INTRODUCCIÓN
La orientación universitaria es una propuesta académica que consiste en integrar los contenidos curriculares con el sistema tutorial en el que se desarrollaban aspectos académicos y profesionales (Jiménez y Magaña, 2021). Incluso, a través del desarrollo de la función tutorial al contexto formativo de los estudiantes (Martínez y Carrasco, 2006). Por lo tanto, las actividades de tutoría se han venido desarrollando y, no existe un modelo estable. Sin embargo, cada institución y organizaciones han contribuido con su manera particular de concebir y delimitar dicha acción (Peralta y Klug, 2018)
La tutoría universitaria, en la actualidad desempeña una función relevante orientada a la calidad, una razón es, ser considerado como parte del proceso de evaluación que comprende uno de los estándares de calidad por ende SGIC a nivel de la universidades (Álvarez, 2013), en consecuencia, es uno de los tópicos en el contexto universitario (Clares et al., 2020), y ser protagonista reside en la función que desempeña en la formación integral de los estudiantes y en el rol que juega como uno de los ejes articuladores del nuevo enfoque educativo centrado en los estudiantes y su aprendizaje. La tutoría protagoniza un medio para transformar y mejorar la calidad de la enseñanza universitaria, entendida como excelencia docente (Lázaro, 2008), orientada al desarrollo integral del estudiante para ser valorado como un elemento de calidad (Martínez et al., 2020), un valor añadido y creciente dentro de la sociedad (Aguilera, 2019).
Por otro lado, Viel (2014) señala que la tutoría es una forma de acompañamiento, orientación y apoyo a los estudiantes; se presenta como una estrategia de mejora que, junto con la revisión de las prácticas de enseñanza y de modelo de gestión institucional, podrían debilitar el problema mencionado y aumentar la cantidad y la calidad de los egresados, además, la tutoría se ocupa de atender problemas relacionados con la eficiencia terminal, reprobación, habilidades de estudio, dificultades de aprendizaje, ansiedad ante los exámenes, estabilidad emocional, actitudes hacia la profesión y opciones de trayectoria, entre otros (Cruz et al., 2008).
Por tal razón, las actividades de orientación y tutoría en la vida universitaria deberían regirse a promover la indagación de los intereses de los estudiantes, tales como motivar, ofrecer apoyo académico para las distintas asignaturas, mejorar los métodos de aprendizaje (Duran y Flores, 2015), aplicar técnicas de estudio, asesorar temas precisos, orientar en situaciones especiales, etc. Se trata de implementar acciones que contribuyan a la mejora del desempeño de los estudiantes, evitando la deserción escolar (Rodríguez y Zamora, 2021).
Por otro lado, el rol del tutor consiste en el acompañamiento pedagógico del tutorado, no solo en actividades académicas, sino también en su formación profesional e integral, que va desde lo propiamente técnico, a lo teórico y axiológico, con lo cual se persigue a una formación profesional de calidad (Dueñas, 2021). Es un orientador que facilita respuestas personalizadas a diferentes necesidades y problemáticas de los estudiantes (Capelari, 2009), y no como una fuente de información o simple emisor de conocimientos (Peralta y Klug, 2019). Entre las funciones que deben asumir los tutores, destacan: a) Asesorar y facilitar orientación a los estudiantes incluyendo cuestiones sociales, personales, académicos, de aprendizaje, afectivos. b) Proporcionar apoyo y herramientas que favorezcan el desarrollo de competencias para su aprendizaje autónomo, análisis crítico de la realidad, adaptación a los cambios, aplicación de estrategias de estudio, aptitudes comunicativas a nivel integral y capacidad de resolución de problemas (Capelari, 2009), logrando estimular la autoconfianza y lograr la autorregulación en sus tutorados, orientados a un incremento sostenido de sus logros (Tolozano et al., 2016). Incluso si se adoptan las tutorías entre iguales los resultados se incrementarían en el desempeño académico (García y Domínguez, 2019).
Por otro lado, el desempeño académico es un factor inherente al aprendizaje de los estudiantes universitarios y es el resultado de una educación. Lograr esta proposición ha invitado al docente aplicar estrategias dirigidas a influir positivamente en el desempeño académico, poniendo especial énfasis en los estudiantes ingresantes (García, 2012). El desempeño académico, según Aldana et al., (2010) es un fenómeno educativo de carácter complejo e integral el mismo que considera tanto a los estudiantes con sus logros, experiencias en su interacción con la educación superior (Estrada, 2018), como a las diversas dimensiones institucionales que contribuyen a la iniciación profesional, así como la formación integral de éstos como sujetos pensantes, creativos, priorizando los procesos formativos considerados en sus diversas dimensiones y no exclusivamente desde la cuantificación de los logros de aprendizaje de los estudiantes sino, también los docentes son elementos asociados al desempeño académico (Murillo y Krichesky, 2015) y elementos de enseñanza efectiva (Martinic y Villalta, 2015).
El desempeño académico es el resultado de diversos factores que interactúan, estos pueden ser sociales, personales, institucionales, experiencias educacionales, expectativas, etcétera (Garbanzo, 2007). Una de las formas para medir es a través de las calificaciones del estudiante, específicamente, los promedios de notas obtenidos en cada ciclo académico (Véliz et al., 2020). Según Zilberstein y Olmedo (2014) es producto del esfuerzo y la capacidad de trabajo del estudiante, de las horas de estudio, de la competencia y el entrenamiento para la concentración, es todo un conjunto de habilidades, destrezas, hábitos de estudio e interés que utiliza el estudiante para aprender.
Por lo tanto, el desempeño académico es caracterizado por ser un aspecto dinámico, estático, ligado a medidas de calidad, es un medio no un fin y está relacionado a propósitos de carácter ético (Patiño et al., 2021).
Atendiendo a la literatura expuesta, la presente investigación se planteó el objetivo de determinar la relación entre la tutoría universitaria y el desempeño académico en estudiantes del Programa de Lengua, Literatura, Psicología y Filosofía que pertenece a la Escuela Profesional de Educación Secundaria de la Universidad Nacional del Altiplano, Puno.
MÉTODO
La investigación se desarrolló en la región Puno, en la provincia y distrito de Puno, al sur de Perú. El ámbito de estudio comprende 302 estudiantes de la Escuela profesional de educación secundaria, matriculados en el programa de Estudios: Lengua, Literatura, Psicología y Filosofía. La investigación se realizó en el marco del enfoque cuantitativo, del tipo descriptivo correlacional (Hernández et al., 2014). Se utilizó la muestra paramétrica no probabilística intencional y estuvo conformada por estudiantes del I al VIII ciclo del Programa de Estudios: Lengua, Literatura, Psicología y Filosofía de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, quienes participaron activamente del programa de tutoría. Las variables evaluadas fueron tutoría universitaria y desempeño académico. Para evaluar la primera variable se aplicó, un cuestionario de 27 indicadores divididos en tres dimensiones: Rol del tutor, sesiones de tutoría y logros obtenidos (Comezaña, 2013). Para la recolección de datos sobre el desempeño académico, se utilizó el registro del proceso de evaluación de los estudiantes de los cursos en el que están matriculados. Enseguida se procesaron los datos recogidos de ambos instrumentos y se sistematizaron en el programa SPSS y, para determinar la correlación se aplicó el coeficiente Rho de Spearman.
Para demostrar pertinencia de la aplicación de los instrumentos y comprobar las hipótesis planteadas se realizó la confiabilidad mediante el Alfa de Cronbach y para su validez respectiva se realizó la prueba de adecuación muestral Kaiser-Mayer-Olkin (coeficiente KMO) y la prueba de esfericidad de Bartlett indica que los instrumentos son aptos para ser sometido al análisis factorial y determinar la validez correspondiente. Además, se efectuó una prueba de normalidad. En la tabla 1 se evidencian los niveles de Alfa de Cronbach de las dimensiones de tutoría universitaria, ubicándose en un nivel positivo, estimado como confiable.
En la Tabla 2 se evidencia la prueba de adecuación muestral Kaiser-Mayer-Olkin (coeficiente KMO) al instrumento de la variable tutoría universitaria, coeficiente KMO con una buena adecuación muestral, de 0.805 (resultado mayor a 0.8%; revelando que los instrumentos son aptos para ser sometido al análisis factorial), asimismo, la prueba de Bartlett resultó 0.000 (menor al 0.05); es decir, se ratifica la validez del instrumento.
La Tabla 3 evidencia los resultados del análisis de normalidad que orientó la identificación del tipo de distribución que poseen los datos de la muestra, la misma que evidencia que el p-valor o significancia resultó menor al .05 lo que resulta que la distribución será no paramétrica para ambas variables por lo que las variables no son normales.
RESULTADOS
De acuerdo con los resultados obtenidos de la estimación de la correlación de Spearman, ρ (Rho) El valor del coeficiente estimado es 0.757, este valor se ubica en correlación positiva moderada (Tabla 4). Resultado que ratifica la correlación alta entre la tutoría universitaria y el desempeño académico. Por otro lado, el P-valor reflejó 0.000. Este valor es menor que 0.01 (1%), por esta razón, la correlación de Spearman estimada es significativa en términos estadísticos a un nivel de 99% de confianza.
Tutoría universitaria
Los resultados respecto al nivel de satisfacción de los estudiantes con el desarrollo de la tutoría universitaria (Tabla 5), muestran que un 99.7 % los estudiantes están satisfechos con el rol que cumplen los tutores, solo un 0.3 % no están satisfechos; asimismo, se observa que un 82.8% de los estudiantes se encuentran dentro de las escalas de calificación de 14-20 y solo un 2,3 % en la escala deficiente. Es decir, de alguna manera el rol que asumen los docentes tutores intervino en el desempeño de los estudiantes. En cuanto al desarrollo de las sesiones de tutoría se evidencia que la totalidad de los estudiantes estarían de acuerdo y totalmente de acuerdo con el desarrollo de las sesiones de tutoría; es decir, están muy satisfechos con las actividades desarrolladas. Por otro lado, se observa que un 82.8% de los estudiantes se encuentran dentro de las escalas de calificación de 14-20, pero, del mismo modo se evidencia que un 2.3 % de estudiantes se encuentra en la escala de deficiente, esto confirma que aún se debe seguir investigando o dar mayor atención a ciertos indicadores en el desarrollo de las sesiones de tutoría.
Los resultados hallados, coinciden con los de Martínez et al., (2016) al afirmar que los estudiantes centran las potencialidades de la tutoría, sobre todo, en el ámbito académico y para resolver cuestiones inmediatas y puntuales en relación a las materias académicas. Sin embargo, como aún se evidencian algunas deficiencias se propone hacer extensivo las actividades de tutoría, y la preparación de los tutores para mitigarlos en el proceso (Espinoza et al., 2019). Así de esta manera queda demostrado que, la acción tutorial beneficia en el desarrollo académico y el desarrollo profesional de los estudiantes en formación profesional (Martínez et al., 2014).
Del mismo modo, en la Figura 1 se observa el diagrama de dispersión de las variables en cuestión. Se percibe que existe una correlación lineal positiva entre las variables; positiva por evidenciarse un incremento en el desempeño académico al ejecutar una tutoría responsable.
Desempeño académico
En cuanto a la segunda variable de estudio, en la Tabla 6 se evidencia que el 75.5% (228) de estudiantes se encuentran dentro del nivel bueno (14-16), de los cuales el mayor porcentaje se encuentran en los primeros ciclos de estudio (I ciclo 10.3%; II ciclo 14.9 %; III ciclo 11.3% y el IV ciclo 13.2 %) y de los ciclos de estudio que ya no participan activamente en el programa de tutoría, se muestran datos inferiores a los demás (V ciclo 7.3%; VI ciclo 5.6 %; VII ciclo 6%; y, VIII ciclo 7 % ); demostrando la importancia del desarrollo de las actividades de tutoría porque impacta el desempeño académico de los estudiantes. En la escala muy bueno, se observa un 7.3 % de estudiantes se ubica dentro de dicha escala. De todos los ciclos de estudio, quienes resaltan son los estudiantes del III ciclo de estudios, lo que indicaría que, las actividades de tutoría repercutieron de manera efectiva.
Discusión
Los resultados de la investigación permiten sostener que existe correlación alta y de tipo directo entre la tutoría universitaria y el desempeño académico. Correlación que se sustenta en el coeficiente de r= 0,757. Esto implica que, a mayor desarrollo de sesiones de tutoría, el nivel de desempeño académico de las estudiantes se incrementa. Además, la correlación que existe entre las variables investigadas se da en más de un 75.7 % de casos. Resultados que concuerdan con García (2012) cuando indica que las actividades de tutoría inciden en el desempeño académico y en algunos casos hasta incrementa el aprendizaje funcional y la creación de situaciones motivadoras (Monzonís y Capllonch, 2015). En tiempos adversos, se sugiere aplicar medios virtuales para extender las sesiones de tutoría, generando mayor confianza y empatía del tutor hacia el tutorando (Martínez et al., 2020).
Por otro lado, los resultados hallados demuestran lo significativo que es la labor del tutor para con su tutorado. Y, una de las entidades protagónicas del desempeño de esta labor son las universidades, quienes son encargadas de promover por medio de la orientación profesional, el desarrollo de jóvenes en cuanto a criterios estratégicos, dinámicos y flexibles, abiertos a nuevos aprendizajes (Benoit, 2021), y desarrollar competencias que les permitan desenvolverse en diversos contextos de realidades distintas (Tarrida, 2012), no solo es cuestión de informar y asesorar, sino de ayudar a las personas a ser ciudadanos íntegros, capaces de superar retos en el ámbito profesional y social en constante transformación (Martínez et al., 2014). La dinamización de la acción tutorial promueve el aprendizaje cooperativo y la vivencia positiva del aprendizaje debido a la sensación de los estudiantes de sentirse apoyados por el tutor y los compañeros (Toledo, 2019), estas facilitan la adquisición de competencias tecnológicas y metodológicas y favorecen el desarrollo de estrategias de aprendizaje (Pino y Soto, 2014).
Asimismo, la acción tutorial universitaria, implica el contacto continuo y directo entre el tutor y el tutorado, ayudándole a resolver problemas (Santiago, 2012), brindando acompañamiento al estudiante, tanto en lo académico y en lo personal (Chois et al., 2017), atendiendo sus debilidades y potenciando sus fortalezas (Molina, 2012), favoreciendo el aprendizaje personalizado hacia una formación crítica, científica y humanística (Yon y Hernández, 2019). La labor del departamento de asesorías y tutorías de las universidades deberían de hacerse un trabajo de coordinación para valorar la tutoría como espacio formativo (Vásquez et al., 2015) y unificar criterios para ejercerla de forma profesional y funcional de cara a favorecer el desarrollo académico, personal y profesional de los estudiantes (Pérez et al., 2020), y utilizarla en un proceso a largo plazo que les permita profundizar y gestionar su conocimiento, el planteamiento de su proyecto profesional y de vida (Martínez et al., 2016).
A partir del estudio realizado se entiende entonces la tutoría como una parte de la responsabilidad docente, en la que se establece una interacción más personalizada entre el docente y el alumnado. De tal manera que la aplicación de la tutoría va asumiendo una estrategia de advertencia para responder a posibles problemas de carácter personal, social y sobre todo académico. La tutoría cumple varias funciones, en prioridad la de unir dos fases de la educación: la instrucción y formación. Por otro lado, quienes asuman el rol de tutores deben tener un perfil profesional y humanístico acorde a las necesidades de todos los miembros de una institución (García, 2012), que incluye aspectos cognitivos, personales y sociales.
Algunas características de los sistemas tutoriales de ciertas instituciones merecen una reflexión sobre la labor docente y la inclusión de la tutoría en su quehacer cotidiano (Yon y Hernández, 2019), porque el desarrollo de la tutoría ha permitido que el docente y el estudiante fortalezcan habilidades en el ámbito educativo como personal, logrando una integración académica (Sesento y Lucio, 2019). Sin embargo, la acción tutorial en la Universidad Nacional del Altiplano es de naturaleza longitudinal y muestra mínimas formas de abordaje, lo que dificulta el sostenimiento de estudiantes en riesgo de abandono o deserción (Zapico et al., 2020).
CONCLUSIONES
La investigación desde un marco de intervención de la tutoría universitaria en el desempeño académico se basó exclusivamente en recoger información respecto a tres aspectos fundamentales de la ejecución del sistema de tutoría: rol del tutor, sesiones de tutoría y niveles de logro. Sistema de tutoría que intervino de manera efectiva en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, por lo que se halló un *0.757 de correlación entre las variables estudiadas. En ese sentido, la tutoría universitaria ha sido un factor dinamizador en la formación integral de los estudiantes en formación, siendo un elemento inherente a la función docente, que implica el contacto continuo y directo entre el tutor y el tutorando favoreciendo el desempeño académico con mayor efectividad, independencia, reflexión crítica y habilidad científica.
Definitivamente, el rol del tutor es determinante para el logro satisfactorio del proceso de seguimiento, acompañamiento y monitoreo, actividades curriculares y extracurriculares de los estudiantes. Por ende, quien asuma el rol de tutor debe tener una formación o capacitación de las funciones a cumplir. Se debe considerar que el sistema o programa de tutoría siendo una propuesta institucional que responde a cumplir estándares de calidad no debe de tratarse de manera divorciada del desempeño académico de los estudiantes; al contrario, debe trabajarse de manera armónica y coherente acorde a las exigencias de calidad.
Las sesiones de tutoría, según los resultados evidencian que en más del 50% de estudiantes permitió que el desempeño académico se ubique entre bueno. Información que demuestra que las sesiones de tutoría intervinieron positivamente en la motivación por el estudio, inteligencia emocional, planificación y organización de tareas, responsabilidad, disciplina.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico