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Revista de Investigacion Psicologica

versión impresa ISSN 2223-3032

Revista de Psicologia  no.28 La Paz dic. 2022

https://doi.org/10.53287/irqy7679mm20a 

INVESTIGACIONES

Representaciones sociales del “trabajo textil” en bolivianos migrantes en Buenos Aires

Social representations of “textile work” in migrant bolivians in Buenos Aires

Representações sociais do “trabalho têxtil” em bolivianos migrantes em Buenos Aires

José Agustín Salas Bustillos1 
http://orcid.org/0000-0002-8784-7241

1 Psicólogo de formación, titulado en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Diplomado en Organización y Administración Pedagógica del Aula en Educación Superior (CEPIES-UMSA), Diplomado en Metodología de la Investigación en Educación Superior (CEPIES-UMSA) y Magister en Metodología de la Investigación Social (UNTREF - Buenos Aires) título obtenido como Becario de la Organización de Estados Americanos (OEA). Realizó cursos de especialización en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en Psicología Comunitaria y en la Universidad de Coímbra Portugal en Epistemologías del Sur. Docente de “Proyecto Integrador Final” en la UNIFRANZ - El Alto y docente en las materias de Taller de Tesis en la Fundación Infocal:. Correo.: josesalasbustillos@hotmail.com


Resumen

Este artículo describe las representaciones sociales del “trabajo textil” en bolivianos que viven y trabajan en Buenos Aires - Argentina. La migración boliviana tiene larga data en el país vecino, y el trabajo textil se ha constituido en la principal ocupación, por encima de la horticultura y el trabajo en construcción. En este artículo se presenta al “trabajo textil” como una ocupación atravesada por la clandestinidad, ilegalidad, explotación laboral, trata y tráfico de personas, precarización laboral y trabajo esclavo. Los resultados indican que los bolivianos trabajadores construyen su identidad sin desapegarse a sus costumbres, experimentando el fatalismo y el conformismo como consecuencias sociales de la explotación y precarización laboral. Los patrones en común indican que el trabajo textil es una forma de vida que implica el abandono de la idea de retorno y la consecución de un duelo perpetuo, teniendo como objeto de duelo al propio país (Bolivia). Estas construcciones recaen en una serie de conflictos internos, sociales y sanitarios. El trabajo textil se convierte en un fenómeno que explica la cadena de valor de la explotación por trabajo en situación de explotación, pero en los bolivianos cobra otra dimensión a partir de sus representaciones sociales que se ven articuladas y a la vez dicotómicas.

Palabras clave: Representaciones sociales; Trabajo textil; Migraciones; Historias de vida; Teoría fundamentada en los datos

Abstract

This article describes the social representations of "textile work" in Bolivians who live and work in Buenos Aires - Argentina. Bolivian migration has a long history in the neighboring country, and textile work has become the main occupation, above horticulture and construction work. In this article, "textile work" is presented as an occupation traversed by secrecy, illegality, labor exploitation, human trafficking and smuggling, job insecurity and slave labor. The results indicate that working Bolivians build their identity without detaching themselves from their customs, experiencing fatalism and conformism as social consequences of exploitation and job insecurity. The common patterns indicate that textile work is a way of life that implies the abandonment of the idea of ​​return and the achievement of a perpetual mourning, having the country itself (Bolivia) as the object of mourning. These constructions fall into a series of internal, social and health conflicts. Textile work becomes a phenomenon that explains the value chain of exploitation by work in a situation of exploitation, but in Bolivians it takes on another dimension from their social representations that are articulated and at the same time dichotomous.

Keywords: Social representations; Textile work; Migrations; Life histories; Theory grounded in data

Resumo

Este artigo descreve as representações sociais do "trabalho têxtil" em bolivianos que vivem e trabalham em Buenos Aires - Argentina. A migração boliviana tem uma longa história no país vizinho, e o trabalho têxtil tornou-se a principal ocupação, acima da horticultura e da construção civil. Neste artigo, o “trabalho têxtil” é apresentado como uma ocupação atravessada pelo sigilo, ilegalidade, exploração laboral, tráfico e contrabando de pessoas, precarização do emprego e trabalho escravo. Os resultados indicam que os trabalhadores bolivianos constroem sua identidade sem se desvincular de seus costumes, vivenciando o fatalismo e o conformismo como consequências sociais da exploração e da precarização do trabalho. Os padrões comuns indicam que o trabalho têxtil é um modo de vida que implica o abandono da ideia de retorno e a conquista de um luto perpétuo, tendo o próprio país (Bolívia) como objeto de luto. Essas construções se enquadram em uma série de conflitos internos, sociais e de saúde. O trabalho têxtil torna-se um fenômeno que explica a cadeia de valor da exploração pelo trabalho em situação de exploração, mas nos bolivianos assume outra dimensão a partir de suas representações sociais que são articuladas e ao mesmo tempo dicotômicas.

Palavras Chave: Representações Sociais; Trabalho têxtil; Migrações; Histórias de vida; Teoría fundamentada em dados

I. Introducción

El presente artículo trata sobre las representaciones sociales de los trabajadores bolivianos respecto al “trabajo textil”. Este estudio es parte de la investigación denominada “Trayectorias laborales de bolivianos trabajadores en Talleres Textiles de Mataderos - Buenos Aires”.1

Para lograr los objetivos se despliega una serie de estrategias metodológicas cualitativas que permiten un recorrido retrospectivo sobre la historia laboral y vital de este grupo de migrantes trabajadores. Un estudio realizado en talleres textiles indica que, “hasta el 2007 existían aproximadamente 5000 talleres textiles informales e ilegales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con más de 25000 inmigrantes indocumentados trabajando dieciséis horas, o más cada día.” (D`Ovidio María, Luciana Malamud, Mariana Creamona, Leandro Martelleti, y Juan Pena. 2007).

La explotación laboral se convierte en un fenómeno irreparable en esta sociedad de consumo, que se establece como un sistema depredador que se sostiene a partir de una estructura jerárquica, dominadora y generadora de desigualdad a diferentes escalas y matices. La explotación laboral en el ámbito del trabajo textil, es gestora de desigualdad social, en donde los trabajadores confieren su fuerza de trabajo a las grandes marcas, quienes pagan montos ínfimos por la producción de prendas de vestir. Pero ¿Qué dicen los propios trabajadores textiles sobre este asunto?, ¿Están conscientes de su situación como “trabajador” e “inmigrante boliviano”? ¿Estos trabajadores consideran “o no” que viven en situación de explotación? ¿Cuál es el sentir del boliviano respecto a su trayectoria como trabajador textil en Buenos aires?, para responder a estas preguntas recurrimos a las representaciones sociales del “trabajo textil” como recurso teórico - metodológico.

Esta investigación se desarrolla a partir de las historias de vida de los trabajadores bolivianos de primera ola.2 Este conjunto de trabajadores pertenece a la primera migración trasnacional de principios de los años 80, destinada al trabajo textil en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En este grupo específico se puede observar fenómenos como: trata y tráfico de personas, explotación laboral, reducción a la servidumbre, esclavitud laboral moderna, etc. En todo este recorrido los trabajadores generan distintas maneras de concebir y percibir el trabajo textil a lo largo del tiempo.

Estas representaciones se van trasformando y consolidando a lo largo del tiempo y se van convirtiendo en aspectos sustantivos y vinculantes en sus expectativas y proyectos de vida. Los componentes psicológicos que se revelan en este artículo juegan un papel trascendental para la comprensión del fenómeno de las migraciones de bolivianos a Argentina y pone en evidencia una problemática latente y ejemplificadora a la hora de reconocer las problemáticas de las migraciones en América Latina.

1. Problemática y objetivo de investigación

En el transcurso de la investigación se construye un modelo de análisis de las trayectorias laborales3 de los trabajadores textiles. Este recurso permitió comprender deductiva e inductivamente la problemática. En este modelo se puede visibilizar las dimensiones y componentes del itinerario del trabajador textil de primera ola. Entre los aspectos más trascendentales de este modelo podemos observar que la migración de estos trabajadores comprende aspectos subjetivos (emociones, pensamientos, formaciones psicológicas propias del sujeto, etc.), intersubjetivos (interacciones, conocimientos compartidos, etc.) y trans subjetivos (antecedentes históricos, contextuales, leyes migratorias, etc), sin embargo, la complejidad de estos elementos se desarrolla a causa de la explotación laboral. Este fenómeno debe ser explicado desde su complejidad, y para entender esto es necesario reconocer como las problemáticas latentes intervienen a lo largo de su vida; y como trascienden estos aspectos al sistema familiar, social, psicológico y sobre todo económico.

La realidad de los bolivianos trabajadores en Argentina, comprende diferentes aristas problemáticas. Goldberg, Alejandro (2014) menciona que, la situación de los bolivianos que trabajan en talleres textiles clandestinos está marcada por “…tráfico de personas, trata y reducción a la servidumbre, delitos asociados con la explotación laboral...las condiciones de precariedad, hacinamiento e insalubridad que caracterizan estos talleres ilegales afectan seriamente a la salud de los trabajadores y en muchos casos también la de sus hijos, que viven con ellos en el mismo recinto”.

Otro estudio indica que “en la industria textil, la mayoría que trabajan en talleres en Argentina son de nacionalidad boliviana” (Arcos, M. 2013). En este contexto alarmante para este sector trabajador boliviano, el presente estudio hace un recorrido a partir del enfoque biográfico y las historias de vida. Buscando reconocer los distintos itinerarios ocupacionales, las rupturas o puntos de inflexión, los hitos analíticos en la historia de esta población trabajadora migrante y, por otro lado, profundizar en las representaciones sociales que estos trabajadores elaboran en torno al “trabajo textil”. Los hallazgos de este estudio responden a la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las representaciones sociales de los trabajadores bolivianos sobre el “trabajo textil”?

2. Método

Las representaciones sociales se brindan como teoría y método, siendo este una construcción que surge a partir de Serge Moscovici en 1961, con su estudio sobre psicoanálisis en la sociedad francesa.

Farr, Robert (1998) indica que “diversos investigadores han usado la teoría de las representaciones sociales para estudiar el conocimiento social en torno a objetos relevantes”. Otra autora, refiere que las representaciones sociales remiten a la manera como nosotros, “sujetos sociales, aprehendemos los acontecimientos de la vida diaria, las características de nuestro medio ambiente, las informaciones que en él circulan, a las personas de nuestro entorno próximo o lejano” (Jodelet, D. 1984: 473).

En este sentido la mente no almacena en la memoria cada cosa que percibe, no guarda la “foto” de cada casa, calle, auto, olores, sabores, creencias, etc.

Es a partir de estos estímulos que se construye una imagen mental de esas cosas y cada interacción con el mundo brinda la posibilidad de calificar este fenómeno observado, por comparación con esa imagen mental preexistente.

Esta teoría sostiene que existe una interrelación entre los sujetos y el objeto susceptible al conocimiento u objeto de representación, para este caso los sujetos involucrados en la construcción de la representación social son los “trabajadores bolivianos” y el objeto representacional es el “trabajo textil”.

Las representaciones sociales del trabajo textil cumplirán la función de guía práctica, de conocimiento del sentido común4, forjados a partir de la experiencia a lo largo de décadas en la misma ocupación, y vinculando conceptos de los mismos sujetos en el contexto de la ciudad de buenos aires.

De acuerdo con la teoría de representaciones sociales propuesta por Moscovici (1976) y Jodelet (2001) “no existe representación que no sea de un objeto y que provenga de un sujeto”. Hablar de subjetividad remite a una concepción de las personas no como individuos aislados, sino como actores sociales activos.

Existen esferas para el análisis de estas representaciones, estas fueron guías para la consolidación del anclaje y objetivización de las representaciones sociales.

2.1 Subjetividad

Este componente o esfera permite analizar los procesos que operan al nivel de los individuos mismos, para esto es necesario determinar cómo los actores sociales se van apropiando y construyen sus representaciones a lo largo de sus historias vitales, tomando en cuenta que “estos procesos son de tipo cognitivo, de tipo emocional, que dependen de experiencias particulares que incluyen su acción en el mundo, pero también remiten a estados de sometimiento” (Foucault, M.1982).

2.2 Intersubjetividad

Esta esfera de la intersubjetividad se refiere a “las situaciones que son elaboradas en la interacción de los individuos, en el marco de un contexto dado, y que contribuyen al establecimiento de las representaciones sociales” (Salazar, T y Jodelet, D 2007). Existe un intercambio dialógico del que resultará una trasmisión de informaciones, la construcción de saberes, expresión de acuerdos o divergencias en torno al trabajo que desempeñan estos trabajadores.

2.3 Trans subjetividad

La esfera de la Trans subjetividad comprende elementos trasversales tanto en los procesos subjetivos como los intersubjetivos. Concentra en sus sistemas de construcción discursiva e intersubjetiva tanto a los individuos como a los contextos de interacción. La esfera trans subjetiva “corresponde al espacio social y publico donde circulan las representaciones” (Salazar, T y Jodelet, D 2007).

En esta esfera los actores están inmersos, así mismo comprende también los modos de pensar y actuar, las normas y valores que caracterizan una cultura, estas representaciones traspasan el marco de las interacciones, se impone a los copartícipes, constituyendo el telón de fondo de las representaciones sociales.

2.4 Las esferas y su interacción

Esas tres esferas se cruzan y se ajustan en la construcción de representaciones sociales en los espacios concretos de interacción de los sujetos y los grupos. Esta idea es necesario complementar y precisar el papel de las representaciones sociales en cada una de las esferas.

Para estudiar las representaciones sociales, el juego de las tres esferas se presenta como un recurso elemental, donde a nivel subjetivo las representaciones sociales tienen una función expresiva y provienen del discurso o relato de los actores sociales -trabajadores textiles- quienes proporcionan sus conceptos que son resultado de aquellos saberes originados en el sentido común.

2.5 Apuntes metodológicos del trabajo de campo

En primera instancia se contactó con los informantes clave a través del sistema “bola de nieve”5 y se ingresó al contexto de trabajo (talleres textiles clandestinos).

Cabe mencionar que estos espacios se caracterizan por ser restringidos, y no se permite el acceso de personas ajenas a la familia o al equipo de trabajo. Por otra parte, cuentan con un mecanismo de seguridad para detectar cualquier tipo de situación que pueda atentar contra la integridad de los trabajadores textiles o contra el establecimiento en donde realizan sus labores.

Se llevó a cabo una observación participante, ingresando a los talleres textiles, colaborando con algunas tareas, y conociendo a los trabajadores y a sus familias, buscando generar un espacio ameno de interrelación con los trabajadores y sus familias.

Este tipo de observación participante permitió interactuar con los trabajadores, observar la jerarquía ocupacional dentro del taller textil y conocer la maquinaria utilizada en el proceso de fabricación de prendas de vestir.

La ventaja de la observación como técnica de investigación fue reconocer las prácticas cotidianas de los miembros de la familia, la interacción de los padres con sus hijos, la interacción entre trabajadores, observar el tiempo en el proceso productivo de confección de prendas de vestir. Sin embargo, para las entrevistas biográficas, se intentó garantizar espacios adecuados, dentro o fuera de sus domicilios con el objetivo de precautelar la confidencialidad.

El número de casos se estableció a partir del criterio metodológico de la saturación teórica en donde “agregar nuevos casos no representa hallar información adicional por medio de la cual el investigador pueda desarrollar nuevas propiedades de categorías” (Guillermo Neiman y German Quaranta 2006; 221)

Para reconstruir las trayectorias laborales de los trabajadores textiles se llevaron 10 entrevistas siguiendo la lógica del método biográfico.

Los casos para ambas muestran fueron seleccionados bajo los siguientes criterios:

- Trabajadores que se hayan desempeñado en esta ocupación por lo menos desde finales de los años 80 hasta el 2015 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

- Trabajadores textiles bolivianos que actualmente cuentan con emprendimientos propios, en preferencia con sus familias y que hayan sido anteriormente trabajadores dependientes.

- Trabajadores con edades entre 45 y 60 años de edad, que es el rango de edad del trabajador boliviano migrante a afínales de los años ochenta y principios de los noventa o, dicho de otra manera, los migrantes textiles de la primera ola.

- Trabajadores varones, ya que, en gran medida, la distribución de roles en el taller textil otorga a la mujer diversas tareas que no están vinculadas directamente con las máquinas de coser.

La información obtenida del trabajo de campo en torno al abordaje cualitativo fue analizada a partir de las siguientes estrategias:

- Se llevaron a cabo registros de información, como resultado de las visitas a los talleres textiles y la observación participante en estos espacios.

- Se realizó un análisis socio hermenéutico de los discursos obtenidos en las entrevistas biográficas y las entrevistas semi estructuradas, es decir con “un análisis pragmático del texto y de la situación social en sus dimensiones macro y micro” (Alonso, 1999; 211). Desde esta perspectiva lo que se busca es “recoger hechos del habla y constituir con ellos un corpus que adquiera sentido en relación con los usos principales que, desde las hipótesis, orientan el discurso de los enunciantes” (Alonso, 1999;207)

- Para el análisis del corpus de las entrevistas se planteó una serie de categorías que nos permitieron aprehender el mundo de las ideas, y el sentido común en el caso de las representaciones sociales.

Cada una de estas categorías y el análisis de las entrevistas, en articulación con otras fuentes se hicieron a través del programa de análisis cualitativo Atlas/ti. Este programa permitió realizar una interpretación horizontal y vertical de las historias de vida (análisis relacional del grupo de trabajadores) y vertical (análisis individual por trabajador). Este análisis también permitió un análisis integral, que consistió en la articulación de fuentes secundarias y de los documentos relacionados con la problemática.

III.Resultados

Sobre esto, es necesario mencionar que la construcción de las representaciones sociales del “trabajo textil” involucra a los trabajadores bajo los siguientes lineamientos:

- Ellos se convierten en constructores de los significados de su trabajo.

- El proceso de construcción e intercambio de representaciones sociales del trabajo textil del colectivo hace alusión a situaciones concretas en donde estas representaciones juegan un papel crucial sobre como ellos piensan, sienten y viven.

- No existe una única representación del trabajo, sino múltiples, y estas poseen elementos simbólicos comunes al grupo, ideas, imágenes, opiniones, rituales, códigos que le dan sentido a su identidad como trabajadores textiles.

- En las representaciones sociales del trabajo textil convergen historias, relaciones sociales, prejuicios, que dependen del contexto y la dinámica de grupo, incluyen además contenidos cognitivos, afectivos, códigos de valores y simbólicos que tienen como función orientar el desempeño cotidiano en el taller textil.

a. El Trabajador Textil como proceso identitario “operadores textiles o costureros”

Las representaciones sociales “median entre las personas y la realidad. Interpelan a los seres humanos como sujetos, de esta manera producen identidad” (Salazar, T y Jodelet, D. 2007). Estos trabajadores construyen una representación de sí mismos como trabajadores, además, como trabajadores de un sector específico, mencionan su ocupación como “costureros” u “operadores textiles”.

Es aquí donde se ubica el primer aspecto constitutivo de esta representación. La asignación que ellos mismos le otorgan a su ocupación. En la mayor parte de los casos admiten que son “operadores textiles”, definición que ha sido otorgada por una “norma técnica de competencia laboral” a aquellos trabajadores que cumplen con la producción de prendas de vestir. Los trabajadores bolivianos desconocen esta construcción conceptual, sin embargo, el título de operador textil se ha diseminado a raíz de las categorías ocupacionales vinculadas al proceso de empadronamiento biométrico derivado de los procesos electorales que subyacen a partir del trabajo del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia para las elecciones presidenciales en el exterior. Este proceso se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires (y en otras ciudades de Argentina) en los años 2008 y 2014. En donde el empadronador asignaba una ocupación, según el rubro de trabajo, por un lado, podía asignar el título de “costurero” u “operador textil”.

El uso lingüístico de la palabra operador fue considerado por estos trabajadores como un término que le otorgaba un nivel de jerarquía a la ocupación desde la percepción de los propios trabajadores en relación a ser o decir que son “costureros”, ya que, al interior del grupo de trabajadores inmigrantes, el mencionar su ocupación como “operador textil”, les asigna cierto valor y aprobación. Uno de ellos indica, “…nosotros somos operadores textiles porque manejamos máquinas y sabemos todo de este oficio, cuando me preguntaron en el consulado que era, yo dije operador textil con orgullo”.

La referencia de la ocupación como “operador textil” fue utilizada por 14 trabajadores en relación a 6 que asumen que su función es la costura. La representación de estos trabajadores sobre la costura, es asignaba de acuerdo a la imagen que ellos tienen sobre esta función en el contexto de Bolivia. Esta imagen recrea a un trabajador cuyas funciones son la enmienda de prendas de vestir y los trabajos pequeños de arreglo de indumentarias.

En la mayor parte de los casos el grado máximo en esta jerarquía ocupacional esta concedida al sastre, sin embargo, ellos consienten que su función no es la de un sastre, consideran que el trabajo de diseño, creación y producción de prendas de vestir inherente al quehacer del sastre comprende un grado de complejidad sustantivo y que su ocupación no aplica a esta categoría.

b. El boliviano es “Trabajador”

Cuando nos referimos a representaciones, estamos ante “un conocimiento práctico” (Jodelet, D. 1984) que orienta la acción de los trabajadores desde su realidad cotidiana, a su vez nos interesa saber las motivaciones que tiene el boliviano para incorporarse al trabajo textil. En este sentido, la representación social que se tiene comúnmente en el contexto de Buenos Aires sobre el trabajo del boliviano, en sus diferentes ocupaciones como “la construcción”, “el trabajo en la horticultura (verdulería)” o en la “producción de prendas de vestir” es que el boliviano es “trabajador”. Los medios de comunicación y la información que se maneja en el contexto mayormente consideran que “el boliviano es, además, víctima de explotación, trata, tráfico y segregación laboral” (Novick, S. 2005).

Contrariamente a estos presupuestos, “trabajar en talleres textiles” para la mayoría de los trabajadores textiles, resultó ser deseable. Mario expresa que el trabajo en el taller es “la mejor oportunidad de empleo” y que gracias a este trabajo satisfacen sus necesidades económicas.

Los aspectos que motivan el trabajo textil en los bolivianos no pueden ser reducidos a un tipo de motivación. No solo trabajan “para” tener remuneración económica, sino que están presentes otros “porqués”, como las diferentes recompensas sociales, entre las que pueden mencionarse, la interacción social (con otros trabajadores textiles o clientes que se favorecen de este trabajo), el respeto, la posibilidad de ascender en la escala jerárquica del trabajo textil o sentimiento de ser útil a la sociedad (enviando remesas a las familias y ser parte del circuito de la fabricación de prendas de vestir).

Siguiendo a Moscovici, Serge (1979) asumimos que “las principales fuentes de información que alimentan una representación social pueden ser los medios de comunicación masiva, las interacciones que se establecen con los individuos de los grupos a los que pertenecen y las vivencias cotidianas”. En este caso, los medios de comunicación no fueron la fuente de información principal y la conexión de ellos con el mundo exterior. La privación de estos medios en gran parte de sus trayectorias -televisión y la radio- derivo en el desconocimiento de los derechos como trabajador e inmigrante.

La mayoría de estos bolivianos llegaron a trabajar en estos talleres por influencia de familiares. Existe un grupo menor que fue captado desde Bolivia por una red de trata y tráfico de personas6 y en algunos casos por conocimiento u omisión fueron las propias familias las que se brindaron para articular estas redes de trata y tráfico en donde el objetivo central era atraer y persuadir a los individuos desempleados para que llegaran a Buenos Aires y puedan trabajar y fortalecer el trabajo en situación de explotación.

Para esto se ofrecían a brindar trabajo y beneficios, como pasajes gratis, comida y un empleo digno a sus propios familiares, desembocando esto en precariedad laboral, explotación, esclavitud laboral y hacinamiento.

c. Trabajo textil: “vocación” o “necesidad”

Los relatos describen dos tipos opuestos de trabajadores textiles. El trabajador textil “por necesidad” y el trabajador textil “por vocación”. El trabajador textil por necesidad es identificado como aquel que carece de empleo antes de la migración, y según los entrevistados, experimentan una vida difícil, con privaciones y en la mayor parte de los casos con la necesidad de mantener una familia. Sin el apoyo económico de sus familiares quienes también padecen de pobreza en su país de origen se ven en la imperiosa necesidad de independencia económica y es así llegan al contexto de Buenos Aires. Inevitablemente este tipo de trabajadores textiles sufren los padecimientos de la explotación laboral en todas sus variantes. Empiezan desde el escalafón más bajo en la jerarquía laboral del trabajo textil, siendo ayudantes y en muchos casos sin remuneración.

Por otro lado, está el trabajador textil por vocación, este se caracteriza por haber realizado trabajos similares en el país origen, cuenta con habilidades y competencias que le permiten insertarse al mundo laboral del trabajo textil con mayor facilidad. Algunos llegan directamente a ocupar la máquina de coser, y es importante señalar este aspecto, ya que son 4 casos de 20 los que presentan esta condición como trabajador textil y en sus relatos se observa que su experticia le permite reducir sus prácticas en torno a la explotación laboral. Estos trabajadores son tratados de diferente manera, gozan de consideración en cuanto a los horarios de llegada y salida, permisos e incluso en cuanto a beneficios económicos. Tomando en cuenta que este tipo de trabajadores tienen más conciencia sobre su condición de trabajador explotado, es el ejemplar prototipo de trabajador que legitima la representación social del contexto que identifica a los bolivianos como “trabajadores”.

Sin embargo, este tipo de trabajador, como es el caso de Fernando que actualmente trabaja como diseñador, en el teatro Cervantes, no está exento de las condiciones de irregularidad y trabajo precarizado.

“…yo he trabajado en costura desde niño…ahora he llegado a trabajar en el teatro cervantes, pero por no tener diploma de bachiller estoy trabajando en negro, lo que sí, me pagan bien no más”. (Fernando, Mataderos).

Cabe afirmar que, en la mayor parte de los casos, estos trabajadores lograron establecer un patrimonio importante a partir de sus ocupaciones como trabajadores textiles a lo largo de las últimas décadas. Se observa que en el grupo se ganan el respeto y la valoración de sus equivalentes tras sus logros en términos de bienes y de poder adquisitivo.

En contraste con la imagen de trabajadores textil por vocación esta la del trabajador textil por necesidad, al que le atribuyen características negativas, como la vulnerabilidad ante su trabajo, la incapacidad, la tendencia a cometer errores, especialmente en el proceso de aprendizaje de la ocupación y la ausencia de valentía para enfrentar la situación de explotación en las que viven.

El trabajador textil por necesidad, es el que siente mayor temor, según lo expresa un trabajador textil.

“…no sabía nada…más bien uno que es de mi pago me ayudo al principio, los que sabían, también paisas son egoístas y envidiosos, non te ayudan así no más………al principio me sienta mal porque no me pagaban nada por aprender, y me sentía mal”. (Walter, Mataderos)

Los trabajadores textiles por necesidad, son aquellos que tienden a mantener su puesto de ayudante durante años y solo pretende salir de su crisis económica y volver a su país. Trabaja sin remuneración, y se mantiene esta lógica mientras no sea cabalmente productivo, por otro lado, está el miedo, como fundamental sentimiento de este grupo, por una parte, a ser denunciados por sus propios patrones, si es que no trabajan de manera productiva y eficiente, por tal razón se ven en la obligación de aprender a utilizar la recta o el over. A pesar de lidiar con todos los problemas, estos no pueden acudir a ninguna instancia que tenga como competencia velar por sus intereses y sus derechos como trabajadores migrantes.

d. El significado del “trabajo textil”: Del Odio al Aprecio

En el caso de los trabajadores textiles por necesidad, ellos mencionan que no tenían otra salida, que este empleo se estableció como una obligación y que con el tiempo fueron ganando aprecio por la ocupación, ya que les permitió salir de la miseria.

“…yo solo quería hacer un poco de guita y volver a Bolivia, allá tenia a mi pareja, mi familia, todo………pero con el tiempo ya no puedes dejar la máquina, ganaba buen dinero, y como no hay donde salir, prefería trabajar y por eso me traje a mi familia también” (Mario, Mataderos)

En otros relatos se percibe que al principio de su itinerario laboral en Argentina el propósito era trabajar, conseguir dinero e irse del país a sus respectivas residencias en Bolivia. Con el tiempo esta percepción sufre alteraciones, se van acostumbrando a la dinámica de trabajo, al estilo de vida en los Talleres Textiles. Así mismo, admiten que tuvieron que aguantar esa situación por el estado de angustia en el que vivían, aceptan que no solo la ocupación les parecía mecánica y aburrida, sino que en la actualidad siguen considerando lo que hacen, algo dañino y monótono. Sin embargo, defienden el hecho de perseverar en el trabajo por la necesidad económica.

Estos actores sociales expresan que uno de los beneficios del trabajo textil es que pueden estar cerca de su familia. Y que a diferencia a otras ocupaciones en las que se inserta el trabajador boliviano, como la construcción y el trabajo en las verdulerías, este trabajo es mejor remunerado y no requiere que ellos salgan de su casa.

“…cuando estoy en el taller puedo hablar con mis hijos, con mi mujer y mis amigos, de paso no tengo que salir de mi casa y viajar como otros para llegar a sus trabajos, así me siento tranquilo……además los de construcción, yo conozco varios que se han accidentado” (Joaquín, Mataderos)

Joaquín relata que su trabajo en el taller textil, es menos peligroso que el trabajo en la construcción, e indica que otros bolivianos que trabajan en construcción, están expuestos a accidentes y que el trabajo en la verdulería no les puede retribuir económicamente lo mismo que el trabajo textil.

A su vez, este grupo no refiere que sean explotados, de cierta manera exponen que nunca han estado acostumbrados a otro estilo de vida en términos laborales, que justamente esa es la forma de trabajar que ellos tienen como referencia desde la infancia y que esta dinámica laboral la sostienen desde sus antepasados.

Resulta lógico pensar que esta representación social del trabajo se ha mantenido y sostenido a lo largo del tiempo. Esa idea de naturalizar el trabajo desde esa óptica no justifica que estos trabajadores hayan tenido que aceptar la realidad basada en condiciones de precariedad laboral precarias, atentando contra su salud física y mental.

e.Vivir para trabajar o trabajar para vivir

En las entrevistas se observa que el trabajo textil no representa el inicio de sus trayectorias laborales, estos trabajadores cuentan con experiencias laborales desde la infancia en su país de origen. El ingreso al mundo del trabajo es vivido desde el comienzo como una necesidad personal de autoabastecimiento. Tener su propio dinero para utilizarlo a discreción en función de sus "propias" necesidades o gustos (aunque en algunos casos, parte del sueldo sea destinado a completar el presupuesto familiar). Los que pasaron por la experiencia del trabajo rural cuando eran pequeños recuerdan ese momento como el más difícil, tal como indica José “Me acuerdo que yo tenía que ayudarle a mi papá a cosechar, y a veces me pegaba si no hacía bien mi trabajo”.

El trabajo en este grupo es algo que siempre estuvo presente, la explotación fue latente e inherente con distintos matices.

f. El trabajo es un logro

Entre los aspectos atractivos que tiene este trabajo, los actores sociales señalan que observaron cómo sus compatriotas, familiares o amigos pudieron lograr forjar un propio patrimonio familiar o personal. Como representación social aquí sostienen que ser trabajador textil, significa surgir en una escala social donde ser boliviano y migrante representa una desventaja, sin embargo, el logro o mérito está en la obtención de ingresos económicos y bienes como principal elemento que permite un espacio de valoración, apropiación y de poder.

…al principio no creía que se podía hacer plata, pero cuando ya me compré mi propia máquina y después otra, ya no te da ganas de volver, quieres seguir laburando para comprar más cosas, así me comprado una casa. (Iván, Mataderos)

Lograr conseguir un empleo como trabajador textil resulta un logro según sus experiencias. En la mayor parte de las historias, ellos relatan que, desde la partida en sus lugares de origen, inicia una odisea hasta llegar al escenario del taller textil, aquí se ubica el desapego a los seres queridos, el inicio del duelo migratorio a través del viaje. Sobre este último, la mayoría nunca tuvo viajes de esa naturaleza, en todos los casos mencionan el viaje como un calvario, por el tiempo que comprende viajar desde sus lugares de origen hasta Buenos Aires.

La incomunicación, el maltrato psicológico -en algunos casos físico- y situación precaria a la que están sometidos, genera angustia, frustración y culmina con su resignación al no tener la posibilidad de dar vuelta el asunto y retornar a Bolivia. Aquí se percibe en ellos que, se aferran al trabajo como medio para olvidar o prescindir de la realidad a la que están sumidos, Walter menciona que “No tenía donde llamar, no nos dejaban salir, lo único que podía hacer era trabajar”.

El trabajo textil se convierte así en una droga, en un estimulante para el olvido y en una evasiva forma de lidiar con la realidad en la que viven. Y que así mismo se transmite de miembro a miembro en cada una de las familias, y en algunos casos a segundas generaciones.

…a nosotros como familia solo nos quedaba trabajar para pagar nuestras deudas, como no podíamos salir, lo único que hacíamos era trabajar desde que despertábamos hasta amanecer, a veces ni dormíamos, incluso cuando nos iba bien seguíamos así trabajando, hasta que se enfermó mi hijito menor y por no llevarle a tiempo al hospital se murió” (Mario, Mataderos)

En este contexto, no se justifica las horas de trabajo ni el nivel de explotación a la que están expuestos, pero se comprende la necesidad psicológica de canalizar esa frustración y el truncado proceso de elaboración de duelo migratorio.

Sean estos trabajadores dependientes o independientes, como ya se ha señalado en capítulos anteriores, la realidad desemboca en el mismo terreno de explotación laboral. Este aspecto representacional está vinculado al trabajador textil, sin ignorar el periodo, la situación económica, en fin, es una condición que atraviesa y se convierte en una transversal a lo largo de las trayectorias laborales de los bolivianos que trabajan en talleres textiles.

g. El trabajo es un medio para alcanzar otros fines

Otro eje importante en la construcción de la representación social del trabajo textil es que los trabajadores en la mayor parte de los relatos, confiesan que no importa la situación en la que ellos vivan o trabajen, las circunstancias siempre serán mejores que en Bolivia.

Ellos admiten que las condiciones laborales adversas en los talleres textiles no difieren de sus experiencias previas a la migración. Ya que en muchos casos estos trabajadores han sido expuestos a trabajos forzados, desde la niñez.

“…yo de niño tenía que trabajar en la mina de Llallagua, uhhhhh esto no es nada pues, nosotros nos quedábamos horas con mis hermanos, desde niño yo trabajaba con pico y pala. (Fernando, mataderos)

Son las nuevas generaciones, los migrantes de segunda generación en esta ocupación los que se resisten a transitar el mismo destino que sus progenitores. Aunque estos se insertan tempranamente al trabajo, son sus propios padres quienes pretenden un futuro diferente para sus hijos, esencialmente fuera de todo lo que representa el taller textil. Reconociendo que el trabajo textil es nocivo para su salud, Se construye aquí una expectativa en torno a sus hijos que es discordante a la vida de ellos. Tal como José explica, “yo quiero que mis hijos estudien, para que no vivan lo que yo he vivido……yo no creo que pueda estudiar, ya estoy viejo, estoy viviendo en mi ley”, esta mentalidad fatalista conduce a un camino sin retorno, el sentimiento de conformismo lo sostienen la mayor parte de los entrevistados en esta investigación.

Así mismo esta ocupación, les permite -sin importar el costo y los riesgos laborales- alcanzar una remuneración económica aceptable. Ellos admiten que el tiempo es equivalente a dinero, esa premisa o formula es la que conduce a estos trabajadores a no apartarse de su herramienta de trabajo.

Sobre este aspecto, reconocen la representación social de la sociedad argentina sobre su ocupación, están conscientes que existen instancias que tienen como objetivo denunciar los casos de trabajo en situación de explotación laboral. Como es el caso de la Fundación “Alameda” que se conforma como una organización no gubernamental que lucha contra trata de personas, trabajo esclavo, y otras causas que transgredan los derechos laborales y humanos.

Sin embargo, para ellos admiten la lucha de estos movimientos sociales e instituciones, es parcial ya que solo llega a denunciar el funcionamiento de talleres textiles clandestinos y en consecuencia no tienen mayor mediación y competencia para generar alternativas de trabajo y esto trae como resultado que los trabajadores textiles bolivianos pierdan su fuente de ingreso tras el cierre de estos talleres textiles ilegales.

Estos trabajadores consideran que estas instituciones tienen una mediación estéril en torno a la complejidad que representa esta problemática. Y por lo general estas instancias no proponen una solución a los problemas sustantivos de este grupo social.

h. El trabajo es un medio para lograr la independencia

La mitad de los trabajadores comparten una representación social del trabajo textil. Determinaron que a diferencia de cualquier otra ocupación en la que pueda insertarse el inmigrante boliviano, el trabajo textil les permitió lograr la independencia laboral, algo que aseguran no podrían lograrlo a través del trabajo en construcción o en la producción o distribución y venta de verduras “la horticultura”.

La independencia puede llegar tempranamente en esta ocupación, como Mario expresa, “yo trabajé con un coreano 6 meses y ya me compré mi propia máquina y ya trabajaba solito, independiente en un cuarto”.

El trabajo textil se consolida como una vía que posibilita la independencia laboral, y que a partir de este medio se logra mayores ingresos económicos para la familia, o para la inversión de bienes materiales, inmuebles o más maquinas en el caso de emprendimientos familiares.

Esta independencia se convierte a lo largo del tiempo, en una camisa de fuerza para agudizar su nivel de auto explotación laboral. Como Walter menciona “ya no había quien nos diga cuanto teníamos que trabajar, podíamos trabajar todo el día si es posible”.

Así se convierte en un círculo vicioso, en el que el trabajo textil se convierte en un medio para logra la independencia y esta condición les permite exponerse a mayores riesgos laborales, a sumergirse en el trabajo forzado y sin fijar un horario estable de trabajo.

i. El valor del trabajo textil: “Encontrar trabajo es difícil”

Esta premisa se maneja en las historias de vida, desde el comienzo de su vida laboral. Los trabajadores textiles consideran que buscar trabajo es difícil porque no cuentan con estudios previos, en algunos casos ni siquiera los estudios primarios.

Esta condición determina la inserción laboral de este grupo de inmigrantes tanto en el país de origen como en el país de destino. La alternativa del trabajo textil se establece como una posibilidad accesible de trabajo.

En el caso específico de buenos aires, los trabajadores textiles afirman que conseguir trabajo en un taller textil es lo más fácil, Ivan menciona lo siguiente, “A mí me dieron trabajo rápido, solo fui y ese mismo día estaba trabajando, no me hicieron entrevista, nada, se de otros paisanos que van a la placita del textil7 y encuentran trabajo al tiro”.

4.10 El lugar que ocupa el trabajo textil en el antes y el ahora

Estos trabajares en su mayoría tuvieron que dejar sus familias y migrar. En estos casos la experiencia laboral temprana no es vivida en términos positivos sino más bien como una forma casi involuntaria de atender las necesidades prioritarias de la familia. Y es imperativo dos aspectos, él envió de remesas los primeros años de estadía y trabajo en Buenos Aires, y consecuentemente el traslado de sus familias a suelo argentino.

El trabajo en este sentido comienza a ser visto como una forma de satisfacer necesidades propias. No se trata sólo de necesidades materiales sino de otros espacios de autonomía.

El trabajo textil ha representado algo contrapuesto en el antes y el ahora. Lo interesante sobre este punto es que, la representación social del trabajo textil al principio este atestado de connotaciones negativas.

…al principio cuando bien al país y empecé a trabajar, dije, en que me he metido, me parecía difícil y no me gustaba, de paso nos trataban mal, solo quería volver, no aguantaba más, pero no podía porque no me dejaban ni salir a llamar por teléfono, era jodido. (José, Mataderos)

Contrariamente a esta postura, la representación social que estos trabajadores le otorgan al trabajo textil en la actualidad, contiene una valorización positiva.

…para mí es un trabajo cómodo, lo hago en mi casa...gracias a mi taller tengo esto (señala la casa), me pude comprar cosas, no cambio mi trabajo por nada, solo no quiero que mis hijos continúen, quiero que vayan a la universidad. (Walter, Mataderos)

En este fragmento se denota la valoración positiva por su ocupación, el único aspecto negativo del trabajo textil en este sentido, es haber incumplido con su rol como padres de familia, admiten y reprochan su actitud por haber dedicado su vida al trabajo descuidando aspectos vitales asociados a la crianza y enseñanza de sus hijos.

En tanto el criterio que estos trabajadores sostienen sobre la división de responsabilidades familiares, determina que la mujer está destinada a cumplir los papeles de cuidado y crianza, criterio que sirvió de justificación para el incumpliendo de estos roles, como así indica Mario, “yo no podía hacerme cargo de ellos, salíamos los fines de semana, pero estas cosas mejor las hace la mujer así que con eso estaba tranquilo”.

Trabajar en talleres textiles, para este grupo conlleva diferentes connotaciones en el antes y el ahora, pasa de ser una actividad impuesta bajo coacción a ser un trabajo que ellos le asignan calificativos positivos.

…yo no estaba conforme con lo que ganaba, quería vivir mejor, bien” …...yo evaluó como positivo pese a lo que hemos pasado este país te da mal o bien. En parte si en parte no, porque nos da dinero, pero la inseguridad eso no, igual gracias a mi taller he logrado vivir. (Iván, Mataderos).

IV.Discusión

Tras haber analizado la problemática de la explotación laboral en las trayectorias laborales de los trabajadores textiles, nos encontramos ante un entramado de situaciones que marcan una realidad deslucida,

Como se vio a lo largo del análisis, la explotación laboral y sus variantes, están enraizadas en las prácticas cotidianas y se gestan en las experiencias laborales antes de la propia migración. Esta carga esta naturalizada en muchos casos a través de las creencias y formas de reconocer el trabajo desde la niñez. Sin embargo, no se puede legitimar y pasar por alto aquellas prácticas que vayan en contra de los derechos humanos y laborales de estos actores sociales y sus familias.

Este escenario se debe revertir a través de mecanismos institucionales que permitan a los trabajadores comprender las diferencias entre trabajo digno y trabajo esclavo, trabajo en situación de explotación y derechos de los trabajadores, generando así una visión crítica de su situación laboral.

Se debe comprender que la evolución de esta problemática ya no pasa por solamente por el cumplimiento de las leyes vigentes y normativas que establece la sociedad de destino, sino por la iniciativa y reconocimiento de alternativas de solución a la difícil tarea de revertir las condiciones que aquejan a una gran parte de los trabajadores en talleres clandestinos de la CABA8.

El fin de rescatar las representaciones sociales de los trabajadores textiles, y profundizar la temática de la explotación laboral desde el componente subjetivo, intersubjetivo y trans subjetivo de este grupo de trabajadores, se constituye como un principio elemental para una propuesta de intervención desde la psicología social. La intervención estaría encaminada a conducir a los trabajadores textiles a tomar conciencia sobre las consecuencias asociadas a las condiciones inadecuadas de trabajo y a los riesgos psicosociales a los que están expuestos ellos y sus familias.

El mismo universo trans subjetivo nos demuestra que el contexto argentino, ha mostrado una postura favorable, a raíz de las leyes vigentes, convenios internacionales y el programa “patria grande”. Sin embargo, este componente no es suficiente para revertir la realidad, ya que se debe concientizar y buscar la transformación desde el propio trabajo directo con los grupos sociales vulnerables y transformas el campo representacional que los trabajadores construyen sobre su propio mundo del trabajo, coincidiendo con la idea, de que, no sé logra la transformación del campo social sin la reflexión interna y lucha de los verdaderos afligidos.

Los medios de comunicación cumplen un rol fundamental en la construcción de las representaciones sociales sobre cualquier objeto, los medios de comunicación locales como radios y periódicos de la comunidad boliviana o no, están en la responsabilidad de transmitir información que contemple temas asociados a la problemática de este grupo migratorio, que contengan argumentos que articulen temáticas de derechos laborales. También rescatar aspectos sustantivos en torno al trabajo, como estudios sobre ergonomía asociado al trabajo en costura, riesgos psicosociales del trabajo esclavo o en situación de explotación laboral, otros.

Será importante acentuar la relevancia de las denuncias en casos explotación laboral, reducción a la servidumbre, trabajo esclavo, trata y tráfico y otras prácticas que vayan en contra de los derechos humanos de los trabajadores.

Plantear nuevos interrogantes y proponerse nuevos desafíos a través de la investigación, permite sostener una postura crítica y comprometida con la sociedad. Es decir, emprender nuevas búsquedas retomando nuestro compromiso con el trabajador, con la problemática que se despliega en las mismas calles o espacios de trabajo donde tiene asidero las problemáticas del trabajo, y comprender los sentimientos, emociones y afectos de los propios grupos vulnerables en su contexto de vida y de trabajo.

La problemática de los talleres textiles se ha sostenido en el tiempo, el trabajo esclavo, la precariedad laboral, trabajo en negro son algunas de las formas de trabajo que aún se puede observar en el mundo con diferentes matices, según los cambios políticos y migratorios sin embrago la autora justifica esta posición aduciendo que las condiciones en estos talleres arrastran las condiciones de trabajo en toda la cadena de producción, incluso en los trabajadores que gozan de todos los beneficios sociales, en otras palabras como trabajadores en blanco.

Desde un análisis macro social de la problemática podemos concluir que la migración laboral masiva a la Argentina, especialmente a finales de los años ochenta, está asociado con el despido masivo más importante de mineros en Bolivia, que dio lugar al flujo migratorio más alto, cinco de los diez participantes así lo señalan, estos ex residentes de los centros mineros de Bolivia, admiten su decisión de migrar estuvo asociado con la desvinculación de sus padres al trabajo minero en los centros de LLalagua, Uncía y Siglo XX.

En este contexto socio económico desfavorable en Bolivia, la Argentina se convirtió en destino prometedor para los migrantes limítrofes. La ley de convertibilidad permitió a los extranjeros obtener ganancias en dólares. Este aspecto confino a estos trabajadores textiles a trabajar más tiempo, y a entrar en la lógica de ahorro y envió de remesas a sus familias.

Estamos ante un contexto Latinoamericano de desigualdad social extrema, donde los pobres son los directos afectados, y las políticas estatales no generan salvo conductos que den respuesta a la problemática social en términos de resguardar y defender los derechos laborales y humanos. En esta atmósfera es aún más preocupante la situación de los migrantes, quienes son los que están sumidos no solo en la pobreza, sino deben enfrentar un contexto de exclusión, explotación laboral, discriminación, xenofobia y otros problemas asociados a la desigualdad social.

Si bien, no en todos los casos fueron atraídos por redes de trata y tráfico, se comprende que la mitad de este grupo fue captado por personas que trabajan en estas redes, o que fueron atraídos mediante comunicados emitidos por las radios locales o por diarios donde se publican avisos de requerimiento de personal para realizar trabajos en el exterior. Es así que manifiestan que las redes de trata y tráfico se dan inicio en el mismo país de origen y que operan sistemáticamente hasta el último espacio de destino, el “taller textil clandestino”.

Los medios de comunicación participan conjuntamente los sujetos que son parte de la captación de personas desempleadas. Estas instancias tienen la función de persuadir con el objetivo concreto de ofrecer viaje, vivienda, trabajo digno, excelente remuneración y en muchos casos hasta viajes vacacionales. Un factor importante en las representaciones sociales es duelo migratorio. Este proceso de ruptura está marcado por la migración. Este tipo de duelo se convierte en un proceso colectivo y psicosocial que no solo afecta al propio trabajador sino repercute en su dinámica social y familiar. Se trata justamente de un estado emocional en donde no todas las personas tienen la posibilidad de elaborar el proceso de la misma manera. Estos trabajadores experimentan un primer choque desfavorable al afrentarse ante una realidad disímil a sus expectativas iniciales.

Así el proceso doloroso del duelo migratorio se convierte en algo íntimo y reservado, estos trabajadores en sus primeras historias laborales en el contexto de buenos aires no tienen la posibilidad de exteriorizar sus sentimientos y emociones, ni siquiera a las personas más allegadas. Este se convierte en un factor que juega en contra de estos actores sociales, tras no verbalizar sus miedos, frustración y tristeza por las pérdidas que subyacen del objeto del duelo “su país”. La representación social del “trabajo textil” en relación al duelo migratorio es concluir que este trabajo se convierte en el engranaje que permitiría a estos trabajadores volver a su país como triunfadores, sin embargo, los mecanismos internos y situacionales que implica el trabajo textil hace que este proceso no se concrete nunca.

Las consecuencias de este proceso de duelo con el tiempo se convierten en dos patologías sociales, el conformismo y el fatalismo. Este fenómeno se trasforma en un círculo vicioso que convierte a los trabajadores en víctimas de explotación laboral tras ser prisioneros de pensamientos colectivos recurrentes como “ya nacimos en condiciones de pobreza y seguiremos así” y afectan la historia vital, laboral y familiar de los trabajadores. Este tipo de esquemas de pensamiento fatalista se consolida a nivel colectivo y hace que estos grupos sociales en su mayoría no luchen por sus derechos humanos y laborales.

Como resultado tenemos un duelo no elaborado que contribuye a generar sentimientos de aislamiento y de sumisión en estos trabajadores, especialmente en el periodo que comprende su llegada al país. Estos sentimientos logran posicionar a estos trabajadores en una situación de vulnerabilidad de tipo psicológica que, asociada con su vulnerabilidad social, enmarcan un escenario propicio que permite la explotación de su fuerza de trabajo.

V.Conclusiones

Las representaciones sociales, como conocimientos del sentido común y en este caso sobre su propia ocupación, se encuentran vinculados a la reproducción, legitimación y naturalización de prácticas en torno a diferentes variantes de explotación laboral. Como principales hallazgos tenemos:

- La representación social de su de su identidad como trabajador se encuentra jerarquizada, en la mayor parte de los casos se consideran a sí mismos como “operadores textiles”.

- El trabajador boliviano esta consiente que es su mejor y única opción de trabajo. En este sentido se generan dos representaciones opuestas sobre el trabajo textil, una representación al principio de su itinerario ocupacional y otra al final de este recorrido. La primera representación social está cargada de connotaciones negativas, al no ser un trabajo acorde a sus expectativas y competencias.

- La última representación está asociada con elementos positivos e incluso afectivos sobre la ocupación, en donde señalan que este trabajo les ha permitido salir de la miseria y lograr un estatus económico que supera las expectativas al momento de la migración. Asumen que han logrado una posición social superlativa en relación a los familiares que se encurtas en Bolivia.

- Los trabajadores textiles se clasifican en dos tipos, los que llevan a cabo sus funciones por necesidad y los que trabajan por vocación, estos últimos son una gran minoría, sin embargo, son aquellos que ya tenían conciencia del tipo de trabajo y contaban con competencias laborales en torno a la ocupación. Los primeros son los que carecen de información y son atraídos por redes de trata y tráfico, en términos generales son los que viven la explotación laboral en todas sus variantes (reducción a la servidumbre, trabajo esclavo, trata, trafico, otros).

- La imagen del trabajador en el interior del grupo migratorio laboral está estrechamente asociada con el logro de en términos de ganancias y de bienes adquisitivos, sin importar los medios y los modos que permiten su obtención.

- El trabajador por vocación tiende a descalificar al trabajador por necesidad, esto concluye en sentimientos de baja tolerancia a la frustración que repercuten negativamente en su vida laboral y su autoimagen en el trabajo.

- En la mayoría de los casos el trabajo textil significó un medio para conseguir recursos económicos y volver a Bolivia. Esto en sus primeras experiencias en la ocupación. Sin embargo, con el tiempo se convierte en una forma de vida, asimilada, aceptada y valorada.

- El trabajo textil para este grupo les brinda la posibilidad de estar cerca de sus familias sin la necesidad de salir de casa, en este sentido hacen referencia positivamente a esta ocupación. Sobre este punto, no logran vincular los riesgos ocupacionales y de salud que subyacen del trabajo textil, mismos que afectan no solo a los trabajadores sino a sus familias.

- El trabajo textil se convierte en un espacio de canalización de la frustración y de las secuelas negativas del duelo migratorio inconcluso. En este sentido ellos consideran que el trabajo textil es un logro y una suerte de terapia ocupacional, que les permite olvidar y enfocarse en algo que les retribuye ingresos económicos.

- Asocian el trabajo textil con la única posibilidad de brindar a sus hijos aquello que ellos no lograron en su vida pasada, pretenden que ellos no vivan en un taller textil.

- Estos trabajadores consideran que el trabajo textil es un medio para lograr la independencia laboral tempranamente, a diferencia de otras ocupaciones como la construcción y la distribución de frutas y verduras, cabe afirmar que esta independencia no garantiza una alteración en su dinámica laboral, más aún se agudizan las prácticas encaminadas a la explotación laboral.

- La representación del trabajo textil se transforma en el antes y el ahora, en un principio está plagado de connotaciones negativas asociadas con el estilo de vida precario, las horas de trabajo, el maltrato laboral y la imposibilidad de contacto con el exterior. Sin embargo, en la actualidad ellos consideran a este trabajo un medio que les permitió independencia laboral, y beneficios a lo largo de sus trayectorias laborales. A su vez admiten que el abandono a sus hijos resulta ser lo más negativo de esta ocupación.

Conflictos de interés

El autor declara no tener conflictos de interés

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Notas

1Esta investigación se realizó en el año 2017 para optar al grado de Magister en Metodología de la Investigación Social. Dicho documento académico puede ser consultado en la biblioteca de la Universidad Tres de Febrero de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la Sede de Post Grado Borges. Tesis defendida con la máxima distinción y honores en dicha Universidad Pública.

2Son aquellos llegados a principios de los años ochenta siendo el tercer flujo migratorio masivo a Buenos Aires después de los horticultores y trabajadores en el rubro de la construcción, y siendo en la actualidad la diáspora migratoria más numerosa en Argentina (Goldberg, A 2010)

3Ver Anexo (A). “Modelo de análisis de las trayectorias laborales de bolivianos Trabajadores Textiles de primera Ola”

4“conocimientos producidos de forma espontánea por los miembros de un grupo, basado en la tradición y el consenso. Siendo un conocimiento de primera mano, es un terreno donde nace y prospera la ciencia, en tanto que suma de imágenes mentales y de lazos de origen científico, consumidos y transformados para servir en la vida cotidiana” (Moscovici y Hewstone, 1984: 685)

5El sistema llamado bola de nieve, consiste en que cada informante recomienda al investigador una o más personas de su círculo de conocidos; estos informantes derivados proceden, por lo general, de los núcleos de confianza de quien los deriva (Guber, R. 2004; 85).

6Las radios, anuncios en periódicos y contactos en diferentes puntos específicos en diferentes departamentos de Bolivia son parte de estas redes de trata y tráfico. La red termina su cadena en el taller textil ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

7Plaza ubicada en el Bajo Flores, “La Plaza San Jose de Flores” tiene al Cementerio de Flores como espacio contiguo.

8Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Recibido: 13 de Marzo de 2021; Aprobado: 22 de Mayo de 2022

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