INTRODUCCIÓN

La comprensión es entendida como un proceso de construcción de significado y la lectura como un proceso cognitivo complejo que requiere el uso de estrategias de alto nivel: proporcionar objetivos, establecer y verificar predicciones, controlar lo que lee, tomar decisiones sobre las debilidades en la comprensión que se producen, reconocer y discriminar información primaria a la secundaria (^{Solé, 1992}), siendo así, la comprensión lectora, un proceso complejo donde el lector debe tener una participación activa, poniendo en juego una serie de estrategias y habilidades que le permitan interactuar con los significados del texto, creando un modelo mental, formando hipótesis e integrando proposiciones (Calero, 2011), es por ello que se ha convertido en una de las principales áreas de estudio en el panorama educativo por la complejidad de los procesos y habilidades involucradas y su relevancia en la adquisición de contenidos educativos (^{Gutiérrez, 2016}).

Ésta competencia fundamental influye en el desempeño y desarrollo académico de los estudiantes en diferentes materias o cursos y en todos los niveles educativos (^{Washer, 2007}), siendo considerada en muchas evaluaciones internacionales, como en PISA (Programme for International Student Assessment), PIRLS (Progress in International Reading Literacy Study) (^{Mullis, Martin, Foy, y Hooper, 2017}) o TERCE (Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo) en sus evaluaciones de desempeño realizadas periódicamente a los estudiantes (^{UNESCO, 2015}).

Asimismo, en los resultados de la OCDE (2016), se muestra que Chile es el país que más ha mejorado en sus puntajes, pero su promedio es menor al puntaje promedio del estudiantado de los países miembros de esta, asimismo, una investigación realizada por la Universidad de Chile (^{Silva, 2014}) menciona que el 84% de la población chilena no comprende lo que lee de manera adecuada. Debido a ello, actualmente, el interés de la investigación sobre cómo mejorar el rendimiento en lectura se ha reactivado ya que existe un alto porcentaje de estudiantes que muestran debilidades en las habilidades de lectura (^{Gutiérrez, 2016}).

En el caso de Perú, los puntajes obtenidos en la prueba PISA han mejorado, a pesar de ello, dichos puntajes obtenidos en los diferentes aspectos que evalúa la prueba no son los óptimos, siendo relevante que el Ministerio de Educación asuma la responsabilidad de generar estrategias que mejoren las habilidades de comprensión de lectura (OCDE, 2016). En ese sentido, las estrategias pedagógicas definidas como toda acción curricular y organizada que realiza el docente para facilitar el aprendizaje y formación de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje (^{Bravo, 2008}), proporcionan múltiples alternativas de formación que pueden ser desperdiciadas por falta de conocimiento o planeación, teniendo así un proceso de enseñanza y aprendizaje monótono y poco eficaz (^{Gamboa, García y Beltrán; 2013}).

Las estrategias pedagógicas responden a objetivos de aprendizaje definidos por el docente de acuerdo al nivel educativo y son susceptibles de ser modificadas, mejoradas, precisadas, delimitadas de manera constante de acuerdo a la realidad o contexto educativo y a los cambios o transformaciones que muestre el estudiante (^{Sierra, 2007}). En marco de lo mencionado anteriormente, sobre las estrategias pedagógicas y la comprensión lectora, el presente artículo científico de revisión bibliográfica, tiene por objetivo identificar los impactos de las estrategias pedagógicas en las habilidades de comprensión lectora de estudiantes en diferentes niveles de educación.

MÉTODO

El presente trabajo constituye una revisión bibliográfica de artículos publicados sobre el impacto de las estrategias pedagógicas en las habilidades de comprensión lectora con la finalidad de identificar sus ventajas y recomendar su uso para la mejora de dichas habilidades. De acuerdo con ^{Guirao (2015}) el estudio es específico y crítico, agrupando la información seleccionada y esencial relacionada al propósito del trabajo. El procedimiento seguido en la presente investigación fue: 1) Selección de artículos, 2) Identificación de artículos relevantes y acordes al tema de estudio, 3) Síntesis de la información sobre la temática, 4) Agrupación de artículos con información semejante e 5) Identificación de las variables o factores asociados al estudio del tema.

Al inicio se eligieron 50 artículos mediante la exploración sistemática en las bases de datos como Scopus, Scielo, Ebsco, entre otras. Para la indagación de los artículos divulgados, se emplearon las siguientes palabras clave: estrategias pedagógicas (pedagogical strategies) y comprensión lectora (Reading Comprenhension), seleccionando 30 artículos que cumplan con los siguientes criterios de selección: deben estar relacionados con las estrategias pedagógicas y la compresión lectora, de una antigüedad no mayor a diez años y de idioma inglés y español, los 20 artículos descartados no estaban relacionados con el propósito del estudio o no cumplían con el rigor científico. La información fue organizada en una matriz, luego se seleccionó y agrupo los que tenían indagaciones y conclusiones semejantes para el desarrollo, discusión y conclusiones finales del artículo.

RESULTADO Y DISCUSIÓN

Como resultado de la selección y análisis de los artículos, se halló que los lectores más hábiles emplean mayores estrategias para el análisis de la lectura, entre ellas se destacan las siguientes: pensamiento crítico y creativo, selección de datos importantes, recuperación de información aprendida, control emocional y como parte del proceso de metacognición, la planificación y evaluación de la información; además obtienen mejores calificaciones respecto a los lectores menos hábiles (^{Solano, Manzanal y Jiménez; 2016}). Además, los talleres para la comprensión de textos y el entrenamiento frecuente mejoran las habilidades de lectura incluso cuando se trata del aprendizaje de una nueva lengua extranjera (^{Toro y Ramírez; 2019}).

Diferentes estudios sobre las estrategias metacognitivas han demostrado una influencia de éstas sobre la comprensión lectora, a pesar de ello, su implementación en la práctica docente no han sido debidamente impulsadas, ya que muchos docentes desconocen o no cuentan con las herramientas necesaria para aplicarlas eficientemente en el desarrollo de su clase (^{Tapia, 2021}), una orientación adecuada, por ejemplo en textos expositivos junto con el uso de ordenadores gráficos permite que el estudiante mejore su nivel de argumentación y facilita la selección de información relevante para su posterior contraste a nivel crítico (^{Bustamante, Hernández, Restrepo y Ríos, 2019}); además de ello, también es necesario un acompañamiento constante a los estudiantes para que identifiquen en qué momento y cuando aplicar las estrategias previamente explicadas (^{Sánchez y García, 2021}).

Las estrategias de ampliación, conceptualización, preparación y participación como estrategias de aprendizaje autónomo, tienen una implicancia significativa sobre la comprensión lectora ya que demuestra que el estudiante puede ampliar la información y entenderla, conoce y emplea organizadores visuales, usa racionalmente el tiempo, se autoevalúa y participa de manera activa en el proceso de lectura (^{Medina y Nagamine, 2019}). Dentro de los organizadores visuales, ^{Munayco (2018}), indica que el mapa semántico, mapa mental y la red semántica mejora significativamente la comprensión lectora de diferentes tipos de textos (expositivos y argumentativos) en los niveles literal, inferencial y crítico. Asimismo, destaca los mapas mentales armónicos como estrategia metacognitiva para la mejora de la comprensión lectora a nivel superficial, profundo y crítico (^{Novoa, Núñez, Sánchez, Flores, Díaz y Uribe; 2020}).

Otra práctica muy utilizada por los docentes son los resúmenes, desafortunadamente, no se ejecuta de la manera correcta y se simplifica a una actividad donde se elimina información de la lectura, teniendo así, interpretaciones diferenciadas de la información en sus estudiantes (^{Doardi, 2017}), independientemente del momento formativo del docente y del tipo de texto a resumir, es necesario capacitar a los docentes en el uso de modelos adecuados para dicha tarea, a fin de obtener un producto satisfactorio (^{Conde, Valverde y Martín; 2019}).

En los textos multimodales, ^{Farías (2017}), menciona que los docentes que incluyen tecnologías digitales en los programas de lectoescritura deben enfrentar grandes desafíos para mantener los beneficios de la experiencia de lectura escrita en un soporte de papel, recomendando emplear estrategias de andamiaje en alfabetización visual para mejorar la comprensión de lectura, otra estrategia innovadora para los docentes es la intervención sistemática y didáctica mediante el videoanálisis, asentando los conocimientos adquiridos de la comprensión lectora en alumnos de nivel primaria, incluso ha mostrado efectos motivacionales en docentes de formación inicial, resultando beneficioso para su desarrollo profesional con relación a su práctica dentro del aula (^{Peguera, Rodríguez, y García, 2021}); si bien el uso de las TIC en la enseñanza es reconocida como beneficiosa, aún falta un mayor involucramiento docente para su uso correcto (^{Sánchez, Pérez y Pérez, 2020}).

A nivel básico, existe un interés por el desarrollo e implementación de programas para mejorar la comprensión lectora de los estudiantes, tal como lo muestran ^{Fonseca, Migliardo, Simian, Olmos y León (2019}) que mediante el programa “Lee comprensivamente”, basado en la enseñanza explícita de habilidades lingüísticas y cognitivas, identificaron que se producían mejoras significativas en el vocabulario, comprensión de la estructura textual, inferencias y en otras medidas de comprensión lectora; remarcando lo fundamental que es la implementación de dichos programas en la etapa inicial de la educación para asegurar el éxito en su formación futura.

Del mismo modo, ^{Gayo et al. (2014}) analizaron los efectos del programa “Aprender a Comprender”, fundamentado en la intervención estratégica y metacognitiva en la comprensión lectora, y que se ejecuta a través de la realización de autopreguntas propuestas por el lector para resolver las tareas posterior a la lectura de cada texto informativo, evidenciándose una mejora en la comprensión lectora y en la planificación de los estudiantes, además de una permanencia en el tiempo de las capacidades adquiridas; no obstante, resaltan que el principal impedimento para su éxito radica en la dificultad del docente para aplicar una nueva metodología distinta a las experiencias de aprendizaje que posee.

Igualmente ^{Choquichanca e Inga (2020}), ^{Bravo (2018}) y ^{Viana et al. (2017}) a través de programas basados en estrategias lúdicas determinaron que se estimula la comprensión de textos en los estudiantes, pudiéndose realizar actividades como juegos de lenguaje, el teatrino, poesía u otros recursos basados en metacomprensión, comprensión literal, inferencial, crítica, reorganización de la información y procesos léxicos; no obstante destacan que factores como una inadecuada metodología de enseñanza, escasa motivación y limitados momentos de lectura merman significativamente la comprensión lectora de los estudiantes.

Desde otra perspectiva, ^{Sevilla (2017}) determinó que la incorporación de un programa basado en el aprendizaje por andamiaje potencia la comprensión lectora, en este, el alumno puede y solo tendrá acceso al conocimiento que se encuentra dentro de su Zona de Desarrollo Proximal (ZPD); es decir, para que se produzca el aprendizaje, solo se le enseñará al alumno lo que pueda lograr en su etapa de desarrollo cognitivo. Desde otra perspectiva, ^{Azorín (2017}) comprueba que la ejecución de programas basados en el apadrinamiento lector no solo favorece las competencias lectoras de los estudiantes, sino que fortalece las relaciones socioafectivas en los educandos; el cual se efectúa compartiendo un tiempo de lectura entre un alumno de nivel superior con otro de nivel inferior. Finalmente, respecto a propuestas de nivel básico, ^{Roldán, Zabaleta y Barreyro (2021}) analizó un programa para mejorar la comprensión lectora en los estudiantes, mediante un programa de intervención basado en lectura - preguntas - respuestas y en la enseñanza recíproca, encontrando mejoras en la comprensión, inferencias y la eficacia lectora de los alumnos.

En la enseñanza a nivel primaria; se ha encontrado una correlación entre la comprensión lectora y las estrategias de aprendizaje mediante el test Cloze (^{Polvani, Luciane y Monteiro, 2019}), como por ejemplo, estrategias didácticas basadas en la literacidad que mejoran la capacidad de interpretación del lector ya que se estableció una conexión personal entre el lector y el autor que dio inicio a un intercambio de emociones y recursos lingüísticos dotando a la lectura de un valor significativo y entendimiento cultural (^{Alcocer, Balderas e Ix, 2021}) y el empleo del videoanálisis como estrategia innovadora que mejora no solo la didáctica del educador al impartir su clase, sino también repercute en su motivación al enseñar (^{Peguera, Rodríguez, y García, 2021}). En la práctica docente de este nivel de educación, el éxito de la etapa del diseño de actividades, herramientas y estrategias que tienen el objetivo de desarrollar y perfeccionar la comprensión lectora, depende del grado de preparación del educador para el diseño instruccional (^{Arreola y Coronado, 2021}).

En cuanto a la comprensión lectora a nivel universitario, ^{Guerra y Guevara (2017}) resaltan la importancia de las estrategias de lectura y el nivel de motivación de los universitarios, además identificó factores académicos y sociodemográficos que influyen en la comprensión lectora, tales como: tiempo dedicado a la lectura, promedio académico, género, si el estudiante es becado y si tiene alguna responsabilidad laboral; asimismo, señala que es imperante la implementación de talleres, programas o cursos de acuerdo al nivel educativo para desarrollar y mejorar las prácticas y estrategias de lectura, con la finalidad de que las habilidades de comprensión lectora vayan incrementando en concordancia con el semestre académico que cursan, siendo que los universitarios próximos a graduarse tengan mejores habilidades de lectura que los ingresantes. Asimismo, ^{Miranda, Fernández, García y Tárraga (2011)} indicaron que los factores como la memoria, el acceso al léxico (vocabulario), el procesamiento lingüístico y la atención del estudiante, pueden predecir el rendimiento del estudiante en la comprensión de textos.

En cuanto a la motivación, ^{Pinzón, Suárez y Conejo (2021}), coinciden en que es un factor influyente para la comprensión lectora, fomentando la imaginación y la curiosidad, además, se identificó así, que la estrategia del subrayado de ideas relevantes con un resaltador o marcatextos es una de las herramientas más empleadas en la lectura, así como el uso de notas adhesivas como una estrategia de análisis, además señala que dentro de los factores sociodemográficos se debe considerar el nivel de educación de los padres como una información previa y fundamental para la planificación del desarrollo de la clase, ya que estas impactan sobre las habilidades de lectura de los hijos (^{Guerra, Saldivar y Sandria, 2021}).

Siendo dichas habilidades de comprensión lectora consideradas como fundamentales para el éxito universitario, es lamentable que el nivel de los ingresantes no sea el ideal, evidenciando que los universitarios con estudios superiores previos presentan un mejor nivel en la comprensión lectora, ya que emplean estrategias de manera más efectiva y cuentan con experiencia previa con diferentes tipos de textos (^{Neyra, Reyes y Riffo, 2015}), siendo más preocupante, que en algunos casos no exista diferencia entre los universitarios de último ciclo y los ingresantes (^{Valverde, y Valverde, 2019}).

CONCLUSIONES

Las estrategias pedagógicas empleadas por el docente en el desarrollo de su clase, si tiene un efecto positivo sobre la adquisición y/o mejora de habilidades de comprensión lectora, que a su vez se encuentra ligada con el rendimiento académico del estudiante en otras materias o cursos. Entre las estrategias más comunes se encuentran: las basadas en la metacognición, pensamiento crítico y creativo, selección de datos importantes, recuperación de información aprendida, motivacionales y de aprendizaje autónomo y los efectos más resaltantes son: la selección de información relevante, entendimiento del texto, mejor nivel de argumentación, participación activa en el proceso de lectura, uso racional del tiempo, formación de una postura crítica respecto a la información, etc.

Se evidencia un interés creciente por el desarrollo de programas enfocados en la mejora de las habilidades de comprensión lectora en los estudiantes, evidenciándose efectos positivos y mejoras significativas en los programas basados en la enseñanza explícita de habilidades lingüísticas y cognitivas, la intervención estratégica y metacognitiva, las estrategias lúdicas, el aprendizaje por andamiaje y el apadrinamiento. En los que se observa efectos tales como: comprensión de la estructura textual, inferencias, vocabulario, planificación, fortalecimientos de las relaciones socioafectivas, entre otras.

Finalmente, entre los factores que tienen implicancia sobre la comprensión lectora se tiene a los factores académicos y sociodemográficos tales como: tiempo dedicado a la lectura, promedio académico, género, si el estudiante es becado y si tiene alguna responsabilidad laboral. Además de los factores como la memoria, el acceso al léxico (vocabulario), el procesamiento lingüístico y la atención del estudiante, los cuales se deben considerar en el diseño e implementación de los programas y estrategias a incorporar en la práctica docente, para aplicarlos en concordancia con el nivel educativo y deficiencias del estudiante mejorando así, su efectividad en el desarrollo de las habilidades de comprensión lectora.