INTRODUCCIÓN
El año 2022 ha sido significativo en Perú, debido a que, después de veinticuatro meses de haberse cerrado las escuelas a causa de la pandemia que originó la enfermedad del COVID-19, a nivel mundial los primeros países en reabrir los colegios fueron los de Asia y Europa. Siendo uno de los últimos en Latinoamérica Perú (UNESCO, 2022). A pesar de las constantes recomendaciones que realizó Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2021), cuando se pronunció sobre la necesidad de regresar a clases porque se habían perdido aprendizaje, además el cierre de las escuelas afectó a los más vulnerables que no contaban con acceso a Internet a cusa de las brechas digitales y la carencia de dispositivos tecnológicos (Callasaca-Goyzueta et al., 2022).
A nivel Internacional se brindaron recomendaciones de cómo debía ser el retorno, flexible, programado y consultado con los padre, debiéndose cumplir una serie de protocolos de bioseguridad (Bos, 2020), como eran el distanciamiento, empleo de mascarillas y constante higiene, a esto se le sumó la necesidad de brindar soporte socioemocional a todos los miembros de la comunidad educativa por las condiciones que generó el encierro durante la educación virtual, remota o a distancia y el temor a infectarse cuando se retornaba a clases (Ramírez et al., 2021). El retornar a la escuela no sería igual que antes, la nueva normalidad implicó un proceso adaptativo (Rico et al., 2021)
En Perú de acuerdo a normativas que emitió el Ministerio de Educación (MINEDU) en año 2020 permitió el retorno a clase en aquellas zonas rúales donde la incidencia de casos era baja, debido a que, existieron limitaciones para desarrollar las clases a distancia, el siguiente año en septiembre se relajaron las medidas y se permitió el retorno a escuelas de zonas urbanas; sin embargo, fueron tan altas las exigencias, pudiendo abrir solo diecisiete en la ciudad de Lima, colegios con solvencia en los cuales implementar las medidas sanitarias fueron más factibles.
En enero del 2022 el Ministerio de Ecuación de Perú (MINEDU) decidió el retorno masivo a clases con algunas medidas. Como era el uso de mascarilla, desinfección de manos permanentemente con gel o alcohol, metro y medio de distancia; los directivos de escuela tuvieron que, diseñar estrategias de aforo o capacidad en las aulas para cumplir condiciones requeridas en la presencialidad, en tal sentido, en la gran mayoría de escuelas los estudiantes fueron divididos en grupos para asistir de forma inter diaria, complementándose otros días con las plataformas, siendo denominado como modalidad semipresencial o hibrida, en donde los estudiantes debieron replantear sus roles, contando con los recursos académicos a su disposición en las plataformas (Mejía et al., 2017), conforme avanzaron los meses del año 2022, el MINEDU decidió ir relajando más las medias, hasta que en abril permitió el cien por ciento de retorno, evitando el distanciamiento, en lo que sería la nueva normalidad, la cual implico adaptar estrategias anteriores a la pandemia completadas con innovaciones (Prince Torres, 2021).
La reapertura de las escuelas implicó adaptarse en diversos aspectos, como se ha expuesto exigencias sanitarias, académicas y administrativas, emergieron como interrogantes en este nuevo escenario educativo ¿de qué manera desde la gestión administrativa se podían impulsar los cambios? ¿cuáles eran las limitaciones de los directivos para implementar la educación hibrida? ¿cómo afrontarían el nuevo escenario los docentes? ¿cuáles serían las dificultades de los estudiantes y padres de familia para adaptarse a la nueva normalidad?, los problemas del tránsito de la educación virtual y el retorno a las aulas hizo afrontar una nueva problemática por la cual atravesó la educación peruana al igual que varios países del mundo.
Es en este contexto que desde la escuela se requirió cumplir una adecuada gestión, la cual solo fue posible con actitudes de liderazgo que aporten a la organización escolar y esto se puede lograr desde la gestión administrativa, de acuerdo al Manual de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2012), es aquella en que el directivo dispone de recursos humanos y financieros, en tal sentido; se requiere el uso de capacidades de liderazgo y toma de decisión, “de esta manera, quién asume el reto de liderar instituciones educativas, debe saber potenciar el talento humano, planear el trabajo en áreas estratégicas, orientar hacia la consecución de los objetivos y las metas” (Miranda, 2016. p. 8).
Se formuló como objetivo de estudio describir la gestión administrativa en la escuela durante la reapertura post pandemia.
MÉTODODOLOGÍA
Se empleó la revisión bibliográfica descriptiva, para lo cual se consultaron las siguientes bases de datos: Scopus (6), Web of Science (WOS) (2) y SciELO (2), se consideró como criterio de inclusión haber sido publicados en los años 2021 y 2022 (Tabla 1). Tener acceso abierto, en inglés o español, además que en la palabra clave se encontrara: reapertura de escuela, retorno a clases, gestión administrativa y director. En el criterio de exclusión, se desestimaron aquellas publicaciones realizadas hasta el 2020, debido a que, el contexto en el cual se desarrolló la exploración académica requirió tuvieran en su contenido el tema de la pandemia.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
La revisión de la literatura académica permitió extraer algunas coincidencias con respecto al desempeño de los directivos desde la gestión administrativa; en la reapertura de las escuelas, donde un factor importante fue la comunicación trasmitiendo el mensaje con claridad de lo que se quiso implementar; asimismo, mantener a toda la comunidad educativa informada de las normativas emanadas que regularizaron el funcionamiento de los colegios (Akbaba-Altun, y Bulut, 2021); paraUrick et al. (2021) la comunicación es una práctica requerida por directivos, no solo en tiempo de crisis, sin embargo, el contesto desafiante que originado por la enfermedad del COVID-19 exigió poner en prácticas estrategias asertivas de comunicación, atendiendo a la comunidad educativa sea de forma sincrónica o asincrónica; que le permitieron regular las emociones y dar a la comunidad educativa un carisma de acogida, frente a los altas y bajos en afecciones que originaron las llamadas olas, donde se elevaron los picos de contagio.
La segunda coincidencia fue que los directivos debieron afrontar los temor de padres de familia, con respecto a enviar a sus hijos a la escuela, si esta podía ser un lugar seguro el cual evitara el incremento de contagios, por ejemplo en Perú como gran parte de países del mundo siguieron recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) donde se recomendó uso obligatorio de la mascarilla, un retorno gradual o escalonado, con medidas de distanciamiento, horarios diferenciados, evitar concentraciones de personas, etc., (Gonzales-Sánchez et al., 2022). Las medidas de seguridad pública debieron ser exigentes, las restricciones de evitar tumultos, eventos, etc., por ello, exigieron que los padres también se cuidarán para evitar el incremento de contagios (Keeling et al., 2021).
No obstante, el retorno a las aulas generó estrés entre los estudiantes y padres de familia, cómo era contagiarse de COVID-19 (Wang et al., 2021); sin embargo. desde un factor preponderante que ayudó mucho a disipar los y temores fue colocarse las vacunas, desde la gestión fue necesario implementa protocolos de acuerdos a las recomendaciones gubernamentales, en tal sentido que, los padres vieran a las escuelas como lugares seguros (Anand et al., 2021), se pudo comprobar que, era seguro reabrir colegios en lugares con baja incidencia de contagios (Yuan et al., 2022). Fue en estas líneas que desde la gestión administrativa como se señaló fue necesario implementar protocolos; sin embargos, esto representaba una importante inversión económica y capacitación del personal en la nueva normalidad.
La tercera coincidencia fue que, la gradual reapertura respondió al nivel socioeconómico y ubicación, por ejemplo, en Perú en aquellos lugares donde los contagios habían sido leves se permitió el retorno bajo la modalidad aprendo en comunidad, en tal sentido la ubicación geográfica también fue un factor el cual permitió retornar a clases (Landivar et al., 2021) los directivos desde la gestión debieran hacer uso de sus dotes de liderazgo asumiendo retos en coordinación con sus docentes (López-Noguero et. al., 2021); conforme avanzaron los meses fue necesario retornar a clase y recuperar los aprendizajes perdidos (Navarrete et al., 2021), en tal sentido la gestión también debió contemplar adecuaciones curriculares para adatarse al nuevo escenario que representó la educación postpandemia.
CONCLUSIÓN
Teniendo en cuenta el objetivo formulado fue posible describir la gestión administrativa en la escuela durante la reapertura post pandemia, los artículos consultados se pudieron extraer como conclusiones que, el trabajo de los directivos desde la gestión administrativa fue fundamental, para implementar y ejecutar adecuaciones necesarias en sus escuelas en función a las recomendaciones establecidas en protocolos brindados por los distintos gobierno, siendo fundamental la comunicación con los demás actores de su comunidad educativa; además en el retorno a clases los padres y estudiantes sintieron un temor natural de poder contagiarse y por último en lugares de acuerdo a su ubicación geográfica se permitió abrir colegios; sin embargo otro factor importante fueron las condiciones socioeconómicos por los costos que afrontaron los directivos al realizar las recomendaciones requeridas sanitarias que les permitiera abrir sus escuelas. Resulta importante precisar que durante la búsqueda de información para el desarrollo de esta investigación aun la literatura académica fue escaza, esto se puede deber a lo reciente del tema explorado.