INTRODUCCIÓN
Al inicio y durante pandemia de COVID-19, se optó por el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la educación. Esta transición hacia ambientes de aprendizaje virtuales permitió la generación de procesos colectivos de construcción del conocimiento, enfatizando la interacción, participación, corresponsabilidad y la función de roles dentro de las comunidades educativas. En el informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 2020 destaca la necesidad de cerrar actividades presenciales en instituciones educativas en respuesta a la emergencia sanitaria en más de 190 países. Esto condujo a la adopción de modalidades de aprendizaje a distancia a través de entornos virtuales. Por lo que se generó transformación en la educación, en la relación al proceso de enseñanza y aprendizaje en medios digitales. La UNESCO (2020) define los Ambientes Virtuales de Aprendizaje (AVA) como programas informáticos interactivos de naturaleza pedagógica con capacidad de comunicación integrada.
Bajo estas premisas y desafíos generados durante la pandemia por COVID-19, hay dos dimensiones que repercuten dentro de la problemática actual en la educación una, está ligada al aprendizaje colaborativo en educación superior en donde se ha podido identificar que la situación se agudiza porque muchos docentes no están adecuadamente capacitados para implementar estrategias de aprendizaje colaborativo en sus clases. Limitando de esta manera la efectividad de este enfoque en la educación superior. Además, la educación tradicional en América Latina y Perú a menudo se basa en un modelo de enseñanza magistral, lo que dificulta la adopción del aprendizaje colaborativo. La resistencia al cambio puede ser un desafío importante que hay que manejar en el sistema educativo (García-Chitiva, 2021). Otros de los desafíos o más bien brecha que se presenta en algunos contextos, es la falta de acceso a tecnología y conectividad limitando de esta manera la implementación del aprendizaje colaborativo en entornos virtuales (Hernández-Sellés, 2021). Por otra parte, Latinoamérica es una región diversa en términos de culturas y lenguajes. Esto representa uno de los mayores desafíos para poder implementar el aprendizaje colaborativo, sino se considera esta realidad se pierde la esencia del aprendizaje inclusivo colaborativo (Macancela et al., 2020).
La segunda dimensión que es necesario analizar está ligada a la educación virtual en educación superior en donde se denota que, a pesar de los avances, aún existe una brecha digital en Latinoamérica y Perú, lo que significa que no todos los estudiantes tienen igual acceso a la educación virtual debido a limitaciones de conectividad y dispositivos (Ruz-Fuenzalida, 2021). Otra realidad está ligada a la calidad de la educación virtual, la cual varía significativamente en la región. Algunas instituciones han desarrollado plataformas y programas de alta calidad, mientras que otras enfrentan desafíos en términos de recursos y diseño instruccional (Garzozi-Pincay et al., 2020). Por otra parte, también se encuentra que la educación virtual puede carecer de la interacción cara a cara algo que caracteriza a la enseñanza presencial. Esto puede afectar la motivación de los estudiantes y su compromiso con el proceso de aprendizaje. Además, la evaluación de los aprendizajes y la acreditación de programas en educación virtual plantean desafíos particulares que requieren un enfoque cuidadoso (Ortega et al., 2021).
Por lo tanto, el aprendizaje colaborativo como la educación virtual presentan ventajas significativas en la educación superior en Latinoamérica y Perú. Sin embargo, para maximizar sus beneficios, es fundamental abordar los desafíos relacionados con la capacitación docente, el acceso a recursos tecnológicos, la calidad, la interacción y la motivación, y la evaluación. En última instancia, la adaptación y mejora de estos enfoques pueden ayudar a enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que ofrecen para la educación superior en la región. Por ello, el presente estudio tiene como finalidad analizar la efectividad del aprendizaje colaborativo en la educación virtual de los estudiantes de educación superior.
METODOLOGÍA
Se empleó el diseño de revisión narrativa, para evitar sesgos, la búsqueda y sistematización se dio usando bases de datos y plataformas como WoS, Scopus, Scielo, La Referencia, Redalyc, Dialnet entre otras. Las dimensiones desarrolladas corresponden con el aprendizaje colaborativo en la educación superior y la educación virtual en la educación superior. Los resultados de búsqueda generados según los criterios de inclusión fueron artículos publicados durante los últimos 5 años y pertenencia del tema, generando 35 fuentes resultantes de las cuales se seleccionaron 20 artículos (Tabla 1), distribuidos en que 40% de los artículos analizados se encuentran Scielo; el 20% en Dialnet, un 25% en Latindex, un 5% en Redib y un 10% en Redalyc. Asimismo, todos los artículos analizados corresponden a revistas indexadas. Como criterios de exclusión se descartaron fuentes secundarias, artículos duplicados y fuentes no confirmadas o indizadas. asimismo, este análisis se ha efectuado en función de la pregunta de investigación acerca de ¿Cuál es la efectividad del Aprendizaje colaborativo en la educación virtual de estudiantes de educación superior?
Considerando que este artículo es de revisión, se empleó como método una estrategia de estudio analítica y sistemática, cuyos principales procedimientos se sintetizan en la Tabla 2.
Posteriormente, se realizó el proceso de sistematización que incluye las fuentes seleccionadas sobre las dos dimensiones señaladas antes, para dar respuesta a la efectividad del aprendizaje colaborativo en la educación virtual. En la Tabla 3 se destaca el proceso de sistematización según Base de datos de la consulta, Autores, título del artículo, País, Año.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Una vez seleccionada las fuentes fueron clasificadas según el enfoque del estudio para evaluar los controles de calidad de las fuentes, por ello en la Tabla 4, se presenta que del total de los artículos revisados un 35% correspondieron a un enfoque cuantitativo, un 50% a un enfoque cualitativo y un 15% a un enfoque mixto, es decir cuali- cuantitativo. Del mismo modo, de la totalidad de los artículos revisados un 50% corresponde a un estudio explicativo, un 30% descriptivo.
De acuerdo con la procedencia de los artículos revisados, en la Tabla 5, se observa que un 10% de los artículos revisados se publicaron en España; un 30% en el Perú; un 5% en Argentina y otros 5% en Venezuela; a Colombia corresponde un 15%; a los EE.UU. (california) un 5%; a Cuba un 5%. A México un 10% y el 10% se publicaron en Guatemala.
Seguidamente, en la Tabla 6 se representa la utilidad o la valoración que los autores asignan al aprendizaje colaborativo según los resultados de sus investigaciones. Estos resultados se han agrupado en 6 categorías como son generar beneficios; implementación viable; promueve aprendizaje activo; promueve construcción colectiva; genera interdependencia, y genera desarrollo cognitivo.
Como se observa en la Tabla 6 un 70% de los artículos revisados consideran que el aprendizaje colaborativo genera beneficios para los estudiantes y el 30 % no genera beneficios para los estudiantes; un 55% de los resultados de los artículos revisados consideran que la implementación del aprendizaje colaborativo en educación superior es viable, un 45 % considera que no es viable; un 50% de los autores consideran que el aprendizaje colaborativo promueve un aprendizaje activo, el otro 50% considera que no promueve un aprendizaje activo.
Del mismo modo un 55% de los resultados señala que el aprendizaje colaborativo promueve una construcción colectiva de conocimientos, y el 45%; considera que no promueve una construcción colectiva de conocimientos; asimismo, un 50% de los resultados indica que el Aprendizaje colaborativo genera interdependencia, el otro 50% considera que no genera interdependencia y finalmente un 30% de los resultados de los artículos revisados señala que genera desarrollo cognitivo, un 70 % no genera desarrollo cognitivo.
La Tabla 7 refiere los aportes de los artículos revisados, donde se consideraron de las fuentes consultadas 5 ámbitos establecidos que son que: generan mayor aprendizaje; promueve protagonismo del estudiante; promueve aprendizaje activo; genera autorregulación, y experiencias innovadoras
Los datos representados en la Tabla 7 establecen que de un 65% de los artículos revisados, el aprendizaje colaborativo genera mayor o mejor aprendizaje de los estudiantes de educación superior y un 35% considera que no genera mayor aprendizaje en educación superior; sin embargo solo un 10% de los artículos reporta que el aprendizaje colaborativo promueve el protagonismo de los estudiantes; pero un 55% de las revistas analizadas reporta que el aprendizaje colaborativo genera un aprendizaje activo; asimismo para un 50% de las revistas el aprendizaje colaborativo desarrolla la autorregulación de los estudiantes y finalmente un 10% de los artículos revisados considera que el aprendizaje colaborativo genera una experiencia innovadora en consecuencia un 90% de los artículos revisados, considera que el aprendizaje colaborativo no genera una experiencia innovadora.
En consecuencia, los resultados de la Tabla 8 indica que solo el 10% de los artículos revisados, ha contextualizado en la categoría mucho; el 20% en la categoría regular; un 45% poco y un 25% nada. Además, el 25% se debe también al hecho de que los artículos revisados se publicaron antes de la pandemia, es decir entre el año 2016 y el 2019; pero además de ello, muchos de los artículos publicados en los años 2020 y 2021, no han tomado en cuenta que en el contexto de la educación virtual o no presencial el acceso y la disponibilidad de las herramientas digitales, constituye un factor fundamental para llevar a cabo el aprendizaje colaborativo.
Para finalizar en la Tabla 9, establece que el 85% de los artículos revisados se ha investigado aplicando el método del aprendizaje colaborativo en educación en general; es decir no especifica algún curso, área o especialidad en particular. Sin embargo, el 5% de los artículos estudió este método de aprendizaje colaborativo aplicado al curso de Matemática, otro 5% aplicado a Psicología y un 5% aplicado a la odontología.
Se concluye que el aprendizaje colaborativo, es una tendencia metodológica actual, compatible con la mejora de la tecnología y la ciencia, del mismo modo que es una metodología pertinente a la necesidad de formación superior o formación profesional que contribuye al desarrollo de las capacidades y competencias que el profesional del siglo XXI necesita para corresponder a las exigencias laborales del siglo XXI.
Discusión
Ventajas del aprendizaje colaborativo en educación virtual
El aprendizaje colaborativo fomenta la participación activa de los estudiantes en las actividades de aprendizaje, ya que deben contribuir, discutir y colaborar con sus compañeros. Además, promueve el desarrollo de habilidades sociales, como la comunicación efectiva, la resolución de conflictos y la cooperación, que son esenciales en la educación y en el entorno laboral (Guerra et al., 2018; Yaxón, 2020; Quic y Cardona, 2020; Leiva et al., 2020). También el aprendizaje colaborativo se basa en la construcción conjunta del conocimiento, lo que puede llevar a un aprendizaje más profundo y significativo (Angulo-Vilca, 2021; Lores-Leyva et al., 2018; Vargas et al., 2020). Por lo tanto, se genera una diversidad de perspectivas en los estudiantes aportando experiencias, enriqueciendo la discusión y el aprendizaje; es decir, establece una mayor retención del conocimiento mediante interacción con compañeros, lo cual puede aumentar la retención de información y la comprensión de los contenidos (Zurita et al., 2020; Revelo- Sánchez et al., 2018; Avello Martínez y Duart, 2016).
Desafíos del aprendizaje colaborativo en educación virtual
En relación a los desafíos presentes en la educación virtual uno de los principales son las brechas digitales, debido a que no todos los estudiantes tienen acceso a las mismas tecnologías y conexiones confiables, lo que puede limitar la participación efectiva en entornos virtuales (Rodríguez et al., 2017; Balarezo, 2020; Aguirre, y Goin, 2018; Castellanos, y Niño, 2018). Por otro lado, se tiene que la coordinación de actividades y la comunicación entre estudiantes pueden ser un desafío en línea, especialmente si no se utilizan herramientas y plataformas adecuadas. Repercutiendo, en que aprendizaje colaborativo en línea puede requerir una mayor motivación y autodisciplina por parte de los estudiantes, ya que no tienen la presencia física de sus compañeros y docentes (García-Chitiva, 2021; Castellanos, y Niño, 2020; Flores-Cueto et al., 2020). Para cerrar, se pudo establecer en las fuentes consultadas que uno de los desafíos presentes es conseguir una evaluación equitativa, evaluar el trabajo colaborativo en línea de manera justa puede ser complicado, ya que es necesario asegurarse de que todos los miembros del grupo contribuyan de manera adecuada. Por ello, es necesario que los docentes desempeñen un papel activo en la facilitación del aprendizaje colaborativo en línea, lo que requiere capacitación y apoyo (Gutiérrez et al., 2020; Lizcano et al., 2019; Montenegro, 2020).
La efectividad del aprendizaje colaborativo en la educación virtual de estudiantes de educación superior depende en gran medida de cómo se aborden estos desafíos. Cuando se superan estos obstáculos y se fomentan las ventajas del aprendizaje colaborativo en línea, puede ser una estrategia valiosa para el desarrollo de habilidades, el aprendizaje significativo y la participación activa de los estudiantes en un entorno virtual.
CONCLUSIONES
La efectividad del aprendizaje colaborativo en la educación virtual depende de diversos factores, incluyendo la infraestructura tecnológica disponible, la motivación y autodisciplina de los estudiantes, la capacitación y apoyo de los docentes, y la calidad de la comunicación y la coordinación en línea. Cuando se superan los desafíos y se fomentan las ventajas, el aprendizaje colaborativo en línea puede ser una estrategia poderosa para mejorar la participación activa, el desarrollo de habilidades sociales y el aprendizaje significativo de los estudiantes de educación superior. Sin embargo, es esencial abordar estos desafíos de manera efectiva y brindar un entorno en línea propicio para el éxito del aprendizaje colaborativo en la educación virtual.
CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.