Introducción
La procrastinación académica (PA) se define como una postergación injustificada de las actividades relacionadas con los estudios (Ferrari & Emmons, 1995), que puede ser reemplazada por otro tipo de actividades y que trae como consecuencia malestar subjetivo (Dominguez-Lara, 2016), así como amplias dificultades académicas (Patrzek, Sattler, Van Veen, Grunschel, & Fries, 2015). La configuración de esta condición en el contexto académico viene dada por distintos componentes cognitivos, afectivos y conductuales (Alegre, 2013) en los que destaca fallas en los procesos de autorregulación, autoeficacia e inflexibilidad psicológica (Glick & Orsillo, 2015; Hen & Goroshit, 2014; Piers Steel, 2007)
Los estudios realizados en el Ecuador se han centrado en conocer las causas que provocan la PA. Así por ejemplo se ha encontrado una relación causistica tanto en población universitaria como de bachillerato con la regulación emocional y el rendimiento académico (Moreta, Durán, & Villegas, 2018; Sánchez, 2018)y que contrasta con otros estudios a nivel internacional (Jim, Fernandez, & Terrier, 2017; Rozental & Carlbring, 2014). Sin embargo, hay aspectos como el género, el año escolar, la edad, las actividades extracurriculares, la condición socioeconómica y otras que generan a día de hoy aun dudas y preguntas sin responder. Por lo que requieren estudio para su plena identificación, en especial por la importancia que tiene la PA en los problemas académicos (Patrzek et al., 2015) y la necesidad de su estudio y tratamiento.
Procrastinación y factores asociados
Uno de los factores relevantes en la PA ampliamente estudiado es la edad y el nivel escolar que se cursa. Un meta- análisis muestra que en población universitaria existe una relación negativa entre la edad y la procrastinación (Mejía, Ruiz-Urbina, Benites-Gamboa, & Pereda-Castro, 2019; Rodríguez & Clariana, 2017; Steel, 2007). Sin embargo, esta dinámica cambia cuando los estudios se realizan en estudiantes no universitarios, como en aquellos de niveles de secundaria o bachillerato. Al parecer, los estudiantes tienden a procrastinar menos en los primeros años de secundaria, mientras que aumenta en el bachillerato; siendo clave para el cambio de tendencia el segundo año de bachillerato (Clariana, Gotzens, Badia & Cladellas, 2012). Sin embargo, otros estudios declaran no encontrar relación entre la edad y la procrastinación (Álvarez, 2010; Argumedo, Díaz, Calderón, Díaz & Ferrari, 2005).
En el caso del año escolar que se cursa, de la misma manera ciertos estudios señalan de una relación positiva entre el año escolar que se cursa y los niveles de PA (Rodríguez & Clariana, 2017; Thibodeaux, Deutsch, Kitsantas, & Winsler, 2017); aunque por otra parte, difiere de los hallazgos de Alvarez (2010). Y aunque se evidencia de la relación entre la edad y el año escolar, no necesariamente son determinantes precisos de la PA dado que variables desconocidas y específicas de los grupos analizados en los estudios al parecer interfieren en el proceso de asociación.
En cuanto al género, en general los resultados muestran que no hay diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres (Argumedo et al., 2005; Clariana et al., 2012; Mahasneh, Bataineh, & Al-Zoubi, 2016; Rodríguez & Clariana, 2017; Sánchez, 2018). Sin embargo, factores como la juventud y la crianza de hijos en un entorno de baja disciplina y regulación aumentan el riesgo de procrastinación en hombres más que en mujeres (Balkis & Durú, 2017; Khan, Arif, Noor, & Muneer, 2014; Steel & Ferrari, 2013).
Estudios recientes encuentran diferencias en el género en cuanto a la influencia de las dimensiones de la personalidad en la PA, según estos hallazgos, la personalidad explica parte de la variabilidad de las dimensiones de la PA sobre todo relacionado a la responsabilidad y neuroticismo en las mujeres ( Dominguez-Lara, Prada-Chapoñan, & Moreta-Herrera, 2019).
Acerca de los otros factores considerados en este estudio, se informa que no se han encontrado investigaciones en las que se relacione la percepción de la situación económica y familiar con la PA, razón por la cual trasciende el interés sobre el estudio. Es interesante analizar el factor económico por ejemplo, por la posible relación entre la procrastinación a la pobreza (Rivera, 2012), criterios que devienen de las ciencias económicas pero no vistas desde la psicología.
No obstante, también se han encontrado investigaciones donde se manifiesta que los estudiantes de bajos recursos tienden a trabajar y por eso terminan por aplazar sus tareas académicas (Charca Coaquira & Taco Zea, 2017). Por lo tanto, indagar en esa relación entre economía, actividades extra-clase y procrastinación se torna interesante. Desde este punto de vista, el desconocimiento sobre el impacto de estos factores limita a futuro el accionar sobre mecanismos de prevención y contención de este fenómeno de manera integral.
Por lo tanto, el objetivo principal de esta investigación es indagar sobre los factores asociados a la procrastinación en estudiantes de educación básica y bachillerato. A raíz de la revisión realizada, se espera confirmar la invariabilidad del género en la PA, que concordarían con resultados similares que la revisión bibliográfica muestra. Por otra parte, en torno a la edad y año escolar, al trabajar con estudiantes de secundaria y bachillerato, se espera encontrar resultados similares a los de Clariana et al. (2012). Finalmente, se espera encontrar relación entre la procrastinación y la situación económica familiar percibida y las actividades que los estudiantes realizan.
2. Método
2.1.Diseño
Esta investigación responde a un diseño empírico, descriptivo cuantitativo (Montero & León, 2007) no experimental de corte transversal con alcance comparativo (Coolican, 2010) entre género, procedencia y situación económica familiar; así como también relacional entre la edad y el año escolar en una muestra de estudiantes de bachillerato de la ciudad de Salcedo en Ecuador.
2.2 Participantes
En el estudio participaron 210 estudiantes de octavo, noveno y décimo de Educación General Básica; así como de primero, segundo y tercer año de bachillerato de una institución educativa de Salcedo (Ecuador). Con edades comprendidas entre los 10 y a los 17 años (M=13.8 años; DE=1.7). Se trabajó con todos los estudiantes de la institución educativa siendo el 55.70% mujeres y el 44.30% restante hombres.
La selección de los participantes se realizó a través de un muestreo no probabilístico por conveniencia con criterios de inclusión. Los cuales fueron: a) ser estudiantes de la unidad educativa; b) con asistencia regular; y c) la firma de la carta de consentimiento por parte de los padres o tutores.
2.3 Instrumentos
Escala de Procrastinación Académica (EPA). Originalmente desarrollada por Busko (1998) para determinar el nivel de presencia de postergación y actividades escolares. Fue traducida al castellano y reducida por Domínguez-Lara y Centeno, (2014) en población peruana y que muestra buenas propiedades psicométricas en cuanto a validez y fiabilidad en estudiantes ecuatorianos (Moreta-Herrera & Durán-Rodríguez, 2018). La escala cuenta con 12 ítems que se responden por medio de una escala Likert de cinco opciones de respuesta que van desde nunca (1) a siempre (5). El alfa de Cronbach obtenido en esta investigación fue de .77; mientras que en los estudios referenciales en la región son de .82 (Moreta-Herrera et al., 2018) y .87 (Moreta-Herrera & Durán-Rodríguez, 2018).
Además de la escala, se creó una ficha sociodemográfica para obtener información de variables como la edad, año escolar, género, situación económica percibida, sector de procedencia, situación académica y ocupacional.
2.4 Procedimiento
Sobre el procedimiento realizado para la evaluación de los participantes, una vez que se contó con el permiso de las autoridades de la unidad educativa identificada y se firmaron las cartas de consentimiento informado por parte de los padres o tutores de los alumnos, se procedió a evaluar a los estudiantes de la institución en dos días, de manera grupal dentro de sus salones de clase. El tiempo aproximado de evaluación fue de 10 minutos. Las evaluaciones fueron totalmente anónimas, ya que no se pidió ningún tipo de identificación a más de las variables sociodemográficas generales preguntadas.
Con las evaluaciones aplicadas, los datos fueron depurados y sistematizados informáticamente manteniendo la confidencialidad de los participantes con el uso de códigos de identificación. Posteriormente, se realizó la gestión estadística, se verificaron las hipótesis y se elaboraron los informes de resultados. El presente reporte contó con la revisión y aprobación de la Comisión de Publicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato (PUCESA).
2.5 Análisis estadísticos
Se parte con la verificación del cumplimiento de los supuestos de normalidad y de homocedasticidad de las puntuaciones de procrastinación. Posteriormente, se procede a realizar el análisis comparativo de grupos con la prueba t de Student para muestras independientes (t) para las variables de género (hombre/mujer) y procedencia (urbano/rural); mientras que para la variable de ocupación (solo estudia/ ayudan con los negocios familiares) se lo realiza con la prueba de Mann-Whitney (U), al no cumplirse con el supuesto de normalidad (K-S=.12 p<.05) para conocer si se comportan de manera diferenciada en cada uno de los grupos. Como análisis complementario, se recurrió al cálculo del tamaño del efecto a fin de identificar la presencia de efectos existentes independientemente o no de la presencia de significancia entre grupos, para ello se recurrió a la prueba de Hedges ajustada (g). La variable situación económica (Regular/Buena/Muy Buena) y PA se estudia con un análisis de varianzas (ANOVA) de un factor.
Finalmente, para analizar la relación entre la PA y las variables de año escolar (Octavo, noveno, décimo, primero, segundo y tercero de bachillerato) y la edad se utiliza el Coeficiente de Correlación de Pearson (r).
La gestión informática de los resultados se realizó por medio del software SPSS en la versión 21 (IBM Corp., 2012).
3. Resultados
En cuanto a los resultados del EPA se encuentran valores de M= 28.19; DE=7.31; con una puntuación máxima de Máx.= 52 y una mínima de Mín= 13. Además, de que se distribuyen de manera normal (K-S= ,06; p>,05). De acuerdo con Dominguez-Lara (2016) que trabajó con la misma escala, se establece el punto de corte una desviación por encima de la media, es decir, en 35.5. En este caso los resultados revelan que la presencia de PA no es generalizada en la muestra analizada.
Por otra parte, en la tabla 1 en el análisis comparativo, se puede observar que no existen diferencias estadísticamente significativas (p< .05) en cuanto al género (t= 1.17; p> .05) con un tamaño del efecto pequeño (g> 0.2) y a la procedencia de los estudiantes (t= .440; p> .05). sin efecto alguno (g< 0.2). Siendo en este aspecto que la PA es invariante en todos los grupos analizados. En cuanto a las actividades que realizan los estudiantes, se aprecian diferencias (p< .05) entre los grupos. Siendo que los que estudian y ayudan a sus familias reportan menos procrastinación en el contexto escolar, que los que se dedican solo a estudiar (U= 3774.5; p< .05). Por lo que las diferencias son evidentes y con tamaños del efecto pequeños (g> 0.2).
Factor Grupos | N | M | DE | t | p | g | |
Género | Masculino | 93 | 28.86 | 7.14 | 1.17 | .24 | 0.2 |
Femenino | 117 | 27.66 | 7.43 | ||||
Procedencia | Urbano | 137 | 28.35 | 7.67 | 0.44 | .20 | 0.1 |
Rural | 73 | 27.89 | 6.63 | ||||
U | P | ||||||
Actividad | Solo estudia | 74 | 30.02 | 6.97 | 3774,5 | .049 | 0.4 |
Estudia y ayuda | 133 | 27.12 | 7.39 |
Nota: n: Tamaño de la muestra; M: Media Aritmética; DE: Desviación estándar; t: prueba t; U: Prueba de Mann-Whitney; p: significancia
En cuanto a la situación económica familiar percibida, como se puede observar en la tabla 2, existen diferencias en cuanto a los valores medios entre los grupos formados (F=7,974; p<,001). Las pruebas post hoc basadas en Tukey muestran dos subconjuntos homogéneos formados (Condición económica Muy buena, y Buena y Regular). El grupo de percepción económica Muy buena, muestra niveles más bajo de PA, que los grupos de percepción Buena y Regular cuyos valores referenciales son mayores al primer grupo. Al parecer la condición económica es un factor significativo en la dinámica de la PA.
Economía | n | M | DE | Levene | F | Grupos |
Muy Buena | 25 | 22.92 | 6.42 | .81 | 7.97*** | A< B,C |
Buena | 129 | 29.06 | 7.28 | |||
Regular | 54 | 28.35 | 6.76 |
Nota: n: Tamaño de la muestra; M: Media Aritmética; DE: Desviación estándar; Levene: prueba de homogeneidad; F: ANOVA; ***: p< ,001
En la tabla 3 se puede apreciar la media (M) de la procrastinación académica además de la desviación estándar (DE) y distribución de cada nivel escolar. Como se puede observar en todos los segmentos la distribución es normal.
Año Escolar | N | M | DE | Min | Max | K-S | S-W | p. |
Octavo | 54 | 24.22 | 6.14 | 13 | 39 | .089 | .20 | |
Noveno | 27 | 26.85 | 5.88 | 14 | 37 | .95 | .28 | |
Décimo | 41 | 27.56 | 6.80 | 19 | 51 | .91 | .06 | |
Primero de Bachillerato | 30 | 25.26 | 4.83 | 16 | 35 | .97 | .75 | |
Segundo de Bachillerato | 32 | 34.87 | 6.81 | 21 | 52 | .97 | .76 | |
Tercero de Bachillerato | 26 | 34.00 | 5.76 | 19 | 45 | .97 | .65 |
Nota: N: muestra; M: media artimética; DE: Desviación estándar; Mín: Mínimo; Máx: Máximo; K-S: Kolgomorov-Smirnof; S-W: Shapiro Wilk; p: significancia
Para el análisis de la relación entre el año escolar y la procrastinación académica además de obtener una correlación positiva entre la procrastinación y la edad r=.45 p<.001, se realiza un análisis de varianza de una vía (ANOVA) dado que se cumplen los supuestos de normalidad y homocedasticidad de varianzas (Levene=.16 p=.98.). El ANOVA indica que hay diferencias en la procrastinación de acuerdo al año escolar (F=18.41; p<.001). Los resultados de las pruebas post hoc muestran dos subconjuntos homogéneos compuestos por Octavo, Noveno, Décimo y Primero de Bachillerato el primero, con medias que oscilan entre los 24.22 y 27.56 y un segundo subconjunto compuesto por Segundo de Bachillerato y Tercero de Bachillerato con medias de entre 34.00 y 34.87. Por lo tanto, se puede observar un aumento de la procrastinación a partir del segundo año del bachillerato, siendo que en los años de secundaria se reporta un nivel de procrastinación mucho menor.
4. Discusión
Se planteó como objetivos de este trabajo conocer las diferencias existentes por grupo en función de género, ubicación, actividades y economía percibida, así como de relación entre la edad y el año escolar con respecto a la procrastinación académica en una muestra de estudiantes de Educación General Básica y Bachillerato ecuatorianos.
Los niveles de procrastinación en la muestra se encuentran por debajo del punto de corte referencial de una desviación estándar sobre la media (Domínguez-Lara, 2016). Es decir, que, si bien es cierto la existencia de actividades procrastinadoras en el contexto escolar en grupos específicos de adolescentes, este no se encuentra generalizado entre los estudiantes. Concluyendo que los niveles de PA son bajos, los concuerdan con estudios previos en muestras de adolescentes ecuatorianos (Moreta-Herrera, Durán-Rodríguez& Villegas-Villacrés, 2018). Parece por lo tanto que el nivel de procrastinación al ser relativamente bajo debería repercutir positivamente en el desempeño escolar de los participantes.
Sobre las condiciones de género, se encontró que no existe un diferencial significativo entre hombres y mujeres, concluyendo que el mismo es similar en ambos sexos con resultados parecidos a estudios similares (Argumedo Bustinza et al., 2005; Clariana et al., 2012; Mahasneh, Bataineh, & Al-Zoubi, 2016; Rodríguez & Clariana, 2017; Sánchez Guevara, 2018). Por lo tanto, en el caso de querer realizar planes para reducir la procrastinación escolar no sería necesario hacer distinción de género, pues este no genera un diferencial significativo.
Sobre la procedencia sectorial de los participantes, no se encontraron diferencias significativas entre aquellos que proceden del sector urbano o rural; aunque aquellos que viven dentro del anillo urbano procrastinan ligeramente más que los del sector rural sin marcar diferencias. No existen estudios previos que daten estos hallazgos, por lo que esto resulta ser pionero en el país y la región.
Los resultados de la investigación muestran que los variables asociadas a la procrastinación son el año escolar, la situación económica familiar percibida y las actividades que realizan los estudiantes. Por una parte, se encontró que la procrastinación aumenta mínimamente de Octavo a Décimo años, desciende durante el primer año de bachillerato y posteriormente aumenta vertiginosamente en el segundo y tercero de bachiller. No queda claro está dinámica comportamental de la PA, sin embargo, la tendencia global es que esta aumenta conforme aumenta el nivel escolar que se cursa. Resultados similares a los encontrados coinciden con los trabajos de Clariana et al. (2012) que encontraron especialmente un aumento de la procrastinación en el segundo año de bachillerato. En este sentido, es interesante este hallazgo ya que el resultado se podría explicar por el choque emocional que puede suponer entrar al bachiller (miedo) que luego se atenúa en segundo de bachiller. Es decir, de alguna manera podría ser que los estudiantes se “relajan” y procrastinan más una vez que se acomodan a la nueva realidad del bachiller.
Esto podría provocar una bajada del rendimiento académico de cara al acceso a la universidad por lo que se cree conveniente no solo profundizar en el fenómeno, sino que incluso generar programas y planes para intentar reducir ese fenómeno que se da en el segundo año de bachillerato. A demás se recomienda analizar en diferentes muestras si el fenómeno de aumento de la procrastinación en segundo de bachiller es general y analizar sus posibles causas.
Por otra parte, los estudiantes que perciben una situación económica familiar mejor y los que apoyan en los negocios familiares tienden a mostrar que procrastinan en menor medida, resultados que aportan al cuerpo teórico relacionado a la procrastinación académica. Esto podría indicar que el exceso de tiempo libre provoca que los estudiantes tiendan a procrastinar más. Sería interesante seguir indagando en estos fenómenos revisando si otras actividades realizadas por los estudiantes, a más de las del ámbito académico reducen la procrastinación, queda abierta esa vía en la investigación. Esta información podría ayudar en un futuro a programar planes de reducción de los niveles de procrastinación a través de programas de actividades extraescolares.
Entre las limitaciones del estudio encontramos el relativamente reducido tamaño de la muestra, a demás de que se trata de una investigación que se enmarca en el alcance correlacional, por lo que no se pueden establecer relaciones estrictamente causales. En ese sentido, futuras investigaciones deberían tomar la aproximación experimental, ya que, de esa manera podrían establecerse relaciones causales.