INTRODUCCIÓN
En los últimos años el cultivo de la coca (Erythroxylum coca var. coca) ha ocupado grandes extensiones en Bolivia. La región de los Yungas de La Paz posee 64 % de su área cultivada con este arbusto milenario (GreeningEUcooperation, 2020), el sistema más difundido es el monocultivo y ocupa en esta zona de los Yungas más de 14 000 ha (Terceros y Daza, 2019). Últimamente a nivel nacional la superficie incrementó, debido a la Ley 906, en 2017, que plantea ampliar de 12 000 ha a 22 000 ha este cultivo (GreeningEUcooperation, 2020), a esto se añade la gran demanda del mercado y los elevados precios de la hoja de coca, por ejemplo, de 34 bolivianos (4.88 USD) por kilogramo de hoja seca en 2009 (Rosso, 2013) a 67 bolivianos (9.63 USD) en 2020 (UNODC, 2020). Para la expansión de este cultivo, se realizan deforestaciones de manera indiscriminada con consecuencias de deterioro de los suelos. La principal causa es la ampliación de la frontera agrícola para cítricos (Citrus spp.) y coca (Pacheco, 2004; Condori-Luna et al., 2018). En el sector de Nor Yungas de La Paz se prioriza la ampliación de grandes extensiones para el cultivo de la coca (Choque, 2016), que extrae del suelo grandes cantidades de nutrientes. En los últimos años los habitantes de este sector han reemplazado los cultivos tradicionales que se empleaba para consumo familiar por el cultivo de la coca (Rosso, 2013; Davila, 2014). A consecuencia tienen que comprar todas estas necesidades básicas de alimentación (frutas y verduras) provenientes de otros municipios (Caranavi, Palos Blancos). Esta situación, pone en riesgo la soberanía alimentaria de las familias (Jacobi et al., 2018).
Los principales problemas son la erosión de los suelos, deforestación, quema indiscriminada de pastizales y bosques, pérdida de la biodiversidad, uso indiscriminado de agroquímicos, contaminación de las aguas y tierra (Aramayo, 2002), deslizamientos de terrenos (Jacobi et al., 2018) por la topografía inclinada. Finalmente, el uso excesivo de urea en cultivo de la coca (Choque, 2016) acelera la degradación de suelo.
En el sector de los yungas específicamente en Coroico-Incapampa, existen áreas (ex-cocales), es decir, parcelas donde con anterioridad se tenía cultivada el cultivo de la coca y a consecuencia del monocultivo y mal manejo se obtienen suelos degradados e improductivos que se encuentran abandonadas cubiertas en su mayor parte por especies de gramíneas formando "los pajonales", que cada año van invadiendo los suelos dejados por el hombre. En Coroico existen aproximadamente 105 623 ha de suelos degradadas (Villca y Lohse, 2010). Esta situación conlleva a la necesidad de evaluar prácticas amigables de recuperación de suelo, mediante el uso de cultivos alternativos con enfoque orgánico. Ante este contexto, el cultivo de la sábila (Aloe vera barbadensis M.) por su gran adaptabilidad a diferentes tipos de suelo se presenta como una alternativa, además, se tienen plantaciones con resultados exitosos en diferentes municipios de los yungas de Chulumani, Chirca, Irupana y Caranavi. La sábila, posee propiedades medicinales, curativas, cosmética y como complemento alimentario; se encuentra en el mercado en jugo, zumo con frutas, polvo, gel, en hoja (penca), yogurt con trozos de sábila, etc. (Díaz y Ávila, 2002; Garrido, 2018).
El objetivo de este estudio fue investigar si la sábila con manejo orgánico se adapta a las condiciones edáficas de terrenos abandonados e improductivos y su incidencia en la recuperación de una parcela demostrativa de la comunidad de Incapampa del municipio de Coroico.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación de la zona de estudio
La comunidad de Incapampa (Figura 1) se encuentra situada en el municipio de Coroico capital Nor Yungas, en el departamento de La Paz, del Estado plurinacional de Bolivia (Carta Orgánica del Gobierno Autónomo Municipal del Municipio de Coroico, 2017). Geográficamente situada entre las coordenadas 16º11'39'' latitud Sur y 67º43'44'' de longitud Oeste a una altitud promedio 1 782 m s.n.m. temperatura media 18.4 °C, precipitación pluvial anual 1 227 mm (PDM, 2006) y a una distancia de 53 km de la ciudad de La Paz.
Metodología
La herramienta diseñada en la presente investigación asume la metodología cualitativa, según Contreras (2018), la investigación cualitativa se refiere a “la investigación que produce datos descriptivos: las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable”.
El enfoque metodológico cualitativo descriptivo (Sarria et al., 2022) se fundamentó en métodos derivados de estudios socioecológicos y agronómicos para establecer la recuperación de suelo abandonado (ex cocal) y la incidencia de las prácticas locales y saberes socioculturales para el manejo con enfoque orgánico de sábila en Nor Yungas de La Paz, Bolivia.
El método cualitativo permite estudiar un comportamiento de manera más efectiva al realizar esta acción de manera presencial. Se realizó un ensayo del cultivo de la sábila, de larga duración con la asesoría, capacitación y supervisión técnica permanente de un especialista con enfoque orgánico del cultivo de Aloe.
Material vegetal: se emplearon plantas del cultivo de sábila en bolsas con sustrato con 10 meses de edad de 35 a 40 cm de altura un total aproximado de 4 000 plantines provenientes del vivero pertenecientes a la empresa AGRONAT S.A. Es una planta suculenta que pertenece a la familia Asphodelaceae (Bhuvana et al., 2014).
Manejo del cultivo: se inició con el trasplante del cultivo de la sábila en fecha octubre 2012, en una parcela (ex cocal), suelos abandonadas y degradadas por cultivos de coca con presencia de malezas o malas hierbas (Figura 2). A una altitud de 1 500 m s.n.m., con un área de 2 500 m2 en la comunidad de Incapampa, perteneciente al municipio de Coroico.
Preparación del suelo: la primera actividad con pajonal en estado seco, en fecha 10 de septiembre 2012, se procedió a realizar la limpieza en forma manual con machete, paralelamente con una picota se removió el suelo incorporando la biomasa vegetal en el suelo. Posterior a esta actividad se deja reposar el suelo por 30 días.
Trasplante: previo a esta actividad se realizó el trazado con el empleo de nivel en “A”, para su posterior sacado de hoyos 25x25 cm aproximadamente con la ayuda de una picota a una distancia de 100 cm entre hileras y 80 cm entre plantas en fecha 10 de octubre de 2012.
Abonamiento: se ejecutó al momento de realizar el trasplante de Aloe añadiendo en cada hoyo estiércol animal descompuesto y cáscara de arroz aproximadamente 1 t ha-1. En la etapa de producción del cultivo el proceso de abonado se realizó una vez al año la misma cantidad.
Deshierbe: se efectuó manualmente con ayuda de picota, chuntillo y machete según situación climática, es decir, entre los meses de abril a noviembre (época seca) se hizo dos deshierbes y en época de lluvia (diciembre a marzo) esta actividad también se realizó dos deshierbes ya que existe mayor desarrollo de malezas en comparación con época de verano. Anualmente se realizó cuatro procesos de deshierbe.
Deshije de hijuelos: esta actividad consiste en retirar manualmente con pico y/o machete hijuelos de raíz y tallo del cultivo de sábila, se hizo en segundo año después del trasplante. Radica de mucha importancia para evitar competencia por agua, luz y nutrientes con la planta madre.
Manejo de plagas y enfermedades: para evitar el ataque de plagas y enfermedades, se aplicó caldo sulfocálcico y caldo ceniza a una dosis de 2 L en 20 L de agua respectivamente esparciendo sobre el cultivo con una mochila asperjadora a inicios de la época de lluvia, ya que generalmente se presenta el ataque de hongos patógenos.
Cosecha: 18 meses después del trasplante del cultivo de sábila, la cosecha se realizó con un cuchillo para su posterior traslado en cajas.
Variables evaluadas
Identificación de malezas: se identificó las plantas predominantes mediante fotografías, consulta de páginas web de carácter científico (Cantuca et al., 2001; Brenes-Prendas y Agüero-Alvarado, 2007; Rivas, 2007) para la identificación de malezas se consultó al Herbario Nacional de Bolivia. Esta evaluación se realizó previo a la preparación del suelo abandonado (pajonal).
Sobrevivencia de plantines de sábila: los plantines en bolsas con sustrato son depositados en los hoyos y 30 días después se procedió a evaluar el número de plantines sobrevivientes posterior al trasplante del cultivo en parcela.
Descripción de parcela: para evaluar los avances y cambios en parcela con el cultivo de sábila (cultivo principal), se realizó la descripción con fotografías en los años 2015, 2017 y 2020. Para lograr esos cambios, previamente se hicieron diferentes prácticas agronómicas con enfoque orgánico, abonado, asociación e intercalado de cultivos, cobertura sobre el suelo, barreras vivas entre otras actividades, como se considera a continuación:
Para proporcionar materia orgánica al suelo, en las gestiones 2013 y 2014, empleando semilla local obtenidas por el productor se realizó la siembra de frijol (Phaseolus vulgaris L.), arveja (Pisum sativum L.) y maíz (Zea mays L.) aproximadamente 3 100 semillas entre leguminosas y gramíneas, intercalada con el cultivo principal.
En 2015 se da continuidad con la asociación de las leguminosas y la siembra de diferentes verduras y hortalizas, posteriormente para proporcionar sombra y cobertura al suelo del cultivo de Aloe se realizó la plantación el cultivo de banano o plátano y plátano (postre) a una distancia aproximado entre 2 a 4 m, y de manera dispersa en la parcela cítricos, coco (Cocos nucifera L.) y sikili (Inga spp.)
En periodos de 2017 a 2019, se asocia el cultivo de Aloe con guayaba (Psidium guajava L.), café (Coffea arabica L.), guanábana (Annona muricata L.), papaya (Carica papaya L.), piña (Ananas Comosus L.) y coca. Al borde perimetral de la parcela se realizó la plantación de palta (Persea americana Miller), cítricos, plátano (Musa paradisiaca L.) y plátano macho o postre (Musa balbisiana).
Análisis de la hoja de sábila: en la gestión 2021 con la empresa AGQ PERU, S.A.C. por medio de la certificadora orgánica, IMOcert Latinoamérica LTDA., con muestras de hojas frescas de sábila provenientes de la parcela se realizaron pruebas contra trazas de plaguicidas.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Identificación de malezas
En la gestión 2012, antes de realizar el trasplante del cultivo de sábila en parcela se encuentra cubierto en su totalidad por diferentes tipos de malezas (Figura 2), se identifican un total de ocho especies de malezas (Tabla 1) pertenecientes a dos familias Poaceae y Apiaceae. En Poaceae o gramínea pertenecen siete especies, a la mayoría de estas plantas monocotiledóneas en la comunidad se las conoce por c'hiji (Aymara). Resultado similar identificó con mayor número de especies la familia Poaceae colindantes a plantaciones del cultivo de la coca en Nor Yungas de La Paz, reportado por Tiñini (2020). A 1 500 m s.n.m., se identifican con mayor representación de malezas la familia Poaceae. Coincidiendo con Miranda (2005), en su estudio de malezas en sabana de Apolo reportó la misma situación, pero a una altitud diferente entre 1 800 y 2 200 m s.n.m. sin embargo, menciona que presentan similitud de especies de malezas entre la sabana de Apolo y Coroico.
Según la información mostrada por la Tabla 1, en parcela (ex cocal), se identificaron las siguientes gramíneas: Andropogon leucostachyus Kunth, Paspalum fasciculatum, Cenchrus echinatus L., Paspalum conjugatum P.J. Bergius, Cynodon dactylon (L.) Pers., Melinis minutiflora y Stipa spp.
En plantaciones ex cocales abandonadas por el hombre Abendaño (2008) y Villagaray (2014) mencionan a Andropogon spp. Según investigaciones con referente a malezas Cenchrus echinatus L. se considera muy nociva (Sánchez-Ken et al., 2012; CENGICAÑA, 2013). Cynodon dactylon (L.) Pers. se encuentra en suelos de sequía entre 0 a 1 800 m s.n.m. (CENGICAÑA, 2013; Santana et al., 2005).
En la parcela abandonada (pajonal) se identificó una especie de la familia Apiaceae. Según Bustamante et al. (2016), Eryngium rauhianum se encuentra asociada con mayor frecuencia entre pajonales.
Adaptabilidad de plantines de sábila
En la gestión 2012 después del trasplante se obtiene 100 % de plantas vivas de Aloe en la parcela, ya que los plantines provenientes del vivero en bolsas con sustrato las hojas presentan buena turgencia y las raíces se ven vigorosas. El cultivo de Aloe se adapta a diferentes tipos de suelo y se desarrolla de una manera favorable en climas templados a cálidos entre 400 a 3 800 m s.n.m. (Díaz y Ávila, 2002; Jiménez y Malagón, 2016; Garrido, 2018). Estas afirmaciones indican que el cultivo de la sábila se adapta en parcela ex cocal.
Descripción y comparación de parcela
Según la descripción en la metodología, se describirá los resultados obtenidos mediante la comparación con fotografías en los años 2015, 2017 y 2020 después del trasplante de Aloe.
El primer y segundo año en la parcela del cultivo de sábila intercalada con frijol, arveja y maíz se logró aprovechar al máximo los espacios disponibles, ocupando aproximadamente entre 75 a 80 % de la parcela total. En diferentes regiones de Bolivia, Choque (2016) afirma que se cultivan en mayor proporción haba, arveja, frijol, garbanzo y tarwi. Por la característica de crecimiento que presentan las leguminosas de forma horizontal y maíz crecimiento vertical, proporcionan sombra al cultivo de Aloe en etapa de crecimiento, la biomasa procedente de estos cultivos se incorporó al suelo de la misma parcela. Con estas prácticas del manejo orgánico en el cultivo de la sábila se inicia a incrementar la fertilidad del suelo. Las afirmaciones de Choque (2016) y Torres et al. (2018) mencionan que las leguminosas tienen la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico e incrementar la fertilidad del suelo. Sobre el suelo con cobertura de biomasa distribuida entre surcos del cultivo de la sábila, se observó la disminución de malezas y mayor humedad.
En la gestión 2015, en la parcela se aprecia el cultivo de la sábila en proceso de producción asociado e intercalado con apio (Apium graveolens L.), perejil (Petroselinum crispum), lechuga (Lactuca sativa L.), tomate (Solanum lycopersicum L.) y cebolla (Allium cepa L.) (Figura 3). Según FIDA (2003), la Agricultura
Orgánica (AO) “Es un método alternativo de diversificación de la producción”, no empleándose ningún tipo de plaguicida de origen sintético, las cuales se destinan para el consumo familiar, venta a vecinos y ferias realizadas en Coroico, generando alimento seguro e ingresos económicos para el productor. Luego de diez y ocho meses después del trasplante del Aloe se realizó la cosecha de la misma. La venta de las hojas de sábila orgánica lo realizan a la empresa AGRONAT S.A. dedicada a la producción de jugos, cosméticos y shampo. El productor tiene mercado seguro. El éxito de una finca orgánica está en dependencia de mercado (Garibay, 2003).
Para dar continuidad a los avances y cambios con manejo orgánico, en 2017 la parcela con el cultivo de Aloe se encuentra asociado de manera dispersa en menor proporción con cítricos, coco y sikili y con mayor proporción con plátano macho o postre y banano (Figura 4). Según Villca y Lohse (2010), el sikili promueve bastante materia orgánica. Sobre el suelo se aprecia restos de malezas y de hojas provenientes de los árboles forestales y frutales en estado de descomposición, para su posterior incorporación al suelo. Estos residuos, mediante un proceso de descomposición sobre la superficie del suelo permite mejorar las propiedades químicas, físicas y biológicas del suelo (Castellanos y León, 2010; Villagaray, 2014).
Según esta descripción en la parcela se aprecia un incremento de plantas frutales de porte alto, en lo principal plátano y banano ya que proporcionan sombra al cultivo y humedad al suelo beneficiando al cultivo principal (sábila). La cobertura sobre suelo regula la humedad y temperatura, además, protege al suelo contra el impacto de la lluvia y el viento (Tobasura et al., 2015).
En la Figura 5, con esta tecnología del manejo orgánico después de ocho años, en la gestión 2020 la parcela como cultivo principal la sábila, se encuentra asociado con cultivos de café, piña, sikili, banano, guanábana, cítricos, coca, guayaba, papaya, coco. El efecto y/o resultados del manejo orgánico del suelo oscila entre 4 a 8 años, según el manejo y condiciones ambientales (Herrán et al., 2008). Según Morello y Matteucci (2001), si el terreno es menor a 1 ha, la recuperación de fertilidad del suelo es 10 años o más. Garibay (2003), complementa que es a largo plazo, en el cual se obtienen diferentes cultivos para consumo familiar.
El borde perimetral de la parcela está rodeado por barreras vivas como: palta, cítricos, banano y sikili, que cumplen la función de cortinas rompe vientos y frutas para el consumo familiar. Según Danzos (2007), en agricultura orgánica se emplean barreras vivas, árboles forestales.
El suelo está cubierto con mayor cobertura muerta de hojarascas, residuos de cosecha, hijuelos de sábila provenientes del deshije, etc. Según Villagaray (2014), protegen al suelo de los efectos directos del sol, agua y el viento. Se obtiene como resultado una parcela productiva, diversa y sostenible. Esta técnica aumenta la biodiversidad y mantiene la fertilidad del suelo de manera sustentable, reduciendo los procesos erosivos (Villca y Lohse, 2010; Villa et al., 2015). Según la implementación de esta herramienta del manejo orgánico, se realizan menos trabajo en proceso de deshierbes, cosechas de diferentes cultivos asociadas al cultivo principal de la sábila, las labores culturales en la parcela se realizan bajo sombra, recuperación fertilidad de suelo y por último mejor desarrollo de los cultivos. Se ha logrado eliminar los pajonales gramíneas, con el desyerbe manual sin la práctica de la quema ni empleo de herbicidas sintéticos.
En realidad, es manejo de una serie de plantas, donde la sábila es un componente más de este sistema. Sin embargo, analizando desde el punto de vista económico, la sábila orgánica se considera como cultivo principal, ya que, se encuentra trasplantada en parcela con aproximadamente 4 000 plantines de este cultivo, a consecuencia el productor al momento de realizar la cosecha y comercializar las hojas de Aloe, obtiene ingresos económicos de manera significativa, sin embargo, con cultivos complementarios o secundarios plantadas en menor número de manera dispersa en la parcela se obtienen productos para consumo familiar y el poco excedente para la venta, económicamente no es un ingreso significativo para la familia productora de sábila, con estas técnicas se producen cultivos en una manera sostenible sin degradar los suelos.
Según norma de certificación orgánica IMOcert (2019), en manejo orgánico exige realizar asociación, intercalado, policultivos en parcela tomando en consideración el cultivo principal que es la sábila. Estas prácticas agronómicas buscan que la parcela sea autosostenible supliendo las necesidades nutricionales del cultivo que favorece el mantenimiento del paisaje y la seguridad alimentaria (Farfán y Sánchez, 2007; SENASICA, 2022).
Análisis de la hoja de sábila
El informe de análisis realizado en la hoja de sábila con referente a plaguicidas en condiciones de laboratorio el día 10 de agosto de 2021, por la empresa AGQ PERU. S.A.C. muestran que no se ha detectado la presencia de trazas en el cultivo de sábila orgánica, se reafirma que en el cultivo y la parcela no se empleó ningún tipo de plaguicida de origen sintético, por consecuente el cultivo es orgánico. En la producción del cultivo de sábila orgánica no se emplea plaguicidas y fertilizantes de origen sintético, es decir, es posible cultivar con técnicas de agricultura orgánica (Díaz y Ávila, 2002; ONU, 2021).
CONCLUSIONES
Antes de implementar el cultivo de Aloe en la parcela ex cocal a 1500 m s.n.m., se identifican siete especies de la Familia Poaceae y una especie de la Familia Apiaceae. El cultivo de sábila presenta una excelente adaptabilidad al lugar.
La implementación del manejo orgánico en el municipio de Coroico, Incapampa, utilizando el cultivo de la sábila asociado a otros cultivos en un periodo de ocho años, recuperan suelos degradados ex cocales, haciéndolos que puedan ser utilizados en actividades agrícolas sostenibles. En el análisis de la muestra de la hoja de sábila no se ha detectado la presencia de trazas con referente a plaguicidas.
Por tanto, la implementación de sábila orgánica es una necesidad por sus múltiples beneficios como: reducción de la erosión, recuperación de la fertilidad del suelo, cosechas de diferentes cultivos asociados al Aloe, mejor desarrollo del cultivo y a nivel social reducción pobreza y evita la migración. Por último, es urgente replicar esta tecnología con enfoque orgánico en otras parcelas (ex cocales) del sector de los Yungas