INTRODUCCIÓN
El problema sanitario que provocó la llegada y desarrollo por la pandemia de COVID-19, llegó a afectar la salud y vida de muchos ciudadanos, por lo que se tuvieron que ejecutar medidas de diferente clasificación, siendo algunas más complicadas que otras. Uno de los desafíos más importantes que se afrontó fue en el ámbito de la educación superior, en el cual, varias naciones tuvieron que suspender las clases, pasando a ser virtuales. En dicha situación, se pudo evidenciar las falencias en el sector, puesto que, muchos no se encontraban preparados para este cambio, generándose incertidumbre en el sistema actual. En tal sentido, Cordero (2020) manifestó que, entre los retos que enfrenta la educación presencial, son el dominio y la infraestructura de tales plataformas virtuales, por lo tanto, se requiere el empleo de estrategias de enseñanza en línea para poder contrarrestar tal impacto negativo que genera la situación actual.
En los países latinoamericanos se vivió un ambiente de incertidumbre referente al futuro que se presenta para la educación y la sociedad en sí. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2020), llegó a plantear la situación de necesidad en la toma de decisiones, así como del desarrollo de habilidades competentes y de una escala valorativa a nivel personal, poniendo en práctica la autonomía en el aprendizaje, el autocuidado y el espíritu de solidaridad, como ejes principales y fundamentales durante el desarrollo de la pandemia. Es así que, en Perú, observándose la realidad sanitaria, se presentó la oportunidad en cuanto al desarrollo de una gran autonomía en los universitarios que se encontraban estudiando, de tal forma que, no se pierda la calidad, lográndose compartir la misma perspectiva por García-Planas y Taberna-Torres (2021) quienes aluden el aprendizaje autónomo con un requisito para asegurar la calidad en el ámbito educativo superior.
En el contexto nacional, se presenció que, la universidad promovió la formación sólida de sus estudiantes, llegando a capacitarlos para que tomen decisiones basadas en los valores primordiales adquiridos en su desarrollo de forma autónoma. Conforme con dicha situación, se presentó como expectativa la toma de autonomía de los alumnos en el proceso de aprendizaje durante su vida estudiantil, por tanto, se hace mención a la Ley N°28044 (2003) en donde se destaca a la modalidad de educación no presencial como aquella forma novedosa en que se imparten los conocimientos centrados en el nuevo sistema educacional caracterizado por la relación que se presenta de forma simultánea o de una manera diferida por parte de cada involucrado en el sistema, siendo facilitados por los equipos tecnológicos que buscan fomentar el aprendizaje de forma autónoma, buscándose el crecimiento intelectual de los estudiantes distinguidos por su propia responsabilidad y autonomía.
Por consiguiente, el estudio en cuestión, buscó dar respuesta a la interrogante general: ¿Cuál es la relación entre el aprendizaje autónomo y los recursos educativos digitales en estudiantes del I ciclo de una universidad privada de Lima, 2021? Dejándose establecido el objetivo: Encontrar la relación entre el aprendizaje autónomo y los recursos educativos digitales en estudiantes del I ciclo de una universidad privada de Lima, 2021.
Es por ello que, para que se logre una mayor comprensión sobre el sustento, se explican los diferentes antecedentes, entre los cuales, se destacan los referidos a los recursos educativos digitales, destacándose a Venegas (2017), quien, en su estudio ejecutado en España, desarrollado en la Universidad de Salamanca, se destacaron criterios positivos a los estudiantes que llegaron a emplear un programa basado en tales recursos. De igual forma, en el estudio de Beltrán y Enciso (2019), ejecutado en La Paz, se evidenció una mejora en el desarrollo de los proyectos de naturaleza investigativa, al emplearse la tecnología a través de una red digital. Además, el autor García (2017) desarrolló un estudio para verificar si existe una relación entre el empleo de los recursos educativos de carácter digital con los hallazgos, o si tal asociación fue nula o negativa. Asimismo, en el estudio de Soler y Díaz (2020), demostraron que los estudiantes obtuvieron un nivel alto en la comunicación en un idioma extranjero al haberse empleado una gran cantidad de recursos virtuales con fuentes de multimedia.
Conforme a la siguiente variable, denominada el aprendizaje autónomo, se presentaron los estudios de Asprilla et al. (2017) quienes ejecutaron su pesquisa en la ciudad de Santiago de Cali, lográndose concluir que, la vida pacífica y el contexto donde se desempeña el alumno, incrementará de forma notable su aprendizaje durante los primeros años de su desarrollo como tal. Con lo cual, el autor Rubín (2019) también llegó a ejecutar un estudio en Ecuador, lográndose recomendar a los docentes que mantengan su compromiso en el uso de técnicas de enseñanza para la promoción de la autorregulación, autonomía, así como, la autogestión de los estudiantes.
En referencia al nivel nacional, en cuanto al constructo de aprendizaje autónomo, se presentó el estudio de Ruíz (2017), el mismo que se ejecutó en la ciudad de Lima, donde los profesores de las universidades obtuvieron un conocimiento sobre la implicancia en la formación de las competencias investigativas simultáneamente en la parte estudiantil y profesional. Además, el autor Alvarado (2017) buscó en su objetivo encontrar si es que, la motivación se encuentra asociada con el aprendizaje autónomo, llegándose a demostrar que los dos constructos se encontraron relacionados de forma positiva con un valor de 56% conforme a los hallazgos obtenidos. De igual manera, Espinoza (2020), en su objetivo planteado acerca de determinar la relación entre la autoestima con el aprendizaje autónomo, se determinó que, la verificación fue confirmada siendo la asociación afirmativa y directa, obteniéndose un valor de 75% entre ambos constructos, de acuerdo a los hallazgos encontrados.
Con referencia al ámbito teórico, se establece la terminología del aprendizaje autónomo, que, conforme a lo expuesto por Orejuela y Díaz (2016) fue empleado desde años anteriores, más que todo a partir de los años 70, en donde se evidenció que, la educación presentó muchas innovaciones, siendo una de ellas enfocada en el desarrollo de la autonomía de la persona haciendo uso del desarrollo de sus propias habilidades. A la misma vez, conforme al MINEDU (2017) se denota que, este aprendizaje será adquirido por los estudiantes en la medida que evalúan sus logros y sus principales deficiencias, como una característica propia, demostrándose que, mientras se adquiera la experiencia se poseerá la capacidad de tener el control de un aprendizaje propio. En dicho entorno, el psicólogo en educación Holec (1981) estableció este término en un comienzo al trabajar con estudiantes que se encontraban estudiando otro idioma; siendo definido como “los estudiantes que poseen la habilidad para llevar a cabo su propio aprendizaje”. Se destaca que en un comienzo se desempeñó el modelo de educación abierta y en línea, en donde se promueve el autoaprendizaje y la autonomía en el propio aprendizaje de los estudiantes. De igual forma, se presentó un incentivo a los universitarios parara que logren la independencia del pensamiento propio, llegándose a generar su aprendizaje por sí mismos.
De igual manera, Sevilla-Morales (2020) llegó a afirmar que, el aprendizaje desarrollado de forma autónoma, resulta ser una forma importante para evaluar en los estudiantes su propia autonomía. Además, Núñez y Vega (2015) logran considerarla como la capacidad de pensamiento por sí mismos, en tanto Garzón (2017) agregó que, consiste en la toma de decisiones como la manera de gobernarse por sí mismo, empleándose el derecho a la libertad en un ambiente que favorezca su forma de vivir con los otros. De igual forma, se detalló conforme a tales conceptos, que, existen bases que fundamentan el aprendizaje autónomo; como parte de ello, se destaca a las teorías de psicología cognitiva, siendo estas la sociocultural, constructivista y la del aprendizaje cognitivo.
Por otro lado, se destacan como las dimensiones de este aprendizaje a las establecidas por el autor Reyes (2017), quien evidenció a 3 dimensiones, estableciéndose a la primera como las estrategias de aprendizaje, la cual consiste en que se ejecute un análisis sobre la forma en cómo se clasifica, sistematiza e integra la información por parte de los estudiantes, con el objetivo de que se absuelvan los problemas que surgen; seguidamente, en la segunda dimensión se detalla a la gestión del tiempo, la cual, sugiere que se ejecute una autoevaluación acerca de las necesidades de aprendizaje autónomo así como la situación de forma controlada; mientras que, la tercera dimensión, se refiere a la reflexión existente acerca de las estrategias propias como de los aprendizajes, en donde se evidencie la capacidad de reflexionar e identificar las habilidades para contrarrestar las dificultades existentes que se presentan el adquisición de nuevos conocimientos.
Una característica importante en este aprendizaje es emplear estrategias para obtener un nivel adecuado de conocimiento, que, de acuerdo con Navarro (2017) consiste en un sistema que agrupa procedimientos de carácter cognitivo, por lo cual, al aplicarse tendrá como finalidad que se obtengan aprendizajes como logros eficaces en el espacio afectivo y motivacional, en el desempeño de los educandos. De igual forma, Vega y Gutiérrez (2019) manifestaron que, las estrategias de aprendizaje hacen referencia a la manera de innovación del pensamiento en el aspecto crítico, analítico y reflexivo de los estudiantes en donde se estimulará su involucramiento y expresividad de las argumentaciones. Además, Medina y Nagamine (2019) hacen hincapié respecto a que, al llegar a adquirir conocimiento, los estudiantes lograrán plantear sus objetivos y sus estrategias de aprendizaje, de forma personal y en grupo con otras personas, analizándose la complejidad de las tareas, tomándose las estrategias que mejor le parezcan y fijándose el ambiente como las herramientas para que se logre un mayor aprendizaje.
Referente a la segunda variable de este estudio, se detalla a los recursos educativos digitales, que, en palabras de Becerra y Ortiz (2018) son concebidos como la forma indistinta de materiales o herramientas que existen en el entorno digital, siendo su empleo de manera intencional en el campo educativo, lo cual es necesario para que se potencien los aprendizajes en su etapa inicial como estudiantes. De acuerdo con Pineda (2018) se conciben como herramientas de utilidad didáctica, los cuales sirven de ayuda para los nuevos conocimientos educativos. Asimismo, Cardoso y Rodrigues (2018) destacaron a la producción de los recursos educativos digitales como una forma en que se reflejen los hallazgos de ciertas enseñanzas en específico. Además, Cardoso et al. (2019) refirieron a dichos recursos como aquellas herramientas en las cuales se potencia el desarrollo sensorial tanto de la audición como de la visión, llegándose a desarrollar rápidamente el empleo de las actividades para que descubran y promuevan el autoempleo en los estudiantes.
De igual manera, Moreira y Barros (2020) llegaron a afirmar que, los recursos digitales que se emplean descubrirán oportunidades para interactuar, pudiéndose establecer tal relación de estudiantes a estudiantes, como de docentes a estudiantes, de manera asincrónica y sincrónica, en donde los estudiantes llegan a reflexionar y reformular sus propias ideas, obteniéndose un desempeño conforme a sus propio tiempo, ritmo, autonomía y voluntad. Además, conforme a Soto et al. (2020) consideraron el empleo de los recursos digitales en los videojuegos como una manera divertida para el aprendizaje y en las comunidades indígenas como una herramienta necesaria que fomenta en los estudiantes a que conserven su propio entorno ambiental. Sin embargo, Dias et al., (2018) destacaron la valoración de los videojuegos, siendo estos considerados como los recursos educativos digitales, a través de los cuales, se apoyará de manera positiva a tratar la obesidad infantil, mostrándose como una forma eficaz para educar a los infantes en el tema de salud. Además, Álvarez (2018) detalló que apoya y brinda facilidades a los docentes en el dictado de materias, como el de historia, lo cual, resulta ser atractivo para el desarrollo cognitivo de los estudiantes.
Por consiguiente, las dimensiones a considerar, las mismas que fueron expuestas por Pineda (2018), se clasifican en dos: las técnicas y las pedagógicas. Se destaca lo importante que resulta dar énfasis sobre la cohesión como la identidad en las diferentes entidades educativas y la comunidad, puesto que, es imperante la existencia de una reforma en la estructura de la educación, por lo cual, resulta oportuno que se dé un enfoque educativo integral y completo, así como el empleo de diferentes instrumentos técnicos, innovadores y pedagógicos que pueden asegurar la educación en un futuro próximo, tal como lo comentó López (2019). Resulta imprescindible entonces que, la estructura de la comunidad educativa logre una transformación, en donde se establezcan nuevas formas en que se enfrente el aprendizaje, requiriéndose más equipamiento tecnológico y a la vez pedagógico conforme al tiempo en que se vive (Beltrán, 2019). Es por ello, que, mediante los procesos de formación, los docentes poseen la capacidad de lograr una transformación de la enseñanza, buscándose la innovación de la misma, empleándose los recursos tecnológicos necesarios mediante un enfoque pedagógico (Peré, 2017). Es por ello que, los recursos educativos digitales sirven de gran aporte a la pedagogía, puesto que se podrá reforzar la mejora y el perfeccionamiento del proceso de enseñanza y de aprendizaje
MÉTODO
Se ejecutó considerándose los lineamientos de un enfoque cuantitativo, con un tipo sustantivo o básico, bajo un nivel descriptivo, estableciéndose un corte transversal-correlacional, realizándose en una universidad de privada de Lima, Perú con estudiantes del I ciclo, para lo cual, primero se requirió de una autorización, respetándose el debido consentimiento informado, lográndose considerar un total de 90 estudiantes, realizando una muestra censal. Por tanto se llegó aplicar a la encuesta como la técnica, seleccionándose al cuestionario virtual como herramienta establecida en formulario en Google, en ese sentido, se destaca el instrumento propuesto por Reyes (2017) en cuanto al aprendizaje autónomo, mientras que, para los recursos educativos digitales, se empleó el instrumento desarrollado por Pineda (2018), los mismos que, se validaron a través del juicio de 4 expertos, luego de ello, se ejecutó la prueba de confiabilidad o de alfa de Cronbach, obteniéndose un valor de 0,925 y 0,934 para las variables ates mencionadas, a una muestra de 20 consideradas como prueba piloto.
RESULTADOS
En este apartado, se destacan los hallazgos que se obtuvieron del análisis estadística descriptivo realizado por cada dimensión y variable. Es por ello que, en la Tabla 1 se expresa que, el 33,3 % de estudiantes universitarios se encuentran en un nivel inicial; en un nivel intermedio también un 33,3 % y finamente en un nivel avanzado 33,3 % de los estudiantes de la muestra aplicada para este estudio.
En la Tabla 2 referente al nivel de Recursos Educativos Digitales se visualiza que, el 34,4 % de universitarios se encuentran en un nivel deficiente; el 33,3 % de estudiantes universitarios se encuentra en un nivel excelente y finalmente el 32,2 % de estudiantes universitarios se ubicaron en un nivel adecuado.
Por consiguiente, en la Tabla 3 se visualiza el nivel de cada dimensión de la variable Recursos Educativos Digitales; en relaciona a la dimensión Técnico se verifica que el 35,6 % de los universitarios se encontraron en el nivel deficientes, y tanto en el nivel deficiente como adecuado se evidencia al 32,2 % para cada nivel respectivamente. Por otro lado, en la dimensión Pedagógico se evidencio mayor dominancia en el nivel adecuado teniendo un 38,9 % del total de resultados, también se observa que un 33,3 % de los universitarios se ubicaron en un nivel deficiente y finalmente el 27,8 % de los universitarios se ubicaron en un nivel excelente.
Después de ejecutarse el análisis inferencial respectivo, se procedió a probar la hipótesis propuesta. Por lo cual, en la Tabla 4 se puede notar que, la asociación entre los recursos educativos digitales con el aprendizaje autónomo, confirmado a un nivel crítico menor al 5%, demostró una relación moderada y a la vez directa con un valor de 54.5%, lo cual, permitió confirmar la hipótesis entre ambos constructos en los universitarios de la muestra respectiva en el estudio.
Seguidamente en la Tabla 5, se puede visualizar el nivel crítico de 0%, el cual, al ser menor al 5% de referencia, demuestra la aceptación de la hipótesis del investigador, validándose la asociación significativa entre los recursos educativos digitales Técnicos y aprendizaje autónomo, siendo el valor de 49.3%, lo cual, lo ubica en una relación moderada a la muestra aplicada en el presente estudio.
Seguidamente en la Tabla 6, se puede visualizar el nivel crítico de 0%, el cual, al ser menor al 5% de referencia, demuestra la aceptación de la hipótesis del investigador, validándose la asociación significativa entre los recursos educativos digitales Pedagógicos y aprendizaje autónomo, siendo el valor de 55.5%, lo cual, lo ubica en una relación moderada a la muestra aplicada en el presente estudio.
Discusión
Conforme a los hallazgos establecidos en el análisis descriptivo, se detalló un porcentaje de 33.3% de encuestados que afirmó que, el aprendizaje autónomo se encontraba en nivel inicial, así se detalla que, el 33.3% siguiente, se encontró en un nivel intermedio, mientras que el 33.3% restante se ubicó en un nivel avanzado, pero, no se encontró mayor predominancia entre los hallazgos de los diferentes niveles de la variable en cuestión, puesto que se evidenció una igualdad entre los porcentajes de los niveles establecidos; por otro lado, se destaca que, la variable de recursos educativos digitales, se encontró ubicada en el nivel deficiente con un 34.4%, el siguiente 32.2% se ubicó en un nivel adecuado, mientras que, el 33.3% restante de los encuestados se encontró en un nivel excelente, demostrándose una leve predominancia del nivel deficiente en relación a los otros hallazgos de los diferentes niveles establecidos en la variable antes mencionada.
Conforme a lo encontrado en los hallazgos del estudio, los estudiantes lograron ubicarse en un nivel medio referente al empleo de recursos digitales educativos, debiéndose a que, la respuesta obtenida se debe a que, la mayoría de los encuestados no contaba con mayor accesibilidad a la tecnología, lo cual, se encuentra conforme con Lovón y Cisneros (2020), quienes afirmaron que, existen brechas digitales que deberán ser disminuidas para que exista un mejor uso de los recursos como mayor equidad en ello. Se demuestra entonces que, el aprendizaje autónomo en el empleo de tales recursos, varia conforme a las estrategias de aprendizaje que se empleen como de las plataformas digitales con que se cuenten con mayor dominio. Además, de acuerdo con Novoa-Castillo et al. (2021), se destaca que, las plataformas digitales permiten un apoyo en la mejora de la comprensión además de la mayor frecuencia en las estrategias metacognitivas, así como las técnicas y estrategias que se empleen para garantizar un aprendizaje autónomo, reflejados en los logros obtenidos, más aún si es que se emplean para manejar los recursos, tal como se demostró en Soler y Díaz (2020), quienes llegaron a concluir que, tales recursos, sirven de apoyo a obtener hallazgos en la comunicación, más que, todo en la materia de idioma extranjero, de igual forma, Del Arco et al. (2021), enfatizaron lo importante que resulta implementarse los modelos de apoyo tutorial para que, de esta manera, se logre desarrollar autónomamente al desarrollarse la autorregulación como las competencias digitales.
Después, al contrastarse la hipótesis general, se llegó a obtener un coeficiente de Spearman de 54.5% a un nivel crítico menor al 5%, lográndose concluir la existencia de una asociación directa moderada entre los recursos educativos digitales y el aprendizaje autónomo en los universitarios de la muestra en referencia, dichos hallazgos fueron similares a los demostrados por Cosi et al. (2020) quienes destacaron que, la cultura digital presentó una asociación con el aprendizaje de forma autonomía, siendo tal relación significativa con tendencia alta a un nivel crítico menor al de referencia. De la misma forma, el autor Espinoza (2020) llegó a comprobar la existencia de una asociación positiva y significancia cumpliéndose el criterio de significancia, a un valor de 75% obtenida en tal relación. Asimismo, Acevedo (2019) en su estudio logró obtener en sus hallazgos un coeficiente con valor de 65.2% lo cual, resultó significativo a un nivel crítico menor al de referencia, comprobándose la relación entre ambos constructos. De igual manera, el autor Alvarado (2017), en su estudio logró concluir que, la motivación se encontró correlacionada con el aprendizaje autónomo, destacándose una asociación directa de 56% con nivel de significancia menor al 5%. Sin embargo, en el estudio de Ruiz (2017) al aplicarse la prueba de Rho de Pearson, se obtuvo un valor de 56% cumpliéndose con el criterio del nivel crítico, por tanto, se llegó afirmar la hipótesis del investigador.
Similares hallazgos, se encontraron en Hilario (2018) quien, en su estudio ejecutado en Juliaca, llegó a determinar que, los recursos educativos tecnológicos, se llegaron a relacionar de forma directa con el aprendizaje autónomo, demostrándose la existencia de evidencia de sustento estadístico con la prueba de Rho de Pearson con valor de 75.9% siendo esta alta y significativa, cumpliéndose con el criterio del nivel crítico, afirmándose la H1 planteada en el estudio, con la relación de ambas variables. De igual forma, Venegas (2017), en su estudio, el cual, se ubicó en una metodología mixta y descriptiva, desarrollada en la Universidad de Salamanca, encontró la existencia de una valoración directa o percepción que poseían los estudiantes con el programa como con los recursos digitales educativos durante el proceso de aprendizaje y enseñanza, manifestándose que, el 85% de los encuestados contaban con accesibilidad de conexión digital de internet, demostrándose que, el 59% de ellos, lo empleaba para desarrollar sus tareas que le dejaban en clases, asimismo, un 58.7% presentaba dificultad en el empleo de los programas como aplicaciones educativas.
Asimismo, de los hallazgos encontrados se puede destacar que, el aprendizaje autónomo presentó como base a las teorías de piscología cognitiva, las mismas que son de aprendizaje cognitivo, sociocultura como constructivista. En tal sentido, Gómez (2017) detallaron que, la última teoría antes mencionada, fue desarrollada por Piaget, el mismo que, se consideró como un estudioso sobre la autonomía en la adquisición de los conocimientos de las personas, puesto que, consideraba que, el niño desde que nace se presenta de manera indefensa y sometido, pero a medida que va desarrollándose, adquirirá autonomía, ello se presenta en su desarrollo, por lo cual, al cumplir sus 10 años, llegará una etapa de interiorización como de la generalización de las reglas, las cuales en ese momento no se presentan de forma estricta, sino más bien, que, en dicha etapa se llegará actuar de forma consciente de acuerdo a su criterio. De igual manera, Gamboa et al. (2018) y Kato y Kamii (2001), llegaron a detallar que, la autonomía se logrará cuando el sujeto alcanza un buen nivel en el pensamiento crítico, el cual se caracteriza por el desarrollo moral e intelectual.
Por último, los autores Moreira y Barros (2020), lograron afirmar que, los recursos digitales en educación permitirán abrir mayores oportunidades para interactuar, reflejados estos por la relación entre los estudiantes, como de los docentes con sus estudiantes, de forma asincrónica como sincrónica, en donde los estudiantes reflexionarán y poder reformular sus propias ideas, llegándose alcanzar un adecuado desempeño de acuerdo a su tiempo, voluntad, autonomía y ritmo, por tanto, se ayudará a incrementar el aprendizaje de forma autónoma. Es por ello que, Soto et al. (2020) al realizar un sistema digital, llegó a obtener un aprendizaje y educación en el aspecto medioambiental en ellos estudiantes, destacándose que, los recursos digitales en educación si es que son más divertidos, lograrán un mayor nivel en el aprendizaje. Por tanto, al emplearse tales recursos, el autor Álvarez (2018) manifestó que, se facilitará el aprendizaje propio de una materia en referencia, asimismo, se logrará despertar la curiosidad de los estudiantes, siendo atractivos tales medios, en su aprendizaje.
Después de lo expuesto en la realidad educativa, en cuanto a las variables expuestas, en la muestra en referencia, se ha llegado a establecer varias interrogantes, cabe la posibilidad de que se compruebe si es que, dicha situación se encuentra presente en los diferentes niveles educativos, por lo cual, resulta necesario poner mayor énfasis en cómo se podría emplear los recursos digitales dentro del contexto de virtualidad.
CONCLUSIONES
Se logró concluir que, sí existe una relación directa y moderada de 54.5% entre los recursos educativos digitales con el aprendizaje autónomo en los universitarios de la muestra en referencia del estudio en mención. Además, se evidencia una igualdad en los tres niveles especificados, desde el inicial al avanzado en cuando a aprendizaje autónomo, siendo tales porcentajes de 33.3% en cada nivel, mientras que, en los recursos digitales educativos, el mayor porcentaje hallado se ubicó en el nivel deficiente con un 34.4%, mientras que, el menor porcentaje fue ubicado en nivel adecuado con un valor de 32.2%.
CONFLICTO DE INTERESES.
Los autores declararon que, no se evidencia ningún conflicto de interés en la publicación del presente artículo desarrollado.