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Revista Aportes de la Comunicación y la Cultura

versión impresa ISSN 2306-8671

Rev. aportes de la comunicación  no.33 Santa Cruz de la Sierra dic. 2022

 

ARTÍCULOS

 

Metáforas conceptuales sobre el mar1

 

Conceptual metaphors about the sea

 

 

Luis Herrera*,2,Constanza Allende**,Francisca Berríos***
* Textus. Red de investigación del lenguaje, la cultura y la creatividad
Correo: contacto@textusinvestigacion.cl
** Pontificia Universidad Católica de Chile Correo: Constanza.Allende@puc.cl
*** CECREA.Vallenar Correo: franciscaberriosg@gmail.com
Fecha de recepción: 7 de octubre de 2022     Fecha de aprobación: 8 de diciembre de 2022

 

 


Resumen

El objetivo de este artículo es identificar y analizar las metáforas conceptuales vinculadas con el mar, existentes en las expresiones orales de los habitantes de las localidades costeras de la Provincia de San Antonio, considerando el mar como el dominio meta. Para ello se ha realizado una entrevista semiestructurada a 60 habitantes de la Provincia, para luego identificar y analizar las metáforas conceptuales. Se reconocen distintos tipos de metáforas conceptuales, siendo las más comunes “Mar como terapia”, “Mar como generador energético”, “Mar como persona”, “Mar como universo” y “Mar como sostenedor económico”, entre otras. Además, se abren nuevas búsquedas investigativas, al comprender que los informantes utilizan varias metáforas conceptuales en distintas situaciones comunicativas o temáticas, como también al identificar relaciones entre distintas metáforas conceptuales.

Palabras clave: mar, metáforas conceptuales, identidad, lingüística cognitiva, cultura.


Abstract

The objective of this article is to identify and analyze the conceptual metaphors linked to the sea, existing in the oral expressions of the inhabitants of the coastal towns of the Province of San Antonio, considering the sea as the target domain. For this, a semi-structured interview has been carried out with 60 inhabitants of the Province, in order to later identify and analyze the conceptual metaphors. Different types of conceptual metaphors are recognized, the most common being “Sea as therapy”, “Sea as an energy generator”, “Sea as a person”, “Sea as a universe” and “Sea as an economic supporter”, among others. In addition, new investigative searches are opened, by understanding that informants use several conceptual metaphors in different communicative or thematic situations, as well as by identifying relationships between different conceptual metaphors.

Keywords: sea, conceptual metaphors, identity, cognitive linguistics, culture.


 

 

Introducción

Bastaría sólo con conversar muy informalmente con habitantes de comunidades costeras, para constatar que existen distintas perspectivas de vinculación lingüística con el mar, lo cual está profundamente enraizado en las experiencias y acciones junto/en el mar.  En parte, de eso trata el enfoque de este estudio: las Metáforas Conceptuales (MC). No sólo, asume la lingüística cognitiva, las metáforas son cosas de literatura o cuestión de palabras, también son un modelo conceptual de cómo se configura el mundo y está íntimamente relacionado con las experiencias, el cuerpo y la historia. De ese modo, si el mar se expresa verbalmente como un recurso explotable, inerte, al servicio del ser humano, es también porque así se concibe y se conceptualiza en la mente y el sentir; y las acciones son en consecuencia. Cambiar las dinámicas del mundo, también implica cambiar el lenguaje.

En términos formales, este artículo es parte del proyecto de investigación denominado “Patrimonio Identitario Lingüístico de Metáforas Conceptuales sobre la Mar”, desarrollado entre los años 2021 y 2022 dentro de cinco comunas costeras de la provincia de San Antonio, Región de Valparaíso, Chile, gracias a un fondo de investigación de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de las culturas, las artes y el patrimonio. El objetivo general del proyecto ha sido relevar el patrimonio inmaterial oral existente en las comunidades costeras de la Provincia de San Antonio, a través de la recopilación y análisis de las MC sobre el mar existentes en las representaciones sociales y discursos de las y los habitantes de la zona de estudio. Para esto, se realizó un estudio de carácter cualitativo a través de una entrevista semiestructurada a 60 informantes.

En la Provincia de San Antonio se advierte un contexto urbano social complejo, de alta densidad de relaciones sociales, contradicciones y experiencias, asociadas a intercambios entre diversos sujetos y culturas. Para van Dijk “los contextos no son un tipo de realidad social objetiva o una situación social real, sino constructos subjetivos de lo que ahora es relevante en dichas situaciones sociales” (2004, p. 13). Por lo tanto, la apropiación identitaria del "mar", que es un concepto mental y social, expresado mediante diversos recursos verbales, entre ellos las MC, es un aspecto complejo y aún desconocido.

De acuerdo con distintas plataformas de publicaciones investigativas, el estudio de metáforas en torno al mar se ha enfocado principalmente en el campo literario y no necesariamente en el campo teórico de las MC. En los pocos estudios que hacen referencia al mar, estos lo toman desde la concepción del dominio fuente, es decir, cómo el “modelo mar” o esta área semántica (Pérez, Rojas, 2012) se usa para dar cuenta de otras abstracciones, ideas, cuestiones y, muchas veces, más desde la concepción de “la vida es un viaje” que estrictamente respecto al mar como dominio fuente, por ejemplo en expresiones del tipo: “Estoy a la deriva”, “se me viene un tsunami de problemas”, “no sé cuál es la carta de navegación”, “perdí el timón de mi matrimonio”, etc. Por lo tanto, se hace relevante identificar y analizar las MC vinculadas con el mar, existentes en las expresiones orales de los habitantes de las localidades costeras de la Provincia de San Antonio, considerando el mar como dominio meta. Si bien se estima que el dominio meta es, en general, más abstracto que el dominio fuente (más concreto, físico incluso), en este caso, dadas las dimensiones y características a veces increíbles o difíciles de calcular por la mente humana sobre el mar, se descubre que, efectivamente, para conceptualizar el misterio marino se ocupan distintos modelos metafóricos, a saber por esta investigación: el mar es una persona, el mar es una terapia, el mar es generador energético, el mar es un universo, el mar es un sostenedor económico, entre otras (mar como musa, mar como espejo, etc.); todo ello, por cierto, como el lenguaje en general, también eje profundo de la identidad.

 

Teoría

La investigación se ha concentrado en el patrimonio inmaterial de las localidades costeras de la Provincia de San Antonio, partiendo de la premisa que el lenguaje, vinculado al territorio, es también esencial para comprender la identidad y develar la tradición oral que se ha desarrollado en la zona. Por consiguiente, se establece una relación entre lenguaje, realidad y prácticas sociales. Estas, a su vez, interactúan en distintos niveles: el discurso y sus manifestaciones orales están socialmente construidas, producen sentido y una realidad en común (Chartier, 1992). Por lo tanto, se comparte lo que Lotman (1998) llama semiósfera, un campo semiótico que es donde interactúan los diferentes textos culturales que contienen los diversos lenguajes o manifestaciones culturales. En ese sentido, las localidades costeras de este territorio, conectadas a través de una avenida que atraviesa varias comunas y con un nutrido intercambio comercial, laboral, cultural interdependiente comparten, naturalmente con variaciones locales, una misma semiósfera: sentidos y significados comunes que conectan realidad, lenguaje y cultura. Es aquí donde se materializa la identidad, es decir, la apropiación subjetiva e interiorizada de ciertos “repertorios” culturales disponibles en los diversos grupos sociales o sociedades, traduciéndose en personas que, al mismo tiempo, buscan pertenecer, es decir, compartir ciertos patrones, como también escogen otros que los particularizan diferenciándose del resto a nivel individual y subjetivo (Giménez, 2012).

La subjetividad en una interacción constante con los sujetos es la que posiciona al hecho como hecho social (Vela Peón, 2008). En ese sentido, se entiende que los discursos y las acciones de los individuos son parte de un tejido social de interrelaciones (Schutz, 1975),      las que, aun siendo relaciones subjetivas, se objetivizan al situarse dentro de un contexto y un lenguaje en común. Se enfatiza en el lenguaje, en tanto sistema de signos y símbolos, que vuelve inteligible la interacción humana y la subjetividad de cada sujeto (Berger y Luckman, 2008).

También es relevante el concepto de hibridación cultural que, según Canclini (1995), corresponde al proceso de modificación de ciertas prácticas o estructuras sociales de acuerdo a las interacciones e intercambios culturales que ocurren en el ámbito social a analizar, ya que desde esos procesos se contempla diversidad de iniciativas sociales, distintas manifestaciones del poder, relaciones entre diferencias y desigualdades sociales. La oralidad, en esta línea, es un ejercicio colectivo de desalienación que recupera el estado cognoscitivo de la experiencia humana, forjándose una síntesis entre conceptualización y reflexión, entre dos sujetos que reflexionan juntos (Rivera, 2002).

Ahora bien, se ha decidido como unidad de análisis la Metáfora Conceptual, ya que desde la perspectiva de la lingüística cognitiva se considera que el lenguaje participa en la construcción y comunicación de significados, una especie de ventana a la mente del ser humano (Fauconnier, 2000), además que “La mayoría de nuestros conceptos fundamentales están organizados en términos de uno o más espacios metafóricos” (Lakoff y Johnson, 1980a, p. 464). Por consiguiente, la MC es muy importante en los estudios del lenguaje y la cognición humana (Ibarretxe-Antuñano y Valenzuela, 2012).

De acuerdo a Lakoff: “El aspecto estructural de una metáfora conceptual consiste en un set de correspondencias entre un dominio fuente y un dominio meta” (Lakoff, 1987, p. 386), siendo uno la proyección en el otro. Por ejemplo, si se considera la explicación que es posible conceptualizar “ideas como comida”, usando expresiones metafóricas “¿Cómo digiero esa idea?”, o “No puedo tragar ese comentario”, es evidente identificar que el dominio fuente es “comida” y el dominio meta es “idea” (Cuenca y Hilferty, 2013). En general, el concepto del dominio fuente es de carácter más concreto o físico que el concepto del dominio meta, no obstante, en este estudio el concepto del dominio meta (mar) es también de naturaleza concreta y física, sin embargo, se considera, que el grado de desconocimiento, creencias, inmensidad prácticamente inabarcable tanto visual como conceptualmente, endosan un grado de abstracción compleja a esta manifestación natural. Por último, las MC se manifiestan a través de distintas expresiones metafóricas; mientras las primeras se comprenden como estructuraciones del pensamiento que pueden tomar distintas formas; las segundas, como las expresiones lingüísticas particulares que toma dicha MC y que pueden variar entre culturas e idiomas (Lakoff, Johnson, 1986).

En el caso de este estudio, se han investigado los distintos “dominios fuente” que se usan frecuentemente sobre el “dominio mar”:

 

Método

La metodología de vinculación con los informantes de las entrevistas ha sido cualitativa, pues se concibe la realidad como un tejido constante de diálogos y de imágenes, de representaciones e interpretaciones (Rubira, Puebla, 2018).

En términos de muestreo, se realizó uno de tipo no probabilístico, con selección de forma intencional (Cornejo, Sanhueza, Rioseco, 2012). Se seleccionaron 60 actores según localidad, género y edad como rasgos distintivos, considerando entrevistas semiestructuradas que abarcaran todo el plano del enunciado (García, Ibañez, Alvira 2003),  por cada comuna según los siguientes criterios: seis mujeres (tres nacidas y tres llegadas) y seis hombres (tres nacidos y tres llegados).

La pauta de la entrevista abordó principalmente la temática del habitar un territorio donde el mar es el pilar significante del relato. De esta manera se registraron experiencias vividas, anécdotas e historias asociadas al mar, a la costa, a la playa; así como también el sentir profundo subjetivo sobre el qué significael mar. Luego, en la fase de análisis, de a poco se configuró un mapa de relatos que contienen las diversas MC sobre la temática.

Las MC han sido comprendidas a partir de las expresiones metafóricas presentes en las entrevistas transcritas. Para el proceso de identificación de metáforas se ha seguido la metodología elaborada por Coll-Florit y Climent (2017a, 2017b, 2019, 2022), que se basa en el procedimiento de identificación de metáforas (Metaphor Identification Procedure-MIP) (Pragglejaz group, 2007), a partir del método de Steen (1999, 2007). Este procedimiento considera el uso de diccionarios especializados en metáforas (se ha identificado que no existe evidencia clara en torno al mar como dominio meta), diccionario estándar de español, uso de metáforas hipotéticas (que se han establecido a medida que se avanza en el análisis) y la estructuración de la MC propiamente tal según dominios y correspondencias.

 

Análisis

Metáforas conceptuales sobre el mar

En esta investigación que se ejecutó en las comunas de San Antonio, Cartagena, El Tabo, El Quisco y Algarrobo se pudo profundizar sobre distintas maneras (de pensamiento, emoción y palabra) que estos residentes, sean nacidos/as o llegados/as, han construido para conceptualizar “el mar” en sus vidas a través de expresiones lingüísticas (enunciados, dichos, expresiones verbales) que responden a distintos marcos conceptuales metafóricos:

 

Mar como terapia

La MC más frecuente durante este proceso de entrevistas ha sido “mar como terapia” y fue utilizada por trece de las sesenta personas, sin distinciones entre nacidos/as y llegados/as, pero sí con mayor expresión en mujeres (9 de 13).

Ahora bien, lo interesante es cómo y qué elementos característicos de una terapia (Dominio Fuente) se traspasan al mar (Dominio Meta) y cuáles, a su vez, se omiten. Revisando las expresiones metafóricas enunciadas por los habitantes del litoral, se puede establecer que esta “terapia” es una terapia muy particular que, a diferencia de otras terapias o tratamientos, no se realiza frente a una enfermedad o trastorno propiamente tal que afecte a las personas, sino más bien como un fortalecimiento de la salud, una protección o un impacto positivo en el sistema inmune. Por ejemplo:

-(...) Yo creo que el mar es el potencial más grande de salud que un ser humano puede tener.

-(...)Sipo yo creo que el mar es curativo, tan solo tomarlo o usar de sus aguas creo que es mágico, entonces de alguna u otra forma se tiene un buen vivir al lado del mar

-(...) como que entré y vi que este era como todo un espacio de terapia

Esta última expresión abre un par de observaciones. Si bien, en este caso de “espacio de terapia”, se podría subrayar que se habla del mar como un espacio (un espacio que se puede visitar, vivir, instalarse), el complemento del nombre “de terapia” lo instala con mayor fuerza ilustradora como “terapia”. Otra perspectiva compleja se encuentra en el siguiente ejemplo:

-(...) también a mí, en lo personal, el mar canaliza, al observarlo y mirarlo, uno se canaliza digamos en él. Entonces, es sanador, es profesor y a la vez es espejo de lo que uno quiere.

Esta expresión de un nacido de Algarrobo es un párrafo extremadamente rico en metáforas, lo que subraya una cuestión que no por muy probable se hace evidente: las MC que usan las personas para referirse a un fenómeno, en este caso “el mar”, pueden ser varias como, además, pueden cambiar de un momento a otro. Por tanto, no se puede señalar que esta conceptualización del mar se vincule a un solo dominio fuente, sino que a varios, tales como canal, espejo, terapeuta y profesor; todo ello, por lo demás, apenas en tres líneas.

Seguramente, esa idea de “canalizar” está respondiendo a una acción del “mar como terapeuta”. Por otro lado, aunque más adelante se analiza “mar como persona” sí se podría indicar que “Mar como terapeuta” es fruto de dos MC que se integran: “Mar como terapia” y “Mar como persona”.

En las entrevistas surgieron varias palabras claves que nos llevan a la MC “mar como terapia”. Una de ellas es la palabra “medicina”:

-(...) entonces ahí lo veo como esta volá de la medicina y siento que con esto de progresar por ahí siempre a esta medicina, siento como que ya es menos tortuoso el tránsito po, de estar afuera o estar adentro, ¿cachay?

-(...) lo vemos como una medicina con mis amigas, la medicina del agua fría

-(...) sintonía también hasta ahora en este tiempo que me reencontré en este espacio de medicina

Nuevamente el “detalle” espacial, tal como el “espacio de terapia”, aquí “el espacio de medicina”. ¿Cuál es el espacio de medicina? ¿Una sala de urgencias? ¿Una sala de consulta médica? ¿Una camilla? ¿Es lo mismo cuando se expresa “mar como medicina” o “mar como espacio de medicina”? Siendo precisos/as, no es lo mismo. Si el mar es la medicina, nos remite a la idea de tratamiento, fármacos, remedios; si el mar es un espacio de medicina, tiene más sentido un sistema o estructura de curación. Sin embargo, dado que el mar lo cubre o lo rodea todo, se solapan los dos imaginarios: el mar es un lugar sanador, pero, por obvio que parezca, los “remedios” que sanan, son el mismo mar, sus propiedades. Por lo tanto, el mar es el contenedor (lugar de sanación) y, además, el contenido (los remedios, la terapia en sí):

-(...) bueno, porque la sal tiene una propiedad que transforma la energía, limpia la energía negativa, la purifica; entonces el mar al ser salino nos limpia, al bañarnos. Y además que sumergirse en el mar, el arquetipo del agua es sumergirse también en las emociones, en esa fluidez, en esa… no sé. En esa hermosura, que te llama, pero al mismo tiempo es peligrosa es de cuidado hay que estar muy atento.

Ahora, si se considera que la terapia puede actuar en distintas dimensiones (corporal, psíquica, social), cuando se instala sobre el dominio meta de “el mar”, esta terapia marina, si bien tiene una relación muy potente con el físico (indica un habitante de Punta de Tralka en El Quisco: siento que el mar tiene algo muy de salud, como que el mar, el agua de mar es muy parecida a nosotros por dentro, por los poros que se limpian, te regenera de minerales que te entra por la piel, y ahí con actividades aumentas esa posibilidad que te da el mar), parece actuar, según expresan, más sobre las dimensiones psíquicas, espirituales y emocionales que, necesariamente en la dimensión física:

-(...) el mar significa salud, si estás en la playa y llegas a dormir a la casa, te relajas,

-(...) si me siento aquí en esta posición estoy todo el rato mirando el mar, pero, sipo es algo que me calma, no sé cómo explicarlo, es algo que me sirve para organizar ideas.

-(...) es muy sanador meterse al mar siento mucho el mar como sanación, limpieza, harta calma... en lo físico y sobre todo en lo espiritual... un piquero y va sanando es medicina todo el rato para todas las aristas de la vida

-(...) si me siento frustrada o mal, voy al agua, siento que es una medicina también, que da esa sanación

Nuevamente se perciben dos dominios sobre el mar: ente y terapia. Acá se indica cómo este ser que es el mar entrega tranquilidad, a través de un vínculo espiritual. Los resultados de esta terapia, además, se expresan en un todo multidimensional, permitiendo que “te relajes”, “te calmes” o “te planifiques”.

La fuerte presencia marina, la imponencia geográfica que atraviesa la identidad, se integra en el patrimonio inmaterial, y logra que, para algunos y algunas entrevistadas, no se pueda vivir lejos del mar, como subraya una mujer nacida en Cartagena:

-(...)todo el rato representa sanación, si estoy lejos de la mar mucho rato algo en mí se desequilibra...

 

Mar como persona

La segunda MC más frecuente durante este proceso de entrevistas ha sido “mar como persona” y fue utilizada por quince de las sesenta personas, ocho nacidos/as y siete llegados/as, de los cuales son siete mujeres y ocho hombres.

Varias cuestiones han podido entender sobre esta MC. Naturalmente, no todas las cualidades de una “Persona” se traspasan al “Mar”. Por ejemplo, si una persona es capaz de planificar, cocinar o construir, no son cualidades que se traspasan al mar, así como tampoco el cuerpo humano en cuanto a manos, pies, cabeza o cerebro. Sí, en cambio, del concepto Persona se traspasan rasgos psíquicos, comunicativos o emotivos al dominio Mar. Por ejemplo, entre “agradecer”, “pedir” e “invitar”, se tienen varias expresiones metafóricas. Dice una llegada a Cartagena:

-(...) agradeciendo a nuestro mar que no nos vaya a pasar nada, porque yo le tengo mucho respeto al mar

-(...) y nos sentimos un poco débiles y vamos al mar a pedir que nos entregue su newen, hacemos su pichi rogativa. Es un lugar de conversación que te inspira a abrir nuevas conversaciones.

Por consiguiente, el agradecimiento y la petición, ¿son exclusividades humanas? ¿Se puede agradecer a un perro o, pudiéndose, cuando se hace ya se están involucrando figuras retóricas? Este punto representa un gran desafío, pues en cuanto a definición el “agradecer” no implica necesariamente la interlocución de otra persona, no obstante, el acto comunicativo en sí, sí sostiene la idea que existe otro/a que recibe el mensaje. Si lo entiende o no lo entiende, puede ya ser materia de otro tipo de discusión. Al menos desde la definición del diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por otro lado, “pedir” sí involucra a alguien, de tal manera, en este caso, sí se estaría más exclusivamente frente a la MC “mar como persona”. Pero, ¿qué sucede cuando la gente pide a Dios? ¿Es Dios una persona? ¿Un ente personificado? Más allá de estas complicaciones, incluso filosóficas, que no se resuelven con esta investigación, la gente le habla al mar y se involucra comunicativamente con él. También se puede percibir que en sintonía con lo establecido, en la segunda expresión metafórica se indica que el mar es un lugar de conversación, misma dinámica que se identificó en “mar como terapia”. Sin embargo, En este caso, curiosamente, es posible que “mar como lugar de conversación” esté más emparentado a “mar como terapia” que a “mar como persona”. En definitiva, lo que sí está claro es que el mar “invita”:

-(...) porque la mar te está botando, que ahí no más... u otras veces que está calma e invita a adentrarse, sumergirse también

-(...) y me dice ven a sacar, dedícate, esfuérzate...

-(...) cuando chica yo iba a las rocas y corría y corría por las rocas que se introducían al mar, descalza, y sentía que el mar me llamaba, o la energía del mar me atraía, algo increíble, mientras mis hermanas gritaban

Así como en “La Odisea” de Homero, Ulises se siente atraído por el canto de las sirenas, ante lo cual usa cera para no escuchar su canto, en estas expresiones metafóricas se constata que el mar ejerce una atracción importante en estas personas o, al menos, en la conceptualización más interna detrás de las situaciones comunicativas que las producen. Esta atracción, esta sensación, este deseo irresistible requiere ser explicado a través de las palabras, pero ¿Qué palabras? Aquellas que de una manera más concreta están más disponibles: la voz, el llamado. Por consiguiente, el mar invita, dice ven, llama. Más allá incluso de esa voz, el sistema de comunicación que surge alrededor de este “mar como persona” es de suyo complejo:

-(...) el mar es como una comunicación po, que comunica, te comunican las olas, te comunica la intensidad, te comunican los torbellinos que vas viendo, los sonidos, las mismas aves, qué está pasando ahí, están nadando o está todo tan tumultuoso que están en las roquitas, entonces es como que... la observación constante hace que uno comience a hablar el lenguaje del mar, que a priori uno conoce y no podrá comunicarse así del todo, claro, porque es un lenguaje que no conoces, pero a medida que se van haciendo un cotidiano, vamos empezando a dialogar con este mar...

En esta expresión metafórica de una mujer llegada a San Antonio se tiene, valga la metáfora, mucho material para deshilvanar. En principio, “mar como comunicación”: en este caso no es precisamente la persona en el dominio fuente, sino que el mismo fenómeno de la comunicación y, sobre la misma, a continuación, es un ser que comunica, aunque no precisamente como un todo, sino cada uno de sus componentes: las olas, la intensidad, los torbellinos, los sonidos, es decir, las “partes” del mar son las que también van comunicando como entes independientes. El encuentro lleva también a aprender a hablar, como receptor, el lenguaje del mar, un lenguaje que para ser aprendido se necesita tiempo y contacto, como cualquier idioma, hasta en definitiva comenzar a dialogar con él.

Las ambivalencias de la consciencia social en la base de esta conceptualización sobre el mar, muestran un denominador común que sería lo impredecible (indica un llegado a Cartagena: (...) pero igual tienen una relación no desafiante, pero sí de respeto, de sumisión casi a la voluntad de lo que ocurre ahí, o sea no depende de ti). En ciertas expresiones metafóricas el mar es una terapia y, en otras, una persona en la cual explotan sus emociones y actúa desde la ira o la amenaza:

-(...) se ahogan, no hay respeto por el mar, de entender que es algo que está vivo, y que, si no les tienes respeto, te hace cagar.

-(...) y si seguimos tratándolo así a la ligera, yo creo que él es que él va a decidir en un momento, puede ser incluso el que se encargue de extinguirnos.

-(...) como que le decíamos a la mar “María Loca” “María Loca”, porque la mar igual subía, como que se enojaba, y era cuático eso igual, nosotras chicas y la mar como que nos respondía igual…

-(...) al mar hay que quererlo, no tenerle miedo, respetarlo, porque el mar te hace desconocidas de repente... a mí me la hizo hace poquito, me llegó de espalditas una ola...

Se destaca que estos cuatro casos de expresiones metafóricas fueron elaborados por personas nacidas en el litoral. Además, llama la atención que en estas expresiones el enojo, la ira o “la desconocida” del mar ocurren como una consecuencia, ya sea porque no se le tiene respeto o porque no se le entiende, porque se le trata a la ligera, porque se burlan o porque no se le ha querido lo suficiente. Tal vez, por ello para algunas personas es costumbre que, como refiere una nacida de Algarrobo, (...) hay que pedirle permiso antes de entrar. En ese sentido, las expresiones llevan también la intencionalidad de advertencia en vínculo directo con el respeto al mar: se advierte que al mar se le respeta y ese respeto tiene que ver con conocerlo, entenderlo y, principalmente, estar atentos y atentas a él. En otras circunstancias, no descritas en este estudio, se expresa de forma muy popular que “el mar es traicionero”, expresión metafórica que también remite al “mar como persona”, pero que a diferencia de las expresiones que se han constatado, acá se identifica una concepción negativa (la traición), aunque no se pierde el carácter de advertencia, pues en general se le avisa a las personas, sobre todo niños y niñas, que tengan cuidado, estén atentos, no se confíen, porque “el mar es traicionero”. Por lo tanto, este mar, a veces iracundo, que a veces se enoja, no lo hace por propia voluntad, sino siempre por reacción.

Otras frases concordantes con el “mar como persona” y cercanas al análisis anterior, son las que refieren el carácter de autoridad o dueño, magnánimo, incluso arbitrario (aunque con connotación machista):

-(...) entonces todo el rato nos está entregando como esa conciencia de que está vivo, de que hay un guardián, de que hay como un dueño ahí, un ser maravilloso.

-(...) es una mujer, como las mujeres, va, viene, es mañosa, cómo me vas a recibir hoy día y paaa un viento que no no, y no vay, no vay mejor que está idiota (...) sería como una mujer, con todo lo de las minas y nunca darle vuelta la espalda, mejor irse en buena, por la puerta ancha, una mujer, siempre que “bueno mejor”, sin problemas.

-(...) pero nunca me quiso ahogar el mar, chuparme, nunca lo he vivido, pero para afuera me ha dado unas revolcadas caletas, sin traje baño, grande incluso como 20, medio complicado.

Persiste esta idea de que el mar decide: decide no ahogar, decide no chupar hacia dentro, pero también está esta analogía con la mujer, propio de pensamientos más antiguos, como si se tratase de una figura arbitraria y cambiante a quien mejor darle siempre la razón para evitar conflictos. Así también, se le considera el dueño, la autoridad absoluta de decisión cuando uno está a merced de sus inclemencias, beneficios y dinámicas. Por otro lado, también surge esta idea de “guardián” que se vincula con el cuidado, como indica un habitante de El Tabo: (...) como niño gozando del mar pero a la vez como no teniendo... y nos respetó o nos cuidó el mar que nunca nos pasó nada, porque nos metíamos en todos lados. Además, esta autoridad también es considerada como un maestro, al menos, como alguien que muestra, que enseña:

-(...) el mar me salvó la vida, me mostró la vida y la muerte, entre que me da lo mismo botar 6 millones de pesos al agua no me interesa, estuve muchas veces en esa y para qué ando con mis compañeros, lleguemos nomás, entonces cuando la naturaleza te muestra lo poco y nada que soy, y bueno el mar me lo mostró, otras experiencias también, y el mar me lo mostró ahí en vivo.

-(...) todos los días te muestra algo nuevo, ese hoy, que es sagrado y permanente y el mar te lo regala potentemente, con sus movimientos, sus olas.

Por último, el mar también es generoso, como dice una llegada a Isla Negra:

-(...) el mar te entrega todo sin pedirte nada, el querer el mar, el estar aquí viviendo... no sé si la gente que se viene es por la tranquilidad de las costas, las playas, la gente... aquí quién te podría decir que el mar no les ha dado algo.

Tan generoso, que, para un llegado a El Tabo, el mar abarca un sinnúmero de relaciones afectuosas:

-(...) mi gran compañero, mi gran amigo, mi gran esposa, mi gran amante, vivo solo y nunca me siento solo... la siento, la escucho, siempre en contacto, me está mirando, me tiene atento.

 

Mar como generador energético

La tercera MC más frecuente durante este proceso de entrevistas ha sido “mar como generador energético” y fue utilizada por nueve de las sesenta personas, dos nacidos/as y siete llegados/as, de los cuales son cinco mujeres y cuatro hombres.

Tratándose de prácticamente los mismos principios los que rigen para uno y para otro, se incluye aquí el detalle en torno a otra MC que se ha logrado descubrir que es “mar como motor”, elaborada por tres informantes. Ambas metáforas tratan de inyecciones importantes de energía, con una salvedad: mientras en “mar como motor” la inyección de energía es unidireccional (del mar a las personas) en “mar como generador energético” es bidireccional (del mar a la persona/ de la persona al mar), aunque la energía que el mar toma de las personas es, principalmente, energía negativa. Entonces, ¿cómo es este motor? Veamos:

-(...) el mar es el motor de mi música.

-(...) ahora viene lo que yo defino como motor, es un poco así, es un sentido más soñador, porque creo que el mar refleja esa suavidad y esas constantes ganas de estar oleando la orilla que finalmente es lo que el arte a nosotros como músicos, como pintor, nos provoca el arte mismo.

-(...) y un motor eterno para lo que es inspiración, trabajo, refrescar la mente.

El traspaso de fuerza, del mar hacia las personas, es entendido como una energía en función de la inspiración y la creación, la intensificación de los motivos creativos, el origen del arte. En ese sentido, el mar como motor es una inyección importante de energía en términos creativos. De acuerdo con ello, esta MC estaría entre “mar como generador energético” y, una MC que se verá más adelante, “mar como musa” que es esencialmente inspiración. Ahora bien, respecto a “mar como generador energético” se tienen algunos casos particulares:

-(...) por otra parte también creo que es una fuente de energía distinta eehh como una fuente de energía de.,.. que se siente la gente aquí, creo que el mar o manda esa energía o uno la siente o la crea, no sé si signifique algo para poner en palabras.

-(...) y me decía de la energía que entregaba el mar, y yo decía, qué es ese mar

-(...) Que la energía que entrega el mar es tanta o más que la que entrega la tierra. Porque si hablamos del campo, hablamos de tierra. Entonces, claro, cómo es eso, es recargar las baterías de nuevo.

-(...) El mar es un algo que ayuda mucho al ser humano, más allá de la comida claro, entonces si uno sabe mirarlo, o sabe escucharlo, también le da energía, le da estabilidad emocional.

Nuevamente se encuentra una MC que provee de bienestar a las personas. Una fuente de energía que surge o directamente del mar o las personas crean dicha energía gracias al contacto con el mar. Aunque prevalece más la idea de que es una energía que proviene directamente de la naturaleza marina: entrega energía, da energía y permite recargar las baterías de nuevo. En este caso, el de “las baterías”, se encuentra una doble metáfora: el mar es un generador energético y las personas circuitos tecnológicos que cargan sus baterías, subrayando el marco conceptual del intercambio de energía aún más concreto a través de estas metáforas, apropiándose con autoridad de este imaginario de cargas y generadores. Es decir, no basta con que exista un generador energético (mar), sino que es aún más “creíble” si en el receptor (personas) existen los mecanismos necesarios (baterías) para recibir dicha energía. Un poco más en línea con “mar como terapia” es la vinculación de este “generador energético” con la limpieza o renovación de la energía:

-(...) aparte que técnicamente el cuerpo se carga con las actividades diarias y caminar a pata pelada por la arena, retomas o limpias la energía.

-(...) habitar este lugar... y siento que es así po, que te trae otra energía  y si vienes medio eléctrico de otro lado, acá es otra cosa con el mar.

Este concepto del mar, entonces, no sólo permite “cargarse” de energía, sino también renovar, lo que implica la descarga de un tipo de energía, probablemente negativa, y la subsiguiente recarga de una energía renovada. Por otro lado, en algunos casos, esta fuente de energía se reduce simplemente a una fuente: fuente de trabajo (vinculado a “mar como sostenedor”) o fuente de inspiración (vinculado a “mar como musa”).

 

Mar como sostenedor

Otra MC frecuente ha sido “mar como sostenedor” y fue utilizada por doce de las sesenta personas, cuatro nacidos/as y ocho llegados/as, de los cuales son ocho mujeres y cuatro hombres.

De alguna manera esta MC específica se estructura en base a “mar como persona”, pero con las proyecciones propias de una persona sostenedora en términos de proveer recursos:

-(...) me decía que ella había criado a sus hijos ahí gracias al mar, gracias a los productos que le daba el mar, que están en constante relación.

-(...) Pero hoy en día yo, dado mi desarrollo académico profesional, he ido valorizando aún más todo lo que nos entrega el mar

-(...) el mar provee sustento a los lugareños, como te digo ya sea con los pescados, con los peces y el turismo

-(...) tengo que agradecerle al mar porque gracias al mar nos criamos, nos alimentó desde que yo nací.

Dos expresiones metafóricas, de dos personas distintas, dan cuenta de la gratitud con el mar por la crianza. En el primer caso, una llegada a San Antonio habla de una amiga nacida que crio a sus hijos gracias al mar y en el último caso, un nacido en Las Cruces construye el mismo enunciado respecto a su propia crianza. Se interpreta que son personas que probablemente tuvieron contacto estrecho con el recurso marino desde la infancia (de sí mismos o de sus hijos e hijas), lo que facilitaría la construcción este tipo de expresiones. En el fondo, estos enunciados reflejan gratitud con el mar. En otros casos, el “mar como sostenedor” no necesariamente se entiende desde la gratitud, sino más bien desde la reducción a un recurso propiamente tal:

-(...) es economía, en estilo de vida nada, el hippiento típico, el pseudo hippie, sin ningún sentido o los pseudo sacerdotes, yoguis y no tienen nada que ver con la conexión del mar, es el recurso, aprovecharlo, de sacar, es como cultivar.

-(...) los primeros ya hablan del mar y de ahí para adelante todo está relacionado, el tipo de economía, aunque yo no viva del mar

-(...) poca cultura con el mar, debiéramos vivir del recurso mar, allá llegas a una islita y tenís jardines de mar, líneas de choritos, curen, y ellos vivían de eso, sus locos, no faltaba algo rico que comer del mar

-(...) Mira, a ver, como te voy a explicar, es sustento, para nosotros el mar era sustento porque cuando yo era chica, nosotros íbamos a mariscar a playa chica, con mi papá, sacábamos caracoles y hacíamos comida con eso. De repente, había en la playa, había machas y sacábamos machas y comíamos machas, o sea eso se era un sustento, y también un poco de libertad también, se presenta como libertad también, no sé, yo creo, porque ellos. Es autonomía, porque en ese tiempo, había una autonomía alimentaria, porque antes no había vedas, antes había, no como ahora que están sobre explotados todos los productos del mar, antes había, querías comer loco, ibas a bucear ahí un poco al roquerío y sacabas loco, o pescados, y tirabas la lienza y ahora es más difícil.

A partir de esa misma concepción, se abren distintas puertas de pensamiento en torno al “mar como sostenedor”, algunas de ellas con preocupación por su sobrevivencia: Entonces el mar que nos produce tanto, que es fuente de vida, fuente de riqueza, fuente de cultura, de deporte, de recreación, de visión, es maltratado finalmente por la sociedad. Que es una lástima; quizás con el motivo de seguirlo explotando o quizás por el motivo de protegerlo de la explotación. Por otro lado, también es cierto que no siempre se trata de los recursos materiales que el mar otorga, sino que también lo hace con recursos más abstractos e inmateriales:

-(...) Para mí el mar me tranquiliza profundamente, para otros los alimenta; yo no tengo la fortuna de saber mariscar, de saber pescar, pero ahí sé que hay personas que el mar los nutre profundamente, y ahí hay un arte muy bonito también que viene de nuestros lagmienes⁴ también que habitaban este territorio ancestralmente.

-(...) o sea el mar entrega a cada uno según las necesidades y deseos que cada uno tiene, a mí, yo siento que me levanta el alma, aparte de la panza porque también compro pescados, pero el alimento principal para mí es que me alimenta el alma, y yo creo que a mucha gente le pasa lo mismo, sobre todo a los santiaguinos que nos vinimos y cada vez son más que vivimos acá

-(...) El mar lo es todo, siento que estoy sostenida por el mar, mi vida gira en vivir en un lugar con mar

El mar nutre profundamente o alimenta el alma o hace a la gente sentirse sostenida, en tal caso es un sostenedor, pero no solamente proveyendo lo material, sino también lo emocional o espiritual.

 

Mar como universo

Otra MC frecuente ha sido “mar como universo” y fue utilizada por doce de las sesenta personas, cinco nacidos/as y siete llegados/as, de los cuales son cinco mujeres y siete hombres.

Un artista llegado a Las Cruces es incluso explícito al corresponder proyecciones propias del universo al mar:

-(...) porque tiene que ver con el gran inconsciente y si uno anda por la orilla es como andar en el horizonte de sucesos y no es capaz de... porque bueno en el límite del agujero negro está todo lo absorbido, y en el mar veo el mismo suceso, como el agujero negro del mar.

Aquí es interesante, ya que se puede interpretar que, efectivamente, se construye una conceptualización que homologa al mar con el agujero negro, que es precisamente lo que expresa el artista, sin embargo, no se puede eludir a la idea que el camino fuera el siguiente: lo desconocido se asocia al agujero negro (incluso como otra MC: “cosas desconocidas como agujero negro”) y, a su vez, el mar que en gran parte se asocia a lo desconocido, entra en la misma lógica y termina siendo proyectado por el concepto agujero negro. Más allá de ese detalle, se ha utilizado el concepto de universo para esta metáfora, principalmente por la utilización de la expresión “infinito” u “otro mundo”, aunque también podría hablarse de otra “dimensión” (refiere un llegado a Algarrobo: (...) el mar es una dimensión donde todo lo que te afecta en la tierra te afecta en otros grados en el mar, no poder hablar, comunicarte con los gestos, los ojos, genera condiciones distintas para relacionarse), “multiverso” o, directamente, “mundo”. Sin embargo, el carácter de infinito, según se sostiene popularmente sobre el universo, remite a que es el concepto más indicado:

-(...) el mar para ese momento de mi vida, se asemejaba a lo más cercano al infinito. Como algo que tú miras y no termina nunca, o algo que al menos a mi vista, a mi mirada, algo que no termina.

-(...) lo primero que se me viene es la inmensidad, cuando estás metida en el fondo ahí, más allá de las rocas, estoy yo y la inmensidad, el infinito po.

-(...) como algo infinito, que no para, que está todo el rato ahí, por eso se asocia tanto con la inspiración, porque te da respuestas con sólo mirarlo, entendís cosas que te hacen dar vuelta en tu cabeza, que ese movimiento te está informando que eres insignificante.

-(...) Tiene eso de infinito que es muy misterioso y es muy apasionante, siempre me tuvo loca.

Ese límite de la visibilidad que se encuentra en las profundidades, es una experiencia común que viven las personas que se sumergen en el mar, generando una experiencia ante lo desconocido. Es probable que la “experiencia de lo desconocido”, de lo realmente desconocido sólo sea propio de personas que se enfrentan a las profundidades del mar como quienes han enfrentado los límites visibles del universo. En tierra firme, claro, se enfrenta la oscuridad, la negrura densa, pero que, en general, por lógica, se advierten las presencias geográfica o espacialmente. La oscuridad de una habitación implica, por ejemplo, puerta, muros, piso, techo, pero en el mar, ¿cuáles son esos límites? Se sabe que existen, que en tal dirección se llega a otra orilla, pero la inmensidad genera esta sensación de infinidad, sin considerar que las lógicas de gravedad, presión y orientación cambian completamente como si, efectivamente, se estuviera en otro mundo, otra dimensión o universo:

-(...) para mí representa lo desconocido. Un mundo por descubrir al otro lado del mar, o lo que pueda venir de allá. Un poco en esa mirada, si me pongo, como que no conozco el mundo, es la primera vez que llego aquí a esta inmensidad.

-(...) sino también el mundo inmenso e incluso mayor que el que tenemos aquí afuera, que está dentro del mar.

Es otro, algo inmenso, con otras reglas físicas, infinito, donde no funciona el saber o el estar propio de la superficie terrestre. Este otro mundo o universo es la profundidad, el “interior” del mar, como también es la dinámica social y geográfica de estar junto al mar, como indica un llegado a Cartagena:

-(...) donde yo creo que se ven conectados con otro mundo que es el que no tienen las personas durante el resto del año. Lo pasan bien, tienen su veraneo,

Es decir, esto “otro” se extiende no sólo a quienes experimentan el sumergirse en el mar, sino también a quienes habitan, aunque sea temporalmente, el territorio.

 

Otras metáforas

A lo largo de las sesenta entrevistas salieron a la luz una gran cantidad de otras MC con menor frecuencia y que o funcionan de forma independiente o responden de alguna manera a una MC más general como las descritas o están directamente relacionadas. Por ejemplo, en “mar como ente”, un ser no necesariamente personificado y no precisamente divino, tal como (...) el mar es una presencia poderosa o (...) Exponerse a ese ser que es el mar igual, expresiones de dos hombres llegados al litoral que hablan del mar como un “ser”. Distinto es el caso de quienes derechamente atribuyen propiedades divinas al mar: (hombre llegado a San Antonio) (...) Está el hecho de que el mar se pica y puede subir la marea, es como un dios de alguna forma o (hombre llegado a Punta de Tralka) (...) le tengo mucho respeto igual, tiene más vida que uno, es grandioso, ese sería como mi Dios, si existiera un Dios. De alguna manera, nos remite al imaginario de Poseidón, Dios del mar, aquel que por sabiduría o furia actuaba generando tragedias o beneficios. En estricta relación con lo divino, surge también, de una mujer llegada a Cartagena y con compromisos culturales importantes en cosmovisión mapuche, la idea del mar como espacio sagrado: (...) porque para nosotros el mar es un espacio sagrado, porque así como lo vivo yo, lo viven ellos, pidiendo permiso para entrar al mar, y me imagino que les entrega puro küme newen, buena energía. Un espacio sagrado al que se le pide permiso y que, además, incorpora otra metáfora que ya se ha indicado como es el “mar como generador energético”, un espacio sagrado que también es un espíritu, un ser (“mar como ente”): (...) el mar, se ha convertido en mi hogar, en mi refugio, porque para nosotros los mapuches el mar tiene un ñem, tiene un espíritu sagrado que lo protege, para poder traducirlo porque ñem es como dueño, entonces es complejo poder traducir literal la espiritualidad mapuche, pero dueño, como para que tú lo entiendas en como un ser superior gigantesco, porque tú ves el mar y es como un ser inmenso que no termina nunca (infinito, además). Así también se reafirma la idea de que las personas no necesariamente conceptualizan el mar de una sola manera, sino que de maneras múltiples, dependiendo de la situación comunicativa o la dimensión del mar que se está refiriendo.

Ahora bien, este “Ente”, que podría considerarse una MC más general, se manifiesta como “Ser Vivo” en siete personas. No es un ser vivo personificado, aunque tampoco se establecen características de animales, sino un ser vivo, simplemente, y en estricto rigor: (...) entender que ahí hay un ser vivo, que está vivo o (...) podría ser algo que en este momento veo y que antes no veía que era como un organismo. Ahora lo veo como un ser vivo. Y para otros, un artista llegado a Las Cruces, derechamente un monstruo: (...) igual obvio que hay mucho descuido de ese poderoso monstruo que es el mar, y así también se va subrayando la idea que se trata de un organismo o ser vivo salvaje, indomable: (...) El mar siempre se puede subir, siempre puede, es un poco indomable, que de todas maneras se relaciona con nosotros (...) como un ser vivo que se relaciona con nuestras vidas, y si nosotros entendiésemos a ese ser vivo, quizás nuestras vidas estarían mejor, a veces sólo para pedirnos ayuda: (...) O si las marejadas nos botan basura es como, igual nos pide ayuda al final, de alguna manera, el océano. O tómenla de vuelta.

Otra forma particular de referirse al mar, tiene que ver con el “mar como musa”, aquello que se advierte en su vínculo con la MC “mar como generador energético” y que no necesariamente se trata de una personificación, pero sí el mar como objeto preciso y concreto de inspiración: (...) Da pena como las personas que se fueron, para mí eso es el mar, inspiración igual; (...) El mar es una inspiración y tiene mucho lo de la naturaleza; o, a veces, el mar no es la propia inspiración, sino que gracias al mar, las personas, artistas, se inspiran (también en otras cosas):

-(...) lo que produce el mar, la paz que da, la inspiración, me inspira crear cosas, bueno; (...) el mar atrae al turismo, atrae a miles de turistas que vienen a relajarse de la vida ajetreada de otros lados, y acá vienen a inspirarse, relajarse, es bueno para el trabajo de los pescadores.

Un caso singular de MC, tiene que ver con el solapamiento de uno/a mismo/a con el mar y, a su vez, el solapamiento del interior de la persona con el entorno marino: (...) un gran cobijo acuático y sentís como que, en este lugar de no yo, un poco que se pierde la identidad, como que soy parte de todo; (...) sino entender que es cuidarnos, que ese cuidar el mar es el cuidado de uno mismo. Para una habitante de San Antonio esta proyección de uno mismo sobre el mar o del mar sobre uno mismo, es bidireccional, ya que en el fondo lo que sucede es una integración del interior del cuerpo (o la consciencia) y el ambiente marino: (...) este espacio también donde me meto y empiezo a sentir este burbujeo, como si fueran las burbujas de la mente las que estuvieran reventando. Otra forma muy vinculada, es el caso de la metáfora “mar como espejo”: (...) que veo mucho esto que me está ocurriendo a nivel emocional, lo veo ahí, reflejado, ¿cachay? como si fuera un espejo de mí misma...; (...) porque siento que refleja mucho como el inconsciente, la emocionalidad oculta, no sólo personal, sino que también colectiva.

Finalmente, destacar otras expresiones metafóricas encontradas que dan luces sobre la inmensa variedad de conceptualizaciones que pueden surgir en la comunidad costera. “mar como montaña”: (...) entonces esa construcción del mar son también montañas, las montañas son un tipo de mar ralentizado, pero es mar, esa es la representación no hay nada más que eso parece, ondas que van y vienen, moviéndose descansa.  “mar como útero”: (...) y creo que los seres humanos por eso estamos buscando las orillas del mar y nos embelesamos. Uno puede estar horas mirando el mar, un lago, sintiendo un río como corre y le es tan grato que calma, porque imagino que se asocia con eso, con esa experiencia primera. “mar como tierra fértil”: (...) ellos siembran en el mar para cosechar y poder vender. Y, por último, una metáfora que está muy próxima a “mar como sostenedor” que es “mar como trabajo” expuesta por un nacido en Algarrobo, vinculado a actividades en el mar: (...) el mar es un trabajo para todos; (...) El mar es una cosa... un trabajo muy grande.

 

Conclusiones

El estudio demuestra que, al contrario de algunas interpretaciones, las MC son también flexibles y van de una a otra en una misma persona. Por tanto, si efectivamente la teoría nos refiere a “estructuras del pensamiento” también se debe ir subrayando “la porosidad” entre diversas estructuras del pensamiento que, incluso, modelan los mismos conceptos como dominio meta (mar), pero a través de dominios fuente dispares. De alguna manera, se podría sugerir un modelo explicativo que trascienda el concepto de “estructura” (partes, funciones, articulaciones) y adquiere las propiedades más propias de un “circuito” interconectado, a través del cual el “discurso” fluye. Por consiguiente, no se podría asegurar que una mujer nacida en Algarrobo, por ejemplo, siempre conceptualiza el mar como un “sostenedor económico”, sino que transita entre ese modelo metafórico y otros como “universo”, “espejo” o “terapia”. Tal tránsito de una MC a otra, se podría vincular a la situación comunicativa, el estado de ánimo, la historia, el/la interlocutor/a, el tema en cuestión o la forma actual de vinculación con el mar. Por ejemplo, en el caso de un nacido en Las Cruces, tiende a utilizar la metáfora “mar como sostenedor económico”, sobre todo cuando hace referencia al pasado, aquellas épocas de su infancia y adolescencia en que recogía machas, comían machas diariamente y las vendían en la carretera; tratándose del presente, en cambio, escasea dicha metáfora y da lugar, por ejemplo, al “mar es una persona”. Esto, dicho sea de paso, fortalece el supuesto teórico de cómo el lenguaje se articula íntegramente con el pensamiento y éste, a su vez, con las experiencias de vida.

En segundo lugar, se infiere que existen MC que, como espacios mentales, están más próximos uno del otro en la “biblioteca” conceptual. De ese modo, se observa una vinculación y sutiles diferenciaciones entre la metáfora “mar es una terapia” y “mar es un generador energético”, si bien utilizan esquemas distintos, básicamente sus principios constituyentes apuntan a las mismas dimensiones: mejorar, sanar, liberarse de lo negativo. De tal manera, una persona que concibe al mar como este espacio positivo para “la vida” y su existencia, se puede mover con mucha soltura entre estas dos metáforas. Lo mismo da cuenta de “mar es una persona” que está en la base de “mar como sostenedor económico”, pues esta última, en general, también refiere a una persona que, en este caso, sustenta, alimenta, paga matrículas, mantiene a generaciones. La misma vinculación con “mar es una persona” se puede hacer con “mar es un ente/ser vivo” o “mar es una divinidad”. Por otro lado, “mar es uno mismo” y “mar es un espejo”, si bien representan esquemas distintos, de alguna manera, responderían a principios muy similares.

En tercer lugar, no se constatan diferencias sustantivas entre las diversas comunas del estudio. No obstante, sí se observan algunas cuestiones muy particulares. La metáfora “mar es un universo” es conceptualizada principalmente por personas que han experimentado la inmersión, el buceo, la exploración profunda del mar… aquellos que han vivido esa otra dimensión, con otras particularidades físicas, otra gravedad, donde a veces no hay norte, ni sur, ni arriba ni abajo. La metáfora “mar es un sostenedor económico” es más propia de las personas que han cultivado una trayectoria ligada al recurso, la pesca artesanal o mariscar, aunque no necesariamente nacidas en el territorio. Por último, “mar es una terapia” y “mar es un generador energético” ha sido conceptualizada principalmente por personas llegadas y levemente más mujeres que hombres. En esa línea, se subraya la inmensa diversidad conceptual entre las comunidades costeras, propias, además, de una población heterogénea de profundas dinámicas de hibridación cultural.

A partir de esta investigación, surgen nuevas preguntas conducentes a hipótesis que podrían ser factibles de abordar en futuros estudios. Por ejemplo:

¿En qué situaciones comunicativas o particularidades temáticas, las personas expresan ciertas MC? ¿Qué activa uno u otro dominio meta?

¿Cómo se conforma “el mapa cognitivo” de las MC que utiliza un habitante costero?

¿Cómo se intencionan las MC para generar cambios positivos en el cuidado de los ecosistemas de este territorio?

En fin, un vasto camino de preguntas, rutas de navegación, que permiten seguir explorando el enigmático, profundo y maravilloso mar.

 

Notas

1 Proyecto financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en su línea de Investigación del Patrimonio Inmaterial, año 2021-2022

2 ORCID: 0000-0002-3742-5788

3 En la teoría de MC, se considera que un Dominio Fuente “reemplaza” o permite “modelar” o conceptualizar un Dominio Meta. En este caso, distintos marcos conceptuales operan como Dominio Fuente para dar cuenta del Dominio Meta Mar.

4 “hermanas” en mapudungun

 

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