Estimado Editor:
Los temas en relación con la salud sexual y reproducción (SSyR) en los países de América Latina están generalmente dirigidos a las mujeres, considerando a los hombres como actores secundarios, incluso aun cuando la legislación en países como Colombia (Resolución 3280 de 2018 del Ministerio de Salud y Protección Social) establece la atención integral en salud. A pesar de esta falencia, es quizás igual de preocupante, lo que reporta la interesante investigación del profesor Alejandro Fadragas Fernández A (1), quien después de analizar las respuestas de casi 200 especialistas en medicina general encontró que la mayoría de los profesionales consideran que no existe suficiente presencia de los temas relacionados con SSyR en su especialización y creen que están insuficientemente preparados en un tema, que como ellos mismo reportan, es frecuente en sus consultas con los pacientes, situación que probablemente es común en la mayoría de los países de la región y que impacta negativamente la calidad de los sistemas de salud y de la sociedad en general.
Y quizás lo más importante, es que no es una discusión exclusiva de los profesionales en salud, en un reciente estudio realizado en estudiantes jóvenes chilenos (14,7 ± 1,6 años), si bien un alto porcentaje reportó que recibían información de educación sexual, solo el 10,7 % considera que esa educación es suficiente (2), sin mencionar el impacto negativo que puedan amplificar las redes sociales en los adolescentes, los cuales son considerados como nativos digitales, pero se reporta que uno de cada cuatro recibe pornografía en su correo electrónico (3).
En conjunto, esto se suma a las falencias que se tienen en relación con la participación del hombre en los programas de SSyR, por lo que es necesario: continuar con los esfuerzos que intenten romper los micro machismos y los estereotipos de género, determinar que opinan los hombres sobre SSyR, fomentar la detección de microorganismos responsables de infecciones de transmisión sexual tanto en mujeres como en hombres, considerando la búsqueda activa de los microrganismos incluso en población asintomática (4), concientizar a los hombres que la salud en general y principalmente la SSyR son aspectos importantes que permiten mejorar o afectar drásticamente su calidad de vida (5), estas entre otras acciones permitirían ayudan a evidenciar a la sociedad en general, a los especialistas, a los tomadores de decisiones políticas y educativas en la escuela y en la educación superior que la SSyR es responsabilidad de todos.
Por lo tanto, si bien las políticas en cada país cada día son más claras e inclusivas sobre la importancia de impartir en los centros educativos educación sexual que permita a las poblaciones tomar mejores decisiones en relación con su SSyR, es necesario mejores y más esfuerzos para que no solo los estudiantes de las escuelas y colegios adquieran comportamientos seguros, sino que se necesitan políticas que permitan incrementar el contenido de estos temas en la formación de profesiones y especialistas, lo cual seguramente repercutirá positivamente en una mejor información impartida por el profesional de salud a los pacientes.