INTRODUCCIÓN
Los cambios acelerados de la sociedad globalizada, hacen necesario redefinir el rol del docente en la educación para enfrentar desafíos, que la sociedad actual demanda. De acuerdo con Guaman (2020) manifiesta que los docentes y estudiantes deben adaptar su enseñanza y aprendizaje a nuevos cambios. En efecto, estos cambios más relevantes se relacionan con la interacción de las dimensiones cognitivas, social y emocional (López et, al. 2020). Por consiguiente, el desarrollo de las competencias socioemocionales en el contexto escolar, es de suma importancia, porque permite a los docentes desarrollar un aprendizaje integral a sus estudiantes en los diversos niveles educativos, teniendo como eje principal la participación activa de la comunidad educativa.
Durante la pandemia del COVID-19, la continuidad del servicio educativo no se detuvo, pero alteró el trabajo del docente de un cambio repentino al trabajo remoto; esta transición de forma de enseñanza multiplicó el tiempo de dedicación a clases en momentos de incertidumbre y aislamiento; por tal los docentes terminaban cada periodo educativo más exhausto y estresados. Para Guamán (2020) en tiempos de pandemia del COVID-19, ha generado ambientes negativos en los docentes al no encontrarse preparados para realizar cambios en corto tiempos en utilizar herramientas virtuales para dar continuidad al servicio educativo. En efecto para Palomino y Huarcaya, (2020) estas acciones favorecieron la aparición de estrés agudo hasta trastorno de estrés pos traumático.
Entonces, los docentes son los primeros en realizar transformaciones empezando por el desarrollo de las competencias emocionales y la adquisición de un alto nivel de salud mental para prevenir el síndrome de desgaste profesional (Morales et, al. 2020) con el objetivo de convertirse en mejores personas con uno mismo y con los demás y es acciones repercute en lo profesional y personal para obtener una calidad de vida superior (Goleman 1995). En ese mismo contexto, el aprender a reconocer las emociones y autorregularse es importante porque permite identificar y controlar lo que pueda ocurrir frente a situaciones desfavorables, por lo que el docente tendrá la capacidad de redireccionar su estado anímico hacia un buen estado emocional.
Asimismo, es importante el desarrollo de las competencias socioemocionales por que ayuda a los docentes a estar preparado frente a situaciones de trabajo cambiante y estresante, transformándolo en entornos saludables, equilibrados y seguros, asegurando la autoestima, empatía y la asertividad e implementar estrategias de enseñanza y aprendizajes para la formación de estudiantes emocionalmente más competentes para la vida (Llorent et al., 2020; Sánchez et al., 2021; Romero et al., 2022 y Delgado y López 2022) en efecto el factor efectivo es indispensables para garantizar aprendizajes significativos (Huerta y Vicario 2021) en los estudiantes y empoderar del dominio de las competencias socioemocionales para garantizar el éxito en el rendimiento escolar y las relaciones interpersonales con los demás.
Además, los docentes al planificar sus actividades deben estar preparados para transmitir aprendizajes de calidad y que le sirva al estudiante a lo largo de su vida (Delors et Al, 1997) como el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser. En ese sentido el aprender a vivir juntos y aprender a ser, es imperativo que el docente implemente las habilidades socioemocionales como un accionar para generar bienestar tanto en lo personal como en lo social de los estudiantes (Brasil et al., 2022). Además, diversos programas con enfoque de aprendizaje social y emocional, se están aplicando en diversas Instituciones Educativas para moldear el comportamiento, actitudes y habilidades de los estudiantes (Zych et al., 2018).
Al respecto, la adquisición de conocimientos académicos se aprende mejor si el estudiante se encuentra motivado emocionalmente. Mora (2017) describe que la Neurociencia ha demostrado que al encender primero las emociones positivas ayudan a asimilar el aprendizaje de forma duradera y efectiva, además solo se puede aprender lo que se ama; en ese sentido Araya y Espinoza (2020) manifiestan que la Neurociencia ayuda a crear nuevas formas de enseñanza aprendizaje con sentido y reflexión y que el rol del docente es esencial en la interacción con los estudiantes para realizar cambios a nivel emocional, cognitivo y biológico. Asimismo, para Goleman (1999) menciona que el éxito de una persona depende de, tener conciencia de sus emociones y comprender los sentimientos de los demás.
En relación a los desafíos de la sociedad actual, el accionar del docente es el desarrollo de lo cognitivo y lo socioemocional de los estudiantes con la finalidad de obtener aprendizaje efectivo y de calidad. Entonces, el docente que es competente socioemocionalmente, está preparado para formar personas competentes, felices, prosociales, emprendedoras y concentradas (Vaello et al. 2018). Es así como Goleman et al. (2002) propone dieciocho competencias dividido en cuatro dominios como: conciencia de uno mismo, autogestión, conciencia social y gestión de las relaciones (Tabla 1), estas competencias son aprendidas. En ese sentido la regulación emocional es esencial para que un docente tenga éxito en su actuar pedagógico en el aula.
En la actualidad existen numerosas herramientas para evaluar las competencias socioemocionales de docentes y estudiantes, cuyos resultados sirven para fortalecer competencias que permita a la persona desenvolverse satisfactoriamente en cualquier contexto. De acuerdo con Cebollero et al. (2022) los resultados de cuestionarios de competencias socioemocionales con buenas propiedades psicométricas; resultan útiles en la evaluación de programas de aprendizaje socioemocional. Por consiguiente, es ineludible para Shankland (2019) promover una educación para la salud que priorice el desarrollo de las habilidades psicosociales en ambientes favorables para el bienestar y salud.
Dentro de este marco, diversos estudios han demostrado que la incorporación en la formación académica de los docentes que incluya la inteligencia emocional, es crucial para una organización Educativa para mejorar el desempeño docente y del estudiante para un mejor vivir y convivir (Tapia y Cubo 2017; Widodo et al. 2022; D´Amico y Geraci 2022; Valente y Laurenco 2022). En este sentido el Proyecto Educativo Nacional al 2036 (2020) propone que las dimensiones socioemocional y cognitiva son elementos inseparables del aprendizaje integral del estudiante, ya que su éxito radica en generar emociones valoradas como satisfactorias o positivas que propicien aprendizajes significativos, formándose un círculo vicioso en que las dos dimensiones se retroalimentan entre sí.
En ese mismo contexto Muños et al. (2022) manifiesta que los programas de formación docente en competencias socioemocionales con más efectividad son aquellos que desarrollan habilidades para la vida y son altamente interactivos por la aplicación de un abanico de estrategias didácticas mediante la interacción de grupos pequeños. En esa misma línea Fava et al. (2022) en su programa facilitando la interacción con los estudiantes, manifiesta que el autocontrol del docente es fundamental para una adecuada interpretación de las conductas de los estudiantes que implica que los comportamientos, emociones o pensamientos del individuo deben ser comprensibles en el contexto actual. Así pues, Martínez et al. (2018) describe que la Neurociencia aporta nuevas formas de intervención basadas en tecnologías con el objetivo de revolucionar los procesos cognitivos en el aprendizaje y que servirán como complemento en intervenciones educativas.
Por consiguiente, es imperativo realizar diagnósticos aplicando diversos instrumentos como un cuestionario donde se identifiquen en qué nivel se encuentran las competencias socioemocionales de los docentes y a partir de este análisis, plantear programas de intervención para mejorar o elevar las competencias emocionales. De acuerdo con Lund et al. (2019) la implementación de programas exitosas para el desarrollo de las competencias sociales, emocionales e interculturales y el aprendizaje socioemocional se debe de tener en cuenta la sinergia y el aprendizaje cooperativo y que esta perdure en el tiempo, asimismo Chambi y Zela (2021) define que, existe relación entre la inteligencia emocional y desempeño docente.
De lo argumentado, el objetivo es explorar las competencias socioemocionales en docentes de Instituciones Educativas de Educación Básica Regular. Por lo que es imperativo que los docentes conozcan el grado de empoderamientos de las competencias socioemocionales, pues a mayor inteligencia emocional, mejora será el bienestar del docente para desarrollar aprendizajes de calidad en sus estudiantes. Además, con los resultados obtenidos se puede implementar programas de intervención temprana para el desarrollo de las competencias socioemocionales de los docentes; la implementación de estos programas son claves como un factor protector en la salud mental de los profesores y estudiantes (Marchant et al. 2020)
MÉTODO
El estudio fue de enfoque cuantitativo de diseño de investigación transversal instrumental; se aplicó a una muestra de 196 docentes de una población de 453 docentes de 18 Instituciones Educativas de educación Básica Regular, de las cuales en el nivel inicial participaron 20 (10.2%), nivel primario 70 (35.7%) y secundaria 106 (54.1%) y del total 111 (56.6%) son mujeres y 85 (43.4%) hombre. Se contactó con los directores de 18 Instituciones Educativas y se solicitó que a través de sus grupos de WhatsApp Institucional se realice la difusión de un texto que incluía la descripción del instrumento, el objetivo de la investigación y un enlace que direccionaba a un formulario de google para el desarrollo del cuestionario respondido por un muestreo causal o incidental.
El cuestionario aplicado de Competencias Sociales y Emocionales (SEC-Q) adaptada y validada por Zych et al. (2018) se divide en cuatro componentes o dimensiones: Autoconocimiento, autogestión y automotivación, conciencia social y conducta prosocial y toma de decisiones responsable, contiene 16 ítems que puntúan mediante una escala de Likert de 5 puntos (1=muy en desacuerdo, 2= algo en desacuerdo, 3= ni de acuerdo ni en desacuerdo, 4= parcialmente de acuerdo, 5= totalmente de acuerdo). En este estudio, el análisis factorial exploratorio tiene buenas propiedades psicométricas: autoconocimiento (Ω de MacDonald = .918, α de Cronbach = .918), autogestión y automotivación (Ω= .937, α = .937), conciencia social y conducta prosocial (Ω= .927, α = .925) y toma de decisiones responsable (Ω= .898, α = .895). El análisis factorial confirmatorio mostro excelente ajuste (NFI = .915; CFI = .945; RMSEA =.05; TLI = .930).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados del análisis factorial exploratorio, aplicando la prueba de Medida Kaiser-Meyer-Olkin, mostró que los datos eran pertinentes (KMO = ,932); pues tienen una fuerte relación entre los ítems. En la Tabla 2, los hombres tienen una puntuación más alta que las mujeres, en los cuatro factores de las competencias socioemocionales como autoconocimiento (M= 4.14/ 4.36; s= 1.13/ 0.92; As= -1.69/ -1.75; g= 2.36/ 3.40), autogestión y automotivación ( M= 4.24/4.48; s= 1.13/1.77; As= 1.81/-2.27; g= 2.69/ 7.36), conciencia social y conducta Prosocial (M= 4.08/ 4.47; s= 1.03/ 0.84; As= -1.72/ -2.19; g= 2.95/ 6.92), y toma de decisiones responsable (M= 4.23/ 4.35; s= 1.10/ 0.79; As= -1.82/-1.56; g= 2.94/ 3.62); de acuerdo a los resultados obtenidos, los hombres tienen mayor dominio de las competencias socioemocionales.
La Tabla 3 muestra que los docentes del nivel primaria puntúan más alto en todas las competencias socioemocionales, en segundo lugar, se encuentran los docentes del nivel secundaria y en tercer lugar los docentes del nivel inicial. Los resultados demuestran que el docente del nivel primaria expresa y regulan mejor sus emociones, desenvolviéndose con cierto nivel de calidad y eficacia en su entorno social y laboral; por otro lado, las docentes del nivel inicial y en menor medida los docentes del nivel secundaria requieren desarrollar las competencias socioemocionales a través de programas y/o capacitaciones para el desarrollo de las competencias socioemocionales.
Se realizaron análisis factoriales confirmatorios para confirmar evidencias de fiabilidad y valides de las escalas empleadas (Jordán, 2021) . En ese sentido en la Figura 1, la muestra de docentes (N=196), con 16 ítems con una estructura interna de cuatro factores, que de acuerdo a los resultados se confirma un buen ajuste a los datos. Los factores (dimensiones o variables latentes) como autoconocimiento, autogestión y automotivación, conciencia social y conducta prosocial y toma de decisiones responsable tienen valores de carga factorial alto en relación con los demás factores y con sus ítems desde λ= .63 hasta λ= .95 por lo se afirmar que su correlación es óptima.
Discusión
Actualmente los docentes deben demostrar altos niveles de habilidades socioemocionales que aseguren el bienestar del estudiante y del suyo propio (Arteaga et al. 2022) entonces las Instituciones Educativas no solo deben concentrarse en el aspecto cognitivo, sino también en el desarrollo de la inteligencia emocional. Es así como este estudio tiene por objetivo explorar las competencias socioemocionales en docentes de Instituciones Educativas de Educación Básica Regular, en relación a las dimensiones de las competencias socioemocionales como: autoconocimiento, autogestión y automotivación, conducta social y conducta prosocial y toma de decisiones responsable.
Los resultados obtenidos muestran que los docentes del nivel primaria tienen las puntuaciones más altas con respecto a las competencias socioemocionales. Estos resultados también se observaron en Martínez et al (2019) y Arteaga et al. (2022) donde los docentes del nivel primaria presentan altos niveles de puntuación en inteligencia emocional. Sin embargo, los docentes del nivel inicial obtuvieron puntuaciones bajas, por lo que es necesario su atención para fortalecer sus competencias socioemocionales, porque son ellos los encargados de enseñar desde la primera infancia las competencias como el autocuidado y el manejo emocional del niño o niña (Costa at al. 2021), además los infantes adquiere otras habilidades como sociales, cognitivas, motrices y lingüísticas que son las bases para una vida adulta con goce en la salud, aprendizaje y el bienestar (Unicef 2017).
Por consiguiente, es necesario la aplicación de programas para mejorar las competencias socioemocionales, la participación muestra cambios significativos positivos en la conducta, ansiedad, felicidad y satisfacción (Veríssimo et al, 2022) así los docentes competentes emocionalmente responden con más eficacia a los a las necesidades cognitivas y socioemocionales de los estudiantes (Muñoz, Gil y Gómez 2022). Estos programas lamentablemente no son promocionados en los docentes, por lo que es imperativo su aplicación para mejorar la salud mental de docentes y estudiantes. Máquela et al. (2022) propone que entornos de aprendizajes diseñados para un sistema, deben adaptarse con métodos y herramientas que sean flexibles y adaptables.
CONCLUSIONES
Este estudio aporta evidencias de las competencias socioemocionales en los docentes de Educación Básica Regular; se ha identificado que los docentes que tienen mayor dominio de las competencias socioemocionales son del nivel primaria, seguido del nivel secundaria y el nivel inicial. A partir de los resultados y de acuerdo a las investigaciones revisadas, es imperativo fortalecer las competencias socioemocionales de los docentes que podría ser aplicando programas de intervención de acuerdo a las necesidades de fortalecimiento de los docentes pertenecientes a los diferentes niveles educativos y estas deben estar acompañados de un proceso de evaluación constante. En la misma línea, se evidencia que en las dimensiones de las competencias socioemocionales con mayor dominio de los docentes según la puntuación obtenida es el de autogestión y automotivación; seguido de autoconocimiento; continua toma de decisiones responsable y por último conciencia social y conducta prosocial.
Además, el cuestionario de competencias sociales y emocionales que fue validado en otra investigación y, con los resultados obtenidos en la presente investigación también se realizó la validación respectiva mediante el análisis factorial confirmatorio, se puede afirmar que tiene validez en su aplicación por tener carga factorial alta cercana a la unidad.
Estos resultados obtenidos se deben de tener en cuenta para futuros estudios de habilidades socioemocionales, como el aplicar método mixto que combine enfoques cuantitativos y cualitativos.