ARTÍCULOS CIENTÍFICOS

 

Diagnóstico en la formación del ingeniero civil basada en competencias, caso: FNI/Oruro

 

Training diagnostic for competency-Based Civil Engineering, case: FNI/Oruro

 

 

Salazar Murillo, Rodrigo
Consultor Independiente salazarmurillorodrigo@gmail.com Oruro, Bolivia
Fecha de Recepción: 14 de diciembre de 2020 Fecha de Aprobación: 26 de febrero de 2021 en reunión de Comité Editorial

 

 

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Resumen

La implementación de la formación basada en competencias en las universidades de Bolivia contrasta con las quejas de los profesionales sobre una brecha existente entre lo laboral y lo académico que implican la existencia de falencias en las competencias desarrolladas. Para indagar más a profundidad este problema, se necesita delimitar las competencias por categorías para consultar a los profesionales del área e identificar el tipo de competencia con mayores problemas en los nuevos profesionales, identificándose que existe conformidad con el conocimiento teórico adquirido en la universidad y siendo que el mismo se relaciona a las competencias específicas, por lo cual se escogen las competencias genéricas para una segunda encuesta partiendo del listado establecido por el Proyecto Tuning para América Latina en la ingeniería civil y recogiendo opiniones sobre el grado de formación según los mismos estudiantes, y el grado de relevancia para los profesionales para cada competencia del listado definido. Se identifica de esta forma que de entre las competencias con menor grado de desarrollo según los estudiantes, aquella que coincide con las competencias más relevantes para los profesionales, se tiene “la capacidad para formular y gestionar proyectos”, misma que necesita ser reforzada por las universidades en Oruro.

Palabras clave: Formación Basada en Competencias, Estudio de Diagnóstico, Ingeniería Civil

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Abstract

The implementation of competency-based training in Bolivian universities contrasts with the complaints of professionals about an existing gap between work and academics that imply the existence of deficiencies in the competencies developed. In order to investigate this problem in more depth, it is necessary to delimit the competences by categories to consult the professionals of the area and identify the type of competence with greater problems in the new professionals, identifying that there is conformity with the theoretical knowledge acquired in the university and being that the same is related to the specific competences, for which the generic competences are chosen for a second survey starting from the list established by the Tuning Project for Latin America in civil engineering and collecting opinions on the degree of training according to the students themselves, and the degree of relevance for the professionals for each competence of the defined list. It is thus identified that among the competencies with the lowest degree of development according to the students, the one that coincides with the most relevant competencies for professionals is “the ability to formulate and manage projects”, which needs to be reinforced by the universities in Oruro.

Keywords: Competency Based Training, Diagnostic Study, Civil Engineering

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1. Introducción

En la actualidad se viene implementando la formación basada en competencias en las universidades de Bolivia según es descrito en el modelo académico del Sistema de la Universidad Boliviana 2015-2019 en su numeral 4.4.4. (Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana, 2014, p. 77), donde señala que el modelo de formación basada en competencias fue implementado en el Sistema de la Universidad Boliviana a partir de talleres realizados en la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba en octubre del 2013 y en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno de Santa Cruz en julio del 2014, sin embargo, tanto estudiantes como profesionales suelen quejarse sobre una brecha existente entre lo académico y el ámbito laboral, misma que no debería estar presente considerando la implementación de competencias. Esto deriva a preguntar, ¿qué competencias están siendo implementadas de forma insuficiente?

Para poder responder esta pregunta, debe elegirse una clasificación de competencias a considerar, de donde seleccionar el tipo de competencia más afectada mediante encuestas aplicadas a profesionales del área. Identificada el tipo de competencia a desglosar, se requiere partir de un listado ya establecido de competencias para el área determinado en estudios existentes en la región. Partiendo del listado, se contrasta la opinión de estudiantes y profesionales del área en lo referente al grado de formación y el grado de importancia para su vida profesional de cada una de las competencias listadas con lo cual se logra identificar las competencias menos implementadas, pero más requeridas.

Los resultados del presente trabajo se constituyen en un punto de partida para ajustar el sistema implementado en la universidad en base al diagnóstico de las competencias realizado, de forma que pueda reforzarse la formación de las competencias más críticas para acercarse más al perfil profesional requerido. Lo mismo debe constituirse en un ciclo de mejora continua.

Referente a los estudios existentes que enlistan competencias del área, se tiene el realizado por el grupo CASEL a nivel internacional y el documento publicado por el CONFEDI en Argentina, ambos descritos por Paoloni, Chiecher y Elisondo (2019). Sin embargo, el estudio de mayor envergadura realizado en la región y que se constituye en fuente del listado de competencias para el presente trabajo es el Proyecto Tuning.

En función a lo descrito, se plantea como objetivo general identificar el tipo de competencia más desfavorecido en el área, y dentro de las competencias que lo componen establecer cuáles son las competencias más requeridas, pero menos desarrolladas en el campo de la ingeniería civil en Oruro. Para lo mismo, es necesario aplicar encuestas a profesionales del área para elegir un tipo de competencia a desglosar, seleccionando un estudio de base elaborar el listado de competencias pertenecientes al tipo identificado y consultar con estudiantes y profesionales para poder discriminar aquellas que son más importantes para los profesionales, pero menos desarrolladas por los estudiantes.

Concepto de competencia

Como lo reconoce Vargas Leyva (2008) existen múltiples concepciones del término competencia, donde todas se centran en los resultados del aprendizaje. Los conceptos de competencia son “abordados desde diferentes enfoques buscando que las personas se apropien de los saberes y los apliquen en acciones concretas con idoneidad y   responsabilidad” (Tobón, 2013, p. 57), es decir que la formación basada en competencias busca que el conocimiento sea aplicado en el ámbito profesional de la mejor forma posible, concepto señalado por Gallino e Isis Cerato (2013, p. 85) como: “el de saber hacer en un contexto”, aunque también afirman que se deben desarrollar competencias para el desarrollo humano integral, mediante “saber qué hacer con lo que se sabe, formación de pensamiento esencialmente científico, apertura al pensamiento intuitivo, creatividad, formación de valores, dar respuesta a las necesidades de diversos agentes sociales, etc.” (Gallino e Isis Cerato, 2013, p. 87).

De lo descrito, puede decirse que inicialmente el concepto de competencias nació de las capacidades de aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en la formación superior para atender situaciones conflictivas y problemas del ámbito laboral en determinado contexto, sin embargo esta formación enfocada a lo práctico junto con la evolución de las tecnologías que generan circunstancias cambiantes a ritmos vertiginosos, suelen derivar en situaciones estresantes  y  complejas   para  los  ámbitos  no solo  laborales,  sino   también  abarcando  a   la vida familiar y en sociedad (Paoloni, Chiecher y Elisondo, 2019), motivo por el cual y según el enfoque socioformativo, se ve por necesario incluir dentro de las competencias a formar, aquellas que permitan desarrollar al individuo con valores adecuados para su vida en sociedad contribuyendo al desarrollo de la misma, lo cual requiere de “un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, valores y virtudes que garantizan la bondad y eficiencia de un ejercicio profesional responsable y excelente” (Vargas Leyva, 2008, p. 25), constituyéndose las competencias en “(…) actuaciones integrales de las personas ante actividades y problemas del contexto con el mejoramiento continuo, ética e idoneidad (…)” (Tobón, 2013, p. 25). De esta forma, es que las competencias pasan de abarcar el saber y el saber hacer, para incluir el saber ser.

Clasificación de competencias

El conjunto de habilidades, conocimientos, destrezas y actitudes que conforman a las competencias, puede clasificarse de diversas formas. Según Pérez Gómez (2019, p. 27), se presentan cuatro clases de competencias:

·       Competencias básicas o instrumentales.

·       Competencias genéricas, transversales, intermedias, generativas o generales.

·       Competencias específicas, técnicas o especializadas.

·       Meta-competencias, meta-qualities o meta- skills

Asimismo, el Proyecto Tuning cuenta con una clasificación propia, que clasifica las competencias en básicas, genéricas y específicas (Vargas Leyva, 2008). Esta clasificación es adoptada para el presente trabajo.

Competencias básicas

Aunque algunos autores relacionan directamente las competencias básicas con las competencias genéricas, para Tobón (2013) las competencias básicas son aquellas esenciales para vivir en sociedad, mismas que se desarrollan en la educación básica, motivo por el cual no son objeto de diagnóstico en el presente trabajo.

Competencias genéricas

Más relacionadas al saber ser, las competencias genéricas son responsables del éxito en la vida y el ámbito profesional, por lo que deben ser abordadas desde la familia, y durante la educación básica hasta la educación superior, siendo también conocidas por esta causa como competencias transversales para la vida (Tobón, 2013). “Son competencias indispensables para que la persona pueda tener un futuro profesional provechoso y a largo plazo   satisfactorio” (Pérez Gómez, 2019, p. 33), y se considera que estas competencias favorecen la adaptación de las personas al contexto y a circunstancias imprevistas mejorando las probabilidades de éxito, y a la vez fomenta el comportamiento más ético, integral y humano (Paoloni, Chiecher y Elisondo, 2019), buscando resolver situaciones profesionales. Son comunes entre profesiones afines y deben desarrollarse de forma transversal a todas las materias de las mismas.

Sin embargo, la formación de estas competencias según es descrito en el estudio presentado por Gallino e Isis Cerato (2013, p. 90) se caracterizan en que “los aportes de niveles educativos anteriores son muy bajos”, es decir que las competencias genéricas o transversales a desarrollar para la vida profesional se desarrollan con mayor énfasis en la educación superior.

Competencias específicas

Como su nombre lo indica, son las competencias específicas para cada profesión que requiere el profesional para desempeñarse en su vida laboral y cumplir con sus deberes propios a cada rama profesional. Por tal motivo, suelen desarrollarse específicamente en la educación superior, y guardan una relación más estrecha al contenido propio de cada carrera y su malla curricular, pues como señala Gallino e Isis Cerato (2013, p. 88), “se relacionan con cada área temática, y tienen una gran importancia para cualquier titulación al estar específicamente relacionadas con un conocimiento concreto”.

Proyecto Tuning

El 19 de junio de 1999 se firma en Europa la declaración de Bolonia, estableciendo la necesidad de incrementar la competitividad del sistema Europeo de educación superior, adoptar un sistema de titulaciones comparable promocionando la obtención de empleo, establecer un sistema de créditos motivando la movilidad estudiantil, respetando la diversidad y autonomía propias de cada universidad, por lo cual se enfoca más en una convergencia de las universidades que en estandarizarlas (Einem et al., 1999).

En respuesta a la declaración de Bolonia, nace el Proyecto Tuning en Europa el año 2000 como “proyecto sintonizador de las estructuras educativas en Europa” ((Pérez Gómez, 2019, p. 23) basado en cuatro ejes de análisis: competencias profesionales, créditos académicos, acreditación, y evaluación, donde la competencia profesional, según resalta Vargas (2008), se caracteriza por ser correlacional, holística y contextual.

Es en este sentido, que, recurriendo a lo contextual, las competencias profesionales que puedan identificarse para una región no serán necesariamente las mismas para las demás regiones. Al respecto, el Proyecto Tuning trasciende fronteras, y se extiende hacia otros  continentes, realiz ándose desde el 2003 el Proyecto Tuning para la región de América  Latina,  mismo que se caracterizó por agrupar el trabajo de 21 universidades e institutos de educación superior de 18 países, y de todas las profesiones que abarca, en una primera fase del 2004 al 2007 se identifican las 10 competencias genéricas de mayor importancia para la profesión de ingeniería civil, y posteriormente en una segunda etapa comprendida entre el 2007 y el 2012 se incluyen seis competencias genéricas debido a los cambios existentes en el contexto (Guerrero Spínola et al., 2013), obteniéndose el listado presentado en la Tabla 1:

Tabla 1 . Competencias genéricas según Proyecto Tuning América Latina

Fuente: (Guerrero Spínola et al., 2013, pp. 17-18, 44)

 

2. Materiales y Métodos

El presente trabajo engloba dos encuestas realizadas inicialmente en los meses de febrero y marzo del 2018, y posteriormente en diciembre del 2020 como parte de los trabajos para la concreción de diplomado y maestría en educación superior. La investigación fue de carácter cuantitativo no experimental transversal de tipo descriptivo, donde solamente se busca “recoger información de manera independiente o conjunta sobre los conceptos o variables a las que se refieren” (Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, 2014, p. 92) sin establecer las relaciones existentes entre estos. Al tratarse de un trabajo no experimental, responde a un método teórico analítico-sintético donde se desglosa las competencias en sus clasificaciones por tipo en la primera encuesta, y luego el tipo identificado de competencia es disgregado en todas las competencias que lo componen según estudios existentes para el área, para posteriormente establecer cuáles de entre las competencias desglosadas requieren ser reforzadas en la educación superior. Este método teórico es empleado con mayor frecuencia para buscar y procesar información (Rodríguez Jiménez y Pérez Jacinto, 2017).

En la primera encuesta realizada, se delimita la población a aquellos profesionales ingenieros civiles que desempeñen sus funciones en el ámbito de la ingeniería sanitaria en Oruro, abarcando a personal de las instituciones y empresas de la ciudad relacionadas al área, debido a las deficiencias identificadas en etapas de diseño, ejecución y operación de sistemas de alcantarillado sanitario que deriva en problemas de funcionamiento, modificaciones en la ejecución del proyecto con su respectivo incremento al monto de contrato, entre otros problemas.

Se recopila información mediante encuestas con preguntas cerradas de opciones múltiples y preguntas con escala de Likert, habiéndose elaborado una encuesta inicial, para revisión del tutor asignado y validada con su aplicación a un grupo reducido de prueba antes de alcanzar a la población objetivo total. No se hicieron análisis del grado de fiabilidad del instrumento.

La población delimitada fue de 95 ingenieros civiles de 11 empresas constructoras y 11 consultoras con proyectos de alcantarillado sanitario en la ciudad, junto con personal de EMAGUA, FPS, Unidad de Drenaje Urbano del Municipio, Unidad de Agua, Saneamiento  

Básico y Vivienda de la Gobernación y el Servicio Local de Acueductos y Alcantarillado SeLA- Oruro, calculando una muestra de 76 personas con un margen de error adoptado del 5% y nivel de confianza del 95%, sin embargo, al realizar las encuestas se constató la dificultad de conseguir respuestas de la población objetivo, siendo que de 84 personas encuestadas, solamente aceptaron realizar el llenado un total de 60 personas. Por este motivo, se empleó la ecuación 1 propuesta por Pedro Morales Vallejo (2012) para situaciones donde se determina el valor del error cuando se trabaja con la muestra que se ha podido conseguir, determinándose un margen de error de 7.7%. El muestreo inicialmente planteado fue por racimos considerando la concentración de la población por instituciones, sin embargo, se descartó el muestreo probabilístico al observarse que para alcanzar la muestra del 80% de la población, se llegó a realizar encuestas al 88% del total de la población y solamente se obtuvieron respuestas del 63% que resulta inferior al 80% buscado, por lo cual la muestra no es probabilistamente representativa.

Ecuación 1 . Margen de error al extrapolar de la muestra a la población

Fuente: (Morales Vallejo, 2012, p. 12)

Donde:                       

  Margen de error a determinar

   Varianza de la población

      Valor correspondiente al nivel de confianza

     Tamaño de la muestra conocido

     Tamaño de la población

En la segunda encuesta realizada en diciembre del 2020 y en aplicación de aprendizajes de la anterior encuesta realizada, se procede a emplear formularios digitales y ampliar la muestra para abarcar a todo el campo de la ingeniería civil englobando estudiantes y profesionales para contrastar sus opiniones y valoraciones como forma de determinar si las competencias transversales que se desarrollan en la vida universitaria desde la perspectiva de los estudiantes tiene coherencia con las competencias relevantes para los profesionales partiendo del listado establecido por el Proyecto Tuning según la Tabla 1.

La encuesta se compuso de una pregunta cerrada inicial para separar a los encuestados entre profesionales y estudiantes, para luego aplicar la escala de Likert sobre el listado de competencias definido en el Proyecto Tuning para América Latina. Se elabora una encuesta inicial que es revisada con el docente revisor asignado, y posteriormente validada por medio de la aplicación a un grupo piloto reducido para determinar si es comprensible para la población objetivo. No se realiza un análisis de la fiabilidad del instrumento.

Debido a experiencias anteriormente descritas, se aplica un muestreo no probabilístico por medio de muestras bola de nieve (Morales Vallejo, 2012) donde por medio de los primeros encuestados, se procede a alcanzar a otros sujetos de características similares por información proporcionada por los primeros. El muestreo no probabilístico es aceptable para investigaciones cuantitativas y cualitativas, sin embargo, no puede ser generalizado a la población, lo cual representa una desventaja para el presente trabajo (Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, 2014), misma que es aceptada por las limitaciones de tiempo y capacidad para obligar a los encuestados a responder, obstáculos observados en la primera encuesta realizada.

Se alcanzó a un total de 35 profesionales y 37 estudiantes encuestados. En ambos casos, aplicando la ecuación 1, se obtiene un margen de error de 16.4% para el grupo de profesionales para una población estimada de 1889 ingenieros civiles según registros para Oruro a la fecha 11 de diciembre de 2020 (Sociedad de Ingenieros de Bolivia, 2020), y un margen de error de 16.0% para el grupo de estudiantes con población aproximada de 2137 estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Técnica de Oruro según estadísticas universitarias del 2014 (Dirección de Planificación Académica, 2015).

 

3. Resultados

En la primera encuesta realizada, se determinó que, desde la perspectiva de los profesionales, las nuevas generaciones de profesionales producto del enfoque basado en competencias, presentan un grado de formación en general regular (63.3%), considerando que el contenido teórico es bueno (48.3%). Se evidencia una mayor dispersión de respuestas en lo relacionado a la causal de errores de diseño, que factores contribuyen a no cometer errores y los medios más adecuados para enseñar ingeniería sanitaria. Las dos respuestas con mayor valoración a las preguntas descritas se presentan en la Tabla 2.

Tabla 2 . Respuestas con mayor porcentaje en primera encuesta

Fuente: Elaboración propia en base al trabajo de campo.

Del estudio, se observa que los profesionales del  área  no  se  encuentran   conformes  con la formación de los nuevos profesionales basados en competencias, sin embargo, señalan que el contenido teórico de la materia es bueno, con lo cual se concluye que existen problemas con las competencias formadas no relacionadas a lo específico de la materia que corresponde al “saber”, por lo cual se decide indagar más a profundidad las competencias transversales en el campo de la ingeniería civil en la siguiente encuesta.

Para la segunda encuesta, se enfoca a contrastar las competencias transversales requeridas por los profesionales según se presenta en la Tabla 3, con las competencias transversales que   los estudiantes consideran desarrollar según describe la Tabla 4. Para facilitar este contraste, se agrupan las valoraciones negativas de profesionales (no es importante, poco importante) con las valoraciones neutrales, y las positivas por separado (importante y muy importante), realizando un trabajo similar para las respuestas de los estudiantes donde negativo engloba las respuestas “nada” y “poco”, neutral es representado por “algo”, y las valoraciones positivas por “suficiente” y “mucho”.

Tabla 3 . Resumen de respuestas del grupo de profesionales

Fuente: Elaboración propia en base al trabajo de campo.

Tabla 4 . Resumen de respuestas del grupo de estudiantes

Fuente: Elaboración propia en base al trabajo de campo.

De las Tablas 3 y 4, se extrae lo siguiente:

·       En general, el grupo de estudiantes coincide en reclamar sobre las competencias presentadas, donde en la mayoría de casos presentan un mayor porcentaje con valoraciones inferiores a suficiente, exceptuando “compromiso ético” (51.35% positivo) y “compromiso con la calidad” (67.57% positivo).

·       De las competencias con menor valoración positiva según los profesionales se observa que la “habilidad para trabajar en contextos internacionales” y la “capacidad de comunicación oral y escrita” coinciden entre las competencias con valoración negativa y neutral mayor de los estudiantes, por tanto, coinciden ambos grupos.

·       La competencia de “responsabilidad social y compromiso ciudadano” que es la tercera competencia con peor valoración positiva para los profesionales (85.71%) se encuentra entre las competencias con mejor valoración de los estudiantes (48.65%), lo que significa que se da prioridad a la misma a pesar de no ser tan solicitada por los profesionales.

·       La tercera competencia con mayor valoración negativa y neutral para los estudiantes (72.97%), de la “capacidad para formular y gestionar proyectos”, es la cuarta competencia con mayor valoración positiva según los profesionales (60% muy importante y 40% importante, alcanzando un 100% de valoración positiva). Es decir que requiere mayor importancia de la que tiene actualmente.

En base a los resultados de ambas encuestas, se observa que, si bien existe una conformidad con la calidad de los conocimientos teóricos adquiridos en la universidad, las falencias se presentan en su aplicación para poder resolver casos particulares en la práctica, según la respuesta obtenida de “capacidad para formular y gestionar proyectos”.

 

4. Discusión

De los resultados obtenidos en la primera encuesta para el campo de la ingeniería civil en su rama de ingeniería sanitaria, es evidenciable que los profesionales no se encuentran conformes con los resultados de la formación basada en competencias con un 63.3% dando una valoración regular a los nuevos profesionales, aunque el 48.3% considera como bueno su grado de conocimientos adquiridos en pregrado. Partiendo de estas respuestas se procede a elaborar la segunda encuesta que permita identificar con mayor precisión a las competencias que requieren de mayor refuerzo en su formación para la ingeniería civil de entre aquellas no relacionadas al grado de conocimientos propio del área, es decir las competencias genéricas o transversales.

De la segunda encuesta realizada, se ha podido constatar que las competencias definidas por el Proyecto Tuning en América Latina presentadas en la Tabla 1 son altamente valoradas por los profesionales del área teniendo la competencia peor valorada solo un 8.57% negativo, mientras que los estudiantes afirman en general un desarrollo de las mismas no suficiente en la actualidad presentando valoraciones neutrales y negativas para todas las competencias comprendidas entre 32.43% hasta 86.49%. Esto deriva a resaltar la importancia de que las   universidades enfaticen   sus   programas no solamente al componente te órico que constituye el “saber” sino también desarrollar el “saber hacer” y el “saber ser” en forma equilibrada para constituir las competencias requeridas en la actualidad, lo cual confirma los hallazgos resaltados por Paoloni, Chiecher y Elisondo, donde graduados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto  en  Argentina, coinciden en destacar “la  calidad    de los conocimientos teóricos y técnicos adquiridos” pero identifican la debilidad existente  en la inserción laboral y el “sobredimensionamiento de la teoría en comparación con aplicaciones prácticas in situ” y una “falta de formación en lo que tiene que ver con habilidades transversales” (Paoloni, Chiecher y Elisondo, 2019, pp. 60-61).

De lo descrito, se resalta la necesidad de que las universidades locales realicen trabajos similares al presentado, pero abarcando a una mayor muestra de la población con ayuda de sus mejores opciones para recabar información como institución e incluir a empleadores en las encuestas a realizar para tener un contraste claro entre la oferta y demanda laboral de las competencias a formar.

 

5. Conclusiones

Del estudio de diagnóstico realizado, se observa que en la actualidad existen falencias en la formación de las competencias requeridas por los profesionales del campo de ingeniería civil, enfatizando los componentes de “saber hacer” y “saber ser” siendo que lo referente al conocimiento o “saber” es calificado como “bueno”, por tanto, las competencias más desfavorecidas en el área corresponden a las genéricas o transversales.

Asimismo, se concluye que los mismos universitarios son conscientes de las falencias existentes, sin embargo, se observa una predominancia de la actitud crítica pero pasiva, donde   en su mayoría no se constituyen en agentes generadores del cambio que necesitan. De entre las competencias transversales presentadas, aquella que requiere de mayor atención en base al contraste realizado entre estudiantes y profesionales, corresponde a “la capacidad para formular y gestionar proyectos”.

En base a estas falencias, corresponde a las universidades locales realizar estudios más extensos de las necesidades del mercado laboral, y estudios internos sobre los resultados obtenidos para, a manera de un ciclo de mejora continua, ir afinando el desarrollo de las competencias transversales requeridas por los profesionales para su vida profesional.

 

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