Publicado en 2023 por la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, este libro reúne 83 textos de diferente extensión, que puede leerse de, al menos, tres maneras diferentes. La primera de ellas es, como su nombre lo indica, como una antología que recoge lo publicado desde 1834 hasta 2019. También se puede leer este libro como un testimonio sobre los temas que se abordan y que son de interés para cada época. Así, el trabajo está dividido en seis partes: 1) Ente la violencia y la letra: Gabriel René-Moreno y el cuerpo ausente de la literatura (1825-1890); 2) Entre las letras y su sociedad: la crítica del modernismo (1890-1925); 3) Entre la sociedad y su historia: Carlos Medinaceli y las gestas del nacionalismo (1925-1965); 4) Entre la historia y sus formas: las discretas disciplinas de la crítica profesional (desde 1955); 5) Entre las formas y su teoría: la era de las hipótesis académicas (desde 1975); 6) Entre la teoría y sus escrituras: hacia una literatura k'ita (desde el 2000). La organización de las partes, su distribución temática, conceptual y argumentativa, así como la concepción material y “espiritual” de la Antología está a cargo de Mauricio Souza Crespo. Y es un volumen que, además, cuenta con una sustanciosa bibliografía dividida a su vez en tres áreas: 1) Bibliografía de los textos antologados, 2) Bibliografía general sobre la literatura boliviana y 3) Bibliografía mínima por autores.

Y existe, entonces, una tercera manera de leer esta Antología de la crítica y del ensayo literarios en Bolivia, que podría ilustrar un poco la urgencia de un libro de esta naturaleza, dentro del escenario bibliográfico nacional. Esta manera tiene que ver con una doble entrada que en principio hace referencia al uso de los materiales con los cuales los autores escriben su crítica y realizan los ensayos. Algunas veces los ensayos son de interpretación, y otras son más bien fundacionales, porque no sólo exploran una determinada literatura, sino que se acercan a la comprensión de un “ser nacional” cuyas características intentan relacionar con lo estético y la política.

Pero, el interés que subraya el libro está en que, por otra parte, la reunión del material indica también una manera de escritura que quiere demostrar las maneras en que se puede elaborar crítica y ensayos literarios en Bolivia. Y es que, si toda literatura proviene de la literatura, bien podría decirse que toda crítica también hereda patrones y recursos de la crítica precedente, y que toda forma de ensayo recupera los principios que el ensayo se propuso desde su nacimiento.

Con lo cual tenemos en este volumen la trayectoria de los objetos que la crítica y el ensayo han investigado y pensado desde casi la fundación del país. De esa manera, lo que se marca es el sentido que se tiene sobre algunos autores y libros, y el modo en que su recepción los lee y los acomoda dentro de la tradición literaria del país. Se ve una transformación en algunos casos, y en otros, autores y libros se van desplazando. Con lo cual tenemos el modo en que también la propia literatura sufre un proceso de selección al interior de su ejercicio.

Esto de por sí ya podría generar fructíferas líneas de investigación, porque uno de los mayores logros de la Antología es la reunión de textos que atienden no sólo a la literatura como labor artística. Trabaja la sociedad desde la perspectiva de la literatura, con lo cual los enfoques van variando desde la crítica literaria propiamente dicha hasta la sociología de la literatura, pasando por la reseña periodística y el análisis histórico. En ciertos momentos, también se encuentra un debate político que parte de la literatura y abarca campos más amplios del conocimiento humano.

Otro de los aportes de la Antología está enmarcado en la rigurosidad de las notas que preceden cada ensayo, artículo y crítica que se reúnen. Esto ayuda a fijar el texto en relación a su autor y su contexto de producción y, sobre todo, el modo en que se enmarca el texto antologado al interior de la producción del autor. Así, se podrá anotar que el texto no está desconectado ni de su origen ni de su tradición. Ello ayuda a equilibrar el texto y entender de dónde vienen las apreciaciones, conceptos y argumentos que se esgrimen a la hora de defender o plantear una idea. Con ello se ayuda al lector de la Antología a tomar el texto reunido como pieza autónoma que en sí misma entrega información importante.

Lo que es un lujo dentro de la Antología es la posibilidad de contar con textos que gozan de una dificultad extrema para ser encontrados. Leídos al calor de la antología y siendo acompañados por otros textos, se enriquecen y resultan ser parte de una gran conversación sobre la cultura en Bolivia, en términos generales, y sobre la producción literaria y la literatura en Bolivia, en particular. Con lo cual hay un significado incalculable en el modo en que ciertos creadores escriben también crítica y ensayo, y de ese modo nos entregan ejemplos de cómo leen y de qué manera se aproximan a las obras y a autores que estiman, admiran o apuntan como renovadores. Al hacerlo, los propios creadores se desdoblan y entregan su arte poética, demostrando que un lector que además es creador lee de un modo diferente no sólo la realidad, sino aquellos textos que le interesan.

Y es que, en ese sentido, la Antología cobra otro valor porque nos entrega en la reunión de los textos un imaginario espiritual sobre la sensibilidad artística de los intelectuales en Bolivia. Con lo cual esta reunión puede servir de refilón como un gran mapa sobre el campo intelectual y sus rupturas y continuidades a través de largos periodos en la historia del país. La historia intelectual tejida en este libro no sólo podrá alumbrar los debates que importaron en Bolivia, sino también los que se avecinan y, además, nos da oportunidad de verificar el modo en que la literatura ingresa y sale todo el tiempo del debate público.

Finalmente, Antología de la crítica y del ensayo literarios en Bolivia es un documento de una memoria sobre el país desde una de sus aristas: el debate al interior de las ciencias sociales y humanas sobre la creación en Bolivia, pero, ante todo, es un testimonio sobre el rigor en la creación y cómo al momento de escribir crítica y ensayo no importan tanto las razones sino los argumentos con los cuales se sostienen las ideas. Lo cual nos demuestra que las ideas están vivas y viajan entre épocas, tradiciones, escrituras y autores.

Y quizá por ello no sea casual que uno de los puntos altos de la Antología sea el debate a través de ensayos, artículos y reseñas con otras literaturas externas a la boliviana, lo cual quiebra esa percepción territorial de que el boliviano sólo debe pensar Bolivia. Este volumen demuestra que las lecturas realizadas sobre otras literaturas desde Bolivia son tan o más competentes que las gestadas en otras latitudes. Eso implica que la creación en Bolivia combina ambas esferas y logra incluir al mundo en la crítica y el ensayo bolivianos, al tiempo que incluye a Bolivia en el mundo.