INTRODUCCIÓN

Antes de la pandemia, la formación presencial no ofrecía sugerencias significativas para mejorar el aprendizaje. Hernández et al., (2021) aseveran que la motivación del alumno y los recursos técnicos son factores clave en este proceso. Es importante entender que la educación debe evolucionar junto con los cambios en la sociedad. Por lo tanto, sugieren la necesidad de actualizar la educación para que los docentes estén al tanto de los cambios y puedan utilizar los recursos tecnológicos para mejorar el rendimiento de sus alumnos y fomentar su interés en el aprendizaje.

Según ^{Gámez et al., (2022}) es esencial que la formación de los profesores se adapte a las necesidades y requisitos actuales para permitir que los estudiantes transmitan los conocimientos de manera adecuada y precisa. Por otro lado, la UNESCO ha emitido un comunicado dirigido a la comunidad internacional, en el que proporciona una lista de herramientas de colaboración digital y plataformas tecnológicas para ayudar a disminuir el impacto o efecto que trajo la pandemia en el sector educativo (^{McGreal et al., 2022}). A su vez, empresas como Microsoft y Google han ofrecido acceso gratuito a aplicaciones de colaboración en todo el mundo, aunque con algunas limitaciones. Google ha puesto a disposición herramientas como Jamboard para crear pizarras virtuales, Google Classroom para una plataforma educativa popular y Hangouts Meet para videoconferencias. En este contexto, la educación debe adaptarse y evolucionar para facilitar el acceso de los estudiantes a estas herramientas y recursos digitales.

Para enseñar de manera efectiva y motivar a los estudiantes, es esencial que los profesores estén capacitados y formados según las necesidades y requisitos actuales, como señalan Ramos y Maya (2022) quienes aseveran que los docentes comparten su motivación con los estudiantes para no obstaculizar la transferencia de conocimientos y garantizar que esto no afecte la enseñanza diaria de los maestros.

Las herramientas de colaboración son soluciones ideales para realizar trabajos académicos en línea, como ha quedado demostrado durante el confinamiento debido a la crisis de la COVID-19, (^{Mosquera, 2022}). Estas herramientas no solo resuelven el problema de la distancia, sino que también ayudan a fortalecer habilidades como el aprendizaje colaborativo, la independencia y el autoaprendizaje.

En el contexto peruano, la educación universitaria presentaba limitaciones en cuanto a la infraestructura técnica, la gestión de métodos adecuados para la educación virtual, los conocimientos para la docencia en línea y el uso de herramientas digitales, lo que se traducía en una baja motivación. Sin embargo, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) juegan un papel importante al influir en la motivación de los estudiantes. De acuerdo con ^{Macías y Manresa (2013}) el empleo de las TIC en las sesiones de clase puede modificar el nivel de interés de los estudiantes y la motivación. Esto se ha reflejado en cómo estos dispositivos tecnológicos cotidianos han posibilitado el aprendizaje de los estudiantes.

Actualmente, se observa una baja participación del profesorado que no ha logrado adaptarse a las competencias digitales debido al miedo a implementar algo nuevo en sus clases, (^{Palomino y Camilo, 2021}). Se requiere una adaptación para utilizar las nuevas tecnologías, que es una actividad fundamental para la educación actual y futura, y es importante que los docentes adquieran las habilidades necesarias para implementar herramientas digitales en su enseñanza. La propuesta de ^{Levano-Francia et al., (2019}) parece ser una solución efectiva para mejorar las competencias digitales del profesorado y, en última instancia, mejora y desarrolla la calidad de la educación. Sin embargo, las tecnologías requieren que el profesorado esté formado, dicho con otras palabras, que se pongan en posesión de las tecnologías (^{Díaz-Arce y Loyola-Illesca, 2021}), porque su matrícula les dará de una manera u otra una mejor calidad educativa. todo ello con la intención de eliminar viejos métodos de enseñanza y dar lugar a nuevos conceptos, métodos y prácticas (^{Santana-Mero et al., 2021}). La tecnología es una alternativa muy beneficiosa, sin embargo, cabe recordar que este tipo de desarrollos sirven para ampliar el aprendizaje al igual que para mejorar el aprendizaje (^{Vera y García-Martínez, 2022}).

A todo lo anteriormente mencionado, esta investigación pretende describir mediante conceptos teóricos la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo se relaciona el uso de las herramientas digitales en el área de inglés y la motivación en estudiantes universitarios?

^{Fernández et al., (2019}) mencionan que las herramientas digitales, las TIC y las redes sociales pueden ser herramientas valiosas en el ámbito de la educación superior, ya que ofrecen recursos adicionales para motivar a los estudiantes y fomentar su participación. Estos recursos pueden ser utilizados por los docentes para mejorar su eficacia en el proceso de enseñanza y, por ende, promover un aprendizaje más efectivo. En este sentido, la tecnología se presenta como un complemento valioso para la educación, al permitir una interacción más dinámica entre los estudiantes y el docente, y al ofrecer nuevos medios para la generación y la difusión de conocimiento en otros campos como del idioma extranjero inglés donde se toma en consideración el basamento teórico del conectivismo, del socio constructivismo y de la motivación en el alumnado (^{Rodríguez et al., 2022}). Es así que, el uso adecuado de las herramientas digitales en el ámbito de la educación superior puede ser clave para aumentar la motivación y participación de los estudiantes, y para lograr un aprendizaje más efectivo.

De acuerdo con lo que menciona ^{De Soto (2018}) las herramientas digitales permiten un modelo de enseñanza más flexible, donde el aprendizaje se construye de forma activa y colaborativa por parte de los educandos, lo que a su vez les motiva a adquirir nuevos conocimientos. En lugar de ser receptores pasivos de información, los alumnos se convierten en productores de conocimiento a través de diversos recursos digitales. Esta metodología fomenta la participación del alumnado, lo que mejora su motivación y les permite construir un aprendizaje más significativo.

Es importante destacar que el papel del profesor en el uso de las herramientas digitales no se limita a la mera utilización de estas herramientas, sino que también implica su capacidad para guiar y orientar a los alumnos en el proceso de aprendizaje. Según ^{Monroy et al., (2018}) el profesor debe ser capaz de seleccionar y utilizar las herramientas digitales de manera efectiva y creativa para alcanzar los objetivos de aprendizaje. Además, el profesor debe estar presente y disponible para los alumnos, y estar dispuesto a adaptarse a las necesidades de aprendizaje individuales de cada uno. La motivación es clave en el proceso de aprendizaje ya que influye en el interés y la atención del estudiante hacia el contenido que se está impartiendo, lo que a su vez puede tener un impacto en su rendimiento académico. Además, la motivación puede ser intrínseca o extrínseca, y es importante que los profesores puedan identificar cuál es la fuente de motivación de cada estudiante para adaptar sus métodos de enseñanza y mantenerlos involucrados en el proceso educativo (^{González et al., 2021}).

Según ^{Viñals y Cuenca (2016}) el continuo desarrollo de las tecnologías digitales e Internet ha obligado a vivir en un contexto digital basado en la conectividad. Esto ha llevado a un cambio en la forma en que se enseña y se aprende. El conocimiento está disponible en línea y los profesores deben guiar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje. Es importante destacar que la tecnología no se gestiona por sí sola y, por lo tanto, el papel del profesor es más relevante que nunca en la actualidad. La era digital ha obligado a repensar el papel del profesor en el aula. Desde entonces, tanto el papel del profesor como el del estudiante han evolucionado con la introducción de nuevas tecnologías en la educación.

En la actualidad, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se utilizan en la mayoría de las actividades diarias, lo que significa que las comunidades deben estar dispuestas a adquirir nuevas habilidades y competencias sociales y profesionales para no quedar excluidas de este proceso intensivo. Es importante, señalar que para el ámbito educativo los docentes deben recibir una formación continua para poder proporcionar a los estudiantes las competencias necesarias para manejar estas herramientas en diversas situaciones.

Los estándares educativos deben garantizar que los estudiantes adquieran los conocimientos y habilidades necesarios para gestionar la información. Por lo tanto, es fundamental que los docentes se mantengan actualizados en relación con estas nuevas herramientas para garantizar la calidad y el desempeño profesional. La habilidad de los docentes para trabajar con sistemas educativos en una sociedad conectada es crucial y debe ser incorporada en el plan de estudios. Las TIC también permiten la creación y transmisión global de conocimiento, y el desarrollo de habilidades digitales es fundamental en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Según Área et al., (2018) el uso de las TIC en el aprendizaje debe comenzar desde el principio. La mayoría de los estudiantes ya están familiarizados con las TIC, lo que puede aumentar su motivación en el proceso de aprendizaje.

Los docentes deben ser capaces de adaptarse a las distintas situaciones que se presentan en el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que éste se ha vuelto cada vez más diverso y complejo. En la sociedad actual, donde la educación ya no se basa en procesos mecánicos sino en el desarrollo de habilidades para resolver problemas, se requiere que los docentes tengan actitudes críticas, altos niveles de reflexión y toma de decisiones, y que aborden problemas motivacionales y emocionales como el aburrimiento, la apatía, las bajas expectativas y la intensa presión de los estudiantes (^{Rodríguez et al., 2010}). Además, en la sociedad del conocimiento, el aprendizaje se ha vuelto cada vez más complejo y diverso, por lo que es esencial que los docentes desarrollen diferentes estrategias para hacer frente a esta realidad.

Deben tomar decisiones acertadas sobre cómo integrar la tecnología en el aula y cómo enseñar habilidades críticas y reflexivas a sus estudiantes. Es importante que los docentes fomenten la colaboración y el trabajo en equipo, así como la capacidad de cuestionar y analizar los sistemas y tecnologías que se utilizan en el aula. Además, es fundamental que los profesores se involucren activamente en la enseñanza de las Humanidades Digitales, ya que esto puede ayudar a los estudiantes a comprender cómo la tecnología y la sociedad se relacionan entre sí. En general, los profesores deben estar dispuestos a adaptarse y actualizar constantemente sus habilidades para poder seguir siendo efectivos en el aula.

Con todo lo anterior expuesto, el objetivo de este estudio es describir el impacto de las herramientas digitales en la motivación de los estudiantes. Su justificación se basa en la necesidad de comprender el impacto de las herramientas digitales en la motivación de los estudiantes en el contexto de la educación post pandemia. En su justificación teórica, se busca ampliar el conocimiento existente y proporcionar información relevante para futuras investigaciones en el campo educativo. Desde una perspectiva práctica, este estudio tiene la intención de mejorar los enfoques didácticos y estrategias de enseñanza al considerar cómo las herramientas digitales pueden influir en la motivación de los estudiantes. Metodológicamente, se empleará un enfoque descriptivo no experimental transeccional, permitiendo analizar las relaciones entre el uso de herramientas digitales y la motivación. La muestra seleccionada de estudiantes de diversas universidades en Lima permitirá una mayor representatividad. En términos de importancia, este estudio tiene el potencial de informar a los educadores sobre las mejores prácticas en la implementación de herramientas digitales, con el objetivo de mejorar la experiencia educativa, el compromiso y el rendimiento académico de los estudiantes en el contexto post pandemia.

MÉTODO

Se realizó un estudio descriptivo no experimental transeccional para analizar el impacto de las herramientas digitales en la motivación de los estudiantes. La muestra incluyó 283 participantes de diversas universidades en Lima, seleccionados mediante muestreo no probabilístico por conveniencia. Para el proceso de recolección de los datos se utilizó la técnica de la encuesta sobre la base del cuestionario adaptado de ^{Lezcano Vilano (2017}) el cual estaba compuesto con escalas de clasificación ordinal y nominal sobre herramientas digitales relacionadas a la motivación, compuesto por 10 ítems.

El procesamiento de la información se realizó con los participantes los cuales fueron contactados por correo electrónico y se les proporcionó un enlace para completar el cuestionario en línea. Se garantizó la confidencialidad de las respuestas. El análisis de los datos se realizó a través de la aplicación Microsoft Excel, en donde los resultados descriptivos fueron representados gráficos de tota para poder identificar la relación entre el uso de herramientas digitales y el nivel de motivación de estudiantes universitarios.

Se siguió un protocolo ético aprobado por el Comité de Ética de las Universidades en Perú donde se realizó el estudio, asegurando el anonimato y la confidencialidad de los participantes. Se obtuvo el consentimiento informado de los participantes.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Las herramientas digitales y las TIC en la educación superior pueden ser utilizadas para mejorar la motivación y participación de los estudiantes. Además, estas herramientas pueden ayudar a los profesores a ser más efectivos en el proceso de enseñanza al proporcionar recursos adicionales y facilitar la comunicación y colaboración entre los estudiantes. Por medio del instrumento realizado por ^{Lezcano y Vilanova (2017}) se dará a conocer los resultados.

Con relación a la dimensión valoración de la experiencia de formación y/o capacitación en un entorno virtual, en la Figura 1 se observa que 52.7% de los participantes opinan que la experiencia de aprendizaje en contextos virtuales es Buena siendo la mayor porción de la muestra. Seguidamente, 28.3% opinan que es Muy buena, mientras que el 13.1% de los estudiantes la consideran excelente. Solo un 6% la consideran Mala. Se refuerza la idea del agrado que presentan los participantes en estudiar bajo contextos o entornos virtuales.

Figura 1. Valoración de la experiencia de formación y/o capacitación en un entorno virtual. (Fuente: Datos obtenidos del instrumento de evaluación de aprendizaje en entornos virtuales). 

Seguidamente, en la Figura 2 son destacado los resultados en la dimensión modalidad virtual en su proceso de aprendizaje, donde se observa que el 58% de los participantes opinan que la virtualidad ha permitido aprender contenidos de forma parcial, siendo esta la mayor parte de la muestra de este estudio. Luego el 30% señalan que sí han podido aprender en contextos virtuales, frente a un 12% de los estudiantes que consideran que no pudieron concretar su aprendizaje. Estableciendo de esta manera que la educación virtual genera ventajas hacen posible el éxito del aprendizaje de forma virtual, sin embargo, siempre se debe considerar las proporciones menores porque del proceso educativo ningún estudiante debe quedar fuera.

Figura 2. Consideración de la modalidad virtual en su proceso de aprendizaje. Fuente: Datos obtenidos del instrumento aplicado. 

En atención a las ventajas encontradas en la modalidad virtual, en la Figura se observa que el 40.6% de los participantes opinan que los instrumentos que se utilizan para evaluar son variados como los foros, portafolios, cuestionarios, etc., llegando a ser la mayor porción de la muestra; al respecto el 45.9% opinaron que los tiempos para realizar las actividades son flexibles; mientras que un 6.7% de los estudiantes consideraron que las devoluciones de los docentes favorecen al aprendizaje para poder revisar el posible error y generar un autoaprendizaje; también es destacado un 6.7% que expresa que las actividades de evaluación pueden realizarse con otros estudiantes. Estableciendo de esta manera la autonomía que tienen los participantes en hacer uso de los diversos recursos y bondades que ofrece la educación virtual.

Figura 3. Ventajas encontradas en la modalidad virtual. Fuente: Datos obtenidos del instrumento aplicado. 

Se visualiza una opinión ligeramente homogénea. 126 (44.5%) de los participantes opinan que tienen dificultades comunicativas con compañeros y profesores. Asimismo, 65 de ellos, (23%) opinan que presentan dificultades para comprender las explicaciones y las consignas, 52 estudiantes (18.4%) consideran que las dificultades propias de la carrera o curso se dan al cambiarse la modalidad de estudios. Finalmente, 40 (14.1%) indican que existe dificultades de adaptación al nuevo contexto. Se da a entender que si bien la tecnología fomenta un aprendizaje ágil; la comunicación entre ellos y sus docentes no es adecuada, el retraso la entrega de los trabajos, la inflexibilidad en la presentación de los trabajos, los exámenes o prácticas realizadas utilizando una determinada metodología logra causar incomodidad en una gran parte de ellos.

Figura 4. Desventajas de la evaluación de aprendizajes en entornos virtuales de formación y/o capacitación. Fuente: Datos obtenidos del instrumento aplicado. 

Sumado a ello, sugirió utilizar la retroalimentación a través de ejercicios y actividades. Esto incluye aprendizajes explícitos (discusiones grupales, debates, lecturas, etc.) y aprendizajes implícitos (proyectos, juegos, experiencias, etc.) que brindan a los docentes los indicadores que necesitan para medir el aprendizaje (Figura 5).

Figura 5. Rol del docente como motivador en la utilización de las tecnologías. 

Discusión

Los resultados revelaron dificultades en la comunicación y adaptación a los entornos virtuales, coincidiendo con los hallazgos previos de ^{Rincón y González (2018}) y Zuo y Zalika (2018). Estos autores también encontraron obstáculos en la interacción y comprensión en el contexto virtual. Estas dificultades señalan la necesidad de mejorar las estrategias de comunicación y proporcionar apoyo adicional para garantizar una experiencia de aprendizaje más efectiva en entornos digitales.

En relación con la motivación, se destaca la importancia de las herramientas digitales para fomentarla. Los recursos de juego específicos mencionados por ^{Díaz y Troyano (2013}) pueden mantener a los estudiantes comprometidos y generar mejores resultados académicos. Asimismo, ^{Viñals y Cuenca (2016}) señalan que las herramientas digitales permiten una mayor personalización del aprendizaje, lo que aumenta la motivación de los estudiantes al poder trabajar a su propio ritmo y estilo de aprendizaje preferido.

Por último, se reconoce la importancia de la formación docente en el uso efectivo de las herramientas digitales, como sugiere INTEF (2017). Los docentes desempeñan un papel crucial en la integración de las herramientas digitales en su práctica educativa. Además, es fundamental considerar la retroalimentación y las actividades de evaluación para medir el aprendizaje, tal como sugiere Campos (2010).

Con respecto a la dimensión herramientas digitales, estas no reemplazan el papel del profesor como líder y guía en el proceso educativo (^{De Soto, 2018}). El profesor sigue siendo crucial para proporcionar la dirección y orientación necesarias para el aprendizaje significativo. Según ^{Rivadeneira (2021}), las herramientas digitales pueden ser utilizadas como una herramienta complementaria para motivar a los estudiantes a participar y ser más activos en su aprendizaje. Por lo tanto, el profesor debe considerar cuidadosamente cómo y cuándo incorporar las herramientas digitales en su enseñanza para asegurarse de que están siendo utilizadas de manera efectiva y beneficiosa para el aprendizaje de sus pupilos.

Con respecto a la dimensión motivación el cual fungen como un factor clave en el proceso de enseñanza y aprendizaje, debido a que influye directamente en el interés y la participación de los estudiantes. Si los estudiantes están motivados, es más probable que se involucren activamente en las actividades de aprendizaje y, por lo tanto, tengan una mejor comprensión de los temas (^{Rincón y González, 2018}). Según las definiciones publicadas por los autores, muchos de ellos coinciden en que la finalidad del uso de las herramientas digitales es motivar al alumnado. Esto puede afectar al comportamiento psicológico y social de un ser, que se logra mediante el uso de recursos de juego específicos, como las insignias, barras, niveles, avatares, aspectos, etc. Los que entretienen a los estudiantes, además de mantenerlos centrados en su trabajo, consiguen mejores resultados y permiten que los profesores alcancen el comportamiento deseado en los alumnos (^{Díaz y Troyano, 2013}).

En torno a la tecnología esta transformado la forma en que los educadores abordan la enseñanza y la forma de aprender de los estudiantes. El profesor ya no es solo un transmisor de información, sino un facilitador del aprendizaje. El estudiante ya no es solo un receptor pasivo de información, sino un creador activo de conocimiento. La tecnología ha permitido que los estudiantes tengan acceso a una cantidad enorme de información, por lo que el papel del profesor es guiarlos y ayudarlos a seleccionar y comprender críticamente la información relevante. Según ^{Viñals y Cuenca (2016}), la tecnología también permite una mayor personalización del aprendizaje, ya que los estudiantes pueden trabajar a su propio ritmo y en su propio estilo de aprendizaje preferido. Los profesores pueden utilizar herramientas digitales para adaptar las actividades de aprendizaje a las necesidades individuales de los estudiantes y crear experiencias de aprendizaje más personalizadas y significativas.

En definitiva, la tecnología ha cambiado la forma en que enseñamos y aprendemos, y el papel del profesor ha evolucionado para ser un facilitador del aprendizaje y un guía en la era digital. Los docentes deben mantenerse al día con estos nuevos medios para garantizar la calidad y el desempeño profesional. Las habilidades docentes son fundamentales para el plan de estudios, especialmente cuando se trata de habilidades digitales para usar las TIC. Esto requiere una adecuada formación para trabajar con sistemas educativos bajo la premisa de una sociedad conectada (INTEF, 2017).

Las TIC también permiten la creación y transmisión de conocimiento que puede ser compartido a nivel mundial. Las habilidades digitales juegan un papel muy importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, no debe abordarse como un problema único, sino que debe integrarse en el problema general. Según Área et al., (2018) el proceso de aprendizaje debe comenzar con las TIC. La mayoría de los estudiantes están familiarizados con las TIC, lo que aumenta su motivación.

Para apoyar teóricamente este estudio, se considera importante hacer referencia a métodos que apoyan el uso de herramientas digitales para fomentar la motivación, que es el motor para impulsar a las personas hacia la consecución de las metas, y se es utilizada desde diferentes perspectivas.

El aprovechamiento de la tecnología con fines educativos es una ^{realidad que debería aprovecharse al máximo. Según Méndez y Concheiro (2018}) utilizar y mostrar materiales didácticos específicos incluso puede generar interés durante la docencia. Se logra una convergencia con lo propuesto por ^{Gámez et al., (2022}) quienes dan importancia a la labor docente que sea alineado a las necesidades de los estudiantes en este mundo globalizado y altamente cambiante. Aunado a ello, Ramos y Maya (2022) hablan sobre la motivación que se debe de impartir en los estudiantes para lograr una transferencia de conocimientos de manera natural y significativa.

Lo anterior mencionado tiene una contraparte por ^{Palomino y Camilo (2021}) al hacer referencia de las limitaciones que podría tener el docente del siglo XXI. Se requiere un constante entrenamiento en las diversas metodologías activas empleadas ahora después de la situación de pandemia mundial. Lamentablemente, en Colombia se evidencia una limitada o escasas políticas educativas junto a la desmotivación de los estudiantes afectando su rendimiento académico en palabras de ^{Marmolejo y Mayora (2020}). En la misma línea, ^{Suo y Zalika (2018}) comentan las desventajas que tienen algunos docentes universitarios en Perú, quienes no poseen adecuadas competencias digitales mínimas para desenvolverse en clase además de catedráticos ausentes en algunos cursos. Una enseñanza tradicional también es una limitante al no entender que el protagonista de la clase es ahora el estudiante; mas no el docente catedrático. Es menester que en lo anterior expuesto se pueda lograr algún cambio en beneficio de los estudiantes universitarios quienes merecen un servicio de calidad en una sesión de clase amena, retadora y motivadora.

Relacionado a los programas a modo de herramientas de colaboración, ^{Mosquera (2022}) promueve el uso adecuado de diversos recursos virtuales para garantizar un aprendizaje en contextos digitales por medio de la participación colectiva. Este argumento tiene un basamento teórico en el socio constructivismo de Vygotsky al hacer posible aprender de forma conjunta y con la idea de responsabilidad, la cual se responde a un fin en común. Este puede ser la realización de un proyecto, una actividad de producción oral o textual, entre otros. Para añadir información, se toma en cuenta a ^{Macías y Manresa (2013}) al dar protagonismo a los recursos que brindan las TIC. Esto mismo, en su soporte teórico por el conectivismo de ^{Siemens (2004}) al llegar a la conclusión que es posible aprender en un contexto o modalidad virtual. En los últimos años se ha empleado la metodología del Blenden Learning y aporta un sentido de responsabilidad al estudiante. Se les asigna una actividad por adelantado y ellos son quienes realizan actividades de investigación para aportar propios o nuevos conocimientos en una siguiente sesión de clase.

CONCLUSIONES

Para concluir, en función del alcance que tuvo el objetivo se puede señalar que la mayoría de los estudiantes consideran que la experiencia de aprendizaje en entornos virtuales es positiva, estos resultados sugieren que las herramientas digitales son bien recibidas por los estudiantes y contribuyen a su experiencia educativa.

Los resultados obtenidos indican que las herramientas digitales son efectivas para motivar a los estudiantes y generar un mayor disfrute del proceso de aprendizaje. Sin embargo, se destaca la importancia que los docentes eviten enfoques tradicionales y retrasos en la entrega de calificaciones, y se enfoquen en mejorar la didáctica para mantener un impacto positivo en la motivación de los estudiantes.

Los resultados respaldan la idea de que las herramientas digitales pueden tener un impacto positivo en el aprendizaje en la educación superior. Sin embargo, también se deben abordar las dificultades relacionadas con la comunicación y adaptación para maximizar los beneficios de estas herramientas. Los docentes desempeñan un papel crucial en este proceso y deben recibir una formación adecuada para integrar de manera efectiva las herramientas digitales en su práctica educativa y así mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.

CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no tienen intereses financieros en competencia conocidos ni relaciones personales que pudieran haber parecido influir en el trabajo reportado en este artículo.