INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia, los sistemas educativos han transitado por diversos paradigmas y modelos educativos buscando generar aprendizajes de calidad en los estudiantes; en la medida que las sociedades evolucionaron, se generaron cambios en los procesos de enseñar y aprender, por ende, la sociedad demandó que la preparación docente vaya más allá del dominio y conocimiento de contenidos disciplinares para desempeñarse en diversos escenarios de este mundo globalizado donde lo digital y tecnológico forman parte de la vida del individuo. A partir de la declaración de la emergencia sanitaria causada por el virus SARS-CoV-2, el panorama educativo mundial se vio impactado de diferentes maneras dejando en evidencia la deficiente preparación de los docentes en aspectos tecnológicos, las brechas digitales y las políticas débiles de formación continua.
En América Latina y el Caribe la pandemia por COVID-19 ocasionó la suspensión del servicio educativo presencial como medida para disminuir la propagación de contagios, provocando con ello una gran crisis educativa; se estimó que se perdieron un promedio de 160 días de clases presenciales y tres de cada cinco estudiantes perdieron como promedio tres cuartas partes de clases presenciales durante 2020. Esta situación provocó pérdida de aprendizajes, aumentó la deserción escolar y se acrecentó la inequidad en países con mayor índice de pobreza (Banco Mundial, 2021). Los problemas que afrontaron estos países fueron, la escasa implementación de equipos tecnológicos e infraestructura deficiente, la falta de conectividad, sobre todo en zonas rurales, sumándose a ello la insuficiente preparación docente, por lo que se vieron limitados en aprovechar las bondades de la digitalización como medio para afrontar los retos que demandaba el contexto sanitario (UNESCO, 2021).
Mientras tanto, en Perú los estudiantes tuvieron el periodo extenso de confinamiento educativo a diferencia de otros países de la región latinoamericana (Gonzales-Sánchez et al., 2022). Durante la pandemia, uno de los factores que impactó negativamente al sistema educativo fue el bajo nivel de preparación docente en materia TIC; por lo que migrar de modalidad presencial a la modalidad a distancia develó la postergación de un aspecto crucial en la agenda educativa. Según el Ministerio de Educación (2021) en el informe de encuesta ENDO, menciona que hasta el año 2018, el 72,9% de docentes no recibió capacitación en temas de recursos tecnológicos para la enseñanza y al 2021 solo el 52.6%, recibió capacitación en materias digitales. Cabe acotar que el Currículo Nacional de Educación Básica (CENEB) publicado cuatro años antes del inicio de la pandemia, establece que el docente debe contar con competencias tecnológicas y pedagógicas, Ministerio de Educación desde el Marco del Buen Desempeño Docente (MBDD) propone el uso de diversos recursos tecnológicos en procesos de enseñanza aprendizaje. Esto evidencia que, pese a que existe documentos normativos para el desarrollo de la competencia digital docente mediante la formación permanente, poco o casi nada se ha hecho al respecto, demostrándose que las acciones a tomar quedan escritas en el papel, pero no se aplican en la práctica.
Así mismo, durante el periodo de confinamiento, los docentes tuvieron que afrontar diferentes tipos de roles como agentes educativos para los cuales no estaban preparados; según el Ministerio de Educación (2021) las dificultades que tuvieron para adaptarse a nuevas modalidades de enseñanza y en afán de mejorar las acciones pedagógicas, ocasionó estrés laboral en un 58%, trastornos de ansiedad de hasta 26% y agotamiento emocional 16%. Esto evidenció que la transición abrupta de la modalidad presencial a la remota o virtual no fue fácil, el proceso educativo desde el aislamiento planteó al docente desafíos que requerían respuestas inmediatas. Llevar a cabo el proceso educativo en situaciones adversas como, escasa información, carencia de suficientes dispositivos electrónicos en los hogares, señal de internet débil, realizar ajustes en la metodología, preparar recursos para el desarrollo de las sesiones, reuniones para el trabajo colaborativo entre pares, buscar comunicación con las familias y estudiantes para la retroalimentación entre otros, afectaron la salud física y emocional de los mismos (Centurión, 2021).
En marzo del 2022, luego de haber disminuido los niveles de contagio, el gobierno peruano a través de la R.M N°108-22 MINEDU emitió las disposiciones para el retorno a la presencialidad (MINEDU, 2022) este fue uno de los anuncios más esperados por la comunidad educativa. El retorno a la presencialidad fue progresivo, cumpliendo protocolos de bioseguridad para salvaguardar la salud de estudiantes y docentes; este hecho abrió paso a la nueva normalidad post pandemia. De aquí en adelante surgen muchas preguntas que necesitan de acciones concretas de parte de las autoridades educativas; ¿qué pasa con los estudiantes afectados en sus aprendizajes y emocionalmente?; ¿qué les espera a los docentes y sus procesos de enseñanza?; ¿volverán a la pizarra rotulador en mano?, ¿cómo se fortalecerá las experiencias ganadas por estos en materia TIC?, ¿cómo gestionará la escuela en el desarrollo de competencias digitales de los estudiantes? La enseñanza a distancia ha dejado en los docentes muchas lecciones aprendidas, pese a las limitaciones antes mencionadas han ganado conocimiento básico en el manejo de algunos recursos digitales; es necesario sacar provecho de lo aprendido para fortalecerlas e integrar definitivamente la tecnología a los procesos de enseñanza aprendizaje.
Frente a este panorama, el desarrollo de las Competencias Digitales Docentes (CDD) juega un papel prioritario desde marco de las políticas educativas; luego de dos largos años de educación a distancia en sus distintas modalidades, quedan tantas lecciones aprendidas como desafíos por afrontar, por lo que se requiere el planteamiento de acciones efectivas a corto, mediano y largo plazo. Es importante precisar que, a diferencia de otros países, el sistema educativo peruano no cuenta con una propuesta de marco referencial para evaluar la competencia digital en docentes de educación básica, he aquí una de las tareas pendientes a ser tomada en cuenta. Otra tarea, consiste en elaborar de un perfil del docente digital; así mismo, dotar a la escuela pública de equipamiento tecnológico básico y finalmente mejorar las estrategias de capacitación docente en el manejo de las TIC. Al respecto Rodríguez (2021) acotó que es imperioso fortalecer planes estratégicos de capacitación nacional en materia digital centrado en todas las dimensiones y niveles de competencias digitales para una mejor gestión de la práctica pedagógica con proyección a una normalidad post pandemia.
El desarrollo de habilidades docentes para el uso de la tecnología debe ser considerado como tema de agenda política, socioeconómica, y educativa. A partir del fenómeno de la globalización, las personas se desenvuelven en contextos mediados por recursos tecnológicos, las usan para comunicarse, trabajar y aprender (Cabero-Almenara y Palacios-Rodríguez, 2019). Significa entonces que, adultos jóvenes y niños están conviviendo diariamente con las tecnologías digitales, por tanto, es imperativo abordarlo de manera transversal con acciones de política educativa que apunten a la formación competencial de manera permanente. Los niños, niñas y adolescentes, están creciendo en un mundo donde lo tecnológico y lo digital está presente en su vida cotidiana; por tanto, la necesidad de formar ciudadanos que cuenten con las competencias necesarias para utilizarlas de forma efectiva, crítica, creativa y segura es demanda social (Redecker, 2020).
En la literatura académica, existe una variedad de definiciones sobre las Competencias Digitales enmarcadas según el espacio en las que se desarrollen, ya sea social o educativo; respecto a la primera Cruz y Carcausto-Calla (2020) la definen como la competencia de sostenimiento social en contextos actuales y tiene que ver con el conocimiento y destreza con que el ser humano las utiliza ya sea para analizar, organizar, enseñar, evaluar y orientar la información encontrada en espacios virtuales. Desde la visión de Pozos y Tejada (2018) la competencia digital tiene implicancia en la resolución de problemas en ámbitos socio profesionales, es decir, una persona es competente, cuando utiliza todos los saberes de manera eficaz ante una situación determinada. En el ámbito educativo, Touron et al., (2018) considera que la CDD es un componente crucial en la formación de profesores para promover aprendizajes en los estudiantes. Desde la mirada de Colás et al. (2019) el desarrollo de la CDD implica estar un paso adelante en el desarrollo de conocimientos, destrezas y actitudes para la mejora individual y profesional que repercuta en el desarrollo de competencias digitales de sus estudiantes.
En definitiva, desarrollar competencias digitales en docentes, implica contar una de las competencias profesionales básicas de la profesión, esta preparación debe ser atendida desde la formación inicial y durante el ejercicio de su práctica profesional; consiste en dotarse de conocimientos didácticos y tecnológicos, además de contar con capacidad de adaptarse a los cambios constantes que vive la sociedad, teniendo como finalidad preparar estudiantes competentes en el manejo de recursos digitales, con actitud crítica, creativa y segura que les permita desenvolverse y dar respuesta a las demandas de la sociedad actual (Levano et al., 2019; Silva et al., 2018). En la misma línea Ocaña et al., (2020) afirman que, desarrollar las competencias digitales en los docentes es importantes porque les permitirá adaptarse a las necesidades del contexto, además guarda relación con la motivación por aprender, la curiosidad, la ética y el trabajo colaborativo; mientras tanto, Solís y Jara (2019) indican que el desarrollo de esta capacidad es un proceso que debe mantenerse en constante aprendizaje.
Luego de más de dos años de emergencia sanitaria, donde las restricciones impuestas cortaron libertades para continuar con las actividades cotidianas, se da paso al periodo post pandemia o nueva normalidad, que consiste en retomar lo cotidiano, pero con la mirada puesta en superar aquellos factores que limitaron el desarrollo normal de los individuaos. En la escuela pública el periodo post pandemia significó el retorno a las clases presenciales tomando acciones para disminuir la incertidumbre de los estudiantes y sus familias como, el temor al contagio, implementación de protocolos específicos y problemas emocionales de los estudiantes y docentes (Gonzales-Sánchez et al., 2022). Así mismo, este retorno, implicó asumir retos con la convicción de generar cambios de mejora en el sistema.
Los estudios que abordaron el tema de las competencias digitales docentes durante y después de la pandemia se encuentra el de Gabarda et al. (2021) quienes explicaron que, durante el periodo pandémico, los maestros presentaron un nivel competencial básico, por lo que, sugirieron que desde las políticas educativas se debe tomar decisiones inmediatas para la formación del docente en servicio. Por otro lado, Perifanou et al. (2021) destacaron que, durante la pandemia la educación se mudó hacia la digitalización, por tanto, las autoridades educativas y maestros deben hacer planes a futuro sobre la formación y transformación hacia una escuela digital. Así mismo, Guizado et al. (2019) puntualizaron que, las competencias digitales y están relacionadas con el desarrollo profesional, acotaron que en los planes de estudio para la preparación de futuros docentes se debe incorporar nuevos perfiles vinculados a la integración y dominio de las TIC. Por su parte Moreira et al. (2021) sostuvieron que, pese a las dificultades por la que atravesaron los maestros no todo fue negativo, también se generaron oportunidades de interacción más cercana con las familias y afloró la resiliencia para superar desafíos aflorando la creatividad.
De acuerdo con lo expuesto, se formuló como objetivo: Describir el desarrollo de las Competencias Digitales Docentes durante el periodo post pandemia; dada la relevancia del tema en mención, la investigación se justifica porque abordó aspectos cruciales a tomar en cuenta a partir de la problemática referidos a las competencias digitales de los docentes en la educación básica; así mismo, se tomó como punto de partida investigaciones de expertos en el tema encontrada desde la literatura académica; cabe resaltar los aportes de los propios maestros y maestras cuyas versiones permitieron analizar la problemática a partir del análisis de los resultados de las lecciones que dejó el salto disruptivo del servicio educativo en la modalidad presencial hacia la modalidad a distancia, a partir de ello, trabajar en políticas que permita alcanzar los desafíos que demanda la educación post pandemia.
MÉTODO
El estudio fue abordado desde el paradigma interpretativo naturalista, se utilizó el método inductivo, se asumió el enfoque cualitativo con la finalidad de dar a conocer las experiencias de los propios involucrados en las competencias digitales durante la pandemia así como los desafíos que deben cumplir en el momento actual, según Hernández-Sampieri y Mendoza (2018) este tipo de enfoque se caracteriza porque permite abordar fenómenos o hechos en contextos naturales y reales a través de la recolección de datos no estandarizados. El diseño fue fenomenológico, caracterizado por describir comprender e interpretar problemas que afectan a un grupo de sujetos que comparten experiencias comunes dicho en palabras de Fuster (2019) los estudios de este tipo de diseño describen e interpretan lo importante de las experiencias vividas por los sujetos.
La muestra representativa para responder al objetivo de la pesquisa fueron nueve docentes en servicio con más de quince años de experiencia en la Educación Básica y cuatro especialistas de los tres niveles de inicial, primaria y secundaria expertos en la gestión pedagógica pertenecientes a la Unidad de Gestión Educativa Local Nro. 6. Con los docentes se utilizó la técnica de grupo focal, reuniendo a todos en un solo tiempo y lugar con la finalidad de dialogar, conocer sus impresiones discutir y reflexionar a partir de sus respuestas Con los especialistas se realizaron entrevistas individuales en la modalidad virtual a través de la plataforma Zoom; para ambas unidades de análisis se asumió como instrumento la guía de entrevista semiestructurada, conteniendo aspectos de la categoría Competencia Digital Docente y sus respectivas subcategorías (Tabla 1). Luego de recoger la información, se procedió a la triangulación de los datos, transcribiendo las respuestas, codificándolas ordenarlas para encontrar coincidencias e interpretar los resultados contrastándolos con los antecedentes del estudio.
HALLAZGOS Y DISCUSIÓN
Luego de realizar la entrevista a cada especialista de manera individual y a docentes en un solo tiempo y lugar de manera conjunta, se procedió a la decodificación de las respuestas para encontrar coincidencias directas e indirectas. En cada pregunta se consideró aspectos representativos de la categoría y subcategorías A continuación se presenta los hallazgos que permitieron dar respuesta al objetivo planteado para este estudio: describir el desarrollo de las competencias digitales docentes y los desafíos post pandemia que todo el sistema educativo debe asumir en busca modernizar procesos de enseñanza aprendizaje acorde con las exigencias actuales.
Sobre la pregunta ¿Cuáles fueron las dificultades que tuviste con el manejo de las TIC durante el desarrollo de las clases remotas?; los docentes entrevistados de manera unánime respondieron que la principal dificultad que tuvieron fue el desconocimiento de recursos digitales para desarrollar los contenidos de aprendizaje. Otras dificultades que la mayoría mencionó fueron, el desconocimiento de la metodología para enseñar a través de plataformas; carencia de dispositivos suficientes en hogares tanto de maestros de los estudiantes; la baja calidad de la señal de internet; la demanda de tiempo que significó el trabajo remoto era muy alta, para atender y brindar retroalimentación a los estudiantes los docentes tenían que adaptarse al horario de los padres; aprender de manera autodidacta sobre algunos recursos para el aprendizaje. Los especialistas coincidieron con lo acotado por los docentes, pero además uno de ellos añadió que la edad de las maestras que están cerca de llegar a loa culminación de su carrera profesional también fue un limitante
Así mismo, añadieron que al principio todo era temor, muchos se resistían a usar la tecnología, pero que más adelante en la medida que iban aprendiendo ganaban más confianza se organizaban mejor y trabajaban de manera colaborativa con sus colegas, mención aparte, las dificultades socioemocionales que causada por la crisis sanitaria. Las dificultades mencionadas, no fueron exclusividad de los docentes peruanos, tal como señalan CEPAL-UNESCO (2020) la mayoría del de profesores en América Latina no solo tuvieron que adaptar procesos educativos lo que significó ajustes en la metodología, diseñar materiales, entre otros aspectos, sino que también, tuvieron que colaborar con soporte emocional a los estudiantes y sus familias.
En otra de las preguntas formuladas ¿Cuáles son las oportunidades que te ha brindado el uso de la tecnología digital en tu trabajo como docente?; los docentes comentaron que a pesar de las limitaciones en cuanto a su preparación, el uso de las TIC les ha permitido organizarse para el trabajo colegiado, destacan que lo que más se ha logrado es la comunicación que han mantenido con los padres y estudiantes a través de diferentes canales como: mensajes de voz, mensajes por WhatsApp, llamadas y videollamadas telefónicas. Por su parte, los especialistas coincidieron en acotar que, los y las docentes demostraron mucha creatividad para sacar provecho de lo que iban aprendiendo mediante su auto formación o cursos cortos que recibieron algunos en la plataforma Perú Educa del MINEDU. Estos hallazgos coinciden con lo expuesto por Gabarda Méndez et al. (2021) quienes manifestaron que los docentes que cuentan con nivel competencial básico tienen mayor fortaleza en habilidades de gestión de la información, competencias comunicativas y de colaboración.
El testimonio de los docentes respecto a la pregunta ¿Cuál es la frecuencia que utilizas las TIC en las actividades de aprendizaje con los estudiantes ahora que retornaste a la presencialidad?; los docentes entrevistados manifestaron que luego de haber ingresado a la etapa presencial post pandemia, solo utilizan herramientas digitales para el trabajo colaborativo, comunicación con los padres y para la búsqueda de información en la planificación de las sesiones de aprendizaje, mientras que en el aula no las usan, porque las escuelas no cuentan con equipamiento tecnológico básico para poder desarrollar actividades con los estudiantes. Los especialistas por su parte declararon que este periodo de aprendizaje en el manejo de TIC generó en los docentes impacto positivo ya que se fortalecieron respecto al uso de herramientas básicas para la enseñanza, por tanto, es necesario que las sigan utilizando en el retorno a la presencialidad.
En estas respuestas se aprecia divergencia en los puntos de vista de cada grupo, por un lado, los docentes tienen la predisposición de utilizarlas, pero se ven limitadas por la precariedad tecnológica en las escuelas, los especialistas no han tomado en cuenta la limitación existente. Así mismo, las docentes manifestaron que los estudiantes de hoy en día son nativos digitales por tanto pertenecen a la generación digital, esta situación precisa que en los procesos de enseñanza aprendizaje se cuente con la tecnología digital adecuada porque la educación debe ir de la mano con la tecnología. Sin embargo, exponen que aún les falta mucho por aprender en materia digital porque sienten que lo que saben es muy básico como, buscar información, videos, hacer diseños en Canva, uso de las plataformas Zoom y Meet. En relación con lo mencionado, Pozos y Tejada (2018) precisaron que, es más sencillo que la conectividad y el equipamiento lleguen a las aulas, pero lo complicado será que haya un buen nivel de competencia digital docente si no se cuenta con un marco común referencial acreditada y generalizada.
Respecto a la pregunta, ¿Cuáles son los temas que necesitas que el MINEDU atienda en tu formación continua ahora que estamos en el periodo post pandemia? en su mayoría coincidieron en responder que, para la etapa post pandemia necesitan recibir capacitación sobre el uso de las TIC y la evaluación y retroalimentación haciendo uso de recursos digitales, acotaron además que estas capacitaciones deben tener amplia cobertura y deben desarrollarse a partir de lo práctico. Por su parte los especialistas mencionaron en el periodo de clases a distancia monitorearon la práctica docente, observaron que estos necesitan recibir capacitación en temas de tecnología digital como el uso de plataformas para el aprendizaje, así como también, atención a la diversidad y desarrollo el pensamiento crítico; por consiguiente, docentes y especialistas coincidieron en responder que existen retos que deben ser atendidos de manera urgente. De la información brindada por los docentes y especialistas, se infiere que en esta etapa post pandemia, las autoridades deben redoblar esfuerzos en atender las necesidades formativas de docentes que permita a los docentes desarrollar competencias digitales.
En función a lo encontrado la pandemia trajo oportunidades para rediseñar la enseñanza y el aprendizaje incorporando las tecnologías digitales como recurso que apoya la práctica pedagógica; las transformaciones curriculares que concentren temas esenciales para educar con miras al futuro; nuevas formas de evaluar y retroalimentar y acompañar a los estudiantes. Estas prácticas emergentes requieren ser integradas en visiones comunes, consensuadas por las comunidades educativas, que sean sostenibles y no queden atadas a la innovación pasajera (UNESCO, 2022). Si lo que el gobierno pretende es transformar el panorama socioeconómico basadas en la sociedad del conocimiento, entonces la prioridad recae en la mejora de políticas educativas basadas en la formación competencial permanente. (Cabero-Almenara y Palacios-Rodríguez, 2019).
La adecuada formación docente y el desarrollo de sus competencias digitales resultan preponderantes para el sistema educativo, con el fin de asegurar la transformación educativa conforme a los retos generados por la COVID-19, así como lo que implica la nueva normalidad (Alvarado y Luna, 2022). Los docentes son piezas primordiales para el cumplimiento de las metas de calidad educativa; por tanto, los gobiernos deben avalar las condiciones óptimas para el ejercicio de la profesión. Coincidiendo con Criollo-Hidalgo et al. (2021) En Perú el mayor reto que debe asumir el estado peruano para la formación de los ciudadanos es el fortalecimiento de la educación mediadas por las TIC, en miras de garantizar una educación de calidad.
A MANERA DE CIERRE
Se pudo establecer que durante la pandemia por COVID- 19 los maestros y maestras, a pesar de las limitaciones mencionadas, pusieron lo mejor de su parte para autoformarse, aprender en equipo y en algunos casos pagaron cursos costeado por ellos mismos; esto evidenció su vocación y compromiso con la educación de los estudiantes. Propiciar el desarrollo de las competencias digitales en los docentes ha sido tema de agenda postergado en las políticas educativas; recién a partir de la puesta en vigencia del Currículo Nacional en el año 2016 se da mayor énfasis el desarrollo de competencias digitales de los estudiantes propuesto como competencia transversal a todos los niveles y ciclos de la educación básica regular; sin embargo, para que los objetivos propuestos se cumplan, son los docentes los primeros que deben contar con estas competencias desarrolladas a nivel experto y no a nivel aprendiz como se encuentra la mayoría de ellos.
Por tanto, el gobierno debe tomar en serio esta problemática y proponer acciones concretas, comenzando con un diagnóstico profundo que permita identificar las necesidades formativas docentes; acto seguido, convocar a especialistas en materias TIC para elaborar un marco de referencia competencial en el que se identifiquen niveles de progreso respecto al desarrollo de la Competencia Digital Docente; paralelo a estas acciones, desarrollar un programa de capacitación a nivel nacional en la que se cubran las necesidades formativas de docentes, finalmente avanzar al cierre de brechas y equipamiento tecnológico en las escuelas.
En consecuencia, desafíos post pandemia, se encuentran claramente identificados porque son demandas que emanan de las respuestas de los propios docentes, solo hace falta voluntad política e inversión para superar estas brechas que nos han relegado como uno de los sistemas educativos con mayor afectación en la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, si queremos ciudadanos competentes en contextos de la vida cotidiana cada vez más digitalizados, debemos aunar esfuerzos desde las autoridades del primer nivel hasta el maestro de escuela para a un mediano plazo colocarnos a la par de los países vecinos que ya llevan amplia ventaja.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.