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Economía Coyuntural

versión impresa ISSN 2415-0622versión On-line ISSN 2415-0630

Revista de coyuntura y perspectiva vol.6 no.3 Santa Cruz de la Sierra set. 2021

 

ARTÍCULOS ACADÉMICOS

 

¿La curva ambiental de kuznets sigue siendo válida para
explicar la degradación? Una revisión teórica

 

Is the environmental kuznets curve still valid to explain
environmental degradation? A theoretical review.

 

 

José Antonio Olivares Mendozaω, Clemente Hernández RodríguezΑ
ω Universidad de Guadalajara, Estudiante, CUCEA, Doctorado en Estudio Económicos,
Jalisco, México anespi@gmail.com.

Α Universidad de Guadalajara, Docente, CUCEA, Doctorado en Estudio Económicos,
Jalisco, México. clemente@academicos.udg.mx (autor para correspondencia).

 

 


Resumen

La Curva Ambiental de Kuznets (CAK) es una de las hipótesis más controvertidas en economía ambiental, por las implicaciones en materia de política pública entendida brevemente como “crecer primero, limpiar después”. Mucho de la producción académica sobre dicha curva pretende demostrar su validez empírica, pero no en documentar su evolución teórica y la validez de sus supuestos. Este artículo analiza, mediante una revisión sistemática de la literatura, si el sustento teórico de la CAK es suficiente para abordar la relación entre crecimiento económico y medio ambiente. En un segundo plano, se examinan también las críticas hechas al modelo. El resultado del análisis revela que a pesar de las críticas fundadas hacia la CAK, éstas no son suficientes para declararla inválida. Una CAK es una imagen parcial de una senda de contaminación amplia, compleja, donde los tiempos de asimilación y regeneración de la naturaleza son diferentes a los tiempos de mercado.

Palabras clave: Curva Ambiental de Kuznets, EKC, Revisión de literatura, Contaminación, Crecimiento económico.


Abstract

The Environmental Kuznets Curve (CAK) is one of the most controversial hypotheses in environmental economics, due to the implications for public policy understood as "grow first, clean up later." Much of the academic production on this curve pretend to demonstrate its empirical validity, but not in documenting its theoretical evolution and the validity of its assumptions. This article examines, through a systematic review of the literature, whether the theoretical support of the CAK is sufficient to address the relationship between economic growth and environment. Also, criticisms made of the model are examined as well. The analysis reveals that despite the well-founded criticisms of the CAK, they are not enough to declare it invalid. A CAK is a partial image of a wide, complex pollution path, where the assimilation and regeneration times of nature are different to those of market times.

Keywords: Environmental Kuznets curve, Literature review, Pollution, Economic growth


Clasificación JEL: N50, 013, Q50, Q51


 

 

INTRODUCCIÓN

Este artículo analiza, mediante una revisión sistemática de la literatura, si el sustento teórico de la Curva Ambiental de Kuznets (CAK) es suficiente para abordar la relación entre crecimiento económico y medio ambiente.

La CAK plantea la hipótesis de que el crecimiento económico afecta a la calidad ambiental en diferentes formas en el tiempo, similar a una “U” invertida.  Esto es, cuando un país es poco desarrollado la presión hacia su entorno natural es mínima, en cuanto crece la contaminación se acentúa hasta llegar a un punto crítico donde se invierte la relación; posteriormente existirá prosperidad y la degradación disminuirá. 

En esencia sugiere que el aumento del ingreso per cápita conlleva en un futuro a una mejora en la calidad ambiental.  Esto se demuestra empíricamente en la década de los noventa con los trabajos de Grossman y Krueger (1991, 1995), Shafik (1994; 1992), Panayotou (1993; 1993) y Selden y Song (1994). Adopta el nombre de CAK1 por la semejanza con la relación desigualdad-ingreso propuesta por Kuznets (1955).

Sin embargo, desde su planteamiento ha dado origen a un intenso debate sobre utilizarla para explicar la degradación, en especial por las implicaciones en materia de políticas públicas, “crecer primero, limpiar después”(Dasgupta et al., 2002). Si un país quisiera mejorar en el cuidado del ambiente tendría que crecer económicamente.

Al respecto, investigadores afirman que la CAK puede malinterpretarse. El crecimiento por sí sólo no frena la degradación ambiental, tal es el caso de países que viven con altas tasas de deforestación y elevados ingresos per cápita (Cropper & Griffiths, 1994) o países pobres que adoptan estándares de países ricos y obtienen mejores resultados en el cuidado del ambiente(Stern et al., 1996). 

Además, en la actualidad los indicadores de países desarrollados son desfavorables para la hipótesis, pues estas potencias concentran la mayor cantidad de contaminación en el mundo.  De acuerdo a la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) se estima que la concentración de dióxido de carbono alcanzo las 406.76 partes por millón (ppm) para el año 20172,una tendencia ascendente al comparar con 1990 de 350.42 pmm cuando inicia el planteamiento de la CAK.  En el mismo año 2017, China (28.5%), Estados Unidos (14.7%), India (6.7%) y Rusia (4.7%) son responsables del 55% de las emisiones globales de CO2 por combustión de combustible3.  Estos indicadores contradicen la hipótesis, la degradación en el mundo tiende a aumentar en países prósperos en lugar de disminuir.

En contraste, el interés por utilizar la CAK ha aumentado (Destek & Sarkodie, 2019; Pincheira & Zuniga, 2020) y se concentra en las principales economía del mundo.  Un estudio bibliométrico y de metanálisis reciente señala que la mayor parte de la literatura proviene de Estados Unidos (23.06%), China (21.77%), Turquía (6.01%), Francia (5.04%), Inglaterra (5.73%), Australia (5,55%), España (5,18%), Francia (5,04%) , Italia (4,62%), entre otros.  Además que las investigaciones en países de ingresos medio bajo y bajo son esporádicas y limitadas (Sarkodie & Strezov, 2019). 

Esto conlleva a cuestionar ¿Porque emplear una teoría que desde sus inicios parece que carece de validez para estudiar la relación entre crecimiento y degradación ambiental? En este artículo se demuestra que a pesar de las críticas fundadas hacia la CAK, éstas no son suficientes para declararla inválida

La relevancia de este artículo es la confrontación conceptual de los supuestos de la CAK para explicar la realidad en la relación crecimiento económico y degradación. Por lo regular la mayoría de las investigaciones enfocan sus esfuerzos en encontrar evidencia de la CAK, detallar la técnica econométrica y estimar los mejores parámetros.

Cabe destacar que este estudio no es una revisión exhaustiva de toda la extensa literatura sobre la CAK. Existen varios trabajos que cumplen con ese fin aplicando técnicas de meta análisis y bibliometría que permiten tener un conocimiento vasto (Pincheira & Zuniga, 2020; 2019; Shahbaz & Sinha, 2019a, 2019b). Estos son tomados en cuenta en la selección de los artículos a partir de las coincidencias de autores, de ahí que consideremos que las investigaciones presentadas en esta disertación son suficientes para discutir el estado actual de la hipótesis. 

Este trabajo está estructurado de la siguiente forma. Además de esta introducción en el siguiente apartado se detalla el proceso metodológico de selección de la literatura. Posteriormente en la sección de resultados la bibliografía es clasificada en sublíneas de investigación, se describe el entorno ideológico que precede a la propuesta de la CAK en 1991, así como las primeras explicaciones del por qué considerar que el crecimiento económico tiene mejoras en el ambiente a través de lo que hemos denominado determinantes de primer orden (supuestos), luego se analiza un modelo ampliado con otros factores más allá del ingreso per cápita o determinantes de segundo orden y de la misma forma se  examinan las principales críticas conceptuales y de estimación. En la discusión se valida la CAK, contrastando los supuestos teóricos y las críticas. Finalmente en la conclusión sintetizamos los principales hallazgos y hacemos unas reflexiones finales.

 

MÉTODOS

Esta investigación es de corte cualitativo a través de una revisión sistemática de los principales artículos que dan soporte a los fundamentos de la CAK. La literatura es amplia y seleccionamos algunos artículos que consideramos esenciales para entender la hipótesis, el criterio que prevalece es la relevancia del aporte por sus citas o claridad en la investigación4. 

El proceso metodológico aplicado fue el siguiente. Primero, la búsqueda de artículos y documentos de trabajo en bases de datos especializadas como Scopus, Web of Science y Google Scholar, en el periodo de 1991 al 2020.  Después, una exploración de las citas bibliográficas  y un contraste en coincidencias de autores con los resultados de meta análisis recientes, optando por 47 investigaciones relevantes. Estas fueron revisadas a texto completo y se clasificaron en sublíneas de investigación. Finalmente escogimos  32 artículos, donde  el criterio fue la aportación teórica a la hipótesis, ubicamos el artículo seminal y ejemplificamos la discusión y sublíneas de investigación.

Es pertinente señalar que los principios teóricos de la CAK están respaldados en la evidencia econométrica, son pocos los autores quienes realizan una discusión conceptual y mucho menos epistemológica. 

Algunos investigadores como Shahbaz y Sinha (2019b) establecen una distinción en la literatura entre quienes comprueban o rechazan la existencia de la curva, esto como un paso previo a discutir la técnica econométrica(2019a). Otros hacen la revisión desde de la similitud de resultados, evidencian la falta de consenso y describen las redes de investigación presentes alrededor de una temática en particular, agrupan resultados próximos, describen el impacto de la investigación por países, hacen un recuento de cita y describen los indicadores usados para el vector ambiental, tal como lo hacen Sarkodie y Strezov (2019) o Pincheira y Zuñiga (2020). 

El enfoque utilizado en esta investigación es similar a la segunda vertiente, el análisis de los efectos subyacentes de la relación ingreso-degradación a partir de las aportaciones teóricas más importantes.

 

RESULTADOS

1. Sublíneas de investigación en torno a la CAK.

En la literatura podemos identificar cuatro grandes sublíneas de investigación. La primera la componen estudios seminales que evidencian por primera vez la CAK (“U” invertida) y postulan lo que hemos denominado determinantes de primer orden, explican la forma cóncava de la curva y van desde 1991 a 1998. La segunda acordamos nombrarla determinantes de segundo orden y son aportaciones que dan una explicación más amplia a la degradación al incorporar otro tipo de factores más allá del ingreso per cápita, de 1997 a 2020. La tercera son  investigaciones que hacen una crítica a la hipótesis, abarca desde Arrow (1995) a Stern (2017).  Finalmente la cuarta es la fundamentación matemática y los macro modelos teóricos de medio ambiente y crecimiento, esta queda fuera de los alcances del artículo, consideramos que las primeras tres son suficiente para argumentar la fortaleza de la hipótesis.

Esta identificación de sublíneas es el punto de partida para posteriormente hacer el contraste de los supuestos teóricos y las críticas más relevantes a la hipótesis de la CAK.

Previo a abordar las sublíneas, a continuación se describen algunos acontecimientos que forman parte del contexto del planteamiento de la hipótesis de la CAK.  En especial los sucesos y posturas ideológicas que abordan la relación entre el crecimiento económico y la calidad ambiental en el periodo de 1970 a 1990.

2.      Ideologías sobre crecimiento y calidad ambiental entre 1970-1990.

En cuanto los sucesos existen dos acontecimientos relevantes para la CAK.  El primero es el cambio de paradigma  de la economía convencional en la década de los setenta con la el  Club de Roma, quienes advierten que de continuar con un crecimiento “business as usual” –lo de siempre- llevaría a un colapso ambiental y económico en el tiempo (Meadows et al., 1972). El mundo transita de un pensamiento de abundancia de recursos a una reflexión sobre la protección ambiental.

El segundo es la adopción en los ochenta y noventa del concepto de sustentabilidad. En 1980 se define el termino (IUCN, 1980), en 1987 alcanza popularidad (Brundtland, 1987) y desde la  Conferencia de Río5 en 1992 forma parte de los acuerdos internacionales en materia ambiental. Hoy en día el desarrollo sostenible tiene dos objetivos claros, alcanzar el bienestar de la población con la disminución de la pobreza y garantizar que se alcance respetando los límites del planeta. 

Estos sucesos conforman dos posturas ideológicas diferentes en la década de los noventa (Theodore Panayotou, 2001).  Por un lado, el Club de Roma que observa una situación adversa ante el aumento de los niveles de producción y generación de desechos que presionan la capacidad de carga de la biosfera. La respuesta para ellos es imponer límites al consumo y hacer una transición a un estado estacionario.

Por otro, quienes aceptan que las afectaciones son parte del crecimiento económico y que tienen solución. Argumentan que el aumento en el ingreso supone mejoras en la tecnología, en los procesos de producción y las políticas públicas, reduciendo así el impacto en el planeta.  En este grupo existen ideas radicales que consideran que la forma más segura de proteger el ambiente es enriquecerse (Beckerman, 1992). Otros son moderados, como los investigadores de la CAK quienes suponen que la calidad ambiental está determinada por otros factores adicionales al ingreso que pueden disminuir la afectación (políticas, comercio, desigualdad, etc.).

Es así que la CAK nace en la empírea y causa polémica, los primeros trabajos parecen contraponer el supuesto de desarrollo sostenible. Para algunos esta es la principal censura a la hipótesis, puede interpretarse que con el simple crecimiento económico se resuelve la problemática ambiental (Stern et al., 1996).

Esto es discutible y de ahí la importancia de analizar la evolución teórica de la hipótesis a partir de los determinantes. Los de primer orden aportan los supuestos, justifican la forma cóncava de la curva en función solamente del ingreso per cápita, en una forma reducida (Grossman & Krueger, 1995). Los de segundo orden representan una argumentación más amplia al incorporar otro tipo de factores más allá del ingreso que pueden hacer que la curva sea más pronunciada o se desplace.

3.      Determinantes de primer orden: supuestos del modelo (1991 a 1998)

En términos de expresión matemática, la curva ambiental de Kuznets supone la intervención de tres variables importantes; la degradación (D)6, el Ingreso (Y) y otras causas que afectan a la calidad ambiental, en nuestro caso (Z) son los determinantes de primer y segundo orden. La relación esperada entre variables debe ser de forma inversa, esto indicaría que el crecimiento económico –o los determinantes- ayuda a reducir los problemas de contaminación en los países.

En la tabla 1 se realiza una descripción de las investigaciones entre los años de 1991 a 1998 que dan origen al planteamiento de la CAK. Tienen en común que en su mayoría usan datos atmosféricos, de calidad de agua y metales pesados para evidenciar el patrón de “U” invertida. Cabe mencionar que el planteamiento de la CAK surge en el contexto de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a partir de la medición de los efectos de  la reducción de las barreras comerciales en el ambiente (Grossman & Krueger, 1991).

De estos trabajos  derivan los supuestos básicos del modelo. Estos son los siguientes:

El ingreso per cápita (Y/N = y) capta todos los cambios en el desarrollo de los países y representa una medida de crecimiento económico (S1). Es el nivel quien incide en la degradación y no la tasa de cambio, independientemente de la rapidez o lentitud del crecimiento siempre se obtiene un nivel similar de calidad ambiental (Theodere Panayotou, 1997).  La magnitud de la degradación depende entre otras cosas de la capacidad de los ecosistemas para absorber las perturbaciones causadas en momentos de auge o de crisis. 

Por otra parte, la elasticidad ingreso de la demanda es uno de los elementos que define la forma cóncava, es decir, el comportamiento del consumidor ambiental ante las variaciones de su ingreso (Shafik & Bandyopadhyay, 1992) (S2). A medida que la sociedad progresa en condiciones económicas la respuesta a consumir o pagar por bienes y servicios ambientales varia.

En niveles bajos de ingreso existe un margen limitado, la preocupación es la satisfacción de las necesidades básicas (empleo, alimento, vivienda, entre otros).  En cambio cuando su capacidad de pago es amplia, las personas son más concientes en sus preferencias y se convierten en factor de presión para exigir mayores gastos en conservación o aceptar imposiciones para preservar el ambiente.

Existen dos tipos de agentes, los hogares (productores y consumidores) y un planificador central en la figura del Estado (S3).  Desde la demanda, el ambiente es visto como un bien de consumo al prestar servicios ecosistémicos de provisión, soporte de vida y culturales. De lado de la oferta es parte de la función de producción como insumo en la transformación. El agente planificador es el encargado de prevenir y mitigar la contaminación.

Además, la economía presenta diferentes intensidades de emisión de contaminantes en los sectores económicos (S4). Las actividades de agricultura, pesca silvicultura y pesca (P) tienden a ser más intensivos en recursos que el sector secundario (S) o terciario (T). P > S > T  (Theodere Panayotou, 1997)

La producción presenta mejoras ambientales ante los cambios en la estructura, al transitar de sociedades agrícolas intensas en recursos naturales a especializarse en actividades terciarias donde disminuye la contaminación, debido al efecto escala, composición y tecnológico (Grossman & Krueger, 1991) (S5).

Es así que el efecto escala es el incremento de la contaminación a la par que crece la economía, tiene una implicación negativa al ambiente. Una mayor actividad genera mayores deshechos, sucede en etapas preindustriales y es entendido como el costo ambiental requerido para aumentar la producción de un país.

En cambio, el efecto composición considera un impacto positivo a la naturaleza por evolucionar de economías agrícolas a industriales al favorecer una mayor eficiencia en la producción. A pesar de que en esta etapa se presenta la presión más fuerte a los ecosistemas (la cima de la curva invertida) el deterioro ambiental se reduce de forma gradual.

Finalmente, el efecto tecnológico involucra un impacto positivo. Describe una economía especializada en servicios y con acceso a tecnologías más limpias e insumos menos contaminantes.  En esta etapa un país tiene posibilidades de invertir más recursos en investigación y desarrollo7.

Las relaciones comerciales  presentan efectos positivos al ambiente al incentivar los cambios en la estructura económica por la transferencia de tecnología (Grossman & Krueger, 1991) (H1).  Es un mercado de competencia perfecta (S6). Al inicio presenta un efecto adverso al expandir la escala de la actividad, posteriormente modifica la composición al especializarse en actividades terciarias y provoca una mejora en las técnicas de producción.  Es decir, sucede siempre y cuando el efecto tecnológico sea mayor a las perturbaciones que ocasiona el efecto composición y escala.  Además se espera que ningún país obtenga ventajas de regulaciones laxas, de lo contrario incentivan a convertirse en refugio de países altamente contaminadores (Suri & Chapman, 1998). 

Para comprobar esta hipótesis basta que se presente una relación negativa entre el dato de comercio y la variable de polución (ver tabla 2). Para concluir, los determinantes de primer orden surgen a partir de estudios econométricos y tienen una limitante, presuponen muchas interrelaciones complejas que se intentan capturar únicamente con el ingreso per cápita. 

En palabras de Panayotou, es una “caja negra que oculta más de lo que revela”(Theodere Panayotou, 1997, p. 467).  Esto llevo a ampliar el modelo y explorar nuevas líneas de investigación.

4.      Determinantes de segundo orden: modelo ampliado (1997 a 2020).

Los determinantes de segundo orden pretenden dar una dilucidación más amplia a la degradación al incorporar otro tipo de factores más allá del ingreso percápita (ecuación [2]).

Entre los más relevantes en la literatura y siguiendo un orden cronológico se encuentran, las políticas ambientales, la hipótesis de paraísos de contaminación (HPC), la desigualdad social, la urbanización y población, el consumo de energía, la corrupción, el turismo y el desarrollo financiero. A continuación, describimos brevemente cada uno de estos elementos. En la tabla 2 se resumen cada una de las suposiciones y las relaciones esperadas.

La política ambiental tiene un amplio consenso de los efectos positivos al mitigar la degradación (H2), la relación es negativa.  Los gobiernos pueden tomar acciones para preservar el ambiente, sea en el sentido de inhibir la degradación o promover mejores prácticas. Dado que junto con el mercado se establece en gran medida el grado de concavidad, se espera que cualquier intervención sea adecuada, de lo contrario, si por ejemplo las subvenciones son a sectores o productos intensivos en degradación la curva será más alta (Theodere Panayotou, 1997).

En la práctica diversas investigaciones han demostrado que una regulación estricta mejora la forma de la curva, al igual que incentivar el nivel tecnológico porque acelera la tendencia decreciente de la degradación(Yin et al., 2015).

La HPC señala que los países desarrollados se benefician de la contaminación evitada, localizando su manufactura sucia fuera de su territorio (H3). Es común para otras áreas y surge como réplica a los resultados de Grossman y Krueger en 1991 (Taylor, 2004). Es uno de los riesgos del comercio en presencia de legislaciones laxas (Grossman & Krueger, 1991; Suri & Chapman, 1998). La importancia para la CAK reside en que la senda de emisiones de un país se asocia con las manufacturas “sucias” de otro. En una regresión, un coeficiente negativo en importaciones o exportaciones de países desarrollados indica la presencia de la HPC.

Las investigaciones en este campo tienen resultados contrapuestos para iguales muestras de países, por ejemplo, se ha encontrado la presencia de la HPC en la OCDE (M. A. Cole, 2004) y con datos similares al cambiar la técnica econométrica los resultados difieren (Kearsley & Riddel, 2010). 

De manera similar, la desigualdad social es uno de los tópicos que transciende a otras líneas de investigación. Para la CAK existen dos vertientes. Una postura clara que menciona que las sociedades desiguales presentan ambientes más contaminados, existe una relación directa (H4).

La información señala que en países de bajo desarrollo las relaciones de poder  diferencian el beneficio ambiental a  obtener y el costo a pagar de las personas(Torras & Boyce, 1998).  En especial, reduce la demanda de protección ambiental y favorece a los dueños del capital para evitar regulaciones más estrictas  aumentando el punto de inflexión de la CAK (Ridzuan, 2019).

En contraparte existe una vertiente poco estudiada, quienes manifiestan que la desigualdad  social favorece al ambiente (H5). Argumentan que ante una redistribución los hogares pobres reciben más ingresos, aumentan su consumo y por ende la degradación (Heerink et al., 2001).  En general, esta sublínea requiere de un marco conceptual bien definido.

Para al caso de la urbanización y población el incremento desplaza la curva hacia arriba, presenta una relación directa (H6)  por la presión que ejerce en requerimientos adicionales en consumo de recursos naturales y la intensidad de los desechos generados. La literatura señala que controlar la población es un método inapropiado para contener la degradación, subsisten otras causales con mayor influencia, como por ejemplo los derechos de propiedad mal definidos (Cropper & Griffiths, 1994).  En la actualidad es poco convencional relacionar únicamente a  la población o urbanización como consecuencia de la degradación  (Alam et al., 2016; Katircioglu & Katircioglu, 2018).

Hay una gran cantidad de estudios que abordan el consumo de energía, los investigadores coinciden en recomendar la conversión de energías altas en quema de combustibles fósiles a energías renovables. Existen dos suposiciones, las energías fósiles aumenta la degradación, relación directa (H7) y las energías renovables disminuye la degradación, relación inversa (H8)En cuanto a los resultados de la CAK son variados, es común encontrar relaciones monótonas, es decir,  el PIB genera un aumento en el uso de energía (M. A. Cole et al., 1997; He & Richard, 2010) y dependiendo del área geográfica que se analice algunos encuentran la presencia de la curva (Ben Jebli et al., 2016; Shahbaz & Lean, 2012; Sulaiman et al., 2013). 

En esta línea las hipótesis varían poco, en  revisiones más extensas se puede apreciar que la diversidad radica en las técnicas econométricas empleadas (Shahbaz & Sinha, 2019a).  Finalmente, un caso poco estudiado y adicional a estas hipótesis es la energía nuclear donde la evidencia demuestra que reduce la degradación (Iwata et al., 2010).

En lo que respecta a la corrupción la presunción es que causa mayor degradación (H9)En su presencia la política pública pierde efectividad por los beneficios ocultos de evadir las normas, hace que la curva sea más pronunciada.  Es decir, la corrupción no excluye a la CAK,  simplemente el punto de máximo de degradación se produce en horizontes superiores al óptimo social (López & Mitra, 2000).  Los estudios son esporádicos y en su mayoría coinciden en los efectos adversos para el ambiente (Bimonte & Stabile, 2019; Matthew A Cole, 2007; Leitão, 2010). Por la obtención de los datos presenta complicaciones para la estimación.

Para el turismo se afirma que el desarrollo de la actividad reduce a la larga las emisiones (CO2), una relación negativa (H10). Con este enfoque la intensidad de los impactos al ambiente están en función del ciclo de vida de un destino turístico, en etapas de exploración la afectación es menor y crece a medida que se consolida, en el futuro tendera a disminuir por la segmentación en actividades más respetuosas con la naturaleza. 

En su mayoría, las investigaciones  son pocas, muestran la presencia de la CAK y relaciones causales a corto y largo plazo entre el turismo y la degradación (Chan & Wong, 2020; De Vita et al., 2015; Katircioglu & Katircioglu, 2018).   Estos resultados pueden variar en  un futuro, dado que los investigadores hacen uso del dióxido de carbono como indicador de polución  y al ser un contaminante global deja fuera algunas externalidades que acontecen en otros países diferentes al destino que analizan. Es una línea que podemos catalogar como investigación temprana, los resultados siguen en discusión.

Finalmente, para el desarrollo financiero se intenta probar que un mayor grado disminuye la degradación (H11). La razón es porque a través de sus funciones de intermediación mejora el ingreso per cápita y con ello indirectamente modifica la CAK (Tamazian et al., 2009). Son escasos los trabajos y sus resultados están a discusión, algunos encuentran relaciones significativas (Jalil & Feridun, 2011; Tamazian et al., 2009) e incursionan con indicadores biofísicos de sostenibilidad (Destek & Sarkodie, 2019). Otros rechazan que el determinante afecte a la degradación (2016). También se cataloga como investigación temprana.

Hasta el momento la revisión de los determinantes permite hacer una caracterización de la literatura.  La tabla 2 y Figura 2 sintetiza la revisión.

i.    Preferencia por los indicadores atmosféricos. La mayor parte de la literatura seleccionada incluye en su análisis este tipo de contaminantes, en algunos casos son locales y muestran la realidad ambiental de las ciudades donde existe el monitoreo. Algunos escogen al dióxido de azufre (SO2) porque generalmente evidencia la CAK. Para los indicadores globales atmosféricos el dióxido de carbono (CO2) es el predilecto.

ii.    Poco uso de indicadores biofísicos y compuestos para el vector ambiental. Los estudios son analizados desde el enfoque de degradación (“U” invertida) y son reducidos los que abordan con indicadores de calidad ambiental (“U”).  Además, es inusual desarrollar indicadores compuestos para representar el vector ambiental.

iii.    Escaso consenso en los efectos de los determinantes. Para un mismo país puede existir resultados contrapuestos, solo basta cambiar el contaminante, la técnica econométrica, el tamaño de la muestra o abordar un enfoque regional.

iv.    Sublíneas de investigación más consolidas que otras. Podemos decir que los determinantes de energía, política ambiental, hipótesis de paraísos de contaminación,  urbanización y población están consolidadas, existe claridad en lo que quieren evaluar, en la técnica y el indicador. Aunado a esto, corrupción y desigualdad social son complicados de medir, la primera capta un fenómeno considerado como delito y la segunda requiere que el investigador defina un buen marco conceptual, el coeficiente de Gini es la salida fácil.  Finalmente, Turismo y Desarrollo financiero puede catalogarse como investigación temprana, existen escaza literatura y sus hipótesis están en comprobación.

v.    Es poco ordinario la confrontación conceptual de la curva. La mayoría de los estudios centran sus esfuerzos en detallar la técnica econométrica y estimar los mejores parámetros.  Además realizan una contextualización modesta de los países estudiados.

vi.   Evolución de la técnica econométrica y preferencia por los paneles de datos. El análisis de la CAK tiene su origen en métodos de corte transversal, son comunes los paneles y en la actualidad se utilizan técnicas de cointegración y causalidad (ARDL, DOLS). El análisis en series de tiempo es empleado para abordar la situación de un solo país y son menos preferidos.  Esto se debe a la disponibilidad de los datos, en especial del vector ambiental.

5.      Criticas

Las investigaciones que hacen una crítica a la hipótesis de la CAK abarcan desde Arrow et al. (1995) a Stern (2017) y pueden dividirse en dos grandes apartados: conceptuales (C)  y consideraciones a la técnica econométrica (T.E.). A continuación mencionamos las principales y sus argumentos.

1.    Calidad ambiental como un proceso endógeno del crecimiento, poco crédito a las instituciones y la política pública (C1).  La confrontación más relevante es discutida en 1995 en Estocolmo Suiza, cuando investigadores de diferentes disciplinas debaten sobre la relación crecimiento-degradación. La preocupación de este grupo de expertos, posteriormente llamados economistas ecológicos, es el mensaje a la comunidad internacional que el único camino para resolver los problemas ambientales es el crecimiento económico (Arrow et al., 1995).  De ser así, la acción de los gobiernos nacionales se limitaría a aumentar la producción, esto se resume en “crecer primero, limpiar después”(Dasgupta et al., 2002). Esto desestima el papel de la política y las instituciones quienes explican en buena medida la mejora de calidad que demuestran los estudios de la CAK (Stern et al., 1996).

2.     Limitado análisis, falta de consideraciones ecosistemica como la resiliencia, la capacidad de carga y la irreversibilidad de los procesos energéticos (C2). Las consideraciones ecosistemica tienen mayor alcance para explicar la calidad ambiental, es su resiliencia quien condiciona la magnitud del daño , independientemente de cualquier relación con el ingreso (Arrow et al., 1995; Coscieme et al., 2019). En algunos casos la afectación  es irreversible por las propias leyes de la física (Georgescu Roegen, 1971).

3.    Las CAK son resultados particulares que derivan en conjeturas incorrectas sobre el comportamiento general de la calidad ambiental (C3). La curva solo aplica para un conjunto seleccionado de contaminantes (azufre, partículas y coliformes fecales) y  no en otros contaminantes como los acumulación de desechos (Arrow et al., 1995).

4.    Las investigaciones disponen de poca evidencia de formas alternativas de la CAK (C4). Algunos señalan que la CAK adopta formas alternativas a la convencional(Dasgupta et al., 2002). Una es algo pesimista, aceptan que la degradación desciende por el control de emisiones tradicionales, pero advierten que aparecen nuevos tóxicos sin regulación que tomaran el lugar y se intensifican a través del tiempo (Fig. 3a). En el mismo sentido, el proceso de globalización tenderán a mayores niveles de contaminación promoviendo una “carrera hacia el fondo” (Fig. 3b). Otras es una versión optimista, la CAK se aplana y se desplaza hacia la izquierda, “revisada” (Fig. 3d). Esta idea hace pensar que la forma real de la CAK es una combinación de “nuevos tóxico” y “revisada”, un aumento monótono de las emisiones que con el tiempo se desplaza hacia abajo, primero las innovaciones son implementadas en países con ingreso alto y después en los más pobres (Stern, 2004).

5.    Por último, los estudios presentan limitaciones econométricas, problemas de estimación que desvirtúan los resultados (T.E.). Los primeros fueron criticados severamente, “los problemas asociados tanto con el concepto como con la implementación empírica de la CAK son tales que su utilidad se limita al papel de una estadística descriptiva” (Stern et al., 1996, p. 1158). En la actualidad los problemas de estimación se resumen en deficiencias en el manejo de la técnica ante la presencia de heterocedasticidad, simultaneidad-endogeneidad, sesgo de variables omitidas y problemas de cointegración.

De forma general, la crítica conceptual deriva de las implicaciones de la teoría, la mejora de la calidad ambiental como un proceso endógeno del crecimiento económico sin fundamento en cuestiones ecosistemica que hace pensar en otras formas factibles como alternativas a la CAK. En la parte econométrica aluden a problemas de estimación y elección de la técnica adecuada.

 

DISCUSIÓN

6.      Validando la CAK

El cuestionamiento principal del artículo es dar respuesta al porque emplear una teoría que desde sus inicios parece carecer de validez para estudiar la relación entre crecimiento y degradación ambiental. Para hacer esto argumentamos entre los supuestos teóricos de los determinantes y el señalamiento de los investigadores de la sección anterior. Iniciamos agrupando las críticas y respondiendo por orden de dificultad.

Calidad ambiental como un proceso endógeno del crecimiento, poco crédito a las instituciones y la política pública (C1)

La premisa en que está basada esta crítica es inválida, desde el planteamiento la CAK se reconoce que el crecimiento económico es uno de los factores para mejorar la calidad ambiental. Los primeros investigadores son enfáticos en plantear las limitaciones de sus resultados,  resaltan que “incluso para aquellas dimensiones de la calidad ambiental en las que el crecimiento parece haber estado asociado con la mejora de las condiciones no hay razón para creer que el proceso haya sido automático” (Grossman & Krueger, 1995, p. 372) hacen alusión a un vínculo más fuerte “a través de un política inducida” (Grossman & Krueger, 1995, p. 373). Afirman que la inclinación de la curva se debe a “distorsiones de las  políticas” (T. Panayotou, 1993, p. 21). Además señalan, “hacemos hincapié en que los contaminantes estudiados en este documento no deben considerarse representativos de todos los contaminantes” (Selden & Song, 1994, p. 155) y hacen la advertencia que cualquier generalización debe hacerse con mucho cuidado. 

A pesar de estos señalamientos parece hacer una interpretación errónea de los alcances de los primeros estudios. Una posible explicación podría ser el antagonismo con los economistas ecológicos y las afirmaciones radicales de algunos de sus colegas como Beckerman (1992), quien afirmaba que ante el retraso en la adopción de las medidas de protección ambiental en los países, la forma más segura de mejorar el medio ambiente a largo plazo es enriquecerse” (p. 491)

Limitaciones econométricas, problemas de estimación (T.E.).

Esta afirmación es cierta, en la actualidad se sigue debatiendo cómo resolverlos y la propuesta va a la par de las soluciones que la econometría establece. Las opciones son amplias y elegir que técnica es mejor depende de los datos disponibles. Las nuevas técnicas empleadas superan los problemas de estimación, esto no invalida la CAK.

En especial, la endogeneidad y la cointegración son un reto para los investigadores e intentan superarlos con diferentes métodos. De acuerdo a la tabla 2, algunos utilizan técnicas avanzadas de cointegración en paneles, mínimos cuadrados ordinarios completamente modificados (FMOLS) y mínimos cuadrados ordinarios dinámicos (DOLS) para afrontar la endogeneidad en los regresores y la correlación en serie del término de error (Ben Jebli et al., 2016; De Vita et al., 2015).

Para serie de tiempo otros han adoptado el modelo autoregresivo con retardos distribuidos (ARDL), la endogeneidad es un problema menor porque se corrige con los rezagos apropiados y aplica independientemente si las variables son I(0) o I(1)  (Alam et al., 2016; Katircioglu & Katircioglu, 2018) o una combinación de ambas restando peso al problema de cointegración, entre otras bondades (Jalil & Rao, 2019).

En otros casos se ha optado por cambiar la especificación del modelo a una versión basada en el ingreso y la tasa de crecimiento promedio que presupone robustez al problema de transformación no lineal  (Ridzuan, 2019), aunque subestima el punto de inflexión (2000; D. F. Bradford et al., 2005).

Las CAK son resultados particulares que derivan en conjeturas incorrectas (C3) y poca evidencia de formas alternativas (C4)

Estas afirmaciones son verdaderas, las CAK son resultados parciales de contextos más amplios y complejos.  Es posible que está siendo incentivado por la modesta información de referencia de los países estudiados en cuanto sus esfuerzos en política ambiental que da lugar a posibles interpretaciones inexactas. Los autores solamente se limitan a contextualizar una parte de la senda de contaminación que puede ocasionar poca claridad en las implicaciones de sus estudios.

Para probar este punto abordemos el caso de China8, potencia ubicada entre los primeros lugares de contaminación y de investigación. Para ello retomamos el estudio de Yin et al., (2015) quienes especifican un análisis regional y encuentran evidencia de la CAK en 29 gobiernos subnacionales (provincias, ciudades y regiones autónomas) para el periodo de 1999 al 2011, usando un dato estimado del CO2 en un modelo ampliado con variables de regulación y progreso técnico.

Los autores solamente hacen referencia a ese periodo y pudiera interpretarse que China ha superado sus problemas de degradación, siendo esto incorrecto. Al contrastar los datos de contaminación del Banco Mundial con sus estimaciones se puede apreciar que de 1999 al 2011 China ha tenido un incremento en el CO2 (Fig. 4, segmento de “a-b”). Además China, para el año 2014 se declara como el mayor productor y consumidor de energía en el mundo, con tecnología atrasada, una fuerte presión para cubrir la demanda y daños ecoambientales (Jinping, 2015).  ¿Cómo es posible que las provincias presenten una CAK cuando el país está en una senda ascendente? Es posterior al periodo estudiado entre el año 2011 y 2014 que la degradación en China comienza a disminuir, (Fig.2 punto “c”).

Al comparar China con sus provincias y presentar resultados diferentes da muestra que las CAK regionales no tienen carácter aditivo.  Realmente el estudio confirma que China tiene un efecto redistribución de las emisiones hacia el interior de su país, las provincias orientales transfieren contaminación a la región central, reduciendo la presión en algunas partes y aumentando en otras por la implementación de su política (progreso tecnológico y regulaciones). Al gobierno de China le queda mucho por hacer, el stock de recursos está afectado por años de crecimiento económico y enmendar parte de las afectaciones requiere de un tiempo más prolongado de reducción de presiones. Una información de este tipo pudiera ayudar a entender las implicaciones del resultado, que seguramente al ampliar el periodo de estudio deriven en nuevas de la CAK.

CAK con soportes ecológicos (C4)

Por último, al incorporar criterios ecológicos a la CAK hace más realista la senda de emisiones y demuestra que el modelo es de competencia imperfecta contrario a los supuestos teóricos.  A partir de un modelo estático, tomando como referencia a Andreoni y Levinson (2001) y Panayotou (1993) podemos demostrar el punto a través de las decisiones de los agentes económicos.

Partimos de una versión simplificada de la economía bajo los supuestos detallados en la sección 4 (S1 a S6) con dos agentes en el mercado, hogares y un agente planificador para prevenir la contaminación.

Los hogares participan de dos formas, pueden maximizar su utilidad a través del consumo de bienes ambientales o como insumos en la producción. Podemos suponer que el hogar tiene utilidad sobre el consumo de los bienes privados y un mal por la degradación (D), las preferencias que desea maximizar están dadas por la siguiente ecuación:

En donde Uc > 0 y Ud< 0 en caso de recibir la externalidad negativa.  Podría suceder que Uc > 0 y UD> 0 para un hogar contaminador. Desde el rol de productor maximiza sus beneficios considerando a la degradación (D) en sus costos (CT).

En donde πCT > 0 y πD< 0 en caso de ser una empresa contaminante.  Puede suceder que πCT > 0 y πD> 0 para una empresa que es afectada por la contaminación.

De acuerdo a la forma reducida en [1], ambos están dispuestos a renunciar a un poco de calidad ambiental por aumentar el nivel de crecimiento. Esto está dado por la elasticidad (e) de la contaminación con respecto al ingreso per cápita.  En [7] la elasticidad será positiva antes de y* para descender posteriormente a ingresos altos [8]

Donde y* es el nivel de ingreso correspondiente al punto máximo de degradación (y*, P*). Para verificar que la curva es cóncava debe cumplir el siguiente criterio.

A pesar de esto, la CAK puede existir en presencias de fallas de mercado y diferir con un óptimo paretiano (Andreoni & Levinson, 2001) de ahí que el agente regulador este en la  posición de mponer algún tipo de corrección o política pública para mejorar el bienestar social. Llame τ* esa medida, tiene la condición de ser similar a D para incentivar al hogar a reducir o pagar por la contaminación generada y garantizar la eficiencia social.

La corrección del mercado viene dada en [5] o [6] quedando de la siguiente forma:

Así el Estado garantiza el óptimo social, note que para el hogar contaminador la corrección desde el consumo merma su utilidad y para el productor aumenta los costos. Ahora la pregunta a responder es como saber el tamaño aproximado de D para determinar τ*.

Para dar respuesta definimos tres variables exógenas a partir del esbozo de Panayotou (1997). La primera es conciencia ambiental φ, son principios, valores e ideas que rigen el estilo de vida de la sociedad para cuidar el ambiente y se forja con el tiempo. A niveles bajo de ingreso φ es pequeño (y1 = φ1) porque las personas ocupan su tiempo en satisfacer necesidades básicas al contrario cuando presentan ingresos altos la población es más responsable con el entorno, φ es grande (y2 = φ2). Obviamente el ingreso refleja el comportamiento general como proxy de todo el proceso para llevar a cabo el cambio de percepción, existen poblaciones donde la conciencia ambiental pueda estar definida por creencias religiosas, tradiciones o costumbres, donde la conservación y el respeto a la naturaleza pueden ser mayor que en cualquier país de ingreso alto. La segunda es una variable de resiliencia ecosistemica ω, la capacidad de  la naturaleza para soportar la presión de la contaminación manteniendo sus procesos claves, resistirse y adaptarse al cambio (Holling, 1973). Y la tercera el umbral ecológico Eu, una condición donde el sistema muta drásticamente en el tiempo o espacio (Bestelmeyer, 2006) pasando a un punto irreversible que sitúa en riesgo la sobrevivencia de alguna especie. El comportamiento entre estas variables es el siguiente

Los umbrales son exógenos al modelo gráficamente son rectas horizontales a la curva, la incorporación de φ y ω en [13] modifica la altura pueden estar por debajo Eu1, ser tangentes al punto máximo de degradación Eu2 o estar por arriba Eu3. Eso modifica las decisiones del agente planeador.

Aceptando que el ingreso per cápita es insuficiente para explicar por si solo la degradación (D) agreguemos las variables de soporte ecológico en [1].

Dado que Eu,φ,ω  son exógenas existe información asimétrica. El agente planificador intuye φ por el nivel de ingreso, ω la desconoce por falta de recursos, en consecuencia, de Eu posee información incompleta y con ello de D. Las decisiones que tomé son en incertidumbre y con una baja probabilidad de acercarse al valor verdadero de D.  La única diferencia con los hogares es que ellos si conocen el verdadero φ y puede sacar ventaja de esa situación.  Es así que la imposición deja de ser óptima:

El agente planificador intentará tomar las mejores decisiones impositivas en un entorno de aumento de incertidumbre por la poca información que posee: Eu1< Eu2 < Eu3.  Supongamos que existen tres puntos en la CAK, uno a la izquierda A, otro en el centro que coincide con la cima B  y un tercero a la derecha C. (ver figura 5).

Si existe Eu3, cualquier tamaño de τ favorece al ambiente, la curva esta aplanada con respecto a ese umbral.

Si existe Eu1 en el punto A  tiene un serio problema los ingresos son tan bajos que el tamaño de τ tendría que ser pequeño, pero si impone un monto bajo el ambiente rebasaría el umbral con resultados catastróficos. La difícil decisión de gravar a los hogares pobres en época de crisis ecológica.  En el punto C  está obligado a poner un impuesto alto y los hogares tienen para pagar, por la ubicación en la curva el punto parece ser benéfico para el ambiente, sin embargo, por la concavidad en algún momento rebaso el umbral ecológico y por la irreversibilidad de los procesos energéticos el punto es incierto.

Si existe Eu2 en el punto B  tendría que poner un impuesto alto para regresar a una zona entre el punto A y B. La crítica a la CAK sería que un planificador estaría tentado a la inacción porque su expectativa es que la senda de contaminación disminuirá pasado este punto. Sin embargo, eso en términos de ecología es falso, una vez que se supera el umbral ecológico es difícil que el ambiente recupere su capacidad. Un planificador precavido impondrá un τ alto e intentará posicionarse en un punto cercano entre A y  Lp. Nótese que Lp es un punto “dentro de los cuales se espera que la humanidad opere de forma segura”(Rockstrom et al., 2009, p. 1) y tenga tiempo de reaccionar ante una posible crisis ecológica. Lp se conoce como límite planetario.

En virtud de los resultados, el modelo basado en competencia perfecta es incorrecto, es difícil conocer el óptimo social por la información asimétrica.  Aun así, es innegable que al incorporar consideraciones ecosistemica como la resiliencia aporta mejor información para la toma de decisiones en el cuidado del ambiente.

En circunstancias reales estas mediciones requieren de un considerable esfuerzo en investigación. Como dato, en el año 2009 Rockstrom lidera un grupo de 28 científicos del Centro de Resiliencia de Estocolmo y proponen el concepto de límites planetario, en total son nueve9  y para el 2016 se había terminado de cuantificar ocho de estos indicadores. Atendiendo a estas consideraciones resulta difícil obtener datos para países o regiones específicas.

 

CONCLUSIÓN

En este artículo analizamos la relación ingreso-ambiente a partir de la evolución teórica de la CAK para poder evaluar porque seguir usando esta hipótesis que para muchos carece de vigencia para abordar la afectación de la actividad económica en el ambiente. En sus inicios la CAK fue polémica porque daba la falsa impresión de que su planteamiento se oponía al de desarrollo sostenible, que tan solo con el simple crecimiento se podrían resolver los problemas ambientales en el futuro.

Además la literatura muestra que las primeras explicaciones basadas en los determinantes de primer orden son considerados como una explicación limitada y reducida a los problemas ambientales.  Y aunque en la actualidad las investigaciones han ampliado el análisis a través de los determinantes de segundo orden  todavía no son suficientes para abordar toda la complejidad de la degradación.

Donde es común la preferencia por los indicadores atmosféricos, el poco uso de indicadores biofísicos y compuestos para el vector ambiental, el escaso consenso en los efectos de los determinantes (mismo país diferentes resultados), lo inusual de la confrontación conceptual de los postulados de la curva y  a pesar de la preferencia de los paneles a series de tiempo las estimaciones requieren ir a la par de las innovaciones en la econometría.

Asimismo evaluamos las principales críticas, si bien la mayoría son verdaderas esto no invalida a la hipótesis, simplemente son consideraciones a tomar en cuenta al abordar el análisis.

Ante el argumento de que la calidad ambiental es un proceso endógeno del crecimiento económico (C1) demostramos que la premisa es inválida, desde el planteamiento la CAK reconoce que el ingreso es uno de los factores para mejorar la calidad ambiental. Los investigadores advertían de la mesura con la que debían tomar sus hallazgos.

En cuanto a qué técnica econométrica es adecuada (T.E.), esto depende de la naturaleza de los datos y de su comportamiento. La literatura ha señalado ciertos problemas de estimación al comprobar la presencia de la CAK, tales como heterocedasticidad, simultaneidad-endogeneidad, sesgo de variables omitidas y cointegración. En la actualidad estos son superados con técnicas econométricas avanzadas.

Referente a que las investigaciones son resultado particulares que derivan en conjeturas incorrectas (C3) y poca evidencia de formas alternativas (C4) esto es verdadero.  Y posiblemente está siendo incentivado por el modesto contexto en las investigaciones que limita el alcance de sus resultados: están más dedicadas a detallar la técnica econométrica y estimar los mejores parámetros, olvidando que el periodo que analizan es una parte de la senda total de contaminación. Es decir, las CAK demuestran resultados parciales de contextos más amplios y complejos que seguramente en un futuro con mayor disponibilidad de datos deriven en nuevas formas.

Sobre el argumento que sugiere la necesidad de incluir al análisis de la CAK criterios con soportes ecológicos (C4) es verdadero, se demostró que al incorporar consideraciones ecosistemica como la resiliencia y los umbrales aporta mejor información para la toma de decisiones en la protección ambiental.  Usando un modelo estático de comportamiento se comprobó que el supuesto de competencia perfecta es incorrecto. Este hallazgo sugiere que el agente planificador posee información asimétrica, con ello está imposibilitado en corregir la degradación con un impuesto óptimo, desconoce el verdadero valor que se define por las variables de soporte ecológico y de conciencia ambiental de la sociedad. En circunstancias reales se requiere de un esfuerzo considerable en investigación para hacer la medición y eso limita su aplicación.

Si logramos entender que una CAK es una imagen parcial de una senda de contaminación amplia, compleja, donde los tiempos de asimilación y regeneración de la naturaleza son diferentes a los tiempos de mercado, entender las limitantes de la teoría y especificar bien el modelo en cuanto variables que reflejen la degradación ambiental y técnicas econométricas, la hipótesis de la CAK sigue siendo válida.

Aún quedan muchas preguntas sin respuesta acerca de los factores que determinan la relación crecimiento económico-degradación en la CAK, pero nos queda claro que para mejorar el análisis se debe migrar a la transdisciplina, las estimaciones siguen basadas en los mismos indicadores y para captar algo tan complejo como es un fenómeno ambiental debe innovarse en la creación de indicadores compuestos que reflejen la heterogeneidad existente de ecosistemas y degradación en los países. Por ejemplo, la disponibilidad de datos que dan las herramientas geoespaciales abre la puerta a mejores investigaciones.

La principal limitación de nuestro estudio podría radicar en haber dejado fuera alguna investigación que se considere relevante, aunque consideramos que la selección fue representativa para probar la validez de la hipótesis.

Por último, el objetivo de la CAK es emplearla como técnica para evaluar políticas públicas que mitiguen la contaminación, enfrascarse en encontrar los “turning points” o alguna forma de la curva mediante técnicas econométricas (U, N) limita el alcance del enfoque. Sería reforzar la idea equivocada de que la contaminación se reduce con el simple crecimiento.

 

NOTAS

1 Panayotou es de los primeros que la nombra como Curva Ambiental de Kuznets (Theodere Panayotou, 1997)

2 https://www.esrl.noaa.gov/gmd/ccgg/trends/mlo.html

3 CO2 Emissions from Fuel Combustion, IEA, 2019

4 En la base de dato de SCOPUS bajo el término de “Curva Ambiental de Kuznets” se registran 2 mil 350 investigaciones de relevancia (del año 1991 al 2020, la fecha de consulta es noviembre de 2020)

5 Conocida como la Cumbre de la Tierra y después Conferencia de Río

6 Usualmente se utilizan indicadores de degradación, también se puede abordar con indicadores de calidad ambiental. Si fuera este el caso el comportamiento sería en forma de “U”, a menores ingresos per cápita es menor la calidad hasta llegar a un mínimo donde ingresos altos elevan la calidad.

7 La baja intensidad de los recursos en el sector servicios puede ponerse en duda debido a que en este sector existen actividades que tienen una fuerte intensidad de emisiones (transporte aéreo, marítimo o terrestre).

8 Es indistinto la elección del país: Por ejemplo sucede algo similar con los países de la OCDE, en especial el estudio de Cole (1997) y la réplica que hacen Kearsley y Riddel (2010).

9 Cambio climático, cambio en la integridad de la biosfera, eliminación del ozono estratosférico, acidificación de los océanos, ciclos biogeoquímicos (ciclos del exceso de nitrógeno y de fósforo), cambio de los sistemas de suelo, uso de agua dulce, la carga de aerosoles en la atmósfera y la carga de químicos.

 

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