SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.25 issue47Contemporary Mapuche Art: Mapuchization of the Piece of Furniture of Colonial Designcalar, coser, bordar, tejer author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Ciencia y Cultura

Print version ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult vol.25 no.47 La Paz Dec. 2021

https://doi.org/10.35319/rcyc.2021471257 

ENSAYOS VISUALES

Nuestra Señora de La Paz desde su no corporalidad

Darío Durán Sillerico* 
http://orcid.org/0000-0002-9935-900X

*Arquitecto y Bailarín. Docente de pregrado en la Universidad Nuestra Señora de La Paz. Miembro del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP Bolivia). Contacto: d.dardusi@gmail.com, ORCID: 0000-0002-9935-900X


La arquitectura es testigo de los procesos históricos de una sociedad. Tiene la misma validez que cualquier otro recurso documental porque comunica de manera silenciosa valores espirituales, estéticos, tecnológicos, simbólicos (PRAHS, 2015:16). Se trata de un pasado que está grabado en las profundidades de nuestra existencia, y nos hace pertenecer a un determinado asentamiento humano. Desde una perspectiva organicista el centro histórico de la ciudad de La Paz es el resultado de diferentes planteamientos urbanos, funcionales, formales y ornamentales que se desarrollaron de manera desproporcionada generando un cuerpo amorfo. Es una entidad que existe, enferma y adolece. Vive, pero envejece como un cuerpo urbano.

Nuestra Señora de La Paz, como sujeto de estudio, constituye un no cuerpo que integra en sus diferentes capas históricas a sus propios órganos, es decir a su arquitectura. Por ello, las características propias, únicas e irrepetibles en cada historicidad del territorio paceño perviven desde tiempos inmemoriales en los topónimos originarios del valle de Chuquiago, mientras que otras se van incorporando desde la fundación de la ciudad en 1548, las revueltas indígenas de 1781, la guerra federal de 1900 con el cambio de sede de gobierno, la revolución de 1952, entre otras.

Desde la experiencia tangible de la ciudad, los inmuebles construidos permiten descifrar características propias respecto a cómo sus habitantes quieren vivir, la forma de sus construcciones, los materiales y tecnologías empleados y todo aquello que consideren estético (Solares, 2015). Lo construido en la urbe es un elemento de permanencia, se torna importante decodificar la historia almacenada en el patrimonio arquitectónico paceño, custodiarlo para las generaciones presentes y futuras, en la búsqueda de un futuro para la herencia: ¿Qué hacemos con la evidencia construida de cada uno de sus momentos históricos?

El centro histórico paceño es un cuerpo urbano con criterios de alineamiento colonial en cuanto estructura y conformación espacial, donde las funciones y los usos, así como el paisaje urbano, se modifican periódicamente. Ante la modernidad se establecen esquemas de higiene y asepsia que posicionaron al entorno arquitectónico pre existente para su desaparición, construir algo nuevo considerado mejor a lo anterior. Es un cuerpo vulnerable enfermo y deformado donde su propio entorno, por su edad avejentada, es inflexible para adaptarse a los nuevos cambios. A su vez le quitaron varios de sus miembros por lo que se convierte en una entidad desproporcionada, amorfa e hipertrófica.

Con la intención de romper con las nociones puristas que defienden la intocabilidad de los edificios históricos, se considera que si estos se encuentran en un entorno urbano con características sociales y culturales propias, deben adaptarse a los nuevos usos, siempre y cuando sus alteraciones sean controladas. Todo tiempo histórico tiene su necesidad de ser y su merecimiento de ser mientras pueda convivir, en un mismo espacio, con distintas historicidades del casco urbano de La Paz. Conocer y entender la ciudad es primordial para habitarla.

El no cuerpo de Nuestra Señora de La Paz es el conjunto indefinible de uno sólo, porque se presenta como un conglomerado de varios cuerpos donde sus órganos, como edificios arquitectónicos, forman parte de su historia.

En la imagen, edición digital a base de Nationale Opera & Ballet. (2014). De solisten van Het Nationale Ballet - The principals of Dutch National Ballet. [Video]. Recuperado el 15 de junio de 2015, de: https://www.youtube.com/watch?v=utWJcsk0cNA  

Arriba. Arquitectura civil y religiosa como órganos de la ciudad. Se trata del conglomerado de pequeñas unidades que manifiestan configuraciones y atribuciones iguales, trabajando en bloque con la misma finalidad. En el caso de La Paz, cada órgano entendido como un edificio en particular, asume un rol específico según su cometido: el órgano Cabildo tiene la responsabilidad de administrar, el órgano Iglesia adopta la atribución para el culto, el órgano vivienda funciona de cobijo y descanso, el órgano calle se encarga de comunicar a los edificios y el órgano plaza de armas se enfoca en centralizar a todos.

Mentalidad del descarte. Edición digital del autor. 

El cuerpo humano, como instrumento de reflexión de la ciudad, fue utilizado desde Vitruvio (s. I a. C.) cuando éste propuso la relación entre geometría y las proporciones correctas de las dimensiones espaciales como de los estilos arquitectónicos garantizando orden y equilibrio. La cultura clásica utilizó la idea del cuerpo humano como imagen de Dios, permitiéndole así al cuerpo trascender de la idea material a un supuesto “orden universal”. De ello deriva la identificación del cuerpo con uno ideal que no es real y que se traduce a términos geométricos en formas puras. La situación contemporánea rechaza la idea de aceptar “conceptos universales”. En este sentido, la ciudad y el cuerpo adquieren una nueva perspectiva, se convierten en un elemento de reflexión pos humanista y posmodernista por lo que puede considerarse ambiguo contradictorio y singular (García, 2004, pp. 131-132).

Los avances médicos de principios del siglo XX definieron que la higiene y la asepsia eran valores ideales de la sociedad. En este sentido, Le Corbusier afirma que la casa tradicional de cualquier ciudad histórica es una incubadora de enfermedades, algo así como un catalizador del cáncer o de la tuberculosis que debía ser extirpado. Por ello, las preexistencias arquitectónicas anteriores a la modernidad fueron consideradas como material de desecho, todo aquello que se debía eliminar para el mayor provecho de todos; hacer tabla rasa de lo existente para construir algo nuevo que sea “mejor” a lo anterior.

Esta mentalidad colectiva del descarte nos permite observar la situación de los edificios de pasado en cuanto a su precariedad y vulnerabilidad. Pensemos en una casa familiar en el centro de La Paz. Se trata de un edificio que fue concebido como vivienda por motivos de su buena ubicación pero dados los nuevos usos de la zona donde está ubicado también es propenso a desarrollar actividades diferentes a las originales. Las funciones actuales ya no son parte de la unidad original, se descomponen y generan algo que difícilmente se puede definir.

Densificación de manzanas y deformidad de edificios en la superposición de historicidades de Nuestra Señora de La Paz en el siglo XX. Fotomontaje del autor a partir de imágenes del centro paceño. 

La arquitectura del casco urbano de Nuestra Señora de La Paz, responde a un esquema hispánico del siglo XVI configurado a partir del soporte geométrico de traza regular de calles y manzanos rectos y perpendiculares (Durston, 1994; 59). Para el siglo XVII la ciudad se consolida a partir de su crecimiento demográfico vinculado al comercio, la producción minera y la agricultura. Situación enmarcada en la accidentada topografía del sector que limitó el modelo ortogonal de expansión: mientras más se construía hacia las periferias, más difícil era mantener el trazado cuadriculado.

El siglo XIX en su primera mitad trajo consigo los movimientos de emancipación y el nacimiento de la nueva República de Bolivia. Es evidente el gran cambio estructural en materia social, política, cultural y económica, pero éste no representó un nuevo planteamiento del orden urbano ya establecido por España sino la continuidad del esquema previo de damero vigente. El romanticismo europeo devino en una nueva forma de intervenir la ciudad a partir de la década de 1870. Los referentes ya no son hispanos sino franceses (Rossels, 1997: 224). Con la idea de progreso, se produce la ampliación de calles con varios “programas de embellecimiento” en la creación de espacios públicos recreativos y la construcción de edificios con un alto valor simbólico de “carácter gubernamental, administrativo y cultural” (Orosco, 2007, pp. 4-5).

La Paz se consolida como sede de gobierno a principios del siglo XX como el resultado del traslado de los poderes Legislativo y Ejecutivo desde Sucre (Arze, 1992:443). Los nuevos requerimientos se implantan en la estructura ortogonal hispana y genera transformaciones en el uso del espacio urbano y en la necesidad de nuevos equipamientos administrativos. Con ello se densifica el centro de la ciudad en los espacios vacíos disponibles y se produce el cambio del paisaje de la imagen urbana. La nueva arquitectura que contradice la “homogeneidad de la ciudad colonial” (Orosco, 2007, p. 5) compite por el perfil del horizonte urbano colonial.

La segunda mitad del siglo XX resalta en La Paz por la alta densificación de sus manzanas. Los antiguos edificios de preexistencia colonial y republicana son sustituidos por otros de mayor tamaño que fuertemente contrastan en forma, materialidad, tecnología y estilo. El casco histórico se afirma desde una heterogeneidad arquitectónica muy difusa y poco definible, de mucha deformidad.

En la imagen, edición digital según Nationale Opera & Ballet. (2014). De solisten van Het Nationale Ballet - The principals of Dutch National Ballet. [Video]. Recuperado el 15 de junio de 2015, de: https://www.youtube.com/watch?v=utWJcsk0cNA  

Arriba: Vulnerabilidad de los edificios históricos. La Paz enferma porque experimenta dos condiciones: por un lado, la situación física como evidencia material y por otro, la experiencia a partir de la percepción. Existe una situación de dependencia entre ambas, porque lo físico es evidencia de la sensación del cuerpo, y el cuerpo vivido demuestra que el físico adolece porque está con vida.

En la imagen, edición digital según Nationale Opera & Ballet. (2014). De solisten van Het Nationale Ballet - The principals of Dutch National Ballet. [Video]. Recuperado el 15 de junio de 2015, de: https://www.youtube.com/watch?v=utWJcsk0cNA  

Arriba: La enfermedad está sujeta al “cuerpo vivido de la experiencia” de quien la padece. Se caracteriza “por la irrupción del desorden y la experiencia de la alienación, que conlleva un nuevo modo de estar en el mundo”. Las facultades motoras se pierden, la espacialidad del entorno cercano se reduce, el tiempo de las acciones cotidianas es más lento, “la imagen o el estilo corpóreo” se transforma; inclusive se pierde la postura vertical del cuerpo (Escribano, 2015: 74).

En la imagen, edificio en estado acelerado de enfermedad. Calle Comercio esquina Bueno. Fotografía del autor. 

Arriba: La Paz enferma experimenta dos condiciones: por un lado, la situación física como evidencia material y por otro, la experiencia a partir de la percepción. Existe una situación de dependencia entre ambas, porque lo físico es evidencia de la sensación del cuerpo, y el cuerpo vivido demuestra que el físico adolece porque está con vida.

En la imagen, envejecimiento de la arquitectura histórica con amputaciones, mutilaciones y amorfísmos. Calle Comercio entre Loayza y Bueno. Fotografía del autor. 

Arriba: La ciudad envejece cuando los sistemas a los que sus órganos están insertos pierden validez, no caduca por la edad que tiene sino por inadaptabilidad de sus rígidas estructuras. Su cuerpo pierde flexibilidad porque las posibilidades que tiene se reducen al mínimo movimiento, su velocidad para el cambio es lenta porque no encuentra energías para recuperarse del cansancio crónico. Se encuentra estática, casi paralítica, dependiente y con miedo a cualquier situación que pueda hacerle daño. Los órganos arquitectónicos deformes se caracterizan por su condición de amputados, mutilados, con amorfismos e hipertrofias.

En la imagen, deformidad e hipertrofia de elementos arquitectónicos originales. Calle Comercio esquina Bueno. Fotografía del autor 

Arriba: Los edificios patrimoniales paceños son cuerpos sin forma que desaparecen en el afán de construcción por la especulación de suelo en el centro de La Paz. Son mutilados porque se les amputa miembros con la idea de que es mejor destruir lo existente antes de repararlo. Amorfos debido a la carencia de personalidad en su estructura arquitectónica ecléctica. Padecen de hipertrofia porque desarrollan el excesivo uso de espacios en conventillos hacinados o debido a su contigüidad a edificios de altura donde el volumen es considerable.

En las imágenes, Casa Agramont como ejemplo de arquitectura enferma. Calle Ingavi esquina Junin. Fotografías del autor. 

Arriba: La casa Agramont en la Plaza Murillo es un buen ejemplo de arquitectura enferma. Su gran tamaño permitió que en los últimos años funcionara en sus instalaciones un conventillo, hiciera de depósito de la imprenta de Última Hora, sirviera como Repositorio Nacional, botica, restaurant entre otros. El descuido de su soporte material ocasionó que en 2013 colapsara un muro del primer piso, de lo que se tiene conocimiento (Alanoca, 2018). Las fachadas exteriores se caen a pedazos, tanto que las cornisas y platabandas tuvieron que ser enmalladas para que ningún desprendimiento hiciera daño a los transeúntes; la imagen del edificio se desvanece ante la gran variedad de patologías. Da la impresión de que en cualquier momento puede desmoronarse.

Referencias

1. Alanoca, Gabriela (10 de marzo de 2018). "La Casa Agramont se convertirá en un centro de conservación". Página Siete [Sección Últimas]. Recuperado de https://www.paginasiete.bo/cultura/2018/3/10/casa-agramont-convertir-centro-conservacin-172556.htmlLinks ]

2 Arze, Silvia (1992). "La ciudad y su historia". En Godofredo Sandoval (comp.), La memoria de las ciudades: bibliografía urbana en Bolivia 1952-1991. La Paz: ILDIS-CEP. [ Links ]

3. Durston, Alan (1994). "Un régimen urbanístico en la América Hispana colonial: El trazado en damero durante los siglos XVI y XVII". Historia, 28, 59-115. Recuperado de: https://repositorio.uc.cl/bitstream/handle/11534/9531/000313180.pdf?sequence=1& isAllowed=yLinks ]

4. Escribano, Xavier (2015). Poética del movimiento corporal y vulnerabilidad: una reflexión desde la fenomenología de la enfermedad. Co-herencia, 12(23), 71-88. https://doi.org/10.17230/co-herencia.12.23.3Links ]

5. García, Carlos (2004). Ciudad hojaldre: visiones urbanas del siglo XXI. Barcelona: Gustavo Gilli, S.A. [ Links ]

6. Orosco, Gonzalo (2007). Tipologías arquitectónicas del centro histórico de Sucre. Sucre: PHAHS. [ Links ]

7. Terrazas Ozinaga, Heydi Tatiana (2015). Saberes patrimoniales y turísticos. Sucre: Honorable Alcadía Municipal de Sucre, Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Sucre. [ Links ]

8. Rossells, Beatriz (2015). "Las frustraciones de la oligarquía del sur". En Rossana Barragán y Seemin Qayum (dir.), El siglo XIX: Bolivia y América Latina (pp. 265-279). Lima: Institut Français D'études Andines. DOI: 10.4000/books.ifea.7381 [ Links ]

9. Solares, Verónica (2015). Preexistencias arquitectónicas [Material de Aula]. Universidad Católica Boliviana "San Pablo". La Paz. [ Links ]

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons