INTRODUCCIÓN

El desarrollo de la expresión oral en niños en edad preescolar es crucial para su comunicación efectiva, integración social, y la capacidad de expresar pensamientos y emociones, así como para la construcción de su identidad y cultura (^{Martínez, 2024}). Según ^{Castro y Franco (2023}), este proceso es gradual y requiere estímulos y oportunidades adecuadas. Por lo tanto, es esencial proporcionar un enfoque educativo personalizado y eficaz; de lo contrario, podrían surgir retrasos en el desarrollo lingüístico y problemas cognitivos que afecten su habilidad para comprender y utilizar el lenguaje de manera efectiva.

En este sentido, donde es crucial implementar estrategias efectivas para el desarrollo de la expresión oral en los niños, los juegos verbales se presentan como herramientas pedagógicas valiosas. Según ^{Ruiz et al. (2022}), estos juegos son actividades lúdicas que utilizan el lenguaje hablado y están diseñadas para estimular la creatividad y la interacción social. Facilitan el aprendizaje del lenguaje y crean un ambiente dinámico que favorece el desarrollo integral de los infantes. Los autores consideran que la teoría piagetiana respalda esta práctica al señalar que el juego es fundamental para el aprendizaje activo y la construcción del conocimiento a través de la interacción verbal.

Asimismo, la importancia del aprendizaje activo en este contexto, es destacada por ^{Villamizar (2021}), quien enfatiza que representa una estrategia clave para la construcción del conocimiento a través del juego, el interés y la participación activa. Este enfoque propicia un aprendizaje significativo, cooperativo y participativo mediante la exploración, el descubrimiento y la diversión. Esto resulta especialmente relevante para el desarrollo de la expresión oral en niños en edad preescolar, al permitir la adquisición de habilidades lingüísticas y desarrollar la creatividad y confianza al comunicarse. Además, se fomenta la motivación y entusiasmo hacia el lenguaje.

Dado el carácter lúdico de los juegos verbales y sus potencialidades para propiciar el aprendizaje activo, se emplean en diversas instituciones educativas y entornos familiares en la actualidad. La experiencia de ^{Moreira et al. (2024}) evidenció resultados positivos en el desarrollo del vocabulario de un niño con dificultades en el lenguaje expresivo, reflejados en indicadores como la morfología, la expresión verbal y el léxico. Los autores observaron avances significativos en las habilidades lingüísticas del infante, lo que respalda que los juegos verbales son herramientas efectivas para abordar y superar desafíos en la comunicación.

Debido a esto, se considera pertinente explorar las perspectivas de diversos actores involucrados en la educación infantil -docentes, padres y profesionales de la salud- sobre el impacto de los juegos verbales en el desarrollo de la expresión oral. Comprender estas percepciones es fundamental para mejorar las prácticas educativas y fomentar un entorno propicio para el aprendizaje del lenguaje. Al identificar las consideraciones sobre los beneficios y desafíos asociados con su uso, se pueden diseñar estrategias más efectivas que integren estas herramientas lúdicas en los procesos educativos, así como generar conciencia sobre la importancia de su inclusión en las prácticas educativas diarias. Por lo tanto, la presente investigación tiene como objetivo analizar las perspectivas sobre el impacto de los juegos verbales en el desarrollo de la expresión oral de niños en edad preescolar.

MÉTODO

El estudio adoptó un enfoque cualitativo de investigación básica, exploratorio y un diseño no experimental, concretamente un diseño fenomenológico-hermenéutico. La intención fue comprender en profundidad la realidad subjetiva de los participantes respecto al uso de juegos verbales para fomentar el desarrollo de la expresión oral en niños en edad preescolar. Para ello, se exploraron, describieron e interpretaron las experiencias vividas de los participantes en este contexto. Se persiguió, además, identificar los beneficios de los distintos tipos de juegos verbales para el desarrollo lingüístico, comunicativo y fonológico en los escolares.

La población del estudio estuvo compuesta por docentes de educación inicial, padres de familia y profesionales de la salud que trabajan con niños en edad preescolar en instituciones educativas públicas y privadas de Lima Metropolitana, Perú. Para la selección de los participantes, se utilizó un muestreo no probabilístico de tipo intencional. Los criterios de inclusión fueron: docentes con experiencia en educación inicial, padres de familia con hijos en edad preescolar y profesionales de la salud especializados en terapia del lenguaje o desarrollo infantil. La muestra final quedó conformada por cuatro personas.

Para la recolección de información, se utilizó la técnica de la entrevista semiestructurada, la cual se llevó a cabo en junio de 2024. Para asegurar la obtención de datos relevantes, se empleó una guía de entrevista que incluyó tanto preguntas abiertas como cerradas, las que les permitió a los entrevistados expresar sus opiniones y experiencias de manera detallada. En la Tabla 1 se presenta la matriz de categorización apriorística de la variable de interés, donde se detallan las subcategorías primarias y secundarias, así como las preguntas formuladas a los participantes.

Tabla 1. Matriz de categorización apriorística. 

Para garantizarse la validez de contenido del instrumento, se consultó a un panel de expertos. Tres especialistas en metodología de la investigación cualitativa revisaron la guía de entrevistas y proporcionaron sus observaciones. Estas sugerencias fueron incorporadas para optimizarse la redacción y la pertinencia de las preguntas formuladas. Esto fue un paso crucial en el desarrollo del instrumento de la investigación, puesto que contribuyó a que las preguntas fueran claras, relevantes y alineadas con el objetivo del estudio. Con la integración de sus recomendaciones, se fortaleció la calidad del instrumento y su fiabilidad.

Durante el desarrollo del estudio, se consideraron diversos principios éticos que aseguran la integridad científica de la investigación. Se respetó el principio de beneficencia, para ello se garantizó que no se causaran daños y se promovió el bienestar de los participantes. Además, se aplicó el principio de justicia, al tenerse un trato equitativo con todos los involucrados y evitándose cualquier práctica discriminatoria. Asimismo, se obtuvo el consentimiento informado de los participantes antes de realizar las entrevistas, al solicitarles su autorización y explicarles el propósito del estudio.

Las entrevistas se llevaron a cabo de manera presencial, en la que se registraron las sesiones a través de grabaciones de audio (previo consentimiento de los participantes) y se tomaron notas durante las conversaciones. Se aseguró la confidencialidad y el anonimato de los participantes a lo largo de todo el estudio. Los datos recolectados se utilizaron de forma exclusiva con fines académicos y se respetó en todo momento los derechos de los participantes.

Una vez realizadas las entrevistas, se realizó un análisis interpretativo del contenido de los datos recolectados. De esta manera se identificaron tendencias y patrones significativos en las respuestas de los participantes, lo que permitió extraer conclusiones sobre sus experiencias y percepciones para comprender el fenómeno estudiado. En este sentido, se utilizó el software ATLAS.ti para optimizar el análisis cualitativo asistido por computadora, lo que permitió una gestión más eficiente y sistemática de los datos textuales.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Una vez aplicadas las entrevistas semiestructuradas a los profesionales que trabajan con niños en edad preescolar en instituciones educativas públicas y privadas de Lima Metropolitana, y tras triangular la información, se obtuvieron hallazgos significativos sobre el uso de juegos verbales en el ámbito educativo para estimular la expresión oral de estos infantes. A continuación, se presentan los resultados obtenidos, los cuales revelan un consenso entre los participantes en el estudio respecto a su efectividad y beneficios.

La primera pregunta se enfocó en los tipos de juegos verbales que incluyen rimas y que se utilizan en el contexto educativo para estimular la expresión oral. Los participantes en la entrevista mencionaron varias opciones, como las retahílas, que se emplean en el aula debido a que son fáciles de recordar y muy entretenidas. Estas actividades ayudan a los niños a familiarizarse con el ritmo y la musicalidad del lenguaje, lo que contribuye a mejorar su fluidez al hablar. También señalaron el uso de canciones infantiles, a través de las cuales los infantes aprenden nuevas palabras y desarrollan su habilidad para articular sonidos y mejorar su pronunciación. Además, mencionaron la utilización de versos y poemas, que permiten explorar diferentes estructuras lingüísticas, lo que ayuda a los niños a comprender cómo se forman las oraciones y a enriquecer su vocabulario. Por último, presentaron las adivinanzas rimadas como otra opción; desde su perspectiva, estas son un excelente recurso para estimular el pensamiento crítico y la creatividad. Al resolverlas, los niños se divierten y aprenden a formular preguntas y a expresar sus ideas con claridad.

Además, la pregunta también abordó de qué manera estos juegos verbales contribuyen al desarrollo de la expresión oral en niños en edad preescolar. Durante la entrevista, se enfatizó que estos juegos son fundamentales en este proceso, debido a que promueven el desarrollo de habilidades fonológicas, lo que a su vez mejora la comprensión auditiva, la percepción y la conciencia fonológica. Al integrar rimas y ritmos en el aprendizaje, los participantes coincidieron en que se facilita la adquisición de nuevas palabras y estructuras lingüísticas, lo que impacta de manera significativa en la fluidez y claridad del habla. A través de la repetición, los niños tienen la oportunidad de aprender nuevas palabras y frases, lo que enriquece su vocabulario y les permite experimentar con diferentes estructuras lingüísticas. Además, estos juegos estimulan la memoria y la atención, al requerir que los niños escuchen con atención y recuerden patrones rítmicos y sonoros.

Adicionalmente, los entrevistados destacaron el carácter lúdico de estas actividades, que aprovecha la naturaleza divertida del aprendizaje y la capacidad inherente de los niños para disfrutar del lenguaje, las convierte en herramientas excepcionales para fomentar el desarrollo lingüístico. A través de estas actividades, los niños disfrutan al explorar el ritmo, la musicalidad y las combinaciones creativas de palabras. De esta manera se estimulan las habilidades lingüísticas específicas y se contribuye al desarrollo integral del niño al abarcar aspectos cognitivos y sociales. Asimismo, establece las bases para un desarrollo sólido de las habilidades comunicativas, lo que prepara a los niños para enfrentar futuros desafíos en la lectura y la escritura.

La segunda pregunta se centró en cómo las adivinanzas, que es uno de los juegos verbales, pueden contribuir al desarrollo de la expresión oral en niños pequeños. Durante la entrevista, los profesionales señalaron que las adivinanzas fomentan habilidades como el pensamiento crítico, la atención, la resolución de problemas, el desarrollo del lenguaje descriptivo y la comprensión. Su naturaleza lúdica estimula la imaginación, la curiosidad y la capacidad de observación de los niños. Además, representan una herramienta que desafía a los pequeños a pensar de manera creativa y a expresar sus ideas con claridad y precisión.

Otra pregunta abordó cómo las jitanjáforas o trabalenguas contribuyen al fortalecimiento de la expresión oral en niños en edad prescolar, así como los beneficios específicos que se pueden observar. Los entrevistados coincidieron en que estas herramientas son efectivas para mejorar la pronunciación, ampliar el vocabulario y desarrollar la conciencia fonológica. Su carácter lúdico y rítmico potencia la fluidez verbal y el control del ritmo en el habla. Además, estimulan la creatividad, mejoran la memoria y la concentración, y aumentan la confianza de los niños en su capacidad para comunicarse oralmente.

El estudio buscó identificar qué juegos verbales centrados en el aspecto fonológico del lenguaje se utilizan para promover una expresión oral adecuada en niños pequeños y cómo influyen en esta habilidad. En respuesta a esta pregunta, los entrevistados mencionaron nuevamente juegos que incluyen rimas, como retahílas, canciones infantiles, trabalenguas y adivinanzas rimadas. Según su experiencia, estos juegos contribuyen de manera significativa al desarrollo de la conciencia fonológica, al ayudar a los niños a reconocer y manipular los sonidos del lenguaje, lo cual es fundamental para su futura lectura y escritura. Además, amplían su vocabulario al introducir nuevas palabras en un contexto lúdico, lo que enriquece su léxico. La repetición y la práctica constante también mejoran la fluidez al hablar. Asimismo, fomentan habilidades cognitivas como la memoria, la atención y la resolución de problemas. Por último, promueven la interacción social y el aprendizaje colaborativo, dado que muchos de estos juegos se llevan a cabo en grupo.

En cuanto a cómo los juegos verbales enfocados en el componente comunicativo del lenguaje favorecen el desarrollo de una expresión oral adecuada en niños pequeños, los profesionales entrevistados coincidieron en que les ayudan a reconocer y manipular los sonidos del lenguaje. Esta habilidad es fundamental para lograr una articulación clara y precisa de las palabras, lo que a su vez mejora su capacidad para comunicarse de manera efectiva. Además, les permite aprender nuevas palabras; un vocabulario más amplio les permite expresarse con mayor claridad y riqueza, lo que facilita la comunicación de ideas y sentimientos. Asimismo, la repetición y el ritmo presentes en estos juegos contribuyen al desarrollo de una mayor fluidez al hablar, lo que les brinda la oportunidad de practicar la pronunciación y aumentar su confianza al expresarse de forma oral. Al mejorar su memoria auditiva y atención, los niños pueden seguir conversaciones y participar de manera activa en interacciones sociales; así como jugar en grupo, lo que potencia sus habilidades comunicativas y colaborativas. También pueden servir como herramientas para la detección temprana de problemas del lenguaje.

Por otro lado, la investigación también se propuso indagar sobre qué juegos verbales enfocados en el ámbito lingüístico se utilizan para estimular la expresión oral en niños pequeños y cómo contribuyen específicamente a esta habilidad. En respuesta a esta pregunta, los especialistas entrevistados coincidieron en que actividades como poesías, canciones, adivinanzas, rimas y juegos de palabras son esenciales para fomentar la expresión oral. Destacaron su papel en la ampliación del vocabulario, la mejora de la gramática, la pronunciación correcta y el aumento de la fluidez verbal. Además, estos juegos profundizan en los componentes lingüísticos -fonológico, semántico, morfosintáctico y pragmático- que se ven beneficiados por su uso.

En relación con las percepciones de los docentes sobre el uso de juegos verbales para el desarrollo de la expresión oral en niños pequeños, se destacó que su opinión es positiva. Desde su experiencia, coincidieron en que estos juegos son herramientas efectivas para aumentar de manera significativa las habilidades comunicativas de los niños. Fomentan el vocabulario y la fluidez, desarrollan habilidades sociales y contribuyen a la conciencia fonológica, lo que incluye una adecuada articulación y pronunciación. Además, resaltaron el carácter lúdico de estas actividades, que crea un ambiente positivo para el aprendizaje y motiva a los niños a participar y disfrutar del proceso de adquisición del lenguaje. Algunos docentes compartieron experiencias en las que han observado que la implementación de juegos verbales ha ayudado a los estudiantes a superar dificultades iniciales, como problemas de vocalización o entonación.

De igual manera, las percepciones de los padres de familia sobre el uso de juegos verbales para favorecer la expresión oral en sus hijos pequeños fueron de forma general positivas, favorable y reflejaron un reconocimiento de los beneficios que estas actividades lúdicas aportan al desarrollo lingüístico de sus niños. Destacaron que además de que estos juegos verbales son divertidos, tienen su valor educativo en el desarrollo del vocabulario y la fluidez verbal de sus hijos. Apreciaron que se despierta el interés de los niños por el lenguaje, los cuales se sienten motivados por aprender nuevas palabras y a comunicarse de forma efectiva. Esto también lo han percibido en el contexto familiar al mejorarse la comunicación en el hogar y al desarrollarse habilidades sociales con la promoción del trabajo en equipo, la escucha activa y la capacidad para expresarse ante otros. Se resaltó que su uso regular ha contribuido en sus hijos a superar dificultades en la expresión oral, como problemas de pronunciación o falta de vocabulario, lo que les proporciona mayor confianza al comunicarse.

Entre tanto, algunos de los entrevistados señalaron que, aunque los padres reconocen la importancia de utilizar juegos verbales para favorecer la expresión oral de sus hijos, no siempre se involucran de forma activa en su implementación en el hogar. Esta falta de participación es significativa, ya que se entiende que la familia desempeña un papel crucial en el desarrollo del lenguaje infantil; los padres son, en efecto, la primera escuela que influye en la adquisición del lenguaje. Además, durante la entrevista se destacó que algunos padres no son conscientes de la relevancia de estos juegos, lo que subraya la necesidad de que los educadores ofrezcan orientación y apoyo en este aspecto.

Para concluir la entrevista, la última pregunta invitó a los entrevistados a compartir su perspectiva sobre las opiniones de los profesionales de la salud, como terapeutas y psicólogos, respecto al uso de juegos verbales para potenciar la expresión oral en niños pequeños. En respuesta, los participantes señalaron que existe una percepción favorable entre estos especialistas. Consideran que estas actividades son herramientas efectivas para estimular el desarrollo del lenguaje, al mejorar aspectos fundamentales como la pronunciación, el vocabulario y la fluidez verbal. Además, reconocen su importancia en el desarrollo de la conciencia fonológica, un elemento crucial para el aprendizaje de la lectura y escritura. También observan que estos juegos estimulan habilidades cognitivas esenciales, como la memoria, la atención y la resolución de problemas, que son vitales para el aprendizaje en general. Su carácter lúdico crea un ambiente positivo y motivador que anima a los niños a participar de manera en su educación. Asimismo, fomentan la interacción social, lo que les permite mejorar su comunicación con sus compañeros. Algunos profesionales ven en estos juegos una oportunidad valiosa para detectar tempranamente dificultades en el lenguaje, lo que facilita una intervención oportuna. Finalmente, recomiendan que tanto padres como educadores integren juegos verbales en las rutinas diarias para mejorar las habilidades lingüísticas y fortalecer las relaciones familiares y educativas.

Discusión

Los participantes de la entrevista comparten una percepción positiva sobre el uso de juegos verbales, como retahílas, canciones infantiles, versos, poemas, trabalenguas y adivinanzas rimadas. Se destacó que estas actividades estimulan la expresión oral en niños en edad preescolar. Estos hallazgos coinciden con los de ^{Jaime y Castro (2024}), quienes también identificaron entre los juegos verbales más comunes aquellos que fomentan el vocabulario y la creatividad, como los juegos de palabras rimas, trabalenguas y adivinanzas. Además, estos autores incorporaron otra categoría: los juegos de roles, que promueven la expresión oral a través de la representación de situaciones sociales y diálogos.

Los resultados de esta investigación coinciden con las afirmaciones de ^{Curipallo (2023}), quien sostiene que los juegos verbales favorecen el desarrollo integral de los niños, en el ámbito lingüístico y socioemocional. El autor también destaca que estas actividades fomentan la confianza, la cooperación y la empatía entre los escolares. Además, contribuyen a crear un ambiente dinámico y participativo que favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera holística. Por otro lado, ^{Cobeña et al. (2023}) evidencian que las actividades lúdicas mejoran de forma significativa las capacidades de expresión oral en niños de cuatro años, al abarcar aspectos morfológicos, semánticos y sintácticos.

En cuanto al papel de la adivinanza como juego verbal en el desarrollo de la expresión oral en niños en edad preescolar, los participantes del estudio señalaron que, entre otros beneficios, fomenta habilidades cognitivas, amplía el vocabulario y crea un entorno de aprendizaje lúdico y estimulante para los pequeños. Constituye una manera de despertar la curiosidad mediante la resolución de enigmas, lo cual ejercita su capacidad para formular preguntas y buscar respuestas, además de desarrollar habilidades de clasificación y abstracción. También, se fomenta un ambiente de participación activa, donde los infantes se sienten motivados a expresarse y compartir sus ideas, esto les ayuda a construir relaciones con sus pares y a mejorar su confianza al comunicarse. Este hallazgo se alinea con lo planteado por ^{Prokhorova et al. (2023}), quienes argumentan que la adivinanza genera una situación problemática que requiere flexibilidad y un pensamiento analítico, lo que pone de manifiesto su potencial cognitivo-pragmático.

Los entrevistados expresaron una valoración positiva sobre el uso de jitanjáforas y trabalenguas para fortalecer la expresión oral en niños de primeras edades. Esta apreciación se basa en varios aspectos clave que resaltan los beneficios de estas actividades lúdicas en el desarrollo lingüístico infantil. A través de su práctica, los niños son desafiados a articular sonidos y frases complejas, lo que mejora su pronunciación y les ayuda a desarrollar una mayor conciencia fonológica. Además, al repetir y articular estos juegos, los pequeños aprenden a reconocer y manipular los sonidos del lenguaje, habilidades esenciales para su futura capacidad de lectura y escritura. Asimismo, crean un ambiente de aprendizaje positivo y motivador, lo que fomenta la interacción social entre los niños. Esta afirmación se respalda en la investigación de ^{Holguín y Zambrano (2021}), quienes coinciden en que los ejercicios con trabalenguas contribuyen al desarrollo de la fluidez verbal, la pronunciación adecuada y la correcta vocalización de sonidos y palabras, además de fortalecer la memoria. Por su parte, ^{Gellert (2023}) sostiene que estas actividades también sirven como una forma efectiva de intervención para enriquecer el vocabulario morfológico, esto se debe a que al interactuar con estas formas de lenguaje, los niños comienzan a comprender cómo se forman y se combinan los morfemas.

En cuanto a los juegos verbales enfocados en el aspecto fonológico del lenguaje, que se utilizan para promover una adecuada expresión oral en niños pequeños, se presentaron diversas propuestas. Entre ellas, destacaron aquellas que incorporan rimas, pues favorecen la comprensión auditiva, la conciencia fonológica, la expansión del vocabulario y la mejora de la fluidez verbal. Además, estos juegos contribuyen al desarrollo cognitivo, creativo y social de los niños, tal como lo señalan ^{Benton et al. (2023}) y ^{Griffith et al. (2023}), lo cual les permite experimentar con el lenguaje de manera lúdica y efectiva. Por lo tanto, es esencial integrar estas actividades en las prácticas pedagógicas desde una edad temprana para maximizar sus beneficios en el desarrollo integral de los infantes.

Los profesionales entrevistados coincidieron en que los juegos verbales enfocados en el componente comunicativo del lenguaje, favorecen el desarrollo de una expresión oral adecuada en niños pequeños. Desde su apreciación mejoran la pronunciación, amplían el vocabulario y favorecen la fluidez, claridad y coherencia en la expresión oral, lo que a su vez promueve la interacción social. Al comunicarse con mayor fluidez y confianza, los niños experimentan un impacto positivo en su desarrollo social, emocional y académico.

En línea con este resultado, ^{Talledo y Rivadeneira (2022}) constataron que los estudiantes que participaron en su investigación tuvieron un fortalecimiento significativo en su capacidad de comunicación y seguridad al expresarse oralmente mediante el uso de estrategias lúdicas. Entre estas estrategias destacaron actividades como la visualización y presentación de obras de teatro infantil, el canto y aprendizaje de canciones, juegos de imitación, narración de cuentos cortos, diálogos, intervenciones en lecturas dirigidas y el uso de preguntas organizadas. Los autores resaltaron la importancia de implementar estas propuestas basadas en el juego, debido a que les permiten a los niños aprender de manera activa y dinámica. En la aplicación de estas estrategias, se utilizaron herramientas tecnológicas como computadoras, proyectores, grabadoras parlantes y videos, lo que enriqueció aún más la experiencia educativa. De esta manera, se logra crear un entorno interactivo e innovador que capta la atención de los infantes y facilita un aprendizaje más significativo y efectivo.

Enfocados en el ámbito lingüístico los especialistas entrevistados expresaron los juegos verbales estimulan la estimular la expresión oral en los niños pequeños, al fomentar la comprensión y producción de estructuras gramaticales complejas. Estos juegos requieren que los niños escuchen y procesen información de manera activa, lo que mejora su capacidad para entender el lenguaje y ayuda a identificar patrones gramaticales y estructuras lingüísticas. De esta manera conocen como se forman las oraciones, lo que les permite internalizar reglas gramaticales de manera natural y divertida. ^{Pucuhuaranga (2016}) pudo demostrar en que en los niños de cinco años que participaron en su estudio la aplicación de los juegos verbales mejoró de forma significativa el desarrollo de la articulación verbal. Además, otros autores destacan la eficacia de intervenciones como la terapia de construcción de oraciones tempranas y el uso del discurso indirecto para desarrollar la competencia discursiva (^{Kern et al., 2024}; ^{Trebacz et al., 2024}).

En el estudio se apreció que los profesionales entrevistados consideran que los docentes ven en los juegos verbales estrategias valiosas para el desarrollo de la expresión oral en niños pequeños. Estas actividades no solo mejoran las habilidades lingüísticas, sino que también fomentan la interacción social y crean un entorno de aprendizaje atractivo y efectivo, lo que respalda su uso en el aula. De manera similar, ^{Castro y Franco (2023}) encontraron en su investigación que los educadores participantes también están dispuestos a implementar estrategias para potenciar la expresión oral mediante ejercicios que permiten informar, entretener, persuadir y expresar ideas oralmente en niños en edad preescolar. Sin embargo, los autores notaron que estas estrategias apenas se aplican en las clases, por lo que sugieren fomentar su uso e incluir una variedad de ellas, como narraciones, dramatizaciones, fábulas, trabalenguas, retahílas y juegos dramáticos.

De manera similar, los hallazgos de la investigación se alinea con el estudio ^{Ruiz et al. (2022}), quienes consideran que los juegos verbales son una herramienta pedagógica valiosa en el desarrollo del lenguaje infantil. Al realizar una encuesta a un grupo de docentes, los autores pudieron comprobar que estos utilizan este tipo de recursos en sus clases, y que los niños se encuentran en un nivel intermedio en cuanto a participación y desarrollo del lenguaje. Esto resalta la importancia de incorporar juegos verbales en el aula, al fomentar la interacción y contribuyen al crecimiento lingüístico de los estudiantes.

Asimismo, ^{Ruiz y Ríos (2022}), a través de una encuesta aplicada a un grupo de docentes, encontraron que estos, en ocasiones, utilizan juegos verbales para desarrollar el lenguaje en niños de cinco años. Sin embargo, se identificaron deficiencias en su implementación, lo que indica la necesidad de una capacitación pedagógica en este ámbito. Muchos educadores no están completamente familiarizados con las estrategias efectivas para integrar los juegos verbales en su enseñanza, lo que limita su potencial. Algunos tienden a considerar estos juegos como simples medios de distracción, aplicándolos únicamente en los últimos minutos de clase. Para maximizar el impacto positivo de los juegos verbales en el desarrollo del lenguaje, es crucial que se reconozcan como recursos didácticos valiosos que pueden enriquecer la experiencia de aprendizaje y fomentar un ambiente más participativo y dinámico en el aula.

Aunque los profesionales entrevistados valoran de positiva la percepción que tienen los padres sobre el uso de juegos verbales para fomentar la expresión oral en sus hijos pequeños, también observan que muchos de ellos no se involucran de forma activa en su aplicación en el hogar. Esta situación es preocupante, debido a que la familia desempeña un papel fundamental en la maximización de los beneficios que estos juegos pueden ofrecer al desarrollo lingüístico de los niños. Esta perspectiva se alinea con lo señalado por ^{Desmita et al. (2023}), quienes afirman que la familia es el primer y principal entorno educativo para los niños. Ante esto, se remarca la necesidad de fomentar en los padres de familia la implementación de estas estrategias educativas.

La percepción de los profesionales de la salud (terapeutas, psicólogos, etc.) respecto al uso de juegos verbales para potenciar la expresión oral en niños en las primeras etapas de también fue positivo. Estos especialistas reconocen que los juegos verbales ofrecen una variedad de beneficios que contribuyen al desarrollo integral de los infantes, lo cual abarca el ámbito lingüístico, el social y el emocional. De esta manera se consideran herramientas multifacética al poder emplearse en el contexto educativo y en el terapéutico.

CONCLUSION

Con el estudio se ha evidenciado que las perspectivas sobre el impacto de los juegos verbales en el desarrollo de la expresión oral de niños en edad preescolar son en general positivas. Los profesionales entrevistados, incluidos educadores, padres y especialistas de la salud, reconocen los múltiples beneficios que estos juegos aportan al desarrollo lingüístico, social y emocional de los infantes. Se han destacado aquellos que incorporan rimas, adivinanzas y trabalenguas, porque mejoran la fluidez verbal y la pronunciación, además de fomentar habilidades fonológicas y ampliar el vocabulario. Se destacó su capacidad para estimular la memoria, la atención y el pensamiento crítico. Su naturaleza lúdica crea un ambiente positivo que motiva a los infantes a participar de forma activa en su proceso de aprendizaje, lo que a su vez fortalece su confianza al comunicarse.

Sin embargo, se identificó que, a pesar de que los padres tienen una percepción positiva sobre los juegos verbales, es fundamental que se involucren de manera activa en su implementación en el hogar. Para lograr esto, es necesario fomentar una mayor colaboración entre educadores y familias, lo que permitirá maximizar los beneficios de estas estrategias en el desarrollo del lenguaje. Los hallazgos respaldarán la necesidad de integrar los juegos verbales como una práctica regular en el currículo educativo, al constituir una forma efectiva de potenciar la expresión oral en niños en edad preescolar.