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Revista Aportes de la Comunicación y la Cultura

versión impresa ISSN 2306-8671

Rev. aportes de la comunicación  no.21 Santa Cruz de la Sierra oct. 2016

 

ENSAYO

 

Cómo reflejó Facebook las contradicciones del Presidente Morales y el Vicepresidente García previas al referéndum de febrero

Las contradicciones en el discurso político de Evo Morales y Álvaro García Linera previas al referéndum del 21 de febrero pasado, reflejadas en la página de debate ciudadano "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" de la red social Facebook, entre el 20 de enero y el 20 de febrero de 2016.

 

How reflected Facebook the contradictions of President and Vice President previous at February's referendum

The contradictions of the political discourse of Evo Morales and Alvaro Garcia Linera previous to the referendum on 21 February, reflected on the page of public debate "I like democracy and not dictatorship" of the social network Facebook, between 20 January and 20 February 2016

 

 

Ricardo Zelaya Medina

Universidad Mayor de San Andrés
Email: ricardozelaya@yahoo.com
La Paz - Bolivia

Fecha de recepción: 30 de octubre de 2016
Fecha de aceptación: 30 de noviembre de 2016

El autor declara no tener conflictos de interés con la Revista APORTES.

 

 


Resumen

Como nunca antes en la historia política de Bolivia, el escenario electoral del referéndum constitucional del 20 de febrero de 2016 estuvo dominado por la activa presencia de páginas de ciberactivismo ciudadano. Las contradicciones del discurso político del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera frente a la realidad práctica inmediata marcaron los resultados de esos comicios, pues alentaron la construcción y crecimiento de un "contradiscurso" de oposición en las páginas de debate ciudadano de la red social Facebook, la de mayor popularidad entre los internautas bolivianos. La página "A mí me gusta la democracia y no la dictadura", junto a varias otras, reflejó estas contradicciones y propició un amplio debate ciudadano que terminó afectando los resultados de las votaciones.

Palabras claves: Contradicciones de discurso, Oposición ciudadana, Redes sociales, Referéndum 2016.


Abstract

More than ever before in Bolivia's political history, the electoral scene of the February 20th, 2016, constitutional referendum was dominated by the active presence of citizen cyber-activism pages. The contradictions between the discourses of President Evo Morales and Vice President Álvaro García Linera and the immediate practical reality affected the results of those elections in that they encouraged the construction and growth of an oppositional "counter-discourse" in the citizen debate pages on the social network Facebook, the most popular among Bolivian internet users. The page "I like democracy and not dictatorship", among many others, reflected these contradictions and contributed to an extensive citizen debate, which affected the results of the elections.

Key words: Discourse contradictions, citizen opposition, social networks, 2016 Referendum.


 

 

Introducción

Los resultados del referéndum modificatorio de la Constitución Política del Estado, que frustraron en febrero de 2016 el intento de repostulación del presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García para las elecciones nacionales de 2019, han sido atribuidos por diversos analistas -incluidos los del gobierno- al insospechado peso adquirido por las redes sociales de internet en Bolivia en los últimos años.

No se trata, naturalmente, de la única explicación posible, pero es innegable que, frente a la debilitada performance de los partidos de oposición y la ausencia de propuestas políticas alternativas a la oficial, fueron estas redes las que concentraron, organizaron, difundieron y amplificaron las posiciones sobre todo de quienes le dijeron NO al señalado intento.

Y no es la única explicación -hay que decirlo- porque el fenómeno no tendría asidero de no haber existido previamente, entre amplios sectores de la ciudadanía, diversos motivos para oponerse a tal repostulación. Lo que hicieron las redes sociales digitales fue, en todo caso, difundir esos motivos, unificar una oposición ciudadana dispersa y fortalecer esta tendencia a través de una comunicación fluida y permanente.

En este marco, las múltiples contradicciones de discurso en que incurrió el binomio con pretensiones repostulatorias suplieron la ausencia de "un programa propio" en las filas opositoras, tan criticada por el oficialismo. De hecho, el discurso de la oposición ciudadana, si bien alimentado por uno que otro aporte aislado de la oposición política, fue ante todo un "contradiscurso" construido sobre la base de la crítica colectiva al discurso oficial.

Contradicciones anteriores al debate sobre la repostulación, como la adquisición de helicópteros militares, en un contexto de demandas ciudadanas por un mejor sistema de salud; el anuncio de la instalación de una planta nuclear de altísimo costo y con evidentes riesgos ambientales, a contrapelo de un discurso supuestamente respetuoso de la Madre Tierra; o la compra millonaria de un satélite chino cuya pertinencia nunca quedó clara, abonaron un terreno fértil para una creciente desconfianza ciudadana sobre las razones ocultas tras los discursos gubernamentales.

La propia forma en que el oficialismo impulsó la aprobación del referéndum modificatorio, basada en una poco transparente iniciativa de los llamados "movimientos sociales" -a la que el presidente Morales dijo "someterse"-, sancionada de modo inconstitucional por mayoría de dos tercios en el Congreso, y legitimada luego por un Tribunal Constitucional y un Órgano Electoral políticamente digitados, no hizo sino confirmar la suspicacia acumulada.

A partir de ello, la oposición ciudadana atrincherada en las redes sociales sólo tuvo que recolectar nuevas contradicciones para fortalecer su propio discurso.

En este contexto, la red social Facebook, y sus grupos y páginas de ciberactivismo y debate ciudadano -de lejos la más extendida en Bolivia, con 4,5 millones de cuentas personales y enlaces con todos los portales digitales de los grandes medios de información- se constituyó en el espacio central del debate político y la construcción de dicho discurso.

Frente a un espacio mediático en general ocupado y unidireccionado en favor del gobierno, las páginas de Facebook ofrecieron a sus usuarios la oportunidad de diseccionar, debatir y criticar, libre y hasta excesivamente, todas las contradicciones del discurso oficial.

Así, no fue casual que "A mí me gusta la democracia y no la dictadura", una de las páginas de ciber-debate más populares en el periodo electoral, hubiera nacido bajo el nombre original de "Todos somos Amalia Pando", apenas medio año antes del referéndum, fundada por un grupo de ciudadanos que se solidarizó con la reconocida periodista, tras que ésta renunciara a radio Erbol con la denuncia de fuertes presiones del gobierno para alejarla de ese medio.

Y no fue la única página de oposición ciudadana a la repostulación, pues varias proliferaron hasta superar la veintena, pero sí la que mantuvo el perfil más abierto al debate, la de crecimiento más sostenido desde su fecha de fundación hasta el día del referéndum y la única que defendió una "línea editorial" pluralista y contraria a los excesos en que por lo general incurrieron otras.

 

Respaldo Teórico

La investigación que aquí se presenta acude -como ya se ha visto- a ciertos conceptos teóricos interrelacionados, como Discurso político, Contradicciones de discurso, Oposición ciudadana o Ciberactivismo, que es preciso delimitar.

En general, se entiende como discurso político a todo discurso que se emite dentro de la escena de la política, es decir, en el interior de los aparatos donde discurre específicamente el juego del poder, lo que al mismo tiempo explica su naturaleza polémica, pues, su intención es siempre la de definir posiciones sobre determinados temas de valor estratégico para la sociedad.

Uno de los teóricos que más y mejor ha trabajado sobre el discurso político, Teun A. Van Dijk, lo define como "una secuencia coherente de actos de habla utilizados por los actores de un sistema político con el fin de informar, persuadir o transmitir a un auditorio creencias enmarcadas en la ideología de su propio grupo" (Van Dijk, 1999, pag. 97).

Es decir que, el discurso político es, además de un discurso ideológico propio de los actores políticos, un discurso orientado a persuadir.

Sin embargo, el sociólogo y semiólogo argentino Eliseo Verón propone, entre una serie de características del discurso político, que éste, más que un discurso, es en realidad un "campo discursivo", es decir, un proceso donde no existe un actor único sino más bien un intercambio de discursos entre dos o más actores (Verón, 1987, pag. 101).

De modo que los enunciados de un actor político -para el caso, el binomio presidencial- generan, inevitablemente, un discurso-respuesta de parte de otros actores políticos de la sociedad. Dicho de otra forma: los intentos persuasivos de unos actores políticos no sólo consiguen o no sus objetivos, sino que alientan contra-discursos políticos en la acera opuesta.

Tales respuestas han discurrido hasta hace poco por medio de actores como los partidos de oposición, organizaciones gremiales y sindicales o los medios de información masiva. Sin embargo, la situación toma otro giro en los últimos eventos electorales ocurridos no sólo en Bolivia sino a nivel mundial, con el crecimiento desmesurado de las llamadas redes sociales de Internet, sobre todo Facebook, Twitter y WhatsApp, que se posicionan como canales de transmisión de las opiniones, posiciones políticas, críticas y estados de ánimo de buena parte de la sociedad.

Y el discurso político se despliega y multiplica por medio de estos nuevos canales, sobre todo en Facebook, la red social con mayor número de adeptos en Bolivia y el mundo, mediante los llamados grupos de debate ciudadano o ciberactivismo.

Tal debate y activismo, que algunos consideran despectivamente una "pseudo-política" (Gallardo y Enguix, 2016, pag. 1), suele orientarse bien a respaldar y amplificar el discurso oficial, o a desnudar sus inconsistencias y/o contradicciones con otros discursos o prácticas del mismo actor.

Pues, por otra parte, como señala el comunicólogo chileno Pedro Santander, una cosa es el discurso ofrecido por el actor político y otra diferente "las dimensiones no visibles u opacas que se esconden detrás de él" (Santander, 2011).

Es decir que, al analizar un discurso político, se debe asumir siempre una variable de ¡ncertidumbre, en la medida en que lo que se dice no es nunca un reflejo inmediato de lo que en realidad es, pues el actor político, por su propia naturaleza, emplea el discurso para persuadir al auditorio de su peculiar forma de ver las cosas y no precisamente para reflejarlas de manera transparente y desinteresada.

De aquí puede derivarse el carácter en general contradictorio de todo discurso, y más aún del discurso político, respecto de la práctica de quien lo emite, pues el discurso no sólo revela ciertos aspectos de la realidad sino que también esconde otros.

Esta contradicción entre discurso y práctica puede obedecer a distintas razones, advierte el politólogo español Enrique Martín: la presión ejercida sobre el emisor del discurso por el contexto coyuntural; el concepto de carrera moral, que alude a las rupturas que produce entre la práctica y el discurso el cambio de posiciones sociales y/o políticas de quien lo emite (no es igual el discurso de un líder campesino al que ese líder adoptará una vez que se haga Presidente de un Estado, por ejemplo); la necesidad que a menudo siente el emisor del discurso de superar disonancias cognitivas entre sus creencias originales y el cambio de su situación práctica; la necesidad de justificación frente al auditorio, o la de deslegitimar el discurso contrario (Martín, 2014, pag.125).

Los sujetos suelen hallarse en tensión: entre sus prácticas y sus creencias, entre el pasado incorporado y las constricciones de la situación presente, entre distintos paquetes simbólicos para justificar y darle sentido a sus prácticas. Esta tensión (...) es la situación más habitual. Las oscilaciones, contradicciones e incoherencias del discurso constituyen así su elemento esencial (...) (Martin, 2014, pag. 133).

En tal contexto, las herramientas digitales no sólo son parte ya de la comunicación política, sino que se caracterizan por canalizar la desconfianza ante los discursos de la política convencional, tradicionalmente manipulada por gobiernos y partidos políticos: ahora los ciudadanos no necesitan estos medios para expresar sus apoyos o rechazos, pues lo hacen ya, de modo directo, a través del llamado ciberactivismo ciudadano.

Hace ya casi una década, el sociólogo español David de Ugarte (2007) definió este ciberactivismo como una estrategia que

persigue el cambio de la agenda pública, la inclusión de nuevos temas en el orden del día de la discusión social, mediante la difusión de ciertos mensajes y su propagación a través del "boca a boca" multiplicado por los medios de información y la publicación electrónica personal (De Ugarte, pag. 126).

Desde aquella definición, el mundo virtual ha dado grandes saltos en su desarrollo, entre ellos la proliferación de "grupos" o "páginas" virtuales en las redes, que se han instalado como espacios de enclave para los ciudadanos -y también para los políticos- que buscan incidir de manera directa en las preferencias y resultados de todas las contiendas electorales en por lo menos los últimos ocho años.

Esta tendencia se ha visto reflejada de manera creciente en Bolivia y ha explosionado en las elecciones subnacionales de marzo de 2015 y el posterior referéndum modificatorio de la Constitución de febrero de 2016.

 

El Contexto Histórico

Tal fenómeno no se explicaría satisfactoriamente, sin embargo, sin recurrir al respaldo del marco histórico-político que cobijó al referéndum.

Este trabajo toma como contexto histórico el arco temporal que parte del día 17 de mayo de 2015, cuando un congreso del Movimiento al Socialismo (MAS) anuncia su decisión de dar paso, a través de un referéndum modificatorio de la Constitución Política, a una nueva re-postulación del presidente Morales y el vicepresidente García en las elecciones de 2020, y concluye un día antes de la consulta, el 20 de febrero de 2016.

En este contexto se producirá una intensa pugna entre el gobierno, por una parte, y los sectores políticos y ciudadanos opuestos a la repostulación, por la otra, lo cual propiciará una cadena de contradicciones en el discurso del Presidente y el Vicepresidente.

Temas de la agenda política aparentemente zanjados meses atrás -como el debate sobre la libertad de expresión a raíz de la publicación del libro "Control Remoto" del periodista Raúl Peñaranda, o la polémica construcción de un nuevo palacio de gobierno-recobrarán actualidad una y otra vez al calor de la polémica desatada, mezclándose con nuevos y sucesivos tópicos conflictivos.

Y en este devenir se producirán momentos de gran intensidad, como el de la apertura del cerrojo constitucional para someter a referéndum la repostulación del presidente y el vicepresidente, producida el 26 de septiembre de 2015 en la Asamblea Plurinacional, con 113 votos a favor y 44 en contra, o la aprobación, 40 días después, de la Ley de Convocatoria a Referéndum, con fecha de ejecución para el 21 de febrero de 2016.

El binomio ya había sido electo en los comicios de 2005, 2009 y 2014, por lo que la acción congresal buscaba modificar la Constitución y habilitarlo para un cuarto periodo sucesivo.

Tanto la alteración constitucional como la aprobación del referéndum fueron cuestionadas por ex presidentes, líderes de oposición, analistas y constitucionalistas expertos, pero también por miles de indignados ciudadanos comunes que las rechazaron a través de las redes sociales, en particular las páginas de debate ciudadano de Facebook.

La apertura de la traba constitucional que impedía la llamada "re-re-reelección" radicalizó el debate político, tanto en las redes virtuales como en los medios de información masiva, y derivó en litigio sobre la gestión gubernamental, sus errores en el manejo del país y, sobre todo, la ilegitimidad y/o ilegalidad de un cuarto periodo ininterrumpido.

Morales y García habían asumido su tercer mandato en enero de 2015, tras ganar las elecciones de octubre del año anterior con sobrada ventaja sobre sus rivales. Los resultados de la contienda arrojaron un 61,4% para el binomio oficialista, muy arriba del 24,2% de su inmediato seguidor, el empresario Samuel Doria Medina, y más lejos aún del 9% del ex presidente Jorge Quiroga, quien quedó tercero.

Tras nueve años continuos de gobierno, el porcentaje obtenido por el binomio no sólo remarcó su superioridad política sobre sus rivales electorales, sino la ausencia definitiva en el escenario de alguna oposición que pudiera hacerle sombra: con los resultados de 2014, el MAS consolidó también su mayoría de más de dos tercios en el Congreso, que le permitía dirigir el país, por otros cinco años, sin el menor obstáculo legislativo.

La tendencia del electorado a lo largo de tres elecciones nacionales, lejos de expresar algún desgaste, rezumaba la inagotable vitalidad política de Morales y García.

En los comicios nacionales anteriores, de diciembre de 2009, el binomio había logrado el 64% de votos, frente al 26.5% de Manfred Reyes Villa y el 5.7% de Samuel Doria Medina, mientras que en los de 2005 -los primeros que ganó-, obtuvo el 53,7%, frente al 28,6% de Jorge Quiroga y 7,8% de Samuel Doria Medina.

Pero el ciclo de victorias inobjetables se vio nublado el 29 de marzo de 2015, por el resultado de las elecciones subnacionales para elegir alcaldes y gobernadores en todo el país. Aunque los candidatos del MAS, en conjunto, lograron conservar el primer lugar en la votación nacional con el 41,8%, perdieron plazas consideradas "seguras", como las gobernaciones de La Paz y Tarija, y las alcaldías tradicionalmente "masistas" de El Alto, Oruro y Cochabamba -además de ciudades clave, como La Paz y Santa Cruz-, donde la oposición, tras años de derrotas, consiguió triunfos significativos.

Sin la presencia como candidatos de Morales y García, aunque con su permanente apoyo a lo largo de toda la campaña electoral, el MAS había perdido, por primera vez en diez años, la mayoría electoral absoluta, pero también la preferencia en bastiones que lo habían apuntalado en tres elecciones nacionales sucesivas.

Los resultados fueron evaluados por la alta dirigencia masista en doble sentido: de modo negativo, fueron atribuidos a la "mala elección de candidatos" en los lugares donde éstos perdieron, y, de modo positivo, como una muestra de que, pese a las derrotas y sin la participación de su candidato "estrella", el partido de gobierno seguía siendo la primera fuerza política del país, con el 41,8% del electorado.

El antecedente de los comicios nacionales de 2014 y los subnacionales de 2015 dibujó un escenario político complejo y contradictorio previo a la realización del referéndum sobre la repostulación de Morales y García.

Para el gobierno, actuó como situación de alerta que lo empujó a acelerar el referéndum, pues todo indicaba que mientras más tiempo transcurriera, menos aceptada sería la repostulación entre la ciudadanía. Para la oposición, pese al traspié oficialista de 2015, el nuevo escenario volvía a plantear, para 2019, la incómoda tarea de vencer al candidato ganador de las últimas tres elecciones.

Así, la campaña por el NO fue asumida no por la oposición política, sino más bien por un conglomerado informe y variopinto de ciudadanos, analistas, medios de información y periodistas integrados por medio de páginas, grupos o plataformas en redes sociales virtuales, que saturaron de mensajes este espacio comunicacional con críticas y denuncias contra el gobierno y las contradicciones de su discurso.

Visto con lente ciudadana, el discurso reciente y anterior de Morales y García apareció teñido de contradicciones, ocultamientos, mentiras e hipocresías, que fueron denunciados en decenas de temas que sirvieron de materia prima para millares de posts y memes (publicaciones e imágenes irónicas) en las páginas Facebook de ciberactivismo.

Enfrentado al vendaval de críticas de la oposición política y ciudadana, el binomio oficial optó por hacer una campaña positiva de cara al referéndum, centrada en todos los logros de sus tres gestiones de gobierno, bajo la consigna de "¡Sí a la continuidad!" y la advertencia de que un triunfo del No implicaría un retorno al neoliberalismo, la corrupción y la "partidocracia" que gobernó el país antes del ascenso de Morales al poder.

En otra vertiente, la campaña oficial abundó en imputaciones contra los partidarios del No, a quienes acusó de ser "agentes del imperialismo", "sirvientes de la derecha" e incluso de actuar bajo órdenes directas de la Embajada de Los Estados Unidos en La Paz o de viejos dirigentes neoliberales afincados en el exterior.

Por su lado, los partidarios del No, divididos pero no dispersos, coincidieron en el discurso sobre la ilegalidad del pretendido nuevo mandato y llevaron la iniciativa a través de diversos temas de coyuntura, entre los que destacó nítidamente, 18 días antes del referéndum, el llamado "caso Camc", el cual dejó al descubierto los vínculos sentimentales del Primer Mandatario con la empresaria Gabriela Zapata, quien representaba en Bolivia a un poderoso consorcio empresarial chino que se había adjudicado contratos con el Estado boliviano por más de 500 millones de dólares, y que además supuestamente había tenido un hijo con Morales.

El asunto se complicó luego con otras aristas, como el hecho de que Morales dijo no haber tenido contacto con Zapata durante varios años, afirmación que quedó desmentida al día siguiente con la publicación de una foto en que el Presidente aparecía abrazando a Zapata en la entrada de carnaval de Oruro un año antes. La existencia de un hijo que tuvieron ambos, demostrada con un certificado de nacimiento que expuso el presentador de televisión Carlos Valverde al tiempo de denunciar los vínculos de Zapata con la empresa china y de ésta con el Estado, fue motivo también de contradictorias declaraciones tanto de Morales como del Vicepresidente.

Así, buena parte de la campaña por el Sí tuvo que dirigirse a desmentir o bloquear las denuncias de la oposición, mientras ésta se fortalecía con renovados asuntos de la agenda política, como la quema de la alcaldía de El Alto, o la revelación de que el Vicepresidente había mentido cuando dijo que tenía un título profesional obtenido en México.

 

Método

Con estas consideraciones y una visión crítico-dialéctica, el presente trabajo se trazó el objetivo general de conocer cómo reflejó la página "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" (https://www. facebook.com/groups/amimegustalademocracia) las contradicciones del discurso político del presidente Morales y su acompañante García, entre el 20 de enero y el 20 de febrero de 2016, el mes en que la campaña alrededor del referéndum alcanzó su punto culminante.

Como objetivos específicos, fueron fijados, además de la construcción de los marcos teórico e histórico, la identificación de contradicciones del discurso político del presidente Morales y el vicepresidente García reflejadas en la página de Facebook "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" entre el 20 de enero y el 20 de febrero de 2016, la clasificación y agrupación de dichas contradicciones en función de sus rasgos más generales y la determinación de aquellas que mayor repercusión despertaron entre los miembros y visitantes de la página estudiada.

Para construir el marco teórico, se acudió a la observación documental de textos relativos a conceptos centrales de la investigación, mientras que la elaboración del contexto histórico requirió una investigación documental en los periódicos Página Siete y La Razón de La Paz, sobre todos los asuntos que generaron contradicciones relevantes en el discurso de Morales y García en el periodo de nueve meses previo a la realización de la consulta de febrero.

Para identificar las contradicciones de Morales y García reflejadas en la página objeto de estudio, se recopiló, observó, analizó y clasificó un total de 507 "posts" o publicaciones emitidas en el mencionado periodo, relacionadas con los temas del discurso oficial que mayor cantidad de comentarios merecieron por parte de los miembros activos de la página.

El trabajo de clasificación y agrupamiento de las contradicciones requirió la aplicación de métodos cualitativos, como la abstracción-concretización y el análisis-síntesis, y la técnica del análisis de discurso. El análisis y la abstracción sirvieron para aislar los aspectos más generales de las publicaciones estudiadas, mientras la concretización y la síntesis permitieron organizarlas en un cuadro ordenado. El análisis de discurso fue útil para trazar relaciones entre de los discursos oficiales y los contra discursos de la oposición ciudadana expresados en "A mí me gusta la democracia y no la dictadura".

 

Resultados, Análisis y Conclusiones

Aplicado el conjunto de los procedimientos anteriores, la investigación obtuvo los siguientes resultados:

1.    Del total de las 507 publicaciones de "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" emitidas entre el 20 de enero y el 20 de febrero de 2016 y que fueron estudiadas como eje de la investigación, el 83% se registró en febrero, y el restante 17% en enero.

2.   Se hallaron contradicciones sobre distintos temas que tuvieron centralidad política en su momento, como la revelación del denominado "caso Camc", la fotografía en que se vio juntos al presidente Evo Morales y la empresaria Gabriela Zapata en el Carnaval de Oruro 2015, las declaraciones de Morales y el García Linera acerca del hijo que tuvo aquél con Zapata, la quema de la alcaldía de El Alto a manos de supuestos dirigentes gremiales afines al MAS, la revelación de que el Vicepresidente no tiene el título profesional que dijo tener, entre otros asuntos.

3.    El 30% de las publicaciones analizadas en la página "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" se refirió al "caso Camc", el 15% a la fotografía de Morales y Zapata, el 12% al hijo que supuestamente tuvieron ambos, el 10% a la afirmación del presidente de que Zapata era sólo una "cara conocida", el 9% a la quema de la alcaldía de El Alto, el 7% a la revelación de que García Linera no tenía título profesional, el 6% a la acumulación de fortuna de Evo Morales en diez años de gobierno, el 5% al largo discurso presidencial con motivo de su décimo año de gobierno, y el 6% restante a diversos temas menores.

4.    La mayor concentración de publicaciones se produjo entre el 1ro. y el 10 de febrero (67%), frente al 16% registrado entre el 20 y el 31 de enero, y el 17% publicado entre el 11 y el 20 de febrero.

El análisis de los resultados arroja los siguientes elementos:

1.    El elemento que generó mayor número de publicaciones, reacciones y comentarios fue el llamado "caso Camc", difundido por primera vez el día 3 de febrero, que reveló las relaciones sentimentales de Evo Morales con la empresaria Gabriela Zapata, representante en Bolivia del consorcio chino Camc, la cual se adjudicó por invitación directa del Estado seis proyectos por un valor superior a 500 millones de dólares, hechos que fueron respondidos y/o aclarados por el Presidente y el Vicepresidente con declaraciones contradictorias, ambiguas y/o evasivas.

2.    La contradicción anterior se relacionó con otras tres contradicciones (la fotografía de Evo Morales y Gabriela Zapata en el carnaval de Oruro, el asunto del supuesto hijo de ambos y la declaración en que el Presidente negó haber tenido contacto con ella) y juntas ocuparon el 67 por ciento del total de las 507 publicaciones analizadas.

3. En consistencia con lo anterior, la mayor parte de contradicciones fueron identificadas en febrero, con un 83% de las publicaciones, y solo un 17% fueron halladas en los últimos diez días de enero del 2016.

4.    El quinto lugar en la escala de contradicciones lo ocupó el silencio del presidente Morales y las versiones de "autoatentado" difundidas sin pruebas por el Viceministro de Gobierno de ese entonces, frente a la quema de la alcaldía de El Alto, cuya autoría intelectual fue atribuida por testigos y medios periodísticos a militantes del MAS, y el hecho de que, al día siguiente, mientras familias alteñas velaban a seis víctimas del siniestro, el Presidente bailaba en el cierre de campaña por el "Sí" en Santa Cruz.

5.    El sexto lugar en las publicaciones se refirió a la información de que el vicepresidente García no tenía título profesional, luego de haber asegurado en público que sí lo tenía. Este tema y el de la alcaldía alteña sumaron un 16% de las contradicciones halladas en el grupo de Facebook "A mí me gusta la democracia y no la dictadura".

Y las siguientes conclusiones:

1.    Los resultados de la investigación confirman que las contradicciones, ambigüedades, silencios y evasivas que caracterizaron el discurso político de Morales y García acerca del "caso Camc", la quema de la alcaldía de El Alto, el inexistente título profesional del Vicepresidente y otros temas menores se constituyeron en el núcleo de un "contradiscurso" de la oposición ciudadana cobijada en las redes sociales, y sobre todo en las páginas de ciberactivismo de Facebook, que enarbolaron estas contradicciones como la confirmación de una imagen negativa en que el binomio que intentaba repostularse para un nuevo periodo de gobierno lo hacía sobre la base de mentiras, ocultamientos y verdades a medias.

2.    La investigación demostró que los miembros de la página de Facebook "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" siguieron de cerca las contradicciones señaladas, las difundieron e incorporaron a su campaña por el "No" a la repostulación del binomio presidencial.

3.    Este contra-discurso se alimentó, circuló y creció en la página "A mí me gusta la democracia y no la dictadura", a través de las 507 publicaciones registradas en el periodo de estudio y los miles de comentarios que éstas ocasionaron, sobre todo en relación con el "caso Camc" y las relaciones entre el mandatario y la empresaria Zapata.

4.    El estudio también demuestra que los casos de contradicciones oficiales en la quema de la alcaldía de El Alto y el título profesional del vicepresidente registrados en la página objeto de estudio fueron masivamente comentados y debatidos entre sus miembros y visitantes.

 

Referencias Bibliográficas

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