INTRODUCCIÓN
El panorama educativo mundial enfrenta un desafío, el cual se refiere a la relación con la convivencia democrática en las instituciones educativas. En un mundo interconectado y globalizado, las escuelas son importantes en la formación de ciudadanos capaces de convivir democráticamente y contribuir positivamente a sus comunidades locales y globales. En este contexto, la UNESCO (2023), a través de su enfoque en la Educación para la Ciudadanía Global (ECG), resalta la importancia de fomentar valores como el respeto mutuo, la paz y la comprensión, que son fundamentales para la convivencia democrática. Por tato, la investigación se centra en explorar cómo los docentes promueven estos valores en su entorno educativo, mientras la ECG enfatiza la solidaridad internacional y la responsabilidad compartida, ofreciendo un marco relevante que justifica la necesidad de estudiar la convivencia democrática en las escuelas.
En Lima, la existencia de desigualdades sociales y una diversidad cultural rica, combinadas con los efectos de la pandemia de COVID-19, ha acentuado la necesidad de abordar la convivencia democrática en las aulas. Las interrupciones provocadas por la crisis sanitaria afectaron el aprendizaje e intensificaron las tensiones sociales y la desconfianza entre las comunidades educativas. Esto ha llevado a la necesidad de crear entornos escolares inclusivos y respetuosos, donde todos los estudiantes se sientan valorados y empoderados. Ante este panorama, los educadores adoptan estrategias que aseguran la recuperación del aprendizaje y fortalecen los cimientos de una cultura democrática y de paz en sus aulas.
En este sentido, la educación adquiere relevancia como motor de transformación social en el contexto actual. La UNESCO (2023) enfatiza que la educación no debe limitarse a la transferencia de conocimientos; debe centrarse en el desarrollo social de ideas y valores que apoyen la unidad de la democracia. Este enfoque ha sido decisivo para la recuperación pospandemia y para enfrentar crisis y otros problemas sociales. Se subraya la necesidad de una educación inclusiva y equitativa, que brinde oportunidades de aprendizaje continuo. Además, se destaca la importancia de una colaboración entre todos los actores educativos para crear experiencias de aprendizaje significativas que promuevan el respeto, la diversidad y la cooperación.
Por tanto, esta investigación tiene como objetivo aportar a la discusión y práctica educativa en torno a la convivencia democrática. Se proporciona un análisis profundo de las dinámicas y estrategias que los docentes pueden implementar para fomentar un entorno educativo basado en los principios de equidad, respeto y participación activa, tal como lo establece la UNESCO (2023).
La investigación se enmarca en el paradigma sociocrítico, que fomenta la transformación social mediante el cuestionamiento de estructuras de poder y la promoción de la justicia social, así como la inclusión de las voces marginadas (Creswell, 2007). Desde esta perspectiva, la convivencia democrática se entiende como un proceso de emancipación y empoderamiento donde docentes y estudiantes construyen una sociedad justa y equitativa. Al analizar las prácticas docentes y las dinámicas institucionales, esta investigación identifica las barreras y desafíos que obstaculizan una convivencia democrática efectiva, al tiempo que resalta las estrategias y enfoques que promueven participación, respeto mutuo e inclusión en el ámbito educativo.
Asimismo, el estudio se fundamenta en la teoría de la convivencia democrática de Jares (2006), quien plantea que esta convivencia en las instituciones educativas implica establecer relaciones basadas en el respeto mutuo, la participación activa, la resolución pacífica de conflictos y el compromiso con los derechos humanos. Según este autor, la convivencia democrática promueve un clima de respeto y diálogo, fomentando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales necesarias para una ciudadanía activa y responsable.
MÉTODO
La investigación se clasificó como un estudio básico, ya que su propósito fue ampliar el conocimiento sobre la convivencia democrática docente en el contexto pospandemia, sin buscar una aplicación práctica inmediata. Se adoptó un enfoque cualitativo para explorar las experiencias, perspectivas y desafíos que enfrentan los docentes en la promoción de la convivencia democrática dentro de las instituciones educativas.
El diseño de la investigación fue no experimental, dado que no se manipularon intencionalmente las variables, ni se sometió a los participantes a condiciones controladas. En específico, se utilizó un diseño fenomenológico hermenéutico, que buscó interpretar y comprender el significado que los docentes atribuyen a sus experiencias de convivencia democrática en el escenario pospandemia. Este enfoque metodológico permitió profundizar en cómo los participantes han vivido y entendido los cambios y desafíos en sus prácticas pedagógicas, las dinámicas de diálogo implementadas y las adaptaciones institucionales necesarias en este período.
El alcance de la investigación fue exploratorio, enfocándose en examinar un tema poco estudiado y relevante para el contexto educativo actual. La población objeto de estudio estuvo constituida por expertos docentes de diversas instituciones educativas en Lima, que enfrentaron directamente los retos y oportunidades de la convivencia democrática en el entorno pospandemia. La selección de la muestra se realizó mediante el muestreo no probabilístico, utilizando criterios teóricos e intencionados en lugar de fórmulas estadísticas. Se optó por una muestra de cuatro expertos (EXP01, EXP02, EXP03, EXP04), cuya elección se fundamentó en la búsqueda de saturación de datos, priorizando la riqueza de información sobre la cantidad.
Para la recolección de datos, se empleó la técnica de la entrevista, utilizando una guía de entrevista semiestructurada. Esta elección permitió obtener descripciones detalladas y profundas, basándose en las vivencias de los participantes en relación con el fenómeno estudiado. Las entrevistas semiestructuradas ofrecieron un equilibrio adecuado entre flexibilidad y estructura, lo que facilitó al investigador abordar los temas de interés en un formato de conversación natural y abierta.
En cuanto a la validación del instrumento, se llevó a cabo un proceso de validación de contenido, realizado por expertos en el tema de estudio y en metodología de investigación cualitativa. Esto garantizó la relevancia y pertinencia de las preguntas formuladas. El análisis interpretativo, posteriormente, permitió comprender en profundidad las experiencias, percepciones y significados que los participantes asociaron con el fenómeno de la convivencia democrática.
Finalmente, la investigación contempló diversos aspectos éticos para garantizar la integridad científica y el respeto a los principios bioéticos. Se aseguró el cumplimiento del principio de autonomía mediante la obtención de consentimiento informado previo de los participantes, garantizando su derecho a decidir sobre su participación y la utilización de sus testimonios en el estudio. Esta atención a la ética subraya el compromiso de la investigación con la validez de los hallazgos y con el respeto y dignidad de los participantes involucrados.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Estrategias de adaptación pedagógica: teorías sustantivas
Integración de herramientas tecnológicas: se refiere al proceso dinámico y adaptativo mediante el cual los docentes incorporan y utilizan recursos digitales y plataformas virtuales en su práctica pedagógica para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje y fomentar una convivencia democrática en el aula. Este proceso abarca la selección, implementación y uso efectivo de tecnologías educativas que promueven la participación activa, la colaboración y el desarrollo de competencias digitales, tanto en docentes como en estudiantes.
La integración tecnológica facilita la transmisión de conocimientos para crear espacios virtuales seguros que fomenten el diálogo, la inclusión y el respeto mutuo, adaptándose a los desafíos y oportunidades del contexto educativo pospandemia, mientras se promueve un uso responsable y crítico de las tecnologías que facilita nuevas formas de comunicación y colaboración en el entorno educativo (Gutiérrez et al., 2022; León y Barroso, 2023; Pincay et al., 2023).
Enfoques de aprendizaje activo: son estrategias pedagógicas centradas en el estudiante que promueven la participación dinámica, la reflexión crítica y la construcción colaborativa del conocimiento en el aula. Estas metodologías fomentan la interacción significativa entre estudiantes y docentes, creando un ambiente de aprendizaje inclusivo y democrático que responde a las diversas necesidades educativas. Incorporan técnicas innovadoras como el aprendizaje basado en problemas (ABP), la gamificación y el uso de tecnologías educativas avanzadas, estimulando el desarrollo de habilidades de pensamiento de orden superior y competencias sociales. En el contexto pospandemia, estos enfoques se han adaptado para integrar herramientas digitales y experiencias de aprendizaje híbridas, promoviendo una convivencia democrática que fortalece la autonomía del estudiante, (Ferreira et al., 2023; Ilie et al., 2024; Khoshnoodifar et al., 2024).
Personalización del aprendizaje: es un enfoque pedagógico que adapta las experiencias educativas a las necesidades, capacidades, intereses y preferencias individuales de cada estudiante, utilizando diversas estrategias como la integración de tecnologías digitales, la adaptación de contenidos y actividades, y la creación de entornos de aprendizaje. Durante la investigación este enfoque adquiere relevancia al permitir una mayor flexibilidad y adaptabilidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje, fomentando la participación, motivación y autonomía de los estudiantes. Al reconocer y valorar las diferencias individuales, la personalización del aprendizaje contribuye a crear un ambiente educativo inclusivo y respetuoso, favoreciendo el diálogo, la empatía y la colaboración entre estudiantes y docentes (Arantes, 2024; Ikram et al., 2024; Kaiss et al., 2023; Langenfeld et al., 2022; Stambuk et al., 2024).
Estrategias de adaptación pedagógica: comprenden un conjunto integrado de enfoques innovadores y flexibles que los docentes implementan para afrontar los desafíos educativos emergentes y fomentar una convivencia democrática en las instituciones educativas. Estos enfoques mejoran la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, fortaleciendo un ambiente educativo inclusivo y participativo que promueve valores democráticos como el respeto a la diversidad y la colaboración (Al, 2024; Mincu, 2024; Ofosu, 2024; Ospanova et al., 2024).
Promoción de la escucha activa: es un proceso dinámico que implica una percepción consciente y sin límites fijos, directamente conectada al pensamiento y con un fuerte componente ético en la comunicación. Esta habilidad permite al docente establecer una conexión auténtica tanto con los estudiantes como consigo mismo, fomentando un ambiente de aprendizaje basado en el respeto mutuo y la empatía. Se caracteriza por ser un componente esencial de la comunión entre docentes y estudiantes, requerir una práctica reflexiva y recursiva guiada por preguntas y ser una herramienta clave para el desarrollo de relaciones empáticas y colaborativas. Su promoción mejora la comunicación en el aula, fomentando una cultura de diálogo y entendimiento mutuo (Benítez et al., 2021; Gómez et al., 2024; Hsin et al., 2021).
Creación de espacios seguros: se refiere al desarrollo intencional de entornos físicos y psicológicos que fomentan el diálogo abierto, la expresión libre y respetuosa, y la participación de todos los miembros de la comunidad educativa. Incluye estrategias pedagógicas innovadoras, como portfolios artísticos individuales, que permiten procesar y expresar pensamientos y emociones de manera alternativa. Esta creación de espacios seguros fomenta una cultura de diálogo democrático, empatía y entendimiento mutuo, contribuyendo así a una convivencia armoniosa y enriquecedora en el ámbito educativo (Apostolopoulou y Liodaki, 2021; Nind et al., 2022).
Promoción de la empatía: se refiere al desarrollo intencional de la capacidad de los docentes y estudiantes para comprender y compartir los sentimientos de los demás. Implica cultivar competencias emocionales, habilidades de escucha activa y perspectiva social que permitan reconocer y validar las experiencias de los otros. La promoción de la empatía contribuye al desarrollo socioemocional de docentes y estudiantes, y permite construir comunidades educativas colaborativas, comprensivas y democráticas (Fernández y Malvar, 2019; Li y Costa, 2023; Ortega et al., 2021; Piñeiro et al., 2022).
Desafíos institucionales: abarca un conjunto complejo de retos que las instituciones educativas deben abordar para fortalecer la capacidad institucional, la sustentabilidad y la resiliencia de sus sistemas. Estos desafíos incluyen la gestión eficiente del tiempo y recursos compartidos, la implementación efectiva de programas de capacitación docente, la integración de herramientas tecnológicas y enfoques de aprendizaje activo, así como la creación de ambientes de aprendizaje inclusivos y participativos. Las instituciones se enfrentan a la necesidad de adaptar sus prácticas pedagógicas y organizativas para responder a las nuevas demandas educativas, lo cual implica superar obstáculos como la limitación de recursos, la resistencia al cambio, y la necesidad de desarrollar habilidades digitales y socioemocionales tanto en docentes como en estudiantes (Cely et al., 2023; Galván et al., 2023; Juarez et al., 2023).
Convivencia Democrática Docente: se refiere a un conjunto integrado de prácticas, estrategias y dinámicas que fomentan un ambiente educativo inclusivo, participativo y resiliente en el contexto pospandemia. Este concepto abarca tres componentes principales: estrategias de adaptación pedagógica, dinámicas de diálogo y la superación de desafíos institucionales. Las estrategias de adaptación incluyen la integración de tecnologías digitales, metodologías de aprendizaje activo y enfoques personalizados para atender las necesidades individuales de los estudiantes (Al, 2024).
Las dinámicas de diálogo promueven el intercambio de ideas, la escucha activa y la empatía, facilitando conversaciones críticas que desarrollan la conciencia social y mejoran la resolución de conflictos. Los desafíos institucionales implican la adaptación de prácticas pedagógicas y organizativas para responder a las nuevas demandas educativas, incluyendo la gestión eficiente de recursos y la creación de ambientes de aprendizaje inclusivos. Esta convivencia democrática mejora la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.
Valoración de los expertos
Para la subcategoría integración de herramientas tecnológicas. EXP01 y EXP03 coinciden en que, si bien ya se utilizaban algunas herramientas tecnológicas antes de la pandemia, el periodo de educación remota aceleró su adopción y uso generalizado. EXP02 destaca que este cambio ha sido vital en el proceso de profesionalización docente, mientras que EXP04 enfatiza cómo la pandemia aceleró la adopción de herramientas tecnológicas. El investigador corrobora esta percepción, mencionando la rápida adaptación a plataformas como Zoom y Google Classroom.
Esta integración tecnológica ha tenido un impacto positivo en la eficiencia del trabajo docente, como lo indica EXP01 al mencionar el uso de Drive para compartir planificaciones y sesiones, facilitando la revisión y el acompañamiento por parte de los directivos. El investigador refuerza esta idea, destacando la agilidad en la gestión de la información y la retroalimentación. En cuanto a la convivencia democrática en el aula, EXP01 y EXP03 resaltan cómo el uso de tecnología ha fomentado la reflexión crítica y la participación activa de los estudiantes.
EXP02 introduce el concepto de netiqueta para regular el comportamiento en espacios digitales, mientras que EXP04 señala cómo estas herramientas contribuyeron a mejorar la convivencia democrática en el aula. El investigador concuerda con esta afirmación, mencionando el uso de videos de reflexión y casos reales para promover una convivencia democrática. Esta perspectiva se alinea con la teoría sustantiva, que define la integración de herramientas tecnológicas como un proceso dinámico y adaptativo que mejora los procesos de enseñanza-aprendizaje y fomenta una convivencia democrática en el aula" (Gutiérrez et al., 2022; León y Barroso, 2023; Pincay et al., 2023).
Asimismo, para la subcategoría enfoques de aprendizaje activo, Figura 1, el Currículo Nacional de Educación Básica establece estos enfoques, promoviendo la autonomía y participación estudiantil (EXP01, EXP02). Se destacan metodologías como el ABP y las experiencias de aprendizaje (EXP01, EXP04), que fomentan el pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas (EXP01). Los expertos coinciden en que estos enfoques han transformado el aprendizaje de pasivo a activo, enfatizando el trabajo en equipo, el liderazgo estudiantil y la aplicación práctica del conocimiento (EXP03, EXP04).
Tanto los expertos como la teoría y el investigador concuerdan en que estos enfoques han mejorado significativamente la participación estudiantil, desarrollando competencias del siglo XXI y preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos de un mundo en constante cambio (EXP01, EXP03, EXP04).
Del mismo modo, la subcategoría personalización del aprendizaje emerge como un enfoque caracterizado por su adaptabilidad a las necesidades individuales de los estudiantes. EXP01 destaca la atención a la diversidad, incluyendo estudiantes con necesidades especiales, mediante un equipo de profesionales que brindan apoyo personalizado. EXP02 enfatiza la relación entre la personalización y la construcción de una sociedad mejor, subrayando que la democracia se basa en el bien común. EXP03 profundiza en el rol del docente como mediador, adaptando estrategias para diferentes ritmos de aprendizaje y promoviendo actividades que fortalecen la convivencia. EXP04 señala la integración de tecnologías y enfoques centrados en el estudiante para facilitar la personalización. Estas perspectivas se alinean con la teoría sustantiva que define la personalización del aprendizaje como un enfoque que adapta las experiencias educativas a las necesidades individuales, utilizando diversas estrategias y tecnologías (Arantes, 2024; Ikram et al., 2024).
En lo relacionado con las estrategias de adaptación pedagógica, las mismas han transformado las prácticas docentes y la convivencia democrática en el aula. La integración de herramientas tecnológicas ha evolucionado mejorando la eficiencia del trabajo docente y fomentando la participación activa de los estudiantes (EXP01, EXP03, EXP04), mientras que la implementación de enfoques de aprendizaje activo, como el ABP y las experiencias de aprendizaje, ha promovido el pensamiento crítico y la resolución de problemas (EXP01, EXP04).
De igual manera, para la promoción de la escucha activa, los expertos y el investigador coinciden en que se necesita escuchar al estudiante para comprender sus necesidades, emociones y sentimientos (EXP01, EXP03). Se enfatiza la creación de espacios seguros para la expresión de los estudiantes, ya sea a través de escritos creativos (EXP01) o durante interacciones personalizadas (EXP02, EXP03). La teoría sustantiva respalda esta práctica, describiendo la escucha activa como un proceso dinámico que fomenta un ambiente de aprendizaje basado en el respeto mutuo y la empatía (Benítez et al., 2021; Gómez et al., 2024).
En esta investigación se subraya la importancia del lenguaje utilizado por los docentes, abogando por un tono amable y cariñoso para generar confianza (EXP03), lo cual se alinea con la teoría que destaca la escucha activa como una herramienta clave para el desarrollo de relaciones empáticas y colaborativas (Hsin et al., 2021). Se mencionan técnicas específicas como encuestas socioemocionales (EXP01), dinámicas de grupo y juegos de roles (EXP04), que la teoría respalda como métodos para comprender y atender las necesidades socioemocionales de los estudiantes.
Al analizar la creación de espacios seguros, los cuatro expertos concuerdan en la importancia de establecer acuerdos de convivencia y normas claras a nivel institucional y en el aula. EXP01 destaca la relevancia de la participación comunitaria y la formación de comités específicos, mientras que EXP02 y EXP03 enfatizan la necesidad de escuchar y valorar todas las opiniones. La teoría sustantiva refuerza estos conceptos, definiendo los espacios seguros como entornos que promueven el diálogo abierto y la participación inclusiva, balanceando el apoyo con el fomento del pensamiento crítico (Apostolopoulou y Liodaki, 2021).
EXP04 introduce la importancia de la escucha activa y la retroalimentación constructiva, alineándose con la perspectiva teórica que subraya la necesidad de estrategias pedagógicas innovadoras para procesar y expresar pensamientos y emociones (Nind et al., 2022). El investigador sintetiza estas ideas, resaltando la responsabilidad compartida entre docentes, estudiantes y la comunidad educativa en la creación y mantenimiento de estos espacios seguros.
Cuando se analiza promoción de la empatía los expertos aseguran que esta implica ponerse en el lugar del otro (EXP02, EXP03), lo cual está acorde con la capacidad de comprender y compartir los sentimientos de los demás. EXP01 enfatiza la necesidad de un plan de trabajo organizado que incluya actividades de soporte socioemocional, mientras que EXP02 y EXP04 proponen estrategias prácticas como el cambio de mobiliario y los juegos de roles, respectivamente para desarrollar la empatía. EXP03 resalta la importancia de la escucha activa y la comprensión individual de los estudiantes, lo cual se corresponde con la teoría que menciona el desarrollo de habilidades de escucha activa y perspectiva social (Fernández y Malvar, 2019; Li y Costa, 2023; Ortega et al., 2021; Piñeiro et al., 2022).
En el contexto de los desafíos institucionales, Figura 2, los expertos reconocen la importancia de una planificación cuidadosa y el cumplimiento de las horas efectivas de clase (EXP01, EXP02), enfatizando la necesidad de establecer reglas claras para el manejo del tiempo y lograr los objetivos de aprendizaje (EXP02). Los cuatro expertos valoran positivamente la distribución equitativa y un uso eficiente de los recursos limitados proporcionados por el Estado.
Igualmente, se considera una necesidad combinar modalidades virtuales y presenciales (EXP01, EXP03), enfatizando experiencias vivenciales (EXP02) y el uso de tecnología para compartir casos reales (EXP01, EXP02). Se destaca la formación en manejo de conflictos, habilidades socioemocionales y comunicación empática (EXP04), así como la importancia de las reuniones colegiadas y la coordinación pedagógica (EXP03). La teoría sustantiva respalda estos enfoques, describiendo la capacitación docente como un proceso integral que abarca
competencias pedagógicas, tecnológicas y socioemocionales (Aagaard, 2023; Barrot et al., 2024; Bueno et al., 2023).
Finalmente, se constató que la convivencia democrática docente, Figura 3, frente a los desafíos y oportunidades surgidos durante la pospandemia revela una transformación significativa en las prácticas pedagógicas y dinámicas escolares. Las estrategias de adaptación pedagógica han integrado eficazmente herramientas tecnológicas y enfoques de aprendizaje activo, promoviendo la participación estudiantil y el pensamiento crítico. Las dinámicas de diálogo han fomentado un ambiente inclusivo y colaborativo, destacando la importancia de la escucha activa, la creación de espacios seguros y el cultivo de la empatía (EXP01, EXP02, EXP03).
Los desafíos institucionales han impulsado una gestión eficiente del tiempo y recursos compartidos, así como una capacitación docente multidimensional (EXP01, EXP02, EXP03, EXP04). Esta evolución ha fortalecido un ambiente educativo que promueve valores democráticos, pensamiento crítico y autonomía estudiantil, preparando a la comunidad educativa para enfrentar los retos del escenario pospandemia. La integración de tecnologías digitales, metodologías activas y enfoques personalizados ha sentado las bases para una educación resiliente, participativa y equitativa (Ferreira et al., 2023; Ilie et al., 2024), subrayando la importancia de estas adaptaciones en la promoción de una convivencia democrática efectiva en el contexto educativo actual.
DISCUSIÓN
La discusión científica en torno a la integración de herramientas tecnológicas en la práctica pedagógica pospandemia ha generado una transformación en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la convivencia democrática en el aula. La aceleración en la adopción de estas herramientas ha tenido un impacto dual: por un lado, ha mejorado la eficiencia en la gestión docente, permitiendo una planificación más ágil y un acompañamiento más efectivo por parte de los directivos, como lo menciona EXP01; por otro lado, ha fomentado nuevas formas de interacción y participación en el aula, promoviendo una convivencia democrática, aspecto destacado por EXP02 y EXP04.
Sin embargo, este proceso no ha estado exento de desafíos, como la necesidad de desarrollar nuevas competencias digitales en docentes y estudiantes, y de establecer normas de comportamiento en entornos virtuales, como la netiqueta mencionada por EXP02. A pesar de estos retos, la integración tecnológica ha demostrado su potencial para enriquecer la práctica pedagógica y fortalecer la convivencia democrática, alineándose con la definición propuesta en la teoría sustantiva, que enfatiza la creación de espacios virtuales seguros que fomenten el diálogo, la inclusión y el respeto mutuo (Gutiérrez et al., 2022; León y Barroso, 2023; Pincay et al., 2023).
La implementación de enfoques de aprendizaje activo ha generado un cambio paradigmático en la práctica docente y el compromiso estudiantil. El Currículo Nacional de Educación Básica, al establecer estos enfoques desde 2016 (EXP01), ha propiciado un ambiente educativo donde los estudiantes desarrollan autonomía y participación activa. Este cambio se alinea con las teorías contemporáneas que enfatizan la importancia de la interacción significativa y la construcción colaborativa del conocimiento (Ferreira et al., 2023). La integración de tecnologías educativas y experiencias de aprendizaje híbridas, especialmente relevantes en el contexto pospandemia (Ilie et al., 2024), ha enriquecido aún más estos enfoques, permitiendo una adaptación flexible a las nuevas realidades educativas.
Sin embargo, se reconoce que la implementación efectiva de estos enfoques requiere un cambio en la actitud y práctica de los docentes (EXP02), así como una reestructuración del ambiente de aprendizaje para promover la participación activa y la colaboración.
Por su parte, la personalización del aprendizaje garantiza la adaptabilidad y la atención a las necesidades individuales. Los expertos consultados y la teoría sustantiva convergen en la importancia de este enfoque para fomentar una educación inclusiva y democrática. La visión de EXP02 sobre la contribución de la personalización al bien común y la democracia encuentra eco en los estudios de Stambuk et al. (2024), quienes argumentan que este enfoque fomenta una mayor participación y empatía entre los estudiantes.
No obstante, la implementación efectiva de la personalización del aprendizaje enfrenta desafíos, como la necesidad de capacitación docente y recursos adecuados, aspectos que Kaiss et al. (2023) identifican como críticos para el éxito de estas iniciativas. En última instancia, la personalización del aprendizaje busca mejorar los resultados académicos individuales y fortalece la convivencia democrática y la inclusión en el entorno educativo, como sugieren Langenfeld et al. (2022), alineándose así con los objetivos más amplios de una educación transformadora y equitativa.
Igualmente, las estrategias de adaptación pedagógica revelan un cambio en las prácticas educativas, enfocado en la promoción de la convivencia democrática en el aula. La integración acelerada de herramientas tecnológicas ha demostrado ser un catalizador para la transformación de la enseñanza (Al, 2024). Estos resultados sugieren que las adaptaciones pedagógicas han mejorado la calidad de la enseñanza, sin embargo, es importante reconocer que estos cambios también requieren de una formación docente continua y la adaptación a nuevas formas de interacción en el aula, aspectos que requieren mayor investigación para garantizar una implementación efectiva y sostenible de estas estrategias en el largo plazo.
Al analizar la escucha activa, se reconoce como un elemento para comprender y atender las necesidades, emociones y sentimientos de los estudiantes (EXP01, EXP03). Esta práctica se materializa a través de la creación de espacios seguros para la expresión estudiantil, ya sea mediante escritos creativos o interacciones personalizadas (EXP01, EXP02, EXP03). La importancia del lenguaje utilizado por los docentes, enfatizando un tono amable y cariñoso para generar confianza (EXP03), se alinea con la visión de Hsin et al. (2021), quienes destacan la escucha activa como una herramienta para el desarrollo de relaciones empáticas y colaborativas.
La creación de espacios seguros en entornos educativos fomenta el desarrollo integral. Los expertos resaltan la importancia de establecer acuerdos de convivencia y promover la participación activa de toda la comunidad educativa. Además, la retroalimentación constructiva y el manejo adecuado de conflictos (EXP04) están acorde con las estrategias pedagógicas innovadoras mencionadas por Nind et al. (2022) para procesar y expresar pensamientos y emociones.
La promoción de la empatía revela un consenso entre los expertos y la teoría, destacando su importancia para fomentar una convivencia democrática. Sin embargo, la implementación práctica de esta idea varía entre los expertos: mientras EXP01 aboga por un enfoque estructurado con un plan de trabajo organizado, EXP02 y EXP04 proponen estrategias más experienciales como el cambio de mobiliario y los juegos de roles. Estas diferencias en el enfoque sugieren que la promoción de la empatía requiere una combinación de estrategias planificadas y experiencias prácticas.
La discusión en torno a la convivencia democrática resalta las dinámicas de diálogo en el aula para fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo y colaborativo. Este resultado promueve el intercambio respetuoso de ideas entre docentes y estudiantes (O'Neill et al., 2024; Onrubia et al., 2024). La promoción de la escucha activa fomenta un ambiente de aprendizaje basado en el respeto mutuo y la empatía (Benítez et al., 2021; Gómez et al., 2024). La creación de espacios seguros encuentra respaldo en la literatura que define estos entornos como promotores del diálogo abierto y la participación inclusiva (Apostolopoulou y Liodaki, 2021).
Los desafíos institucionales revelan la complejidad y la interconexión de los factores que influyen en el entorno educativo. La gestión eficiente del tiempo y recursos compartidos fomentan un ambiente de aprendizaje inclusivo y colaborativo (Albright, 2024; Alvarado et al., 2022), enfatizando la necesidad de adaptar las prácticas pedagógicas a las nuevas demandas educativas (Cely et al., 2023). Paralelamente, la capacitación docente permite enfrentar los desafíos pospandemia, abarcando competencias pedagógicas y tecnológicas y habilidades socioemocionales (Aagaard, 2023; Barrot et al., 2024; Bueno et al., 2023).
Finalmente, se valora que la convivencia democrática docente en el contexto pospandemia revela una transformación significativa en las prácticas educativas, destacando la importancia de la adaptación pedagógica, el diálogo constructivo y la superación de desafíos institucionales. Las estrategias de adaptación demuestran mejoras en la participación estudiantil, coincidiendo con las observaciones de expertos sobre la eficacia de estas aproximaciones (EXP01, EXP03, EXP04).
Estos resultados acentúan la naturaleza multifacética de la convivencia democrática donde la integración de enfoques tecnológicos, pedagógicos y comunicativos está configurando un nuevo paradigma educativo más resiliente y participativo (Ferreira et al., 2023; Ilie et al., 2024). Esta evolución mejora la calidad de la enseñanza y el aprendizaje y también prepara a la comunidad educativa para enfrentar futuros desafíos, promoviendo valores democráticos y habilidades esenciales para la sociedad contemporánea.
CONCLUSIONES
Las estrategias de adaptación pedagógica han transformado las prácticas docentes y la convivencia democrática en el aula pospandemia. La adopción de tecnologías educativas ha mejorado la eficiencia del trabajo docente y fomentado la participación de los estudiantes. Los enfoques de aprendizaje activo, como el ABP han promovido el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
Las dinámicas de diálogo han sido fundamentales para fomentar un ambiente de aprendizaje inclusivo y colaborativo. La escucha activa se ha revelado como un proceso dinámico que fomenta el respeto mutuo y la comprensión de las necesidades socioemocionales de los estudiantes. Asimismo, la creación de espacios seguros es esencial para la expresión libre y el diálogo abierto, requiriendo acuerdos de convivencia claros y participación comunitaria. La empatía facilita construcción de comunidades educativas comprensivas y democráticas.
Los desafíos institucionales fomentan una convivencia democrática efectiva. La gestión del tiempo compartido requiere una planificación cuidadosa y el establecimiento de reglas claras, considerando las necesidades individuales de los estudiantes. La gestión de recursos compartidos implica una distribución equitativa y un uso eficiente, fomentando la colaboración entre docentes y la adaptación a diferentes modalidades educativas. La capacitación docente aboga por un enfoque multidimensional que combine modalidades virtuales y presenciales, e incluya formación en manejo de conflictos, habilidades socioemocionales y uso de tecnología.
La convivencia democrática docente frente a los desafíos y oportunidades surgidos durante la pospandemia en instituciones educativas ha experimentado una transformación significativa. Las estrategias de adaptación pedagógica han integrado eficazmente herramientas tecnológicas y enfoques de aprendizaje activo.

















