INTRODDUCCIÓN
La evaluación formativa representa un componente esencial en el ámbito educativo, siendo un proceso sistemático y continuo que busca reunir y evaluar datos con el fin de reconocer y validar los métodos de enseñanza, aprendizaje y los niveles de competencias alcanzados por los estudiantes (Joya, 2020; Sánchez et al., 2020). Este enfoque va más allá de la evaluación tradicional basada únicamente en la medición de puntajes, ya que se centra en la mejora continua de los métodos de aprendizaje, proporcionando retroalimentación oportuna para la toma de decisiones (Coronado, 2020).
El paradigma actual del sistema educativo ha estado predominantemente orientado a la medición de resultados por puntajes obtenidos, limitando su perspectiva sobre el desarrollo integral de los estudiantes (Sánchez et al., 2020). En este contexto, la evaluación formativa emerge como un factor crucial, permitiendo una evaluación permanente y reflexiva, basada en la información recopilada, con el objetivo de fortalecer el proceso educativo y ofrecer una enseñanza de calidad (Coronado, 2020). Hidalgo (2020) destaca los nuevos desafíos que plantea la evaluación formativa al cuestionar la efectividad de las evaluaciones tradicionales, proponiendo un enfoque centrado en el estudiante y la adaptación didáctica para potenciar el aprendizaje, fomentando así el desarrollo metacognitivo del alumno.
La evaluación, como instrumento principal en el proceso de enseñanza y aprendizaje, desempeña un papel crucial en la verificación de las competencias adquiridas por cada estudiante, permitiendo ajustar políticas educativas y contribuir al desarrollo educativo en su conjunto (Gallardo-Fuentes et al., 2020). Souto et al., (2020) subraya la importancia de que la evaluación no sea simplemente una acumulación de resultados, sino un análisis profundo de las competencias alcanzadas por los estudiantes.
En el contexto latinoamericano, la introducción de la evaluación formativa ha supuesto un cambio significativo en la metodología evaluativa, superando las limitaciones de enfoques clásicos (Navarro-Gonzáles y Vivar-Reyes, 2017). Este cambio ha permitido una comprensión más profunda de las competencias obtenidas por los estudiantes en diversas materias, contrarrestando las creencias socioculturales arraigadas en políticas evaluativas tradicionales (Medina y Deroncele, 2019).
La globalización en la educación, según Quiñones et al., (2021) ha incrementado la competencia, exigiendo una reevaluación de las métricas pedagógicas para mejorar la dirección de la educación y favorecer el desarrollo de competencias académicas en todos los miembros de la comunidad educativa. La evaluación formativa se erige como un proceso esencial para el aprendizaje continuo del estudiante a lo largo de su recorrido académico (Cunill y Curbelo, 2021).
En el ámbito de la evaluación formativa, el componente curricular desempeña un papel fundamental en la medición de las competencias educativas de los estudiantes, siendo crucial diferenciar entre calificación y evaluación (López-Pastor et al., 2019). Pérez Pino et al., (2017) enfatiza la importancia de la evaluación sin necesidad de cuantificar mediante puntajes, favoreciendo así un impacto más positivo en el proceso de aprendizaje.
Asún Dieste et al., (2019) destaca la importancia de mejorar las competencias de los estudiantes basándose en sistemas de calidad, promoviendo una evaluación constante de las habilidades y aptitudes de los alumnos. La evaluación formativa se presenta como un apoyo eficaz para transformar el paradigma educativo, donde el estudiante se convierte en el eje central del proceso educativo.
Con el propósito de establecer un marco de proceso educativo de calidad, surge la siguiente interrogante de investigación: ¿De qué manera la evaluación formativa permite analizar niveles de avance y aprendizaje? El presente estudio, respaldada por una revisión sistemática, busca analizar la finalidad y los elementos técnicos de la evaluación formativa en la educación, demostrando su contribución al proceso de mejora de las competencias de los alumnos a través de las relaciones y dimensiones que engloba este enfoque metodológico.
METODOLOGÍA
La diversidad de características propias de cada buscador científico ha motivado la realización de ajustes específicos en cada búsqueda, considerando los diferentes criterios de selección, para lograr un grupo de instrucciones coherentes con el objetivo científico previamente definido y delimitado. En concordancia con el propósito de esta investigación, que orienta el presente estudio, se llevaron a cabo búsquedas sistemáticas en la literatura con el objetivo de identificar investigaciones que abordaran información relacionada con la evaluación formativa en la educación, con el fin de desarrollar habilidades y alcanzar las competencias necesarias tanto en maestros como en estudiantes. La fundamentación de la generación de ideas se sustentó en la comprobación del estado actual de la investigación, asegurando que este tema sea de interés, y se comprendieron los diferentes abordajes metodológicos para su entendimiento y revisión.
Los motores de búsqueda consultados en esta investigación incluyeron Scielo.org, Dialnet, EBSCO, Google Scholar, Scopus, Redalyc.Org y ProQuest, todos ellos reconocidos por contener información relevante para nuestra revisión bibliográfica (Spanhol et al., 2020).
La búsqueda se llevó a cabo mediante la combinación de descriptores y operadores lógicos como AND, OR, NOT. Con el objetivo de especificar la revisión, se establecieron criterios de exclusión e inclusión, como la selección de investigaciones comprendidas en el periodo del 2017 en adelante, en las vertientes cuantitativas, cualitativas y mixtas, con disponibilidad de información completa, y que se relacionaran directamente con el tema de revisión.
En el proceso de búsqueda de información sobre la variable evaluación formativa, se delimitó el contenido de la información requerida. La cadena de búsqueda arrojó los siguientes resultados: 2 artículos en Scielo.Org, 10 artículos en Dialnet, 9 artículos en Google Académico, y 3 artículos en Alicia Concytec. Posteriormente, con los 24 artículos seleccionados, se llevó a cabo una categorización temática para su análisis subsiguiente.
La revisión se efectuó de acuerdo con las directrices del método PRISMA, considerando los siguientes criterios: todos los artículos publicados en idioma inglés y español en los años del 2017 en adelante, trabajos potencialmente relevantes y con el mayor nivel de validez posible, relación directa con el tema de investigación y trabajos innovadores. Los criterios de exclusión comprendieron trabajos fuera de la temporalidad establecida, artículos escritos en idiomas diferentes al inglés y español, artículos repetidos, y cualquier forma de libros, informes o tesis.
En la Tabla 1 se destacan los resultados de la búsqueda fueron obtenidos a través de la combinación de descriptores y operadores lógicos en los motores de búsqueda mencionados. Se aplicaron criterios de exclusión e inclusión para seleccionar investigaciones pertinentes, limitando la búsqueda a un periodo específico (2017 en adelante) y considerando las vertientes cuantitativas, cualitativas y mixtas. La revisión temática posterior involucró la categorización de los 24 artículos seleccionados para un análisis más detallado.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Temas Principales sobre la convivencia escolar
De los trabajos escogidos se obtuvieron 21 artículos los cuales están agrupados en 4 grupos por sus características similares, tal como se muestra en la Figura 1.
Evaluación formativa y el rol docente
Esta Tabla 2 ofrece una síntesis de artículos relacionados con la evaluación formativa y el rol docente, destacando autores, año de publicación, índice de referencia, país de origen del artículo, metodología empleada y el tipo de establecimiento educativo asociado a cada investigación.
Neciosup-Mendoza (2021) manifiesta que la adecuación de la evaluación formativa llevado a cabo en las aulas destaca los aprendizajes, que de igual forma valoran las evidencias obtenidas a través de las acciones evaluativas, destacando las didácticas de enseñanza y métodos necesarios para el aprendizaje, donde la planificación llevada a cabo por el docente determina los factores de éxito para la enseñanza y aprendizaje del proceso educativo, los resultados obtenidos del proceso evaluativo no son considerados como datos concluyentes al utilizar la evaluación formativa, la cual debe basarse en un método didáctico para la evaluación de las competencias de los estudiantes.
El estudio de García- Gallegos (2020) plantea la interacción académica en el proceso de permuta de prácticas colectivas e individuales, erigiendo saberes a través de las contribuciones de la evaluación formativa, creando un equilibrio entre las competencias y del ideal humano de los estudiantes, asimismo, Joya (2020) la función de optimización de procesos es una función específica de la evaluación formativa mejorando y dinamizando la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos.
Por su parte, Huamaní y Mejía (2020) manifiestan que no existen herramientas normalizadas para la aplicación de la evaluación formativa, y que estos elementos influyen en su desempeño docente con bajos niveles de calidad.
Donde Medina-Zuta y Deroncele-Acosta (2019) destacan las capacidades del análisis crítico y el pensamiento reflexivo, como una contribución en la producción pedagógica necesaria para profundizar en las dimensiones de la evaluación formativa, la cual se presenta como un reto para las nuevas políticas educativas, motivando un aprendizaje válido, asimismo Gallardo-Fuentes et al., (2019) señala que el cambio de metodología en la implementación de la evaluación formativa, ha motivado una evolución en formación académica de los estudias. Pascual-Arias et al., (2019) establece que los docentes son los personajes vanguardistas en la aplicación de nuevas didácticas innovadoras para mejorar la calidad académica de los estudias, primero evaluando el nivel de aprendizaje de sus estudiantes, teniendo un conocimiento claro de sus capacidades y limitaciones, para aplicar estrategias en la enseñanza.
Evaluación Formativa en la educación superior
La Tabla 3 presenta una síntesis de artículos relevantes sobre la evaluación formativa en la educación superior, abordando autores, año de publicación, índice de referencia, país de origen del artículo, metodología utilizada y el tipo de establecimiento educativo al que pertenece cada investigación.
Para Cañadas (2020) la falta de generalización de la evaluación formativa, es uno de los temas con mayor discusión en el aspecto didáctico de la educación, ya que en muchas instituciones educativas, se encuentran aún procesos evaluativos clásicos, complicados y que no manifiestan el total de competencias que desarrolla el estudiante en su proceso formativo, la resistencia al cambio, motivando el uso de instrumentos retrógrados y que la medición de cuantitativa es más que suficiente para de medir el aprendizaje de los estudiantes.
Por su parte, Bizarro et al., (2019) indican que una de las actividades con mayor complejidad dentro de la actividad educativa en la valoración de los aprendizajes por parte de los estudiantes, que muchas veces no alcanza a ser entendido por muchos maestros, por las múltiples actividades que este procedimiento requiere (, donde las capacidades y competencias alcanzadas por los estudiantes, en algunas oportunidades pasan inadvertidas, y como se puede entender por la ley General de educación (2008) citada por Bizarro et al., (2019) esta debe ser un proceso continuo, formativo y elástica en la experiencia pedagógica, para impulsar la mejora de las competencias en los estudiantes.
Además, Blanco (2018) menciona la relación existente entre las manifestaciones de los intereses académicos de los estudiantes y las materias impartidas, donde las actividades planteadas para la ejecución de las propuestas educativas, debiendo considerar estas dos actividades como un solo proceso y no analizarlas por separado, que es una actividad distinguida en la actividad científica, valorando las acciones, políticas y programas que aseguran un proceso llevadero y con calidad.
Donde Navarro-Gonzáles y Vivar-Reyes (2017) alcanzan una propuesta de formación metodológica para el desarrollo de las actividades de enseñanza y aprendizaje, teniendo una mayor comprensión de las necesidades académicas de los estudiantes, y el apoyo necesario para la mejora de sus competencias académicas.
Evaluación formativa y la práctica pedagógica
Los estudios provienen de contextos educativos en Perú y España, abordando tanto establecimientos públicos como privados. Revisión bibliográfica, análisis documental, y estudios de caso, lo que enriquece la comprensión de la evaluación formativa y su relación con la práctica pedagógica. La inclusión de estudios de caso permite un análisis detallado de cómo la evaluación formativa se integra en la práctica pedagógica en diferentes entornos educativos como se destaca en la Tabla 4.
Estudios como el de Asiú-Corrales et al., (2020) indican los roles que tienen los estudiantes y docentes en las actividades de enseñanza y aprendizaje, muestran los marcos normativos que debe cumplir la evaluación formativa y su importancia en apoyo de la formación académica de los estudiantes.
Para Mollo-Flores y Medina-Zuta (2020) las propuestas globales, en el contexto educativo peruano, manifiesta la necesidad de ambientes de enseñanza no presenciales o remotas, permitiendo un proceso dinámico debido a los cambios bruscos por la virtualización de la educación, creando la necesidad de replantear los métodos evaluativos para medir el grado de competencias alcanzadas por los estudiantes, De la Iglesia Villasol (2020) la retroalimentación en la actividad evaluativa, permite obtener información precisa y adecuada para poder replantear la enseñanza y aprendizaje, el desarrollo de competencias distinguidas en los estudiantes, donde la planificación de las actividades, la ejecución de lo planificado y la medición de los resultados se convierten en momentos claves en el proceso académico.
En cuanto a Hortigüela et al., (2019) el proceso de calificación de saberes está vinculado al aprendizaje, donde toda actividad pedagógica debería poder ser cuantificada, para poder observar las competencias y aptitudes desarrolladas por el estudiante en la enseñanza y aprendizaje, donde las nuevas didácticas pedagógicas manifiestan que se debería valorar las capacidades obtenidas por los estudiantes, que simplemente se evaluados a través de un puntaje obtenido, siendo un método de retroalimentación del estudiante y el maestro, con el propósito de reforzar el aprendizaje impartido a los estudiantes.
Donde Rekalde-Rodriguez et al., (2018) determina que el uso de la evaluación formativa impulsa en los estudiantes el desarrollo de las habilidades intelectuales, generando mayor entendimiento sobre la información académica recibida, haciendo hincapié en los aspectos en que se debe reforzar el conocimiento, para que este sea sostenible por más tiempo, permitiendo al docente poder identificar las debilidades y fortalezas de cada estudiante. Fuentes-Diego y Salcines-Talledo (2018) los ciclos formativos en el proceso académico tienen por finalidad desarrollar habilidades y competencias en los estudiantes, respetando las cualidades y capacidades de cada uno de ellos.
Evaluación formativa y el aprendizaje
La Tabla 5 recoge investigaciones centradas en la evaluación formativa y su relación con el aprendizaje, proporcionando una visión resumida.
En Souto et al., (2020) el principal propósito que tienen la evaluación formativa es mejorar las condiciones del aprendizaje de los estudiantes, acerca de la percepción que tienen. Donde Azpilcueta (2020) señala que la evaluación formativa deberá ser un proceso planificado y organizado, alimentado con una correcta retroalimentación, permitiendo al docente potenciar la enseñanza-aprendizaje e incrementando los niveles cognitivos de los estudiantes, permitiendo alcanzar las competencias necesarias para un correcto aprendizaje. Para Santos-Pastor et al., (2019) la formación académica de los estudiantes necesita del uso de múltiples didácticas que contribuyan a la formación de las competencias en el alumnado, desarrollando un perfil adecuado en el modelo formativo, rescatando los beneficios de la evaluación formativa en el aprendizaje.
Por su parte, Romero et al., (2018) establecen que la evolución del proceso educativo, ha creado nuevas instancias, en relación al desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje, donde los objetivos de los estudiantes, ya no se basan en un aprendizaje por repetición, sino en el desarrollo de competencias, pensamiento reflexivo y cooperativo, permitiendo acoplar nuevos procesos de enseñanza a los docentes.
Donde Marsicano (2018) fomentar las competencias y habilidades de los estudiantes a través de la evaluación formativa, donde las actividades necesarias para un correcto aprendizaje deben estar vinculadas tanto a los estudiantes como a los docentes, identificando los aspectos que se quiere comunicar de una manera clara y didáctica, permitiendo el debate en los salones de clases alcanzando niveles más elevados de entendimiento. Pasek de Pinto & Mejía (2017) la mejora de la enseñanza y el aprendizaje a través del uso de la evaluación formativa, está limitada por el uso de los métodos evaluativos tradicionales, en conclusión, la valoración de la enseñanza es uno de los aspectos de mayor importancia dentro de la formación de los estudiantes, evidenciando el crecimiento de sus habilidades y capacidades críticas al finalizar las actividades cognitivas.
DISCUSIÓN
El desempeño formativo de los docentes se ve reflejado en la planificación de la evaluación formativa, que influyen positivamente en el aprendizaje y en la enseñanza, pues la aplicación de las diferentes estrategias, métodos y didácticas, permitirán optimizar los resultados, donde el acompañamiento docente será un aspecto fundamental para la consecución de los objetivos y proceso formativo.
Para tener una óptica de las competencias desarrolladas por los docentes, estos deben realizar un monitoreo adecuado, recopilando información para luego ser analizada y poder intersecar las habilidades de los estudiantes con las competencias deseadas, para ver el grado de aprendizaje de cada estudiante, este tipo de análisis apoyara en la perspectiva del maestro para mejorar los niveles académicos de enseñanza.
Luego de realizar un análisis de la información obtenida a través de la evaluación formativa, el docente deberá realizar una orientación sobre el estado en que se encuentran motivándolos para seguir en el camino del desarrollo académico y que puedan alcanzar las competencias necesarias, y que estas evidencias permitirán mejorar las experiencias del aprendizaje en diferentes ángulos, que sean de mayor y fácil comprensión para los estudiantes.
La mejora de los procesos académicos debe atravesar por actividades participativas y colaborativas de todos los miembros de la comunidad académica, donde los estudiantes aprecien y reflexiones sobre sus fortalezas y debilidades alcanzando un equilibrio en su perfil académico. Es necesario observar que debe existir tiempos no prolongados para realizar la evaluación formativa, ya que la información obtenida permitirá asumir nuevas estrategias y didácticas pedagógicas para la mejora de la enseñanza, observando en un periodo de tiempo un parámetro más plano dentro del comportamiento de los estudiantes.
Dentro de la revisión de los trabajos seleccionados no se observó la existencia de alguna metodología pre establecida para llevar a cabo el proceso de evaluación formativa y no existen evidencias detalladas de los procesos llevados a cabo, determinando si los profesores manejan metodologías necesarias para el uso de la evaluación formativa, visualizando las ventajas e inoportunas acciones producto de la ejecución de esta metodología.
Elevar los estándares de aprendizaje que se logran a través de la educación escolar es una prioridad, implementando nuevas políticas para el logro de competencias en los estudiantes, estableciendo objetivos, llegando a la conclusión que el aprendizaje está basado en procesos reflexivos y críticos
La mayor preparación y complejidad que tiene el proceso de evaluación formativa es tolerable cuando exista una planificación previa, ya que, al ser un proceso nuevo, tanto el docente como el estudiante deben comenzar a reconocer las características de este producto
CONCLUSIONES
Los centros educativos son los garantes para la implementación de las diferentes estrategias para impulsar nuevas didácticas educativas para certificar que los estudiantes desarrollen la investigación, pensamiento reflexivo y crítico, transformando el conocimiento en herramientas que les permitan desarrollarse de la mejor manera posible.
Se debe de destacar que las ventajas que otorga una correcta evaluación formativa, permitirán favorecer la enseñanza y aprendizaje, permitiendo rescatar características propias de cada estudiante y que, combinadas con un correcto acompañamiento docente, permitirá transformar al estudiante en un producto de características de calidad, potenciando la formación de personas capaces con el deseo de superación constante.
Una correcta participación de docentes y estudiantes en las actividades de evaluación influirá de manera positiva en la evaluación formativa, debiendo crear escenarios adecuados para que este procedimiento se pueda realizar con todas las condiciones favorables tanto para el estudiante, como para los docentes.
Es necesario recalcar que el docente debe tener una preparación adecuada para implementar los procesos de la evaluación formativa, ya que, de no ser el caso, simplemente se estaría retomando las actividades de un proceso de evaluación típico, para lo cual se deben aplicar las estrategias pedagógicas adecuadas.
Las actividades grupales y el desarrollo de los focus group son los estilos más adecuados para comenzar a desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo en los estudiantes, informando a los miembros del equipo de trabajo las cualidades y ventajas de este tipo de labor, pero recalcando que es importante y necesaria la participación de cada de los estudiantes.
Se debe de comenzar a familiarizarnos con las actividades de evaluación, ya que existe una reticencia por parte del estudiante a la hora de rendir un examen, y que el proceso evaluativo permitirá al docente mejorar algunas características propias de la enseñanza para mejorar el aprendizaje en los alumnos.
Los estudiantes visualizan a la evaluación formativa como una metodología que necesita de mayor responsabilidad, pero entienden este factor como un valor agregado para su formación académica, también es necesario que los docentes realicen las actividades evaluativas con una planificación y preparación previa.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.