidad de enfoques y la adopción de estrategias innovadoras para hacer frente a los retos actuales en el ámbito educativo y deportivo. Se presentan los detalles de los estudios incluidos en el análisis, los autores, los países a los que pertenecen, los factores implicados y los principales hallazgos y conclusiones.
El análisis de los datos sobre la cohesión grupal en contextos educativos y deportivos revela aspectos significativos entre los estudios revisados. En términos de concordancias, diversos estudios coinciden en que la cohesión grupal es fundamental para mejorar el rendimiento, el comportamiento cívico y la creatividad, tanto a nivel individual como colectivo. Rull y Margas (2019), destacan la importancia de la regulación emocional en actividades físicas, lo que se alinea con las conclusiones de Pérez et al. (2021), sobre el aprendizaje cooperativo, donde se observa que este tipo de estrategias fomenta la inclusión y participación en actividades deportivas. Asimismo, el liderazgo empoderador, mencionado por Lee et al. (2018), también se presenta como un factor clave que fortalece la cohesión grupal y promueve un ambiente motivador.
Los enfoques metodológicos varían considerablemente, algunos estudios, como el de Torralbas (2022), utilizan técnicas sociométricas para evaluar la cohesión grupal, mientras que otros, como el de Nakazawa y Nishihara (2019), se centran en la instrucción basada en juegos para mejorar las interacciones entre estudiantes; otros abordan la cohesión desde una perspectiva cultural, como el trabajo de Grimminger y Möhwald (2020), que examina cómo la educación intercultural puede influir en las actitudes hacia la diversidad cultural y la cohesión social. Asimismo, las estrategias cooperativas, como la propuesta por Perez et al. (2022), consideran que la puntuación colectiva, las parejas-comprobar-realizar, el reto-reto-intercambio y la evaluación continua y formativa están vinculadas al proceso de aprendizaje y a la inclusión de la cohesión de grupo de todo el alumnado.
Por otro lado, se propone aplicar el aprendizaje cooperativo en el área de educación física, considerando estrategias de confianza-cohesión grupal, familiarización consolidación y ejecución, que engloba los cinco dominios de acción motriz que se establecen para esta área, como plantea Martín y Jiménez (2021). Además, Nakazawa y Nishihara (2019), consideran que la instrucción basada en juegos y el uso de materiales educativos tienen un efecto positivo en las emociones de los estudiantes, como la cohesión grupal y las interacciones de los estudiantes. En ese sentido, también se presentaron estrategias de inclusión que fomentan la empatía y la cohesión grupal y la danza, como el baile cuadrado para aumentar el bienestar subjetivo positivo de las mujeres, disminuir sus emociones negativas, lo que puede mejorar su salud a largo plazo y promueve la cohesión grupal
Algunos estudios consideran que el compromiso corporal durante el deporte y la actividad física implica amenazas físicas, simbólicas y emociones asociadas que necesitan ser reguladas, lo que influye en las actitudes interpersonales e intergrupales que guían las conductas de los practicantes hacia individuos y grupos durante la actividad actual, así como más tarde y en otros contextos. Las actitudes interpersonales e intergrupales son importantes en el deporte y la actividad física, como plantean Rull y Margas (2019), por lo que influyen en cohesión de grupo, la cooperación, la agresividad y el afrontamiento durante el rendimiento, la inclusión social y la construcción de ciudadanía en educación y actividades físicas adaptadas.
El liderazgo empoderador influye en la cohesión del grupo de trabajo porque el objetivo de es fomentar la independencia, disminuyendo las limitaciones de la impotencia para impulsar la motivación e inspirar el autodesarrollo, como plantean Lee et al. (2018). Del mismo modo, se establece que los niveles de cohesión de grupo se encuentran adecuados en dimensiones como atracción individual y al grupo con la posición de juego adecuada. Es posible indicar que las diferencias entre los niveles de cohesión están más presentes cuando se analiza la posición de juego. Un elemento para considerar es el contexto específico en el que se estudia la cohesión grupal. Por ejemplo, los hallazgos de Morão et al. (2019), sobre atletas juniores de fútbol subrayan que la dinámica de las relaciones grupales es más determinante que las características individuales, lo que contrasta con otros estudios que enfatizan el papel del liderazgo o del empoderamiento psicológico en la cohesión.
Siguiendo un análisis crítico de los estudios incluidos en la revisión se detectan limitaciones y sesgos que se detallan a continuación.
Limitaciones de la evidencia incluida en la revisión
La revisión incluye estudios de diferentes países y contextos, lo que puede dificultar la generalización de los resultados. Cada contexto cultural y educativo puede influir en la cohesión grupal y las dinámicas observadas.
Los estudios abarcan diversas metodologías, desde análisis cualitativos hasta cuantitativos. Esta heterogeneidad puede llevar a inconsistencias en los resultados y dificulta la comparación directa entre las investigaciones.
Algunos estudios son transversales y no evalúan el impacto a largo plazo de las intervenciones sobre la cohesión grupal. Esto limita la comprensión de cómo se desarrollan y mantienen estas dinámicas a lo largo del tiempo. Otros pueden tener tamaños de muestra reducidos o no representativos, lo que afecta la validez externa de los hallazgos. Por ejemplo, el estudio sobre judo menciona preocupaciones sobre la inclusión, pero no proporciona datos suficientes para generalizar sus conclusiones.
Algunos artículos se centran en resultados muy específicos relacionados con la cohesión grupal, como el liderazgo empoderador o el bienestar psicológico, sin abordar cómo estos factores interactúan con otros elementos del entorno educativo o deportivo.
Sesgos posibles en la revisión de la evidencia
Existe una tendencia a que se publiquen más estudios con resultados positivos o significativos, lo que puede llevar a una sobreestimación de la efectividad de las intervenciones sobre la cohesión grupal. Esto significa que los estudios con hallazgos negativos o nulos pueden ser subrepresentados.
La variabilidad en las herramientas y métodos utilizados para medir la cohesión grupal puede introducir sesgos. Diferentes estudios pueden emplear definiciones y escalas distintas para evaluar la cohesión, lo que dificulta comparaciones y generalizaciones.
Factores externos no controlados, como el ambiente escolar o las políticas educativas, pueden influir en los resultados relacionados con la cohesión grupal. Si estos factores no son considerados, puede haber confusión sobre qué intervenciones realmente afectan la cohesión.
Independientemente de estas limitantes, es evidente que existe un consenso general sobre la necesidad de fomentar la cohesión grupal para lograr resultados positivos en diversos entornos. Sin embargo, las diferencias metodológicas y contextuales sugieren que las estrategias deben ser adaptadas a cada situación específica para maximizar su efectividad. Esto implica un llamado a futuras investigaciones para explorar con profundidad cómo diferentes factores pueden interactuar para influir en la cohesión grupal y su impacto en el rendimiento y bienestar general de los individuos en contextos educativos y deportivos.
Discusión
Los estudios revisados destacan que la cohesión grupal está correlacionada positivamente con el rendimiento y la satisfacción de los estudiantes, vinculados a las actividades de educación física, lo que es corroborado por Benavides et al. (2024), quienes confirman que una mayor cohesión grupal se asocia con un incremento en la satisfacción y una mejor adherencia a las actividades físicas. Sin embargo, Estrada et al. (2024), observan que esta relación puede ser más fuerte en grupos pequeños, sugiriendo que este puede influir en la percepción de cohesión.
Los resultados de algunos estudios concuerdan con los obtenidos por Mayor et al. (2024), quienes revelan diferencias significativas en la percepción de cohesión entre géneros, donde los hombres reportan una mayor satisfacción en contextos de cooperación grupal que las mujeres. Esto contrasta con otros estudios como el de Flores y Amaru (2022), que indican que las mujeres tienden a mostrar una preferencia más alta por la cohesión grupal, sugiriendo que las dinámicas de género pueden influir en cómo se experimenta y se valora la cohesión dentro de los grupos.
Se concuerda con Sánchez et al. (2024), quienes demuestran que los estilos de liderazgo empoderador, que promueven el refuerzo positivo, están asociados con un clima motivacional orientado a la tarea, lo que a su vez potencia la cohesión grupal. Esto se alinea con los resultados de Sánchez et al. (2021), que sugieren que los líderes que crean un ambiente inclusivo y colaborativo logran aumentar la satisfacción y el compromiso, lo que se traduce en una mayor cohesión. Asimismo, se coincide con Morales et al. (2024), quienes determinan que los factores culturales influyen en la cohesión social y destacan que las dinámicas grupales son más determinantes que las características individuales, sugiriendo que el contexto específico puede alterar significativamente los resultados sobre la cohesión.
CONCLUSIONES
Las investigaciones sobre la cohesión grupal en contextos educativos y deportivos han revelado conclusiones significativas que destacan su importancia e influencia en el rendimiento del equipo, en el desarrollo de habilidades que los estudiantes aplican en diversas áreas, en el aumento del bienestar psicológico mediante estrategias de afrontamiento, fomenta la autoconfianza y contribuye a optimizar las dinámicas interpersonales en las actividades de educación física, promoviendo la ayuda mutua y la inclusión social.
Las estrategias de aprendizaje cooperativo son efectivas para incrementar la participación y conexión entre los estudiantes, facilitando un entorno donde se transmiten valores fundamentales. La formación de equipos en el entrenamiento deportivo mejora la cohesión e impacta positivamente en el clima del equipo y en las habilidades comunicativas de los atletas. El liderazgo empoderador se identifica como un elemento crucial que potencia la motivación, contribuye activamente en el accionar del equipo, aumenta la cohesión de grupo y mejora el rendimiento individual y grupal.
Es fundamental implementar enfoques metodológicos adaptativos que consideren las características específicas de cada grupo y su contexto para maximizar los beneficios de la cohesión grupal. La adopción de programas estructurados que integren estrategias cooperativas y promuevan un liderazgo inclusivo puede ser clave no solo para mejorar el rendimiento académico y deportivo, sino también para potenciar el bienestar psicológico de los participantes.

















