RESEÑAS

Julio Velásquez Mallea¹

Louis Althusser, Iniciación a la filosofía para los no filósofos, Bueno Aires: Paidós, 2015.

Manuel Kant concebía a la filosofía como un “campo de batalla”, y que lo importante no era aprender filosofía sino lo relevante era poner en práctica el filosofar, de ahí que se escucha constantemente el enunciado: "no resultados, sino caminos”.

El filosofar, al ser un “trabajo forzado de pensar” abre caminos, no partiendo de cero, o como se suele decir, no de la nada, sino en polémica permanente con algunos pensadores de la antigüedad o con otros que son contemporáneos, y lo que es esencial: traduciendo en filosofar la problemática social y política del presente histórico, la contemporaneidad hecha filosofar.

Este tipo de pensar, exigente, riesgoso y creativo en su configuración lógica y racional, es también la respuesta a la misma problemática.

Entrar en el campo de batalla y moverse en él, significa hacerlo desde una corriente filosófica, contando con los conceptos y categorías, postulados y fundamentos, etc., ya sea del idealismo o el materialismo, ambas corrientes cuentan con pensadores en sus más altos niveles de teorización.

En la corriente materialista hay también grandes aportes, las obras de Louis Althusser han provocado una serie de polémicas que en la actualidad están lejos de haber concluido, tanto al interior de la corriente a la que pertenece – la materialista– como también fuera de ella.

En ese sentido, me interesa destacar algunos aspectos contenidos en una obra, que hoy por hoy está en plena circulación bajo el título de "Iniciación a la filosofía para los no filósofos" del pensador francés –nacido en Argelia–  Louis Althusser.

Se trata, según palabras de Althusser, de un manual, de una iniciación, que la escribió entre 1970 y 1976, pensado como 22 entradas (o 22 lecciones), el libro parte con una invitación a la lectura, en ella señala "este librito está dirigido a todos los lectores que se consideran, con o sin razón no filósofos", y empieza una enumeración como si de una presentación de personajes se tratara, pues menciona al obrero, al campesino, al empleado, al cuadro, al funcionario, al médico, etc. 

En esta "iniciación" de Althusser podemos encontrar nuevas precisiones y en los contextos debidos (conceptos y categorías) como práctica, es decir, como práctica revolucionaria. Es aquí donde encontramos una vez más el concepto de filosofía como un campo de batalla, esta vez como expresión de la lucha de las clases sociales. Y lo que es novedoso, desde la práctica teórica althusseriana, es que no hay, en lo que es la filosofía materialista, lo que se conoce tradicionalmente como leyes dialécticas (una herencia hegeliana según Althusser), y lo que nos plantea en su lugar son las llamadas "tesis provisionales", las que, ciertamente, lo hace con la fundamentación necesaria y pertinente.

La lectura y estudio de la obra que comentamos es altamente recomendable, pues se trata de una producción que da margen para el dialogo crítico, pues tanto la ciencia como la filosofía se construyen, entre otras cosas, con ese componente como es el de la crítica.

Nota

¹Docente titular de las Carreras de Derecho y Ciencias Políticas. Director del Instituto de Investigaciones, Seminarios y Tesis de la Carrera de Derecho UMSA. ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8343-1348