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Revista Ciencia y Cultura

versión impresa ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult vol.24 no.44 La Paz jun. 2020

 

ENSAYO VISUAL

 

Las fronteras internacionales de Bolivia y los encuentros

 

 

Bianca De Marchi Moyano *, Tania Porcaro **, Laura Helena Arraya Pareja ***

 

 


Las fronteras entre los Estados nacionales modernos muchas veces se han pensado como líneas que permiten diferenciación, distinción y apropiación defensiva del territorio patrio. Hasta la actualidad, la idea del límite que separa dos territorios de forma tajante se reproduce en el aprendizaje escolar de la geografía y, por momentos, en sus aspiraciones sociales. A eso, en el caso boliviano, se agrega la persistencia de la enseñanza del mapa de "pérdidas territoriales" (Perrier-Bruslé, 2013), que no deja de recordar la potencial amenaza de los vecinos. Sin embargo, la complejidad de las zonas de frontera, de las ciudades transfronterizas y de los pasos de frontera bolivianos distan mucho de esa versión simplificada.

Con la siguiente colección de imágenes, se plantea precisamente contrastar esa perspectiva, enfatizando las fronteras como espacios de encuentros. Para eso, hemos desarrollado una búsqueda de dos imágenes registradas en las fronteras con cada país vecino: Perú, Chile, Argentina, Paraguay y Brasil. El desafío fue seleccionar una imagen del siglo XX (que podríamos considerar histórica) y otra del siglo XXI (más bien contemporánea), donde se distingan señales de encuentros sociales, culturales o económicos, entre los países. En ese marco, es interesante poner en evidencia que, en algunas fronteras, tanto por sus antecedentes conflictivos como por su baja densidad poblacional (con Chile y Paraguay, por ejemplo), es menos evidente encontrar este tipo de registros visuales. Como sugiere Sánchez (2018), se trata de regiones donde las fronteras son menos "activas", en la medida que carecen de ciudades transfronterizas que revitalicen los flujos comerciales. O tal vez registren movilidades escasamente visibilizadas, ignoradas o menospreciadas desde los centros de poder. Sin embargo, como muestra el resultado que acá compartimos, en todas ellas este ejercicio es posible.

Las fronteras suponen, en gran medida, lugares de encuentro, de aprendizaje e intercambio, aunque su ambiente y dispositivos técnicos estén, muchas veces, dispuestos para el control y la seguridad. De hecho, como muestra gran parte de las imágenes que compartimos en este ensayo, los encuentros se dan en torno a lo que se trata de controlar: la movilidad (Benedetti y Salizzi, 2011; Tapia, 2015). Caminos y caminantes, vías y transeúntes son los que se buscan y se encuentran en muchos de los registros visuales que hemos identificado. Otros registros nos recuerdan la juventud de los límites internacionales respecto a otro tipo de dinámicas territoriales que subsisten y se reiteran desde el periodo colonial e incluso prehispánico. Esto no quiere decir que las pertenencias nacionales no estén claramente marcadas y reconocidas por las poblaciones locales de las regiones de frontera, sino que su imagen rígida es aparente y mucho más presente en los centros capitalinos que en los márgenes fronterizos.

Una de las fronteras más características entre Perú y Bolivia es el espacio que abarca el lago Titicaca y el río Desaguadero. Desde el inicio de las dos repúblicas, estos pasos fronterizos han sido concurridos por personas de ambos países, y han creado un paisaje casi homogéneo en cada lado. El río Desaguadero es una división fronteriza compartida por ambas naciones; ha sido utilizado tanto para el abastecimiento de agua de los lugares cercanos, como para el intercambio comercial constante. Las barcazas a remo, así como las llamadas lanchas, que tienen un motor propio, cruzan el río Desaguadero constantemente desde principios del siglo XX sin restricciones de ninguna de las dos naciones.

A pesar de la existencia de puentes que cruzan el río Desaguadero, los botes que transportan mercancía, animales y personas de un extremo a otro son característicos del lugar. En la actualidad, se pueden observar lanchas y botes próximos a los puentes, que no realizan tramos extensos. Muchas personas manifiestan que deciden utilizar el transporte fluvial por la cantidad de mercancía que puede ser transportada fácilmente y sin necesidad de ser declarada. La importancia de este tipo de transporte permitió que, tanto en Bolivia como en Perú, haya sindicatos que controlan el funcionamiento de los botes y la permanencia de los mismos en cada puerto, lo que enmarca un paisaje similar en ambos lados del río Desaguadero.

El 20 de mayo de 1958 partió una Caravana de la Amistad conformada por pobladores de Oruro (Bolivia), quienes viajaron hasta Iquique (Chile). En agosto, los pobladores iquiqueños completaron la iniciativa, realizando el viaje en sentido inverso. El tránsito por caminos angostos fue concebido como una proeza, un hito histórico, político y social que permanece en el imaginario de algunos de los habitantes de la zona. Las fechas de los viajes coincidieron con fechas patrias importantes en cada región, dado que se produjo en un período de acercamiento entre ambos países. Se trató de una expresión paradiplomática regional que buscaba colocar en agenda el proyecto de integración física entre ambas regiones. Ello refleja la importancia que significaba para los pobladores locales la apertura de una carretera internacional, concebida como una alternativa de desarrollo compartido que permitiría acercar sus economías.

En la localidad de Quetena Grande, al sur del departamento de Potosí, se reunieron representantes de comunidades atacameñas de Argentina, Bolivia y Chile, el 24 de marzo de 2012. El evento respondía a una nueva edición del "Encuentro de pueblos atacameños sin fronteras" que es replicado desde hace algunos años; este comprendió, además, la realización de una feria internacional del trueque. Esta nueva organización étnica transfronteriza articula a algunos referentes y dirigentes de las comunidades, quienes ratifican en sus encuentros la unidad del pueblo atacameño y el reclamo por el reconocimiento comunitario y territorial frente a los respectivos estados nacionales. La imaginación de un territorio transfronterizo interpela a la memoria oral de los habitantes de la región que lo describían, hasta avanzado el siglo XX, como un territorio sin controles estatales, donde el "caravaneo" unía a poblaciones de diferentes sitios y era posible circular libremente.

El ferrocarril que conectó Bolivia con Argentina en el área andina fue pensado como parte de una incipiente integración panamericana. Este transporte era concebido como un proyecto que permitiría la modernización de la frontera de ambos países, e involucró numerosos debates sobre el mejor trazado, en relación a las comunidades que se beneficiarían con su llegada. El 10 de mayo de 1924, se realizó en Tupiza (Bolivia) un acto de inauguración del tramo que vinculaba a esta ciudad con La Quiaca (Argentina). El evento festivo convocó a las máximas autoridades de Bolivia además de miles de chicheños, quienes atestiguaron la llegada de un convoy con representantes oficiales de las provincias del norte argentino, portando las banderas de las dos naciones.

"Encuentro de integración binacional Lípez-Cuenca del Río Grande de San Juan" fue una propuesta de cooperación local transfronteriza que se desarrolló en el año 2009, a través de la ONG Fundandes. Reunió a comunidades y municipios de San Pablo de Lípez y San Antonio de Esmoruco en el sur de Potosí (Bolivia), y los departamentos de Rinconada y Santa Catalina al norte de Jujuy (Argentina). En este marco, se realizaron diversos talleres en los cuales se trabajó en el diseño del Corredor Ecoturístico Binacional de los Lagos Altoandinos, para promover el desarrollo local de las comunidades que permita obtener beneficios económicos y transmitir la cosmovisión cultural propia. En los talleres se avanzó en la posibilidad de habilitar un nuevo paso fronterizo entre Ciénaga de Paicone y Río Mojón y de crear una Reserva de Biosfera Binacional que vincule a las áreas protegidas y los ambientes de la zona.

La Copa "Paz del Chaco" se jugó por primera vez en 1957 y en 11 otras ocasiones con las selecciones de cada país, hasta llegar a su última edición en 2011. Después se han realizado versiones con equipos de segunda y primera división de las ligas nacionales y en diferentes regiones del Chaco boliviano y paraguayo. La prensa paceña del 13 de junio de 1957 reflejaba justamente los dos primeros partidos, jugados en Asunción, con una primera victoria paraguaya y una segunda boliviana. En los partidos siguientes, en La Paz, del 18 y el 21 de junio, se alcanzaría un empate y luego la victoria final de Bolivia. Aunque este país logró quedarse con el trofeo en esa primera edición, sólo repetiría un desempeño semejante dos veces más en toda la historia del certamen. El Chaco pasó de ser un campo de disputa bélica a otro de entretenimiento deportivo.

La batalla en Boquerón, combatida en septiembre de 1932, es parte fundamental de la narrativa, dramática y heroica, de la Guerra del Chaco, que enfrentó a Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935. Por eso, cuando los presidentes boliviano y paraguayo ratificaron la retoma de las relaciones diplomáticas entre ambos países, en abril de 2004, visitaron el lugar, localizado en el departamento paraguayo fronterizo del mismo nombre e instalaron una plaqueta conmemorativa. En Boquerón, se han edificado varios monumentos junto con las miles de tumbas que dejó el enfrentamiento. Los soldados bolivianos y paraguayos se hallan sepultados lado a lado. Esa historia trágica contrasta y se combina con la retoma de la agenda diplomática lograda en el segundo encuentro binacional de presidentes de 2004, en el cual se firmaron acuerdos de desarrollo vial buscando el favorecimiento de la integración económica y social para la región chaqueña.

En 1938 se firmó el convenio de desarrollo de la ferrovía entre Brasil y Bolivia, reajustando el tratado de Petrópolis (1904). En 1904 se sugería su construcción por el norte amazónico, pero en 1938 finalmente se concretó su trazado por la región pantanera chiquitana de Puerto Suárez. Este tren se realizó bajo encargo de la Comisión Mixta Ferroviaria Boliviano-Brasileña, a partir del plano que se muestra en la figura. En la parte superior, se expone el trazo de la primera residencia en un detalle de mayor proximidad. En los gráficos de las dos filas inferiores, se muestran las secciones y residencias que marcan la construcción proyectada, así como las empresas constructoras encargadas de cada tramo. Es interesante evidenciar que no se registra la localidad de Puerto Quijarro, ciudad fronteriza que surge en la segunda mitad del siglo XX, precisamente en torno a la estación de trenes y por la instalación de los puertos privados soyeros en las dos últimas décadas. Así, aunque el tren Corumbá-Santa Cruz se consideró deficitario durante los primeros 40 años de su gestión, hoy en día es rentable, dada su articulación a la economía cruceña y a la exportación agroindustrial por la hidrovía Paraguay-Paraná.

En el noreste de Bolivia, la frontera con el Brasil está marcada por el caudaloso curso del río Mamoré. A orillas de este río, dos ciudades, con vitalidad complementaria e intensa, intercambian diariamente el tránsito de cientos de personas que comparten servicios y equipamientos urbanos de un lado y otro del río. Al observar la conurbación Guayaramerín-Guajara Mirim, se evidencia que la parte boliviana ha tomado el rol de mirador para el disfrute del paisaje hídrico amazónico sobre el río, mientras que el otro lado, de espaldas al río, ofrece funciones comerciales formales de productos industriales brasileños para toda la región. Así, las embarcaciones de las empresas brasileñas y del sindicato boliviano que surcan el Mamoré de una ribera a otra facilitan esa continuidad urbana de intercambios intensos y vitales para la sociedad fronteriza.

 

Notas

* Doctora en urbanismo (Universidad Católica de Lovaina). Becaria postdoctoral CONICET/UE-CISOR.
Correo electrónico: biancadmm@yahoo.es.
https://orcid.org/0000-0002-6248-9046

** Doctora en Geografía (Universidad de Buenos Aires). Becaria Posdoctoral CONICET/IMHICIHU.
Correo electrónico: taniaporcaro@gmail.com.
https://orcid.org/0000-0002-9486-317.

*** Magister en Estudios de la Cultura con mención Políticas Culturales (Universidad Andina Simón Bolívar) licenciada en Historia (Universidad Mayor de San Andrés) y licenciada en Psicología (Universidad Católica Boliviana "San Pablo"). Investigadora.
Correo electrónico: lau7014@hotmail.com.
https://orcid.org/0000-0002-8356-7867

 

Referencias

1. Benedetti, Alejando y Esteban Salizzi (2011). “Llegar, pasar, regresar a la frontera. Aproximación al sistema de movilidad argentino-boliviano”. Revista Transporte y Territorio, (4), 148-179.

2. Comisión Mixta Ferroviaria Boliviano Brasileña (1942). Informe de la Comisión Mixta Ferroviaria Boliviano Brasileña correspondiente a los años 1940 y 1941. Corumbá: CMFBB.        [ Links ]

3. Correo de Antofagastina (30/03/2012). “Comunidades Atacameñas de Chile, Bolivia y Argentina, Firman Declaración de Quetenas”. Recuperado de: http://correoantofagastina.blogspot.com/2012/03/comunidades-atacamenas-de-chile-bolivia.html. Consultado el 15/01/2020.

4. Fundandes (2009). Proyecto Corredor Ecoturístico Binacional de los Lagos Altoandinos. Taller de representantes de comunidades y autoridades. Cusi Cusi, 28 y 29 de noviembre. Material entregado en San Salvador de Jujuy.         [ Links ]

5. La voz de Tarija (24/08/2018). “Chile y Bolivia reviven caravana de amistad entre Iquique-Oruro”. Recuperado de: https://www.lavozdetarija.com/2018/08/24/chile-y-bolivia-reviven-caravana-de-amistad-entre-iquique-oruro. Consultado el 10/12/2019.

6. Sánchez, Rolando (2018). “Ciudades fronterizas de Bolivia: condiciones socioeconómicas y bienestar social”. Temas Sociales, (42), 117-145.

7. Tapia, Marcela (2015). “Frontera, movilidad y circulación reciente de peruanos y bolivianos en el norte de Chile”. Estudios Atacameños. Arqueología y Antropología Surandinas, (50), 195-213.

8. Última Hora (13/06/1957). “‘Bolivia logró gran victoria”. Última Hora [Sección Deportiva]. La Paz.

9. Última Hora (13/06/1957). “Paraguay ganó su primer compromiso de la Copa ‘Paz del Chaco’ jugando dentro de su propia característica ante rival inferior”. Última Hora [Sección Deportiva]. La Paz.

 

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