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Revista de Investigacion Psicologica

versión impresa ISSN 2223-3032

Revista de Psicologia  no.Especial La Paz set. 2020

 

ARTÍCULO TEÓRICO

 

¿Volvemos a clases?

Análisis desde la Psicología Educativa ante los efectos de la pandemia por Covid-19

 

Shall we go back to school?

Analysis from Educational Psychology towards effects of Covid-19 pandemic

 

Vamos voltar para a aula?

Análise da Psicologia Educacional sobre os efeitos da pandemia de Covid-19

 

 

Rocío Peredo Videa [1]
[1] Licenciada en Psicología (UCB), Magister Scientiarum en Educación Superior (UMSA), Máster en Educación Infantil (CUE). Candidata a Doctora en Psicología y Métodos, Universidad de Granada España. Diplomados en: Metodología de la Investigación Cualitativa, en Educación Superior (UMSA) y en Neuropsicología del Aprendizaje Infantil (BUAP). Actualmente es Docente Emérita de la Carrera de Psicología y Coordinadora del Instituto de Investigación, Interacción y Postgrado de Psicología (IIIPP-UMSA). Fue Directora del Departamento de Educación (UCB) y consultora e investigadora en instituciones nacionales e internacionales del sector de Educación. Correo electrónico: rdlaperedo@umsa.bo
Fecha de recepción: 30 de agosto de 2020 Fecha de aprobación:  15 de septiembre de 2020

 

 


Resumen

La pandemia por coronavirus afectó en todo el mundo, trajo problemas y complicaciones, ofreció nuevas perspectivas y alternativas e impulsó avances del uso de la tecnología en la educación. Sin embargo, los estudiantes en todo el país se han visto afectados en su avance académico, debido principalmente a la brecha digital, especialmente los más pobres y las minorías más vulnerables (estudiantes con discapacidad, de ámbitos rurales, de pueblos originarios, cuya lengua materna es un idioma originario) con mayor riesgo de dificultades en el campo educativo y del desarrollo humano y psicosocial. En este artículo se analiza, desde la perspectiva de la Psicología de la Educación, la situación educativa de nuestros estudiantes desde el inicio de la pandemia por Covid-19 en Bolivia, señalando dos tendencias de análisis: pros y contras, así como los efectos y posibles impactos en el aprendizaje y el desarrollo infantil en la población escolar. Si bien existen algunos pros del cierre de instituciones educativas con relación al aprendizaje, en realidad las consecuencias no deseadas son mayores y más preocupantes. Finalmente se proponen algunas recomendaciones para el retorno a clases y recuperación de los rezagos académicos en la “nueva normalidad” que les tocará vivir a nuestros estudiantes.

Palabras clave

Aprendizaje; Covid-19; Desarrollo infantil; Escuelas; Estudiantes


Abstract

The Covid-19 pandemic affected the entire world, brought problems and complications, offered new perspectives and alternatives, and promoted advances in technological education. However, students throughout our country have been affected in their academic progress due to digital divide, especially poorest and most vulnerable minorities (as students with disabilities, from rural areas, indigenous people, whose mother tongue is a native language), with a greater risk of difficulties in educational field and in human and psychosocial development.

This article analyzes, from the perspective of Educational Psychology, the educational situation of students since beginning of the Covid-19 pandemic in Bolivia, pointing out two trends of analysis: pros and cons, as well as effects and possible impacts in learning and child development in school population. While there are some pros to school closings, in reality the unintended consequences are greater and more concerning. Finally, some recommendations are proposed for the return to classes and recovery of academic lags in the "new normal" that our students will have to live.

Keywords

Learning; Covid-19; Child development; Schools; Students


Resumo

A pandemia do coronavírus atingiu o mundo inteiro, trouxe problemas e complicações, ofereceu novas perspectivas e alternativas e promoveu avanços no uso da tecnologia na educação. No entanto, alunos de todo o país têm sido afetados em seu progresso acadêmico, principalmente devido à exclusão digital, especialmente as minorias mais pobres e vulneráveis ​​(alunos com deficiência, de áreas rurais, de povos indígenas, cuja língua materna é uma língua nativa) com maior risco de dificuldades no campo educacional e no desenvolvimento humano e psicossocial.

Este artigo analisa, sob a ótica da Psicologia Educacional, a situação educacional de nossos alunos desde o início da pandemia Covid-19 na Bolívia, apontando duas tendências de análise: prós e contras, bem como os efeitos e possíveis impactos na aprendizagem e no desenvolvimento infantil da população escolar. Embora existam alguns prós no fechamento de instituições de ensino em relação ao aprendizado, na realidade as consequências indesejadas são maiores e mais preocupantes. Por fim, são propostas algumas recomendações para o retorno às aulas e recuperação das defasagens acadêmicas no "novo normal" que nossos alunos terão de viver.

Palavras-Chave

Aprendizagem; Covid-19; Desenvolvimento infantil; Alunos; Escolas


Conflictos de intereses: La autora declara no tener conflictos de interés.


 

 

I Introducción

El presente artículo está orientado a analizar, desde la perspectiva de la Psicología de la Educación, la situación educativa de nuestros estudiantes desde el inicio de la pandemia por Covid-19, así como los efectos y posibles impactos producidos en el aprendizaje y el desarrollo infantil en la población infantil y juvenil.

Se entiende por efecto a aquellas consecuencias directas e inmediatas de un evento o fenómeno, es decir el cambio que proviene de alguna influencia y que puede ser verificado después de tal evento, en este caso la enfermedad por coronavirus y la modificación de las prácticas sociales, usos y costumbres, estilos de vida y comportamientos u otras condiciones de la vida de las personas

En tanto que los impactos vienen a ser las consecuencias a mediano o largo plazo, no necesariamente directas, de un evento. Estas consecuencias pueden ser deseadas o no deseadas y afectar tanto a la persona como a su entorno Un impacto se puede definir como un resultado de los efectos de un evento. Los impactos no se producen inmediatamente, requieren tiempo para desarrollarse, en ese tiempo el número de factores que pueden intervenir aumentan, por lo que no es posible atribuir los cambios a un único factor.

 

II Línea de tiempo de la pandemia: Hitos

El inicio de la pandemia en Bolivia, con la llegada del primer caso de coronavirus en marzo del presente año, produjo una emergencia sanitaria por coronavirus (tipo Covid-19) que declaraba una serie de medidas con suspensión de actividades y el comienzo de una cuarentena rígida que incluía el cierre de todo tipo de establecimientos educativos (escuelas, institutos, centros y universidades), además de empresas, fábricas y otras instituciones en todo el país, lo que también generó un estado de alarma y el confinamiento de la ciudadanía en sus viviendas, creando una situación sin precedentes.

Al 30 de agosto en el mundo se habían registrado 25.507.519 casos confirmados y 870.499 fallecimientos, con una tasa de recuperación de 95,39% y una tasa de muerte de 4,61%. En esa misma fecha, en Bolivia se contaban 115.354 casos confirmados, de los cuales 50.062 estaban activos, 62.124 se habían recuperado, sin embargo, ya existían 6.370 decesos, un poco más de 5,5% (Coronavirus Resource Center, 2020).

Se pueden identificar cinco acontecimientos importantes en la línea del tiempo para identificar los hitos relacionados con los efectos de la pandemia en nuestro contexto social, educativo y psicológico.

Figura 1. Hitos de la pandemia por Covid-19 en Bolivia

Fuente: elaboración propia, 2020.

1)    Antes de la pandemia, el país vivió intensos conflictos sociopolíticos justo después de las elecciones generales de octubre de 2019, con situaciones de violencia ciudadana lo que produjo en esa época la suspensión de clases escolares y actividades académicas desde el mes de octubre y por alrededor de un mes y medio. También se observó gran tensión emocional y estrés elevado en ese periodo.

2)    Llegada del Covid-19, el 10 de marzo de este año se registra el primer caso de coronavirus en Bolivia, llegado de Italia a la localidad de San Carlo en el Departamento de Santa Cruz, y a los pocos días el segundo caso, también desde el exterior, llegaba a la ciudad de Oruro. A los dos días, el gobierno estableció la suspensión de actividades académicas, tanto escolares como del nivel superior en todo el país. Esos eventos generaron gran preocupación, miedos, incertidumbre y reacciones emociónales porque ya se sabía lo que el virus estaba produciendo en el mundo, especialmente en China y muchos países de Europa.

3)    Cuarentena rígida, a partir del 21 de marzo se daba inicio a una cuarentena total en todo el territorio de Bolivia, mediante Decreto Supremo N° 4199 contra el contagio y propagación del Coronavirus (COVID-19), (Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes, 2020). Aún no se conocía la forma o modalidad de avance académico, sin embargo, existía la idea de iniciar la educación virtual (en línea) que ya en octubre y noviembre de 2019 algunos colegios y escuelas, especialmente urbanas, la habían puesto a prueba.

4)    Cuarentena dinámica, desde el 11 de mayo se empezaron a flexibilizar gradualmente las medidas sanitarias, especialmente las del confinamiento total, en algunas ciudades antes que, en otras, sin embargo, las clases no se reiniciaron. El 2 de agosto, el ministro de la Presidencia anuncia la clausura del año escolar en todo el territorio. En esta época empiezan a aumentar rápidamente los casos de contagios confirmados y las hospitalizaciones, y también la cantidad de fallecimientos asciende. Las reacciones por estrés, ansiedad, angustia y depresión van en aumento por las pérdidas de familiares y amistades, que se agravan por los conflictos políticos (bloqueos) coincidiendo con el “pico” de contagios.

5)    Nueva “normalidad”, los niños siguen confinados. Aunque la cuarenta ya fue suspendida, han incrementado los problemas de empleo, económicos, la pobreza y las alteraciones psicosociales

 

III Antecedentes

Los estudiantes universitarios y del nivel escolar pasaron clases presenciales en el presente año únicamente por un poco más de un mes y hasta la fecha no han retornado a clases presenciales. Aproximadamente, desde el mes de abril, las universidades, colegios y escuelas privadas y públicas iniciaron algunas acciones para poder continuar con las clases a distancia en modalidad virtual, y muchas instituciones educativas habilitaron plataformas virtuales por internet para colocar sus planes de trabajo, contenidos y realizar avances.

El inicio de las clases virtuales no se dejó esperar en el país posiblemente porque ya se tenían noticias de la letalidad del virus, así como de la magnitud de su propagación, y eso incidió en que tanto las autoridades educativas del nivel central y autoridades escolares empiecen a considerar diferentes modalidades para clases a distancia.

Entonces, muchas unidades educativas, tanto públicas como privadas, empezaron a utilizar diferentes herramientas digitales para la realización de clases virtuales síncronas para lograr mayor contacto con los estudiantes. Y en algunos casos, también se utilizaron aplicaciones de telefonía móvil y el correo electrónico para el envío de mensajes y tareas, y lograr una comunicación más expedita entre profesores y estudiantes, a través del uso de celulares de posesión y manejo de la mayor parte de la población.

Según la encuesta (U-Report realizada por UNICEF, 2020a) a una muestra de 656 estudiantes adolescentes y jóvenes en Bolivia, cuatro de cada diez no estarían pasando clases por ninguna plataforma de internet, lo que se agravaría en el área rural donde existen menos ingresos económicos y posibilidades de acceso a internet, especialmente por los altos costos de conectividad. Los que sí se conectan, sin embargo, lo hacen a través de celular (77,5%) y solo un 19,5% por computadora.

Sin embargo, docentes y estudiantes no se encontraban preparados para el aprendizaje y la enseñanza virtual, ni en el manejo de dichos recursos, tampoco contaban con las habilidades necesarias para el uso de la tecnología y llevar un proceso de enseñanza y aprendizaje a distancia con calidad.

En fecha 6 de junio se aprobó el Decreto Supremo Nº 4260 (Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, 2020) que establecía las modalidades educativas a ser aplicadas en el país. En ese marco, el ministro de Educación dio a conocer que las nuevas formas de enseñanza son cuatro: presencial, a distancia, virtual y semipresencial, aclarando que no se realizará la modalidad presencial, y para el uso de las otras tres se requiere el uso de nuevas tecnologías de información (TICs). Sin embargo, esto no resultó efectivo en regiones donde no existía conectividad a internet o era de difícil acceso para los estudiantes.

Recién en 9 de julio, el Ministerio de Educación presentó los reglamentos específicos de complementariedad y de las modalidades de atención educativa de los subsistemas de educación establecidos en el Decreto Supremo N° 4260 (Ministerio de Educación, 2020). Sin embargo, el magisterio realizó muchas críticas y presentó las dificultades e inconvenientes de la aplicación de las tres modalidades en escuelas de zonas alejadas de las ciudades y del ámbito rural por la falta de internet o dispositivos apropiados de parte de docentes y estudiantes. Por otra parte, muchos maestros no conocían el uso de las diferentes herramientas tecnológicas para el desarrollo de sus clases virtuales, especialmente de escuelas fiscales.

Finalmente, debido a las diversas dificultades en la implementación de la educación virtual, el 2 de agosto el gobierno transitorio estableció la clausura del año escolar, por lo que desde ese momento las clases han sido suspendidas y solamente algunos colegios, sobre todo particulares, han continuado trabajando bajo la modalidad virtual. A diferencia de las unidades educativas fiscales donde la mayor parte de clases se encuentra suspendida.

3.1  La realidad de la problemática educativa

Si bien el coronavirus y la pandemia que éste trajo se extendieron desde China hacia todo el mundo, la situación de las instituciones educativas ha sido distinta en los diferentes continentes y países, en los que se han producido cierres totales o parciales (UNESCO, 2020).

En Latinoamérica, y sobre todo en Sudamérica, la mayoría de países, exceptuando Uruguay y Nicaragua, cerraron las escuelas en todo su territorio en algún momento, especialmente coincidiendo con el pico de la pandemia en cada lugar. Bolivia fue uno de esos países con cierre total de escuelas desde mediados de marzo. Igualmente, en Centroamérica se cerraron las escuelas en gran parte de los países incluido México, como se observa en la siguiente figura, que corresponde al 1° de septiembre de este año, fecha en la que muchas escuelas dan inicio a sus actividades educativas, especialmente en Europa y Norteamérica. 

Figura 2. Impacto de la pandemia en educación
Fuente: https://en.unesco.org/themes/education-emergencies/coronavirus-school-closures

 

UNICEF (2020) estimó en el mes de marzo que en América Latina y el Caribe, alrededor de 154 millones de niños, niñas y adolescentes, más del 95% de los matriculados en la región, se encuentran temporalmente fuera de las escuelas cerradas a causa de la pandemia.

Si bien la realidad de cierre y apertura de escuelas ha ido variando en cada país en función del avance de la enfermedad por regiones, en Bolivia el cierre fue general, en todo el país y debido a la clausura persistirá hasta el final del año sin posibilidad de retorno.

Es importante considerar que la decisión del cierre de escuelas se realizó para detener, o al menos ralentizar la transmisión del virus y disminuir la sobrecarga de los sistemas de salud, que no se encontraban preparados para atender tal magnitud de contagios. (Van Lancker & Parolin, 2020).

Por otra parte, otro aspecto destacable es la brecha digital en los países sudamericanos siendo Bolivia el que presenta el mayor número de hogares sin conexión a internet entre diferentes países latinoamericanos. 

En la figura 3 se muestra la comparación de hogares con y sin conexión a internet, desde el quintil I más bajo (población con mayor pobreza) al quintil V más alto. Bolivia ocupa el lugar más bajo de los países registrados, inclusive por debajo de Ecuador, Perú o Paraguay. Por ejemplo, en Colombia la mitad de la población no tiene acceso a internet (Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, 2019; en G. Salas & cols., 2020) y ocupa una posición más favorable en conectividad que nuestro país, ya que en Bolivia los niveles de acceso a internet están por debajo del 30% (UNESCO, 2020).

Figura 2. Brecha digital en países latinoamericanos

Fuente: CEPAL, 2020

Por lo anterior, llama la atención que en Bolivia se haya adoptado de forma preferente la modalidad de educación virtual ante esta realidad, sin haber impulsado con más fuerza la modalidad “a distancia” con el uso de la radio y televisión que el Ministerio de Educación había anunciado para el ámbito rural pero que no llegó a concretarse antes de la clausura de la gestión escolar.

3.2  Análisis de tendencias: Los pros y contras

Las diferentes medidas para la contención del virus, tales como la cuarentena, el confinamiento o aislamiento, y el distanciamiento físico y social, no sólo implicaron una discontinuidad de las pautas habituales de interacción social y el cambio en los hábitos de comportamiento individual y colectivo, sino también diversas consecuencias a nivel psicosocial y de la salud mental en la toda la población (American Psychological Association [APA], 2020) y también podemos añadir que han producido importantes consecuencias a nivel educativo, sobre todo en el aprendizaje y desarrollo evolutivo.

Toda esta situación inusual actual ha traído una cantidad de efectos, algunos positivos, aunque muchos no deseados y negativos en los niños, niñas y adolescentes de nuestro país. Tratando de describir los pros y contras de la suspensión de actividades académicas, aunque sin llegar a ser exhaustivos, se podría mencionar:

Entre los efectos esperados o positivos, que corresponden a los pros de la emergencia sanitaria podemos observar una mejora en los cuidados de la salud con nuevos y efectivos hábitos de bioseguridad y autocuidado, que han evitado mayor propagación del virus. Así también, en muchas regiones se ha observado mayor solidaridad entre sus habitantes buscando alcanzar equidad con quienes se encontraban en situaciones más difíciles o precarias durante el confinamiento.

·        Se han evitado contagios, no sólo entre los estudiantes, sino de éstos a sus familiares, ya que los niños son un vector de transmisión del virus.

·        Ha habido mayor tiempo e interacciones entre los miembros de las familias, sobre todo durante la época de la cuarentena rígida y al inicio de la cuarentena dinámica, desde una óptica de relacionamiento positivo y tolerancia.

·        Se ha logrado el aprendizaje del manejo y utilización de nuevas tecnologías para el aprendizaje virtual o a distancia, tanto de forma síncrona como asíncrona en niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

·        Se ha producido una mayor participación de madres, padres y otros familiares con el avance educativo de sus hijos, ya que les han brindado apoyo educativo cercano y seguimiento, especialmente cuando empezaron a utilizarse dispositivos y otros recursos tecnológicos para las clases virtuales.

·        En aquellos estudiantes que tuvieron buen acceso y conectividad a internet, además de continuidad en sus clases, se ha logrado algún grado de aprendizaje en línea.

·        Durante la cuarentena rígida los adolescentes y jóvenes estuvieron protegidos al quedarse en caso y hubo menos casos de secuestros, asaltos y otros crímenes relacionados con estar en “la calle”.

Sin embargo, aunque se han alcanzado efectos favorables y ciertos logros como los mencionados, han surgido también una cantidad de problemas ligados a la recesión económica, a una sobrevivencia complicada y a la división y enfrentamientos sociopolíticos vividos en el país durante estos meses, por ello, los efectos no deseados o negativos, también llamados los “contras” en el terreno educativo son:

·        Rezago en el aprovechamiento académico respecto a los contenidos curriculares propios de cada curso y nivel educativo, sobre todo en los hogares que no tuvieron buena conectividad y acceso a internet, o no contaban con los dispositivos adecuados y suficientes para pasar clases virtuales. El avance académico se ha interrumpido, con contadas excepciones.

·        En el caso de madres y padres que, por su profesión y ocupación (como personal de salud, policías, militares, entre otros), tuvieron que salir a trabajar especialmente durante la cuarentena rígida y después, se dio un menor apoyo a los hijos en el avance académico y su bienestar psicológico. Esta situación también fue visible en el caso de madres y padres con menor preparación académica, con escaso manejo de nuevas tecnologías para el aprendizaje y/o muy estresados y con problemática emocionales.

·        Falta de interacción, comunicación y relacionamiento social de las y los estudiantes con su grupo de pares y maestros, con disminución del juego y la expansión.

·        Una serie de posibles efectos o repercusiones de forma negativa en el desarrollo infantil, no sólo en el área cognitiva sino también afectiva y social de los niños, por falta de estimulación adecuada, ya que no necesariamente los padres/madres de familia conocen cómo realizar dicha actividad.

·        Una cantidad de señales y síntomas emocionales y cambios en el estado de ánimo, desde el malestar y miedo natural hasta preocupaciones excesivas, ansiedad, tristeza extrema o depresión por la pérdida, no sólo por el confinamiento sino también por la necesidad de cambio de hábitos en el hogar y la alteración de las prácticas cotidianas de actividad. Asimismo, se sabe que los problemas emocionales severos y continuos llegan a ser un interferente del aprendizaje y aprovechamiento académico, especialmente entre los niños y niñas.

·        Incremento de conflictos de convivencia y problemas de comunicación intrafamiliar, entre padres e hijos y también entre hermanos u otros miembros de la familia, especialmente durante el confinamiento por la cuarentena rígida.

·        Diversas formas de maltrato infantil y adolescente y conflictos intrafamiliares, que derivaron inclusive en violencia física, psicológica y sexual al interior del contexto familiar.

Estos efectos no deseados o “contras” llegarán a repercutir de forma negativa en el posterior nivel de avance del desarrollo infantil (en los más pequeños especialmente si en el hogar no recibieron las condiciones adecuadas y efectiva para estimular e impulsar a los hijos e hijas), observando un “enlentecimiento” del progreso de funciones en los más pequeños.

Así también el avance académico estará afectado, se observarán desfases o rezagos especialmente en lectura, escritura, matemática en primaria, así como en las funciones precurrentes del nivel inicial. “Si se extiende más el cierre de las escuelas, hay un gran riesgo de que los niños y niñas se queden atrás en su aprendizaje y que los alumnos y alumnas más vulnerables no vuelvan a las aulas. Es vital que no dejen de aprender desde casa” (UNICEF, 2020).

También se presentarán dificultades en la adaptación y la salud mental (léase psicosocial) de nuestros niños y niñas en Bolivia, si no se implementan oportunamente acciones y estrategias psicoeducativas efectivas, incluso antes del retorno a clases y cuando éste se efectivice, tomando en cuenta que los niños y niñas prácticamente no han salido de sus hogares desde el inicio de la cuarentena rígida y porque algunos de ellos han estado sometidos a malos tratos, abuso o violencia por parte de sus familiares.

 

IV Conclusiones

La pandemia por coronavirus afectó en todo el mundo, trajo problemas y muchas complicaciones, ofreció perspectivas y nuevas alternativas e impulsó avances del uso de la tecnología en la educación. Sin embargo, los estudiantes más pobres de la población y las minorías más vulnerables (estudiantes con discapacidad, de pueblos originarios, de ámbitos rurales, cuya lengua materna es un idioma originario) son los que se encuentran más afectados en su avance académico y con mayor riesgo de dificultades en el campo educativo y del desarrollo psicosocial.

El cierre de las escuelas no sólo implicó la interrupción del avance académico y logros de aprendizaje, sino también la suspensión del acceso por parte de los estudiantes a otros importantes servicios básicos, como el desayuno escolar, los programas deportivos, las actividades extracurriculares y el apoyo psicopedagógico.

Por ello, los cierres prolongados de las escuelas pueden causar más perjuicios educativos, psicosociales y de salud, especialmente entre los más vulnerables. Los y las estudiantes que están confinados presentan más riesgo no sólo de rezago académico, sino también de problemas emocionales, de uso de dispositivos tecnológicos o de abuso físico, psicológico y/o sexual.

También es importante mencionar que el derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes de nuestro país se ha visto vulnerado debido a la clausura del año escolar a inicios del mes de agosto. Muchos estudiantes, especialmente de bajos recursos y de zonas alejadas no se encuentran realizando ninguna actividad de tipo académico debido al cierre de la gestión, y también debido a que sus familias no han podido sustentar los gastos provenientes del uso de internet y conectividad para continuar con algún tipo de clases o enseñanza a distancia.

En realidad, son muy pocos las ventajas o pros a favor del cierre, ya que éste se ha prolongado por demasiado tiempo. Sin embargo, es necesario reconocer que no será posible volver a las aulas como antes de la pandemia, debido a que todavía no es posible predecir el comportamiento del virus en el tiempo y porque en las escuelas es difícil mantener todas las medidas de higiene y bioseguridad, además del distanciamiento físico, especialmente entre los más pequeños.

Todo lo señalado anteriormente refleja que se acentuarán aún más las disparidades educativas, especialmente para los más pobres y vulnerables, con el gran riesgo de que los estudiantes se rezaguen cada vez más en su aprendizaje y que debido a esto no vuelvan después a la escuela y la abandonen.

Por eso, es necesario llevar a cabo acciones para evitar la interrupción educativa y garantizar el acceso a modalidades de aprendizaje mixtas flexibles que puedan llegar a todos los niños y niñas para que aprendan en sus hogares, incluyendo a los que no tienen acceso a internet o presentan dificultades en su manejo.

4.1  La propuesta psicoeducativa

Esta propuesta considera que cuando la enfermedad haya disminuido y se suspendan las medidas de suspensión de clases, el retorno a la nueva normalidad implicará enfrentar los nuevos hábitos adquiridos durante el confinamiento y la habituación al ritmo hogar-trabajo (en los padres) u hogar-estudios (en los niños) y será preciso evaluar el potencial impacto de este incremento de las relaciones remotas en la interacción social de los niños.

Es importante reflexionar sobre la forma del retorno a clases, cuando se produzca esta posibilidad, ya que no será posible mantener una educación 100% presencial como la que se venía desarrollando previamente a la pandemia. Entonces será necesario considerar una combinación de modalidades, que combine lo presencial con lo virtual. Será necesaria una modalidad mixta para los procesos de enseñanza aprendizaje y el trabajo educativo,

Esta modalidad mixta implicará que los psicólogos del campo educativo, podamos proponer el apoyo tanto a los estudiantes, a las madres y padres de familia así como a las instituciones educativas y a los profesores la adaptación a la combinación de modalidades, que impliquen por una parte la asistencia a las escuelas, con todas las condiciones y medidas de bioseguridad y cuidados, como continuar también con el trabajo a distancia y en modalidad virtual, ya que no sería aconsejable que los niños asistan todos los días a la escuelas, sino de forma intercalada para evitar aglomeraciones.

¿Por qué es necesaria la asistencia a clases?  Aunque esa asistencia se realice de forma escalonada y con distanciamiento no sólo físico sino también temporal, los niños necesitan un contexto de interacción tanto con sus profesores como con sus pares para lograr alcanzar un adecuado desarrollo afectivo-emocional y social, y no solamente cognitivo, como fundamentos de la formación saludable de su personalidad y un equilibrio en su salud psicosocial.

Este proceso debería ser gradual y consecutivo, para posibilitar que los miedos y preocupaciones se vayan superando, tanto por parte de las familias como de las mismas instituciones educativas, y es en este proceso en que las psicólogas y psicólogos educativos debiéramos intervenir para facilitar el retorno y la adaptación a la nueva normalidad.

En este sentido, psicólogas y psicólogos educativos deberíamos buscar un acercamiento y comunicaciones con el Ministerio de Educación a nivel central, pero también con Direcciones Departamentales y Distritales de Educación a nivel local, y con Juntas Escolares de padres de familia para promover el apoyo y las estrategias necesarias para facilitar el proceso de retorno.

Por otra parte, también será necesario proponer acciones más inmediatas para los meses que se acercan, tanto para las madres/padres de familia como para los niños y niñas. Entre estas se proponen las siguientes:

  • Capacitación o preparación a madres y padres de familia respecto al desarrollo infantil temprano y avanzado que permita que desde el hogar puedan incentivar la consecución de etapas del desarrollo en sus propios hijos e hijas ante la ausencia de clases y de actividades escolares y del nivel inicial.
  • Sesiones virtuales de psicoeducación, tanto a familias como a docentes sobre los diferentes problemas o alteraciones psicológicas por lo que los niños y niñas pueden estar atravesando, con las recomendaciones necesarias y más accesibles para que puedan implementarlas en el momento actual.
  • Sesiones virtuales con niños, bajo el consentimiento de sus padres, con la finalidad de promover espacios de expansión, juego, expresión y contacto con sus pares, que les permita no sólo saber que no están solos sino recibir apoyo y orientaciones en el posterior proceso de adaptación a los nuevos cambios post-pandemia.
  • La niñez es la época más importante en la vida de toda persona, como psicólogas y psicólogos del campo educativo debemos reivindicar la importancia de esa etapa y la necesidad de adoptar acciones e interacciones más proactivas y positivas en torno a los niños y niñas de nuestro país, cuidando tanto su salud física como psicosocial.

 

Referencias Bibliográficas

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