INTRODUCCIÓN
El estado de emergencia sanitaria experimentado en los últimos años produjo consecuencias desastrosas en todos los estratos de la sociedad; por ello, todas las naciones se vieron obligadas a emprender planes de contingencia que frenaran la propagación del virus. Dichos planes comprendían solo la dimensión sanitaria; sin embargo, en el transcurso de los acontecimientos se vio la necesidad de enfocarse en otras dimensiones apremiantes como la educación, tomando en cuenta que más de 190 países optaron por clausurar indefinidamente las clases presenciales para evitar la propagación del virus (Unesco, 2020).
Muchos docentes y estudiantes se vieron forzados a emplear dispositivos digitales y adaptarse a las pedagogía disruptivas o emergentes. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática INEI (2018) identificó que antes de la pandemia ya existía una brecha digital por parte de los docentes, al igual que en los estudiantes; sin embargo, todo se hiperbolizó durante el confinamiento. En consecuencia, se reflexionó sobre los planes y estrategias emprendidos por el Estado y las instituciones educativas para incorporar las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje, encontrando que los factores que obstaculizaron el proceso antes de la pandemia se relacionaban a: limitaciones económicas, falta de capacitación, etc.
En síntesis, a causa de lo anterior se retrasó y relegó la alfabetización digital al uso de herramientas tecnológicas concretas, sin prestar atención a la comprensión de los procesos y estrategias emergidas de ellas (Acharki, 2021). Por ello, los docentes debieron adaptarse a los requerimientos específicos vinculados a la tecnología, dimensión que ha colapsado la vida humana y todas sus expresiones.
Al respecto, Azañedo (2021) y Flores et al. (2020) afirman que las modificaciones emergidas en las últimas décadas requieren una resignificación de la labor docente, para ello es indispensable establecer un estado de la cuestión antes y después de la emergencia sanitaria. Enfatizando el aspecto tecnológico, en la medida que ha generado teorías pedagógicas que transformaron los espacios en donde se produce el proceso formativo; por ende, la forma en que los docentes se desenvuelven.
La transformación digital hizo que emerja la incertidumbre en torno a lo que significa alfabetizarse en un mundo virtual. Así, no se habla solo de una tendencia, sino de un cuestionamiento que lleva a reflexionar sobre el deber que tienen los educandos de instruirse digitalmente, con el fin de beneficiar el aprendizaje de los educandos. De forma concreta, el Ministerio de Educación en Perú (2020) realizó capacitaciones a los docentes con el objetivo de obtener los conocimientos necesarios acerca de cómo llegar a los estudiantes durante el confinamiento.
En ese sentido, se encontraron diversos factores que permiten y limitan la realización del proceso de alfabetización digital. Por ello, la presente investigación pretende; en primer lugar, describir y detallar todas las implicancias vinculadas a la alfabetización digital docente; en segundo lugar, mostrar su importancia en la formación y labor docente. Por ello, es necesaria una revisión sistemática exploratoria fundamentada en el modelo Prisma, con la finalidad de sintetizar las investigaciones generadas sobre el tema e iniciar una discusión en torno a ellas.
MÉTODO
Se determinó la pertinencia de optar por una metodología fundamentada en la revisión sistemática, afianzada por la guía de publicación Preferred Reporting Items Systematic Reviews and Meta-Analyses (PRISMA), debido a los múltiples beneficios que otorga. Page et al. (2020) agrega que el modelo PRISMA ayuda a generar investigaciones transparentes, completas y detalladas, en cuanto a fuentes, motivos y resultados en torno al estado de la cuestión del fenómeno abordado.
En el plano procedimental, la recolección de datos se llevó a cabo en 4 etapas; en primer lugar, la recolección; en segundo lugar, la búsqueda de información; en tercer lugar, se filtraron las fuentes secundarias; por último, se realizó una prueba de réplicas empleando Google Scholar. Además, los criterios de exclusión aplicados fueron los siguientes: a) espectro idiomático limitado al inglés y español, b) publicaciones registradas entre el 2019 al 2021, c) geolocalización libre, d) fuentes de bases de datos como ERIC, Scielo, Scopus, Web of Science y buscadores como Google scholar. e) restricciones según el título o variables, f) solo documentos educativos, g) considerar el título, resumen y referencias, h) no incluir tesis ni documentación menor, salvo si son clásicos para la metodología o cuestiones vinculadas a las normativas vigentes, i) solo documentos de open access.
Por otro lado, la prueba de réplicas ejecutada gracias al modelo PRISMA permitió obtener resultados precisos y objetivos sobre la producción en torno al tema investigado. Adicionalmente, se debe señalar que fueron 10 los documentos duplicados, cuyo número fue mayor en la tercera búsqueda y menor en la segunda. Así, en cuanto a la totalidad de documentos se encontró: 61 artículos totales; sin embargo, gracias a la revisión y metaanálisis se excluyeron 10, obteniendo un total de 51 registros.
Posteriormente, se procedió a excluir los artículos según el criterio de elegibilidad, encontrando que, del total obtenido en la fase de revisión e identificación, es decir, 61 y 51 registros correspondientemente, solo 44 cumplían con los criterios establecidos, debido a que se excluyeron 7 registros: 2 por el tipo de artículo y 5 por el tema contenido. Por último, de los 44 artículos restantes para la fase de inclusión, solo quedaron 20 estudios, ya que 24 artículos fueron excluidos por un filtro de preguntas para su valoración. Cabe precisar que todos los artículos obtenidos en la fase de inclusión fueron tomados en cuenta para la redacción del presente estudio.
Para efectos didácticos, se adjuntó el diagrama de flujo en el que se evidencian las 4 fases de selección y exclusión de información amparados en la revisión sistemática exploratoria afianzada por el modelo PRISMA:
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
La mayoría de fuentes documentales de primer orden se ubicó entre el 2020 y 2021, siendo mayor el grupo de artículos encontrados en el 2020. Solo el 15% de documentos se situó en el año 2019, mientras casi el 50% estuvo conformado por escritos del 2020. Los datos evidencian que la producción es mayor en los últimos 2 años, años que coinciden con la expansión de la pandemia.
Así mismo, la mayoría de los escritos de primer orden se asocia a investigaciones cualitativas con diseños exploratorios y descriptivos, cuyas metodologías son, en su mayoría, exploratorias y fenomenológicas. Además, el 25% de la producción se encuentra escrita en español, mientras el 75% en español, por lo que el acceso a dichas fuentes es mucho flexible. Cabe señalar que, en relación a las expresiones de búsqueda, el 70% respondió a alfabetización digital, mientras que el 30% restante se dividió entre las frases Aplicación informática y enseñanza informática. También se puede precisar que ERIC y Web of Science obtuvieron los puntajes más bajos.
En el caso de las fuentes de segundo orden, el panorama fue más alentador, ya que abarcaron el 53.8% del total, distribuidos de la siguiente manera: el 57% correspondía a Redalyc y el 43% a Dialnet. La peculiaridad de los escritos de segundo orden estriba en que la mayoría coincidió con la expresión alfabetización digital, mientras que labor docente obtuvo un número limitado de resultados.
En torno al concepto de alfabetización digital, Lamoth (2020) y otros autores coinciden en que este fenómeno puede ser entendido como las acciones educativas para la capacitación del manejo crítico, efectivo y eficaz de las herramientas digitales permitirán formar curricularmente a los estudiantes y docentes, por medio de nuevas estrategias y metodologías didácticas.
Por otro lado, de manera general, un análisis de los contenidos muestra que la mayor cantidad de la información recolectada se asocia a la expresión alfabetización digital, pero se relaciona con investigaciones que consideran la alfabetización como un proceso vinculado a la generación de capacidades para el manejo de las TIC y las diversas dificultades que encuentran en el camino.
En torno al primer eje temático, es decir, la alfabetización digital vinculada a la generación de capacidades para el manejo de las TIC, no se puede negar que este es un conocimiento indispensable para todo educador en tiempos de emergencia sanitaria. Por eso motivo, se asume como una actividad que ha generado capacidades necesarias en los maestros y alumnos, capacidades como: la identificación, localización, recuperación, almacenamiento, organización y análisis de la información digital (Oseda et al., 2021). Altamirano (2021) añade que la alfabetización docente incluye competencias vinculadas a dimensiones como: la información, el conocimiento y la comunicación.
Adicionalmente, para Morales et al. (2019) la adquisición de destrezas tecnológicas permite direccionar el proceso de enseñanza y aprendizaje, siempre que se logre comprender qué son las TIC. Según Julve (2019) la alfabetización y dominio de las TIC es más compleja cuando se orienta a docentes mayores; por esa razón, todas las instituciones deben tomar en cuenta las dificultades de cada uno de los integrantes de la comunidad educativa.
Por otro lado, antes de la pandemia, la investigación en los colegios se reducía a tareas que muchas veces no concordaban con lo solicitado, debido a la nula orientación previa; sin embargo, en esta coyuntura el docente adquirió la capacidad de manejar las plataformas, software de videoconferencias y redes sociales, que ayudaron a poder proporcionar instrucciones más precisas y claras. González et al. (2021) revela que para llevar a cabo ese fin los maestros emplearon, en mayor proporción, las redes sociales como herramientas de consulta y comunicación con los estudiantes, dejando de lado la mensajería electrónica. También se mostró que la plataforma predilecta fue Google Classroom, por sus múltiples ventajas y gratuidad de servicio, sin dejar de mencionar que en ella se configuraron los instrumentos de evaluación y materiales didácticos.
Por lo descrito, la incorporación de tecnología en el aula representa un horizonte infranqueable afianzado por la pandemia, en donde la tecnología se ve como mediadora de la confluencia educativa y social (Granados et al., 2020). Además, en este escenario las competencias digitales del maestro, entendidas como el conjunto de conocimientos, usos y actitudes hacia las tecnologías digitales (Peled, 2021), se proyectan a los estudiantes con la finalidad de mediar en el desarrollo de competencias como el pensamiento crítico, la interpretación, producción de documentos hipertextuales, selección de la información y empleo de medios sincrónicos y asincrónicos que favorezcan la comunicación (Lengua et al., 2020).
En el plano práctico, un estudio realizado por Moreno-Guerrero et al. (2020), buscó medir el grado de competencia digital de un grupo de maestristas en educación, el cual logró demostrar que a medida que los docentes avanzaban en su formación, tienen menos problemas para familiarizarse con las herramientas y estrategias digitales. Otra investigación desarrollada por Beltrán et al. (2019) para identificar los factores relacionados en la integración del Programa de inclusión y Alfabetización Digital del docente de educación primaria pública en México mostró que son los factores personales los que impactan en la asimilación del docente al programa.
Por lo señalado, se reconoce la importancia que tuvo y tendrá este tipo de alfabetización en la labor docente, debido a que ello permitirá el empleo creativo, crítico y seguro de las TIC para alcanzar metas vinculadas al aprendizaje, tiempo e inclusión social (Gálvez et al., 2020), pero al igual que Thibaut (2020) se muestra que cuando se interroga a los docentes sobre su papel en el aula ellos responden que se vincula, fundamentalmente, a ser facilitadores, orientadores y guías, pero en la práctica los alumnos asumen un rol pasivo en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Ahora bien, la emergencia sanitaria obligó a los docentes a incorporarse a las prácticas totalmente digitales, con la finalidad de su permanencia en colegios y universidades, pero la mayoría de documentación recopilada en el 2020 incide en que su desenvolvimiento no fue el mejor. No solo por carecer de competencias digitales, sino por ir delimitando su labor en el nuevo entorno de aprendizaje. Así, el maestro se vio obligado a la adopción de metodologías rápidas y eficaces que permitieran examinar cuál es el efecto del uso de las TIC en el desarrollo integral de los alumnos (Salcedo-Lagos, 2021). Sin dejar de mencionar los factores que han permitido el fracaso o éxito de programas de alfabetización mundial (García y Pérez, 2021).
Precisamente, el segundo eje temático aborda las limitaciones que los maestros tuvieron para lograr la ansiada capacitación digital. Una de esas dificultades fue vincular la alfabetización con los objetivos socioeducativos, es decir, trascender el Entorno Virtual de Aprendizaje e impactar en la familia, comunidad, trabajo, etc., como se pretendía en la educación presencial (Pérez, 2019). Comprendiendo que esta debe considerar un conjunto de factores relacionados a las dimensiones económicas, políticas, culturales, científicas y tecnológicas (Escribano, 2018).
Varela y Valenzuela (2020) mencionan que otro obstáculo fue la dificultad que los profesores mostraron al emplear las TIC. Lo peculiar es que no se repara en el impacto que trae consigo la búsqueda de capacitación continua, ya que el mismo autor manifiesta que los maestros se alfabetizan de diferentes formas como: cursos, talleres, ensayo y error, a través de la web, etc. Al respecto, Quezada et al. (2020) mencionó que la principal ventaja de conseguir la instrucción apropiada es la reducción de la brecha digital y la empleabilidad de los educandos.
Para efectos sintéticos, la información recolectada ahonda en la delimitación, comprensión, caracterización y limitaciones de la alfabetización. A pesar de las limitaciones, Vásquez et al. (2019) señala que no se puede negar el gran impacto del fenómeno de alfabetización a la hora de integrar a los maestros a la praxis actual, por lo que las investigaciones futuras irán delimitando mejor el panorama.
CONCLUSIÓN
En el ámbito conceptual, gran parte de los autores afirma que la disrupción pedagógica trae consigo grandes consecuencias en la convivencia escolar y el proceso de enseñanza aprendizaje. Sin embargo, otro sector enfatiza que dicha disrupción se generó en un contexto en el que todavía no se logra la consolidación del paradigma educativo docente, prevalecen las desigualdades sociales y la falta de recursos para el desarrollo de la praxis educativa. Aun así, es claro que la pandemia obligó a los docentes a alfabetizarse, independientemente de su postura frente a la tecnología, debido a que es la condición indispensable para que continúen su labor en un entorno no presencial.
La alfabetización digital permite formar capacidades en los maestros, capacidades que transmitirán a los educandos con la finalidad de prepararlos para un mundo en donde todas las relaciones están mediadas por la tecnología y el que no se alinee simplemente es excluido. Los mismos docentes han experimentado en la pandemia la necesidad de instruirse para no ser dejados de lado. En efecto, se puede afirmar que dentro de la emergencia sanitaria la alfabetización digital se convirtió en un conocimiento indispensable para mejorar las prácticas docentes
Finalmente, lograr una sociedad tecnológicamente equitativa implica que los gobiernos asuman la tarea de proporcionar las condiciones materiales y organizacionales inexistentes en muchos países, sobre todo en los denominados tercermundistas. La tecnología irrumpió para quedarse y modificar la manera de sentir, pensar y actuar de las personas, en ese sentido, es menester estar a la altura de las circunstancias y alfabetizar a los docentes y alumnos desafiando los diversos obstáculos económicos, político, sociales, generacionales, etc.