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Oikos Polis

versão impressa ISSN 2521-960Xversão On-line ISSN 2415-2250

Oikos Polis vol.6 no.1 Santa Cruz de la Sierra jun. 2021  Epub 30-Jun-2021

 

ARTÍCULO

Creciente importancia de los BRICS en la gobernanza financiera y economía globales

Growing Importance of the BRICS on the Global Financial Governance and the Economy

Alejandra Cabello( 

Edgar Ortiz£ 

Miriam Sosa( 

1 Profesor de Tiempo Completo, Posgrado en Administración, Facultad de Química, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: acr2001mx@yahoo.com.mx

£ Profesor de Tiempo Completo, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: edgaro@unam.mx.

( Profesor de Tiempo Completo, Departamento de Economía, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Correo electrónico: msosac87@hotmail.com.


Resumen:

Se analiza el creciente papel de los de Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfrica (BRICS) en términos de su participación en la gobernanza y economía globales. Se revisa los dilemas y problemas relacionados con la gobernanza, resaltando importantes cambios en su arquitectura y el surgimiento de nuevos patrones de gobernanza financiera mundial a partir del progresivo papel de los BRICS. Se examina su creciente importancia económica en el contexto de los nuevos patrones de desarrollo económico y financiero que retan la tradicional hegemonía de las economías industrializadas de occidente, el esquema de Cooperación Sur-Sur; la naciente arquitectura financiera en cuanto a sus instituciones bancarias y bursátiles; las iniciativas de los BRICS para fomentar su desarrollo y alentar el desarrollo de las economías emergentes, manifiestas en sus Cumbres y creación de nuevas instituciones y convenios de desarrollo; y, finalmente, los retos y cambios hacia una multipolaridad en la gobernanza financiera global.

Palabras clave: BRICS; Gobernanza Financiera; Arquitectura Financiera Global.

Abstract:

This work analyses the growing role of those in Brazil, Russia, India, China, and South Africa (BRICS) in terms of their participation in global governance and the economy. Governance dilemmas and problems are reviewed, highlighting important changes in its architecture and the emergence of new global financial governance patterns due to the progressive role of BRICS. It examines its growing economic importance in the context of new patterns of economic and financial development that challenge the traditional Western industrialized economies hegemony; the South-South Cooperation scheme; the nascent financial architecture in terms of its banking and stock markets; BRICS initiatives to promote their development and encourage the development of emerging economies, manifested in their Summits and the creation of new development institutions and conventions; and, finally, the challenges and changes towards multipolarity in global financial governance.

Key words: BRICS; Financial Governance; Global Financial Architecture.

Introducción

La creciente participación en la economía mundial por parte de las economías emergentes ha dado lugar a crecientes demandas por cambios económicos globales y modificaciones a sus instituciones a fin de eliminar las asimetrías existentes. Contribuciones fundamentales del cambiante desarrollo mundial y, a la vez, un reto para el futuro constituye el papel de los BRICS (acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Desde su creación oficial en 20091 este grupo ha realizado cumbres anuales en las cuales ha definido 30 áreas de cooperación y dialogo encaminadas a profundizar su articulación, así como a definir acciones para promover cambios económicos e institucionales internacionales que, al menos, atenúen sus asimetrías y apoyen un desarrollo global más igualitario; su agenda también ha incluido políticas y programas de desarrollo, congruentes con la colaboración con otros países emergentes.

Considerando la importancia del ascendiente papel de los BRICS en el panorama económico y financiero internacional, la presente investigación tiene por objetivo analizar las características de los países BRICS, su evolución y creciente participación e impacto internacionales, específicamente, en la gobernanza financiera global; así como, las perspectivas sobre el comportamiento futuro de este grupo.

Con el propósito de evidenciar la creciente y clave aportación en la economía y en la gobernanza financiera globales de dicho grupo, el presente trabajo se apoya en dos estrategias metodológicas: a) presentaciones teóricas en torno a distintas manifestaciones del desarrollo mundial tratadas en la presente investigación, en particular, el contexto económico-financiero contemporáneo, las iniciativas puestas en marcha por el grupo, y perspectivas sobre el futuro orden mundial; b) en segundo lugar, metodológicamente se apoya en rigurosos análisis descriptivos referidos a los procesos en los cuales participan los BRICS. Igualmente, se emplea el método comparativo entre las características, desempeño y los esfuerzos realizados por los BRICS, con relación a otras economías y a las instituciones ya preestablecidas.

La investigación se concentra en la importancia macroeconómica y financiera de los BRICS, y sus contribuciones a los cambios en la gobernanza financiera global y arquitectura financiera global, sirviendo como un acercamiento inicial e integral, para el fortalecimiento de la diversificación y optimización internacional de portafolios; así como, para el posible establecimiento de relaciones comerciales y de inversión por parte de empresas y administradores públicos de otros países, en particular para la colaboración Sur-Sur.

La estructura del trabajo consiste en seis secciones, además de la presente introducción. En la segunda sección se presenta una revisión sobre los problemas y dilemas acerca de la gobernanza global y gobernanza financiera global, resaltando la visión de los países periféricos y el surgimiento de los BRICS como una alternativa Sur-Sur; la tercera sección expone el enfoque adoptado por los BRICS acerca de los cambios en la gobernanza global y un análisis de su importancia económica; la sección cuatro presenta las contribuciones a cambios en la arquitectura y gobernanza financieras internacionales; la quinta analiza el fenómeno de multilateralidad y los cambios en la gobernanza financiera global; la última sección presenta las reflexiones finales.

Gobernanza global, gobernanza financiera global y el papel de los BRICS: conceptos y literatura relacionada

En las últimas décadas las sociedades han experimentado profundas modificaciones a nivel global, derivando en transformaciones de los poderes públicos. Lo anterior ha provocado un creciente interés en el estudio de la gobernanza global, dando pie al desarrollo de diversas definiciones en torno a dicho concepto. En general, se asume que gobernanza alude al desempeño gubernamental con respecto a su entorno económico, político y social y el grado de apertura a la participación social; se refiere también al modelo de desarrollo económico y político de un país y sus reformas (Monsalve López, 2020). Dejando atrás absolutismos del pasado, puede considerarse como un continuo que va de regímenes cerrados y dictatoriales a democracias plenamente desarrolladas.

En cuanto a la gobernanza global, en primer lugar es necesario considerar que la globalización es un proceso de internacionalización e interdependencia de las economías nacionales a nivel mundial, progresando hacia un mercado global por lo cual se eliminan las barreras al comercio, barreras a la inversión extranjera directa y de portafolio y de los flujos de fondos transfronterizos, conllevando a la creación de reformas institucionales internacionales que normen las nuevas relaciones entre las naciones promoviendo la cooperación y estabilidad económica.

A pesar de la multitud de conceptualizaciones, existen elementos comunes que permiten entender a la gobernanza mundial como un conjunto de procesos y organizaciones, con diferentes responsabilidades que coadyuvan a normar y resolver los complejos problemas y diferencias de intereses que surgen entre los diferentes países del mundo global contemporáneo. Sin embargo, los procesos de globalización y la agenda hacia una gobernanza global han estado llenas de incumplimientos, retrocesos y asimetrías derivados de las profundas y recurrentes crisis económicas y las imposiciones y confrontamientos entre las hegemonías mundiales. El fin de la Guerra Fría, la desaparición de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín no fueron aprovechadas para impulsar instancias de coordinación que operacionalizaran una renovada agenda global, terminó consolidándose con valores occidentales y la imposición de una hegemonía liberal; se promovió una indiferenciación entre globalización y gobernanza global imponiendo dichos valores como únicos y empleando las instituciones internacionales para difundir e implementar dichos valores (Querejazu, 2018). No obstante, estos valores y su implementación han sido perfilados por fuentes del poder económico, financiero y político, exteriorizados en mega centros económico- financieros avalados por el poder político y militar de Estados Unidos en alianza con la Unión Europea. Aunque la globalización ha producido crecimiento económico y financiero, como la hegemonía ejerce dominio y coerción sobre otros países crea relaciones de centro-periferia, lo que en muchos casos ha profundizado la brecha entre el centro y la periferia, conllevando a una mayor corrupción, pobreza y desigualdad económica y social interna en muchos países, así como a una deslegitimación de la democracia a falta de seguridad y de muchos derechos civiles.

En este contexto, la participación de la Periferia del Sur en la construcción de una gobernanza mundial creativa y equitativa ha sido cohibida por el poder del Norte Hegemónico, lo que ha dado paso a la búsqueda de alternativas de Cooperación Sur-Sur (CSS), a la par que la consolidación de China como una potencia económica mundial. La CCS tiene una experiencia de ya varias décadas; empero, sus avances han sido limitados por establecerse con esquemas de Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD), diseñados, dirigidos y condicionados, y evaluados rígidamente por los países del Centro y sus instituciones. De esta manera, eran desatendidas las demandas de los países de la periferia de un cambio una transferencia neta de recursos, en lugar de créditos atados con cláusulas duras de penalización por impagos que a la larga incrementaban la carga de la deuda, profundizando los patrones de dependencia (Scott, 2015 y 2017; Domínguez Martín, 2018).

La decadencia de la hegemonía de Estados Unidos ha permitido que en la CCS surjan programas importantes para promover la autosuficiencia productiva de los países del Sur compartiendo recursos y experiencias, identificando problemas de los países menos desarrollados, primordialmente con énfasis regionales. Sin embargo, los programas implementados conservan características de los programas de AOD y son fuertemente impulsados por el Norte Hegemónico y la Organización de las Naciones Unidas. Empero, la creciente importancia de China ha abierto nuevas alternativas para un cambio en la gobernanza mundial.

Para muchos participantes, en la política exterior de Estados Unidos prevalece la idea de que China busca reemplazar a este país como el principal motivador del multilateralismo global, aprovechando el orden existente o incluso eliminar totalmente el multilateralismo y en su lugar establecer una hegemonía central en Asia (Mastro, 2019; Kastner et al., 2020). Estos últimos autores, sin embargo, argumentan que es errado ver a China como un poder revisionista que busca minar a las instituciones multilaterales del presente; señalan que la visión de China hacia el multilateralismo varía según los problemas y contextos.

En este sentido, puede afirmarse que China está construyendo un régimen internacional de cooperación alternativo al Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE, que, de acuerdo a una lógica de isomorfismo institucional, se sustenta en tres pilares: organizaciones internacionales de carácter financiero y político, instrumentos financieros de carácter concesional, y un sistema de monitoreo y evaluación; el naciente nuevo régimen está integrado por el primer pilar de organizaciones internacionales financieras como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, y políticas de reciente creación como la Agencia Estatal de Cooperación Internacional para el Desarrollo; el segundo pilar constituye el financiamiento ampliado para el desarrollo, y el tercer pilar un sistema de monitoreo y evaluación propio (Domínguez Martín, 2018).

La creación de un régimen alternativo para el desarrollo basado el isomorfismo institucional y en la confianza desarrollada por las instituciones precedentes implica la aceptación de cambios incrementales y un camino predeterminado al desarrollo (path dependent); esto explica pasados intentos por crear una OCDE del Sur en la década de 1970, paralelos a la creación de un Banco para los Países en Desarrollo. El creciente poderío y liderazgo de China, ha creado y está creando una nueva arquitectura y gobernanza global resguardado por los otros BRICS en el Grupo de los 77 (G77) de las Naciones Unidas, y su pilar fundamental es de carácter financiero de lo que más pronto que tarde acabará constituyendo un régimen internacional de CSS con su sistema de monitoreo y evaluación propio (Domínguez Martín, op.cit.).

Aunque Domínguez Martín sugiere un papel de arropamiento a China por parte de los BRICS, la creciente importancia y articulación de este grupo puede constituirlo en la base y clave para que la CSS estimule un desarrollo sustentable, sostenible y equitativo en la periferia y coadyuve a la realización de reformas estructurales de la gobernanza global, de tal manera que, sus nuevas normas e instituciones coadyuven a un desarrollo inclusivo mundial. Ahí radica precisamente la importancia de estudiar a los BRICS. Los patrones actuales de gobernanza global conformada conforme la retórica de la interdependencia, de conciliación de intereses multilaterales y persistencia de asimetrías centro-periferia se han sostenido con grandes déficit e incapacidad para responder a los grandes retos mundiales.

Los retos e incertidumbre son grandes, debido a la cada vez mayor profundidad de las repetitivas crisis globales que ha conllevado a inercias y fragilidades abismales que impiden rápidas respuestas a los problemas estructurales existentes, así como a problemas inesperados extraeconómicos como es el caso de la pandemia causada por el Covid-19. La Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones de la gobernanza global han sido incapaces de atender este problema, exacerbado por las deficiencias de cada país.

Importancia política y económica de los BRICS

Visión de los BRICS sobre cambios en la gobernanza global

Cabe resaltar que, si bien el inicio del acrónimo se debe a una cuestión propagandística de un alto ejecutivo de Goldman Sachs, Jim O´Neill, el bloque es una realidad y desde su primera cumbre en el año 2009, se han celebrado 10 cumbres BRICS con interesantes agendas y resultados de desarrollo y gobernanza global. Pese a su heterogeneidad y distanciamientos, existe una convergencia entre sus miembros respecto a las reformas del orden internacional; según declaraciones de sus líderes y votaciones en la Organización de las Naciones Unidas persisten intereses comunes en cuanto a un orden global reformado con mayores poderes de decisión para los países del Sur global, en particular, en las instituciones financieras (Rael, 2020). Igualmente, Bratersky (2020) afirma que los miembros del grupo BRICS aparentemente están a la par entre sí en términos de sus políticas económicas, financieras y de seguridad; el bloque ha desarrollado un grado significativo de institucionalización para estructurar estas políticas, y sus países miembros comparten ideologías y valores comunes.

Este grupo BRICS ha ganado importancia en términos globales: i) en el reclamo a los países desarrollados por una mayor representación en los organismos multilaterales, ii) la democratización de espacios políticos internacionales (G7 y Naciones Unidas) y iii) generando iniciativas conjuntas, incrementando la cooperación y articulación entre los socios y buscando establecer liderazgo entre los países emergentes a nivel internacional (Juncal, 2014).

Numerosos trabajos que analizan el creciente papel de los BRICS a nivel internacional y el balance de poder que busca el bloque a partir de sus acciones. Algunos analistas y funcionarios de las políticas económicas y de relaciones internacionales de los países del norte temen y ven al grupo como hostil y una amenaza del orden mundial liberal de la posguerra, incluyendo en algunos casos el fortalecimiento de las capacidades militares. Esta visión estuvo presente en algunos círculos principalmente durante las primeras etapas de formación del bloque (Wohlforth, 2012). No obstante, el grupo ha desarrollado un visón de cooperación y estabilidad hacia los cambios en gobernanza global. Hay que reconocer que, los BRICS han desarrollado una práctica de cooperación y estabilización del entorno internacional desarrollando programas de ayuda mutua y de apoyo a otros países del Sur. Esta cooperación e interacción internacional de los BRICS, conocida como balanceo suave (soft-balancing) busca aplicar según Haibin (2012) reformas graduales y pacíficas que generen un esquema más equitativo y eficaz, sin fines de contrarrestar a los países occidentales sino interactuar con ellos más efectiva e igualitariamente. Al mismo tiempo, Zhebit (2012) menciona que las Cumbres de los BRICS, en la gobernanza global han estado orientadas a la búsqueda por un mundo multipolar y justo, abogando por una reforma integral de las Naciones Unidas y los Organismos Multipolares. Sin embargo, este espacio de cooperación ha sido importante, pero está actualmente limitado por el confrontamiento China-Estados Unidos propiciado por el gobierno de este último país. A pesar de, el balanceo no ha desaparecido. En un espectro completo, desde el balanceo duro hasta el equilibrio suave, Varkey (2018) argumenta que las estrategias de balanceo suave representan uno de los principales instrumentos que los estados, tanto de las potencias establecidas como en ascenso, han utilizado a lo largo de la historia moderna, incluso hoy en día, para lograr sus principales intereses.

La presente investigación se suma a las previamente citadas con el objetivo de analizar la creciente participación de los BRICS, especialmente en los mercados e instituciones financieras, evidenciando la contribución de dichos esfuerzos en los nuevos matices de la gobernanza financiera global; así como, las ulteriores perspectivas que se desprenden hacia el futuro.

Características macroeconómicas

Los BRICS destacan por su importancia en la economía global. Al presente contribuyen con el 22 % del PIB. El cuadro 1 ilustra la participación de cada país miembro a la actividad económica mundial; llama la atención que China produce el 13% del total. La evolución del crecimiento económico se puede observar en la figura 1. China es una economía que ha tenido un alto crecimiento económico de 1977 a 1988, experimentando una tasa promedio de crecimiento anual de 10.5 %, lo cual podría explicarse a partir de las reformas económicas llevadas a cabo en dicha economía a partir de 1978.

Durante los años 1989 y 1990 dicha economía sufrió una desaceleración debido a la crisis denominada “crisis de la reforma,” periodo caracterizado por altos niveles de inflación, corrupción y desigualdad en los ingresos; lo anterior contribuyó a que la tasa de crecimiento descendiera a niveles promedio de 4%, durante dicho período. Desde 1992, se hicieron algunas modificaciones y China tuvo tasas de crecimiento promedio de 13% durante el periodo 1992-1995, la crisis asiática y, en menor medida la mexicana, afectaron su desempeño dando como resultado una tasa de crecimiento de 8.6% de 1996 a 2002. Una vez recuperada, la economía de China tuvo tasas de crecimiento promedio de 13.4% (de 2003 a 2008), dicho periodo de crecimiento se vio interrumpido por la crisis financiera global y la desaceleración de la economía mundial. A partir de 2012, ha disminuido el ritmo de crecimiento de la economía China, presentando tasas de crecimiento alrededor del 7%, las cuales se espera sean mantenidas en dichos niveles, para futuros periodos.

Como se observa en la gráfica 2, el comportamiento de las exportaciones de China y la actividad económica de dicho país, están estrechamente relacionadas. Como resultado de la crisis asiática, las exportaciones de China sufrieron una caída de 18% en 1997; mientras que, en el año 2003, gracias a la recuperación de la economía a nivel global, el crecimiento de dicho indicador fue de 80%, con respecto al año anterior. En 2009 y como resultado de la crisis financiera global, las exportaciones de China disminuyeron 16%.

En términos del índice de desarrollo humano (IDH) y de la deuda, el cuadro 2 indica que China es el país del bloque BRICS con el tercer lugar en índice de desarrollo humano, el cuarto lugar en niveles de deuda (50.64%) y es el país con el segundo menor déficit (4.66%).

Cabe de resaltar que, si bien la economía China ha crecido de manera importante en las últimas tres décadas, es el tercer país de los BRICS con menor PIB per cápita. No obstante, la brecha entre los demás países y China ha visto disminuida de manera importante, ya que de 2010 a 2018 su PIB per cápita se incrementó en 70%. Empero, la economía de China aún enfrenta un importante reto, ante el gran tamaño de su población y la ralentización de la economía a nivel internacional.

Algunos autores (Gambrill, 2015; Emmerich y Reis, 2016; Ramírez, 2017; Arroyo, 2015) señalan que dado lo anterior, la economía China ha cambiado su estrategia económica de un crecimiento orientado hacia afuera (sustentado en la inversión, exportación e industria) a un crecimiento orientado hacia adentro; dicha estrategia consiste en incrementar el nivel de vida de la población de China, para promover el consumo doméstico, instaurando al sector servicios como eje principal de su desarrollo. Es preciso aclarar que, parte importante de esta nueva estrategia ha sido posible gracias al desarrollo y creciente participación del sector financiero.

De igual forma, en la figura 1 se puede observar la evolución de la economía de Rusia, la cual experimentó un largo periodo de decrecimiento económico (1990 a 1996), episodio que corresponde a la instauración de reformas en el marco del desmembramiento de la Unión Soviética y la transición a lo que hoy se conoce a la Federación Rusa. En 1998, y en parte como resultado de la debilidad económica y financiera de Rusia, aconteció una crisis importante causada por la caída en los precios del petróleo que provocó salida de capitales, problemas de liquidez y depreciación del rublo. Para sobreponer dicha crisis se promovieron ajustes fiscales, incluyendo nuevos impuestos y recortes sobre el gasto público. La recuperación de la economía rusa tuvo lugar en 1999, inaugurando un periodo de crecimiento sostenido, con tasas promedio de 6.9%, que duró hasta el estallido de la crisis financiera global suscitada en 2008.

Durante el año 2009, de los países BRICS, la economía rusa fue la que más decreció (-7.8%) a raíz de la crisis financiera global. De 2010 a 2014, Rusia reportó tasas de crecimiento positivas, pero cada vez menores cada con año de tal manera en 2015 y 2016 tuvo un decrecimiento de 2.82% y 0.22%, respectivamente, recuperándose y presentando una tasa de crecimiento de 2.25% en 2018. En términos comerciales y en referencia a los acontecimientos antes señalados, como se observa en la gráfica 2, las exportaciones de Rusia tuvieron importantes caídas en 1999, 2008 y 2015.

De manera relativa, de 2000 a 2010 Rusia fue el país dentro del bloque BRICS con mayor nivel de exportaciones como porcentaje del PIB (gráfica 2), presentando un nivel de 44% en dicho indicador durante el año 2000. En términos de actividad económica por individuo y desarrollo, como se puede observar en el cuadro y gráfica 1, Rusia es el país con el mayor PIB per cápita e Índice de Desarrollo Humano. Igualmente, como se observa en el Cuadro 2, Rusia es el país del grupo, que, en 2018, presenta el nivel de deuda más bajo como porcentaje del PIB (14.61%) y el único del bloque que presenta un superávit (2.91%).

En lo sucesivo, uno de los principales retos de la economía rusa es disminuir la fragilidad, ocasionada en parte por la dependencia económica orientada a las exportaciones petroleras, y fomentar el crecimiento económico. A este respecto Tzili Apango (2015) señala que de todos los países BRICS, Rusia es aquel con mayores debilidades institucionales en términos de regulación, corrupción y mal ejercicio del Estado de derecho. Estas restricciones ocasionan problemas en términos de competitividad, exportaciones e inversión. En términos demográficos, Ojeda (2010) señala que, en contraste con la realidad de los otros países BRICS (a excepción de China), Rusia presenta una tendencia demográfica negativa la cual, de no ser por la migración, la disminución en la población se convertiría en un obstáculo para el empoderamiento de dicha nación.

Respecto a la economía de la India, desde 1980 ha experimentado tasas de crecimiento positivas, las principales afectaciones a su actividad económica se deben, como se observa en la gráfica 1, a los periodos que corresponden con la crisis asiática en 1997, la crisis financiera global en 2008 y la crisis de la deuda soberana en 2012. De 2003 al año 2007 la tasa de crecimiento promedio fue de 8.82%, a raíz de la crisis en 2008 dicha tasa disminuyó a 3.9% y en 2010 alcanzó la más alta tasa de crecimiento (8.5%); debido a la desaceleración económica global, la tasa de crecimiento promedio en los años sucesivos ha ido disminuyendo, situándose en 6.8% anual, para 2018. La participación de la India en la producción mundial es 3%.

Cuadro 1 Indicadores económicos: los BRICS en perspectiva (2018) 

En cuanto a sus exportaciones, India ha mantenido una actividad más regular, en comparación con países como Rusia o China; no obstante, las variaciones en dicho indicador fueron de carácter negativo (-15%, -1% y -12%) en los años 2009, 2012 y 2015, respectivamente. De manera relativa, las exportaciones de India como porcentaje del PIB conservaban una tendencia positiva hasta 2010, incrementándose de 3.8% en 1970 a 22.5% en 2010. Para el año 2015, dicha cifra disminuyó como consecuencia de la ralentización económica internacional, llegando a 19.7% en 2018.

En términos fiscales, dentro de los BRICS, para el 2018, India es el segundo país con el mayor déficit público (6.27%) y el segundo más endeudado como porcentaje del PIB (68.05%). En cuanto a desarrollo humano, India es el país del bloque que presenta el menor IDH y el menor PIB per cápita (seis veces menor que Rusia, aquel con mayor PIB per cápita). Lo anterior entraña una importante debilidad y reto para la economía de la India, la cual aún presenta una tendencia positiva en el crecimiento demográfico; a mediano plazo se pronostica que la población de la India sobrepasará a la de China, lo que implica que se debe incrementar la infraestructura y puestos de trabajo, no solo para mantener, sino también para incrementar el nivel de bienestar de la población.

Gráfica 1.  Crecimiento del PIB 

El Foro Económico Mundial (WEF, 2019) se reconoció a India como el principal país de destino de la subcontratación (outsourcing), especialmente en el sector tecnológico; sin embargo, aunque con importantes retos, con la Cuarta Revolución Industrial ha llegado el momento de que el segundo país más poblado del mundo se reinvente: de 2015 a 2019 India mejoró su ranquin de 81 a 52 en el índice de Innovación Global, así se perfila para convertirse en el siguiente Sillicon Valley.

En cuanto a Brasil, es la tercera economía más grande dentro del grupo BRICS, con relación a su PIB*, territorio y población (como se puede observar en el cuadro 1). En la gráfica 1 se muestran las variaciones de la actividad económica de dicho país. Desde 1980 Brasil enfrentaba problemas de desequilibrio fiscal, falta de crédito externo, inflación y constantes devaluaciones; estas dificultades se mantuvieron durante más de una década, provocando que en 1990 el PIB cayera 3.5%.

Tras una serie de medidas instauradas, entre las que destacan aquellas dictadas por el “Consenso de Washington” y por el “Plan Real”, la recepción de capitales externos se puso en marcha, permitiendo la recuperación de la economía. De 1993 a 1997 la economía creció a una tasa de alrededor del 4%. A partir de la crisis asiática y rusa, el precio internacional de las materias primas disminuyó e incrementó el déficit externo de Brasil. De tal manera que, dicha crisis también se hizo presente en la economía, trayendo consigo tasas de crecimiento marginales de 0.33 y 0.46% para los años 1998 y 1999, respectivamente.

En el periodo 2000-2008 la economía brasileña experimentó tasas de crecimiento positivas promedio de 3.8%, hasta que en 2009 la crisis financiera global provocó una tasa negativa de 0.12%. De 2010 a 2014 la economía de Brasil creció en promedio 3.4% anual, pero la tendencia se revirtió, debido a problemas internos y la desaceleración de la actividad económica mundial, dando como resultado decrecimiento económico en 2015 y 2016 (-3.8 y -3.6%, respectivamente). De la mano con la actividad económica, como se aprecia en la gráfica 2, las exportaciones han experimentado disminuciones en los periodos de recesión económica, 1999, 2009 y 2015-2016.

Cuadro 2 Indicadores Índice de Desarrollo Humano (IDH) y niveles de deuda (2018) 

Como se aprecia en el cuadro 2, Brasil es el segundo país dentro del bloque BRICS con el mayor índice de desarrollo humano y PIB per cápita. Es el país más endeudado del bloque, en relación a su PIB representa 87.89%; Brasil es también el país del bloque con el mayor déficit (7.17%). De acuerdo con la gráfica 2, las exportaciones en términos relativos (como porcentaje del PIB) experimentaron crecimiento en el periodo 1990-2005; en este último año se presentó el nivel más alto (15.2%). En los periodos sucesivos hubo una disminución del nivel de exportaciones como porcentaje del PIB, siendo de 10.8 y 14.8 % para los años 2010 y 2018, respectivamente.

Gráfica 2.  Exportaciones en mmd (crecimiento, valores absolutos y porcentaje del PIB) Crecimiento exportaciones mmd 

Exportaciones en mmd

Nota: Para el caso de Rusia, no se presentan las cifras en los periodos previos a 1980, ya que no se encuentra dicha información en el reporte del Banco Mundial.

Fuente: Elaboración propia con datos del World Development Indicators del Banco Mundial

Exportaciones/PIB en mmd (%)

Nota: Para el caso de Rusia, no se presentan las cifras en los periodos previos a 1980, ya que no se encuentra dicha información en el reporte del Banco Mundial.

Fuente: Elaboración propia con datos del World Development Indicators del Banco Mundial

Características positivas de Brasil incluyen ser la economía más grande de América Latina, ser rico en recursos naturales, y poseer agua en abundancia. Dentro de los retos más importantes que enfrenta dicha economía se encuentran los problemas y tensiones políticas, tanto al interior del país como en lo que respecta a la geopolítica, al estar tan alejado del resto de los países BRICS y tener mayor cercanía con Estados Unidos. Otro foco de alarma es el nivel de deuda pública el cual, de no ejercer las medidas adecuadas, podría convertirse en un problema, incrementando el costo de financiamiento y disminuyendo la disponibilidad de crédito.

Sudáfrica es el país con menor representación dentro del bloque BRICS en cuanto al tamaño de su población, territorio y economía (ver cuadro 1); sin embargo, es el cuarto país con mayor PIB per cápita de los países del grupo. Su evolución económica, representada en la gráfica 1, presenta decrecimiento económico de 1990 a 1992, una tasa de crecimiento promedio de 3.4% durante el período 1993 a 2008 y una caída de 1.53% en 2009, explicada por la Gran Recesión mundial. De 2010 a 2018 la tasa de crecimiento presenta una tendencia a la baja, disminuyendo el PIB de +3.03% a -0.79%. En 2018, en el bloque destaca como el segundo país en el cual sus exportaciones representaban mayor porcentaje en relación con el PIB, de entre los países analizados (30%). Asociado a los cambios en la actividad económica global, las exportaciones de Sudáfrica sufrieron caídas de 1998 a 2001 (crisis asiática, rusa y dot com); en 2009 la crisis subprime, y de 2012 a 2016 (crisis de la deuda soberana y rezagos de la economía global).

De acuerdo con el Cuadro 2, el IDH de Sudáfrica es el segundo menor del grupo BRICS; y el nivel de deuda y déficit es de 56.7% y -4.1% del PIB respectivamente, lo cual lo sitúa en el promedio del grupo. En términos generales, la inclusión de Sudáfrica en el acrónimo ha sido discutida por algunos autores e instituciones (Economist, 2013 y Pant, 2013) considerando que existen asimetrías importantes entre dicha economía y las que originalmente conformaban el grupo. Algunas de las características que hacen cuestionar su pertenencia al bloque son: altos índices de desempleo (25%), desigualdad económica e inestabilidad política y social3 (Abal-Santé, 2016). Por otro lado, Sudáfrica es el país más rico en reservas minerales, siendo el principal productor de platino, cromo y manganeso, y el tercero en oro (Gómez-Jordana, 2014). Además de que su localización geográfica, permite al bloque tener participación y acceso al resto del continente africano.

Participación en la economía y comercio global

Pese a las disparidades entre sus miembros, su articulación ascendente ha afianzado la importancia de los BRICS en el desarrollo global en general, y en el desarrollo de las economías emergentes. Recurriendo nuevamente al cuadro 1, puede observarse que en conjunto el área de estos países constituye 30% del territorio global, 42% de la población mundial y, más importante aún, el 22% del PIB mundial. Como su PIB/per cápita es muy desigual y con máximo y mínimo extremos correspondientes a Rusia e India, en conjunto el PIB/cápita de los BRICS es US$8,008.46.

El cuadro 3 complementa la importancia de los BRICS en la dinámica de la economía global. Según los patrones de desarrollo del año 2000 y el período 2013 a 2018, puede apreciarse el PIB agregado de los BRICS ha tendido a acercarse al PIB de Estados Unidos, la primera economía mundial. De esta manera, el grupo de los BRICS ha contribuido consistentemente con 22 por ciento del PIB mundial.

Cuadro 3 Participación del Grupo BRICS en el PIB y sector externo mundiales 

https://wits.worldbank.org/WITS/WITS/Restricted/Login.aspx

En cuanto al sector externo se observa que a nivel global el monto de las exportaciones de bienes y servicios se ha incrementado de US$791.1 miles de millones en el año 2000 a US$2,513 mmd en 2018, un impresionante crecimiento equivalente a 3.17 veces. El crecimiento de la participación de los BRICS (Exp BRICS/Exp Mundo) es aún más importante: 9.6 veces, de US$104.6 mmd a US$1004 mmd en 2018. Así, la participación de las exportaciones del grupo de los BRICS en relación a las exportaciones mundiales se incrementó de 13.2% a 40% de 2000 a 2018. Resalta el hecho de un inusitado crecimiento de 9.7% de las exportaciones globales en 2018 respecto al año anterior.

Las importaciones mundiales de bienes y servicios también crecieron significativamente durante el período analizado, de US$734.5 a 2563.0 mmd, 3.49 veces. La participación de las importaciones de los BRICS en relación a las importaciones mundiales (Imp BRICS/ Imp Mundo) cambió de 6.25% en 2000 a 13.1% en 2018. Resalta el hecho que, durante todos los años examinados, la balanza de bienes y servicios siempre fue muy favorable para el grupo de los BRICS, US$674.8 mmd en 2018. Sin embargo, es preciso señalar que en el sector externo China tiene la mayor participación, en tanto que África del Sur la menor; igualmente, debido a su alta dependencia en las exportaciones petroleras y sus bruscos cambios en los últimos años, Rusia presenta déficits en su balanza comercial.

Resumiendo, las economías que componen el grupo de los BRICS poseen a la vez ciertas características comunes, pero igualmente una clara heterogeneidad. En la dinámica de la economía mundial su participación ha sido creciente. Sin embargo, es importante señalar que enfrentan retos importantes para su desarrollo y para la consolidación del bloque.

Contribuciones a cambios en la Arquitectura y gobernanza financieras internacionales

Después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos quedó como el país con la mayor representación en las diversas instituciones formuladas en Bretton Woods: Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y los organismos que se encuentran directa o indirectamente consigo asociados4, Con el paso de los años, dicha arquitectura se ha visto desgastada y cuestionada a partir de dos aspectos: 1) una compleja economía global dominada por un enorme capital financiero que sobrepasa la capacidad de dichas agencias y 2) el crecimiento del poder económico, político y militar por parte de países emergentes, tal es el caso de los BRICS.

Como parte de su estrategia, para lograr mayor participación y representación, los BRICS han pugnado e impulsado una serie de propuestas con el objetivo de: 1) democratizar la toma de decisiones al interior de los organismos financieros multilaterales, 2) canalizar los recursos a las verdaderas necesidades de la población, flexibilizando las condiciones asociadas al otorgamiento de dichos recursos, y, 3) promoción de la estabilidad financiera internacional. Los cambios perseguidos lo han hecho dentro de un marco de balanceo suave, como se apuntó anteriormente.

De manera particular, al interior del grupo los BRICS se ha acordado la fundación de un Nuevo Banco de Desarrollo BRICS (BDB), un fondo de reservas para atender los desequilibrios en sus balanzas de pagos y algunos esquemas con uso de derivados y unidades de cuenta común para evitar el riesgo cambiario.

Los esfuerzos previamente señalados, constituyen un desafío al orden financiero internacional antepuesto y han promovido significativos cambios en la arquitectura financiera internacional, cambios que se han reflejado en una división más equitativa del poder en los organismos internacionales, y además existan algunos organismos alternativos al BM y FMI.

Participación bursátil de los BRICS

El proceso de globalización y los cambios tecnológicos, regulatorios y económicos han impulsado la conformación de una nueva arquitectura financiera internacional, caracterizada por la aparición de nuevos actores e instrumentos financieros. El resultado de dicho proceso ha sido una creciente interconexión entre diversos actores de todas las regiones y la actuación de cada vez más grandes empresas no financieras y financieras (bancos, bolsas de valores, fondos de inversión, entre otros). Uno de los principales cambios en la arquitectura económica global está relacionado con la creciente participación en los mercados financieros, por parte de los BRICS.

En términos generales, los BRICS han incrementado su participación en el ámbito financiero global, por medio de sus instituciones bancarias, bursátiles y de manera real a partir de su participación en la actividad económica, comercio e inversión extranjera directa. Además de las estrategias económicas particulares de cada una de las economías, existen acciones conjuntas que han ido enfocadas a incrementar la participación de los BRICS.

Los siguientes cuadros, 4 y 5, resumen de manera comparativa el crecimiento y participación en los mercados bursátiles de los BRICS más México, Indonesia, Turquía, Corea del Sur, países que han sido identificados como aquellas economías pujantes que comparten ciertas características con el bloque. Se observa el crecimiento anual de los mercados de valores, tomando como referencia los índices accionarios globales que calcula S&P. En 2012, el único país que mostró un decrecimiento con respecto al año anterior fue Brasil, lo cual podría deberse a los efectos de la crisis y a cuestiones internas, que llevaron a la devaluación del real. De forma opuesta, los países que tuvieron mayor crecimiento ese año fueron Turquía y México.

Cuadro 4.  Indicadores Bursátiles de los principales países emergentes, 2012 

En términos de la capitalización de mercado como porcentaje del PIB, llama la atención el caso de Sudáfrica, que en ambos años (2012 y 2018) tuvo los niveles más altos de todos los países en cuestión. En el año 2012, los países que siguieron en importancia de capitalización como porcentaje del PIB fueron: Indonesia (104%) e India (68%); mientras que den 2016 fueron India (69%) y China (65%).

Cuadro 5.  Indicadores Bursátiles de los principales países emergentes, 2018 

En cuanto al total del volumen transado como porcentaje del PIB, en 2012 y 2018 Corea del Sur fue el que presentó un mayor indicador con 134% y 151.64%, respectivamente.

Como se observa en el cuadro 6, los países emergentes, en comparación con los países desarrollados y el mercado global, han mostrado un crecimiento muy importante. De 2006 a 2018 el valor total de las acciones negociadas en los mercados emergentes incrementó en 233%, mientras que dicho indicador para los países desarrollados, en el mismo periodo, creció menos del 10%. En términos del objeto de estudio del presente, se observa que los BRICS tienen una importante representatividad en las acciones negociadas en los mercados emergentes, equivalente al 75% en el año 2018.

Cuadro 6.  Crecimiento Mundial de los Mercados Accionarios 

https://focus.world-exchanges.org/issue/march-2020/market-statistics

Es claro que, como se observa en los cuadros 6 y 7, las economías emergentes han ido incrementando su presencia en los ámbitos financieros y económicos a nivel internacional, un ejemplo de ello es que, los cinco países se encuentran dentro de los diez principales mercados de valores emergentes, por capitalización (ver Cuadro 7). Estos cambios institucionales han redundado, como se señala anteriormente, en los patrones de flujos de capital internacionales. Una clara manifestación de estos cambios es la participación de los BRICS; los flujos de capital hacia estos países se han más que triplicado registrándose en 2013, 263 mmd. En términos de los flujos de inversión extranjera directa que realizan los BRICS, constituyen el 10 por ciento de los flujos internacionales, alrededor de 126 mmd, el destino de dichos recursos son las economías emergentes (42%) y Estados Unidos (34%) (UNCTAD, 2013).

Cuadro 7 Mercados Emergentes Importantes en términos de su capitalización (2018) 

En este sentido, los movimientos de capital de los BRICS representan un cambio radical a los patrones tradicionales de los países desarrollados a los países menos desarrollados. Las inversiones de portafolio de los miembros del grupo BRICS también han sido crecientes, en particular las inversiones de China cuyas tenencias en bonos prácticamente han permitido sobreponer la fragilidad financiera de varios países desarrollados y en desarrollo. Igualmente, cabe resaltar que Goldmann Sachs mantiene un fondo destinado a inversionistas que buscan invertir en acciones de los BRICS.

Por otro lado, los mercados bursátiles internacionales, especialmente de Estados Unidos listan acciones y American Depository Receipts (ADRs) de empresas de los países pertenecientes a este bloque.

En suma, durante las dos últimas décadas los BRICS han incrementado su participación en los flujos de capital internacionales, en especial en su asistencia financiera a los economías emergentes; empero estos cambios no se han visto reflejados en un aumento de su poder político a nivel global, es por ello que, uno de los principales objetivos del bloque es incrementar su presencia política, tanto dentro de los organismos internacionales ya existentes, como a partir de la creación de nuevos organismos, consistentes con sus propuestas y acciones. Así, en el siguiente apartado se detallan las acciones encaminadas a alcanzar dicho objetivo.

Es importante resaltar que, dentro de los BRICS hay importantes asimetrías y China es el país con: mayor poder económico, participación en los mercados financieros e instituciones financieras más grandes. Sin embargo, lo que se busca con la formación del bloque y la actuación conjunta es, en términos políticos y de representación, mostrar el interés común por promover cambios en la arquitectura financiera internacional e ir ganando terreno en diversos ámbitos internacionales; como lo detalla la siguiente sección.

Iniciativas económico-financieras de los BRICS

El índice de Kakwani y Pernia (2000), Kakwani Khander y Son (2003 y Kakwani y Son (2008) se define como el cociente de la elasticidad de la pobreza frente al crecimiento de los ingresos y la elasticidad de la pobreza frente al crecimiento de los ingresos con neutralidad en la distribución. De acuerdo con esta definición podemos establecer de inicio una función que establece que el nivel de pobreza P está determinada por los factores crecimiento económico (G) y la desigualdad (I) de la forma siguiente: Las acciones que han emprendido los BRICS de manera conjunta han sido discutidas y acordadas en las cumbres anuales BRICS; en el Cuadro 8 se resumen los principales temas, acciones y alcances de dichos acuerdos, en términos financieros.

Las iniciativas impulsadas por los BRICS a través de sus cumbres abarcan diversos aspectos: i) en términos financieros, destaca la creación del Banco de Desarrollo BRICS, la constitución del acuerdo de reservas de contingencia, la generación de una agencia calificadora de riesgos, la promoción de comercio a través de sus propias monedas, evitando riesgo cambiario y la organización de un sistema de pagos con divisas nacionales; ii) en términos políticos, se ha ejercido presión en el FMI a favor del poder de voto y se ha hecho presente la acción conjunta en contra de la militarización del espacio y por la defensa de la libertad en internet; iii) comercialmente, se han estrechado lazos, eliminando barreras agrícolas de los miembros y se ha promovido la cooperación técnica entre agencias de crédito y garantías a las exportaciones en el grupo.

Lo anteriormente señalado da cuenta de que, los BRICS no son solamente la suma de cifras de cinco países, sino que son el resultado de un conjunto de acciones que van más allá de acuerdos comerciales; es un grupo con una agenda definida e intereses comunes que se manifiestan a través de múltiples acciones, sobre todo, en el terreno financiero. No obstante, es importante reconocer que, existen diversos retos y desafíos en torno a dicho proyecto y que aún hay un largo camino por recorrer.

Cuadro 8 Cumbres BRICS: temas, acciones y alcances 

Multilateralidad y cambio en la gobernanza financiera global

Acciones impulsadas por los BRICS: retos y perspectivas

Como se ha mencionado, en el apartado segundo, el orden financiero internacional contemporáneo se encuentra regido por una estructura económica de corte neoliberal, un sistema multilateral de gobernanza global centralizado en organismos internacionales, tales como la Organización de Naciones Unidas (ONU), Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM). El poder se encuentra repartido jerárquicamente y de manera desigual, basado en su poder militar, la posesión de armas nucleares y la participación económica. Algunos de los Estados pertenecen a foros de representación multilateral de gran relevancia (Consejo de Seguridad ONU, G7, Foro Económico Mundial), confiriéndoles mayor poder en las instituciones financieras internacionales (Kupchan, 2012).

Ante esta situación, ha existido un descontento por el orden global, ya que sus prácticas económicas son de tipo excluyente y se encuentran basadas en instituciones poco democráticas y representativas que marginan a la mayoría de la población mundial. Por ello, los países emergentes, que son aquellos más afectados y menos representados, abogan por un cambio en el sistema actual con miras a que exista un rebalanceo de poder.

De manera oficial, los BRICS buscan incrementar su participación y presencia política a nivel internacional, a través de los organismos preexistentes (FMI, ONU, BM, entre otros) y por medio de la creación de instituciones auxiliares, es decir que no se busca una alternancia o relevar a Estados Unidos en la administración de los poderes (Schulz, 2017). Entre las acciones que se han llevado a cabo relacionadas con el primer eje, es el incremento en la participación del Fondo Monetario Internacional y el impulso a su reforma en 20106 y 20157, los principales temas que se contemplan en dichas reformas son: el régimen de cuotas y la estructura de gobierno.

Con base en lo anterior, actualmente, Brasil cuenta con 2.22% de los votos del FMI y 2.32% de las cuotas, China 6.09% y 6.04%, India 2.64% y 2.76%, Sudáfrica 0.64% 0.64% y Rusia 2.59% y 2.71%, respectivamente. Resultando una participación de los BRICS en los votos de 14.18% y 14.47% en las cuotas, contra 17.46% de las cuotas y 16.52% de los votos, por parte de Estados Unidos.8 Dicha situación contrasta con el número de votos que se tenían en el año 2000, Brasil contaba con el 1.43%, China 2.2%, India 1.95%, Sudáfrica 0.8% y Rusia 2.79%, teniendo hace dos décadas una participación total de 9.17%9. Así, todos los países, excepto Rusia, incrementaron su representación de manera importante en dicho organismo (FMI, 2000). Cabe aclarar que, las reformas iniciadas en 2008 se completaron en diciembre del año 2010, elevando el número relativo de votos de los países emergentes y en desarrollo. Así, se reconoció que los BRIC se encontraban dentro de los diez países miembros del FMI con la mayor proporción de votos10. Estas acciones fueron reforzadas a partir del alcance de la VII cumbre, en la que se condenó a EUA por no ratificar reformas al FMI sobre el poder de voto.

Además de lo antes mencionado, los BRICS han tomado acciones para motivar cambio en la arquitectura económica mundial, las cuales iniciaron en la Cumbre de Brasil, sostenida en julio de 2016, donde se planteó la creación de instituciones financieras con el objetivo de hacer frente a la hegemonía financiera global de Estados Unidos y Europa. Dichas instituciones son el Acuerdo de Reservas de Contingencia (CRA por sus siglas en inglés) con una capitalización inicial de 100 mmd, el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) con un capital autorizado del mismo monto que el del CRA y la creación de un sistema de pagos, como alternativa frente al ya existente Sistema de la Sociedad Mundial Financiera Interbancaria de Telecomunicaciones (SWIFT) (Shahrokhi et al., 2017).

En términos de representación de estas instituciones, el CRA representa el 13.2% del tamaño del Fondo Monetario Internacional (FMI), si bien es inferior en términos absolutos, de manera relativa es importante al ser constituido únicamente por cinco economías. En cuanto a funciones, el CRA concentra sus acciones en proveer liquidez, mitigando el riesgo cambiario y presiones en la balanza de pagos mediante swaps de divisas. Alternativamente, el FMI negocia las condiciones sobre el crédito de diversos esquemas, es decir prestamos concesionados y no concesionados, en tasas de interés de referencia del mercado (Shahrokhi et al., 2017).

En este sentido, existen muchas críticas sobre el proceder del FMI en cuanto a los requisitos de condicionalidad del crédito, ante lo cual se le ha señalado como uno de los principales encargados de institucionalizar la inequidad a nivel internacional, motivando que la brecha entre países desarrollados y emergentes cada vez sea mayor (Chossudovsky, Palos y Ruiz, 2002). Es por ello que, las instituciones promovidas por el grupo BRICS son vistas con frecuencia como una contrapropuesta de carácter alternativo. Así, el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), antes denominado Banco de Desarrollo del BRICS, se puede analizar desde dos puntos de vista: como institución complementaria a lo ya establecido o como una que atente a la fragmentación del poder a nivel internacional. La postura oficial de dichos países es consistente con el primer enfoque, lo cual podría contribuir a la mejora del funcionamiento del BM y del FMI, ya que habrá una alternativa más. En este sentido, la formación de instituciones complementarias podría apuntar a una estrategia de presión contra lo ya preestablecido. De un modo u otro, el NDB representaría una reforma a la gobernanza financiera global (Smith, 2015).

En términos de representación en foros multilaterales, India, Brasil y Sus África creraron en 2003 un Foro Trilateral (IBSA) cuyo objetivo es fomentar la cooperación en comercio, inversión y diplomacia económica entre tres de los miembros de los BRICS con otros países en vías de desarrollo; son reconocidos internacionalmente como líderes regionales, lo cual se expresa a partir de las invitaciones recibidas a foros internacionales como las reuniones del G-8 y del Foro Económico Mundial, para hablar en nombre de su país y de las regiones en las cuales se encuentran; sin embargo, a nivel regional no se reconoce dicho liderazgo, ni se tienen relaciones tan estrechas (Flemes, 209).

En cuanto a las relaciones comerciales, Singh (2016) señala que el 17% del comercio total de mercaderías a nivel global en 2015 eran realizadas por los BRICS y que, el comercio intrabloque se duplicó durante el periodo 2001-2015. En este sentido Maryam, Bonday y Mittal (2018), refuerzan lo antes mencionado, señalando que existen importantes relaciones comerciales al interior del grupo, mostrando cierta complementariedad, países como Brasil y Rusia muestran ventajas comparativas en productos basados en recurso naturales; mientras que, India y China tienen ventajas en los productos manufacturado. No obstante, como menciona Rasoulinezhad y Jabalameli (2018) existen algunos obstáculos para la integración comercial tales como la distancia geográfica (costos de transportación), lo cual genera asimetrías en dicho proceso.

Otro tipo de integración que ha sido estudiada (Parakash, Nauriyal y Kaur, 2017, Sosa, Bucio y Cabello, 2015 y 2018) es la de tipo financiero; en los estudios se reconoce que ha habido un avance, pero que aún no es un proceso completado. Finalmente, es importante mencionar que los países BRICS tiene importantes retos en materia socio-económica, ya que como comenta Shahrokhi et al. (2017). El crecimiento económico de los BRICS ha sido a costa de la masa trabajadora y de los recursos naturales, y no se vislumbran intensiones por parte de las elites de poder de dichos países de compensar o retribuir al ambiente o la sociedad, sino cómo ganar terreno en pro de su beneficio.

Resumiendo, Pelfini, Fulquet y Bidaseca (2015) comentan que desde mediados de la década de 2000 ha habido importantes cambios en el sistema internacional con la emergencia de nuevos poderes, lo que ha generado una redistribución del poder global, dando lugar a un nuevo orden caracterizado por la multipolaridad. Los países BRICS han empleado nuevos mecanismos, rondas de negociación, foros internacionales y coordinación y cooperación con otros países emergentes para modificar la gobernanza financiera global, sobre todo a partir de la crisis del año 2008.

Dentro de las modificaciones a las concepciones y prioridades internacionales, los países BRICS han puesto especial relevancia en la relación que existe entre el sistema financiero y la pobreza y desigualdad sociales, puntualizando que se requiere de la actuación de diversos sectores (Estados, ONG, Organismos Internacionales), no solo para mitigar la incertidumbre financiera y lograr la estabilidad económica, sino para erradicar la pobreza.

Lo anterior a partir del proceso de democratización de las finanzas, crédito a sectores clave como el agrícola e industrial, promoción del apoyo financiero para el desarrollo de infraestructura sostenible en países en desarrollo, condiciones de crédito individual y microcrédito menos desventajosas para sectores socioeconómicos bajos, fortalecimiento de la banca de desarrollo y créditos internacionales con condiciones que no limiten el accionar de los gobiernos y promuevan acciones alternativas de común acuerdo con las necesidades de cada economía. En términos macroeconómicos, estas acciones contribuirían a disminuir la vulnerabilidad de los países emergentes hacia choques y desequilibrios externos, aminorando la dependencia financiera que guardan los países emergentes con el exterior. La idea subyacente de estos procesos es aquella de “solidaridad” entre pares, con el objetivo de rebalancear el poder a nivel a global, terminando con aquellas relaciones y estructuras que perpetúan la dependencia y brechas entre los países desarrollados y emergentes.

Específicamente, en el tema económico-financiero, los Estados que conforman al grupo BRICS han reconocido la importancia de las instancias de gobernanza financiera global, eligiendo el multipolarismo y cooperación como su estrategia de inserción (Merlo, 2015). Como se ha analizado en el presente trabajo, los BRICS han desplegado diversas estrategias con el objetivo de constituir una nueva agenda de desarrollo, trastocando los valores, ideas y normas que lideran el orden financiero internacional en el corto y mediano plazos.

Los países BRICS han empleado nuevos mecanismos, rondas de negociación, foros internacionales y coordinación y cooperación con otros países emergentes para modificar la gobernanza financiera global, sobre todo a partir de la crisis del año 2008, cuando se reconoció que se necesitaba de los países del G-20 para dar solución a los problemas financieros y económicos internacionales.

Dentro de las modificaciones a las concepciones y prioridades internacionales, los países BRICS han puesto especial relevancia en la relación que existe entre el sistema financiero y la pobreza y desigualdad sociales, puntualizando que se requiere de la actuación de diversos sectores (Estados, ONG, Organismos Internacionales), no solo para mitigar la incertidumbre financiera y lograr la estabilidad económica, sino para erradicar la pobreza. De ahí que el grupo BRICS ha duplicado sus préstamos a los países pobres, aunque la inversión extranjera directa registra los niveles más bajos desde la crisis de 2009 (Banco Mundial, 2018).

Lo anterior a partir del proceso de democratización de las finanzas, crédito a sectores clave como el agrícola e industrial, promoción del apoyo financiero para el desarrollo de infraestructura sostenible en países en desarrollo, condiciones de crédito individual y microcrédito menos desventajosas para sectores socioeconómicos bajos, fortalecimiento de la banca de desarrollo y créditos internacionales con condiciones que no limiten el accionar de los gobiernos y promuevan acciones alternativas de común acuerdo con las necesidades de cada economía. En términos macroeconómicos, estas acciones contribuirían a disminuir la vulnerabilidad de los países emergentes hacia choques y desequilibrios externos, aminorando la dependencia financiera que guardan los países emergentes con el exterior.

Reflexiones finales

Los mercados e instituciones financieras del grupo de países BRICS han alcanzado una creciente importancia a nivel mundial; estos patrones han modificado la dirección de los flujos financieros, en forma de comercio, inversión extranjera directa y de portafolio, y han dado lugar a un replanteamiento de la gobernanza financiera a nivel internacional. A pesar de que aún existen muchos retos y desarrollo incipiente en diversas áreas de acción común, los BRICS se posicionan como un nuevo grupo de poder, entre los países emergentes, modificando las relaciones que existen entre ellos y atentando con el orden global como hoy se conoce. No obstante, hay gran incertidumbre en torno al proyecto BRICS y a sus capacidades y alcances.

La comunidad científica, las autoridades económicas y los profesionales están sumamente interesados en conocer y determinar cómo el papel del grupo afectará el orden económico global: ¿surgirá una alternancia en el poder? o simplemente, la participación de los países emergentes seguirá patrones crecientes, incrementando la multilateralidad existente. Al respecto, también se ha contemplado la posibilidad de que exista una fragmentación a nivel internacional, es decir que haya países que respalden el proyecto liderado por Estados Unidos, mientras haya otros que se sumen al proyecto BRICS.

Así como existen grandes incógnitas sobre el alcance del proyecto BRICS, también se especula sobre la adhesión de nuevos miembros a este grupo. En este sentido, algunos países emergentes miran a esta iniciativa como “esperanzadora” de las perspectivas económicas internacionales que les favorezcan. Sin embargo, el resto de los países emergentes deberían impulsar iniciativas propias y sumarse a las que ya están en camino, sin esperar que algún otro país o grupo de países “rescate” a los demás. Si bien los países BRICS han expresado sus intenciones de ayudar y apoyar a otros países emergentes, su principal prioridad son sus propias economías.

Otra cuestión importante es que, el proyecto BRICS podría inspirar a que otras alianzas de países emergentes se oficializaran a través de: reuniones periódicas que lleven a acciones de cooperación en términos comerciales, económicos y financieros, materializándose en instituciones alternativas a las ya establecidas en el ámbito internacional, un ejemplo de nuevo bloque podría ser el MIST, grupo conformado por México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía.

Futuras líneas de investigación podrían estudiar de manera específica la cooperación de los BRICS en materia financiera y de seguridad, analizar las acciones y temas discutidos en las futuras cumbres BRICS, revisar la relación que existe entre BRICS y algunos otros países, permitiendo dilucidar las perspectivas de posibles miembros. En términos empíricos, se podría realizar un análisis sobre el comercio bilateral de los países BRICS.

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1En el año 2011 Sudáfrica se incorpora de manera oficial a dicho grupo.

3De acuerdo con Gómez-Soto (2017) Sudáfrica figura dentro de los tres países más desiguales del mundo

4Foro para la Estabilidad Financiera (FSF), Banco de Convenios Internacionales (BIS), Comité Basel para la Supervisión Bancaria (BCBS), Grupo de Trabajo para la Acción Financiera (FATF), Organización Internacional de Comisiones de Seguridades (IOSCO), La Asociación Internacional de Supervisores de Seguros (IAIS), Foro Conjunto y Agencias Calificadoras y Junta de Estándares Internacionales de Contabilidad (IASB).

6A través de esa reforma hubo cambios en el régimen de cuotas y estructura del gobierno. Se determinó que los 10 países miembros del FMI con la mayor proporción de votos serán Estados Unidos, Japón, más el grupo de países conocidos como “BRIC” (Brasil, China, India y la Federación de Rusia), y los cuatro principales países europeos (Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido.

7La reforma de 2015 permitió por primera vez que, cuatro países de mercados emergentes —Brasil, China, India y Rusia— se encontrarán entre los 10 principales países miembros del FMI. Igualmente, se incluyó al renminbi chino dentro de las cestas de los derechos especiales de giro (DEG).

8El detalle de las cuotas del FMI se encuentra en la siguiente liga: El listado de las cuotas por país se encuentra en la liga http://www.imf.org/external/np/sec/memdir/members.aspx

9El detalle del listado se encuentra en el Informe Anual: https://www.imf.org/external/pubs/ft/ar/2000/esl/

10Comunicado de Prensa: La Junta de Gobernadores del FMI aprueba importantes reformas del régimen de cuotas y la estructura de gobierno. Comunicado de Prensa No. 10/477 (S) 16 de diciembre de 2010 https://www.imf.org/es/News/Articles/2015/09/14/01/49/pr10477

2Disponible en: http://hdr.undp.org/sites/default/files/2018_human_development_statistical_update_es.pdf

5https://www.brics2017.org/English/Documents/Summit/ http://www.itamaraty.gov.br/es/notas-a-la-prensa/14922-viii-cumbre-del-brics-goa-india-15-y-16-de-octubre-del-2016 http://www.itamaraty.gov.br/es/politica-externa/mecanismos-inter-regionais/7506-brics-brasil-rusia-india-china-y-sudafrica http://brics.itamaraty.gov.br/media2/press-releases/214-sixth-brics-summit-fortaleza-declaration

Recibido: 28 de Diciembre de 2020; Aprobado: 31 de Marzo de 2021

Clasificación JEL: F02, F36, F53, G15, N20.

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