INTRODUCCIÓN
La comprensión de textos moviliza complejos procesos cognitivos que implican una interacción dinámica entre el lector y el texto, en la cual el lector construye significados en función de sus objetivos (Errázuriz et al., 2020). En opinión de Cañizales et al. (2021), leer de manera comprensiva y eficaz es tan esencial como saber escribir, pues la lectura facilita la adquisición de conocimientos y constituye una competencia fundamental en todos los ámbitos de la vida. La capacidad de comprender instrucciones y realizar inferencias a partir de textos es, por tanto, indispensable.
En el contexto académico, Mendoza y Mendoza (2024) consideran que la comprensión lectora es un proceso complejo que abarca la decodificación, el análisis crítico y la síntesis de información. En la Educación Superior, las lecturas se caracterizan por su densidad, lo que exige un mayor compromiso por parte del lector. En este sentido, Huarca (2022) sostiene que los estudiantes universitarios a menudo enfrentan dificultades significativas al abordar textos especializados, debido a la incapacidad de algunos para identificar las ideas clave en estos textos. Este problema se agudiza por el uso de un lenguaje técnico y especializado que no dominan completamente. Además, la extensión y la estructura formal de los textos académicos pueden dificultar la retención de información, de forma especial cuando los alumnos no están habituados a una lectura activa y reflexiva.
Ante estas deficiencias que enfrentan los universitarios, resulta imprescindible desarrollar estrategias educativas efectivas que les ayuden a mejorar estas habilidades. Rivera y Alberca (2020) señalan que las estrategias para mejorar la comprensión lectora son herramientas didácticas valiosas porque asisten a los profesores en la transmisión de contenidos y facilitan el aprendizaje de los estudiantes, al crear un entorno de apoyo y motivación. Muchas de estas propuestas didácticas promueven un aprendizaje activo, vivencial, participativo y cooperativo. En su selección se debe considerar tanto los objetivos educativos como diversos factores organizativos y logísticos.
Entre tanto, Osorio et al. (2024) señalan que las estrategias de comprensión lectora deben motivar a los alumnos en el desarrollo de esta habilidad, y no generar el efecto contrario, como la frustración o el desinterés. Por lo tanto, es importante evitar un exceso de estrategias, debido a que esto puede saturar a los estudiantes cuando no tienen un método de lectura consolidado. Por ello, es preferible comenzar con algunas estrategias sencillas, que permitan a los estudiantes construir una base sólida, y luego aumentar de manera gradual el grado de dificultad a medida que adquieren confianza y dominio.
Dada la diversidad de estrategias de comprensión lectora disponibles, se plantean las siguientes interrogantes: ¿Qué estrategias de comprensión lectora se han aplicado en estudiantes universitarios? ¿Cuál es la efectividad de estas estrategias en el contexto universitario? ¿Qué factores influyen en su efectividad? Para abordar estas cuestiones, resulta fundamental analizar las experiencias documentadas por la comunidad científica, lo que permitirá identificar patrones y tendencias relevantes. De esta manera, se ofrecerá una visión panorámica del estado actual de la investigación en este campo. Por consiguiente, esta investigación llevó a cabo una revisión sistemática con el objetivo de analizar la efectividad de las estrategias de comprensión lectora aplicadas en estudiantes universitarios.
METODOLOGÍA
La investigación se basa en una revisión sistemática de tipo documental, con enfoque cualitativo, en la que se analizó la literatura existente sobre las estrategias empleadas para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios. Con este fin se integraron y analizaron diversos estudios cuantitativos que abordaron este tema. La búsqueda de las investigaciones se realizó en las bases de datos académicas Google Scholar, ScienceDirect, Scielo, Redalyc y Dialnet al contar con una amplia cobertura de publicaciones especializadas en esta área.
Para restringir la búsqueda, se aplicaron filtros por año de publicación, idioma y tipo de estudio, pero no se establecieron limitaciones geográficas. Además, se emplearon operadores booleanos para optimizar los resultados y combinar las palabras clave “comprensión lectora”, “estrategias de lectura”, “estudiantes universitarios”, “intervenciones de lectura” y “efectividad” y sus expresiones equivalentes en inglés.
Se instituyeron los siguientes criterios para incluir los estudios en la revisión: debían presentar una estrategia para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios, ser artículos científicos publicados en revistas arbitradas, estar disponibles en español o inglés, haber sido publicados a partir del año 2020 y haberse realizado con estudiantes universitarios. Por el contrario, se excluyeron aquellas investigaciones que no cumplían con estos criterios, así como las revisiones sistemáticas y los artículos duplicados.
En el registro de los documentos durante la revisión sistemática, se utilizó el método PRISMA. La figura 1 muestra un diagrama que ilustra el flujo de información durante este proceso de selección, desde la identificación inicial de 128 estudios hasta que la inclusión de 34.
RESULTADOS
Esta revisión sistemática analizó 34 estudios que implementaron estrategias para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios. Las principales consideraciones extraídas se presentan a continuación. Respecto al año de publicación, se distribuyen de la siguiente manera: 7 en 2024, 10 en 2023, 3 en 2022, 7 en 2021 y 7 en 2020. La sostenida producción de investigaciones a lo largo de este período refleja la pertinencia y el continuo interés de la comunidad académica en este tema.
Las investigaciones analizadas se llevaron a cabo en diversos países, donde se destacó Perú con la mayor contribución (13 artículos) seguido de Ecuador (7). México y Colombia aportaron 3 estudios cada uno, mientras que España y República Dominicana contribuyeron con 2. Asimismo, se incluyeron estudios de Panamá, Argentina y Chile (1 cada uno). Además, uno de los trabajos abarcó a estudiantes universitarios de varios países, principalmente de Perú y México. Esta variedad en la procedencia de los estudios denota que las estrategias para mejorar la comprensión lectora pueden ser adaptadas y aplicadas en diferentes entornos educativos.
En la Tabla 1 se han resumido las 34 investigaciones que proponen estrategias para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios. Con el fin de facilitar la evaluación de la efectividad de estas propuestas, se registró información detallada de cada estudio como los autores, el año de publicación, el país, el diseño del estudio, los detalles de la muestra (número de participantes y universidad), la estrategia de comprensión lectora implementada (intervención), así como los principales hallazgos y conclusiones.
DISCUSIÓN
Entre las estrategias propuestas por los autores analizados para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios, destacan aquellas que aprovechan las herramientas digitales y tecnológicas, como diccionarios en línea, traductores automáticos y plataformas de aprendizaje. En este sentido, Briceño et al. (2024), Cedeño et al. (2024), Campos et al. (2021) y Tamayo et al. (2020) coinciden en que su uso fomenta la autonomía, la interacción dinámica con los textos y la autoeficacia del estudiante. Este hallazgo se alinea con la perspectiva de Tacuri y Toledo (2022), quienes resaltan la creciente relevancia de las herramientas digitales en las actividades docentes, aunque también reconocen la necesidad de una mayor capacitación para su uso efectivo. Estos autores describen diversas herramientas tecnológicas para mejorar la comprensión lectora, tales como Genially, Quizizz, Mésela, Nearpod y Padlet.
En relación también con las tecnologías, Silarayan et al. (2022) describieron su experiencia con la aplicación de textos multimodales publicados en Facebook, mientras que Fuster et al. (2020) empleó las redes sociales como estrategia de lectura crítica hipertextual. Estos autores calificaron su propuesta como innovadora y demostraron su efectividad en la mejora de la comprensión lectora de los estudiantes participantes. No obstante, Del Cueto y Roldán (2023) encontraron una relación inversa: a mayor intensidad en el uso de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, menor rendimiento en la comprensión de textos académicos. En consonancia, el estudio de Vilca et al. (2022) reveló una disminución en el nivel de rendimiento académico asociada a un uso distractivo de redes sociales como Facebook y WhatsApp.
Otra propuesta tecnológica para mejorar la comprensión lectora, presentada por Riquelme y Solís (2024), es el uso de videojuegos. Estos autores destacan su valor de entretenimiento y su eficacia cuando se diseñan para abordar problemas específicos o enseñar una habilidad concreta. Este hallazgo se alinea con las propuestas de Labañino et al. (2022) y Castañeda (2021), quienes también desarrollaron propuestas pedagógicas basadas en videojuegos y constataron su efectividad.
En la misma línea del uso de tecnologías, Melgar et al. (2024) y Tabares et al. (2023) defendieron el Flipped Learning (aprendizaje invertido) como una estrategia eficaz para mejorar la comprensión lectora. Además de estas potencialidades, estos autores destacan que fomenta el aprendizaje autónomo, colaborativo e interactivo. Esta perspectiva se alinea con la experiencia reportada por Prado et al. (2021), quienes señalan la influencia positiva de su implementación. Para estos autores, el Flipped Learning ofrece mejores oportunidades para que los estudiantes maximicen su aprendizaje en el aula, de manera especial en lo que respecta al desarrollo del pensamiento crítico, los niveles de comprensión lectora, la fluidez lectora y la motivación. Además, brinda a los estudiantes más oportunidades para participar en clase y aumenta su confianza en sí mismos.
Asimismo, Muñoz (2023) presentó la experiencia del uso de la gamificación como estrategia para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios. Desde su perspectiva, esta estrategia lúdica destaca por su capacidad para crear una experiencia motivadora. Esto se alinea con la visión de Huamaní y Vega (2023), quienes consideran que la gamificación repercute de manera significativa en la motivación y el aprendizaje de los estudiantes, y que alcanza mejores resultados cuando se complementa con otras estrategias.
Además, autores como Mendoza y Mendoza (2024), Bustamante y Mejía (2023), Romaní y Macedo (2023), Sánchez et al. (2023) y Castillo (2021) compartieron su experiencia con el uso de estrategias constructivistas para mejorar la comprensión lectora, con resultados positivos. Estas estrategias incluyen organizadores visuales como mapas conceptuales, mentales y semánticos, así como el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje basado en evidencias, la síntesis, el debate y las tablas comparativas. Según estos autores, su implementación fomenta el análisis crítico, mejora la organización y comprensión de la información, y promueve un aprendizaje significativo, estructurado y autónomo. En consonancia, Alemán (2025) identificó, mediante una revisión sistemática, diversas estrategias similares que favorecen la comprensión lectora.
De manera similar, se identificaron investigaciones que proponen estrategias cognitivas y metacognitivas para mejorar la comprensión lectora. Entre ellas se encuentran las de Osorio et al. (2024), Aguirre (2023), Delgado (2023), Fierro et al. (2023), Herrada et al. (2023), Guerra et al. (2022) y Novoa et al. (2021). Las propuestas aplicadas descritas por estos autores incluyen hojear, escanear, resumir, cuestionar, subrayar, tomar anotaciones, identificar las ideas esenciales, buscar palabras desconocidas, reflexionar sobre lo leído y transcribir frases simples. Los autores observaron que estas estrategias optimizan el tiempo de lectura, fomentan la interpretación, la reflexión, la atención selectiva y promueven un aprendizaje más profundo.
En consonancia con lo anterior, Usca et al. (2024), a través de una investigación bibliográfica, encontraron que las estrategias metacognitivas dotan a los estudiantes de habilidades críticas y reflexivas, al fomentar un aprendizaje más significativo y profundo en diversos contextos educativos. Entre las estrategias más efectivas en el contexto educativo para mejorar la comprensión lectora, identificaron la predicción y verificación, la revisión rápida, el establecimiento de propósitos y objetivos, la autopregunta, el uso de conocimientos previos, los mapas conceptuales y el resumen.
CONCLUSIÓN
La revisión sistemática indica que la mayoría de los estudios coinciden en la efectividad de diversas estrategias para mejorar la comprensión lectora en estudiantes universitarios. Entre estas, sobresalen las herramientas tecnológicas, las redes sociales, los videojuegos, el Flipped Learning, la gamificación, los enfoques constructivistas como los mapas conceptuales, y las estrategias cognitivas y metacognitivas. Además de mejorar la comprensión, estas estrategias promueven el aprendizaje colaborativo, significativo, estructurado y autónomo, y aumentan la motivación. Sin embargo, su éxito está sujeto a factores clave como la implementación adecuada, la capacitación docente, la disponibilidad de recursos y la gestión de la resistencia al cambio.
















