INTRODUCCIÓN
En el año 2020, la necesidad de conocer y emplear las tecnologías de información (en adelante TIC) ha desnudado la deficiencia existente acerca de la competencia digital en docentes y directores de la escuela pública. La incorporación de las tecnologías de información en la escuela pública ha reportado avances más lentos que en el sector privado en todas sus dimensiones de uso (Arancibia y Bustamante, 2019). Situación que ha ocasionado una deficiente alfabetización digital en los estudiantes y también en los docentes que se aferran a las clases tradicionales debido a su resistencia al cambio o a la comodidad que han logrado en su zona de confort.
En tal sentido, ante la creciente y desbordante necesidad del interés académico por el uso de las tecnologías de información, la comunidad educativa ha levantado su voz para exponer su postura en relación al uso de esta herramienta en las aulas, en todo caso se preguntan cómo deben hacer para reestructurar su paradigma tradicional y pensar en modificar sus prácticas áulicas (Linne, 2020). De acuerdo a esta afirmación, se puede percibir la resistencia de gran parte de maestros tradicionales al campo de las aulas virtuales, tan necesarias en este tiempo de pandemia donde el uso de las TIC es una imposición insoslayable. Sin embargo, la incorporación de las Tic en las aulas ha cambiado quiérase o no, la forma de interactuar entre las personas, de tal manera que la manera de comunicarse, compartir y aprender ahora es diferente (George y Avello, 2021). En ese contexto, la alfabetización digital ha acompañado esta nueva estructura porque requiere las habilidades necesarias para el tratamiento de la información con la finalidad de crear conocimiento (Cabero y Fernández, 2018).
En Europa, se muestra un estudio sobre los beneficios de las TIC pero también las perspectiva nociva de ellas, al mostrar que con las mismas herramientas que aprenden los estudiantes, también adquieren adicción por ellas, reportándose casos a nivel mundial, es por ello que, en España en el año 2018 el Ministerio de Sanidad incluyó las adicciones a las nuevas tecnologías en el Plan Nacional de Adicciones, destacando que adolescentes y jóvenes son quienes están más expuesto al grupo de riesgo (Sola et al., 2019). Siendo de esta manera, la misma herramienta que trae aprendizaje y progreso para unos, también trae dificultades, padecimiento y hasta sufrimiento en los hogares de muchas familias que exponen a sus hijos a las nuevas adicciones de la era digital.
En Europa, existe un proyecto denominado Aprendizaje digital a través de fronteras, que aborda la necesidad de alinear la práctica educativa europea con las formas en que la tecnología digital está cambiando, es decir, cómo y qué aprendemos y cómo esto se aplica en la educación, en el que participan los actores inmersos en el aprendizaje como son los docentes y los estudiantes, convirtiendo a los primeros como agentes de innovación y cambio en la educación (Whewell et al. 2021). En Estados Unidos, el estudio de Buchholz et al. (2020) mostró evidencias de que la pandemia expuso a muchos educadores que no se encontraban versados en tecnología, esta situación se agravó cuando se vieron obligados a cambiar las pizarras y las aulas por las computadoras y las aulas virtuales, trasladando la enseñanza presencial a la virtual, de tal manera que se produjo un empalme en desventaja entre enseñanza, aprendizaje y tecnología, haciendo que los problemas de equidad y acceso que antes solo se era una condición de la población vulnerable a pasar a ser una condición sin discriminación.
En México, se han realizado esfuerzos por integrar las TIC al sistema educativo con programas como Computación Electrónica en Educación Básica, Red escolar, programa Enciclopedia y Habilidades digitales para todos y estos últimos años la implementación del programa federal Mi CompuMX y el Programa Inclusión y Alfabetización Digital, todos ellos con la finalidad de integrar a todos en la era digital y mejorar la calidad del aprendizaje, donde los docentes adoptan un importante protagonismo junto a los estudiantes (Beltrán et al., 2019; Martínez, 2020).
En Chile, Arancibia y Bustamante (2019) realizaron un estudio sobre las pizarras digitales interactivas y su efecto en el aprendizaje de los estudiantes, en el que puso en funcionamiento esta herramienta durante catorce semanas en el primer año de estudio básico, los resultados demostraron la contribución a la mejora de las habilidades lectoras de los estudiantes, reportándose de esta manera que dentro de las herramientas de orden digital también hay otras que aportan exclusivamente al propósito para lo cual fue creado. En Argentina, se creó el programa Aprender Conectados en 2018 y otros programas relacionados a la alfabetización digital en el período 2015 a 2019, como parte de las políticas de alfabetización digital que alcanzaron tanto docentes como estudiantes, identificado como motor de mejora de los sistemas de educativos masivos (González y Pangrazio, 2020).
En Perú, se han venido realizando esfuerzos para adoptar estas competencias en el sistema educativo y en 2017 se puede apreciar una muestra de ello al integrar en el nuevo currículo para la educación obligatoria, el empleo de las tecnologías de información en las aulas de clase, presentándose ciertas dificultades para su implementación como es la resistencia de los docentes a la era digital por un lado, la deficiente infraestructura para alcanzar el propósito y la resistencia de los estudiantes por la limitación de recursos para obtener un equipo donde pueda trabajar sus clases (Mateus y Suárez, 2017).
Bajo eso contexto, la pregunta que se pretende responder con este estudio se refiere a ¿Cuáles son las características de la alfabetización digital desde la perspectiva del directivo de escuela pública?, debido a que en este tema se han encontrado pocos estudios en el ámbito nacional y se requiere mostrar parte de nuestra realidad en las ideas expuestas. En función a lo mencionado, se plantea como objetivo determinar las características de la alfabetización digital desde la perspectiva del directivo de escuela pública. En ese sentido, la comunidad educativa debe desarrollar estrategias para transformar esta deficiencia, por un lado, que atraigan y comprometan a la comunidad estudiantil ávida de aprender, no obstante, las deficiencias que presenta el sistema educativo en cuanto a infraestructura y competencias docentes, por otro lado, motiven a los maestros a que este nuevo sistema facilita su actividad docente (Linne, 2020). De tal manera que el aporte de esta investigación es analizar los avances realizados en alfabetización digital en nuestro entorno y a nivel mundial, de esta manera poder saber las condiciones del avance realizado, por otro lado, se trata documentar las deficiencias que presenta el sistema educativo en el propósito de la alfabetización digital.
METODOLOGÍA
Se realizó una investigación bibliográfica, donde se seleccionó información relevante para el tema que se investigó. En cuanto a los criterios del estudio, se tiene que se buscó información en las bases de datos de Scopus, Ebsco, Scielo, Dialnet y Google Académico, también se tuvo en cuenta que todas referencias obtenidas sean de revistas indexadas y que no sobre pasen los cinco años de antigüedad. Así mismo, el idioma seleccionado para estas investigaciones fue el inglés y el español y también se tuvo en cuenta artículos nacionales y extranjeros. Siendo un estudio bibliográfico, se consideró estudios cuantitativos y cualitativos. No se consideró tesis de investigación y tampoco estudios de páginas web que no tengan fuentes confiables. Para realizar la búsqueda se tuvo en cuenta algunos criterios como es el caso de palabras relacionadas al tema, como son las siguientes: alfabetización digital, aprendizaje digital, competencias digitales, uso de herramientas digitales, todas estas dentro del contexto de la escuela pública.
Enfoque teórico
La alfabetización proviene del latín litteratus, derivado del término littera, que a su vez en español significa “letra”, por lo tanto, una persona alfabetizada es una persona “letrada”. Aunque el significado de alfabetización ha recibido diversas connotaciones y debido a esta característica se ha alterado en el tiempo (Bawden, 2002). De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española, Alfabetización es la acción de enseñar a una persona a leer y escribir (Real Academia Española, s.f.). este concepto sugiere tres elementos importantes a rescatar, el primero es la capacidad de leer y escribir, el segundo es poseer una competencia y el tercero es el aprendizaje. En 1990, mediante la Asamblea General de las Naciones Unidas, se declara como el Año Internacional de la Alfabetización, con ello se inicia un programa con el propósito de reducir el analfabetismo, lo cual originó un interés genuino por el significado de la alfabetización sobre todo en una época donde marca la pauta la sociedad de la información (Behrens, 1994). En el caso de McGarry en 1991, al respecto habla de que esta es una alfabetización impresa o básica porque requiere el uso de gráficos para representar el lenguaje hablado y a su vez Graff en 1994 (Bawden, 2002), indica que se requiere de un conjunto de técnicas para decodificar lo leído. Por otro lado, Rodríguez (2004) aporta a esta definición como una actividad de la persona que se torna significativa y en efecto transforma su realidad. De acuerdo a lo último, la alfabetización no solo es el hecho de leer y escribir un texto determinado, sino que implica algo más como la “aplicación de este conocimiento para propósitos específicos en contextos específicos” (Perazzo, 2008, p. 4).
En función de lo manifestado, en lo que respecta a la alfabetización digital esto se inscribe en el marco teórico de los estudios sociales de la tecnología, la cual sustenta la diversidad y multiplicidad de las relaciones que se establecen entre los participantes, sus experiencias y prácticas y el uso de las tecnologías en un determinado contexto (Perazzo, 2008). En particular, se nutre del enfoque constructivista social en el estudio de la tecnología, el cual es un campo aun en estudio, cuyo planteamiento se enfoca en que los aparatos tecnológicos son interpretados de acuerdo a cada cultura, lo cual muestra la existencia de flexibilidad en la forma de pensar con respecto a los artefactos (Pinch y Bijker, 1987). Regresando al enfoque constructivista social o también denominada sociocultural, cuya raíz de pensamiento se remiten a Vygotsky (1986) citado por (Camarillo, 2020), la cual es una corriente de la psicología según la cual el aprendizaje y adquisición de conocimiento se da mediante la interacción social en el marco de la cultura dominante. Es a través de este mecanismo que se va adquiriendo el conocimiento y a la vez mejorando y transformándose como un proceso de integración a una forma de vida (Flores et al., 2020). El contacto social con otros individuos de otras latitudes el cual se da mediante el contacto virtual haciendo uso de las TIC, permite a las personas a construir y a mejorar sus conocimientos que posiblemente antes no lo tenían o tal vez lo tenían, pero desde otra perspectiva y este contacto ayudó a mejorar y a ver desde de otro panorama lo que conocían con anterioridad (Galindo et al., 2012; Ortega y Gil, 2019). Así también, este contacto y proceso no solo se da mediante el uso de la computadora, sino, también a través de la televisión, la radio u otro medio donde se dé el contacto personal o virtual (Ledesma, 2014).
Aspectos conceptuales de la alfabetización digital
Para Buchholz et al. (2020), la alfabetización digital consiste en un conjunto de prácticas respaldadas por habilidades, estrategias y posturas que facilitan la comprensión de la información que se transmite mediante las diversas modalidades habilitadas por herramientas digitales. Bajo este contexto una persona con alfabetización digital es aquel que puede leer, escribir, comprender e interactuar haciendo uso de plataformas digitales dentro de una comunidad en línea, incluso avanzando un poco más de esta dimensión, el ciudadano con alfabetización digital es aquel que se comunica sin límites, sin prejuicios y sin discriminación que trabaja colectivamente por la equidad y el cambio.
Según Luthfia et al., (2021) es un término que se refiere a un conjunto básico de habilidades que se requieren para el uso de una computadora o tecnologías empleando del internet para realizar funciones como prender y apagar un dispositivo, abrir un documento y guardar un archivo, no obstante, siendo lo mencionado insuficiente para llamarlo alfabetización digital, son la base o el motor para desarrollar las habilidades necesarias para dicha alfabetización, siempre solicitando la disposición y voluntad sometidas al aprendizaje de una nueva dimensión en el camino del desarrollo. Para Lamoth et al. (2020) la alfabetización ha evolucionado en el tiempo, pasando de ser un conocimiento básico para tener acceso a la información escrita, de tal forma que ahora no solo se limita a leer y escribir. En la actualidad se habla de una alfabetización digital que comprende un conjunto de habilidades que va desde el aspecto técnico a la capacidad de poder desenvolverse sin problemas en la sociedad de la información, esta capacidad también integra la interrelación con los diferentes agentes haciendo uso de los medios digitales como la computadora, el celular, Tablet, entre otros.
En ese mismo propósito se tiene a Urdaneta et al., (2018) quienes la definen como una estrategia eficaz y eficiente que busca incluir a todos los estudiantes en la sociedad de la información que ha tenido como característica la transferencia de la misma planteando una comunicación impersonal, disminuyendo la brecha de las diferencias y valorando el aporte de los integrantes, de tal manera que se acoplen al nuevo paradigma de aprendizaje. No obstante, estas brechas aún son verificables en la realidad latinoamericana, pese a los esfuerzos del gobierno por implementar la infraestructura digital y mejorar las políticas públicas para fortalecer la alfabetización digital (Sánchez et al., 2017). Precisamente, el problema de la brecha digital podría deberse al deficiente planteamiento de las políticas públicas, las cuales no son siempre exitosos porque no se ajustan a la realidad, pues estas son elaboradas desde un escritorio y no desde la realidad nacional, donde se cierne esta problemática como es el caso de los docentes en provincias donde no llega la señal, donde no son capacitados y mucho menos aún bien remunerados.
Resistencia del estudiante frente a la alfabetización digital
El uso de las tecnologías digitales en el mundo ha dado paso al ingreso de la sociedad de la información, éste ha generado una transformación y un impacto irreversible en las interacciones de las personas, creando nuevos espacios de comunicación, maneras de retroalimentarse entre ellas y donde la distancia solo es una idea y el tiempo de transferencia de información se ha traducido en segundos (Flores, 2020). Las TIC son herramientas fundamentales del desarrollo de las sociedades, pero ello implica tener acceso a internet, contar con un correo electrónico, contar con una cuenta en las redes sociales, hacer comercio digital, entre otras cosas que la da la infraestructura digital que requiere toda sociedad si quiere ser parte de la era digital (García et al., 2021). Esta nueva tendencia ha implicado la exigencia de adoptar una nueva forma de enseñar y aprender, cuya producción de conocimiento es el insumo del desarrollo de la nueva generación, marcando de esta manera una emergente cultura digital, demandando del sector educativo un replanteamiento del currículo donde integre las tecnologías digitales (Calle y Lozano, 2018; Figueroa et al, 2019).
Por otro lado, considerando que la alfabetización en tiempos anteriores era una prioridad para erradicar el analfabetismo en la gente, en la actualidad se da otro tipo de alfabetización, esta es la digital y muchos gobiernos han hecho esfuerzos por hacerlo desde el nivel escolar, tal es el caso de Indonesia que el gobierno ha implementación las tecnologías de información en las escuelas públicas para mejorar el hábito de lectura en los estudiantes, ya que no les gusta leer y los indicadores afirman que se encuentran en una clasificación de nivel bajo (Putut, 2020).
Considerando que los estudiantes de esta época son nativos digitales porque la tecnología para ellos es de fácil acceso lo que hace que su adecuación a las aulas virtuales sea más rápida de entender, es decir están familiarizados con los medios digitales (Putut, 2020). Sin embargo, esta realidad no es una generalidad, debido a que estudios recientes manifiestan que sus habilidades digitales lo emplean para actividades de entretenimiento y comunicación no en el uso de estas herramientas para adquirir conocimiento (Reyes et al., 2021). Esto implica que los estudiantes también presentan dificultades en el aprendizaje mediante el uso de las aulas virtuales, por esta razón en esta época de pandemia las evaluaciones se han flexibilizado hasta el punto de incluso aprobar la materia a estudiante que han presentado dificultades.
En ese mismo esquema de pensamiento, es importante anotar la influencia nociva de las herramientas que también se usan para el aprendizaje como es el caso del celular, Tablet o laptop, mismas que se emplean para que los estudiantes tomen sus clases, pues se han registrado adicción infantil y juvenil a las TIC, situación que ha quedado registrado en diferentes estudios que se han realizado a nivel internacional en países del continente europeo, asiáticos y latinoamericanos (Sola et al., 2019). Por lo que se puede inferir que este problema que causan la alfabetización digital en los niños y adolescentes es un tema que se debe tratar con suma atención y establecer estrategias conjuntamente con los padres para evitar este tipo de eventos y precisamente la alfabetización digital es una estrategia para la transformación educativa (Urdaneta et al., 2018).
Frente a esta situación, de problemas presentados por el estudiante en el aprendizaje la figura del docente es clave para interactuar, aclarar, complementar y facilitar la asimilación de conocimientos, interviniendo en aquellas situaciones que el estudiante encuentra dificultades, mostrándole los contenidos y la utilidad del sistema (Linne, 2020). De esta manera, el estudiante no sentirá que no comprende sus clases y por lo tanto debe abandonarlo o no poner atención, perjudicando de esta manera su aprendizaje y posterior desarrollo educativo.
Resistencia del docente frente a la alfabetización digital
Dentro de las investigaciones que señalan las virtudes de las TIC para la educación, se encuentran aquellas que advierten que la generación de docentes tradicionales se opone y en algunos casos critica duramente la inserción de este sistema en las aulas, pues aseguran que los recursos digitales no prometen aprendizajes comprensivos, creativos y críticos (Linne, 2020). En función a este punto de vista pretenden esgrimir su resistencia a formar parte de los maestros de esta generación que ostentan competencias digitales en su práctica docente. Es por ello, que debe existir un proceso de alfabetización digital que implique la adquisición de competencias, de tal manera que haya menos resistencia porque se obtendrá un nuevo maestro que interactúa a través de las TIC, como ciudadano, autónomo, reflexivo, de espíritu crítico y sobre todo demente abierta (Calle y Lozano, 2019).
En México en 2014 se realizó un estudio acerca del impacto que genera la entrega de equipos de forma gratuita por el gobierno para ingresar a la escuela en la era digital, los principales hallazgos encontrados fue que los docentes presentaban un bajo conocimiento de las TIC, destacando con ello la poca formación de los docentes en el tema y además el poco interés de integrar estas herramientas a su práctica educativa (Beltrán et al., 2019). En el Perú en 2017, también se efectuó un proceso similar, donde los resultados indicaron que es importante la preparación del docente en las nuevas tecnologías y sobre todo asumir una actitud positiva con una menor dosis de prejuicios sobre estos medios para integrarlos no solamente como herramienta auxiliar sino en todo el desarrollo temático de su clase (Mateus y Suárez, 2017).
Uno de los desafíos aún pendientes en el sistema escolar es la incorporación plena de las tecnologías sistemas en las prácticas pedagógicas de los maestros para evaluar su impacto real en los aprendizajes (Arancibia y Bustamante, 2019). Esto se debe a que aún la infraestructura digital en el Perú no está establecida en su totalidad y presenta dificultades a nivel estructural y decisión política (Huanca et al., 2020). Sin embargo, lo mencionado solo forma parte de la punta de la madeja con respecto a esta problemática, pues sí los docentes no se encuentran capacitados para afrontar esta nueva realidad, es porque el Estado tampoco se ha preocupado con antelación en la preparación de estas capacidades en los docentes de las escuelas públicas, tampoco ha mejorado sus remuneraciones para que en todo caso, ellos mismos puedan prepararse en esas capacidades, pero estos son temas colaterales al problema que se aborda en esta investigación (Urdaneta et al., 2018).
La adopción del nuevo sistema no solo implica la aceptación a regañadientes de la situación, sino que se debe asumir una postura receptiva de los docentes cuestionando las prácticas tradicionales y modificando las propias para adaptarlas a las nuevas formas de aprendizaje que estas herramientas facilitan (Arancibia y Bustamante, 2019). En otras palabras, requiere un cambio de paradigma dejando las prácticas tradicionales para asumir otras y caminar acorde a las nuevas tendencias y los nuevos formatos que asume un aprendizaje digital donde están inmersos estudiantes y docentes (Dias y Gomes, 2020). De acuerdo a lo mencionado, la escuela se encuentra ante el reto de incorporar las TIC en el aula, para que tanto profesores como estudiantes vincules estas herramientas digitales a su práctica académicas y sus actividades sociales (Calle y Lozano, 2019). Complementando ideas anteriores se requiere la intervención del Estado para fortalecer las capacidades digitales de los docentes por un lado, se requiere la total disposición del docente a aprender y sobre todo defender una educación de calidad.
De esta manera, el profesor debe aceptar el reto y cambiar su antigua modalidad de trabajo creando nuevos productos didácticos que apoyen su práctica docente. En otras palabras, el docente en este nuevo contexto debe diseñar nuevos materiales para su clase, en el camino de innovar su cátedra e incluso plantear objetivos paralelos que complementen el fin primigenio de la mejora de la calidad de la educación (Lamoth et al., 2020). Bajo esa perspectiva se espera que el Estado haga algo, pero también se espera que el docente comience con algo y esto se refiere a que disponga su mejor esfuerzo por aprender teniendo a disposición herramientas gratuitas en las plataformas virtuales haciendo uso del internet.
Ventajas de la alfabetización digital
La alfabetización digital con todas las dificultades que ha traído a los países en proceso de desarrollo y a las personas menos favorecidas, cuenta con muchas fortalezas y oportunidades para la población, una de las más importantes es que reduce la brecha entre las personas que presentan alguna dificultad motora con aquellas que pueden desplazarse sin problemas (Buchholz et al., 2020), es decir el empleo de las Tic hace que las diferencias se acorten porque la interrelación se hace haciendo uso de una computadora donde el interlocutor solo se da a conocer mediante sus opiniones y aportes. Otra de las ventajas es que las personas y sobre todo los jóvenes pueden formar parte de la opinión pública mediante sus intervenciones empleando los medios digitales (Luthfia et al., 2021). De tal manera, que la alfabetización digital permite que la ciudadanía pueda participar en los procesos de decisión del gobierno al que pertenece y además ser un participante crítico de la información que las instituciones del Estado compartan en sus plataformas digitales (Ospina et al., 2018).
En tal sentido, la alfabetización digital se torna en uno de los principales retos de todo gobierno en la esfera internacional, porque el desarrollo de las tecnologías de información produce un impulso y una transformación global en las economías y por ende también mejora la calidad de vida la población como efecto de las nuevas perspectivas (Soto et al, 2020; Sánchez et al., 2017). De esta manera, las competencias digitales son imprescindibles para alcanzar el propósito mencionado y abarcar una verdadera sociedad de la información y por ende del conocimiento en los entornos académicos, pues contribuyen a la generación, transferencia y potenciación del conocimiento y el aprendizaje (Sánchez et al., 2017). Asimismo, estas competencias son indispensables en el contexto actual de pandemia y en el ámbito educativo, donde se han expuesto la deficiencia de las mismas, aspecto que no ha permitido que las personas sean competitivas en el trabajo remoto en las diferentes actividades (Díaz y Loyola, 2021).
CONCLUSIONES
En función al objetivo general planteado al inicio de esta investigación, las características de las alfabetización digital desde la perspectiva del directivo de la escuela pública es que la alfabetización digital es una competencia que le permite a la persona leer, escribir, comprender e interactuar haciendo uso de plataformas digitales dentro de una comunidad en línea, el ciudadano que cuenta con estas capacidades se comunica sin límites, sin prejuicios y sin discriminación, porque ha comprendido que este es un medio que promueve la equidad y el cambio.
Teniendo en cuenta que los jóvenes pertenecen a la era digital, gran parte de ellos se resisten a la alfabetización digital, no obstante, cuentan con las capacidades, prefieren emplear sus medios digitales para otros propósitos como los juegos en línea, entre otro tipo de información, pero huyen al estudio empleado como herramienta los medios digitales.
Otra de las características, es que existe resistencia frente a la alfabetización digital de docentes que prefieren las clases tradicionales con el uso de la pizarra, esta situación es porque no cuentan con las competencias digitales y al solicitarles que lo hagan, ellos salen de su zona de confort y esto es lo que les produce temor al no saber estar a la altura de las exigencias pedagógica actuales.
Por otro lado, la alfabetización digital presenta algunas ventajas como es el caso del acceso a basta información que se encuentra en las bases de datos que existen en el internet. Así también, las personas que cuentan con estas capacidades pueden participar en las decisiones del gobierno con sus aportes mediante la participación ciudadana.