SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.23 número42Días detenidos: las grietas de las mitologías familiares índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Ciencia y Cultura

versión impresa ISSN 2077-3323

Rev Cien Cult vol.23 no.42 La Paz jun. 2019

 

Reseña

 

Marching Powder: A True Story of Friendship, Cocaine, and South America's Strangest Jail

 

 

Rusty Young y Thomas McFadden

2004, New York, St. Martin´s Press, 373 páginas.

 

 


A la par de publicaciones como La jaula: 192 días en una prisión de mujeres (2000), de Lupe Andrade, y La segunda vez como farsa: etnografía de una cárcel de mujeres en Bolivia (2008), de Alison Speeding, la obra de Rusty Young y Thomas McFadden se sitúa entre los textos más representativos dentro de lo que podríamos llamar una "literatura carcelaria boliviana". Marching Powder es una novela en lengua inglesa que describe las peculiaridades del penal de San Pedro de la ciudad de La Paz. Su protagonista, Thomas MacFadden, de nacionalidad británica, fue capturado en el intento de traficar cinco kilos de cocaína a través del aeropuerto de "El Alto"1, delito por el cual recibió una sentencia a seis años de prisión, aunque un juzgado lo liberó tras cuatro años y ocho meses.

Esta novela adquiere la forma de una crónica literaria relatada en primera persona. Su doble autoría se debe a que el escrito fue llevado a cabo por Rusty Young, basado en las grabaciones en micro-cassettes que hizo durante sus visitas a la prisión de San Pedro.

Conoció a McFadden en el transcurso de su último año de reclusión, y para entonces, éste ya había concebido la idea de escribir un libro sobre su vida en el penal. Los acontecimientos se relatan desde la perplejidad ante el funcionamiento interno de la prisión.

El recorrido de esta historia comienza en el aeropuerto de Viru-Viru, donde el protagonista quiere despachar su mercancía con la ayuda de un funcionario (Tito), con quien coordinara anteriormente situaciones similares. McFadden no hablaba español, aunque había estado varias veces en Santa Cruz con el mismo propósito, y siempre con resultados exitosos. No obstante, esta vez Tito se niega a cooperar con él porque la DEA había asumido el control de Viru-Viru. Por ello, McFadden se traslada a la ciudad de La Paz donde el aeropuerto aún estaba controlado por la policía nacional. Por medio de Tito, se contacta con el coronel Lanza, entonces director del aeropuerto paceño, quien acepta ayudarlo a cambio de una cuantiosa suma. El trato se efectúa con el pago del soborno, pero el coronel traiciona su palabra y decide arrestarlo el momento en que se realizaba el embarque.

La descripción que realiza McFadden sobre cómo preparaba la cocaína para el traslado es explícita. Envolvía ciertas cantidades con láminas de nylon, que constantemente pasaba por una máquina para aplanar el paquete. Al mismo tiempo, recubría las capas con chili picante o café, para evitar el olor. De este modo resultaban planchas muy finas que introducía en maletas especiales. Además, la vez que lo detienen había ingerido, dos días antes, setenta gramos en pequeños paquetes (cocaine balls), que tuvo que expulsar de su cuerpo cuando fue descubierto y enviado a las celdas de la FELCN2 por trece días, y volver a ingerirlos. Mantuvo en su cuerpo tales paquetes hasta llegar al penal de San Pedro con la esperanza de obtener una buena suma de dinero por ellos, pero descubrió que allí se encontraba una de las mayores fábricas de cocaína del país.

Tras su captura, el proceso que McFadden suponía que le esperaba fue totalmente diferente. Nunca pensó que para ingresar a una cárcel era necesario pagar un ingreso (25 bolivianos), comprar una celda para vivir (el gobernador de la prisión le pidió 5.000 dólares) y pagarse el alimento diario en cualquiera de los restaurantes del lugar, que además eran propiedad de los presos. Con el tiempo, él mismo llegó a tener un restaurant y una tienda de abarrotes, y fue el iniciador de los internacionalmente famosos tours al interior de la prisión.

Marching Powder devela un estado de cosas inédito al interior de la prisión basado en sobornos y favores entre policías y reos que posibilitan comodidades y privilegios para estos últimos. La compra de celdas, los permisos de salida con escolta, la permanencia de visitantes durante varios días y la estadía permanente de familias enteras, hacen de San Pedro un espacio alejado del concepto tradicional de prisión. De manera cómica, los autores sostienen que la prisión de San Pedro se parece más a un centro vacacional (siempre que se tenga el dinero para costear los gastos), en comparación al penal de Chonchocoro, considerada una verdadera prisión.

Según Lupe Andrade, las cárceles de Bolivia se parecen a las novelas de Dickens, porque se presentan como microcosmos de la sociedad al reflejar sus mismas virtudes y defectos. En coincidencia, la obra de Rusty Young y Thomas McFadden sostiene que San Pedro es un microcosmos social, pero también un microcosmos económico, cuyo funcionamiento interno opera bajo los principios del libre mercado y probablemente de manera más eficiente que la economía nacional. Incluso la división de las secciones de la prisión sigue un criterio económico.

McFadden pudo comprarse una celda en la sección "Pinos" gracias a que la fundación Prisoners Abroad le envió 500 dólares, entre otros artículos. De las secciones existentes, "Pinos" y "Álamos" eran la segunda y tercera sección más seguras (la primera era "La Posta"). Durante su estadía, vivió e hizo negocios en ambos lugares. Pero también conoció las demás secciones, donde se encontraban los laboratorios de cocaína, la sección de adictos, el confinamiento solitario y "el pozo", una pequeña piscina donde la población carcelaria enardecida ahogó y asesinó a golpes a tres violadores. El relato de este hecho produce escalofríos por la brutalidad de la masa, la ausencia policial y la expectación atónita y desesperada de McFadden.

Esta novela también narra una breve historia de amor entre el protagonista y Yasheeda, una ciudadana israelita a quien conoce en la discoteca Forum, en la zona de Sopocachi. McFadden obtiene un permiso de salida por doce horas, pero excede el tiempo estipulado, ya que retorna al penal a las tres de la mañana, acompañado de su escolta policial ebrio y de Yasheeda. La escena es muy cómica. Mientras McFadden ruega para que lo dejen entrar, el oficial de guardia, muy enojado, se rehúsa abrirle y le reclama la hora. Finalmente, ingresa con su supuesta "esposa", con quien convive varios días al interior de la prisión.

Con el paso del tiempo, la relación con Yasheeda termina, pero es gracias a ella, quien llevaba a sus amigos para que conozcan a McFadden, que a éste se le ocurre realizar tours para extranjeros. Con el permiso del gobernador de la prisión, con quien acuerda el pago de un porcentaje, se inician las visitas turísticas al interior del penal. Estas visitas tuvieron un éxito sin precedentes, al punto que llegaron a presentarse como opciones turísticas en las guías de habla inglesa, pero también hicieron de Tilomas McFadden el preso más famoso y requerido del penal de San Pedro.

Yasheeda es en realidad un pseudónimo, como ocurre con el nombre de los demás personajes (Tito, el coronel Lanza, entre tantos otros), sin embargo, algunos de ellos son reconocibles porque fueron infamemente famosos a causa de los delitos que les imputaron. El primero de ellos, Luis Amado Pacheco ("Barbaschocas") aparece bajo su apodo original y es inevitable no reconocer en el relato la admiración que le profesa McFadden. Sostiene de él: "he wasn't a regular inmate at all, he was big”; lo llama "el zar" del narcotráfico en referencia al famoso caso del narco-avión. También aparece Dante Escobar Plata (bajo el pseudónimo de Gabriel Sánchez), famoso por la estafa de los fondos de seguridad de los empelados públicos de Bolivia (caso FOCSSAP), quien tuvo que ingresar inicialmente a confinamiento por su propia seguridad. Danilo Vargas ("el fantasma") aparece como David Cordero. McFadden entabla relación con todos ellos, en distintos momentos, y emite juicios de valor a partir de su experiencia.

Marching Powder es el producto de una mirada externa sobre nuestra realidad. Se propone como una perspectiva no académica del ámbito social boliviano. Narra las experiencias de un extranjero que poco a poco va comprendiendo, a veces maravillado o atónito, una frase que se repite a lo largo de la novela: "This is Bolivia.

"This is Bolivia...", donde las cosas no suceden como se supone que deberían hacerlo. Esta frase la plantea inicialmente Tito, cuando le propone la opción de ir a La Paz para que sea la misma policía quien le ayude con el envío. Curiosamente, el coronel que lo traiciona le repite lo mismo cuando McFadden le pregunta cómo pasarán las maletas sin ser revisadas. En las celdas de la FELCN, el capitán a cargo se la menciona para negarle su "derecho" a una llamada. Ricardo, su entrañable amigo de la prisión, afirma esta frase para justificar la permanencia de las esposas e hijos de los reos al interior de penal. El mismo McFadden la menciona cuando le explica a Rusty que a la justicia boliviana no le importa que uno sea culpable o inocente, pues sólo le interesa saber quién puede pagar el mayor soborno. Finalmente, queda implícita esta frase cuando su amigo Ricardo es liberado y McFadden le ayuda a sacar sus cosas a la puerta. Entonces dice: "San Pedro must have been the only prison in the world where an inmate arrive with only the shirt on his back but left with enough possessions to fill a house".

This is Marchig Powder... un relato de crónica literaria que parece rozar entre la realidad y la fantasía. Su lectura implica un acercamiento a ese microcosmos que McFadden experimentó estupefacto, y que luego supo jugar según sus reglas. No podemos dar fe de que todo lo que se describe en esta obra es absolutamente cierto. Sin embargo, el estado de cosas que se narra, describe distintos aspectos de esta sociedad en la que vivimos a diario, pero que pasan desapercibidos para muchos de nosotros, porque hemos naturalizado aquello que para otros es simplemente extraordinario.

Sergio Barnett Vargas

Notas

1 No obstante, formalmente sólo lo imputaron por intentar traficar 850 gramos.

2 Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico.

 

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons