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Investigación & Desarrollo

versión On-line ISSN 2518-4431

Inv. y Des. vol.22 no.2 Cochabamba  2022  Epub 31-Dic-2022

https://doi.org/10.23881/idupbo.022.2-6e 

ARTÍCULOS - ECONOMÍA, EMPRESA Y SOCIEDAD

LO ESTÉTICO Y LA CALIDAD DE VIDA: EL PROGRAMA DE REHABILITACIÓN URBANA “BARRIOS DE VERDAD”

AESTHETICS AND QUALITY OF LIFE: THE URBAN REHABILITATION PROGRAM "BARRIOS DE VERDAD"

Valeria Salas1 

Juan E. Cabrera1  * 

1Centro de Investigaciones en Arquitectura y Urbanismo (CIAU) Universidad Privada Boliviana


RESUMEN

A través del estudio de diez barrios periféricos ubicados en laderas de la ciudad de La Paz (Bolivia) e intervenidos entre los años 2002 y 2018 por el programa “Barrios de Verdad”, este trabajo contribuye al conocimiento y comprensión del impacto de las intervenciones físicas con enfoque estético desarrolladas a través de programas de rehabilitación urbana y mejoramiento barrial de asentamientos informales. Explica cómo las intervenciones urbanísticas centradas en lo estético tienen un impacto relevante en la calidad de vida. De forma complementaria, ofrece también un método de indagación de las condiciones objetivas y subjetivas de la calidad de vida en vínculo con intervenciones urbanas.

Palabras Clave: Intervenciones Físicas y Estéticas; Mejoramiento Barrial; Rehabilitación Urbana; Calidad de Vida; La Paz

ABSTRACT

Through the study of ten peripheral neighborhoods located on hillsides in the city of La Paz (Bolivia) and intervened between 2002 and 2018 by the "Barrios de Verdad" program, this paper contributes to the knowledge and understanding of the impact of physical interventions with an aesthetic approach developed through urban rehabilitation and neighborhood improvement programs of informal settlements. It explains how urban interventions focused on aesthetics have a relevant impact on the quality of life. In a complementary way, it also offers a method to investigate the objective and subjective conditions of quality of life in relation to urban interventions.

Keywords: Physical and Aesthetic Interventions; Neighborhood Improvement; Urban Rehabilitation; Quality of Life; La Paz

1. INTRODUCCIÓN

Desde la década de 1960, pero con más intensidad desde 1990 varias ciudades en la región implementaron programas de mejoramiento urbano integral a través de acciones de revitalización o renovación urbana encaminadas a mejorar las condiciones de la población, la vivienda y la ciudad [1] [2] resultado de los desarrollos informales que dominan la urbanización de ciudades en América Latina [3]. De esos programas, una gran parte fueron dirigidos a barrios de periferia relacionados con la formalización o regularización de la propiedad urbana [4], además de programas centrados en la dotación de infraestructura y servicios. Una de las dimensiones más frecuentes de estos programas fue el tratamiento de aquellos aspectos relacionados con el mejoramiento físico y funcional del espacio público a través de intervenciones centradas en la estética de los barrios [5] [6], en muchos casos mediante técnicas de urbanismo táctico y otros [7].

En Bolivia, el programa “Barrios de Verdad” desarrollado desde el año 2005 fue la iniciativa más relevante de este tipo, dirigida a reducir la marginalidad urbana en barrios periféricos, mejorar la calidad de vida de los habitantes, insertar los barrios a la dinámica de la ciudad, activar la participación vecinal, promover la autoidentificación de vecinos con sus barrios, y también asegurar la tenencia de la tierra a través de regularizar el derecho propietario [8]. El hecho a relevar es que esta investigación nació con la hipótesis de que las intervenciones centradas en lo estético tenían poco impacto en la mejora de las condiciones socio habitacionales de los pobladores, razón por la cual el trabajo se centró en revisar las condiciones físicas con enfoque estético de los barrios.

Tomando en cuenta lo antecedido, este artículo, producto de una investigación desarrollada entre 2020 y 2022 revisa y reflexiona el impacto del programa “Barrios De Verdad” de la ciudad de La Paz y su componente estético en la calidad de vida de la población de diez vecindarios. De forma precisa gira alrededor de la noción de la rehabilitación urbana como estrategia para el mejoramiento de la calidad de vida.

Para ese fin, el artículo se divide en cinco partes: La primera revisa una serie de referencias teóricas alrededor del mejoramiento barrial como parte de las políticas habitacionales en la región latinoamericana, posteriormente se revisan diferentes acepciones alrededor de la rehabilitación urbana como mecanismo y estrategias para el mejoramiento barrial, las cuales son observadas también desde su vínculo con la calidad de vida, noción que es relacionada con la estética y sus diferentes dimensiones. La parte segunda, revisa las características generales de la urbe paceña, centrando su atención en el proceso de urbanización histórica y contemporánea de La Paz junto con sus características informales que permiten enlazar la situación con las particularidades del programa “Barrios de Verdad”. La tercera parte explica las características metodológicas de la pesquisa, describiendo cada una de sus etapas, así como las particularidades de su ejecución. La cuarta parte contiene el texto principal del artículo, y está compuesto por tres sub acápites: el primero explica las características de los barrios de estudio antes de la intervención del programa, luego se describen las condiciones urbanas de los barrios post intervención con énfasis en la dimensión física y estética, y el tercer sub acápite revisa el impacto de estas intervenciones en la calidad de vida a través de una reflexión comparada entre el antes y el después de la situación de la población de los barrios. Para el cierre, la quinta parte reflexiona los resultados de la investigación sobre el impacto de la rehabilitación centrada en la estética en la calidad de vida de la población y dilucida los aspectos más importantes del estudio y su abordaje.

2. REFERENCIAS TEÓRICAS: EL MEJORAMIENTO BARRIAL, LA REHABILITACIÓN URBANA Y LA CALIDAD DE VIDA

Los Programas de Mejoramiento Barrial (PMBs), de mejoramiento socio habitacional o de mejoramiento urbano integral, entre otros, son parte del conjunto de políticas habitacionales que desde la década de 1950 se están aplicando en América Latina [9]. Están relacionadas con la reducción y/o mejora de asentamientos informales y su nominación data de la década de 1990 cuando -por impulso de los organismos supranacionales de crédito en el campo de las políticas habitacionales-, irrumpen el espectro regional como un nuevo enfoque de programas de mejoramiento habitacional y medio ambiente destinados a reducir la pobreza urbana y la exclusión social [9], muy relacionados con la consolidación (o regularización, o mejoramiento) de asentamientos irregulares [10] [11]. Devienen de un viraje sobre el tipo de políticas habitacionales desarrolladas hasta ese momento, las cuales se concentraban principalmente en la construcción de vivienda nueva [12] hacia un enfoque en el mejoramiento de asentamientos.

Los fundamentos de los PMBs son dos según Romagnoli & Barreto [9]: 1) la concepción diferente de vivienda y su forma de producción, caracterizada ahora por seguir un proceso evolutivo de integración física y social a la ciudad, normalmente resuelto por sus habitantes, 2) la intervención integral de los asentamientos informales para articularlos social y espacialmente a la ciudad formal y contrarrestar los problemas ambientales, sociales, culturales, económicos, entre otros.

Según los mismos autores, existen diferentes tipos de PMBs en la región, todos promovidos por organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la CAF y el Banco Desarrollo de América Latina (CAF), entre otros. Pueden clasificarse en aquellos de escala nacional y de escala local. En el primer caso resaltan los programas Chile-Barrio, IA Irregulares de Uruguay y el Programa de Mejoramiento de Barrios en Argentina; mientras que del segundo resaltan los programas Favela-Barrio de Río de Janeiro, Rosario Hábitat en Argentina (Ibidem), así como el programa Barrios de Verdad en La Paz.

Entre los distintos dispositivos y/o acciones importantes desarrolladas al interior de los PMBs es la rehabilitación urbana [13], ampliamente utilizada en barrios de América Latina y caracterizada por su aplicación en asentamientos con un nivel de consolidación importante, como se verá más adelante.

2.1. La Rehabilitación Urbana

La rehabilitación urbana, en una primera etapa se centró en el mejoramiento o recuperación de centros históricos, dirigida a la recuperación integral de espacios afectados por problemas habitacionales y dirigida a lograr mejores condiciones de habitabilidad, urbanística, social y económica, a partir de cambios físicos en el espacio construido [14].

La década de 1990 la noción de la rehabilitación urbana cambió de enfoque concentrándose en la mejora de la calidad de vida de la población [15] y dirigida a la recuperación de áreas periféricas a través de la reutilización de lo existente. Este nuevo enfoque se desarrolló a través de programas para la integración física, la integración funcional, la integración ambiental y la integración social [14].

Pozueta [16] plantea que las acciones para este enfoque de rehabilitación de barrios tiene como objeto la mejora del espacio público -por su valor en la vida social-, a través de intervenir en los ámbitos del diseño, la percepción y la configuración del espacio para generar integración social y urbana. Algunas de las metas importantes alrededor, son lograr espacios de confraternización, espacios que animen a la actividad y mejora de la salud, espacios seguros que generen recorridos y alienten la movilidad, y espacios verdes dirigidos a mantener o mejorar la calidad del aire [16]. Otro objetivo es lograr que la población se identifique con su lugar a través de actividades relacionadas con la puesta en valor de sus rasgos culturales, intereses, expectativas y otros. Estos aspectos, de carácter físico y estético serían importantes para mejorar la calidad de vida. En los apartados siguientes distinguimos el vínculo entre rehabilitación y calidad de vida, así como los indicadores de esta última.

2.2. La Rehabilitación Urbana y la Calidad de Vida

El concepto Calidad de Vida (CV) habría empezado a utilizarse en occidente después de la 2ª Guerra Mundial por investigadores sociales quienes pretendían describir la percepción de la población sobre sus condiciones de vida o situación financiera [17].

En una primera etapa la CV estaba relacionada con la condición económica [18], pero su insuficiencia dio pie a la inclusión de dimensiones subjetivas revisadas a través de indicadores emocionales como la felicidad y la satisfacción [19]. En la década de 1960 el concepto atrajo el interés de investigadores sociales, hecho que supuso diversas miradas respecto su definición, mensura y aplicación a otros ámbitos [20]. El uso del concepto se extendió en la década de 1970 incluyéndose variables socioeconómicas, educacionales, de vivienda, etc.

La inclusión de estas variables subjetivo-psicológicas permitió distinguir este concepto de la satisfacción, el bienestar y la felicidad [17]. Su definición pasó de ser una ecuación entre la situación natural de un individuo, de un hogar y la contribución hecha por la sociedad (en 1970) [20] hasta la evaluación multidimensional a inicio del Siglo XXI [21] que incluye (a) la dimensión subjetiva, (b) diferencias entre personas y (c) el valor asignado correspondiente con cada individuo que puede cambiar a través de la vida [22], relacionado con una sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico - social, percibidos de forma diferente entre individuos y grupos [23]. Hoy la CV supone la satisfacción de aspectos objetivos y subjetivos [24] a través de acciones dirigidas a salvar los satisfactores mediante hechos medibles y objetivos, así como cualitativos y subjetivos. Los primeros pueden traducirse en servicios para la satisfacción de bienes materiales e inmateriales; mientras que los segundos, pueden traducirse en aspectos perceptivos de contento o descontento [25]. Lo subjetivo se referiría a una manera de sentir y pensar propia del individuo, así como la satisfacción del bienestar grupal, es decir una variable que represente la habitabilidad del entorno [26].

Finalmente, la mensura de la CV supone un esfuerzo importante para definir indicadores o atributos, que exhiban las dimensiones objetivas y subjetivas de las necesidades y satisfactores. En ese camino resalta la posición de Manfred Max-Neef [27] quien afirma que la CV será posible sólo si se satisfacen las necesidades humanas fundamentales clasificadas en dos tipos: 1) el Ser, relacionada con atributos colectivos, Tener, vinculada con normas y herramientas, Hacer, relacionada con acciones colectivas y Estar, relacionada con espacios y ambientes. 2) las necesidades de subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Estas necesidades pueden ser salvadas por satisfactores económicos y no económicos que cambian a través del tiempo y de las culturas [27].

2.3. Indicadores de la Calidad de Vida en el Escenario Urbano

Para Max-Neef [27] es posible alcanzar la CV a través del logro de satisfactores a las necesidades arriba indicadas. Estos se traducen en acciones materiales y no materiales, o económicas y no económicas que pueden variar según el ámbito en el que se trabaje. Aunque la CV no necesariamente supone fronteras físico geográficas, autores como Leva [28] han ensayado propuestas para el escenario urbano. Él propuso tomar en cuenta la necesidad de describir la realidad urbana para establecer estándares y lograr cubrir necesidades de la comunidad mejorando el hábitat.

Leva afirma que la calidad de vida urbana (CVU) debería lograrse primero a través de acciones geográficas, dinámicas y multidimensionales; luego a través de medidas de carácter holístico (objetivas y subjetivas) que condicionan el bienestar de las personas en un determinado medio ambiente; y resaltar el carácter “social” de la construcción de la calidad de vida. La CVU es un complejo sistema de relaciones definido por cuatro componentes básicos como el individuo, la sociedad, la necesidad y el satisfactor [28]. Por otro lado la propuesta de Beltramin & Bravo [29] dice que la CVU tiene que ver con el grado en que una sociedad posibilita la satisfacción de las necesidades de los miembros que la componen, las cuales son múltiples y complejas.

Por tanto, y siguiendo las dimensiones objetivas y subjetivas indicadas, la CVU podría ser medidas según los siguientes indicadores:

  • En la dimensión objetiva se incluyen: a) la vivienda, es decir la disponibilidad, calidad de la vivienda y nivel de hacinamiento; b) el entorno ambiental, relacionado con la variabilidad de las condiciones ambientales, nivel de contaminación, las características del espacio cercano donde viven los residentes de la ciudad; c) la movilidad, es decir las condiciones de medios de transporte, movilidad y seguridad vial; d) la economía, vinculada con la capacidad económica, impuestos, comercio y coste de vida; e) el empleo, relacionado con las oportunidades de acceso al mercado laboral, ingresos por empleo, capacitación profesional, desarrollo profesional y protección social de los/las habitantes.

  • En la dimensión subjetiva se encuentran: a) la salud, vinculada con servicios sanitarios disponibles, su funcionamiento, así como las condiciones de salud de la población; b) la seguridad, se refiere a los efectivos policiales, su actividad, orden público, seguridad personal y/o nivel de victimización; c) la educación, relacionada con la oferta educativa y formación; d) el ocio y deporte, es decir las actividades deportivas, recreativas, culturales, acceso cercano a sus instalaciones y zonas de esparcimiento; d) las relaciones sociales, vinculada con la convivencia social, integración de colectivos diversos, igualdad entre personas y vínculos familiares; e) la participación ciudadana, es decir la participación de la población en la vida asociativa de la ciudad, civismo, información y también a la capacidad de influencia de ciudadanía en las decisiones; y finalmente, f) el gobierno local, referido a la facilidad, rapidez y coste de los trámites en la ciudad, gestión económica y también a los impuestos.

En la dimensión objetiva, resalta el segundo indicador, relacionado con el entorno ambiental, donde se incluyen las características del espacio cercano a los residentes de la ciudad.

Para este trabajo, este indicador tiene alta importancia porque se centra en la relación entre los aspectos estéticos - perceptuales que forman parte de la rehabilitación urbana. Adelante revisaremos algunas referencias alrededor de la estética y rehabilitación física de los entornos urbanos.

2.4. La Estética y la Calidad de Vida

La actividad humana crea las condiciones de existencia del hombre y desarrollo a través de transformar la realidad con arreglo a sus necesidades e intereses [30]. Las actividades manual e intelectual de los humanos son el motor de la transformación y es la segunda, la que destaca por su relación con lo estético de la realidad.

Aunque no hay una definición consensuada de estética, ésta se encuentra relacionada con la belleza, es decir, que reúne un conjunto de cualidades de alguien o algo cuya contemplación produce un placer sensorial, intelectual o espiritual [31]. El humano busca belleza en los objetos creados para ese fin, pero también en el conjunto de materiales producidos. Lo bello no es una necesidad solo ideal, sino que con frecuencia es una herramienta para la transformación de la realidad. Esta transformación deviene de un ideal estético determinado, por lo que provoca en un individuo una actitud estética hacia el mundo. La actitud estética puede ser definida como una forma de producción espiritual, que adquiere valor independiente, como forma especial de la relación del hombre con la realidad mediante el conocimiento y la valoración de sus propiedades y de su transformación en una imagen sensorial en correspondencia con el ideal [31]. La actitud estética del hombre hacia el mundo se manifiesta como la interrelación sujeto-objeto en un marco sociocultural determinado.

En la dimensión objetiva de la calidad de vida y el sentido material de varios de sus componentes, la arquitectura y el espacio urbano son dispositivos indispensables para lograr la calidad de vida. La ciudad y la arquitectura son una creación compleja que aporta belleza al espacio construido. El logro de la estética del entorno genera una sensación de bienestar. González-Moratiel [32] dice que esta percepción se transforma en la experiencia estética generada por las sensaciones del entorno en uno mismo.

De esta manera la experiencia estética puede ser el vínculo entre arquitectura y calidad de vida a través de tres componentes 1) el que crea, compone y diseña, 2) el espectador, que aprecia el placer y se relaciona y 3) el nivel social que genera opiniones, críticas y observaciones [33]. La estética no es positiva o negativa y la percepción subjetiva y emocional puede ser colectiva.

2.5. Indicadores de Estética Urbana

La estética del espacio urbano se analiza por medio de indicadores que pretenden visibilizar las características individuales y colectivas sobre la imagen, armonía, belleza y diversidad de un hecho urbano.

Mariñelarena [34] propone caracterizar la imagen de la ciudad a partir de los siguientes indicadores: 1) las huellas, referidas a las características de los entornos construidos de valor histórico y simbólico, 2) los significados, vinculados con los valores subjetivos del paisaje urbano que el hombre crea, 3) la imagen ambiental, relacionada con el proceso perceptivo y dinámico de la contemplación del territorio, 4) la forma de la ciudad, vinculada con las escalas, componentes y jerarquías del espacio, 5) el trazado, definido a partir de rasgos lineales, muestras, calles y manzanas y 6) el arte, como la expresión de la ciudad que da identidad, emociones y vivencias a través del diseño.

Estos indicadores se relacionan con la calidad de vida enlazada con las necesidades humanas que pueden ser satisfechas través de la rehabilitación urbana. La rehabilitación urbana centrada en lo estético podría recuperar e integrar los espacios públicos, así como generar valor, integración y expresión del espacio colectivo [35].

3. LA URBANIZACIÓN DE LA CIUDAD DE LA PAZ

La ciudad de La Paz forma parte de la región metropolitana del mismo nombre compuesto por dos grandes zonas: la ciudad mencionada y los municipios del conurbano paceño: El Alto, Viacha, Palca, Mecapaca y Achocalla, así como los municipios de Laja y Pucarani. La jurisdicción urbana mayor está compuesta por la ciudad de El Alto ubicada en una planicie de aproximadamente 4000 msnm. y la ciudad de La Paz de topografía agreste se ubica en alturas que varían entre 3200 y 3800 msnm. (ver Figura 1). La superficie urbana de la región alcanza a 1165500 hectáreas aproximadamente y el área urbana de la ciudad de La Paz ocuparía 14900 hectáreas [36]. Su ritmo de crecimiento es reducido por las limitaciones de la topografía, mientras que el resto de la región urbana, ubicada en la planicie se ha convertido en una de las zonas con mayor nivel de expansión en el país. La población del municipio de La Paz se compondría de aproximadamente 816.044 habitantes [37], mientras que la región urbana cobijaría más de 1,6 millones de habitantes.

Fuente: OSM, 2022.

Figura 1: Región metropolitana de La Paz. 

El proceso de urbanización de la ciudad de La Paz ha seguido el siguiente proceso: La Paz junto con Potosí y Sucre han sido las ciudades más importantes antes e inmediatamente después de la constitución de la república boliviana. Las tres ciudades formaron parte del principal circuito urbano económico minero del país, hecho que configuró el orden territorial de Bolivia hasta inicio del Siglo XX. Potosí era la ciudad vinculada con la producción de minerales, mientras que Sucre era la urbe administradora y residencia principal, mientras que La Paz fue y aún es, el vínculo más cercano a los puertos en Perú y Chile. Su proceso de urbanización (ver Figura 2) tuvo mucho que ver con este rol hasta casi la mitad del siglo XX [38], como se verá a continuación.

Fuente: Elaboración propia según información extraída del Libro “La Paz” [38].

Figura 2: Proceso de urbanización de la ciudad de la paz y formación de asentamientos en periferia. 

A inicio del Siglo XVI se dan los primeros asentamientos españoles que ocupan un espacio triangular limitado por el rio Choqueyapu y una subsidiaria de éste. En 1549, un años después de la fundación de la ciudad, se dispone la separación de la población española respecto la población indígena para consolidar el sitio urbano especifico. Las primeras calles y edificaciones presentaban una geometría regular y continua en torno a la plaza Mayor y los primeros equipamientos administrativos [38] con un trazado regular de calles, plazas y el espacio público que conformaron el núcleo histórico que hoy se conoce. De esta manera la ciudad de La Paz se compuso de nuevos conjuntos religiosos y una serie de parcelas resultado de la subdivisión de las tierras para residencias.

Durante el Siglo XVII se dio una migración importante hacia Sucre que repercutió en la disminución de la población de la ciudad de La Paz. Este fenómeno se vinculó con el retorno de una parte de la población a la vida rural que supuso la reorganización de la tierra y la aparición de haciendas. En ese escenario, los propietarios ofrecieron arrendamiento de fundos a los indígenas y mestizos a cambio de la producción. El Estado empezó a depender de las rentas, prestamos e hipotecas de la tierra, convirtiéndose este recurso en una de las bases de la economía nacional. Este hecho consolidó el crecimiento urbano, la ampliación de propiedad inmobiliaria y la expulsión de población pobre hacia las periferias.

En el Siglo XVIII sucedieron importantes reformas que impactaron en el crecimiento urbano de la ciudad. Los gobiernos de la época impulsaron políticas de protección de la producción local y la reducción de impuestos para lograr estabilización de la producción de plata. Se realizaron reformas fiscales contra la Iglesia que triplicaron los ingresos, además de la creación de aduanas para el control de las importaciones. El crecimiento urbano en este periodo tuvo relación con la intervención a las tierras de la iglesia, la erección de edificios religiosos (Iglesia de San Francisco), así como los edificios de comercio.

Durante el Siglo XIX el proceso urbano se ralentizó debido a los periodos de guerra que terminaron en derrotas y pérdida de grandes territorios y acceso al mar. Este hecho y la ausencia de recursos económicos obligó una vez más al gobierno a expropiar tierras de la Iglesia, así como reestructurar los usos de suelo urbano para la relocalización de la población indígena y por consiguiente la reconfiguración del escenario urbano. El resultado fue una trama irregular ampliada con una serie de nuevos edificios que renovaron la imagen de la ciudad, encontrándose casas con mayor número de pisos y una urbe más expandida.

A inicio del Siglo XX se consolidó una jerarquía socio espacial entre clases alta, media e indígena. Sin embargo el movimiento obrero que ya tenía peso en el espectro laboral, a través de huelgas y varios mecanismos de presión logró la rebaja de horas, aumento de salarios y otras conquistas. En este periodo, se consolidó también el “sitio definitivo” al interior del Centro paceño relacionado con la construcción del ferrocarril, una nueva infraestructura y red vial para la expansión hacia el norte y el sur. Esta consolidación definió un modelo rectangular que no consideró las limitaciones topográficas dado el tamaño de la urbe. En este mismo plazo, un nuevo asentamiento, la ciudad de El Alto empezó a consolidarse a causa de la población migrante de áreas rurales del departamento.

A mitad del mismo periodo, la Revolución Nacional promovida por obreros, campesinos y clase media vinculada con el Movimiento Nacionalista Revolucionario, modificó la estructura socio territorial del país a través de medidas como la Reforma Agraria y la Reforma Urbana que despojaron tierras de latifundio para distribuirlos a la población campesina, proletarios y familias sin propiedad para su ocupación. Esta acción desató la ocupación masiva de tierras en todo el país y las periferias de varias ciudades entre ellas La Paz. Esto ocasionó una expansión urbana desordenada y la ocupación de las laderas con asentamientos humanos.

Este fenómeno obligó a la reasignación de usos de la tierra para su incorporación en el mercado a través de elaboración y ejecución de políticas de planificación urbana que no solo organizaron los usos de suelo, sino determinaron los parámetros para la construcción de viviendas en tierras de periferia, la instalación de servicios públicos y otros. Sin embargo estos instrumentos (el plan regulador y sus normas) no lograron sus cometidos, y la ciudad cuyo centro tenía una morfología relativamente homogénea, consolidó los numerosos asentamientos espontáneos e irregulares en las periferias [38].

Ante ese escenario, la década de 1990 la alcaldía municipal desarrolló un programa de rehabilitación urbana para asentamientos espontáneos y asentamientos en áreas de alto riesgo a través de intervenciones dirigidas a salvar la carencia de infraestructura básica. Este plan fue desarrollado con las juntas vecinales y de forma participativa definió el modo de implementación de equipamientos y la consolidación del derecho a la vivienda.

A inicio del Siglo XXI el Gobierno Municipal implementó el Programa de Mejoramiento de Barrios con el objetivo de mejorar la condición de habitabilidad de vecindarios a través de la creación de infraestructura básica en viviendas de bajos ingresos, gracias a un financiamiento de proyectos de integración y mejoramiento urbano [8]. En pleno proceso de implementación (febrero 2002), una fuerte tormenta de granizo azotó la ciudad provocando inundaciones, deslizamientos de tierra y daños estructurales en toda la urbe, hecho que modificó el enfoque de la iniciativa, y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acordó transferir al Gobierno Municipal recursos económicos para el desarrollo de actividades de prevención y mitigación de riesgos a través del “Programa de Barrios de Emergencia”. Esta iniciativa intervino diez barrios con riesgos naturales y antrópicos, y realizó mejoras en las condiciones de su entorno. Posteriormente el “Programa Barrios de Verdad” creado el 16 de mayo de 2005 en continuidad del programa anterior, amplió los alcances y desarrolló acciones para reducir la marginalidad urbana y a través de la planificación participativa, lograr intervenciones de rehabilitación urbana para el desarrollo barrial [39].

3.1. El Programa Barrios de Verdad

El Programa Barrios de Verdad se instaló en 2005 para atender a la población que vive en situación de pobreza y marginalidad en la ciudad de La Paz [40]. Su enfoque es integral, de género y cultural dirigido a lograr la participación y empoderamiento vecinal. El Programa es diferente de otros programas de vivienda desarrollados desde 1956, porque este se caracteriza por la participación vecinal y la construcción de infraestructura urbana, no por la construcción de viviendas sociales. El objetivo del Programa fue contribuir a mejorar la calidad de vida de la población promoviendo la participación [41]. alrededor de tres ejes: la mejora de infraestructura urbana, la regularización del derecho propietario y el empoderamiento vecinal. Sus etapas han sido: 1) el “concurso público” centrado en la participación de vecinos para la realización de gestiones de intervención; 2) la “pre-inversión”, momento cuando se eligen los barrios a intervenir y las asambleas vecinales identifican los requerimientos de la comunidad; 3) la “ejecución”, en la cual se contrata un constructor mediante proceso público y fiscalizado por vecinos y sus comités cuyo rol puede ser también la intervención directa; 4) esta última etapa de “Post intervención” pretende la reorganización de la vecindad a través de dispositivos de gobernanza que aseguren el empoderamiento vecinal y la sostenibilidad del proyecto.

Hasta el año 2020 alcanzó el 68% de su programación con 93 barrios intervenidos de aproximadamente 136. Hasta el año indicado se ejecutaron más de 50 millones de dólares y beneficiaron a 21 mil familias y 100 mil habitantes aproximadamente. A nivel infraestructural se instaló más de 6 mil sistemas de saneamiento y se concluyeron alrededor de 5 mil regularizaciones de propiedad [42].

La misión del programa fue transformar los asentamientos humanos para integrarlos al espacio urbano, con una mayor equidad en la dotación de servicios; lo mismo que su visión, dirigida a recuperar los barrios de la marginalidad y lograr una nueva imagen [43] a través de intervenciones flexibles y participativas.

Los barrios periféricos donde intervino el programa se ubican en zonas con pendientes altas y bajas [44] caracterizadas por una topografía accidentada, cuya consolidación deviene principalmente de procesos autoconstructivos y uso intensivo residencial en condiciones de riesgo. Las viviendas en los barrios intervenidos carecían de servicios básicos, seguridad ciudadana y suponían reducida calidad de vida [45] razón por la cual, el programa pretendió: a) lograr la propiedad privada, b) alcanzar el sentido de pertenencia al barrio (identificarse con el lugar donde se habita, se vive y se relaciona) y c) lograr que el vivir en riesgo sea una oportunidad de adaptación [45].

Según Terán [42] no existen evaluaciones internas ni externas que permitan conocer los impactos objetivos y subjetivos de las intervenciones en los barrios, sino solo datos cuantitativos sobre la cantidad de barrios intervenidos, la infraestructura construida y los derechos de propiedad regularizados.

Tomando en cuenta lo afirmado, este artículo expone los resultados de investigación sobre el impacto del Programa Barrios de Verdad y los aspectos estéticos y físicos en la calidad de vida. Para ese fin, el acápite a continuación describe el conjunto de pasos seguidos por la investigación.

4. METODOLOGÍA

La investigación fue desarrollada entre los años 2020 al 2022 a través de una muestra de diez barrios periféricos intervenidos por el programa mencionado. El método seguido fue de tipo mixto (cualitativo y cuantitativo) con un fuerte énfasis espacial. La metodología siguió seis etapas 1) preparación del estudio y recolección de información, 2) la selección de la muestra, 3) el trabajo de campo, 4) la elaboración de mapas y gráficos, seguido de la sistematización de información, 5) revisión, comparación y análisis de documentos y 6) redacción de resultados dirigida a la confección de este artículo.

  • La etapa de preparación y de recolección de información supuso primero el diseño de una matriz metodológica que guie el proceso de investigación y posteriormente la obtención de información de barrios intervenidos. El objeto de esta actividad fue la selección de una muestra de estudio que tome en cuenta ubicación, tamaño, contactos de dirigentes y año de intervención. En esta etapa se recolectaron también documentos y estudios desarrollados por el gobierno municipal u otras instancias sobre las características de las intervenciones y las pericias de rehabilitación centrada en la dimensión estética. En el mismo camino se delimitaron de forma parcial las jurisdicciones de los vecindarios y se diseñaron las actividades de trabajo de campo así como los instrumentos de recolección de información y datos.

  • La selección de la muestra producto de las actividades indicadas dio paso a la elección de diez barrios listados en la Tabla 1 y ubicados en la Figura 3.

  • La etapa de trabajo de campo consistió en la observación de hechos físicos y estéticos de las intervenciones de rehabilitación, consistentes en la realización de 360 encuestas (36 habitantes por barrio), 72 encuestas virtuales (visitantes y externos) 52 entrevistas (5 a 6 personas por barrio), fotografías del entorno, croquis y una treintena de visitas de observación a los barrios.

TABLA 1 -  LISTA DE BARRIOS MUESTRA DEL PROGRAMA BARRIOS DE VERDAD 

Fuente: Elaboración propia con base en información extraída de colección de libros amarillos “Barrios de Verdad” [29].

Fuente: Elaboración propia.

Figura 3: Delimitación y emplazamiento de los barrios muestra. 

  • La etapa de sistematización de información y generación de cartografía consistió en la organización de todos los datos colectados y su procesamiento mediante software estadístico y de información geográfica. Este proceso permitió generar información expresada en tablas, listas, mapas, gráficos e imágenes que muestran la situación de cada uno de los barrios.

  • La etapa de análisis se enfocó en la realización de un examen detallado de los resultados del paso anterior dirigido a conocer sus características, cualidades y estado de los aspectos estudiados separando por variables e indicadores con el fin de extraer conclusiones. La Tabla 2 de variables e indicadores de análisis considera las características generales de los barrios, las condiciones urbanas y las acciones de rehabilitación centrada en la estética, así como la valoración de esas dimensiones.

  • La etapa de redacción de resultados estuvo dirigida a la elaboración de este artículo.

TABLA 2 -  VARIABLES E INDICADORES PARA ANÁLISIS 

Fuente: Elaboración propia (2022).

5. LO ESTÉTICO EN LA CALIDAD DE VIDA

Este texto constituye la parte central del artículo. Expone y reflexiona los resultados principales de la investigación a través de tres sub acápites: las características de los barrios de estudio antes de la intervención del programa, luego, las características estéticas y físicas de los barrios después de su intervención, y tercero, la revisión del impacto de estas intervenciones en la calidad de vida a través de una reflexión comparada de la situación antes y después de la intervención.

5.1. La Situación General de los Barrios Antes de la Intervención

La situación de los barrios es expuesta a través de la tabla 3 compuesta por información relacionada con el origen del barrio, las características generales de la población, los aspectos urbanos de entorno y las condiciones de la vivienda. La información de esta tabla permitirá comparar a posteriori, la situación de los barrios intervenidos por el programa en cuestión.

De acuerdo con las fuentes de la tabla anterior, una parte importante de los barrios se consolidó en tierras originarias y de ex dotación resultado de la reforma agraria de 1953 y fomentadas por familias beneficiarias con la reforma agraria. Otra parte de los barrios, fueron resultado de asentamientos generados por migrantes la década de 1980, quienes provinieron de centros mineros y comunidades campesinas, razón por la cual el idioma predominante en los barrios era primero el aimara, luego el español y finalmente el quechua. Los asentamientos se consolidaron en plazos de 30 a 50 años, impulsados por organizaciones vecinales.

La población antes de las intervenciones se encontraba entre 540 y 1440 habitantes por barrio, con un número de familias de 116 hasta 352 por vecindario. En la mayoría de los casos la población femenina predominaba, igual que los niños y jóvenes entre 4 a 25 años. Los adultos mayores estaban dedicados al cuidado de las casas, mientras que los jóvenes y adultos estudiaban y trabajan en actividades como el comercio y servicios con oficios de plomería, artesanía, construcción, transporte, albañilería, además de las actividades del hogar.

En el campo de los servicios e infraestructuras, se puede afirmar que los asentamientos en las laderas eran precarios porque no contaban con servicios básicos ni suficiente infraestructura que garantice mínimas condiciones de habitabilidad. Por ejemplo las vías eran inadecuadas a causa de su emplazamiento en pendiente, construidos de tierra y se abrían paso en zigzag por las laderas. Este hecho reducía el acceso del transporte público, incluso el transporte privado. La circulación peatonal era riesgosa porque no existían calles definidas, tampoco andenes y la población debía caminar largos senderos, subir gradas formadas de tierra y piedra que en épocas de lluvia eran también peligrosas, por lo cual los tiempos entre zonas de viviendas y lugares de trabajo o educación eran largos.

TABLA 3 -  SITUACIÓN DE BARRIOS ANTES DE INTERVENCIÓN 

Fuente: Elaboración propia con base en información extraída de libros amarillos “Barrios de Verdad” [46] y entrevistas.

Sobre la vegetación, los barrios estudiados presentaban pocos árboles alrededor de los asentamientos y más bien estos se reducían para la ampliación de los vecindarios. En general las zonas estaban poco adecuadas para la residencia porque más allá de los problemas indicados existían deslizamientos por la composición geológica de las laderas y los problemas de seguridad se acentuaban por la reducida seguridad policial y una gran cantidad de botaderos de basura cerca de los asentamientos.

Los equipamientos urbanos eran casi inexistentes, aunque algunos vecindarios que habían logrado acceder a recursos municipales, construyeron pequeñas aulas o sedes sociales erigidas a través de mecanismos de cooperación mutua. No obstante existían tiendas y quioscos que solventaban las necesidades de la población. Para acceder a servicios de abastecimiento acudían al Mercado Rodríguez y/o mercados de la ciudad de El Alto por la variedad de productos y los precios bajos. Para cuidar su salud acudían al Hospital General y la Caja de Salud. Para los servicios de educación acudían a las unidades educativas más cercanas a sus zonas, aunque existía una preferencia por colegios en El Alto. Para las actividades de recreación visitaban parques y canchas deportivas cercanas pero principalmente en la zona central o sur de La Paz.

Respecto las viviendas, el material predominante en los pisos eran el cemento, la tierra apisonada, la madera, el machihembre y mosaico cerámicos, distinguidos según las capacidades económicas de la población. En el caso de las paredes estas eran de adobe y ladrillo sin revoque, mientras que para las cubiertas se utilizaba chapa metálica (o calamina). El mechero y el kerosene eran de uso habitual en la cocina, igual que la leña. Las velas se utilizaban para iluminar las habitaciones y el agua para consumo y aseo personal devenía de vertientes y pozos según la zona. Dado que las pendientes impedían acceso de los camiones cisternas a muchos barrios, centenas de galones de agua eran trajinados cada día desde largas distancias. La Figura 4 deja ver las condiciones físicas y espaciales de los barrios antes de las intervenciones.

Fuente: Elaboración propia con base en libros amarillos “Barrios de Verdad” [46].

Figura 4: Características físicas de los barrios elegidos antes de su intervención. 

Desde una perspectiva estética, la Figura 4 exhibe el paisaje árido de los barrios condicionado por la predominante presencia de caminos de tierra, casas inconclusas, una gran cantidad de muros que exponían el ladrillo como material principal y muy poco color en las fachadas. La falta de áreas verdes y equipamientos de esparcimiento configuraba paisajes agrestes con canales y torrenteras sin ningún tratamiento a veces llenos de basura en su interior.

5.2. La situación de los barrios luego de la intervención del programa Barrios de Verdad

En este acápite se resumen las principales intervenciones de rehabilitación urbana desarrolladas en los barrios y expuestos primero por tipos de intervenciones e impactos (ver Tabla 4), luego según intervenciones urbanas (Ver figura 5), para luego incidir en la dimensión estética de las intervenciones (ver Figura 6). Se concluye con un ensayo de patrones estéticos y físicos de las intervenciones (ver Figura 7).

TABLA 4 -  PRINCIPALES INTERVENCIONES EN BARRIOS ELEGIDOS 

Fuente: Elaboración propia con base en trabajo de campo.

De acuerdo con la fuente de la Tabla 4 realizada a través de varias jornadas de trabajo de campo, encuestas, entrevistas y observación, han sido la construcción de muros de contención en la mayoría de los barrios, la construcción de escaleras, obras de estabilización de suelo de pendiente y construcción de miradores que aprovechan el paisaje, las principales intervenciones urbanas en los diez barrios (ver Figura 5). Sobresalen de igual forma, la construcción de vías que han permitido mejorar las condiciones de accesibilidad a través de un cambio notable en los materiales y el acabado de las vías. Los materiales predominantes son el asfalto en calles principales y el empedrado y el adoquín en las vías secundarias. Esto permite que el transporte público y privado tenga un mejor acceso a los barrios y un diseño más adecuado de las calles en zigzag ayudan a la circulación entre los desniveles. Por otro lado, la mayoría a construido casas comunales o sedes de vecinos dirigidos a cobijar las actividades de coordinación y participación. De forma complementaria se deben mencionar que en la mayoría de los barrios se han erigido canchas deportivas y parques infantiles. En algunos barrios sobresalen también guarderías y los paseos verdes como se pueden observar en el barrio Valle Hermoso y La Merced. Gracias a estas intervenciones, las tiendas de abastecimiento y quioscos se multiplicaron, generándo una actividad económica importante y reduciendo los desplazamientos de la población en alguna medida. En la Figura 5 se pueden verificar varias de las intervenciones mencionadas.

De acuerdo con las fuentes de la figura anterior, varias de las intervenciones expuestas fueron posibles a través de acciones de colaboración entre gobierno y vecinos, por ejemplo, la compra y transporte de materiales, mano de obra de trabajadores de los barrios y atención y cuidado de las obras.

Tomando en cuenta lo indicado, estas intervenciones han supuesto una mejora sustancial de las condiciones urbanas y en general los barrios han mejorado en su limpieza y cuidado del espacio público, hay un mejor mantenimiento de la infraestructura, la población se desplaza por calles, andenes y escaleras, dado que ahora los barrios han logrado mayor tranquilidad y seguridad. Los nuevos equipamientos comunales y el acceso peatonal y vehicular gracias a las vías mejoradas han logrado mayores niveles de consolidación urbana, por lo que se puede afirmar que todos los barrios han crecido y las casas se han multiplicado. Este nivel de consolidación ha cambiado el carácter de algunos barrios, convirtiéndolos en atractivos turísticos y espacios de confraternización, reforzando la participación e identidad vecinal.

Fuente: Elaboración propia con base en libros amarillos “Barrios de Verdad” [46] y trabajo de campo.

Figura 5: Características urbanas de barrios elegidos luego de intervención. 

Respecto las intervenciones estéticas a través de la rehabilitación, éstas supusieron un cambio de imagen importante respecto a la situación anterior. Las intervenciones se enfocaron en el cambio y utilización de colores en las fachadas de casas, murales, diseño de escaleras y mobiliario urbano, la construcción de espacios públicos y equipamiento, así como el diseño y erección de viviendas con arquitectura diferente en algunos barrios (Ver Figura 6).

Las intervenciones estéticas de los barrios que se centraron en el uso de color, utilizaron el rojo, azul, amarillo y verde en las casas, mientras que las escaleras, equipamientos y jardineras usaron el lila y el naranja. El color amarillo ha sido utilizado principalmente en barandas de las escaleras, las cuales fueron diseñadas con descansos y en hilera, igual que las jardineras cuyo objetivo fue promover la arborización y hacer de la circulación peatonal una actividad más agradable. Respecto el diseño e implementación de escaleras, estas adquirieron diferentes formas, combinaron colores, cobijaron áreas verdes y se han convertido en parte de la identidad urbana de todos los barrios dada su predominancia. Sobre la pintura mural, ésta se aplicó en paredes del espacio público y muros de contención. Se utilizaron imágenes representativas de costumbres, zonas geográficas, dibujos de flores y textos con nombres de ciudad y de bienvenida.

En las viviendas, las intervenciones estéticas se centraron en el cambio o mejor tratamiento de los materiales de construcción para mejorar la apariencia de las edificaciones. Se continuó utilizando chapa metálica en cubiertas, pero se incluyó tejas y el ladrillo visto sin revoque en los muros, así como las fachadas usaron colores principalmente amarillos y rojos. La forma de ocupación de suelo de lote que había devenido de lógicas progresivas fue reconocida y se permitió ocupar en algunos casos hasta el 100% de las superficies, logrando un mayor uso del espacio, en detrimento de patios y áreas libres. En términos arquitectónicos muchas casas modificaron las alturas, incorporando nuevos diseños y uso de colores, logrando que una gran cantidad de casas alcance los tres niveles. La Figura 7 expone los patrones de intervención estética y física reconocidos en los barrios estudiados.

Fuente: Fotografías propias en años 2020 y 2021.

Figura 6: Intervenciones estéticas. 

Fuente: Elaboración propia con base en trabajo de campo (2020 - 2021).

Figura 7: Patrones de intervención estética y física. 

En general la rehabilitación estética supuso un reforzamiento y reconocimiento de la identidad de la ciudad y del barrio, una puesta en valor de los intereses de la población, de las características geográficas y de la creatividad de los pobladores que pretendían nuevas sensaciones y diferentes percepciones para los estantes y visitantes. En el acápite siguiente se reflexiona el impacto de estas intervenciones en la calidad de vida.

5.3. El Impacto de la Rehabilitación Estética en la Calidad de Vida

Si la calidad de vida supone la satisfacción de necesidades objetivas y subjetivas, materiales e inmateriales a través de acciones medibles y cualitativas; son aspectos perceptivos de contento o descontento sobre estas acciones las que permiten afirmar el logro o no de la mejora en la calidad de vida. Tomando en cuenta lo indicado, la información expuesta en la Tabla 5, organizada en función a necesidades y dimensiones propuestas por Max-Neef [27] y otros, junto con los satisfactores materiales e inmateriales i.e las intervenciones, estima el impacto de éstas en la calidad de vida.

TABLA 5 -  LA REHABILITACIÓN ESTÉTICA Y LA CALIDAD DE VIDA 

Fuente: Elaboración propia con base en trabajo de campo.

En la Tabla 5 se presenta una referencia al conjunto de intervenciones estéticas prioritariamente materiales realizadas en los barrios que habrían impactado en la satisfacción de determinadas necesidades y expresadas mediante la percepción de los vecinos y la valoración de las mismas.

De acuerdo con la Tabla 5, fundada en entrevistas, encuestas y observación en campo, se puede afirmar que el conjunto de intervenciones estéticas han satisfecho total o parcialmente necesidades como el ser (relacionada con atributos colectivos) porque han logrado un mayor nivel de cohesión social y decisión de los vecinos en los barrios para decidir el tipo y características de las intervenciones estéticas y físicas. Han salvado la necesidad de hacer (relacionada con acciones colectivas), porque todas las intervenciones han pasado por las decisiones y trabajo colectivo de los vecinos, mismos que han participado en la mayoría de las etapas de intervención. Han satisfecho la necesidad de estar (relacionada con espacios y ambientes) porque las intervenciones estéticas y físicas han construido el espacio y ambiente que hoy se habita. Cinco de los 10 barrios han satisfecho la necesidad de subsistencia, porque las intervenciones estéticas y físicas, según los vecinos entrevistados generan escenarios de salud mental, equilibrio, solidaridad, humor y adaptabilidad. Cinco de los barrios habrían satisfecho a través de las intervenciones la necesidad de protección, porque sus habitantes afirman sentirse más seguros, con mayor seguridad social, con acceso a más servicios y equipamientos. Vecinos de nueve de barrios han afirmado satisfacer la necesidad de afecto porque a través de las intervenciones habrían satisfecho necesidades de autoestima, solidaridad, respeto, tolerancia, generosidad y receptividad, con sus vecinos, dado que las obras de mejoramiento han permitido mayor nivel de interacción entre los habitantes. Los habitantes de los diez barrios han coincidido que las intervenciones estéticas y físicas han logrado el entendimiento todavía parcial de la población de sus vecindarios, porque la implementación de las obras supuso conciencia crítica, receptividad, curiosidad, asombro y disciplina, pero también desacuerdo respecto al logro de los resultados que se han observado. De igual forma que el anterior, todos los vecinos entrevistados de los diez barrios han afirmado estar muy satisfechos con el nivel de participación, porque las intervenciones han obligado a afiliarse a las iniciativas a través de cooperar, proponer, compartir, discrepar, acatar, dialogar, acortar y opinar sobre el devenir de las obras. Sin embargo, ocho de los barrios habrían satisfecho la necesidad de ocio, porque han coincidido con la satisfacción de esta necesidad afirmando que las intervenciones han permitido espacios de encuentro, tiempo libre, ambientes y paisajes relacionados con el ocio, la minoría no concibe las intervenciones como medios para la despreocupación, humor, tranquilidad. Respecto la necesidad de creación, sólo seis barrios habrían percibido esa necesidad satisfecha, relacionada con las posibilidades de producción y retroalimentación, talleres y audiencia a sus ideas durante el proceso de intervención. No obstante, la necesidad más satisfecha ha sido quizás la de identidad, porque las intervenciones habrían permitido en todos los casos sensación de pertenencia, autoestima, asertividad, por la consideración y aparición de símbolos suyos, materialización de sus costumbres y hábitos, valores, roles y memoria, además de sus sueños. Finalmente es la sensación de libertad, otra de las necesidades altamente satisfechas, que han permitido lograr posteriormente un nivel de autonomía, autoestima, apertura, tolerancia y otros respecto a los diferentes vecindarios.

Si bien, no se puede asegurar que la rehabilitación estética y física, por si sola es el dispositivo para la mejora de la calidad de vida, porque esta depende de satisfactores materiales e inmateriales de diferentes escalas y tipos, luego de esta investigación se puede afirmar que este conjunto de intervenciones ha permitido en buena medida mejorar la calidad de vida incidiendo en los satisfactores principalmente subjetivos, razón por la cual se debe aseverar que el mejoramiento barrial, la revitalización urbana centrada en lo estético, sí supone impactos importantes que mejoran la calidad de vida.

5. CONCLUSIONES

Cuando se concibió este trabajo, la hipótesis que guiaba la investigación proponía la negación de impactos trascendentales de las intervenciones estéticas en el mejoramiento de las condiciones de vida y su calidad. Se postulaba que el conjunto de intervenciones estéticas, enfocadas principalmente en el cambio de aspectos de imagen, colores de fachadas, pintado de casas y otros que los últimos años han sido visibilizadas por varios autores, poco impacto tenían en la mejora sustancial de la vida, sin embargo, luego de esta investigación y los dos años de trabajo en campo, se debe reconocer que aunque su impacto no es fundamental, porque está ligado indispensablemente con intervenciones físico funcionales y materiales, el cambio de imagen, el uso del color, la participación en estas intervenciones y las actividades alrededor impactan de forma positiva en la calidad de vida.

De forma precisa, el impacto de la rehabilitación centrada en lo estético fomenta el cuidado de los entornos, de las áreas verdes, promueve el interés el mantener las calles limpias y el deseo por conservar con buen aspecto las edificaciones está presente, inspira a generar diseños e intervenciones, pero principalmente -por el nivel de participación que normalmente supone-, refuerza la identidad de los habitantes y los barrios, dejando exhibir sus costumbres, valores o creencias a través de las expresiones plásticas materializadas en colores, paisajes, diseños, o motivos, por ejemplo el barrios Villa Concepción que construyó su imagen alrededor de su ícono religioso.

Otro aspecto llamativo efecto de las obras de rehabilitación estética es la constitución de espacios, no sólo físicos, sino sociales de confraternización, dialogo, reunión, esparcimiento, distracción y recreación; logrando que los barrios no sean solo los lugares de vivienda, sino de integración vecinal que se materializa en actividades deportivas, actividades de celebración, mejor relación entre los vecinos, solidaridad, experiencia estética y satisfacción de todo tipo de necesidades gracias a la cohesión lograda en los procesos de intervención, aspecto que además supone un importante aumento del nivel de estima general y aprecio por las modificaciones y sentimiento de identificación con zonas de periferia que hasta antes de las intervenciones en cuestión, no necesariamente eran motivo de orgullo como algunos vecinos afirmaron.

No obstante, no se puede concluir este artículo sin reconocer antes que las lógicas de solidaridad, apoyo mutuo y trabajo colectivo que aquí se han reconocido, son parte de la identidad de los procesos de urbanización en Bolivia [47]. El nivel de informalidad que las ciudades de este país poseen y la poca capacidad del Estado para salvar eficientemente las necesidades de las poblaciones urbanas de periferia, han obligado a las organizaciones de vecinos a activar dispositivos de autogestión y auto urbanización muy eficientes aunque con resultados normalmente precarios, por lo cual el conjunto de intervenciones recuperadas en este trabajo, han supuesto un importante refuerzo a estas lógicas, ahora con aporte del Estado y el programa de mejoramiento Barrios de verdad. Por lo tanto, el nivel de éxito sugerido, no debe ser tomado en cuenta como una situación permanente, sino que determinadas actitudes sociales como el descuido del mantenimiento, los intereses particulares, la injerencia política y otros pueden reducir el impacto de estas intervenciones en la mejora de las condiciones de vida. El conjunto de intervenciones estéticas y físicas no han concluido, porque en la actualidad las carencias y problemas ahora menores que la etapa antes de la intervención continúan y no deben entenderse como el culmen del proceso de urbanización, sino son parte del camino a la mejora continua de las condiciones de vida en barrios de verdad.

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Recibido: 01 de Diciembre de 2022; Aprobado: 31 de Diciembre de 2022

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