SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número21Pérdida de sentido por las diferencias culturales en la traducciónCómo reflejó Facebook las contradicciones del Presidente Morales y el Vicepresidente García previas al referéndum de febrero: Las contradicciones en el discurso político de Evo Morales y Álvaro García Linera previas al referéndum del 21 de febrero pasado, reflejadas en la página de debate ciudadano "A mí me gusta la democracia y no la dictadura" de la red social Facebook, entre el 20 de enero y el 20 de febrero de 2016 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Aportes de la Comunicación y la Cultura

versión impresa ISSN 2306-8671

Rev. aportes de la comunicación  no.21 Santa Cruz de la Sierra oct. 2016

 

ENSAYO

 

Una poética desde la complejidad narrativa escritural

 

A poetic from the structural narrative complexity

 

 

Luz Stella Angarita Palencia

Pontificia Universidad Javeriana
l.angarita@javeriana.edu.co
Bogotá - Colombia

Fecha de recepción: 9 de noviembre de 2016
Fecha de aceptación:
1 de diciembre de 2016

La autora declara no tener conflictos de interés con la Revista APORTES.

 

 


Resumen

Este artículo presenta un tramo de la investigación doctoral llamada La narrativa en la realidad imaginada y sus mediaciones complejas, en ella se contrastan y ponen en paralelo tres perspectivas de interpretación sobre la realidad, la teórica crítica, la creativa y la compleja, a partir de una metodología de escritura de creación, La Palabra-Imagen, la cual permite discernir el andamiaje interno de aspectos clave para el estudio teórico de la narración literaria, como base comprensiva para observar la realidad; y a partir de ello, recontextualizarla para formular un nuevo espacio comprensivo a partir de imágenes que narran una historia. Además, explica cómo acompañada por la articulación que el pensamiento complejo trae consigo, se produce la ampliación del enfoque inicial, lo cual faculta al individuo que transita por la realidad a través de La Palabra-Imagen para procurar una creativa forma estética y analítica sobre el entorno del cual expresa.

Palabras claves: Metodología, complejidad, narrativa, creación, escritura, realidad.


Abstract

This article presents a part of the doctoral investigation called Narrative in the Imagined Reality and Its Complex Mediations, in which the following three perspectives for interpreting reality are placed alongside each other and contrasted: the critical theory, the creative and the complex perspectives. This analysis is carried out through the creation writing methodology, The Word Picture, which facilitates discerning the internal framework of key aspects for the theoretical study of literary narration as a means of observing reality and, through this observation, re-contextualizing reality so as to formulate a new space for comprehension based on images that narrate a story. Furthermore, the article explains how, accompanied by the articulation that comes with complex thought, the initial focus is widened through The Word Picture, which gives the individual that transits reality the faculty to express him/herself in a creative aesthetical and analytical way regarding his/her environment.

Key words: Methodology, complexity, narrative, creation, writing, reality.


 

 

Una poética desde la complejidad narrativa escritural1

Es probable que usted haya vivido durante su experiencia profesional algún momento en que una situación lo abocó a meditar si al interior de su respectivo campo disciplinar las capacidades innatas son las principales conductoras de su quehacer, y si esa afirmación es correspondiente a su realidad profesional. Sobre este planteamiento, sería presumible decir que no hay cabida a contradecir el hecho de que las capacidades innatas de cualquier ser humano constituyen un aspecto relevante en el desarrollo de sus habilidades; sin embargo, de acuerdo a las directrices de la investigación que dio lugar a mi tesis doctoral resulta pertinente preguntar, ¿qué pasa con quienes son invitados externos a la escritura literaria cuyo gusto y disposición para aprender y aprehender una actividad como la escritura de creación, no los involucra de forma directa con el círculo de los literatos?

Ese es uno de varios interrogantes que me condujeron a realizar durante varios años la reflexión que en las páginas de este artículo pretendo exponer, en torno a porqué unos pocos suelen ser los invitados a la escritura narrativa de creación, y cómo revertir esa situación. A la sazón, La Palabra-Imagen, una propuesta metodológica de mi autoría, que ya cuenta con más de diez años de trabajo, cuyo principal móvil ha sido dar voz mediante la escritura de creación narrativa a públicos muy disímiles, al procurarlos instrumentos que transforman en historias los sucesos de la experiencia vital de cada individuo. En esta oportunidad, La Palabra-Imagen se dispone paralela al pensamiento complejo como una adición reflexiva propuesta por esta investigación. Las nuevas consideraciones de allí surgidas no sólo enriquecen el trabajo por una década realizado, sino que a la vez resuelve la metodología interna de La Palabra-Imagen como contenedora de otro método de conocimiento tendiente a la comprensión compleja de la realidad.

Con la idea de revelar diferentes ángulos que expliquen el quid de la reflexión enunciada, presento un contraste de voces entre estudiosos que restituyen la importancia de perfilar el giro epistemológico, como un norte necesario de contemplar. Para empezar, me resulta imperativo recordar autores que tratan elementos determinantes en la iniciativa de estudiar la construcción de una historia narrativa; entre ellos quienes conceden importancia a aspectos como: visión, verdad, realidad, sociedad. Apelo entonces a las numerosas líneas que en la obra de Edgar Morin reiteran la urgencia de mudar hacia un cambio de visión, que permita andareguear libremente por los renovados planteamientos del conocimiento que nos aguarda en cada esquina. A un predecesor de los estudios sobre los elementos constitutivos del relato literario como Barthes (1972), quien trabajó una apertura de singular interés para la visión compleja de la escritura con lo verosímil como categoría constitutiva, y con ella despierta otro aspecto vital, la verdad interna de las historias narrativas, esa verdad que cada historia aporta a la realidad. A Nabokov (1999), observador incesante de cuál es el papel de la realidad y cómo contribuye en un escrito. O a Bauman (2013), quien destaca el papel del lenguaje como artífice de hechos sociales, a la vez que afirma cómo los contornos de una sociedad, se sostienen por el reconocimiento de su propia vaguedad.

Muchos otros aportes cercanos a ellos y al enfoque que desde 1977 plantea Morin, podrían sumarse al ánimo de producir novedad a la episteme narrativa. Algunos de ellos como abono a los planteamientos que la complejidad trata de dilucidar como Método o anti-método, en la cooperación expresiva personal o colectiva de transversalidades que entrañan la fecundación de alianzas sobre las cuales se comporta la realidad refleja en un escrito, al mismo tiempo como vínculo y distinción, mientras contextualiza y globaliza, mientras colige el reto de la ¡ncertidumbre en términos dialógicos, a manera de paradoja entre lo uno y lo múltiple, entre ¿Complejidad o simplicidad?, cuestionamiento que Walter Riofrío (2001) adelanta en virtud de dos alternativas de análisis en las que involucra razón y acción; es decir, la asimetría de la explicación y la aproximación pragmática.

Poco a poco, variedad de estudiosos engendraron el devenir recíproco entre disciplinas, para dar cabida a la innovación epistemológica, por medio de la auto-organización y la fluctuación tranquila entre el orden y el desorden; hecho que ha permitido comprender el desafío que implica la praxis de la complejidad como visión de mundo, lo cual supone un cambio paradigmático fundamental, conductor directo de la comprensión sobre la autoorganización como dinámica (Morin, 1998). Fue la ampliación creciente del logro sobre este espacio, el que permitió el avance de la Complejidad hacia un lugar privilegiado en la orientación del estudio sobre una nueva perspectiva de la totalidad sin perder su eje particular, de manera que mantenga la contextualización requerida, cualquiera que sea.

 

¿Qué papel juega la conversión de una idea crítica en creativa?

Ninguna novedad trae afirmar que las Humanidades no argumentan su trabajo o su ideal de la forma que la Ciencia lo requiere, porque en ella su estadio crítico propende a conducir la razón objetivada hacia una producción netamente racional. En el caso de la Palabra-Imagen uno de sus fundamentos se encuentra en el trabajo comprensivo de algunas herramientas y elementos vigías del devenir conceptual-científico, suministrados por los estudios literarios porque, aunque resulte paradójico, la misma propuesta considera importante clarificar que la escritura narrativa de creación no es presa del sentimiento a secas. Cuando se habla del análisis de la escritura literaria, de inmediato los Estudios Literarios aparecen como el adalid de la posición más cientifizada, en tanto abanderan una óptica, lenguaje y efecto, producto de un ángulo de observación para nada subjetivo, contrario al utilizado por su objeto de estudio, la literatura. Sin embargo, La Palabra-Imagen no sugiere una discusión al respecto entre la porción científica que concierta el conocimiento y uso de sus herramientas desde las cuales se plantea, y su disposición articuladora para cimentar un resultado expresivo diferente. En cambio, su fundamento radica en que la comprensión metaficcional que guía la creación de un texto, la propician los Estudios Literarios, de tal forma que al tratar con la realidad desde el ejercicio narrativo conquistan una resultante pluricomprensiva.

Tomar las historias personales, desde el punto de vista de la hermenéutica, significa considerar, que al contar su vida, una persona no sólo describe -a manera de crónica- una serie de situaciones inconexas, sino que construye un relato, en el que se revelan los significados y representaciones mediante los cuales está dotando de sentido a sí mismo, a sus acciones y al mundo (en este caso su espacio simbólico). Implica asumir que la historia de vida, es una forma para leer una sociedad a través de un escrito. (Bruner en Gutiérrez, 2015, p.94)

Desde esta misma óptica, se puede señalar que La Palabra-Imagen apunta a valores que Karl Popper (2008) destaca dentro de una situación problemática puramente científica: la relevancia, el interés y el significado de una afirmación; los cuales concibe como valores de rango mayor, los cuales equipara con valores como la riqueza de resultados, la fuerza explicativa, la sencillez y la exactitud. Dicho de otra forma, hay valores científicos y extracientíficos que pueden convertirse en positivos o negativos. De ahí que sin separarlos ni omitir los segundos debe evitarse la confusión para producir una lectura de la realidad adecuada al momento que la origina, sin presunciones que fuercen la interpretación. Por eso, una vez desplegadas las expresiones conceptuales, las mismas que luego son transfiguradas por operaciones escriturales convertidas en imágenes, requirieren una deducción lógica para erigirse, más allá del resultado visible alcanzado, a la vez que demandan un sistema deductivo para conducir la idea que respalda la propuesta estética inscrita en cada texto.

Esa situación trae consigo un fardo de aprendizaje colectivo, que según Carrizo (2003) desde finales del siglo XIX pregona Freud, "hemos sido desplazados del último reducto donde aún creíamos tener dominio: nosotros mismos" (p.50). A pesar de esta notificación, la Palabra-Imagen intenta volver a ello sin descuidar lo colectivo que también nos abarca. Por lo cual, un concepto llama poderosamente la atención para involucrarlo con la idea que se viene desarrollando, se trata de la Autopoiesis. Autores como Luhmann (1982) o Maturana y Varela (1984), trabajan este término para explicar cómo emerge el nuevo saber que advierte una actitud compleja dentro de dinámicas no lineales. Cuatro son las características que señalan en los sistemas sociales: aprenden, se autogeneran, se autoorganizan, y producen cualidades emergentes (Espina, 2003, p.10). De igual forma la Palabra-Imagen, se construye, produce y reproduce a sí misma, sin olvidar la gestión individual y colectiva que existe desde su gestación en la realidad comprendida, y vigente en el texto obtenido.

 

El fundamento expresivo de La Palabra-Imagen

Si se trata de definir cuáles son los hilos que sostienen a La Palabra-Imagen, puede afirmarse, por un lado, que los estudios literarios la dotan de herramientas que resuelven y optimizan la perspectiva narrativa textual. Y por otro, que el pensamiento complejo la define, porque en definitiva su sustento halla concordancia en el pensamiento moriniano, cuando nos recuerda que comprender incluye necesariamente un proceso de empatia, de identificación y de comprensión, tanto interno como externo, y eso es lo que La Palabra-Imagen facilita a quien escribe valiéndose del mecanismo metodológico inscrito por ella.

Una vez advertido su artificio interno, la liberación mental se produce y da lugar a explorar un mayor rango de posibilidades interpretativas, que devienen de la recontextualización lectora de la realidad que le acompaña en medio de su notoria expectativa posmoderna, y gracias a ella se produce un aspecto que facilita su observación desde el interrogante que condujo la investigación doctoral: ¿Cuál es el sustento teórico que el pensamiento complejo aporta a la propuesta metodológica abrigada por La Palabra-Imagen de cara a la expresión creativa del hombre contemporáneo? Interrogante que además articula el compás objetivo del trabajo de investigación, el cual propende a puntualizar algunos aspectos configuradores de la episteme compleja frente a La Palabra-Imagen, correspondientes al tránsito por el problema de El conocimiento del conocimiento (Morin, 1999), mientras enriquece la propuesta metodológica-pedagógica desde la escritura creativa, inscribiéndola en un espacio narrativo cultural, en la teoría literaria, en formas multiculturales, y en el quehacer individual que conlleva la reflexión estética y pedagógica. Según lo cual, se puede notar cómo dos métodos se implican al configurar contextualmente la realidad que sustentan en cada logro escritural obtenido. Constatándose con ello cómo el manejo de esta propuesta de escritura narrativa de creación, propicia un conocimiento paralelo sobre distintas realidades contextuales desde la consideración compleja, a partir de la lectura de la realidad del individuo colombiano contemporáneo, tal como advertí en un viaje por los Llanos Orientales:

Un día, tras dictar un taller en un pueblo de Colombia, el bus que conducía mi camino al avión se averió en mitad de la nada. Entre la desazón que ese hecho produjo en todos los pasajeros, un hombre se paró a mi lado, casi rozando mi brazo, casi sin mirarme me dijo con voz recia: "Cuénteme algo". Sorprendida, abrí mis ojos como platos, vacilé una respuesta y apenas sonreí. "¿Cómo le pareció mi tierra? -probó de nuevo- ¡porque usted no es de por acá!" No señor, fue lo único que atiné a decir. Contempló unos segundos al conductor manipular dentro del motor, yo intenté rehuir su conversación, me examinó por última vez esperando una palabra quizás, se alzó de hombros, "si no tiene nada que contar le tocó aburrirse", me dijo y se fue. Bajó despacio las escaleras del vehículo, una vez estuvo al lado del camino pude reparar en su figura, me llamó la atención la formalidad de su atuendo, ese hombre era un ejemplo de pulcritud. El bochorno del medio día apenas empezaba a amainar después de un sol escandaloso, en que todos creímos en algún momento de las dos horas anteriores derretirnos en sudor, pero él se conservaba como al momento de vestirse temprano, saco y pantalón de lino negro, camisa blanca almidonada y cerrada desde el primer botón al último, recorrí su cuerpo de arriba abajo, no había una arruga visible en su traje; mi contemplación se detuvo a la altura de las pantorrillas cuando observé sus pantalones remangados arriba del tobillo y sus pies descalzos. Presintió mi sorpresa y se volvió, clavó su visión en mis ojos por un instante, luego la desvió para ojear el terreno que nos circundaba y empezó a ascender el pie de monte; me quedé curioseando cada movimiento que hacía, cómo cada paso se aseguraba entre los pies y la tierra, miré su cuerpo marchar al ritmo del camino hasta no verlo más. De repente escuché el tronar del motor, me acomodé, volví sobre la montaña verde ya sin aquel punto negro abriéndose paso en ella, y sólo entonces, recordé en qué país habito. (Angarita 2005, p.1)

En gran medida la imagen anterior detonó una renovada observación sobre el abordaje inicial plateado por La Palabra-Imagen. Un viraje se produjo hacia la comprensión de la realidad in situ, equiparable a la importancia del énfasis académico cuando se trata de adelantar la tarea de recontextualizar el entorno que la produce. Comprender lo anterior dentro de esta investigación, pone de presente a La Palabra-Imagen como una propuesta metodológica de creación narrativa (Angarita, 2005), que media entre lo real y lo imaginado a partir de la ficcionalización simbólica, cuya puerta de entrada y de salida es la tradición, fuente inagotable de historias que hacen conciencia de su catadura frente al análisis e investigación creativa, volviéndose hacia la construcción de imágenes narrativas; en tanto ellas sostienen su propuesta interna, y puntualizan la apuesta de creación, como incubadoras de historias a partir de un método investigativo que permite acercarse a conocer la realidad, y reformularla en toda su extensión (Angarita, 2010).

Sobre este particular, coincido con Rigoberto Pupo (2008), cuando se cuestiona ¿por qué la epistemología racionalista tradicional, teme tanto el camino poético del lenguaje, y sólo admite la imagen gnoseológica fría, impersonal, y por todo ello, abstracta, vacía? (p.10). Cuestionamiento que bien podría sostener la lectura de la realidad a la que propende La Palabra-Imagen. Ahora bien, de vuelta al planteamiento que destaca el objetivo general de ésta investigación, puede concluirse que es la construcción de la imagen literaria, la gran mediadora entre la coherencia lógica racional y la experiencia de recrear para expresar la significancia que suscita el hecho de avistar los índices complejos insertos en una realidad, y luego se vislumbran al interior de un texto creativo.

 

A futuro como promesa

Sólo hasta 1970 se instituye el concepto de trandisciplinariedad como "un sistema común de axiomas para un conjunto de disciplinas" (Thompson, 2003, p.30). Y apenas en 1987, Basarab Nicolescu realizó un llamamiento por un nuevo tipo de transdisciplinariedad, en el cual identificó tres elementos constitutivos de esa aproximación: complejidad, múltiples niveles de realidad, y la lógica del tercero incluido (ibíd. p.31). Quienes expusieron postulados de talante similar, aún hoy no reportan los cambios esperados en su aplicabilidad, quizás porque aún no se comprende que la relevancia contenida en ellos no consiste en su infalibilidad o en su capacidad para arrasar con la investigación disciplinaria como se si tratase de un error. La claridad que incumbe a quienes se interesen por el trabajo transdiciplinar debe centrarse en cómo esta opción supera por mucho el deseo de dilapidar iniciativas anteriores, pues crear una disyunción tajante con sus antecedentes no otorga los réditos esperados. En cambio, ser consecuentes con un verdadero sentido renovador, permite atesorar su auténtico fuero interno. Un cambio cardinal de la actitud humana con respecto al conocimiento, directamente relacionado con el contexto epistemológico global contemporáneo, que denota una transición fundamental respecto al problema del conocimiento, en el cual la cotidianidad como sustento, lo hace sostenible.

Si bien la proveniencia de las herramientas de la labor comprensivo-conceptual inscritas por La Palabra-Imagen esculpen de cuerpo entero el ideal de la modernidad; es la manera cómo se plantea su acoplamiento metodológico el propagador de la intersubjetividad, un proceso que según Thompson (2003), facilita el aprendizaje como escucha. Es decir, los enfoques cambian a medida que evoluciona la perspectiva individual, produciendo "significados, diagnósticos y objetivos comunes" (p.37); los cuales fortalecen el despliegue de nuevos conceptos, equivalentes a formulaciones, aplicaciones y comprensiones novedosas, forjadoras de su temple transdisciplinar. El mismo que conduce a la reflexión sobre la hermenéutica de los procesos históricos, como parte de una evolución interpretativa que teleológicamente proveyeron los grandes relatos, con sus inmejorables promesas sobre el futuro, "no sólo es la constatación de la crisis del discurso Moderno de la ciencia, sino la formulación explícita de una crítica al estatuto fundante del modelo cognitivo donde ella reposa (Lanz, 2010, p.12). No obstante, ante el incumplimiento de un futuro mejor, al individuo contemporáneo lo reviste la perspectiva analítica de la posmodernidad, cumpliéndose el doble ciclo expuesto por Lanz, "por un lado, la constatación de una crisis implosiva de las categorías de Razón y Sujeto; y por el otro, el ejercicio de una crítica epistemológica radical a su racionalidad, a su estatuto cognitivo y a la configuración discursiva a la que dan lugar". (p.12).

Y si la idea es abrir un camino libre de paradigmas que desentrañe y promueva una nueva episteme narrativa, evitar la imprecisión en la manera de identificar las cosas, los procesos o las personas resulta ser una exigencia tal como recuerda Sergio Osorio (2002, p. 49), el señalamiento de Fayerabend anotado por Vásquez Rocca (2006) llega muy a punto: "Mi intención no es reemplazar un juego de reglas generales por otro; más bien mi intención es convencer al lector de que todas las metodologías, incluyendo las más obvias tienen sus límites" (p. 6), pero también increíbles aportes, y ésta los tiene. Entonces, según la propuesta de La Palabra-Imagen y desde la óptica del trabajo de investigación doctoral, podría decirse que, con el ánimo de completar el itinerario hacia un nuevo panorama, una vez La Palabra-Imagen incursiona en los conceptos que le son significativos dentro de su fusión metodológica, su forja se rearticula desde el sustrato complejo, el cual apuntala a la renovación del paradigma dentro de la escritura creativa (Angarita, 2013). Por eso debe notarse que las nuevas posibilidades de análisis que aquí anotan, aportan, imprimen, señalan, equiparan y hasta reivindican a la razón como mecanismo de interpretación para el conocimiento de la realidad, no la erige como el único camino a seguir.

Al patrocinar una postura hermenéutica que enfatiza en lo relacional, la interacción sujeto-objeto, no se reduce el papel del objeto o del sujeto, si no que se dimensionan a través de una complementariedad intercambiable, dialógica, donde ambos forman parte de un todo mutuamente influido que pone fin a la exclusión del sujeto; "[...] desde esta nueva perspectiva sólo queda espacio para narrar lo cotidiano-local, para comprender a los actores como productores de significados, que dan sentido a sus acciones" (Espina, 2003, p.16). De modo que La Palabra-Imagen, también puede posicionarse frente a lo expresado por Luhmann (1982) en su nueva Teoría de los Sistemas, en ella trata una teoría social sin un centro único legitimador de la observación, sino que apuesta al policentrismo de la observación, y allí el observador actúa como elemento determinante en la producción del conocimiento, dentro del terreno cambiante de los sistemas sociales, pues es él quien crea conocimiento al hacerlo explícito, y lo comparte y aplica en un dominio de acción o contexto propicio (Velázquez, 2007, p.131). Palabras estas, respaldan la aparición furtiva de Morin para recordar que distinguir, conjugar e implicar son verbos que conducen la auto-organización entre elementos de la realidad, llevándonos a distinguir sin reducir, y a conjugar sin confundir, en la tarea irrevocable de implicar para distinguir y asociar.

En este sentido, la implicación del comportamiento complejo en la escritura de creación que propicia La Palabra-Imagen dentro de lo individual-colectivo, da vía a una palabra que bien podría ser la bisagra entre el pensamiento complejo y la metodología revestida por La Palabra-Imagen, se trata de una palabra corta, sencilla y multisignificante: simple. Aunque el proceso comprensivo sobre el ideal de simplicidad, suscite equívocos, es claro que lo simple no necesariamente está simplificado. Lo simple no reduce, sino que facilita, no es manipulador ni manipulable, en cambio puede hacer más comprensible la racionalidad clásica, cuestionándola con ello, y de esa manera avanzar hacia la reintegración "[...] de lo cognoscitivo y lo valorativo en el saber. De hecho, se avanza hacia un Nuevo Saber Humano" (Delgado en Espina 2003, p.18), gracias a la coexistencia con la pluralidad compleja emanada del enfoque transdisciplinario que elimina la homogeneización, reemplaza la reducción con un nuevo principio de realidad, y abre una unidad constructora de puentes comprensivos para descubrir aquello que está en medio o más allá.

A eso se debe que el punto transdisciplinario exacto en la propuesta que aglutina La Palabra-Imagen estribe en los logros, porque las relaciones que se establecen dentro de ella repercuten más tarde o más temprano, en el resto de los saberes incluidos y en el conocimiento producido. De ahí que su mayor apuesta sea por una nueva manera de escuchar para replantear las formas comprensivas del individuo sobre la realidad -más allá de lo disciplinar-, y así producir apropiación sobre ella. Es decir, cooperante activo de la "democracia cognoscitiva -de la que habla Delgado (2012)-, la cual es capaz de devolverles el poder del conocimiento a los ciudadanos" (p.10), convirtiéndose en individuos capaces de producir formas propias de ver en el arte de anidar en la realidad.

 

Notas

1 La formulación de este artículo partió de los contenidos que conforman mi tesis doctoral cuyo nombre es La narrativa en la realidad imaginada y sus mediaciones complejas, presentada a Multiversidad Mundo Real, México 2016.

Referencias Bibliográficas

Angarita, L. (Agosto de 2005). Una pedagogía de la ‘historia’ en Colombia: Talleres de La Palabra- Imagen. En E. Jaramillo (Presidencia), Colombia: tiempos de imaginación y desafío. XIV Congreso de la Asociación de Colombianistas, Denison, Ohio, USA. Recuperado de http://www.colombianistas.org/Portals/0/Congresos/Documentos/CongresoXIV/PonenciasPDF/angarita_ponencia.pdf

Angarita, L. (2010) Una perspectiva pedagógica de la palabra. Bogotá, Colombia: PUJ.

Angarita, L. (2013). Investigar la realidad para resignificar las imágenes. En Módulo virtual-, Diplomado Inclusión Social. Bogotá, Colombia: PUJ.

Angarita, L. (Ed.). (2013). Historias que el país cuenta. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Educación, Tesis de Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Humanidades y Lengua
Castellana.

Barthes, R. (1972). Lo verosímil. Buenos Aires: Tiempo contemporáneo.

Bauman, Z. (2013). La cultura en el mundo de la modernidad líquida. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Carrizo, L., Espina, M. y Thompson, J. (2003). Transdisciplinariedad y complejidad en el análisis social. MOST-UNESCO. Recuperado de unesdoc.unesco.org/images/0013/001363/136367s.pdf

Delgado, C. (Marzo de 2012). Transdisciplina y metodología de la investigación. Conferencia en el Taller sobre inter, multi y transdisciplinariedad en el postgrado.

Gutiérrez, O. 2015. La persistencia del vacío: la literatura como herramienta compleja que integra y potencia las diversas realidades discursivas. (Tesis doctoral). México: Multiversidad Mundo Real Edgar Morin,. Recuperado de http://www.multiversidadreal.edu.mx/

Lanz, R. (2010). Diez preguntas sobre transdisciplina. RET vol. 2, núm. 1, enero-junio, 2010, pp. 11-21.

Maturana, H. & Varela, F. (1984). El Árbol del Conocimiento: Las Bases Dialógicas del Entendimiento Humano. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.

Morin, E. (1977). El Método I. La Naturaleza de la Naturaleza, Paris: Seuil, col. Points.

Morin, E. (1986). El Método III. El conocimiento del conocimiento. Madrid: Cátedra.

Morin, E. (1999). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.

Osorio, S. (2002). Aproximaciones a un nuevo paradigma en el pensamiento científico. En Manual de iniciación pedagógica al pensamiento complejo. Bogotá: Icfes-Unesco.

Popper, K. (2008). La lógica de las ciencias. México D.F.: Colofón.

Riofrío, W. (2001). ¿Complejidad o simplicidad? A Parte Rei: revista de filosofía. dialnet.unirioja.es/servlet/listaarticulos?tipoDeBusqueda...11792…

Vásquez, A. (2006). La epistemología de Fayerabend. Recuperado de www.observacionesfilosoficas.net/download/feyerabendabril.pdf

Velásquez, A. (Septiembre - diciembre 2007). La organización, el sistema y su dinámica: una versión desde Nilas Luhmann. EAN 129 (61), pp. 129-156 Recuperado de www.redalyc.org/pdf/206/Resumenes/Resumen_20611495014_1.pdf

 

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons