Señor editor

En el mundo, la rabia humana es responsable de alrededor de 60.000 muertes humanas al año y la gran mayoría de los casos humanos son transmitidos por perros. En los últimos 35 años, los casos de rabia humana y canina se han reducido en más del 95 % en América Latina y el Caribe. En 2017, solo se registraron 19 casos en la región. México se convirtió en el primer país del mundo en recibir la validación por parte de la Organización Mundial de la Salud OMS) por haber eliminado con éxito la rabia humana transmitida por perros. También ha habido una disminución en la cantidad de muertes humanas relacionadas con la rabia en los Estados Unidos, desde más de 100 al año a principios del siglo XX ¹).

La transmisión de la rabia en Cochabamba está relacionada con mordeduras de perros infectados portadores del virus. La falta de vacunación adecuada y el control de la población canina contribuyen a la persistencia de la enfermedad en la zona.

La incidencia de la rabia humana en el departamento de Cochabamba, Bolivia, es un asunto de gran preocupación. Durante la última década, se han documentado ocho casos en la región. Estos casos se distribuyen de la siguiente manera: dos en 2015, dos en 2017 y cuatro en 2021. Esta situación plantea un riesgo significativo para la población local, y se requiere una atención inmediata para abordar este problema de salud pública. Nos gustaría hacer algunas acotaciones sobre esta enfermedad ⁴).

Es esencial abordar este asunto mediante medidas preventivas y de control efectivo. Algunas de las medidas que podrían ser adoptadas son:

La implementación de campañas de vacunación, se aconseja llevar a cabo dos campañas masivas de vacunación antirrábica en perros, con el propósito de asegurar que cada animal reciba al menos una dosis de protección. Además, es fundamental realizar una vacunación regular y sistemática de los cachorros en los centros de zoonosis cada año. Estas medidas son importantes para reducir la cantidad de casos y prevenir su propagación. Al asegurar una cobertura amplia y continua de vacunación en la población canina, se establece una barrera efectiva contra la rabia y se preserva tanto a los animales como a los individuos afectados por esta patología grave.

Es esencial educar a la población sobre la rabia humana, incluyendo la importancia de evitar el contacto con animales desconocidos o potencialmente infectados. Promover la adopción de prácticas seguras al tratar con animales y cómo reportar posibles casos de rabia.

Es necesario fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica para detectar tempranamente casos de rabia en animales para un control del foco oportuno que dé resultados de forma efectiva. Además, se deben implementar medidas de control de la población canina que incluya; la esterilización y castración para prevenir la reproducción descontrolada, promover la adopción responsable de perros, implementar registros y licencias, realizar campañas de concientización y llevar a cabo programas de captura, esterilización/castración y liberación para perros callejeros.

Garantizar que las personas que han sido mordidas por animales sospechosos de rabia tengan acceso inmediato a servicios de atención médica adecuados. Esto incluye la administración de la vacuna antirrábica y, en algunos casos, la aplicación de inmunoglobulina antirrábica.

Es fundamental que las autoridades de salud y los organismos pertinentes trabajen de la mano para abordar el problema de la rabia humana en Cochabamba. La colaboración entre el gobierno, los profesionales de la salud, veterinarios y la comunidad en general, es esencial para implementar estrategias efectivas de prevención y control, con el objetivo de reducir la incidencia de la enfermedad y proteger la salud de la población.