INTRODUCCIÓN
La escasez en formación de liderazgo es una de las principales problemáticas actuales que enfrenta los docentes universitarios en Latinoamérica y Perú debido a que carecen de capacitación específica en liderazgo, lo que limita su capacidad para liderar iniciativas académicas y administrativas en sus instituciones. Esto es uno de los principales aspectos que afecta al liderazgo docentes universitario y los modelos de gestión universitaria que afectan el funcionamiento y la calidad de las instituciones de educación superior en la región (Hernández y Romero, 2020; Unesco, 2023).
Además, la falta de reconocimiento y estímulo genera la labor del liderazgo de los docentes, ya que rara vez se reconoce y se recompensa adecuadamente en términos de promociones, salario o desarrollo profesional (Veliz-Briones et al., 2016). Lo que genera diversos enfoques en la docencia, uno de ellos está ligado a que muchas instituciones contratan docentes para que cumpla solo labor de enseñanza, lo que deja poco tiempo y recursos para que desempeñen roles de liderazgo en investigación, gestión o extensión (Panza, 2015).
Por otra parte, dentro de los modelos del sistema de gestión universitaria, existe falta de transparencia y rendición de cuentas, lo que puede llevar a malas prácticas y corrupción. La falta de rendición de cuentas es una preocupación importante para este sector. A ello, se suma la burocracia y rigidez presente en el sistema universitario que dificultan la toma de decisiones ágiles y la adaptación a las necesidades cambiantes (Badillo et al., 2015). También las universidades a menudo enfrentan problemas de financiamiento insuficiente, lo que afecta su capacidad para ofrecer una educación de calidad y mantener infraestructuras adecuadas (Panza, 2015). Generando que los procesos de toma de decisiones en algunas instituciones pueden ser ineficientes y politizados, lo que dificulta la implementación de reformas necesarias dentro del sistema universitario (Hernández y Romero, 2020; Unesco, 2023).
Por ello, este estudio mantiene como importancia la necesidad de promover una mayor formación en liderazgo para docentes, establecer sistemas de reconocimiento y estímulo para el liderazgo académico, y fomentar una cultura de participación y colaboración entre los miembros de la comunidad universitaria. En cuanto a la gestión universitaria, se requiere una mayor transparencia, rendición de cuentas, simplificación de la burocracia y un aumento en la inversión en educación superior para mejorar la calidad y la eficiencia en la gestión de las universidades en la región. Además, es importante que las políticas gubernamentales respalden estas iniciativas y promuevan un entorno propicio para el desarrollo académico y la excelencia en la educación superior. Bajo esta premisa, este estudio analiza los enfoques y las aproximaciones teóricas sobre el liderazgo de los profesores universitario
METODOLOGÍA
La estrategia metodológica realizada fue una revisión sistemática, basada en el conocimiento de lo encontrado, la lectura o revisión (artículos de revisión), como trabajo bibliográfico evaluativo, que consideró 32 artículos de carácter documental, entre ellos, el análisis cualitativo y cuantitativo. Los artículos seleccionados se tomaron de bases de datos como Scopus, Scielo, Redalyct y Google Scholar, entre otras. Como criterios de inclusión fueron considerados estudio publicados hasta el 2020; que tuvieran pertinencia con el tema. Los planes de búsqueda se generaron de forma independiente en cada base de datos.
Posteriormente, se consideró como ecuación de búsqueda: "Liderazgo Docente Universitario" y "Modelo de Gestión Universitaria" para limitar el número de personas en esta revisión, y luego continuar con el proceso de las siguientes palabras: "Aprendizaje Servicio", "Estilos Cognitivos", "Excelencia Universitaria" y "Gestión y Liderazgo". También se modificó la estrategia de búsqueda de cada base de datos en función de sus términos.
Los criterios de exclusión fueron títulos o resúmenes, también se excluyeron aquellos que no tuvieran en cuenta la variable liderazgo docente universitario, y en las variables de búsqueda se incluyeron los patrones de gestión universitaria como factor relacionado con el liderazgo docente universitario. Para considerar los artículos recopilados, se revisaron las bibliotecas de referencia de los estudios incluidos. Por otro lado, se revisaron detalladamente las referencias y además de los artículos sobre métodos cualitativos, se realizó un análisis bibliográfico, es decir, se identificaron aquellos marcos de investigación y aportes teóricos que trataban sobre el liderazgo docente. Para revisar los aspectos teóricos y las conclusiones extraídas, se compararon los resultados y conclusiones de la revisión cuantitativa. Después de revisar los títulos y resúmenes, el total se redujo a ocho. Entre estos artículos, (7) fueron seleccionados para revisión sistemática. También incluyendo reseñas de cinco (5) publicaciones diferentes, dos (2) ensayos universitarios sobre liderazgo instruccional universitario, y un (1) libro sobre la experiencia universitaria exitosa en Perú.
El control de calidad en la selección de artículos científicos dentro de la revisión sistemática fue crucial para garantizar que los estudios incluidos fuesen relevantes y de alta calidad, lo que a su vez contribuye a la validez y fiabilidad de los resultados de la revisión por ello, en la Tabla 1 se destaca la valoración de cada estudio seleccionado.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
A continuación, se presenta en la Tabla 2 los estudios seleccionados según su clasificación metodológica bajo el enfoque cuantitativo. En donde se consideraron que existen estudios que aplican herramientas paramétricas que tienen en cuenta la calidad de los estudios incluidos, además de aquellas herramientas ocultas de aleatorización que pueden estimar el efecto medido de sus resultados. producir resultados para sus intervenciones de investigación.
Dentro de los enfoques y teorías analizadas se encuentra González et al., (2013) quienes señalan que dentro del "enfoque epistemológico empirista inductivo" en relación a la investigación descriptiva y enumera una serie de características, como "atención individualizada", "carisma", "resolución de problemas con innovación, creatividad e inteligencia", "confianza en el alumno" y "tolerancia", y luego establece que "reconoce que un 80% de las características son propias del liderazgo transformacional", parece estar relacionada con la identificación de similitudes entre las cualidades deseables en la atención educativa y el liderazgo transformacional. Este enfoque implica que la investigación se basa en observaciones y evidencia empírica para llegar a conclusiones generales. En el contexto de la educación y el liderazgo, podría significar que se han observado estas características en situaciones concretas. Estas cualidades también son valoradas en el liderazgo transformacional, ya que este tipo de liderazgo busca el cambio y la mejora continua. La confianza en los alumnos y la promoción de un compromiso social son características del liderazgo transformacional, que busca inspirar a otros a trabajar en pro de objetivos más amplios y sociales.
Por otra parte, Montero (2017) establece combinar dos elementos uno relacionado con un paradigma positivista y el otro con el estilo de liderazgo. Los resultados indican que, en promedio, el estilo de liderazgo transaccional tiene un puntaje de 4.0, mientras que el liderazgo transformacional tiene un puntaje ligeramente menor de 3.99. Esto podría sugerir que, en este contexto particular, el liderazgo transaccional es más común o predominante en comparación con el liderazgo transformacional. Evidenciando que la que los colaboradores se sienten poco apoyados por las instancias superiores administrativas podría ser relevante para comprender por qué el liderazgo transaccional puede ser más prevalente. Los líderes transaccionales suelen enfocarse en tareas y resultados medibles, mientras que el liderazgo transformacional se centra en inspirar y empoderar a los seguidores. En un contexto en el que los colaboradores pueden sentir que no reciben mucho apoyo de la administración superior, podría ser comprensible que se favorezca un enfoque más transaccional.
Seguidamente, Alvarado y Matamoros (2015) en su estudio encuentran una relación positiva entre habilidades sociales y liderazgo en estudiantes sugiere que los estudiantes que poseen habilidades sociales más desarrolladas tienden a mostrar un liderazgo más efectivo. Esto es un hallazgo importante y coherente con la idea de que las habilidades sociales, como la empatía, la comunicación efectiva y la colaboración, son fundamentales para el liderazgo, especialmente en un contexto educativo. La recomendación de fomentar e incentivar el liderazgo transformacional en estudiantes es relevante, ya que este estilo de liderazgo se enfoca en inspirar, empoderar y desarrollar líderes efectivos. Además, se menciona que esta promoción debe basarse en diferentes sustentos teóricos, lo que sugiere que la investigación puede haber identificado teorías y enfoques específicos que respaldan la relación entre habilidades sociales y liderazgo transformacional. Por lo tanto, “existe una relación positiva entre las habilidades sociales y el liderazgo en estudiantes” (Alvarado y Matamoros, 2015). Esta relación es respaldada por el enfoque descriptivo correlacional, que se basa en el análisis sistemático de datos. Además, se hace una recomendación importante de fomentar el liderazgo transformacional en estudiantes, basándose en sustentos teóricos, lo que puede ser beneficioso para el desarrollo de habilidades de liderazgo efectivas en el ámbito educativo. Este tipo de investigación es valiosa para comprender mejor las dinámicas entre las habilidades sociales y el liderazgo en el contexto estudiantil.
Por otra parte, Zambrano et al., (2017) presentan tres afirmaciones relacionadas con el liderazgo y la dirección en el contexto educativo. Los resultados reflejan las percepciones de los docentes en relación con estas afirmaciones. Por ejemplo, la primera afirmación se refiere a la preocupación de las autoridades por el entendimiento del trabajo, y la mayoría de los docentes responden que es verdad. Las dos afirmaciones siguientes se refieren a problemas relacionados con la resolución de problemas y la determinación de funciones, y las respuestas varían entre verdadero y falso, lo que indica cierta ambigüedad o desafío en estas áreas. Dentro de este estudio se mencionan varios aspectos del clima organizacional en universidades, como la satisfacción laboral, el éxito académico, la construcción de significados y la calidad educativa. Además, se destaca la importancia de factores como la motivación, el aprendizaje, la creatividad, el liderazgo, la comunicación y las relaciones interpersonales entre los diferentes actores educativos. Esto sugiere que el clima organizacional y la percepción de los docentes y otros miembros de la comunidad educativa son temas de interés en la investigación. Estos hallazgos pueden tener implicaciones significativas para la gestión educativa y la calidad de la educación en ese contexto específico.
Seguidamente, en Reyes (2016) se pudo constatar que existe una “relación directa entre las habilidades sociales y el desempeño docente”. Además, se menciona que esta relación se encuentra presente en las cuatro dimensiones de las habilidades sociales: comunicación asertiva, liderazgo, resolución de conflictos y planificación. Se enfatiza que estas relaciones son estadísticamente significativas. Destaca además la importancia de las habilidades sociales en el contexto de las competencias docentes. Se menciona que estas habilidades son esenciales para el perfil docente, que está siendo cada vez más exigente y actualizado. Esto sugiere que, para mejorar la calidad de la enseñanza, es fundamental que los docentes desarrollen habilidades sociales efectivas. También es necesario considerar a la gestión educativa y la función investigadora. Este enfoque puede ser valioso para mejorar la formación y el desarrollo de los docentes en el ámbito universitario.
Además, Rocha (2012) presenta un estudio acerca de con un enfoque "expostfacto transversal y correlacional bivariado" que analiza diversas variables relacionadas con la enseñanza y el desempeño docente desde la perspectiva de los alumnos y los docentes. Dentro de este estudio se pudo apreciar una correspondencia entre las valoraciones de la docencia universitaria desde la perspectiva del profesor y el desempeño docente desde la perspectiva de los alumnos. En otras palabras, cuando los profesores valoran la enseñanza de manera alta, los alumnos tienden a evaluar positivamente el desempeño docente. Sin embargo, no se encuentra evidencia estadística para establecer una relación significativa entre lo que la institución valora en los profesores y su desempeño desde la perspectiva de los alumnos. Los hallazgos resaltan la importancia de cómo los profesores perciben su enseñanza en relación con la percepción de los alumnos y plantean interrogantes sobre la efectividad de los programas de desarrollo docente en la mejora del desempeño.
En Ísmodes (2014) se pudo analizar a la evaluación de E-Quipu, siendo este un programa o iniciativa que involucra a estudiantes y profesionales, el estudio revela que el 73% de los encuestados fueron hombres y el 27% mujeres, y se señala que esto coincide con la distribución general de los participantes en E-Quipu. Esto proporciona una idea de la demografía de los participantes en el programa y sugiere una posible necesidad de promover una mayor participación de mujeres si se busca una distribución más equitativa. Se menciona que el 90% de los encuestados declararon tener un trabajo regular al momento de la encuesta. Esto sugiere que E-Quipu ha tenido un impacto positivo en la empleabilidad de los participantes, lo que podría ser un resultado positivo para el programa. Al respecto, se identificaron cinco competencias profesionales Estas competencias incluyen trabajo en equipo, liderazgo, planeamiento y organización, iniciativa y habilidades de comunicación. Esto demuestra que el programa ha contribuido al desarrollo de habilidades profesionales relevantes para los participantes.
Palomino (2012) explora la relación entre el desempeño docente y el aprendizaje de los estudiantes en una universidad. Además, identifica varios factores que influyen significativamente en el aprendizaje de los estudiantes. Estos factores incluyen el grado de dominio de los contenidos que imparte el docente, “la calidad de su comunicación verbal y no verbal, su contribución a la formación de valores y al desarrollo de capacidades valorativas” (Palomino, 2012), así como su capacidad para fomentar un proceso de reflexión autocrítica. Se destaca que la correlación entre "capacidades pedagógicas" y "aprendizaje de los estudiantes" es positiva y moderada, lo que sugiere que estos factores son importantes para el aprendizaje exitoso de los estudiantes. En este estudio quedó establecido que factores como las estrategias didácticas, el dominio de los contenidos, la comunicación efectiva y la promoción de valores y reflexión crítica tienen un impacto positivo en el aprendizaje. Estos hallazgos pueden ser útiles para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en el entorno universitario.
Para cerrar, Piña (2010) destaca una evidencia empírica que demuestra una relación significativa entre el desempeño docente y las habilidades de los estudiantes. Esto sugiere que la calidad de la enseñanza y el liderazgo del docente pueden influir en el desarrollo de las habilidades de los estudiantes. Este hallazgo resalta la importancia de la formación y capacitación docente continua para mejorar el desempeño profesional y la calidad de la educación ofrecida a los estudiantes. Para mejorar la calidad educativa, se sugiere establecer aspectos motivacionales, como promover el trabajo en equipo y reconocer la labor de los docentes. Además, se menciona la importancia de un programa de incentivos, lo que podría aumentar la motivación de los docentes al involucrarlos en las decisiones institucionales. El estudio respalda la importancia de la capacitación continua para los docentes y la implementación de estrategias motivacionales, como el trabajo en equipo y los programas de incentivos, para mejorar la calidad de la educación. Esta información puede ser valiosa para la toma de decisiones en el ámbito educativo.
Con relación a los estudios cualitativos analizados en la Tabla 3 se destacan los resultados de búsquedas según sus autores y año de publicación, enfoque teórico y los hallazgos más significativos acerca del liderazgo universitario y la gestión universitaria de los docentes.
El liderazgo se presenta de diversas formas y una de ella la aborda Rojas et al., (2020) donde destaca la importancia de una educación que se centre en el ser humano en su totalidad, promoviendo un currículo integral que incluya saberes teóricos y prácticos. También menciona la dialogicidad y el autoconocimiento en este proceso. Esta perspectiva refleja una preocupación por la formación holística de los individuos y la promoción de una educación más allá de lo puramente académico, abordando aspectos emocionales y sociales. Además, el estudio enfatiza la necesidad de que los docentes se sometan a un proceso de mejoramiento continuo. Esto implica la búsqueda de una visión académica más horizontal y la reducción de la verticalidad autoritaria en la enseñanza. Se busca una pedagogía que promueva la colaboración y el respeto mutuo entre docentes y estudiantes, en contraposición a un enfoque autoritario.
Para ello, es necesario que los docentes sean analísticos, críticos y reflexivos, y que puedan contribuir a la transformación de la sociedad. Este enfoque se le conoce como investigadores en el campo social y educativo, con la capacidad de cuestionar, reorientar y contribuir al cambio. Esta perspectiva enfatiza el papel activo de los docentes como agentes de cambio y líderes en el proceso educativo. Esta “aproximación teórica del liderazgo transformacional desde la perspectiva de la pedagogía humanista” (Rojas et al., (2020) aboga por una educación integral que incluye aspectos académicos, emocionales y sociales. Se destaca la importancia del desarrollo continuo del docente, su papel como agente de cambio y la necesidad de líderes en la educación para adaptarla a los desafíos contemporáneos. Esta visión aboga por una educación centrada en el ser humano y orientada hacia la transformación de la sociedad.
Por otro lado; Bautista, et al., (2020) enfatizan que el rumbo de una universidad no está predeterminado por una visión lineal de la historia, sino que son las ideas las que dirigen la institución. Esto implica que la dirección y el enfoque de una universidad pueden variar en función de las ideas que prevalezcan. Esta noción enfatiza la flexibilidad y la capacidad de adaptación de las universidades a las tendencias y cambios en el pensamiento educativo y social. Además, establecen la cuarta revolución industrial como un factor que podría representar tanto un peligro como una oportunidad para las instituciones universitarias. Por un lado, se sugiere que esta revolución puede llevar a la transformación e incluso a la desaparición de las universidades tal como las conocemos hasta ahora. Por otro lado, se señala que también podría abrir la puerta a una visión más atractiva de la investigación, la ciencia y la innovación que vaya más allá de las prácticas actuales. Esto destaca la necesidad de que las universidades se adapten y se preparen para afrontar los desafíos y oportunidades que surgen de esta revolución tecnológica. Indican que la universidad se enfrenta a una serie de contradicciones que se relacionan con la naturaleza de la investigación y la ciencia, la adopción de modelos basados en competencias y la evolución de los roles docentes. Estos elementos representan desafíos clave para las instituciones educativas, ya que deben adaptarse a las demandas cambiantes de la sociedad y la educación. Estos puntos resaltan la necesidad de una reflexión y adaptación continua en el campo académico para mantenerse relevante y efectivo en la sociedad en constante evolución.
En Backes et al., (2010) se plantea la necesidad de involucrar efectiva y afectivamente a los alumnos como autores y protagonistas de su propio proceso de aprendizaje. Se menciona que una metodología participativa es fundamental para estimular la creatividad y la iniciativa de los estudiantes. Esto subraya la importancia de fomentar la participación activa de los alumnos en su proceso educativo, lo que coincide con los principios del enfoque constructivista que enfatiza la construcción activa del conocimiento por parte de los estudiantes. También el estudio resalta la capacidad del docente para considerar las diferencias individuales y las necesidades específicas de cada alumno. En lugar de centrarse en la acumulación de conocimientos programáticos, se enfatiza la importancia de provocar la acción y el aprendizaje activo.
En síntesis, argumenta que el liderazgo y la docencia en la educación superior requieren habilidades específicas, y se relaciona esto con el pensamiento complejo. Se menciona la importancia de descubrir y potenciar las diferencias, movilizar energías, promover la construcción del conocimiento y conciliar distintos saberes. Esto subraya la necesidad de un enfoque pedagógico que sea capaz de integrar y reconectar diferentes fuentes de conocimiento, incluyendo el conocimiento generado por los propios alumnos. Esto está alineado con la idea de que el aprendizaje es un proceso activo de construcción del conocimiento. Estos principios son coherentes con enfoques pedagógicos contemporáneos que promueven un aprendizaje activo y centrado en el estudiante.
Para finalizar los enfoques cualitativos en Durand (2006) se destaca la importancia de identificar la necesidad de desarrollar un sistema formativo no formal. Este sistema se plantea como un complemento al sistema educativo formal y tiene como objetivo contribuir al cambio social a través de la formación de un nuevo liderazgo. Se menciona que este liderazgo se abordará desde un enfoque teórico sistémico moderno y tendrá en cuenta la estructura social en el contexto peruano. Este enfoque destaca la importancia de adaptar la formación de líderes a las realidades sociales y culturales específicas de Perú. La aplicación de la investigación-acción sugiere que se llevarán a cabo investigaciones y acciones concretas para diseñar y desarrollar este sistema formativo no formal. Además, destaca la orientación hacia el cambio social, lo que sugiere un enfoque en la transformación y mejora de la sociedad a través de la educación y el liderazgo. Esto refleja un enfoque práctico y basado en la investigación para abordar desafíos educativos y sociales.
CONCLUSIONES
Los enfoques y aproximaciones teóricas sobre el liderazgo de los profesores universitarios son variados y están en constante evolución. Estas perspectivas han ido desarrollándose a medida que se reconoce la importancia del liderazgo en la educación superior.
Por ello, el liderazgo transformacional es un enfoque que ha ganado importancia en el contexto universitario. Se centra en la inspiración, motivación y empoderamiento de los estudiantes y colegas. Los líderes transformacionales buscan generar un cambio positivo, fomentar la innovación y mejorar el rendimiento académico. Este enfoque promueve la visión, la influencia social y el desarrollo personal y profesional.
En cuanto liderazgo distribuido reconoce que el liderazgo no se limita a las posiciones jerárquicas, sino que puede encontrarse en todos los niveles de una institución. Los profesores universitarios pueden ejercer liderazgo al colaborar, influir y tomar decisiones en diversos aspectos académicos y administrativos. Este enfoque promueve la participación y la colaboración en la toma de decisiones.
Al respecto, el liderazgo servidor se centra en la idea de que los líderes deben estar al servicio de quienes lideran. Los profesores universitarios pueden ejercer liderazgo al prestar atención a las necesidades de los estudiantes, apoyar el desarrollo de habilidades y contribuir al bienestar académico y personal de los estudiantes. Este enfoque se basa en la empatía y la preocupación por los demás.
Otro liderazgo a considerar es el pedagógico que se enfoca en la influencia de los profesores sobre la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. Los profesores pueden ejercer liderazgo al desarrollar estrategias de enseñanza efectivas, fomentar la reflexión sobre la práctica y contribuir a la mejora continua de la educación superior.
Uno que no fue discutido pero que es necesario es el liderazgo ético que se basa en la toma de decisiones y acciones fundamentadas en valores y principios morales. Los profesores universitarios pueden ejercer liderazgo al modelar comportamientos éticos, promover la integridad académica y abogar por la equidad y la justicia en la educación superior.
Por lo tanto, los enfoques y aproximaciones teóricas sobre el liderazgo de los profesores universitarios reflejan una comprensión más amplia y compleja de su papel en la educación superior. Estos enfoques reconocen que el liderazgo no se limita a la administración, sino que también se relaciona con la enseñanza, la colaboración, el servicio y la ética. Los profesores universitarios desempeñan un papel fundamental en la formación de futuros líderes y en la mejora de la calidad de la educación superior. Su liderazgo es esencial para abordar los desafíos y las oportunidades en constante evolución en el ámbito universitario.